Placeres nocturnos [Privado]

por Invitado Mar Ene 03, 2012 10:29 pm

El cementerio era tan silencioso para la propia gitana, de hecho solo en el cementerio le podría dar esa tranquilidad que llegaba con el viento, había salido de casa para poder ir donde la tumba de su padre, pero no para contarle lo ‘maravilloso’ de su vida, solo, solo para contemplar la hermosura de los ángeles de mármol que rezan a Dios sin que este los escuche. Había escapado de casa, solo cogiendo un par de margaritas blancas, unos crisantemos y una rosa roja, solo eso podría votarle a las memorias de su progenitor, casi anochecía cuando salió de aquella modesta casa, caminando por un sendero que le llevaba a la infinita oscuridad e infiltrándose por las puertas de aquel camposanto.

El largo vestido blanco y su sosegado rostro se posaba en las letras grabadas, leyendo a cada una de ellas, ‘en paz descanse’, ‘en manos de dios’, ella deseaba a veces la muerte, a veces el vacío, quedar simplemente al borde de una emoción que le azotara y desagarrara las desdichas que siempre paso, pero era inevitable aun con esos pasos lentos, no podía entregarse al amor que muchos le tienen a la muerte, ni siquiera respetarla, solo mantener en secreto que deseaba que le arrebataran la vida, que un detonador le despertara del sopor donde se encontraba.

Que las manos frías de las prisas por caer una mísera obsesión, la gitana dio paso entre tumbas, entre muertos que solo callaban y aguardaban por ella, estuvo ahí frente a su padre, frente a un espejo que le mostraba lo cadavérico de su rostro, ¿Cómo podría ella hablarle a un saco de huesos?, se quedo ahí frente a la lapida, dejo caer las flores sobre esta, viendo como se desparramaban, suspiro hondo inhalando la humedad de lugar y observando a la luna frente a ella, tan rápido la sabana de la miseria y de la oscuridad le habían abrazado.

Yo… solo he venido a dejarte… esto… y…-se callo, silencio, porque era demasiado para ella, no iba a ponerse como una loca a recitar todo lo que su vida le había traído desde que él se fue, observo de un lado a otro, ciertamente algo en las profundidades de aquel campo le llamo la atención como si se sintiera demasiado atraída, cual niña pequeña curioseando por los jardines.

Comenzó a caminar infiltrándose en la infinita oscuridad y las alimañas del cementerio muchas veces Alexis o su nana le había repetido que no saliera, que se quedara, pero nunca hizo caso, pronto se alejó de la luz, un hermoso ángel la distrajo, una escultura de mármol, que alzaba sus alas en vuelo que estaba atado a la tierra su rostro era triste, Yude se estiro para tocar las frías mejillas de ese ser, la tumba era de un niño, de un querubín.

Sintió que no corría peligro hasta que sintió una estocada, más bien la intuición de un aura muy desconocida pero terriblemente oscura, a lo que ella se refugio en los brazos de aquel ángel, esperando con esa expresión seria en su rostro.

por **Nicolás D' Lenfent** Vie Ene 27, 2012 12:50 pm

¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa conjunción de los astros, en qué secreto día que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa y singular idea de inventar placeres? Uno, dos, tres…siguen las copas. Un festín gozado por el soñador pero ¡Oh! Nadie le satisface con sus vinos, necesita más, desea más. Embriagado por todo dulzón, quiere seducirse a sí mismo, el vino fluye rojo en un vacio donde genera sed y mas sed. Le provoca, le enloquece ese arduo camino, donde prodigio su música, su fuego y oh! Ese ardor no cesa. Le enseña el arte de ver sus sueños recorridos como si ya fueran cenizas en su memoria. Acercándose al rubí arrogante, al galope en sus sentidos, atisba el deleite de su camino en la boca, contemplando el cristal embadurnado de rojos como una ventana vestida de arreboles. Una vez estimado el crepúsculo de su copa, aprecia el silencio y el grito de su aroma, ese que sostiene el perfume de la noche larga y el que anida el canto de las pasiones. ¡La impaciencia! Deja que el desespero le alcance, que la locura sea larga, dejando que los rumores de briza, le bañe y le sumerjan eternos. ¡Pasión! Que le moja hasta los dedos, sea entonces la vestidura de sus labios en gala, que lleve el zumbo de la fruta prohibida en sus labios, ¡Sorbo a sorbo! ¡Gota a gota! Embriagándose hasta que el cielo sea un suspiro y sus labios sean un vino añejo.

