AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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My heart will go on [+18 privado]
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My heart will go on [+18 privado]
La noche es el preludio de todo, una nube que me embriaga, me atiborra, los parpados se me hinchan casi cegándome, las horas pasan lentas, estoy cansado, hambriento, deseo la sangre, humedezco los labios con el amargo sabor a licor que los han tocado, si quiera, que se sintiera el ardor en mi garganta, en este almacén la tirada de dados espera atenta a las miradas espectadoras, el humo a cigarrillo, sudor y el chillido de las ratas por debajo del cutre piso de madera que de putrefacto se cae, observo con agilidad el tiro y ¡Ban!... – He ganado señores – sonrío al ver la puntuación de mi contrincante, quien detiene mi brazo frío y helado, al proponerme algo más interesante. Un boleto, un triste boleto, de clase baja al enorme barco que elogian allá fuera. – Vamos Asagi, lo deseas, conocer poetas de aquí y allá hacer tu arte comercial – achico la mirada, cual filosos colmillos pareciera, todo o nada, un boleto y la oportunidad de salir de la pobreza, un boleto que me llevara a otro viaje sin destino marcado, me muerdo el labio, una vez más los dados caen sobre la mesa, dos de tres, y la primera perdida, la segunda ganada, este es el final, mi contrincante tira, los dados ruedan sobre el barril donde jugamos, y ahí, la puntuación más alta, esto es un tiro de suerte, tomo el boleto corriendo a la fila de ultima clase, mirando con expectación los carruajes, oliendo el perfume de la alta sociedad, las aguas se mueven lentas mientras caminamos para abordar, el viento es fresco y es la última vez que observo esta ciudad.
Una vez dentro, las maravillas que se respiran son hermosas, bellas y deleitantes, salgo a cubierta, el manto estrellado tupido de coquetas estrellas iluminan un terciopelo añil oscuro, me asomo a las estrepitosas aguas, no es como un viaje en ferrocarril, aquí no hay ruedas gigantes que indiquen el andar, quizá esto es lo más parecido a viajar sobre una nube, el viento juguetea con los largos cabellos que poseo, como si fueran un óleo que se tinta mágicamente sobre un escenario fúnebre y solitario, vagando por el mundo y no conservar nada, es una lástima, una llama que se apaga, un calor que se esfuma, un calor que abruma, entre sombras desaparezco y entre sombras aparezco, el zigzag del agua que deja el barco en su camino es como la línea de la frágil vida, pero mi mundo no se aclara, siempre permanece encerrado en las líneas incorrectas de mis manos, mientras las contemplo con estos orbes mágicamente azules, escucho un inquietante ruido. - ¿Hola? – el timbre de mi voz es bajo, tintineante, y casi un murmullo audible.
Nótese que quiso hacerle como Titanic y na’más no le salió xD
Espero te guste a mí no… Siento que falta algo
Última edición por Asagi Dunkelheit el Mar Ene 10, 2012 4:42 pm, editado 1 vez
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: My heart will go on [+18 privado]
Miraba con desconsuelo las fachadas que no vería en mucho tiempo, solo Dios y el destino sabrían responderle tal interrogante. El repiqueteo y ese extraño movimiento del vehículo donde viajaban. Si a el le preguntasen, aquel aparato, afeaba las bellas calles de las ciudades tan antiguas, sobrias, elegantes. ¡Lo que hubiera deseado por ir en una carreta, como si de un cuento se tratase!. Sonrió para si mismo, pero aquel ínfimo asomo de felicidad, pronto fue sofocado por la dura mirada de su madre. No precisaba verla, era una fuerza magnética en aquellos ojos esmeralda, que le hacia clavar la mirada sobre sus puños en sus rodillas. - Se atento, no quiero que eches a perder esto. Tu padre ya no esta, y sabes que es la única forma de sostener lo que tanto le costo construir. Por una vez en tu vida, Louis, haz que se sienta orgulloso de ti donde este. - el se limito a asentir, apesumbrado, pero dócil cual cachorrito. Era la quinta vez que su madre buscaba comprometerlo. Tres de aquellas, señoritas por pura “decencia”, El joven rubio, habia parecido un niño a su lado. Se sonrojaba de solo pensar en que le veian a el. ¿Tan desesperadas estaban? Al verlo, un bonito doncel, no habia duda que era deseado. Pero el salia corriendo, de manera literal. Su madre no estaba contenta con ello. Hacia solo un par de semanas, casi el mes, que habia conocido a la familia de aquella noble muchacha. Era bonita, si, Louis ya la habia visto, pero no sentia absolutamente nada por ella. Además, su intuición le decia que no era… del todo fiar, como aquel hermano suyo, con cara de asesino a sueldo.
