Intentando olvidar (Libre)

por **Stefano Rossi** Lun Ene 16, 2012 6:04 pm

¿Que hacia caminando en medo de la nada y sin rumbo fijo?, pensando quizás en los tiempos pasados, en el poco tiempo en que yo fui feliz ¿Lo fui?.
Caminaba con la cabeza baja, de repente tenía la osadía de levantar la mirada, veia las parejas, los mendigos, los bagabundos y uno que otro artista buscando inspiración en la noche nevada.
Parejas en los muelles, que se besaban intensamente como si nunca más se volvieran ver.
Todo estaba en contra mía, necesitaba olvidar, ¿pero como lo haría?, caminando no era la mejor opción, mi largo cabello ondeba en el aire, muchas de los pequeños copos de nieve caian sobre mis ropaje, con la vista perdida y sin rumbo fijo llamaba la atención de más de una mortal e inmortal, muchas caminaron tras de mi, pero se enfurecían cuando no les daba mi atención, seguia caminando, que mas daba, ninguna era ella o parecida a ella.
Decidi tomar un respiro, sentarme en una banca, viendo el paisaje parisino, los cafés, los mueseos y los dos teatros por los que Paris era famoso, tenía la mirada melancolica, nada existia en mi mundo, mas que la noche y su luna.
Cerré los ojos meditando, oliendo el aire fresco y frio, de vez en cuando abría mis ojos vigilando mi costado, donde aun no había nadie ¿A quien demonios buscaba? o más bien ¿A quien esperaba?, ¿Que sorpresas me trairia esta noche, alguna persona que me hiciera olvidar?, muy probablemente.
De un de repente, escuche el rechinido de la banca a mi lado, alguién habia tomado asiento, no se si era un hombre o una mujer, un humano o un ser magico, solo sabía que pasaría algo fuera de mi rutina que me haria olvidar...

por **Kristen Joliet** Lun Ene 16, 2012 8:26 pm

Cada hora que pasaba parecía apenas un segundo, en la vida de un inmortal el tiempo pasa frente a nuestros ojos y no somos capaces de darnos cuenta lo rápido que es para los humanos. Nacen, crecen, y prácticamente mueren después. Para mí el tiempo no significa mucho, no hay nada en mi vida por lo que valga la pena vivir y esperar algo del futuro. En resumen… mi vida era monótona, aburrida y sin emoción alguna. Desesperada por romper la monotonía que abrumaba mi vida, decidí hacer algo que no hacía nunca, claro, con excepción cuando salía a alimentarme. Salir a dar un paseo, más bien, simplemente a caminar y colarme entre los demás humanos que lo hacía rutinariamente, a veces pienso que todo hubiese sido más fácil si yo no existiera ahora, no hubiera hecho daño a tantísimas personas y no habría hecho de mi existencia una total inutilidad y estorbo, no sirvo para nada más que para asesinar y si no lo hago, todo es tan simple, viene algo llamado muerte.

Todo aquí afuera parecía como si quisiera hacerme de lado poniendo justamente las cosas en que me veía más pobre y era imposible para mí ignorarlas. Tan solo pensar que podría tener una vida normal como la de la mayoría de las personas… Me ponía los pelos de punta.

El ambiente era un poco incómodo para alguien como yo… Todo estaba plasmado de amor, de todo tipo, el de una madre a sus hijos, el de un niño a su mascota o una mujer a su pareja. Me sentía mal caminando entre todo esto, hace poco yo hubiese formado parte de todo eso, pero lo tuve que estropear todo. Lo único que me alentaba pensar que faltaba poco para que las calles se vaciaran y que yo me quedara entre la soledad. Eso era lo que mejor me sentaba en esos momentos. Las calles aún no se encontraban con la típica alfombra de nieve de esta época, el viento frío pegaba contra mi cara relajándome cada vez más. Creí que sería agradable sentarme un rato y admirar como las calles se iban quedando vacías poco a poco. Busqué la banca más cercana, un hombre estaba en ella, me senté a su lado, por supuesto dejando un espacio razonable para ambos, pude percibir que era un vampiro. No sentí el aroma de su “sangre humana” a diferencia de todos los demás, pero no me sorprendía ya que ahora París estaba plagado de vampiros y toda clase de criaturas extrañas.

