[Cassidy A. Cohen]Entre Risas y Faldas[Privado]

por **Aitziber D’ Lemoine** Jue Dic 29, 2011 8:10 pm

Escribo porque la música acalla mi silencio, rústico sentimiento de la soledad, frena la impaciencia del vacío y la pérdida de la seguridad misma…
Hoy escribo en medio de la infortuna que causa el orgullo porque he sido víctima de mi propia ingenuidad y de la confianza en las efemérides de la cotidianidad y sus personas…

Ya hace cuatros horas que se había despedido de Cassidy, la joven novicia que se había encontrado en el mercado ambulante por casualidad. Corria en su pequeña habitación, aun no estaba lista, ya había mandado a uno de sus empleados a enviarle la dirección del lugar a su casa, ahora faltaba llegar a ese lugar.

Se había puesto el vestido que le había confeccionado Marianne y que ella misma había sido una modelo, como adoraba aquel vestido, los colores verdes y aquellos contrastes con un color paja; tenía un escote atrevido, pero muy decente, el jubón, del frente era de un tono paja y tenía unas aplicaciones en forma de listones, en el mismo tono verde limón. Había algunos bolsillos internos para guardar cualquier cosa y un bolsito color paja con adornos en el mismo verde. Le encantaba que pudiera moverse con soltura.

-listo- dio un salto bajando del carruaje. Aquel vestido parecía ser su segunda piel, tan suelto, dejando que su energía aflorara como una flor en primavera.

Entro con un paso audaz y elegante dentro de la sala, muchas personas jóvenes y hermosas comenzaron a hablar con ella y alabar el trabajo de Marianne, ella decía con orgullo su nombre y el que se atreviera a decir algo malo de la española se iba con un jarabe de lengua de parte de ella.

A lo lejos se encontró con la joven bruja quien entraba en la estancia, se despidió de los que le rodeaban, tratando de alcanzarla, pero había muchas personas en aquel salón.

-Cassidy- llamo dando salticos y empujando a la gente, era más difícil que estar en el mercado ambulante, claro según ella.

por Invitado Lun Ene 16, 2012 4:14 pm

Estaba nerviosa iba a ir a una fiesta con Aitziber, la había conocido en el mercado pero me había caído muy bien. Estaba nerviosa, corría por mi gran habitación desesperada. Quería estar perfecta, cuando aún estaba desnuda decidiendo el vestido una de mis criadas llamo a la puerta. Me traía la dirección de la fiesta, yo solo la cogí y volví a correr hacia el armario.

Al fin, me decidí por uno de mis vestidos favoritos. Era rosa palo, largo y juvenil. Me lo puse y me mire al espejo. Era precioso y la verdad es que me veía muy guapa, luego me peine mejor y me hice un recogido ideal para una fiesta, cogí mi bolso rosa claro. Después salí corriendo hacia el carruaje. Estuve estrujándome las manos durante todo el camino y entonces cuando lleguemos baje del carruaje y entre en el palacio.

No encontraba a Aitziber por ningún lado y después de recorrerme una sala me iba a ir hacia otra y de pronto escuche mi nombre y me gire chocándome con algunas personas y vi a mi amiga y sonreí.

-¡¡Aitiziber!!

por **Aitziber D’ Lemoine** Mar Ene 17, 2012 9:31 am

Ya se habían conseguido, pero había muchas personas en ese lugar, en un segundo se vio arrebatada en un circulo de chicas quienes le saludaban y abrazaban con aquellos vestidos pomposos y de colores chillones, pero rápidamente se zafo de ellas para lograr juntar las manos con la joven bruja. Cuando sintió sus manos juntarse la jalo para acercarla y abrazarla con ternura-Querida, pensé que te habías perdido- suspiro aliviada,

La música ambientaba el baile, era un lugar muy grande, muy pronto la gente comenzó a caminar hasta la sala de baile, despejándose poco a poco ese lugar-Muy bien Cassidy ¿Entiendes para que estas aquí?- pregunto mostrando en su rostro algo de seriedad.

No querida dárselas de su maestra pero si podía instruir un poco a controlar sus poderes sería muy divertido, para las dos, puesto que ella analizaría a otra persona, tal vez que tenia diferentes poderes de los que ella tenía, aunque no se molestaba en explorar, debía saber si ella estaba dispuesta a crear pequeños e inocentes problemas en este fiesta y además de divertirse y conocer nuevas personas.

por Invitado Sáb Ene 21, 2012 3:22 am

Justo en el momento en que iba a acercarme a Aitziber para abrazarla unas chicas me la robaron, yo intentaba pasar por medio de las personas que había entre mi amiga y yo, pero era algo difícil pero lo intentaba con todas mis fuerzas. Pronto sentí como las manos de mi amiga y yo se juntaban y me sentí jalada hacia ella, la abrace con cariño. ¡Por fin! Nos había costado pero habíamos conseguido llegar la una hacia la otra. Era increíble como un encuentro aquella mañana había desembocado en una amistad como esa.

