A ver que encuentro [Louis J. Bouquet]

por **Zelo** Mar Feb 14, 2012 10:21 am

-¿Por donde será para ir al parque?-Dije aun perdido con la mochila a cuestas, sujetándola con demasiadas cosas dentro de ella. Era un día que era igual que todos. No tenía a donde ir y vagaba de un lado hacia otro buscando, pero que en realidad, mis pies paseaban por las vestidos con unos zapatos andrajosos al igual que el resto de mi ropa. Era lo único que tenia para sobrevivir por estas calles. La camisa de lino blanco que llevaba, apenas me cubría del frío. Temblaba en el sitio aún mirando por dónde ir.

Metí las manos en los bolsillos y empecé de nuevo a deambular. Sé que hacia un frio tremendo, pero no...Sabía por donde tirar. Lo que si no volvería a hacer, era regresar a casa del amo. Aquella persona que me veía como una mascota. Que me veía como un mueble. Los latigazos que en realidad tengo cicatrizados en mi espalda, lo podrían demostrar, pero el sonido de su voz, retumbaba en mi cabeza con tan solo un nombre “Keiko” ¿Qué era Keiko? ¿Era persona o pez? ¿Era madera o aire? No sabía que era, quizás el nombre de algo, de una persona, quizás cercana o alejada. Solo con el corto camino que llevaba por la calle principal, me sentía cansado. Por las noches, no dormía bien, envuelto en una manta que llevaba en mi mochila, la comida de la basura era un plato delicioso comparado con las sobras con las que me alimentaba el amo. El amo. El amo. El amo.

Como le odiaba y a la vez le amaba. Solo aquellos violentos golpes con los que me daba en la espalda y por otras partes de mi cuerpo, solamente porque era un torpe y bueno, la verdad es que le dejaría sin hogar, solamente por aquellos golpes me hacían querer volver a verlo, a buscarlo, pero de nuevo, todo volvería a la rutina pero con aun mas de intensidad. Paré de caminar, recoloque la mochila que se deslizaba fuera de mi hombro, seguía andando por la acera, andaba y andaba y-Tsk...-Fruncí el ceño al ver que uno de mis zapatos se había roto por el talón. Eran los únicos zapatos que tenia y que el amo me dio para que no cogiera nada de frio. No pasaba nada, pero eran bonitos. Solo esperaba que no comenzase a llorar porque la lluvia podría acompañarme en mi solitario camino en busca de algo.

por **Louis J. Bouquet** Lun Feb 20, 2012 12:34 am

Aspiro el aire parisino, estirando sus brazos, emulando los estiramientos de un minino que esta calido debido al lugar donde estuvo, y que de pronto, se ve en plena calle. Lo mismo con su cuello. Un par de chasquidos antes de llevarse las manos a la cabeza y despeinar sus cabellos con un gesto raro, para sus compañeras que salían en ese momento, mirándolo por el rabillo del ojo. No estaba con ánimos de ir por allí comiéndose la cabeza como otras veces. Era mitad de semana, y no estaba cansado, por extraño que pareciera. Louis ahora tenía responsabilidades. Internamente, alguna parte de el, sentía mas… ¿predilección? No sabía como definirlo… por el bienestar de Halima. No existía nadie mas importante para el que esa niña de cabellos rubios, traviesa como lo propio de su tierna edad. Sentia incluso que las cosas con alguien…
-Arg! Basta, basta! -Se dijo en voz alta, dandose un golpe con la palma sobre la frente. Sintio una mano sobnresu hombro y se giro un poco. Era Yakim, un compañero venido de Rusia, mucho mas alto que el, fornido y de cabellos castaños. Era con uno de los que mas palabras llegaba a cruzar -¿Estas bien? Hey, anda, chaval, mira nada mas que cara tienes. Se nota necesitas un poco de diversión, anda ven con nosotros[/b]-Le sonrio, mientras ya se reunian uno mas, formando un coro a su alrededor. El cambiaformas solia negarse a salir con ellos. Corria a casa. Pero no pudo negarse mas. Le dolia no ir, para cuidar de Aly, pero… habia cosas dentro de el, que era mejor calmar, distraer. ACLARAR.
Por ello, les siguió.