Desde su morada hasta el lugar de las almas perdidas llego, aquel cementerio de la agonía. Escapando de aquel laberinto desconocido ¡Salid! Desapareciendo del lugar donde danzaba mientras recorría el lugar, el ritmo se lo regalaban los aires, la luna le iluminaba el escenario, la música solo era el sonido del paisaje de sus alrededores que disfrutaba. Su capa se movía de un lado a otro, sus brazos estirados, representando las alas del arcángel oscuro, bailando en el aire. Queriendo despertar a una musa donde se deslice cautivamente, que sea tan seductora como él y solo en sus sueños. Deseaba sangre ¡Muerte! Sentir todo en ese momento, deseaba comenzar una obra para su farándula, no necesita el libreto pues él quiere ser el protagonista de esa tragedia. ¡Arcángel de alas rotas! Empezó con su misterio en aquellos ojos llenos de lujuria.

Caminaba el bienaventurado todo pecado representado y al mismo tiempo escondido tras esa capa que no deja ver su rostro, es la oscuridad, se pierde ahí con la negrura y solo la neblina descubre aquel instinto de asesino. Escucha un dulce encanto de latidos, sus ojos se han transformado por aquel color intenso, el infierno se demuestra en ellos como el fuego que lo ha convertido en lo que es. Acude al sonido de la sangre, su vacio de su interior le guía y ahí aparece detrás como un ávido en su cuerpo. ¡Oh! La blancura de su vestido quería adornarle con las manchas de su sangre, desnudarle salvajemente regalándole a la luna aquella inserción que pondría en esa manzana no tan prohibida. Las manos de su pesadilla fueron deslizadas en la cadera de su deposada de noche, solo esta noche dejara que alguien goce de él.-Lista para llevarte al infierno-En un susurro lo predijo, y la ha atraído a su propio cuerpo, la capa se abrió para esconderla junto a él empezando la ceremonia de su castidad.

por Invitado Dom Feb 05, 2012 3:17 am

Oscuridad y la sombra, un cuerpo, un solo cuerpo como la noche devorada, la luz de unos cabellos, la sombra de un tacto, vagando en la orilla de la muerte, su magnificencia, el aire se contamina, la lujuria, el miedo es como su alimento, el vaho resbala por el quicio, el final del placer pulcro esta apunto de ser manchado de sangre, de muerte, de llanto, un miedo que deja muda a la gitana. Nieve…Blanca, húmeda y fría así como la piel de aquel arcángel, desprende el calor del miedo invadiendo sus sentidos, mismo que alimenta su ego, su alma no existe y roba la ajena con ese susurro, su poder de convencimiento hace nublar la mirada, todo se consume ante la belleza de un ser inmortal.

El rostro de Yude se ensombrece, se desprende de todo lo que se llama vida, al encontrarse con unos orbes tan rojos como una Luna enfurecida donde todos pierden cordura para salir a cazar unos a otros, escucha sus palabras con terror, nace en ella un filme de suspenso, esas manos que rodean su pequeña figura, preguntándose si es la misma muerte quien ha venido a visitarle, por matar al hombre al que llamaba padre.

Que cruel es el destino con Yude, que camino le espera rodeada de los brazos de la muerte, tratando de huir da un paso el falso, frente al ángel de mármol, blanco, celestial, sin embargo uno oscuro le ha capturado, sus ojos están expuestos mostrando miedo, el cuerpo le tiembla, desnuda la cascara de mujer fuerte, para mostrar a la gatita que es, huyendo de su naturaleza, los ojos del mismo cerbero, de lucifer, es el diablo mismo, lleno de fuego para consumirla.

La noche y dos cuerpos, la oscuridad le ha abrazado, la soledad del páramo, su voz no será oída, no hay humano valiente o cobarde para introducirse a camposanto y salvarle, esta ella frente a la muerte, su respiración se agita, como el viento su corazón palpita, aun le ve fijamente, se deshace de esos brazos y las piernas no le responden, camina lento sin dejarle de mirar.