Bajaron del auto, y sonrio por cortesía. Tuvo un par de minutos para si mismo, que dedico a observar aquella nave tan impresionante. Con sus colores, negro, blanco y rojo. El humo, que iba al cielo, anunciando que aquel titán desafiaría las aguas. Miro a las personas que subian. De todos tamaños, colores, y posición social.
Era un hervidero de gente que se despide. Lágrimas y risas. Emoción e incertidumbre. Cuando al fin estuvo dentro, paso lo que para el fue una eternidad, sonriendo y respondiendo lo primero que se le cruzaba, mientras la pequeña orquesta tocaba. Su mente no estaba alli. Por eso, decidio irse a la cama temprano. Les dejo alli, en compañía de los vicios mas comunes. Avanzo por los compartimentos, hasta abrirse paso a la cubierta común. No veia ni un alma pulular por alli. Se acerco hasta la baranda, la brisa helada del mar, le golpeaba las mejillas y hacia que su cabello se moviera a la par. Su vista bajo, hasta aquel pozo negro ondulante, ¿seria…? Miro atrás, estaba harto. Le dolia la cabeza. Odiaba su vida. Estaba alli por designios de otras personas, no por el. Se dejo caer sobre las tablas, aferrando sus cabellos entre sus manos, y comenzó a llorar. Eso se le daba bien. ¡Cuantas bofetadas de su padre no se gano por ellas! Se limpio con brusquedad, y se incorporo nuevamente, sus manos aferraron el metal de la embarcación y subió. Era inestable. Estaba apunto de soltar sus manos, cuando un “hola”, le hizo detenerse. Resbalo un poco, haciendo más ruido.
Bajaron del auto, y sonrio por cortesía. Tuvo un par de minutos para si mismo, que dedico a observar aquella nave tan impresionante. Con sus colores, negro, blanco y rojo. El humo, que iba al cielo, anunciando que aquel titán desafiaría las aguas. Miro a las personas que subian. De todos tamaños, colores, y posición social.
Era un hervidero de gente que se despide. Lágrimas y risas. Emoción e incertidumbre. Cuando al fin estuvo dentro, paso lo que para el fue una eternidad, sonriendo y respondiendo lo primero que se le cruzaba, mientras la pequeña orquesta tocaba. Su mente no estaba alli. Por eso, decidio irse a la cama temprano. Les dejo alli, en compañía de los vicios mas comunes. Avanzo por los compartimentos, hasta abrirse paso a la cubierta común. No veia ni un alma pulular por alli. Se acerco hasta la baranda, la brisa helada del mar, le golpeaba las mejillas y hacia que su cabello se moviera a la par. Su vista bajo, hasta aquel pozo negro ondulante, ¿seria…? Miro atrás, estaba harto. Le dolia la cabeza. Odiaba su vida. Estaba alli por designios de otras personas, no por el. Se dejo caer sobre las tablas, aferrando sus cabellos entre sus manos, y comenzó a llorar. Eso se le daba bien. ¡Cuantas bofetadas de su padre no se gano por ellas! Se limpio con brusquedad, y se incorporo nuevamente, sus manos aferraron el metal de la embarcación y subió. Era inestable. Estaba apunto de soltar sus manos, cuando un “hola”, le hizo detenerse. Resbalo un poco, haciendo más ruido.
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Localización : In the 13Gate (?) Ok no, pero, posiblemente más cerca de lo que esperas
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Re: My heart will go on [+18 privado]
Podría hacer un poema con el color dorado de tus cabellos, sentir la oleada del abrazante sol en mi cuerpo, podría hundirme en las olas del color de tus ojos y temblar de miedo ante la blanquecina piel que posees como la típica nieve que llega con las ventiscas, el tupido cielo de estrellas y los pasos apresurados como su respiración, sus ojos reflejaban el vacío y la tristeza como un espejo de mi propia alma.
Escuche los sonidos del mar, el rugir de sus olas y el canto del viento helado que se juntaba con mi piel, apagando el calor que había permanecido junto al cigarrillo que mis labios sostenían, incluso el delgado humillo se disipaba, ese simple ‘hola’, al sentir su rostro y arrastrarme cual sombra vigilante por detrás, me hizo reaccionar, era un hermoso muchacho, tan perfecto, que lastima que estuviera colgando de la popa mirando quizá ese oscuro vacío que se reflejaba en sus lindos orbes cobalto. - No lo haga – me acerque con el semblante tranquilo tratando de no alterarle, quite el cigarrillo de mis labios y lo lance directo a las aguas - Por favor deme su mano le ayudare a subir – extendí la mano ofreciéndole una nueva oportunidad aunque claro, no sabía si lo vería así, sus expresiones me eran difíciles de describir.
