Entre aromas y enredos [Privado]

por **Viola de Lesseps** Mar Ene 31, 2012 7:22 pm

Del diario de Antoine de Lesseps {Padre de Viola}

Mañana Viola cumple 16 años y he estado fabricando un perfume especial para ella, ya sé que siempre le regalo perfumes y le dedico cada conjugación pero este es especial ya que es una mezcla que hace muchos años intentamos con su madre hacerlo, mas cuando ella falleció nunca mas volví a seguir con la fórmula de “Passione” porque Viola es eso mi pasión y fue nuestra pasión, mi pequeña pelirroja, mi risitas de fuego. Hoy por la tarde encontré el papel donde habíamos escrito la receta.

Passione:
1 onza de violetas – un poco de amor como le llamaba mi esposa.
¼ de aceite de nuez – un cuarto de calidez.
Media cuchara de esencia de rosas blancas – Un poco de pureza.
Agusto esencia de frambuesas dulces – mucho de alegría.

Estaba incompleta, hoy he recreado aquel perfume pero le falta algo, le falta la consistencia de la cual a Viola siempre le digo, si tan solo estuviera mi amada me diría que es lo mejor, las horas pasan y esta por amanecer dormí un par de horas y en sueños apareció mi bella esposa con su sonrisa perfecta con su calidez y me dijo que le faltaba vitalidad. ¿Qué es la vitalidad? Entre tantas esencias que conozco no podía decidirme por cual hasta que escondida detrás del amareto encontré un frasco casi vacío con aroma a orquídeas, aquello era la vitalidad para ella y para mí. Luego de hacer todo el proceso conseguí el aroma a Passione del cual una vez habíamos soñado con tener.

En mi libreta había anotado los materiales, todos los tenía con excepción al de orquídeas, ya que era el más difícil de conseguir, pero de seguro en el mercado lo conseguiría. Aquel perfume Passione lo había dejado guardado por años, hasta que un día me lo rocié por mi cuerpo y para mi sorpresa varias compradoras le había gustado aquel perfume, como no acostumbro a decir que no, tuve que acceder a recrear nuevamente un perfume que me habían regalado hacia ya muchos años atrás. Temprano por la mañana salí de la mansión con un cesto para las comprar, normalmente me acompañaba Darla pero hoy era una noche especial, y tenía que ocuparse de la cena de cumpleaños de Arlett, y yo tenía trabajo por hacer. El carruaje me llevó hasta el mercado ambulante, me baje y emprendí mi camino entre aquellas calles repletas de gente de varios estratos sociales, sabía que tenía que andar con cuidado así que algo nerviosa comencé a ver un puesto lleno de flores, entre ellas vi que tenían capullos de rosales de varios colores, entre tantos compre a la anciana blancas y rojas. La puse en mi cesto y seguí con mi caminar, varios niños corrían de aquí para allá riéndose, gritando sonreí ya que se escurrían entre las personas.

Puestos mas allá había un caballero de origen egipcio que traia tinajas, fuentes y frascos de diversos colores y formas. Fue como encontrar el paraíso en ese momento, mis ojos brillaron y se abrieron estire mi mano hacia un frasco color rojo tenia forma de hija se vería perfecto en una de mis estanterías pensé – Disculpe, señor… cuantos frasco de este modelo tiene – pregunte de manera suave a lo que moviendo la cabeza me dijo que solo traía uno de cada uno, fruncí el ceño y comencé a escoger varios frascos, con diferentes formas, algo podría hacer quizás para los perfumes personalizados, o tal vez de muestra y buscar alguien que trabaje en vidrio o cristal para que me recreara los mismos. Pague por los frascos y seguí caminando con cuidado de no quebrar ninguno de aquellos cristales. Los aromas del mercado eran tan variados como únicos y extraños al cabo de algunos segundos me encontré envuelta entre un tumulto al parecer habían personajes de la realeza rondando por el lugar, curioso habían escoltas y revuelcos por todos lados hasta que comencé a sentirme sofocada, y en eso unos niños pasan a llevar mi vestido y uno de aquellos guardias por casualidad me empuja y el cesto con los cristales cae al suelo, rompiéndome cada uno en mil pedazos el silencio embargo por unos instantes el lugar y sentí como si me hubieran arrebatado mi alma al escuchar como se rompían…

por **Persefone Ginalkopoulus** Vie Mar 02, 2012 6:45 pm

Apesar de ser invierno aquella mañana habia aparecido con una beuna pinta el rey sol brillaba sobre un monton de nubes pintadas de un color gris amte que anunciaba aun la estadia del Invierno . Los Muros de Versalles con el paso de los dias se hacian cada vez ams pequeños y aburridos ,tan corrientes todos yc ad auno de los cortesanos del rey y la reina quienes eran sus tios y sus guardianes ahsta que esta fuese coronada Reina de Grecia . Persefone habia decido salir aquel dia hacia al capital parisina sin ostentar ropas que delataran su gran riqueza o quiene ra , corrian tiempos dificiles en aquel pais, tiempos oscuros y peligrosos ella lo sabia. La Muchacha sabia que por su mejor esfuerzo de no llamar la atencion lo haria ,ya que con ella habia cinco escoltas Guardias del rey que le acompañaban Por el Mercado. Seguramente estos se preguntaban " ¿ por que esta niña querria poner su vida en riesgo?" aquelloe ra una buena pregunta mientras caminaba revisando con su mirada los diferentes tenderetes podia sentir las miradas de los integrantes del pueblo ,miradas de odio y reporche , Un suspiro se escapo de sus rosados labios ¿ Por que le odiaban ?ella no les habai echo quienes despilfarraban todo eran Dominique y su Padre a ellos erana quienes deberian odiar no a Persefone quien era una princesa , una Pupila de la Familia Fontaine.

