Je suis le vampire Nirole Eilen, quel est votre nom?.Je veux savoir[Privada-Lestat de Lioncourt]

Permanecí tumbada mirando el techo, liso de mi alcoba, de mi prisión mientras el astro Sol, contemplaba y vigilaba cada esquina, cada punto cardinal de las tierras que llamaban Paris, mi ciudad natal, o como algunos la llamaban la Ciudad de las Criaturas, y no se equivocaban, aunque para los habitantes de aquella ciudad, lo veían como una leyenda más que una realidad, que quizás era una realidad, aunque algunos la preferían ignorarla o incluso inventarse y cambiar la leyenda.Y que en pocas os resumo,pues es sencilla y se deduce con facilidad.En la Ciudad en la que me encuentro, no solo nosotros lo merodeadores nocturnos, los hijos de la oscuridad o de las tinieblas.Numerosas eran las palabras para los de mi raza, todas palabras variadas, de mentes estúpidas.

La única buena forma que me gustaban la forma de describirnos, para no decir vampiros o chupa-sangres, como alguna que otra mente sucia nos llamaban,era Hijos de las Tinieblas lo más nuevo que se podía escuchar,Los Poseedores del Don Oscuro,debía ser por siempre pero como se sabía, había otros tantos que usaban sus dialectos para designarnos un descripción burda u absurda que llegaba a perder el significado real,lo difundían.

Cruce ligeramente mis piernas, colocando mi tobillo derecho sobre el izquierdo, sin flexionar demasiado mis rodillas.Mis manos, junto a mis brazos tendidos en la cama, el derecho sobre mi abdomen, mientras que el izquierdo estaba paralelo al mismo, con las manos abiertas y con las palmas rozando el suave tacto de aquellas sabanas que la cubrían.
En el suelo varios papiros extendidos la pluma y el tinteros esparcidos en el suelo.Pero que me importaba, tenia quien se arrodillara y las limpiara e incluso era una buena trampa, por así decirlo, pues como castigo podría recibir la muerte,convirtiéndose en mi persa, o mas finamente un entrate.Una foma estúpida de tomar de ellos, pero era mi pasatiempo en ocasiones, sobre todo en las horas propias en las que el Sol gobernaba.

Me incorpore,quedándome sentada, echándome hacia atrás para que mi espalda diera tope con el cabecero de madera que adornaba la cama,dejando que mis cabellos morenos se deslizaran hasta el punto de acariciar mi espalda para llegar a mis caderas.Flexioné mis piernas lo suficiente como para que mis rodillas rozasen mi pecho, para que me diera una base cómoda para apoyar mi barbilla que a su vez me permitía descansar la cabeza.Miró al frente, veo el mueble, un armario marrón que caracterizaba a la madera maciza, que solo acumulaba polvo bajo una sabana.
Mire a otro lado y el ventanal abierto, las cortinas por fuera, que parecían formar parte del aire, como si este las quisiera tomar y moverlas a su antojo, pudiéndose entre ver la redonda Luna en tan esculpido cielo junto a las estrellas que parecían pequeños farolillos al anochecer,mientras que el Sol desaparecía en su totalidad,dejando paso a la oscuridad.

Volví a mirar al frente, aquella sabana.Estiré mis piernas y me impulse un poco para deslizarme, me ayude de mis brazos para terminar de impulsarme.Ahora con un suave movimiento en conjunto de mi cuerpo me puse de pie.Ande pausada-mente hacia aquel armario.Alce mi brazo derecho, con la mano abierta para que entre mis dedos, agarrar y permitir que se deslizarán,por los mismos y dejar al descubierto aquel majestuoso armario, de madera noble, macizo que le caracterizaba, con pequeños resaltes en los bordes que marcaba el contorno del mismo.

Suspiré,incluso por unos instantes llegué a cerrar mis ojos, viniendo a mi mente un vago flash.Me observaba mis manos, ahora eran pequeñas, miraba hacia abajo, mis pies también lo eran, observé la ventana, el sol...el sol no me dañaba, podía verlo tras mi ventana, pero no pude ver nada más pues aquel reflejo, aquella visión despareció, solo duró unos segundos, que no me dejó apreciar nada más.Fué extraño.

Llegué incluso a pensar por esos segundos, nuevamente humana,pero que tan solo fue una vaga ilusión, pero algo me interior se sentía extraño, pero quise pasarlo por alto.Sacudí la cabeza, para negar lo que había pasado, llevé la mano por encima de mi pecho tomando entre mis dedos la camisa que llevaba, apretando, haciendo arrugas por la fuerza,pero de inmediato desaparecieron al dejar de apretarla.
Baje mi mano, no demasiado pues quería alcanzar el tirador del armario para abrirlo,y así lo hice.Pude descubrir una caja grande, la abrí dejando al descubierto ante mis ojos, un vestido y una máscara en una caja grande.