Pero no su rostro, pero no esas lagrimas y tristeza me eran tan propias, un muchacho de clase, alguien de privilegios, esas personas, piensan que así se soluciona todo – Si lo hace me veré obligado a saltar detrás de usted, aunque mi mayor preocupación es lo helada que puede estar el agua – no hizo siquiera amago de tomar mi mano, empecé a deshacerme de la chaqueta asomando el cuello al océano, que lindo oleaje, la espuma era como los dulces senos de una venus. – Debería pensarlo, al caer a esa agua tan helada sería como miles de cuchillos atravesar tan bella piel, el dolor seria lo único que pensaría – sonreí y volví a extender mi mano, ladee el rostro, envolviéndome en la dulzura que emanaba, sabía que no saltaría algo me decía que era un alma tan dócil, no blandengue tampoco cobarde, pero si amable como para poder saltar y acabar así con su hermosa vida.
No le envidiaba la riqueza, pero si su belleza, que gloriosas facciones, que lindo ángel, solo faltaban las alas para estar en la popa flotando de una manera tan celestial, juntándose con el mar. Me quite el calzado, cada vez observándole con menos decisión de tomar mi mano, ¿Sería por ser pobre?, no lo creo, pero no iba a permitir saltarle, no sé porque me preocupaba tanto la gente como él, sus ideas suciedad siempre me atrajeron de una sobre manera como una moneda de oro ante mi terrible hambruna.
-Sabe yo de niño caí a un lago pescando en hielo, recuerdo aquella vez con mi padre, por culpa del delgado hielo, caí, el dolor en el cuerpo era terrible, no podía respirar, pensar o siquiera hacer un esfuerzo de sobrevivir, le pido una vez más tome mi mano – uno, dos, tres, pequeños pasos silenciosos que me aceraban a la belleza y a la línea de la muerte, un golpe duro y fatal, pero estaba dispuesto a ayudarle, como fuera, debo admitir que su actitud y silencio como gestos me atraían para dibujarlos sobre un lienzo gris que reflejara el hastío y la tristeza dentro de su mundo y propia burbuja donde seguro gritaba y nadie le respondía al dolor y desesperación que cuyo corazón podría contener.
Siento que aun me falta._.
Te felicito me encanto tu respuesta…
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: My heart will go on [+18 privado]
Sus manos están agarradas con fuerza al barandal de metal. Tanto, que los nudillos se le emblanquecían. La noche estaba demasiado fresca. No había tenido ni la menor idea de que en verdad, los días y noches fueran de esa manera en alta mar. Y tampoco, había sospechado que alguien rondara por ese lugar. ¿No estaban todos o bien dormidos, o entregados a placeres mundanos en los salones? Pero no. Allí, delante de el, estaba un hombre. Alto como el mismo. Un rostro afilado, serio pero hermosamente armonioso. Una cortina larga de lacio cabello, brillante, como obsidiana, que era mecido de graciosa forma por el viento con olor a mar.
-¿Hacer? Yo…- siguió con la mirada, el recorrido del cigarrillo ajeno. Aquel que ahora se hundía en las aguas negras. Para nunca mas salir. Louis estaba decidido, y ese personaje, no lo evitaría. Se arrojaría, y el único testigo seria el. Esperaba no se quedase, no quería que lo culparan de alguna forma. Se acerco, y el muchacho, avanzo otro barrote más, como si fuera un peldaño a la guillotina. Estaba resuelto… pero tenía tanto miedo…
Miraba esa mano con infinito pánico y horror. No era por ese buen hombre, que intentara evitar lo que para Louis ya era inevitable. Su labio inferior temblaba, tenia unas ganas terribles de seguir llorando como un niño. Tomar aquella mano, era volver a cubierta. A su miserable vida. No, esa noche, su cuerpo flotaría, en aquellas aguas, no importaba quien lo encontrara, peces hambrientos o criaturas míticas. Su alma ya no estaría allí para sentir más dolor…
No hizo el menor intento de cogerla. Se movió otro poco. Su cuerpo se negaba a actuar con rapidez. Era como si una parte del si mismo, quisiera seguir escuchando esa voz, esa que tenia un algo que le hipnotizaba. Que… lo hacia sentir una pizca del calor que necesitaba. Un parte de el, se aferraba a ello. ¿Eh? Que cosa? ¿Qué saltaría tras el? -Caballero, ¿pero que esta diciendo? ¿Por qué iria a saltar detrás de mi? No… lo encuentro racional. - Lo miro, como los botones empezaba a quitar. ¿iba enserio? Louis, mientras, avanzo otro poco. Lento, como si sus piernas y brazos pesaran demasiado. El sabia que el agua no seria propiamente un baño relajante, con aromas delicados y agua tibia. Pero, si que le asusto mas, cuando el otro dijo aquello. El quería morir rápido, sin el factor del dolor. ¿Era muy infantil pensar en una muerte instantánea? -Pues no tiene que pensar en el dolor, ni en lo helado. Solo de media vuelta, regrese por donde ha venido. Váyase, olvide que me ha visto. Déjeme tranquilo…- Le ardían los ojos. Las lágrimas le obstruían un poco la visión. Su nariz y mejillas, rojas. Si, era mejor que aquel sujeto se fuera, que lo dejara terminar con eso. Pero… Esa sonrisa, era lo mas bonito que había visto en mucho tiempo. De pronto, no era solo una chispa, era… como un… ¿abrazo? Aun así, su cuerpo, no se movió. Volvió a mirar las aguas, que parecían llamarlo con voz lejana.