por **Stefano Rossi** Miér Ene 18, 2012 12:04 pm

Era una dama de aquello, no había duda, ¿Humana?, no, no lo era, ella sea quien fuese es un vampiro, ninguna fragancia se com para a las que poseen las de nuestra estirpe.
Allí estaba sentada a mi lado, mientras que yo observaba los alrededores comenzando a desolarse, además del espacio prudente de los dos había un desconcertante silencio, no decía palabra alguna, puesto que no le conocía, pero este viaje, esta larga caminata de pasos pausados de melancolía latente la había hecho para olvidar y quizar habler con aquel ser a mi lado me ayudaría un pco en cumplir mis propositos.
La gente que pasaba por allí nos miraba perplejos, pues ver a dos bellos seres en nu solo lugar les era atrayente, estas personas me orillaron a que de vez en cuando mirara discretamente a la vampirersa, aquella que poseía ojos profundos y una mirada tentadora, de labios melosos de tonalidad rosada, y de una fz que inpiraba en su mas pura expresión la paz y la calma, la media luz que proporcionaba la uz de la luna llena encima de nuestras cabezas aumentaba su misterio y su belleza.
Más la pregunta vino a mi mente como una rafaja ¿Que hacia ella allí?, ¿Que quería ver sentada en aquella banca?, cazar no lo creo pues hay más puntos estrategias dentro de estas calles empedadas y de exquisito arte y elegancia, después de largo rato en silencio me atrevi a decir en voz alta -¿Fria pero bella noche de invierno la que se vive hoy en París no le parece?- seguía sin verla, miraba un pequeño Kiosko que estaba frente a nosotros, en el centro de aquella calle, suspire -La noche es hermosa y al parecer nosotros dos en lugar de paserar bajo su cobijo estamos contemplando sus alas-rei un poco -A veces hasta el ser más antiguo de los seres desea que la melancolía sea la melodía que le acompañe en un noche como esta- decia refiriendome a mi, guarde silencio escuchando la bellas criaturas nocturnas que hacian su deliciosos sonidos a nuestro alrededor, ahora comenzaba a sentir la mirada fija de aquella dama, me observaba en silencio y esbozaba una ligera sonrisa -Disculpe usted, se leimportunado usted también tiene sus razones de estar esta noche aquí, y seguramente las arruinando contando ls mías- sorei finalmente -Pero ya que le hablado lo correcto es que este extraño se presente -Mi nombre es Stefano Rossi, melancolico y poeta se pone a sus oredenes ¿mademoiselle?- sutilmente le pregunte su nombre esbozando una sonrisa sincera -¿Digame a usted que le trae por estos parajes en una noche como esta?- pregunte y guarde silencio desviando mi mirada a la bella luna oque jugaba a ocultarse rentre los pocos árboles que había en el lugar.

por **Kristen Joliet** Jue Ene 19, 2012 10:35 pm

La luna era brillante, ésta misma iluminaba el lugar de una manera exquisita a la vista y las estrellas los complementos perfectos para terminar de adornar de luces el cielo por completo. Las personas que aún transitaban por el lugar de vez en cuando volteaban hacia el lugar en donde estábamos, este extraño desconocido y yo.
Sonreí para mí misma, nosotros éramos como un tipo de atracción del lugar, a la vez me molestaba un poco, lógicamente no era nada agradable ser juzgados por los demás, ni para bien ni para mal simplemente nadie tiene el derecho sobre nadie. Escuché la voz de aquel hombre retumbar en mis oídos de repente, era aterciopelada y calmada, cosa que me tranquilizó aún más. – Lo es… Simplemente maravillosa” – Mi voz fue en descenso hasta convertirse completamente en un susurro. Finalmente voltee la cabeza completamente y observe al hombre. Era como lo creía, cabello negro, voz aterciopelada y la mirada penetrante, podrías perderte con facilidad en ellos, por suerte yo tenía experiencia con ese tipo de miradas y aparté la mía de inmediato esperando no perder ante ella, todo fue tan solo en un segundo.

Su manera de hablar era interesante, escuche con atención cada palabra que salió de su boca y las analicé con rapidez. –No necesariamente un ser antiguo... – Pensé en mí de inmediato, a comparación de otros vampiros, yo era una novata y aún así ya había probado el sabor amargo de esta vida. La vista de Stefano (como acababa de presentarse) estaba concentrada en un solo lugar, veía al frente mientras hablaba. Eso me dio tiempo para terminar de inspeccionar sus facciones perfectas.– Encantada, Joliet… Kristen Joliet.- Extendí la mano inmediatamente mientras le devolvía la sonrisa. Luego busqué en mi mente una respuesta coherente a su última pregunta y sinceramente no la encontré, estaba un poco confundida respecto a eso.