-aquella vez....- dije mientras acercaba mis manos para que entres ellas, tomar la caja, me gire sobre mis tobillos para dirigirme a la cama donde la dejé.

Otro flash, otra imagen venía a mi mente, esta vez me encontraba ante la puerta principal de mi mansión, mi mano sobre el pomo redondo.Mis manos eran grandes- ahora lo recuerdo-pensó para sí, mientras mi mano hacia girar el pomo de la puerta, la abría, miraba al frente, nada, no había nadie, miré al suelo y allí estaba la caja, no tenia remitente alguno que me digerá quien lo envió.

Como aquella primera imagen que vino a mi cabeza, con el mismo gesto, con parpadeo, despareció.De nuevo, desperté, por así decirlo, dejé la caja sobre la cama, para seguidamente abrir la tapa de la misma, dejando al descubierto un hermoso vestido, que hacia conjunto con la máscara que la implementaba, a la perfección.

Vestido:

Spoiler:

Máscara:

Spoiler:

Tome entre mis manos aquél vestido, dejando la caja abierta,junto a la máscara, en el suelo unos zapatos que dejaban entre ver la silueta u contorno de ambos pies, junto a mis dedos y que apresuré a sacar de debajo de mi cama.
Me distraje unos segundos, pues tocaron a la puerta de la misma,tras de ella se escuchaba la voz de uno de mis criados, que pedía permiso, al que cedí.Entre sus manos otra pequeña caja, donde contenía un colgante, con perlitas blancas, era otro lujo, del cual desconocía quien lo enviaba.Pero eso no me importó demasiado pues de inmediato tome entre mis manos, aquél hermoso colgante de perlas,¿quizás algún amante?.

Me acicalé los cabellos, reeliandomelo en un hermoso moño, dejando que un par de mechones adornasen a los lados de mi rostro, junto a el rojo carmín que lucía en mis labios.

Me retire la camisa y el pantalón, y aquellas botas, quedandome en sostén y bragas de telilla.Tome del cajón de la mesilla a la que me desplacé un corsé, que me ayudaría a subir mis pechos y dar un poco más de cuerpo a mi esquisita silueta.Por ultimo mi vestido que me acomodé como era debido, abrochandome como podía, las cuerdas del mismo.Lista para comenzar el baile.

¡Ah! no, aún me quedaban por poner mis zapatos y lo imprescindible aquella máscara dorada que destacaría el color de mi piel, al igual que mis labios y el color de mis ojos.Lo hice en ese orden y me dirigí al espejo que había donde una vez fué mi alcoba como mortal, por ello tuve que atravesar el pasillo, provocando sonido hueco al golperar los tacones con la madera que recubría la mayor parte de la casa.Dejando a mi izquierda las esacaleras que me conducía a las puertas, a mi derecha, la gran biblioteca donde alguna vez me sirvió para descubrir más de los vampiros mas viejos.Apresuré mis pasos, y coloque mi mano izquierda sobre el pomo, y entré, todo estaba igual, habitación cubierta de papel de la epoca, simple, mi cama similar a la de mis padres, donde me encontrba, pero mas pequeña, la mesilla, un espejo de pie, donde comencé a mirarme.

-Perfecto- dije mientras comenzaba a ver en el espejo una imagen baronil, cabellos rubios casi plateados le llegaban un poco mas por debajo de sus hombros, ojos azules casi grisaceos, sentado en un cómodo sillón piernas cruzadas y que no tarda en descruzar para levanatrse.A su alrededor pasaban señoritas, señores de alta posición, parecia posar su mirada en aqlguien, en los paseantes de lo que parecía un evento, sus ropas elegantes lo delataban.

Alzo mi mano, para intentar acariciar su rostro, intentar acariciarle, parece ofrecerme su mano, pero mis manos no pueden atravesar el cristal.La imagen desaparece ante mis ojos de la misma forma en la que aprece ante mi.Cierro mis ojos y me giro, borro la sonrisa de mis labios de la misma manera fugaz en la que fué dibujada en mis labios con el pincel de cuidadoso pintor en un retrato.

No entendía nada, no se quien era, aunque ahora que lo recuerdo...No,no, no,no puede ser.Salí de inmediato de la alcoba, me levanté dejando arrugada la colcha que cubria mi cama, pase rápido el pasillom, me crucé con una de mis criadas y la miro como ella a mi, me abofeteo en mis fosos su olor dulce, esquisito elixir,cerré los ojos con fuerza y bajé por las escaleras a toda prisa, corrí hasta los portones.Abrí los ojos, alargué mi mano derecha, para tocar la cuerda de la campana que tenía al lado de los portones.