Su mano, brillaba. No como el, Louis, que era pequeño, feo, sin chiste, demasiado gris. Ese chico… no lo había visto por los salones de la clase alta, y sus ropas tampoco pertenecían a esa estirpe. Eso era lo de menos. Por que, aquel hombre, volvió a hablar, deleitándolo, antes de morir, con lo bonito de su voz. No hacia mal escucharlo solo un poco mas, verdad? Le sorprendió esa pequeña historia. Eso era un verdadero milagro. Avanzo, un poco mas, sus manos sudaban, y empezaba a resbalarse. -Usted tiene, entonces, un motivo para seguir vivo. Esas segundas oportunidades, no deben desaprovecharse. Vuelva dentro, vaya, sea feliz, puede hacerlo… olvídese de mi… yo no importo. -Lo tenia tan cerca. Sabia que era ahora o nunca. Tendría que saltar y dejarlo allí. Dejar que ese hombre anónimo que tan valiente era al quererlo detener, tan amable, se mantuviera a salvo. Sus manos se soltaron. Pero no para dejarse caer. Su mano idiota, se habia estirado en su dirección. Pero su cuerpo se inclinaba adelante, a la boca de un infierno húmedo y helado
Me dejas siempre boquiabierto, corazón, espero no haya quedado tan mal xD. El martes la dan de nuevo por fox XD la vere *-*
-¿Hacer? Yo…- siguió con la mirada, el recorrido del cigarrillo ajeno. Aquel que ahora se hundía en las aguas negras. Para nunca mas salir. Louis estaba decidido, y ese personaje, no lo evitaría. Se arrojaría, y el único testigo seria el. Esperaba no se quedase, no quería que lo culparan de alguna forma. Se acerco, y el muchacho, avanzo otro barrote más, como si fuera un peldaño a la guillotina. Estaba resuelto… pero tenía tanto miedo…
Miraba esa mano con infinito pánico y horror. No era por ese buen hombre, que intentara evitar lo que para Louis ya era inevitable. Su labio inferior temblaba, tenia unas ganas terribles de seguir llorando como un niño. Tomar aquella mano, era volver a cubierta. A su miserable vida. No, esa noche, su cuerpo flotaría, en aquellas aguas, no importaba quien lo encontrara, peces hambrientos o criaturas míticas. Su alma ya no estaría allí para sentir más dolor…
No hizo el menor intento de cogerla. Se movió otro poco. Su cuerpo se negaba a actuar con rapidez. Era como si una parte del si mismo, quisiera seguir escuchando esa voz, esa que tenia un algo que le hipnotizaba. Que… lo hacia sentir una pizca del calor que necesitaba. Un parte de el, se aferraba a ello. ¿Eh? Que cosa? ¿Qué saltaría tras el? -Caballero, ¿pero que esta diciendo? ¿Por qué iria a saltar detrás de mi? No… lo encuentro racional. - Lo miro, como los botones empezaba a quitar. ¿iba enserio? Louis, mientras, avanzo otro poco. Lento, como si sus piernas y brazos pesaran demasiado. El sabia que el agua no seria propiamente un baño relajante, con aromas delicados y agua tibia. Pero, si que le asusto mas, cuando el otro dijo aquello. El quería morir rápido, sin el factor del dolor. ¿Era muy infantil pensar en una muerte instantánea? -Pues no tiene que pensar en el dolor, ni en lo helado. Solo de media vuelta, regrese por donde ha venido. Váyase, olvide que me ha visto. Déjeme tranquilo…- Le ardían los ojos. Las lágrimas le obstruían un poco la visión. Su nariz y mejillas, rojas. Si, era mejor que aquel sujeto se fuera, que lo dejara terminar con eso. Pero… Esa sonrisa, era lo mas bonito que había visto en mucho tiempo. De pronto, no era solo una chispa, era… como un… ¿abrazo? Aun así, su cuerpo, no se movió. Volvió a mirar las aguas, que parecían llamarlo con voz lejana.