-Quizá sea la misma que la de todos los presentes aquí…. O tal vez no. Supongo que estar al borde de lo desconocido incluso en nosotros mismos nos obliga a hacer actos involuntarios.- Y pensar que todo esto era por una persona solamente. La confusión sí tenía razón pero yo no quería aceptarla del todo. Porque todos tenemos que depender de alguien para estar completos? Es muy fácil para mi distinguir las personas que pasan por algo de esto, y la voz de este hombre tenía una pizca de dolor... Seamos o no seres sobrenaturales sufrimos igual, tal vez nosotros los vampiros sintamos con mas intensidad, no lo puedo decir con exactitud ya que no recuerdo casi nada de mis sentimientos de humana.

por **Stefano Rossi** Sáb Ene 21, 2012 9:38 pm

Todo había sido tan fugaz primero dos extraños y después dos seres que comenzaban a entablar un amena conversación que el mismo destino habia provocado al juntarnos aquella noche en que todo parecía reflexión y soledad para los dos o ¿Quizá solo sería de mi parte sentir morir de dolor por dentro, de escuchar a los fantasmas de la saledad y sufrimiento que ni siquiera caminando entre las calles vecías podia huir de sus ecos tan atroces?, pero parecia sordo cuando escuchaba hablar a la dama que se encontraba a mi lado, Kristen Joliet era su nombre, se había prsentado en el mismo momento en que yo le dicho mío -Es un placer conocerle Mademoiselle Joliet- sonrei al saber que no la había importunado del todo, que al final de cuentas a los dos nos hacia bien decir unas cuantas palabras para despues regosijarnos en el silencio, en la reflexión de cada respuesta, de cada pregunta.
-Sin duda alguna, tiene razón- asenti con la cabeza viendo en mi mente todos aquellos actos que había conmetido desde que Montserrat se había ido de mi lado, para ser sincero yo nunca hice nada para retenerla -A veces se hace lo nunca nos imaginamos, en ocasiones conciente en otras no, el dolor, la incertidumbre del futuro, las marcas del pasado ocasionan la más amarga de las noches y el más deconocido para nosotros de los actos que podemos llegar a cometer-puse ambas manos en mis labios, cerrando mis ojos -Ni los vampiros estamos salvados de sentir la terrible cruz del más cruel y sanguinarios de los sentimientos, aquel que con un solo error puedes castigarte, hacer de aquel ser del que te vuelves dependiente sea la más lejana de las estrellas- tome una pausa, abriendo mis ojos color oro -Sabe mademoiselle Joliet a veces me preguntó ¿Porque la estrella más lejana es la que amamos y deseamos con mayor intensidad?- esa pregunta me atormentaba dede hace ya un año, una año más de soledad en mis siglos de vida.
-Creo, que sin querer ya le he dicho el motivo de mi estancia aquí, pero estoy tratando de olvidar- el viento jugo por un leve momento con las pocas hojas secas que el invierno no logro llevarse -olvidar todo esto que he confesado, así por que no hablamos de otra cosa, como si fueramos conocidos ¿Que le parece?-
Regrese mi mirada a la suya, la cual me observa atendiendo mis palabras, reflejandome que habia escuchado mis palabras con profunda atención, después regrese mis ojos a la que parecía ser la unica estrella resistiendose a esconderse tras las nubes que encapotaban el cielo....

por **Kristen Joliet** Miér Ene 25, 2012 9:38 pm

Podía sentir sus ojos investigando las expresiones de mi rostro. Todo esto había salido literalmente bien; era fácil conversar con aquel hombre a pesar que nos acabábamos de conocer. Al parecer las estrellas y la Luna esta noche nos brindaba el mismo consuelo, ambos estábamos sumergidos en el dolor de una pérdida irreparable, por lo menos en mi caso. Le devolví la sonrisa amigablemente, para luego sustituirla por una mueca perceptible de tristeza. A veces me consuela pensar que si fuera totalmente humana, el vacío que dejaría una persona en mí ser, sería aún mucho mayor. Tal vez la falta de los latidos del corazón si juegan un papel importante en todo esto de los sentimientos... Eso hará alguna diferencia? Porque es lo que te identifica como un ser vivo, que siente y que aun tiene sentimientos... De todas maneras nunca nadie ha confirmado que los muertos pueden sentir. - Es lamentable pensar así, nos deprime mucho mas. Me encantaría decir que todo se resolvería con olvidar, pero no es tan fácil como suena.- Era increíble pensar lo rápido que esto había surgido esto en la conversación, después de todo lo único que sabíamos uno del otro era nuestro nombre.