Varias horas después, salía tambaleante de una taberna. Reía y la brisa invernal, prácticamente le hacia nada. No lo sentía, tenia las mejillas y nariz sonrojadas. Cualquier par de incoherencias, lograba decir, por esa zona, donde las mujeres y hombres se ofrecian como productos. Louis, era atractivo, lo sabian los demas, aunque el lo negara una y mil veces. Tenia la piel clara, bien cuidada, y ese toque de exotismo, que eran tal vez, lo que hechizaba a las personas. No tenia ni la mas remota idea, mientras salia a las calles mas transitadas, mas iluminadas, intentando colocarse bien los botones del abrigo oscuro que portaba sobre la camisa abierta que traia. Si, era un idiota, pro uno con suerte. Su condición, le suponia resistente a enfermedades.

Intento encender un cigarrillo, miraba a las personas con gesto sonriente, y mirada ausente. Señoras que apenas entraban en vestidos de colores algo llamativos. Esas eran las que le causaban cierta gracia. Por que en esa calle, habia de todo un poco, como constataria, mientras sostenia el cigarrillo entre los dedos de su mano izquierda, y miraba la acera de enfrente.

Los rasgos del chico, le eran.. de cierta forma familiares, y le hacian sentirse… Bien. Si, no habia forma de decirlo con claridad, pero ese chico, le habia atraido mas que las muchachitas cargando cestos de frutos, que lo miraban y cuchicheaban.
Tiro el cigarrillo, y sin fijarse por donde iba, chocando con varias personas, pasando delante de una carreta, -y de paso, fue maldecido por el conductor- cruzo la calle y se coloco justo al lado del chico. Tenia la mirada algo baja. Tal vez no lo noto, ni sabia que estaba alli un ser ajeno. Louis no pensaba antes de actuar, y eso era una de sus señas naturales. Llevo una mano al cabello ajeno, y sin mas, lo agito energicamente, como aquel gesto que un amigo podria hacer a otro, de conocerlo de años.-¡Anda! ¿Por qué tan triste? La noche es joven y el invierno es la cosa mas hermosa… ¿no te gusta? -solto una risita. Las mejillas permanecian encendidas, sus piernas trastabillaron un par de pequeñisimos pasos hacia atras. Pero en su mirada, una chispa, se atrevio a brillar. Podria estar bajo influencias de algunas sustancias, pero, su interior siempre seria el de mismo minino por demas noble y… eos que fuera el.

por **Zelo** Lun Feb 20, 2012 8:48 am

Nada echaba en falta aquella noche envuelta en estrellas y por mi olfato pude oler el aroma de alguien nuevo, un aroma que no había olido durante todo el trayecto que mis piececitos llevaban de camino y llevando mi nariz a todos lados intentando saber de dónde venía ese aroma, mi rostro se quedo mirando a lo lejos a un hombre de elegantes ropas, cabellos dorados y parecía alguien sin problemas en el mundo. La gente pasaba. La gente parecía moverse a través de mí como si fueran simples visiones mientras que de algún modo, la visión de aquel joven de cabellos dorados y sonrisa ladina y mi mirada se cruzaba sin importar lo que hubiese de fondo. El frio suavemente me acariciaba, temblaba de frío y enseguida el alboroto en las calles fue lo que me despertó de aquel trance y volviendo a caminar con la mirada hacia el suelo, olvidando que había visto a tales personas o a una persona que no sabía qué interés era el de mirarme continuamente.

Más rápido, más rápido caminaba hasta que de atrás los gritos comenzaron a surgir de los conductores, de la gente que al parecer estaba siendo molestada por algo. Pensé en mirar hacia atrás pues la curiosidad parecía despertarse en un suave cosquilleo sobre mi esternón. ¿Qué pasaba? No lo sabía de verdad hasta que finalmente pensaba mirar hacia atrás, pero un revuelo en mis cabellos hizo que me encogiera en el sitio con miedo, encogiendo los hombros y sacando las manos de mis bolsillos para taparme la cara de aquel desconocido-¡No! Por favor...-me hice un ovillo en el sitio, de rodillas, abrazándome a mí mismo.

-...No...me haga daño...-dije enseguida pero al ver la punta de los zapatos de aquella persona, sabía que había metido la pata. Anteriormente, en la distancia había visto aquellos zapatos que vestían los pies de aquella persona de cabellos dorados-Oh...Lo siento...-Dije lentamente mientras alzaba mi mirada para verle, me levantaba de mi ridícula pose y aferre la cinta de mi mochila más hacia mí, procurando que estuviera bien cerca de mí.