Su mano, brillaba. No como el, Louis, que era pequeño, feo, sin chiste, demasiado gris. Ese chico… no lo había visto por los salones de la clase alta, y sus ropas tampoco pertenecían a esa estirpe. Eso era lo de menos. Por que, aquel hombre, volvió a hablar, deleitándolo, antes de morir, con lo bonito de su voz. No hacia mal escucharlo solo un poco mas, verdad? Le sorprendió esa pequeña historia. Eso era un verdadero milagro. Avanzo, un poco mas, sus manos sudaban, y empezaba a resbalarse. -Usted tiene, entonces, un motivo para seguir vivo. Esas segundas oportunidades, no deben desaprovecharse. Vuelva dentro, vaya, sea feliz, puede hacerlo… olvídese de mi… yo no importo. -Lo tenia tan cerca. Sabia que era ahora o nunca. Tendría que saltar y dejarlo allí. Dejar que ese hombre anónimo que tan valiente era al quererlo detener, tan amable, se mantuviera a salvo. Sus manos se soltaron. Pero no para dejarse caer. Su mano idiota, se habia estirado en su dirección. Pero su cuerpo se inclinaba adelante, a la boca de un infierno húmedo y helado
Me dejas siempre boquiabierto, corazón, espero no haya quedado tan mal xD. El martes la dan de nuevo por fox XD la vere *-*
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Re: My heart will go on [+18 privado]
Asagi Dunkelheit – había murmurado tras haber cruzado la Mirada con aquellos ojos azul cobalto en los que parecía se perdería para siempre en el esplendor mágico que poseían, cuando sintió el tirón tan desprevenido, claro, él no era el tipo fuerte, de hecho su cuerpo era demasiado delgado, su silueta estilizada, pero eso no quitaba que tuviese algo de fuerzas guardadas por si acaso, el frío le golpeo las mejillas tan fuerte cuando se vio obligado a inclinarse y hacer uso de la poca fuerza para evitar que el muchacho tan hermoso y rubio lograse su cometido y a manos de él, o por ese torpe accidente… Había recordado algo, de pronto viéndolo pender de sus manos, a ese chico lo había visto con anterioridad, como olvidar tan nostálgica mirada que se guiaba en el zigzagueo de las aguas saladas, acompañado de una hermosa dama, sí, quizá su prometida, pero Asagi se había quedado absorto con la belleza que emanaba cuando el viento se empeñaba en cambiar la dirección de tan dorada cabellera al mirar al infinito.
El pánico se apodero del escenario, siendo el interprete musical en la pieza de terror, un oscuro abismo, un susurro contra los orbes ajenos, era cuestión de momentos cuando el rubio empezó a implorar a gritos, eso significaba una sola cosa, aquel aun tenía miedo a la muerte, estaban a un solo paso de ello, y el precipitar de las olas se carcajeaban de la escena, pues que Asagi le soltase era lo mejor, pero no, - Vamos suba – gritó, al tratar con amabas manos tensar los músculos y sacar fuerzas de donde no, solo podía absortarse en las olas frías, le alzo una vez, dos veces pero aquel joven parecía no estar cooperando, se movía de un lado a otro cuyo pez sale del agua – Escúcheme, escúcheme – trató de llamar la atención del otro – Le tengo, no lo soltaré, pero por favor trate de subir – me dedico esa mirada hermosa y triste de cualquier poeta.
Esperaba que llegara por lo menos ayuda, él solo apenas podría sostenerle, intento jalarle, sí, ahora era más fácil, el frío hacía de las suyas, sintió sus dedos engarrotados de un momento a otro pero hizo lo posible por demostrar que aquella persona sería salvada, que no ayudaría a su cometido y que esta era otra nueva oportunidad y en caso de que cayera, Asagi ya lo había dicho, iría tras de él. Por un momento le tomo de la cintura, menos mal solo un poco más y ya, lo tenia entre sus brazos, sus ojos se cruzaron con la mirada piadosa ajena, pero fue un momento critico, cuando el equilibrio les gano.
Quedando sobre la superficie de madera y él encima del rubio, le miro por un rato, cuando sollozaba perdiéndose en aquellos murmullos, cuando fue rodeado de personal de seguridad, ordenándole que se retirara, así que sin chistar, sin decir nada… Mirando solo al rubio, estaba tan maravillado con esa belleza, o quizá con la esencia, siendo alguien de clase baja anhelaba poco, se maravillaba con mucho.
Le cambie el titulo y mi narración, después de mi depresión con el PJ, creo que es lo correcto aunque no me gusta esta narración.