La princesa seguia cmainando por los tenderetes , habia comerciantes quienes le ofrecian las mas bellas telas traidas de Persia o el mejor vino de la mejor cosecha , alquimistas que aseguraban que podrian combertir el mas fino hilo de paja en oro solo para que su alteza fuese mas feliz , todos y cada uno fueron rechazados con estrepito por su mano o una ligera negacion de su cabeza , ¿ Para que habia ido alli' la situacion en paris era cada vez mas deprimente veia tantos niños muertos tanto en las calles como en los brazos de sus madres quienes pedin limosnas con los cadaveres de aquellos chiquillos en brazos ,aquello no se podia conciderar vida , " Nadie puede hacer llamar Inmortal cuando millones mueren " penso por un momento repudiando su titulo, su sangre ,su estatus, su familia a todos y ada uno . Su atencion fue llamada cuando el estrepitoso ruido de frascos partiendose en el piso resono muy cercanoa ella , una pelirroja ,seguramente de buena cuna veia aquellos restos como si su vida se hubiese acabado con el quebrar de dichas piezas - Ayudadla-ordeno a sus guardias.

por **Viola de Lesseps** Lun Mar 12, 2012 3:03 pm

Y los cristales que destrozados cayeron esparcidos por todos lados hicieron que por un segundo todo se quedara en completo silencio, el mercado parecía no ser el mismo, con sus ruidos habituales, mis ojos no pudieron más que solo observar la cristalería rota, a mi corazón alguna vez le había ocurrido lo mismo parecía tan lejano en ese segundo aquello y comencé a soñar a recrear todo lo que en ese segundo había sucedido, no hacía falta nada porque lo que había necesitado ya no estaba a mi alcance. Me moleste por la torpeza que hice, porque ¿había sido mi culpa o no? Ya ni siquiera podía pensar con claridad, me recline tan solo para recoger la canastilla, vacía, y me enderece, mi orgullo me permitía ser así y no me interesaba en lo mas mínimo aquel accidente o haber perdido algo, sino que yo estaba bien, escuche la voz de la dama que venía escoltada y me di vueltas con una enorme sonrisa para ver a sus guardias – No, hay nada que hacer – hice una pequeña reverencia con mi cabeza para que la dama me viera. Suspire y levante la cabeza mi vista- Son solo cristales rotos – mi perfecto acento ingles salía de mis labios como una dulce melodía.

Todo volvía a la normalidad y note en uno de los atuendos de los guardias el escudo de donde pertenecía, Francia no había duda pero la princesa francesa no era precisamente de cabellos dorados y con una mirada angelical, pensé, realmente esta gente le gusta ostentar y mas los de aquella clase que parecían sacados de otro mundo. Sonreí sintiéndome orgullosa por ser una mujer que trabajaba cada día por ser mejor, por perfeccionar una de las mas legendarias técnicas de extracción de aromas y por surgir y mantenerse en lo alto de una sociedad donde el machismo era uno de los grandes fuertes.

Mecí mis cabellos acomodándolos de manera natural, luego me encamine nuevamente a donde estaba el caballero de los frascos, los necesitaba y no me dejaría humillar por un simple descuido que por más tiempo que pasaba más claro tenia que no había sido mi culpa sino de uno de aquellos grandotes, torpes que parecían no servir para nada más que solo estorbar por el mercado ambulante. Tome entre mis manos un frasco de color azulado y el dueño de aquellos me mira un poco desconcertado – Creo que estos frascos están mejores que los que escogí hace un rato – musite, inspeccionando cada uno con mi típico ojo crítico, que las terminaciones estuvieran bien. El caballero amablemente me mostro una caja con frascos mas reducidos en tamaño mis ojos se iluminaron de inmediato – ¡Dios! Es lo que necesito… - dije con mucho entusiasmo me paso la caja y hasta me hizo un precio pero yo no podía cargar con la caja mas encima llevaba los otros frascos en el canasto, no quería volver a romper o que me pasara algún accidente – ¿Cree usted Monsieur que me puedan enviar esta caja a la perfumería? – ya le había hablado de mi lugar de trabajo así que suponía que me entendería de la mejor de las formas, a lo que negó con mi cabeza; hice una mueca en el rostro y volví a mirarlo incomoda por lo que pasaba – Esta bien… iré por mi chofer el podrá llevarse aquella caja, tan solo esperadme – dije un poco nerviosa el caballero me dijo que me apresurara que el ya se iría eso me puso los nervios de punta me di vueltas con la canasta y volví a chocar con un guardia – ¡Ash! ¿Podría tener más cuidado? – ya se me habían acabado las sonrisas… ¿en qué momento me habían seguido? ¿Dónde estaba la joven de cabellera de oro?, preguntas sin respuestas… ahora necesitaba apresurarme…

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