Stefano tenía razón, sería mejor no seguir hablando del tema. Continuar solo nos hacia darnos cuenta de lo que ya se nos había ido de las manos. Pero lo que había dicho hace unos momentos había quedado retumbando en mis oídos, y simplemente era por que tenia toda la razón; de nuevo. "¿Porque la estrella más lejana es la que amamos y deseamos con mayor intensidad?" Baje la mirada pensativa y reflexione un poco para luego mirarlo y negar con la cabeza con suavidad, era algo que jamas podría entender, por mas siglos que tuviese y me quedaran aun de vida...
Estoy segura que para los demás seria totalmente difícil creer que nosotros dos acabáramos de conocernos, sosteníamos una platica amigable y "agradable", no todos se sienten tan cómodos al hablar con extraños, mucho menos en la noche donde a penas si transitan personas, también por el "desconocido" asesino que daba la muerte a un exagerado numero personas como para creer que se tratara de una persona, pero solo los vampiros sabíamos la verdad. No se trataba de ningún 'humano', me explico con eso. las personas de vez en cuando no pudiendo retener la curiosidad daban una mirada disimulada hacia donde estábamos. Y como anillo al dedo al momento, asentí automáticamente cuando el dijo 'conocidos'.

-Y bien... cuénteme Monsieur Stefano, vive en París desde hace mucho?- No era una pregunta interesante, pero tenía que comenzar de algún modo no? A demás , es difícil, casi imposible decir quien es nuevo o no en una ciudad tan grande, sobre todo si lo trata de adivinar alguien que llego hace prácticamente poco. Cruce' los brazos y los recosté sobre mis piernas.

Me disculpo por la demora >.<

por **Stefano Rossi** Miér Feb 08, 2012 10:56 am

Parecía que entre aquellos dos desconocidos un fantasma nacido de la melancolía, nos rodeara abrigandonos en sus brazos obligandonos a caminar para llegar al medio de la nada, donde finalmente los dos condenados habiamos coincidio.
Aquella femenina criatura parecìa comprenderme, sin importad los siglos que haya vivido, no habìa sido como aquellos antiguos que preferìan cerrarse a escuchar el reflejo de su corazòn muerto, pero eso ya no importaba ahora, si a los dos nos impulsaban los sentimientos màs grises a hablar y conocernos, esto debìa torrnarse en colores anaranjados por una noche donde la nieve y las estrellas imperaban en aquella noche.
Emepezando por las preguntas màs comunes, fue como comenzo la platica pero por extraño que pareciese el recuerdo de aquella parecìa reflejarse en cada razòn, en cada frase, en cada cuestión, aún haciendo mi mayor esfuerzo por que la respuesta sonara como un rayo de luz entrando por valladar de una ventana, dije -En verdad tengo muy poco, vagando por aquì, quizàs dos meses desde que deje Londres-asentì con la cabeza, dirijendo mi mirada a ella -Vine... buscando a alguién, pero ese alguién se ha perdido, por tanto ahora mis motivos en París, es conocer las tierras que nunca he conocido con detenimiento, ¿suena extraño aquel proposito para alguién que lleva doscientos años, verdad?, pero estar bajo la influencia de mi maestro, de mi creador me llevo a la soledad y el desconocimiento de este mundo que entre penumbras parece ser el màs bello de los paraisos terrenales- finalmente de mis labios se escapo una sonrisa, sentía extraño aquel impulso que yo habìa tenido para confesarle toda aquella antigua y aburrida historia, pero`presentía que ella me escuchaba con atención sin decir palabra, conservando en su mirada las palabras que quizá en algún momento podría dirigirme.
Los pequeños grillo entonaban su canción, mientras otras escasas criaturas mortales observaban con ojos curiosos, lo que pasaba entre aquellas dos estatuas de mármol, que hablaban placidamente como si fueran amigos, si de aquellos que los humanos nombran los viejos amigos, guarde silencio contemplando mis manos buscando entre ellas algún consejo para continuar la platica, pero volví al mismo punto que ella, preguntar cuanto tiempo tenía allí, pero la pregunta surgio de repente, con delicadeza y cabalerrosidad decidí preguntar - Y... ¿que hay de usted? ¿cuanto tiempo lleva en Parìs o esta de paso como yo?-suspire por un momento -Si no es mucho importunio de parte que hace esta linda noche alguien como usted vagando entre las calles que la llevaron a entablar conversación con un extraño, tambien usted intenta olvidar? o soy acaso ¿El único vampiro melancolico en todo París?- dije en tono de borma riendo discretamente, deje un instante en el que el silencio imperara esperando su pronta respuesta....