El pánico se apodero del escenario, siendo el interprete musical en la pieza de terror, un oscuro abismo, un susurro contra los orbes ajenos, era cuestión de momentos cuando el rubio empezó a implorar a gritos, eso significaba una sola cosa, aquel aun tenía miedo a la muerte, estaban a un solo paso de ello, y el precipitar de las olas se carcajeaban de la escena, pues que Asagi le soltase era lo mejor, pero no, - Vamos suba – gritó, al tratar con amabas manos tensar los músculos y sacar fuerzas de donde no, solo podía absortarse en las olas frías, le alzo una vez, dos veces pero aquel joven parecía no estar cooperando, se movía de un lado a otro cuyo pez sale del agua – Escúcheme, escúcheme – trató de llamar la atención del otro – Le tengo, no lo soltaré, pero por favor trate de subir – me dedico esa mirada hermosa y triste de cualquier poeta.
Esperaba que llegara por lo menos ayuda, él solo apenas podría sostenerle, intento jalarle, sí, ahora era más fácil, el frío hacía de las suyas, sintió sus dedos engarrotados de un momento a otro pero hizo lo posible por demostrar que aquella persona sería salvada, que no ayudaría a su cometido y que esta era otra nueva oportunidad y en caso de que cayera, Asagi ya lo había dicho, iría tras de él. Por un momento le tomo de la cintura, menos mal solo un poco más y ya, lo tenia entre sus brazos, sus ojos se cruzaron con la mirada piadosa ajena, pero fue un momento critico, cuando el equilibrio les gano.
Quedando sobre la superficie de madera y él encima del rubio, le miro por un rato, cuando sollozaba perdiéndose en aquellos murmullos, cuando fue rodeado de personal de seguridad, ordenándole que se retirara, así que sin chistar, sin decir nada… Mirando solo al rubio, estaba tan maravillado con esa belleza, o quizá con la esencia, siendo alguien de clase baja anhelaba poco, se maravillaba con mucho.
Le cambie el titulo y mi narración, después de mi depresión con el PJ, creo que es lo correcto aunque no me gusta esta narración.
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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Re: My heart will go on [+18 privado]
El pánico, se manifestó como una pesada carga, algo que subía desde su vientre a su pecho, y se removía principalmente dentro de su estomago. Sintió incluso arcadas. Como si no fuera dueño de su cuerpo, como si todo fuese solo un mal sueño. La peor de las pesadillas, por que había llegado hasta esa funesta decisión de arrancar su vida de la tierra, de manera cobarde, huir en vez de dar la cara como un verdadero hombre. De hacer algo por su vida. No acabar con ella. Aquel incidente, le hizo abrir los ojos en un segundo doloroso. Como todos, es tan difícil nacer, para morir de esa manera, cuando un nombre llega a tus oídos, como canto de ángel de la guarda. Ese caballero, le había sostenido, por eso no sentía su cuerpo en ese momento chocar contra las aguas que existía debajo. Contra el mismo cuerpo del objeto enorme que los transportaba al mundo joven mas allá del mar. Notaba el tirón de la fuerza ejercida en el brazo, era como si fuese a desgarrarse de un momento a otro. El otro era lo único que lo mantenía con vida. Su propio cuerpo, ya ejercía presión para hacerlo precipitarse y perderse en el mar. Mordió su labio inferior, y miro abajo. Esa sensación, volvió con más intensidad. Su cabeza se giro de nuevo arriba. El otro, tenía la luz proveniente del interior a la espalda. Una que aunque tenue, le daba ese halo…
El cabello del muchacho, se agitaba, las mejillas pálidas, estaban adoloridas, tanto como su brazo. Sin pensarlo, y tal como hace cada ser humano cuando nace, grito. -¡No me suelte, se lo imploro, no lo haga!- su voz temblaba. Su nana tenía razón, los seres celestiales son los entes mas enigmáticos y hermosos. Pero temía el otro no tuviera la fuerza necesaria, que terminara haciendo caso a sus palabras tercas, sobre dejarlo allí. Siguió gritando, frases apenas completas. Apenas entendibles. Pero entre todo aquello, la voz del otro se alzaba, sobre las propias exclamaciones del chico que pendía, sobre los ruidos del barco, de las voces dentro, de los cantos del mar. El miedo tenía congelados los miembros de su cuerpo. Solo podía mirar las olas que lo invitaban a una terrible muerte, el diablo le sonreía al joven suicida y tenia ganas de llorar, mientras notaba como su ser se sacudía con cada esfuerzo sobrehumano de aquel caballero. ¿Asagi Dunkelheit dijo que se llamaba, verdad? La mirada del chico, se poso en la ajena, y apretando la mandíbula, asintió temeroso aun. Claro que estaba escuchándolo. Era su voz el sonido más hermoso esa noche. Le sonido de aquel que arriesga su propia vida por la de un desconocido. Como pudo, intento subir, sus piernas se resbalaban. El frío metal de la embarcación, lo golpeaba frecuentemente, pero estaba decidido. Subiría. Aun… aun no quería morir.