Enseguida y sin venir a cuento estornudé y me limpié con el borde de la camisa que era un desperdicio. Me escape con lo esencial, movía los pies en el sitio de un lado a otro con pasos de hormiguita, intentando no ser presa del frio. Junté mis manos la una con la otra para soplar aire caliente sobre ellas. Se calentaron por muy poco tiempo y volvía a mirar a aquella persona-Es...horrible....Digo el invierno-En ese momento no sabía qué hacer. Una calidez me transmitía la persona que estaba aun a mi lado. Me repeine para estar más o menos decente. Aquella persona parecía alguien sobrenatural por la belleza que desprendía y yo mismo era no digno de estar presente. Enseguida mostré mis respetos arrodillándome en el suelo, deje mi mochila de viaje delante de mis piernas y las manos delante.

-Le ruego, que me perdone señor...No soy digno de estar en presencia suya y...-trague saliva un poco-...y...y...solo tengo esto, una mochila con pocas cosas para sobrevivir y esta ropa mugrienta...-No quería darle pena, pero para mí, el hacer esto era necesario para mantener mi consciencia tranquila. Él señor de cabellos rubios era bello, con formas elegantes y ropajes brillantes. Yo en cambio no tenía tanta categoría como él si la tenía.

por **Louis J. Bouquet** Jue Mar 08, 2012 5:38 pm

El chico era bastante curioso, eso le había atraído. Quizás no traia las ropas mas brillantes, o si quiera caminara con paso “decente”, no, era… diferente, y eso mismo, lo hacia destacar entre un mar de gente. Louis entonces, era como una especie de cuervo que daba rondines, desde las ramas de un arbol seco, o planeando por encima de aquel vasto paisaje. Y el, aquel muchacho, el blanco deseado. Sonreia, de medio lado, esperando por ver el rostro mas de cerca de aquel hombre. Quizás algún golpe en el rostro, por que no, despeinar a una persona que no conoces, como especie de saludo o medio para acercarte, tan… como si estuviera en plena confianza, no era algo que una persona en buenas condiciones haria.

Lo que de verdad no se habia esperado, era, precisamente, lo que aquel habia hecho. Jérémie dio otro par de pasos atrás, sosteniéndose con la propia fuerza de su cuerpo, mientras se llevaba una mano a los cabellos, y sus cejas se arqueaban, como si de verdad, no diera credito a la escena que se sucedia delante de sus propias narices. Paso saliva, parpadeando un par de veces. ¿Hacerle daño? Soltó una risita, no de burla, solo… ¿habia sentido ternura? Si, eso era. El chico alzo la mirada, y entonces, se incorporo. Tenia tal cara, que ese sentimiento de ternura hacia el joven, crecia dentro del pecho del cambiaformas. Ladeo su cabeza, sin cambiar la expresión sorprendida de su rostro, lo que era mas, miro de manera critica al muchacho. No era, claramente, un ciudadano parisino. Venia de tierras lejanas. Asi lo decia la forma de esos ojos que le miraban timidamente. Pupilas con una forma como la suya, oscuros, escondiendo a saber que detrás. Y sus ropas, demasiado desgastadas. ¿Cuánto tiempo llevaria andando con esa mochila sobre el hombro?

Lo miro. Era muy diferente a las personas con las que se rodeaba. Todas ellas, sin importar lo bueno de sus sentimientos, llevaban elegantes ropajes, olian bien y eran todos sujetos radiantes, aquel chico no. Si fuera el Louis de antes, el que tantas estupideces hiciera en Londres, lo mas seguro, es que ni siquiera se hubiera acercado. ¿O era por que estaba medio ebrio? Hablaba, y decia que su estación favorita era horrible. Los brazos del japonés, caian a ambos lados de su cuerpo, mientras observaba sin decir mas a ese chico, que acababa de despeinar, no hacia muchos minutos.