Me observa un espejo noctámbulo, su respiración esta naciendo en mis pupilas y yo ruedo sobre ellas. Nada de lo que dice me es familiar, todo lo que calla es recuerdo, su gesto es de no entender – Piensa petrificada, tomando su vientre con una mano, siente que aquel ser que esta creciendo dentro de ella, corre más peligro, el miedo hace que su columna vertebral se doblegue, solo quiere conservar al fruto de sus entrañas, al ser que fue concebido hace pocos meses cuando comenzó a amar, pero la sombra le observa con interés. Son los latidos de ella y los latidos de esa pequeña criatura los que se escuchan como melodías nocturnas. - ¡Aléjate de mi, demonio! –Es el único sonido que se llevo el viento, debe luchar por salir al menos ilesa de ese encuentro, pues el padre de la criatura que lleva dentro, no sabe que existe.

Trata de correr, con pasos débiles, pero esta dentro, muy adentro de la oscuridad, que no ve la luz, el final del túnel, resbala y cae sobre la hierba y tierra, trata de levantarse, Yude debe salir de la sombría muerte, no le ve, aun arrodillada sobre el suelo, se detiene mirando el raspón en sus manos y de ellas emanando sangre pura.

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Mar 13, 2012 3:48 pm

Hay un hermoso sentimiento profundo tan triste como esta noche, se oscurece todo y la luz se va, hay algo en su interior que se siente atraído por ella, aun sabiendo que la oscuridad está cayendo dentro de el ¿Qué es? ¿Qué es? Lo que le hace tomarle, oscuro vacio infinito es todo, las tinieblas se sienten hambrientas, siente un refugio de locos y perversos deseos, igual nacen las pesadillas dentro de ella y danzan alrededor de lo negro, pero todo es oscuro y reencarna el olor a muerte y lo perverso. Ahí, sus manos sintieron otra vida, algo más preciado que ella. Solo siente que hay un silencio ¡Ahora sabe él, porque hay dos sombras! Porque no solo es él, y ella, lo hermoso se había escondido.

El ave da la muerte se ha de llamar, ahora quiere la muerte para aquello que guarda con tanto amor, convirtiéndose en un espejismo de manchas rotas, ha caído a sus brazos por el regalo que le ha dado. La muerte que tanto desea ha encontrado ¿por qué no danzar? al menos eso merece por haberle dado lo que tanto había deseado y al fin las puertas del paraíso se han abierto, canta y vuelta la soledad eterna ¡Libre! Se siente sin dejar la agonía, perdido en las estrellas de otros cielos, sus ojos no dejan el color de la muerte que le brillan más, pero son más tártaros por la lujuria de su vacio ¡No te alejes! No le niegues ese deseo, enloquece mas por el sonido de la vida que se escapa; Esta noche solo pedía vino de un cuerpo y danzarle mientras se embriaga de la elegida con la “Danza del concubinato” esperaba solo eso pero ¡Oh! Todo se ha vuelto hermoso, será que ¿Tanta ofrenda merece?

Mira como se deshace la neblina con ella al tratar de salir de su espacio maldito, desviando la mirada hacia el ángel de mármol, no hay mas ángel que él, negando el rostro y solo brinda melodías tenebrosas con el golpe que le ha dado a la escultura, miserable ángel que le protege lo hiere y se deshace, ya no hay nadie a quien pueda ver más que a este muerto ser que no tiene nombre.

-¡Retrocede! ¡Sigue retrocediendo! No hay escapatoria.-haciéndose ver como la neblina, desapareciendo del lugar donde estaba, volando en el aire sin dejar que le vea; ¿Qué sucede? Se ha encendido la última puerta de lo concupiscente, todo se hace llamas, su interior arde y es inevitable apagar el infierno que se ha mostrado. Divina razón por la que fue tentado, la sangre que ambos poseen se libera atrayendo a la bestia que lo ha visto. Solo un momento, un momento más para terminar que se descontrole el ave. -¡Un demonio seré para ti! Pero no es demonio ni ángel, nada es. Nada existe. Solo lo que existe será la posesión de su vida. ¡No! tu vida, tu no importas, la vida que llevas dentro es la única que siento. Disfruta como se siente la miserable humana y eso le enloquece hasta al viento. Volando su voz hacia ella, ¿donde está la voz? se preguntara pero no desea hacerle esperar ya que eso detesta… 123 y está enfrente de ella. Su túnica vuela y ahí con sus manos se la quita arrogándola hacia ella, pequeña distracción que le hace y ahora era un ave desnuda comenzando su demencia.

