Haciendo nuevas amistades (Nirole Eilen)

por **Cassiopea Belikov** Dom Abr 30, 2017 10:40 am

Suspiré mirando las calles de París atestadas de gente.Había decidido probar suerte en la pequeña capital como violonchelista, aunque con la edad que aparentaba, no creia que me tomaran enserio. Acababa de llegar a la ciudad en un pequeño carromato que había conseguido gracias a un grupo de comerciantes y ya se podía comprobar lo animada que era la capital por las noches. Con una pequeña bolsa de mano y el maletín del violonchelo, continué caminando por las calles con la falda de mi vestido rojo tocando el empedrado suelo. Llevaba el pelo recogido el un moño y el vestido largo con las mangas largas porque, a pesar de no sentir los cambios de temperatura, no me gustaba enseñar las cicatrices que adornaban mis muñecas.

Había llegado a la ciudad, después de haber recorrido toda Europa huyendo del vampiro que mató a mi creador, para establecerme. Aún recordaba la noche en la que mi vida cambió, viendo, como el asesino de James le desgarraba la garganta al que me dió una nueva vida. A mi hora de descanso, todavía podía oír los gritos de toda la gente que el asesino había matado. Iba tan metida en mis pensamientos, que si querer choqué con alguien que venía en dirección contraria.

- Mis más sinceras disculpas- le dije con mi marcado acento ruso a la persona con la que había chocado.

por **Nirole Eilen** Lun Mayo 01, 2017 5:09 am

El sexto,el sexto día donde me mantengo en la linea en base a una estrategia simple y así no beber con ansia como estos últimos días,donde he llegado a límites que creía no lo haría.Tanto que me daba miedo a mi misma por lo desastres que pudiera causar,saltándome ese código donde no debía dañar a niños,ni tampoco convertirlos tan jovenes,ello tal vez ocurriese mas tarde,beber su sangre pero hasta entonces no provocaré su muerte.Pero ello no me detiene en seguir alimentándome cada día sombrio de esta imortalidad impuesta en contra de mi decisión en una masacre definitiva,donde pocos sobrevivieron,soy esa excepción.

Había dado órdenes en mi mansión de que todo estuviese limpio,después de renovar a mi manera el servicio que residía allí conmigo, por supuesto las imperfección que vería sangre,sangre por las esclaeras que de foma discontinuaa las había manchado, entre idas y venidas,yendo tras mis víctimas,torturando con el dolor por medio de la mente cuando querían alejarse más de lo que les permitía o su intento de salir fuera de la mansión y alertar a los cazadores,de los que solo dos saben y dejo que sigan mis pasos,eso si no donde resido,ni siquiera Thomas,de quien me enamoré aun sabiendo que no nos podríamos tener uno al otro,en el inicio en el que recibí el abrazo de mi creador,que aun vaga por el mundo y que desconozco su físico.

Mientras yo,decidí alimentarme por los alrededores del bosque cercano a mi mansión y al encontra poco de lo que alimentarme,solo unos animalillos;decidí adentrarme más allá.hacia la zona residencial y a tomar de aquél néctar que hasta hoy me mantiene con vida,sería aun más delicioso,por supuesto,su sangre mantenía su calor mientras bebía,mientras que esos otros,apenas duraban un par de segundos y me hacía escupirlo de la boca.

Desvie mis pasos por lo callejones principales,alimentandome de aquél que se cruzase por mi camino,mientras “jugaba” entre las sombras que se colaban por los ventanales o negocios clandestinos,que aun sabiendo su ilegalidad,nadie dice nada,menos yo, que de vez en cuando me beneficiaba de aquello que venden.Allí encontré hasta dos que llamaban mi atención,ambos barones,ambos con un delicioso aroma que podía oler a tres pasos tras de ellos.Al primero me lo llevé hacia atrás,rápido y callando su boca.Me alimente de él hasta casi matarlo,el resto lo hizo la hoja de mi daga con la que lo degollé para que se desangrara y no revelase que era un vampiro quien había causado su muerte.

Cuerpo moribundo cae al suelo y apenas manché el cuello de mi camisa blanca,dos gotas carmesí sin importancia.El segundo,había adelantado sus pasos y estaba finalizando los callejones,adentrándose a la zona rsidencial de Paris.Mas gente,mas cuidado,pero uba a seguirle allí donde fuese,camuflándome entre el gentío que decidía esa noche o bien volver a casa o a negocios que estas horas tiene mayor ganancias,es decir,estos donde el consumo de alcohol era prioridad para algunos o bien a aquellos que pagan por placer que no reciban por su soltería o por un extra que en casa no creían obtener.

Concentrada en mi alimento que no paro a detenerme con quien tropiezo y quien no,aunque al parecer alguien más parecía ir en las misma,por lo que fue inevitable el choque como las disculpas que hice creer entendí,alcé la mirada en el mismo instante que pasaba el dedo gordo por la comisura de mis labios y así limpiarme la sangre.

－.. Excusez-moi?(¿disculpe?)…－Dije alzando la mirada.Pude ver una imagen fugaz por el choque,colmillos hincándose en su piel y de fondo una extraña melodía,mas grave que en un violín.Negué para mi,ayudándola a coger la caja de su instrumento,que por mis rápido reflejo pude evitar que se abriera el estuche por completo y el instrumento se estropease.Cerré los dos crochés,sin poder mirar en su interior el violonchelo,un instrumento de cuerda que había visto en el teatro de los vampiros,donde actué por un tiempo y alguna vez más en la actualidad victoriana.

－…tanta prisa－hice media mueca y continué－…¿un nuevo concierto a llegado a Paris?－Dije alzando la mirada con media sonrisa,tomando una distancia normal entre ambas,viendo esa dilatación en sus pupilas,que tal vez fuera por el olor a sangre reciente－¿o acaso me equivoco?－Dije apartando la mirada,viendo por encima de su hombro a quien pretendía morder,intentando controlarme delante de aquella desconocida…

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