Perder la cabeza, suena interesante [~.privado.~][+18]

En realidad esa noche no había bajado a la sala, no estaba de muy buen humor y además bajar con el fin de estar toda la noche allí sin que ni siquiera un hombre quisiera estar conmigo era algo que no pensaba soportar.

Preferí permanecer tranquilo en mi cuarto a la luz de las velas leyendo una nueva revista, esas tan populares de moda que se venden por todo los terrenos de París.

Recién salía de bañarme, quería estar limpio antes de recostarme, le había dicho a la madame que si por alguna casualidad algún cliente quería verme que subiera hasta mi cuarto, se lo dije pensando que jamas nadie vendría, si pocas veces me miran cuando estoy allí abajo esperando algún hombre, menos iban a venir a buscarme especialmente a mí.

Estaba bastante caluroso el clima, la ventana estaba abierta y apenas si corría una gota de aire, yo había salido con mi tualla pero apenas me seque, prefería permanecer un poco humedo, le deje por allí y me arroje cabeza abajo sobre la cama leyendo la revista, estaba completamente desnudo, jamas pensaría que alguien podía entrar.

Así fue, abrieron la puerta, aunque apenas se escucho, de hecho yo ni siquiera me percate hasta que el muchacho habló, yo me pregunté antes que nada porque no pueden tocar la puerta, se creen que porque buscan sexo tienen el poder de un dios, para entrar así como si nada.

No me quise sobresaltar, al escuchar la voz tan sensual de ese muchacho preferí permanecer así, así ademas el podía ver mi espalda, seguir bajando para encontrarse con mi húmedo, suave y gran trasero, que llamaba a cualquier como diciendo ven e introduce mela.

Cerré la revista suavemente, sentí como el chico se sentó sobre la cama, apenas gire mi cabeza, mi primera impresión, era muy guapo, tenía miedo de que esa sensual voz no pegara y fuera un viejo asqueroso, pero no, era un joven y hermoso muchacho que se notaba que me estaba observando con mucha atención mi trasero.

Aunque no tenía mucha experiencia en esto, con esos meses trabajando en el burdel me había hecho todo un profesional en el tema de la seducción. Me levante muy suavemente sin dejar de mirar al chico a sus ojos y con mi tono mas sensual le dije - Con mucho gusto seré tu compañía - Me acerque aún un poco más, poniéndome detrás de él, fui desabrochando su camisa y tocando su pecho, mientras le hacía unos suaves masajes. Luego bese su cuello y me acerque a sus labios apenas rozándolos.

Entonces me lavante y me coloque enfrente de él pero de espaldas para que solo pueda ver mi trasero, el cual comencé a tocar con mi mano derecha, muy suavemente, y apenas introduciendo uno de mis dedos. Lentamente me fui girando y dejando ver mi enorme verga que ya estaba bastante parada, se notaban sus ojos sobre mi polla, esa mirada que dice cuando uno quiere algo, observando al muchacho comencé a tocarme, pero bien lento, jugando un poco con mis dedos y mis zonas genitales.

Luego de hacer eso unos minutos me acerque a él, me arrodille y antes que nada le robe un dulce beso, luego comencé a tocar su bulto por sobre el pantalon que parecía que estaba a estallar, le desabroche el pantalon a la vez que lo tocaba y le besaba el bulto, se lo quite de una sacada, entonces ya se hacía denotar su verga sobre ese boxer blanco, sin quitarselo se la comence a chupar y a tocar a la vez que con mi otra mano le tocaba el pecho. - Te gusta verdad?

Si que ese hombre sabía controlar la situación, cuando lo había visto entrar pensé que sería cosas de unos minutos, una buena mamada y se iría, a lo sumo que me la hubiera metido, pero se notaba que el hombre sabía de sexo, me manejo como el quiso, y eso me encantaba, me gustaba que mis acompañantes tuvieran el control de todo, me gustaba ser el debil, esa situación, hasta podría llegar a decir que me gustaba un sexo violento, parecido a una violación, pero con mi consentimiento.

Me encantaba como lamia y mordía mis pezones, aunque algunas veces me dolió un poco pero se sentía tan placentero que apenas si podía pensar en algún dolor, luego cuando empezó a lamerla lo hizo tan maravillosamente que no podía dejar de sacar algunos sonidos de placer que salían de mi boca - Seguí así, por favor no te detengas - Estuvo así un buen rato, aunque yo notaba que ese muchacho aún no estaba lo suficientemente caliente, necesitaba algo.

Me incorpore y lo bese salvajemente, en cada beso parecía que nos quedabamos sin respiración, ya que duraban demasiado tiempo, le acaricie todo su pecho, juegue un buen rato con sus tetillar a la vez que besaba su oreja y todo su cuello, con ambas manos le revolvía todo el cabello, eso parecía agradarle.

Hice que se parara y yo quede enfrente de él, comence a hacer un camino con mi lengua desde su pecho pasando por su ombligo, llegando al vientre, muy lentamente desabroche boton por boton, generando todo un suspenso, metía las manos por dentro de su pantalón para tocar su duro trasero antes de sacarle el pantalón, finalmente muy despacio fui retirandole su pantalon hasta sacarselo completamente, dejando ver su abultado boxer, me levante y lo comence a besar a la vez que con mi mano derecha le acariciaba su bulto.

Él muchacho me trataba muy mal pero esa me ponía muy excitado, la verdad es que la violencia hasta un cierto punto me encantaba y se notaba que el chico se sabía manejar muy bien con ese tema.

Cuando me arrodillo comencé a masturbar mi miembro con la mano derecha mientras le chupaba su verga con mucha pasión, me la metía entera hasta hacerme dar arcadas, quería que sintiera mucho placer, y me encantaba que me tuviera sujeto de la cabeza.

Entonces como un estúpido principiante me masturbé demasiado y a causa de estar sientiendo tanto placer con su miembro dentro de mi boca acabé sobre mi mano, salieron disparos de semen por todos lados aterrizando sobre mi mano y en el suelo, sin decir nada seguí chupando su verga que cada vez estaba más grande.