El tiempo transcurría de manera tan lenta, que le pareció estar mil años allí. Los mismos, que desaparecieron, cuando puedo notar el calor ajeno. Todo lo demás se fue, incluso el aliento. No reacciono ni cuando su espalda fue a dar al suelo de la cubierta. Sin parpadear, perdido en el rostro que tenía sobre él. La mirada se le nublo, por el llanto de alivio, que lo invadió. Quiso quedarse en ese lugar y momento. Pero varias personas ya venían. Se llevaban a su salvador. Alguien lo tomaba a el mismo, una manta sobre los hombros, palmadas en el hombro, un abrazo que casi lo derriba de nuevo, pero el solo quería, entre lagrimas, volver con el. Agradecerle, invitarle una copa…. Tener ese calor de nuevo cerca. ¿Qué era esa sensación de anhelo?-Quiero… volver…¿eh? A donde lo llevan… el no… - Ya su madre y futuro yerno decían cosas tale como que aquel hombre quiso matarlo. Se interpuso entre ambos, aun con las piernas flojas -Solo me a ayudado, subí… si, ya se que soy un inconsciente, pero, queria ver el mar… y resbale. Si este caballero no hubiese estado aquí, ya seria comida de peces.-dijo con total sinceridad. Lo miro fijamente, y después, el mismo fue arrastrado dentro del barco, mientras los guardias y demás, se quedaban con el. Ya había hablado. Le debía la vida al joven Asagi. Lo buscaría por la mañana, necesitaba aun ponerse tranquilo. Demasiadas emociones en una noche.
Off: no te preocupes corazón, esta precioso. Eres el mejor, uwu! –saca sus pompones y playera de fan x3. Aww! La cancioncita *w* me tarde en responderlo, por que me da por tararear e//w//eU
El cabello del muchacho, se agitaba, las mejillas pálidas, estaban adoloridas, tanto como su brazo. Sin pensarlo, y tal como hace cada ser humano cuando nace, grito. -¡No me suelte, se lo imploro, no lo haga!- su voz temblaba. Su nana tenía razón, los seres celestiales son los entes mas enigmáticos y hermosos. Pero temía el otro no tuviera la fuerza necesaria, que terminara haciendo caso a sus palabras tercas, sobre dejarlo allí. Siguió gritando, frases apenas completas. Apenas entendibles. Pero entre todo aquello, la voz del otro se alzaba, sobre las propias exclamaciones del chico que pendía, sobre los ruidos del barco, de las voces dentro, de los cantos del mar. El miedo tenía congelados los miembros de su cuerpo. Solo podía mirar las olas que lo invitaban a una terrible muerte, el diablo le sonreía al joven suicida y tenia ganas de llorar, mientras notaba como su ser se sacudía con cada esfuerzo sobrehumano de aquel caballero. ¿Asagi Dunkelheit dijo que se llamaba, verdad? La mirada del chico, se poso en la ajena, y apretando la mandíbula, asintió temeroso aun. Claro que estaba escuchándolo. Era su voz el sonido más hermoso esa noche. Le sonido de aquel que arriesga su propia vida por la de un desconocido. Como pudo, intento subir, sus piernas se resbalaban. El frío metal de la embarcación, lo golpeaba frecuentemente, pero estaba decidido. Subiría. Aun… aun no quería morir.
El tiempo transcurría de manera tan lenta, que le pareció estar mil años allí. Los mismos, que desaparecieron, cuando puedo notar el calor ajeno. Todo lo demás se fue, incluso el aliento. No reacciono ni cuando su espalda fue a dar al suelo de la cubierta. Sin parpadear, perdido en el rostro que tenía sobre él. La mirada se le nublo, por el llanto de alivio, que lo invadió. Quiso quedarse en ese lugar y momento. Pero varias personas ya venían. Se llevaban a su salvador. Alguien lo tomaba a el mismo, una manta sobre los hombros, palmadas en el hombro, un abrazo que casi lo derriba de nuevo, pero el solo quería, entre lagrimas, volver con el. Agradecerle, invitarle una copa…. Tener ese calor de nuevo cerca. ¿Qué era esa sensación de anhelo?-Quiero… volver…¿eh? A donde lo llevan… el no… - Ya su madre y futuro yerno decían cosas tale como que aquel hombre quiso matarlo. Se interpuso entre ambos, aun con las piernas flojas -Solo me a ayudado, subí… si, ya se que soy un inconsciente, pero, queria ver el mar… y resbale. Si este caballero no hubiese estado aquí, ya seria comida de peces.-dijo con total sinceridad. Lo miro fijamente, y después, el mismo fue arrastrado dentro del barco, mientras los guardias y demás, se quedaban con el. Ya había hablado. Le debía la vida al joven Asagi. Lo buscaría por la mañana, necesitaba aun ponerse tranquilo. Demasiadas emociones en una noche.
