Entre carboncillos y aromas ~Libre~

-Se sorprendio cuando la mujer se acercó a su mesa, la contemplo parecía mucho más hermosa de lo que había visto antes- Solo, si me permite pintarla -Abruptamente antepuso su deseo de poder pintarla al de ser educado, un caballero se olvidaría de todas las cosas solo para dedicarse a la educacion pero él, que no habia aprendido ese oficio parecía desear pintar a las personas a todo lo que veía hermoso, a veces cuando no encontraba a la persna solamente la pintaba desde su imaginacion pero cuando la tenía tan cerca le gustaba tenerla de modelo, el camarero que parecía tambien haber tomado aquello como algo raro no pudo evitar marcharse con gesto curioso en el rostro, cuando pasaron unos breves segundos y se dio cuenta de su error y de que a lo mejor, con aquellos modales había asustado a aquella mujer, se inclino, solo inclino el rostro y le enseño lo que estaba dibujando-

Soy un pintor, lamento mucho si mi educación no es excesivamente memorable Mademoiselle...mi nombre es Jasper Lust, tampoco he pintado obras de renombre pero, ¿me dejaría poder ser su pintor por unas horas? -Sonrio de medio labio, era una manera de decir que le honraba que ella se hubiese acercado, si lo hubiera hecho él estaba seguro que lo primero que hubiese recibido habria sido una bofetada porque era bastante directo a la hora de hablar con las personas, a veces era cierto que tenia muchos modales y sabia como explicarlo pero cuando veía a tan hermosa dama , ante sus ojos, era imposible conservar sus formas porque aunque la imaginase solo podría alardear durante unos momentos de su figura, como por ejemplo aquellos cabellos ahora adquirían un tono mas orgullo y hermoso a la par, su figura era delgada pero no excesivamente, sino neugra, hermosa, caprichosa a la hora de las curvas, aquel vestido hacía alarde de su belleza y podía concentrar su sorbes en la perfecta piel que poseía la dama.

Sonrió apenas y después coloco la mano en la taza de cafe, como si fuese un receso de sus propios pensamientos, bebio brevemente y cuando contuvo aquel liquido caliente en sus labios, una manía que siempre conservaba, lo movio, saboreando el azucar y al mismo tiempo la matería amarga del cafe, después trago, sin hacer ruido, poco a poco como si nunca hubiese tenido algo en la boca y después le dedico una sonrisa en los labios relamiendoselos, le encantaba, acabo escondiendo sus labios con la palma de la mano, estaba quedando mal...muy mal- Perdoneme... de nuevo -Le contemplo de un modo más calmo, esperando que ella hablase, manteniendo aquella sonrisa en los labios, su cabello escondía parcialmente su rostro, lo apartó, sobre todo el flequillo mientras lo colocaba trás su oreja y después tomaba otro sorbo, dejo el cuadernillo en medio de la mesa, no quería darle la mano u ofrecersela especialmente porque tenia los dedos ennegrecidos y ya se sabia que los de su clase, ( aun cuando tuviese dinero, seguía siendo un gitano ) no debían de tocar presuntuosamente a las hermosas damas, de clase alta como ella-

Por favor, sientese -Se había sentido algo estúpido y poco caballeroso ¿porqué no le habia dado la palabra para que se sentase? lo único que había hecho contemplaba la emoción de tener a semejante mujer a su lado, lo cual, en si mismo ya era mucho. Nunca habia tenido a mujeres a su alrededor aunque pareciese lo contrario debido a su trabajo, todas eran modelos esporádicas incluso ninguna había posado por eso cuando dijo que quedarse quieta no era una de sus "pasiones" afloro una sonrisa en los labios, cerrando después los orbes, era cierto que las mujeres y los hombres cuando se trataba de posar no sabian comportarse, que decir que no era solo ella, conoció a una mujer tan impertinente que cada 5 minutos decidia cambiar de posición, él al final gracias a su memoria forográfica solo miraba su rostro, sus facciones, su cabello lo que era en cierta medida lo más importante-

El café, es sin duda una de las comidas mas importante del día, puede que lo ignoremos o que la gente no se de cuenta pero basta un cafe para acabar con el adormecimiento o sentirse en casa -Pensó mientras le miraba fijamente a los ojos y sonrió apenas, colocando las manos en las mejillas mientras se relamia los labios, solo para acabar con la sequedad de estos, debido al ambiente sus labios no conservaban mucha humedad y no le gustaban aquellas grietas que solían salir de estos cuando estaban secos. Sin mucha preparación le miró fijamente, dejando una vez mas que sus dedos pareciesen solos y que sus orbes dibujasen mentalmente a aquella mujer, en un paisaje, en segun que manera era aún más hermosa. Tomó una nueva hoja y la puso en la mesa- Su nombre es sin duda precioso mademoiselle Valois ¿O como prefiere que la llame? Gabrielle quizás

-Preguntó, sabiendo que si ella tuviese una edad mas avanzada, aquello que estaba haciendo ahora sería una auténtica falta de respeto, a la gente noble siempre le gustaba ser tratada como tal aunque habia una excepción en la generación joven que aun tenia su inocencia, eso era claro esta que empezaban a tener los genes paternos o maternos y se transformaban en unos ricachones bastantes que preferían el "Don" o "Doña" junto con su apellido a cada cual más pomposo, era cierto que él, era gitano y asi mismo era una persona de clase alta, algo que pocos podían imaginar pero agradecia no haber crecido en un ambiente donde el dinero era más importante que las personas. El aroma a cafe, el dulce, el aroma de aquella mujer, mientras miraba distraido hacia la mesa, ésta se movía de un modo más apagado, parecía precisamente sentir cada uno de los movimientos. Antes habia coloicado una servilleta pero parecía no haber sido suficiente, notó aquellos tactos indiferentes de la madera, áspera en algunas esquinas y en cambio suave y brillante en otros lados, dejo una vista a aquella y dio otro sorbo de café con una sonrisa-

¿Que te ha llevado aqui? -Preguntó antes de comenzar con su obra de arte, dibujando su rostro, sus faccionesm eran similes a las de su compañera, después de aquel trazo dibujo aquellos labios, no tenia necesidad de mirarla, ya que los dibujaba con precisión aunque alguna mirada de reojo a lo que estaba pintando ayudaba la mayor parte de las veces, para empezar con si trabajo-