Cuando me pregunto la mire a los ojos y me pase una mano por mi pelo rubio, alborotándolo suavemente. Pero… sabía más o menos lo que hacía yo allí. Además de abrirme más a la gente y conocerla, también estaba allí para crear algunas travesuras con Ait y divertirnos debía divertirme y mas con una amiga con Ait.

-Lo sé Ait, estoy aquí para abrirme más a las personas pero también para divertirnos un rato… con pequeños y inocentes problemas…

Dije con una sonrisa traviesa y en ese momento los guantes que cubrían mis manos fueron guardados en el bolso dejando ver las manos finas y pálidas que poseía mientras miraba a mi amiga sin borrar aquella sonrisa traviesa de mi rostro.

por **Aitziber D’ Lemoine** Miér Ene 25, 2012 3:17 pm

Miro como guardaba sus guantes, eso para ella era como el inicio de todo aquello, muy bien, primero seria ella, le mostraría como manejaba sus poderes en aquellos lugares tan concurridos y aunque no pareciera, peligroso. Debía primero advertir de peligros, los inquisidores siempre estaban cerca, a ella les parecía unos entrometidos, que encantaban hacerles mal a las personas. No estaban contentos con su vida, eso era todo, la iglesia tenía aquella costumbre de destruir todo lo diferente, parecía que habían olvidado lo de ayudar a su prójimo, solo buscaban su destrucción.

-Primero debo advertirte sobre los peligros- murmuro sosteniéndole del brazo de forma cuidadosa y muy amable comenzó a moverse por la gente- entiende, hay cazadores, inquisidores y otros tipos malos que pueden darnos más que un susto, por eso debemos ser cuidadosa de donde pisamos –

Aquello era como un campo minado, debía ser cuidadosas de donde pisaban, puesto a que podría ser atrapadas al acto, aquellos hombres tenían un buen olfato para los sobrenaturales, no solamente a brujas perseguían también lo hacían con licántropos, vampiros, cambiaformas y hasta gitanos, suspiro largamente, para luego mirar a su acompañante –elige a alguien querida y de mostrare lo que puedo hacer- dijo sonriendo dulcemente

por Invitado Sáb Mar 10, 2012 5:33 am

Después de guardar mis guantes y dejar mis manos al descubierto mire a mi amiga, la verdad es que tenia muchas ganas de comenzar parecía que dentro de mi había explotado una granada porque estaba a tope de energía y con ganas de divertirme. Pero sabia que debía hacer caso a Ait, en aquellos momentos mi amiga era algo así como mi mentora. Aun que no lo supiera del todo sabia que había personas que podían hacernos daño solo por ser brujas, algo que todos temían pero que no debían porque eramos buenas solo teníamos unos poderes que nos hacían únicas. La mire mientras hablaba asintiendo a cada una de sus palabras como dándole a entender que la entendía.

-Entiendo sabia algunas cosas sobre ellos pero ahora tu me lo has explicado todo mejor Ait.

Dije con una sonrisa, la verdad es que le agradecía mucho lo que estaba haciendo por mi y que ademas fuera mi amiga. Cuando oí lo ultimo que me dijo mire a todo el sitio con curiosidad, queriendo saber todo lo que allí se escondía. Pero buscando a alguien hasta que al fin lo encontré, era una mujer normal según pude saber con mis poderes pero con la cara mas agria que había visto en toda mi vida. Aquello seria divertido. Mire a Ait y señale a la mujer con disimulo pero sabiendo que Ait me entendería.

-Aquella, aquella mujer. Creo que le vendría bien algo de... diversión.

Dije sonriendo de forma traviesa, de forma que parecía que no trajera nada bueno. Aquello solo era una forma de divertirnos.

OFF: Siento la tardanza he tenido unos problemas pero ya están solucionados.

por **Aitziber D’ Lemoine** Sáb Abr 07, 2012 6:30 pm

Se sentía bien poder enseñarle a otra persona algo que ella ya sabía con experiencia, nunca había peleado con cazadores, pero sabía que los había, no sabía muy bien lo que buscaban o porque de dignaban en perseguirlas, había oído horribles historias de mujeres y hombres inocentes incendiados en pueblos que no tenían conocimientos o conciencia de que ellos también eran humanos. Desde el inicio de los tiempos los humanos habían estado persiguiendo lo que no entendía o lo que les provocaba miedo, que patético eran los humanos, lástima que ella era uno de ellos, aunque son un poco mas de poder aun seguía siendo un humano…

Miro a la mujer que la chica había elegido, con un rostro algo serio detallo rápidamente los rasgos de la mujer y dedujo que no era problema para ella, también miro discretamente la compañía que estaba a su alrededor, no, nada era peligroso, podría proseguir tranquilamente –Esta bien querida, puedes hacerlo- le indico asintiendo con una suave sonrisa en sus labios-mmm… ¿Qué puedo hacer? – se pregunto dando unos pasitos pequeños con sus tacones hacia adelante. Su cuerpo se mecía dulcemente con el ritmo de la música, era algo que por instinto hacia, pronto por esa situación se le vino algo a la mente –Debería poderse a bailar un rato- murmuro con uno de sus dedos en su delicado mentón viendo aquella escena en donde rechazaba la invitación de baile de un hombre de unos cincuenta años.

