Peligros nocturnos (privado)

por **Santhiago Morel** Miér Feb 27, 2013 6:39 pm

La oscura y espesa noche, sin luna ni estrellas de por medio va llegando a toda Paris como si anunciara una guerra o batalla, uno que otro trueno entre las nubes la lluvia quiere azotar la ciudad pero antes de las lágrimas divinas, los ruidos de los caballos del apocalipsis van haciéndose sonar.
La mansión Morel ubicada en las afuera de la ciudad lentamente va encendiendo sus luces desde el porton grande, hasta la entrada principal, las ultimas en destellar son dos habitaciones que sucumben de un largo y diurno sueño, la puerta suena alguien sale de su interior de la mansión, se dirige al establo de la mansión en la parte de atrás para salir en un corcel negro como una sombra, un hombre.

El paso es más fuerte y más decidido se interna en el bosque, al parecer una carta de Italia le llega, una carta de un lugar que nadie conoce excepto él y su hermana, pero que ahora al parecer muchos desean encontrar y destruir.

Pese a las advertencias se dirige al bosque llegando y al ver ahí sabe que será una emboscada pero lo peor del caso es que lleva su bastón, el bastón con cabeza de lobo que al abrirlo en cuestión de segundos las cabezas de los hombres que fueron por él es arrancada de sus cuerpos.

Ahora viene lo más importante, llegar al centro y corazón del bosque antes que más emboscadas como esas lleguen por él, corta un árbol y deja le prende fuego haciendo una pira humana de cadáveres humeantes ahora, una vez acabado con el enemigo es mejor retirarse –pobre infeliz que ose en retarme a duelo de esa manera- murmura y guarda su bastón en su caballo, esta vez no usó sus habilidades cosa que agradeció o habría mayor persecución con su familia en Italia.

Antes de darse de regreso a su hogar, nota la presencia de otra persona, una mujer más -date vista mujer, si ya viste lo que puedo hacer, mejor lárgate que no estoy de humor y ánimos para otra pelea fácil- sentencia despotamente

por **Nelliel Nocturna** Lun Mar 04, 2013 7:56 pm

En ésta, como en todas las profesiones, existían los retos, pero de aquellos que con cualquier error que cometieras, perdías la vida, o peor. Y claro que tuve la maldita fortuna de ser una de las escogidas para cargar eternamente con uno de esos retos, con el nombre de Morel. Santhiago Morel

Al principio, la primera vez que lo vi -y no lo niego- me sentí atraída por él; más que por su atractivo físico, se debía al carácter y personalidad que poseía... era una lástima que su naturaleza me obligara a seguirle, pero no para una cita, si no para acabar con su vida. Tantas veces había intentado sorprenderle, y la misma cantidad había fallado estrepitosamente en lograrlo; ignoraba si poseía algún poder que le permitía saber siempre mis intenciones, o leer mi mente, algo que le ayudara a saber mis verdaderas intenciones.. pero eso ridículo, siempre me dije

Hasta ahora

-Esta mujer tiene nombre- sentencié con el mismo tono grosero que el suyo antes de surgir de mi escondite, con la barbilla en alto y el corazón algo acelerado -Santhiago, te conozco y sé que andas molesto por algo... y también sé que no me lo dirás. Olvidémonos del juego del gato y el ratón por esta noche y cuéntame lo que te aflige. Tus secretos me los llevaré a la tumba-

Quizá el ser amable con él alargaría mi vida por hoy... pero quién lo sabía. Con Santhiago nada era seguro

por **Santhiago Morel** Vie Abr 19, 2013 8:51 pm

Una mujer, dentro de las sombras surge, su mirada y su postura desafiante, al menos para estar delante de un ser que le tomaría del cuello le apretujaría y reventaría su cráneo contra el árbol más cercando arrojándola con tanta fuerza que simplemente no se daría cuenta ella que pasó y ni advertiría su muerte, aun así tomo un tiempo de “respiro”, por así decirlo, y con sus ojos en los ojos de la mujer quedó frente a ella a una distancia prudente para los dos.

-Tú crees que te contaré lo que me aqueje, a cuenta o saldo de que, crees que una mujer como tú podría siquiera entender la magnitud de la mente de los míos, ni uno de ustedes mortales podría entender siquiera lo que se llevaba a cabo en el mundo oculto, no podría ni siquiera ver más de lo que tiene frente a sus narices respingadas- su mirada se intensifica y al girar sobre sus talones le da la espalda a la mujer.

-Si me has estado siguiendo es por algo o alguien, dime a quien debo matar después de ti por pedir mi cabeza o la de mi familia, si me lo dices quizás sea piadoso contigo, sino entonces mejor desenfunda tu arma y dejemos que la sangre hable por si sola- una sonrisa siniestra y macabra surca en sus labios y su mano ya va tomando con mayor fuerza su bastón para que en el menor movimiento de la mujer pueda desenfundar su espada oculta y en cuestión de segundos acabar con su vida.