El mismo, que ahora, se acomodaba, o eso parecia. Para dejarse caer delante de el, en una actitud que no le gusto. Jérémie no era nadie especial, para que el chico desconocido le tuviera tal… ¿ muestra de respeto?. El minino lo encontraba denigrante para el otro, y eso no le agradaba, no le hacia sentirse bien, por el contrario, se sintió asqueado de sus ropas arregladas, de su sonrisa, incluso, por ir con tantas copas encima. Nego suavemente, sus cabellos se movieron a la par, y se vio borrosa la imagen delante. Pobre muchacho, sin duda. Sin nada, ni un techo donde pasar esa noche seguramente, y el, trabajando como animal, con la excusa de mantener a su princesa de bucles rubios, a la que nada podia negar, gastando precisamente, parte de esas ganancias, en algo que solo le daba bienestar pasajero, después vendrian los fantasmas de las dudas y los miedos, y las lagrimas, para amanecer, con una jaqueca que lo tendria tumbado, si no fuera, por que, debia ir a casa, por la mañana. El rubio avanzo un paso adelante, sus rodillas temblaron ligeramente, antes de que permitiera que cedieran, para colocarse delante de aquel, le sonrio, y apoyo su mano sobre su hombro. -Soy un hombre, como tu. -Le dijo con su usual tono aterciopelado, que no se perdia con el elixir del dios Baco- -Ven conmigo, seguro tienes hambre. -Le ofrecio, a la par que se incorporaba, y le extendia su mano.

por **Zelo** Sáb Mar 10, 2012 10:17 pm

No era como el amo. No era como otras personas que conocí o llego a recordar que me trataban igual que el amo para tan solo mantenerlo complacido. Es más dude un poco en coger su mano. No supe si hacerlo, por tanto supe de un pañuelo que tenía en el bolsillo de mi pantalón, metí la mano para sacarlo y limpiarme las lágrimas que escondía de su mirada. Entonces, ahora sí que tome apoyo de su mano para poder levantarme, no con elegancia, sino con cierta torpeza, perdiendo el equilibrio sobre los hilos rotos del bajo de mi pantalón para caer finalmente sobre el pecho del hombre de cabellos dorados, agarrándome intuitivamente en sus hombros para después tenerlo cerca, palmo a palmo a mi rostro.

Demasiado cerca estábamos, me agarraba mas a sus hombros para poder finalmente, mientras le miraba asustado-...Un poco...si...bueno, no he comido nada desde ayer por la mañana....-Dije diciendo la verdad en toda su certeza. Si. No comí nada y me moría de hambre, pero en aquella posición, a saber cómo lo iba a entender aquellas palabras. No iban con un sentido pícaro ni lascivo, tan solo era verdad, solo un mendrugo de pan pude robar con todo mi pésame hace dos días y ayer por la mañana no pude hacer nada, ni coger nada por la vigilancia que había por las calles.

Le miraba. Un rubor palpaba mis mejillas. Ay ¿Qué pasaba? Sería la posición, que al mirar hacia abajo, mi rodilla, inocentemente, le rozaba la entrepierna del contrario. La quite de inmediato para después hacer varias reverencias a modo de disculpa tras haberme separado-¡Gomene!...No...Me....di cuenta....-Seguía con las reverencias hasta que finalmente los zapatos de aquella persona estaban más cerca de mí. Trague saliva. Tenía miedo pues comencé a temblar un poco con cierto disimulo para que no lo notase del todo. Miraba al suelo y de nuevo, el sonido de la voz de mi amor aparecía en mi cabeza.

-¡No amo! ¡No! ¡Déjeme!-Me abrace a mí mismo, queriendo alejar como si se tratase de espíritus malignos queriendo atacar mi paz con recuerdos que había conseguido olvidar, al menos los más recientes que tenía en mente. Jadeaba sin darme cuenta de que la gente, en esa oscura noche, podría estar mirándome. Pues me daba igual. Ya no pude mas con que comencé a llorar, apoyado sobre el pecho del hombre de cabellos dorados, abrazándome a él, como si pudiera confiar en él sin más, como si le conociera de toda la vida, pero, me sentía tan cálido, su mirada con la que me miro en aquel instante tan cercano, tan sumiso, que junto con la fortaleza de su pecho me sentía como en casa.