Murmuro algunas palabras en latín de forma discreta y bajita, aquellas palabras viajaron mientras sus “hilos” se apoderaban de aquella mujer, pronto se vio fácilmente bajo el control de la bruja, en su mente le decía que hacer, aun así su mano escondida de curiosos se movía dando indicaciones al cuerpo, pronto la música la envolvió, se volvió risueña y contenta, una persona diferente, sujetaba las copas con algo de dificultad y discutía con el que se le atravesase. Aitziber reía de forma discreta las locuras que le hacía hacer a la pobre mujer. Pronto corto los hilos al sentirse aburrida.

Movió sus dedos algo entumecidos para ver a su compañera –que os parece? Puedo controlar a personas, animales y cosas así, solo deben tener alma, claro a veces es difícil controlarlas, todo depende de la voluntad de la persona- explico.

por Invitado Sáb Abr 21, 2012 7:11 am

U: Siento la tardanza he tenido problemas

Estaba esperando que Ait me diera instrucciones o que mejor me enseñara, por eso espere con paciencia porque sabía que lo bueno siempre se hacía esperar. Miraba a Ait, mientras ella vigilaba que nada saliera mal o al menos eso pensaba yo. La seguía escuchándola con una sonrisa, estaba feliz. Feliz de haber hecho una amiga y feliz de poder estar con ella allí, me mantenía a su lado escuchándole pero sin perderme nada, no entendía que decía de hacerle bailar. La estuve mirando a ella y a la mujer en todo momento girando la cabeza para mirar a una y a la otra, casi me estaba mareando. Pero entonces escuche un murmullo de Ait y la mire, para cuando volví a mirar a la mujer vi que empezaba a bailar parecía un muñeco pero a pesar de eso, no pude evitar el llevarme la mano a la boca y reírme suavemente y la mano ayudaba a que no se escucharan demasiado mis risas. Estuve un rato de ese modo hasta que mi amiga se me volvió a mirarme.

-Eso es genial Ait, me encanta ese poder.

Dije con una sonrisa enorme en mi rostro.

por **Aitziber D’ Lemoine** Vie Mayo 18, 2012 12:01 pm

Imposible pedir lo que tú deseas a una persona que no saber nada de tu mundo, pero con aquella chica pasaba totalmente diferente, es decir, las dos eran brujas; pero no esas brujas que se veían en las historias que se mostraban todas horribles y adoradoras del diablo. Eran hermosas doncellas de la alta sociedad que se movían de un lado a otro con pequeñas risillas y movimientos agraciados dignos de una princesa, pero claro está, ya estaban dejando muy en claro que no eran ningunas princesas de los cuentos de hadas o al menos Aitziber que con una mirada de lo más picara seguía moviendo a la mujer como si nada le importara, pensándolo mejor, tal vez sería porque no le importaba la ridiculeces que le obligaba a hacer a aquella pobre baronesa.

Aitziber sonrió al notar aquellos ojitos curiosos que le miraban-A ver…- susurro desapareciendo aquel lazo invisible que existía entre su víctima y ella-¿Qué es lo que puedes hacer?- no era muy buena siendo una maestra, hasta ella misma sentía que tenía mucho que dar, pero era lo menos importante en ese momento, solamente deseaba divertirse, además, invitaba a la chica a su diversión, así podría medir su habilidades; había también un poco de interés en su mirada.

Cuando había, por decirlo así, un compañero de sus dones, también había cierta expectativa ¿Quién era más fuerte? ¿Cuáles eran sus poderes?. Una suave competencia pensaba Aitziber, así se podría mostrar en que podría ayudarle a mejorar y porque no, ella también podría aprender alguna que otra cosa gracias a ella, miro detenidamente a los invitados, notando las cosas tan normales y tranquilas que se sentía suavemente inquieta, le sujeto la mano a la chica para comenzar a merodear por los alrededores, algunas sonrisillas aquí, alguna inclinación por allá y todo estaba genial.

-Bueno dulzura… puedo controlar a las personas- interino Ait después de no tocar aquel tema por algunos minutos, se habían dedicado a disfrutar aquel espacio lleno de gente que tampoco era muy desagradable que se diga, había cierta energía cálida y mágica que rodeaba a las personas y no las hacia mostrarse apagadas-¿Cuál es tu poder o en ámbito de manejas bien?- pregunto mostrando una sonrisilla pintada en sus labios rosados pintados apenas por algunos pincelazos de labial de su mismo color, sus mejillas se alzaban con un poco de rubor por el calor que hacía en el lugar, parecía una muñequita de porcelana, verdaderamente parecía una persona que no se veía todo los días. La energía que mostraba era tan vivaz y abrumadora que podría tener el mismo efecto que cuando se le queda viendo a un vampiro, solamente porque su energía la delataba.

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