-¡El carruaje de inmediato,Yasmin!- dije con alto tono, gritando, mirando de reojo a la zona de la servidumbre que quedaba a mi derecha, allí vivían ellos- si, si, si señora-dijo esta con voz agitada, tras andara a prisa al escucharme.

Observo su cuello, vuelvo a cerrar mis ojos, mi sed puede jugarmela, pero no puedo revelar lo que soy, a pesar que lo sospeche, pero quien la creería, la tomarían por loca, de momento debo jugar mis cartas.

(....)

Después de unos minutos logro escuchar, los cascos de los caballos,s e detienen frente a mis puertas, unos pasos que se acercan, llaman.

-Se..señora ya- dijo Yasmín sin poder terminar su frase, ya los había oído y abrí la puerta de inmediato.Dejo la puerta abierta y paso al lado del cochero, le miro de reojo y me metó en el coche a caballo- lleveme al evento activo de esta noche- dije directa mirando a través de la ventana.Observando como este asentía y caminaba hasta la zona delantera para sentarse e iniciar el camino, hacia el Palacio Royal.

¿Que se celebraba esta vez?...

Tardámos escasamente un cuarto de hora, en llegar se ve gente fuera, disfrutando de los adornos exteriores, podía oir la música,el compás del mismo.El cochero paró y de nuevo se acerrcó ala puerta, esta vez del carruaje, me abre la puerta y ofrece su mano con guante blanco cubriendolas, para que bajara.Tarde un poco, pero finalmente pose mi mano izquierda para bajar de allí,sonoros pasos se unian a otros tantos, veo que nadie porta una máscara por lo que me la retiro con la misma mano que le di al cochero para bajar, sosteniendola entre mis dedos.No me giré y le ordené que se marchara, no muy lejos.

Mire a todo los lados, no veía a quien vi en el espejo,¿Volví a malinterpretar aquella simagenes..?¡Don estúpido!.Me mezclé entre la muchedumbre de fuera, para poco a poco ir metiéndome en el interior.

Mezclandome entre ellos, delicioso olor desprendían mezclado con perfumes caros que usaban por aquél entonces,caras vestimentas.Todo encajaba para el evento, demasiadas joyas, inumerables cuellos libres.Puedo sentir como mis deseos por tomar aquella noche comenzaban a despertar, pobre aquél que se cruzase en mi camino, no tendría compasión, ni aunque me lo implorase, rió- pero que estoy diciendo, ellos son mi alimento y como tal no pretendo darles placer o disculparme,solo calmar mi sed, aunque ellos perecieran, tras casi tomar la última gota, dejando una sonrisa en sus labios,¿por placer?-pense para si, sin poder reir de nuevo.


Busco espacio entre ellos, arremango el vestido para no pisarme los filos, no se diferencian mis pasos, hay demasiados para poder lograrlo.Sigo mirando mi alrededor, pero no localizo a ese misterioso hombre, sabía de su aspecto, sus facciones, pero no su nombre, o si lo vi no lo recuerdo, aunque es extraño, no suelo olvidarme de los nombre de quien pretendo conocer, y de los que alguna vez conocí o por alguna razón son mi objetivo, por aquellas imagenes fugaces de mi mente, que despertaban interés en mi.


Golpeo el hombro de algunos de ellos, pero me mantengo seria, enarco una ceja y sus posibles quejas se las tragan junto al sorbo de vino de sus copas, hicierón bien en callar, o buscaría alguna forma délicada para cumplirlo .Aunque quizás lo sería tanto, que recuerde la última vez que le corte la lengua, gritaban, se desangraban e intentaba correr despavoridos, como una gallina sin cabeza, que se golpea, al estar ciega, cae.

(...)

Puedo ver entremedias de un par de cabezas a alguien de aspecto similar, me guío de la intución y me voy acercando poco a poco,pero tras llegar donde se encontraba, vuelvo a perderle de vista, mis pasos apresurados se paran,me quedo fuera de nuevo,al igual que vuelvo a sentir la leve brizna que se levantaba con disimulo.Oteo el exterior esperando encontrale, bajo el par de finos peldaños, manos apoyadas por delante sobre mi regazo, mirando curiosa,se que no estoy perdidad, pero puedo parecerlo, pues busco deseperadamente con la mirada, necesito saber de él, conocerle.*


-Cabellos rubios, casi grisacios por la luz según se reflejara, labios finos pero deseables, ojos azules, grisácios segun dieran el contraste de la luz, ¿donde puedo hallarte hombre misterioso?-Pense para mi mientras continuaba buscánndole.Tomando como distracción las fragancias que veninan a mi que hacen resurgir de mi garganta un exhalo de satisfacción inacabado, pues para ello debía de tomar de ellos, para callar mi sed.

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OFF: SIento la tardanza, pero devido a lo expuesto en mi ausencia....ando de forma intermitente.