por **Louis J. Bouquet** Dom Mar 18, 2012 8:40 pm

Jérémie mantenía posada su vista sobre aquel muchacho. Cada movimiento, el felino lo olisqueaba, lo media. No entendía del todo, como se había cruzado con el. Aquel hombre parecía haber surgido así, “plop” de la nada, ahora que el necesitaba algo. Pero… que? Alguien que lo ayudara a llegar a un lugar donde pasar la noche, o que le impidiera seguir cometiendo estupideces, alguien… que no lo dejara solo, en una noche tan fresca. ¿Por qué tardaba en tomar su mano? La sonrisa en el rostro del japonés, se tambaleo un poco. No estaba acostumbrado a que lo dejaran así. ¿Acaso no iba a tomarla? No entendía que había hecho mal. Estaba por empezar a formarse ideas descabelladas, cuando noto la mano calida del chico, unirse a la suya. Era… agradable. Aplico fuerza para ayudarle a incorporarse, pero algo paso, y no tuvo tiempo a saber el por que. De un momento a otro, tenia al chico encima suyo, apenas un paso hacia atrás dio, para mantener el equilibrio, lo cual, en su estado ya era un milagro.

El rostro del desconocido, estaba mas cerca de lo que las reglas marcaban. Louis contuvo la respiración. No le molestaba que aquellas pupilas oscuras lo mirasen. En lo absoluto… quizás, todo lo contrario. Le agradaba esa manera en que aferraba sus hombros. Fuerte, pero sin lastimarlo. Se sentía conmovido por el sentimiento que los orbes ajenos le transmitían, junto a las palabras.
Pobre muchacho. El rubio sabia que era pasar hambre, día tras día, hasta que tus fuerzas comienzan a fallar y lo único que te queda, es la… ¿Qué lo mantuvo a el con vida en aquel barco que lo trajo al mundo occidental? No estaba seguro de la respuesta. Ni siquiera si la tenía. Pero… bueno. Lo importante en ese momento, era el joven que tenia allí, prácticamente entre sus brazos. Por fracciones de segundo, se le antojo un niño perdido, lejos de casa, si es que tuvo una. Solo.
Un niño que se sonrojaba, y le regalaba una deliciosa imagen. Le miro entonces, mas intenso, aunque sin un sentimiento definido. El calor del cuerpo, tan exquisito del muchacho, se aparto, y Louis arqueo una ceja, el muchacho se disculpaba. Tardo un par de segundos en notar el porque. Cuando lo hizo, una risita escapo de el. -Tranquilo, esta bien. Me gusta que estés… que no estés tan frío.-murmuro, con una sonrisa traviesa, instalada en sus labios, encogiéndose de hombros. La verdad que a ratos se sentía un sinvergüenza de primera. Dio un pequeño paso, para volver a cortar esa distancia.

Algo pasaba con ese muchacho. Parecía preso de si mismo, pues el no era un habilidoso de la lectura de mentes, así que no podría echar un vistazo, y ver que le ocurría. Había dicho “amo”. Louis podía olerlo. Era un ser como el. ¿Acaso, alguien lo tenia de mascota? ¿O el chico era un esclavo desde su forma humana? El rubio sintió asco por quien fuera aquel dicho “amo”. El muchacho estaba aterrado, como se lo demostraba la manera en que lo aferraba. Jérémie sin dudarlo, lo abrazo por la cintura mucho mas fuerte, llevando una mano en el acto a sus cabellos, consolándolo. Las miradas chocaron, y el actor le miro de forma dulce, sincera. Esperaba darle seguridad. Vamos, puedes confiar en mi, quiso decirle sin palabras. -¿Qué te gustaría comer, eh? Vamos, estas conmigo, no dejare que nada te pase, ¿de acuerdo?-Aparto un mechón de su frente, en la cual deposito un pequeño beso. Después, lo aparto lentamente, sin poder acariciar su mejilla. Después, reacciono, y recordó como se había apenado el muchacho, y bajo la mano, desviando la mirada. Estaba seguro que algo de su rostro ardia, y no era producto del licor.

por **Zelo** Jue Mar 22, 2012 10:54 am

Que reacción más extraña tuve. Me lamia los labios pensando en que hacer. ¿De verdad me iba a dar de comer? ¿Debería creer en esas preguntas o en ese “¿De acuerdo?” Solo sé que no me había llamado esclavo, ni siquiera me había hecho arrodillarme por mis pintas. Note como el pantalón se cedía y una de mis manos fue a sujetarlo por la cintura, impidiendo que se cayera. Hacía tiempo que no comía en condiciones, mi estomago me delato haciendo un ruido estrepitoso, con mi otra mano me cubría el estomago como si eso lo váyase a impedir.