Caminando hacia la orgia sabiendo que debe morir después porque ave maldita que ha revelado su desnudes, su rostro era libre de la negrura de su caperuza, su cuerpo tan bello que la luna ha de admirar y ahora solo ella sabe de su existencia -He de hacerte mía para sentir la muerte de esta delicia-labios sedientos le susurraron a su oído, llegando a ella sin verle como lo hizo, hincado delante de ella mientras las caricias que no saben regresarle se presentaban, abandonándole para que sus manos la poseyeran al arrancarle sus prendas tan blancas que le lastiman su oscuridad de los ojos. Bestia hermosa que le desnuda con brusquedad, prendas destrozadas se han vuelto ya nada se interponía con su piel sin evitarle darle un golpe al arrebatarle el vestido que le hace caer al suelo, sus uñas pasan por todo su cuerpo con tanta tortura que le dejan marca de rasguños horrorosos, siguen y siguen sus uñas filosas rasgando su piel hasta llegar a presionarla entre sus piernas, hundiéndolas hasta sentir su grito intenso y gozando del dolor que le provoca.

No pierde tiempo y ave hambrienta en busca de su manzana, ¿Dónde estaba la manzana roja? Sus ojos asechan la manzana pero esta carece de sangre que sus dedos se deslizan entre ella, ladeando el rostro descaradamente al sentir su clítoris divino, pero le falta algo que lastimándole le hunde su uña filosa sin dejar de masajearle. -Ahh- Gime y gime secamente al admirar el recorrido de su sangre, todo era tan sangriento que disfruta, al fin manzana exquisita, venenosa y tan sangrienta que tienta demasiado, desea que sienta dolor para que él se excite, sin dejarle de masajearle encontrando toda debilidad-Cántame, maldíceme, has que tu voz me enloquezca, grítame, llora ahora- Todo ardía, todo era fuego, hasta su voz quemaba sin darse cuenta, abandonando sus dedos para dejarle su lengua en ese momento, lamiéndole la herida, gozando al masajearle la manzana, se mueve y se mueve escuchando al hermoso escondido que lleva dentro en sus pesadillas. Todo es pesadilla sigue soñando. Que no parara este sufrimiento con la lengua, esto no es nada solo es el comienzo. Pero nada es dulce ni hermoso todo es horroroso y amargo, la forma de cómo lame la manzana sangrienta es dolorosa, y aun así no deja de lastimarle con sus filosos colmillos.

por Invitado Sáb Abr 28, 2012 6:02 pm

El pavor se apoderaba de su piel, rápidamente comienza a sentir el miedo invadirla, su cuerpo tiembla de aquella humanidad que desea, solo quiere escapar, de ese sueño maldito, de aquella temática inolvidable, jamás debió entrar entre esas tumbas, corre con rapidez hasta que el aliento se le consume en el viento pero no puede detenerse, no puede dejar de convocar a la muerte con sus pensamientos, es una mujer sensible, sencilla que a pesar de poner en juego la vida aun desea proteger la ajena, hoy es la noche en que esa noticia sería dada a su esposo, a su compañero quien le puso ese regalo divino en su vientre, aquella pequeña muestra de amor, y ve los ojos de la muerte, ve aquel ángel negro que quiere arrebatarle lo divino. Escucha sus palabras son como una maldición, no quiere escucharle, aquello le destroza el alma, solo busca correr, grita lo más fuerte que puede, nadie puede escucharle, la ciudad se sumerge en aquellos gritos ajenos dejándola en la soledad.