Ahora soy yo quién te pide una disculpa por la demora, estuve algo enfermo de gripe, pero ya estoy de regreso...

por **Kristen Joliet** Mar Feb 14, 2012 9:56 pm

Fruncí el seño al recordar de nuevo el motivo de mi presencia esta triste noche en las calles parisinas acompañada nada más y nada menos que por la soledad. No quería que los recuerdos volvieran a mi mente y me atormentaran, pero como bien dicen: Si quieres superar algo, lo tienes que enfrentar. Pero yo tengo miedo, cada vez que trato de hacerlo me abrumo y solo me pongo peor, odio contaminarme de su ausencia. Cuando amas algo tanto es como si tu vida se centrara solamente en esa persona y cuando se va te quedas en un desequilibrio total, al punto que llegas a no saber donde estas parado. Algo llamó mi atención de nuevo en lo que hablaba Stefano, mencionó Londres, al parecer sí llevaba poco tiempo en París. Ahh… Mi querido Londres… No estoy segura de cuánto tiempo viví allí, de lo que si lo estoy es que fueron los mejores años de mi vida, si tuviera la oportunidad de regresar de nuevo, lo haría feliz. Por el momento estaba bien en París, no tanto como lo deseara, pero bien. No quería interrumpirlo así que permanecí en silencio unos cuantos segundos más. No me molestaba estar así, al contrario me agradaba mucho escuchar lo que decía, en cierta parte parecía que ese extraño comprendía lo que pensaba, aún sin la necesidad que supiera lo que pensaba.

Tal vez me haría bien hablar del tema, huirle no tenía sentido. – Estoy aquí en busca de tranquilidad mental… estoy cansada de algunos pensamientos que me abruman desde hace mucho. Caminar un poco despeja mi mente, y me siento mejor. Olvidar! Que más quisiera yo, daría lo que sea por desaparecer muchas cosas de mis recuerdos, o aun mejor; daría cualquier cosa por resolverlo todo.- Cambiando drásticamente el tema y con eso mi tono de voz, continué. -Se suponía que estaba en París de paso, pero no puedo negar que los encantos de este lugar me sedujeron completamente, así que alargué mi estancia. Espero quedarme por un buen tiempo. – Levante la vista y mire mi alrededor de nuevo, era verdad, este lugar era magnifico, me hacia olvidar temporalmente las cosas que quería borrar de mi mente, era una de las muchas razones por las cuales no quería dejar París.

La voz de Stefano... te transmitía una especie de tranquilidad, pero al mismo tiempo de tristeza, por que? Al observar detenidamente la manera en la que hablaba, sus expresiones, todo.... me daba cuenta que era alguien que había sufrido mucho a lo largo de su vida, no podía calcular su verdadera edad, algo que me impacientaba ya que era algo que se me facilitaba con los demás vampiros, pero el... En sus ojos seguía encendida esa chispa de vida eterna.
Amaba ver el cielo y observar ese infinito manto de brillantes estrellas que cubrían la ciudad en su totalidad, era todo un espectáculo, a veces me hace olvidar el lugar donde me encuentro, con quien hablo e incluso quien soy. Simplemente indescriptible. Me consuela pensar que en cualquier parte que mi amado se encuentre, ambos observamos la misma Luna y el mismo cielo estrellado.

De algo estoy segura, los vampiros sentimos mas intensamente, es injusto, doloroso e irremediable. Si pudiera regresar el tiempo y escoger lo que ahora es mi presente... No existiría. Un final feliz para mi hubiera haber sido llevada y acogida por los brazos de la muerte, y que esta me alejara y cuidara del dolor y penas de esta vida.

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