-Vamos habla rápido y acabemos con esto, que tengo otras cosas más importantes en que ocuparme y resolver como para estar perdiendo el tiempo en estas tonterías- su tono de voz cambió más serio y fuerte, la ira estaba muy presente en sus palabras, al parecer asociaba aquella emboscada y todas las demás con lo que ocurría en Italia con su otra familia y lo que se desencadenada tras de él y su hermana Xaziel, y si aquello era cierto, pues le tocaría viajar a Italia para resolver aquellos asuntos personalmente. Por lo que su mirada estaba algo esquiva y pensativa además de furibunda

por **Nelliel Nocturna** Lun Abr 22, 2013 9:07 pm

Sabía lo que él estaba pensando: Que yo era responsable del ataque anterior. Decidí desmentir aquello, mi prioridad era salir de allí con vida, o lo menos menguada posible; regresar a casa era mi prioridad ahora

Contra mis mejores instintos, me acerqué a él, un sólo paso para llamar su atención y aunque sólo veía su espalda, era mejor que enfrentarme a su salvaje -e hipnótica mirada-. Resolví que tocarlo sólo le daría pie a darle el pretexto perfecto para que acabara conmigo. Sólo por si acaso mantuve la daga lista, los descuidos existían

-A cuenta y saldo que, recuerdes o no, nos hemos visto más veces de las que me permito por... víctima. Deberías ser amable con tus perseguidores, Santhiago- tutearlo me daba valentía, y más motivos para que él se diera la vuelta y la estrellara contra un árbol... aunque lo último sonaba adecuado para la situación -Fuiste humano, y dudo que alguna dificultad siniestra y vampírica sea tan incompresible para mí como lo es la depresión para ti-

No insistí, y suspiré -Debo matarte. Es mi trabajo, y es una pena: pareces buena persona y me hubiera gustado... conocerte mejor- desenvainé la daga. Estaba lista, o al menos, me SENTÍA lista. Basta del juego, de las oportunidades. Alcé el arma, esperando no haberle alarmado por mi última frase, tenía la esperanza de que lo tomara como una amenaza y sólo eso, no una acción que pretendía llevar a cabo

-Adiós, Morel-

Y la daga bajó, apuntando entre sus omóplatos

por **Santhiago Morel** Jue Abr 25, 2013 6:11 pm

Depresiones, aquella mujer se había atrevido a decir una palabra que saco de su lugar a Santhiago, lo alejó de aquel lugar en su mente y lo llevo al pasado exactamente cuando era un joven adolescente y estuvo sus años de prácticas en Rusia con su maestro de Clan de su familia cuando este asesino a aquella joven que compartía sentimientos con él “La depresión es el estado más impuro del ser humano, no te puedes dar ese lujo, esa solo era una zorra más de las tantas que hay”

-Amable- murmura esa palabra –que sabes tú sobre amabilidad, acaso los de tu especie sienten aquello cuando matan a los míos, lo dudo, ustedes los mortales no sienten amabilidad, solo ven su interés, y si uno de los míos lo hace, es un pecado lo que origina una cacería de brujas y la muerte, y ¿por qué? Porque según ustedes somos antinaturales, cuál es su maldito orden natural entonces- la ira irradiaba por sus ojos y sus palabras no eran más que amenazas de guerras, guerras.

Aun cuando en su mente furibunda y con el deseo de girar y empujar a la mujer con demasía fuerza y antes que lo pudiera hacer para hacer estallar su cabeza, unas palabras le recordaron ese pasado tan oculto y guardado que tenía “Buena Persona” “Conocerte Mejor”…los ojos de Santhiago quedaron dubitativos por segundos con un solo pensamiento “Esta loca esta mujer, acaso no ve que la puedo matar en cuestión de segundos solo con el pensamiento o con el hecho de que puedo hacer que ella mismo se mate, insulsa” sus pensamientos lo distrajeron de los movimientos de la cazadora la cual aprovecho para empuñar su daga con saña tratando de ¿herirlo?.

Antes de que la daga y su puño bajara contra el cuerpo frío pero con vida de Morel, este regreso de su recordatorio del pasado del hombre y del vampiro que se convirtió…y justo en ese lapso de segundos se hizo a un lado viendo como aquella arma solo corto parte de la manga de su chaqueta y camisa con un ligero rasguño a su piel que en cuestión de segundos se regeneró, miró a la mujer y sonrió con cinismos y maldad –Tan zorramente astuta te crees que puedes venir aquí e intentar lastimarme, entonces veamos si lo eres como tu boca y acciones lo dice- con el uso de su habilidad de PERSUASION comenzó a jugar con la mujer cual títere viejo –Corta tú mismo en tus brazos la misma herida que me hiciste, pero asegúrate que la herida sea profunda y más larga que tu sangre se desborde por la herida- sus ojos concentrados en los de la fémina y en su mente la manipulación de la mente ajena a solo unos pasos de distancia. Después de que lo hiciera la dejaría para que sintiera el dolor de la carne cortada y en ambos brazos.

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