Solo están dos cosas en su mente, quizás más, proteger ese regalo, el rostro de aquel hombre al cual ama y a lo lejos pide ayuda, solo quiere verle, quiere que ese demonio desaparezca, observa como oscila en el viento, su silueta que se convierte en oscuridad y pesadilla, no puede dejar que aquel ángel de lucifer le arranque la felicidad – ¡Déjame en paz, Lárgate! – Quiero evocar a Dios, de repente esos deseos religiosos en los peores momentos comienzan a hacerse presente y las lágrimas surcan sus mejillas humedeciendo todo su cuerpo, como si quedase paralizada ante las palabras de ese demonio, ir por su regalo, por su hijo producto de amor, solo quiere buscar a dios en ausencia de aquel hombre que dice amar –No le hagas nada, lo suplico, no me lo arrebates… Maldito seas, no te atrevas… - Pero no puede hacer nada, sus palabras valen poco y sus acciones son nada con el poder de la oscuridad.

La gitana no es luz, tampoco amor, no es nada ante los ojos de su muerte o su vida, que ese ángel dibuja sobre el lienzo de su cuerpo, no su hijo, por favor, como una virgen postrada ante el mal te suplica que no le hagas nada que lo dejes, que no destruyas y conviertas esa vida en ríos de sangre, pero sabe que no escucharás, sabe que le arrebataras lo que más ama, se convierten en polvo sus suplicas convirtiéndose en el viento que ayuda al demonio a cometer ese delito infinito que la dejará en dolor y sensibilidad, solo puede llorar, no más, te has convertido en su adoración y bendita maldición. El canto de lo temible se acerca arrebatando sus deseos y sentidos ante todos aquellos gritos.

Aquel ángel blanco cae, esa voz pide libertad y se libera con cada brusco movimiento al ser desnudada, ¡Anda demonio!, prueba su piel, su lechosa piel, es tan nívea que se desenvolvería en tu boca, no es un acto de amor y desnuda esta, su piel se ha enrojecido, trata de escapar de tus caricias de tus garrar de animal, de aquello que no quiere ver y protege su vientre, quisiera pegarte pero su fuerza es débil, todo se va apagando, grita tu nombre desgarra su garganta, y nadie es capaz de escucharle en el febril viento. Tus malditas garras en su piel tan tersa y virgen que antes fuera acariciando con placer tu abres su piel dejando hilillos de sangre que se decoran para tus deseos y ella grita de dolor, dice no y tu continuas, dice que te detengas y arremetes contra ella, dice no y tu sigues maltratando su dulce cuerpo que se baña de sangre por tu culpa.

Y balbucea, no le queda voz, solo ese sentido común, solo sus manos se anidan en su cuerpo, su templo esta siendo profanado y se destroza las manos al aferrarse a la tierra al mármol, te maldice y te grita con toda la voz cuando siente como muerdes, te empuja y no hay nada que pueda hacer no te mueves eres como un monumento de la maldad pura, y se queja desgarrando su garganta, su voz se apaga así como su vida, tus garras destrozando su parte intima, su sexo va desangrando y su garganta que dibuja hilillos sanguinarios, su mirada se apaga, su brillo por se madre, por ser amada se apaga, se opacan, destruyes sus sueños y ve tus rojos ojos, oscuros, escarlatas donde ve la muerte, jadea y gime con fuerza ante aquellos arremetimientos contra su cuerpo, esa daga penetro en su cuerpo, esa filosa daga que hace que sus blancas piernas dejen correr sangre, sangre que la luna ilumina con su luz… te intenta a partir, te ruega y gime, gime sin control y no de placer, no quiere, pero su cuerpo responde, todo de ti le hiere, maldita bestia de la noche, su cuerpo tiembla y sus rodillas se vencen quedando de rodillas ante ti. Los latidos comienzan a hacerse fuerte el tum-tum de su corazón se detiene para hacerse más fuerte esos tambores que inician el banquete del cual has de comer.