Off: no te preocupes corazón, esta precioso. Eres el mejor, uwu! –saca sus pompones y playera de fan x3. Aww! La cancioncita *w* me tarde en responderlo, por que me da por tararear e//w//eU
Louis J. Bouquet- Cambiante Clase Media
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Fecha de inscripción : 20/01/2011
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Localización : In the 13Gate (?) Ok no, pero, posiblemente más cerca de lo que esperas
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Re: My heart will go on [+18 privado]
Desde aquel día, cuando tus dulces ojos azules se cruzaron con la tempestad
de un mar nocturno supe que no podría dejarte más, que te arrastraría
como las olas, a todo lo que encuentran, con esa fuerza
Te llevaría al fondo de mi ser, de mi corazón
hasta ser uno mismo
…Mi amor…
de un mar nocturno supe que no podría dejarte más, que te arrastraría
como las olas, a todo lo que encuentran, con esa fuerza
Te llevaría al fondo de mi ser, de mi corazón
hasta ser uno mismo
…Mi amor…
¡Maldita sea! – Expreso para sus adentros, entre dientes con el afán de que nadie escuchará ese murmullo, desvío la mirada del hermoso rubio quien estaba siendo refugiado en el calor de la preocupación, fue esposado con las manos tras su espalda y con esa posición que a los de su clase solo servía para avergonzarlos y hacerlos sentir mal delante de la burguesía. Bajo la mirada, no porque se sintiera como alguien insignificante sino porque estaba enfadado consigo mismo por quedar como un verdadero idiota delante de esa gente pomposa. Vio su cabello pasar por su rostro cuando otro hombre le dio un golpe en la nuca haciendo que su cuerpo quedará levemente inclinado para pedir perdón, de querer ellos le hubiesen obligado a ponerse de rodillas, como una cortina negra pasaron las largas mechas sobre su piel y le dio ganas de maldecir a todos, pero aquella luz que apareció delante de su persona le hizo calmarse y morderse el labio inferior.
Esa débil voz que titubeaba, podría ver los carnosos y hermosos labios de…Bien, no sabía su nombre o lo más común ya lo había olvidado dentro de su rabia total, pero aquellas palabras hicieron que las miradas recriminatorias, juzgadoras y de lastima se clavarán en él como si fueran filosas cuchillas, dando en su orgullo y vaya que dolían. Se sorprendió por el gesto, las palabras y en parte pensaba en algo, una frasecilla que había escuchado en uno des vagares. “Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez.” Quería que aquel muchacho que estuvo apunto de suicidarse la escuchará, pero solo guardo silencio.
Sintió la libertad al ser liberado por las esposas y escuchar a la madre de él negociar para darle un poco de dinero por salvar la vida de su hijo, ‘¡ricos bastardos!, todo lo desean comprar con dinero’, mascullo para sus adentros – Lo siento, pero no deseo su dinero –Murmuro acomodándose las ropas con un tono modesto a pesar de estar enfadado, solo no podía desprenderse de esa mirada encantadora y cristalizada por las lagrimas. Para su clase social siempre escuchaba comentarios como ‘Los ricos no son para nosotros’ pero el contradecía aquello diciendo ‘Aspira a llegar muy lejos, piensa que llegaras a lo alto y lo lograras’, era algo que esa clase social no entendía. – Deberías dejar de coquetear con las olas, has tenido suerte, pero mejor admíralas de día, son más hermosas y hay más gente a tu alrededor con quien compartir el hermoso momento. – comento al rubio a la par que un caballero le ponía una mano sobre su hombro.
Aquel había hablado con la señora, ¿Estaban de broma?, lo habían invitado a una cena, pero fue como si estuviera sordo, porque no pudo evitar dejar de mirar al muchacho, se le hacía demasiado atractivo, pero parecía estar comprometido por la muestra de amor que vio cuando alguien lo abrazo posesivamente, el pelinegro solo sonrió como idiota, como nunca, estaba flechado, nadie podría decir lo contrarío su mirada lo describía todo. Se mordió el labio y pidió un cigarrillo a los guardias que con cara de extrañeza lo veían. – Nos veremos en la cena entonces – Se curvo la comisura de sus labios al verlo partir, ese amor inalcanzable, quizá solo podría ser confidente de ello, pero… ¿Sería que su vida cambiaria al figar sus ojos en algo tan precioso y no quitarlo de su mente?... El humo del cigarrillo se extendía por el firmamento opacando las estrellas a su paso ¿Mala señal?, no, solo era un vicio.
¡Lamento mi horrible demora u.u te amo hermanito!... Es que anduve con la escuela, ya sabes tú como es todo eso. Te adoro y espero que halla valido la pena tanto tiempo, bueno la canción que te puse es la que ayudo a sacer el post… xD –Fan del Jazz y de Louis -1313-
Asagi Dunkelheit- Vampiro Clase Alta
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