por **Nicolás D' Lenfent** Lun Mayo 21, 2012 9:13 pm

Me has tentado demasiado que no podre dejarte ir- Rápidamente llego a abrazarle al ver la misma imagen de María al caer por su hijo- Cúbrelo todo lo que quieras, llora, aférrate a él, sálvalo de las manos de Lucifer, ruega por él, eso es lo que quiero que hagas mientras te quebranto- le acariciaba sus cabellos tal cual padre calma a su niña, y solo la voz producida por susurros que herían- Ven, conviértete tal cual María llena de estrellas quiso proteger a su criatura y solo lo ahogó por la propia salvación. Aun entre sus brazos permanece, pegándola más aun a su cuerpo y sus manos acariciando su espalda siendo una enloquecedora forma de admirar, sin perder el encanto llega hasta sus piernas y las entreabre a la misma vez que se bajaba a ellas rugiendo por ver la escarlatina manzana jugosa, tan jugosa y tentadora que ojos rojizos navegan por la agonía que presentaba la excitación ¡Labios! Sus labios quieren probar mas del recorrido de la sangre que se libera, el lugar central es el fragmento de la manzana que hará putrefacta, es así como hermosa ave le toma de sus piernas llevando su boca para disfrutar del manjar con tanto desespero para encontrar el punto de estimulación que le haga desearlo y le pida que no se detenga, aun siendo desprecios y maldiciones por ella. Sus manos presionan mas sus piernas, clavando sus uñas entre ellas, sigue lengua venenosa, no para de saborear, mordiéndola para sacarle más jugo y embriagarse de ella. “Asesínalo con tu propio dolor, has que sienta todo, deja al ser que delire a tu lado, que sangre y derrame cada gota de sangre en mi interior, poco a poco se deshace, muere con el sufrimiento, no soporta que se hace todo hermoso cubierto de plasma que se derrama en mi boca”

Sigue lamiéndole como bestia, lamiendo hasta poder beber de su delirio, pero la condenación de ensueños se ilumina, es momento de que se liberen las alas rotas y sean alimentadas de este momento. – ¡Ah!, ¡ah! –curansen alas que la sangre abunda es esa exquisita rosa roja que embellece, seduce, ¡ah¡ esta mujer, ese maldito ángel que devora con tanta excitación; asesina al ángel que viene dentro de ella, su dolor es ahora la vida que siente, nada puede cambiar el camino asignado, permaneces aun encarcelado entre la escarlatina que le atrae, la criatura es aun prisionera de su propia madre, siente como sus ojos desean sacarle las espinas que le clavan, así, mas dolor mas vida, desgárrala toda lengua venenosa, colmillos mezclasen entre su piel, busquen el laberinto sediento de deseos, perfórala, juega y juega a rozar la piel, sigue fluyendo la sangre y no puede detenerse, éxtasis del festín hermoso, bebida que recorre en su interior y siente que por un momento nace un corazón en ese vacío, le están dando vida, siente como vive, todo era bello que podía permanecer así eternamente sin deceso alguno.

Ha abandonado su posición para ir con la anterior-Sigue cantándome, gime para mis labios, regálale esa preciada voz al ángel que ha muerto y ahora ve desde el cielo como su madre padece- Sus manos se deslizan entre su cuerpo, tomándola desde la espalda para arrebatarle un beso, un beso lleno de su propia sangre. –Ven- Volviéndola a tomar entre sus brazos, atrayéndola a su cuerpo, pero sus manos no pierden el encanto y van entreabriendo sus piernas y la presión hace en ella para penetrarle.-Llora, dime que el dolor es lo único que sientes, grítame que duele-dejando caer la cabeza de la mujer, y solo vaivén acoplados al ritmo del vampiro enloquecido.¡Luna mirar lo que es la locura cuando te ve! -¿Te gusta?-descarada voz, sin importarle lo que le diga, solo permanece danzando, “Baile de la muerte” ¡Ah! Como desea la ave guardar este recuerdo pero es imposible porque la noche se encarga de borrarla, es por eso ahora y nunca- El amor no logro proteger a tu criatura, mas en cambio yo le he regalado un eterno sueño sangriento- no deja de perder la seducción de voz cantarina, entre gemidos presiono los senos y solo un momento basto y su boca se hallaba lamiendo uno de ellos, cada dolor sentía, los temblores por su cuerpo, ¡mmmmm! Como se burla de ello al mismo tiempo que se melancolizaba por oír su maldito corazón danzando- Báilame, tómame como tu amante, hazme el concúbito a tu manera, suplícame con tus propios gemidos vivir…-No deja de danzar, siente la flor marchitarse y aun así no pierde encanto, hasta luce más apetitosa, y brillas, oh flor que las espinas te salen y la sangre la adorna

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