Tan solo alargue la mano de mi estomago hacia uno de los dedos de aquel confiable extraño, le cogí del dedo meñique, para después agarrarle la mano, fijándome en su mano y no en su rostro, pero no por asco, sino porque mi cara estaba roja como un tomate y, y no me atrevía a mirarlo. ¿Quién en todo lo que llevaba de vida me había tratado con palabras tan tranquilizadoras? Nadie desde luego. Quizás aquellas personas a la que llamaba padres, aun no sé donde están o si es que tengo algo por ahí. Me acerque hasta pegarme de nuevo a su pecho, escondí mi rostro en su pecho, asintiendo a aquella pregunta-...Pero no quiero molestar...-Dije cuando mi voz salía apagada y a la vez tímida por aquel momento. Mis manos las apoye en su pecho, cual gato hincando sus garras en la ropa de su amo.

Estuve un rato así. Me sentía bastante agusto. No habría porque, no tendría porque separarme de esta persona. Vamos, llévame a donde tú quieras. Yo ya soy un mandado al que no le dejan tener opinión sobre nada, ah, pero gracias por aquellas palabras que dijiste. Pensando más en lo que paso, el sabor de la vida podría saborearse en la dulzura de esta persona. Mi mirada, entonces, aquella marrón y dura como la tierra, miraba a la liviana del hombre cual cabellos de sol, amechanados aleatoriamente por todo su pelo, largos y cortos, pero-Gracias...-Unas gracias merecidas se las di, luego un abrazo como si fuera el ultimo. Mi estado, yo, me había conseguido escapar, no sabía si mi amo estaba por ahí, vigilándome, pero me daba ¿igual? Si. Podría dar todo lo mismo.

Yo solo además no podría hacer nada. Aparte de un nombre. “Keiko” Otra vez en mi cabeza mientras miraba aún a aquel hombre de ojos azules. ¿Qué quería hacer? Acercarme, pero era demasiado tímido, pero me acerque hasta que casi no quedara nada de distancia entre ambos. ¿Lo haría? Negué con la cabeza. No, no le conocía. No quería hacerlo. Mi cabeza se alejo. Ahora estaba de nuevo en su pecho y yo sonrojado nuevamente. Mi corazón palpitaba. ¿Qué habría hecho? Casi le iba a dar mi primer.....beso. Mejor reservarlo para aquel nombre...

”Keiko”

por **Louis J. Bouquet** Mar Abr 03, 2012 2:01 pm

El chico se veia realmente hambriento. El nudo en la garganta del japones, se hacia mucho mas denso, pesado, le dolia incluso. A veces se sorprendia del por que las personas tiene que sufrir, y este sector es enorme, mientras en los palacios, comen hasta saciarse y mucho mas que eso. Incluso se permiten tirar la comida. Eso no esta bien. Los elaborados trajes, eran pagados literalmente con el sudor y sangre de los miles de hombres y mujeres que vivian en esa ciudad, en los pueblos vecinos y en todo el reino. Pero… ¿Cómo hacer para cambiar todo ello? No se puede si no hay union. Ya lo decia aquel sujeto en su libro, no es asi? “divide y vencerás”. Eso hacen los poderosos.
El desconocido apenas pudo sostener el pantalón que caia. El rubio contuvo el aliento un tanto apenado, cosa que se fue al traste, cuando a sus oidos llegaron ciertos sonidos. Rompió a reir, una risa ligera, espontánea, natural como hacia dias que no.
-¡Por los dioses, niño! ¿Cómo te mantienes en pie?-No habia sido burla, no, era mas bien que le parecia gracioso el sonido. Quizas si no tuviera algo de licor en el cuerpo, hubiera podido controlar ese impulso, pero no se frenaba ahora, la pena quedaba tapada en caso como aquel.

La cara del chico ardia, y no tenia que ser un genio para notarlo, ni estar al cien en sus cincos sentidos. -Shhh no digas esas cosas… no me molestas niño… no me molestas… ¿Cómo vas a hacerlo? Eres bonito y simpatico….- susurro, con voz cadenciosa, pausada. Saboreando la vision que tenia delante. ¡No, no! Ese era un niño que necesitaba ayuda, no un aperitivo… Rio, a veces se sorprendia de lo bizarro que era su interior.
Pero no tanto, como lo hizo por aquella aproximación. Paso saliva, y contuvo el aliento. Poco importaban las personas que pasaban a su lado. Entreabrio los labios… no lo rechazaria, muchas cosas escapan de la vida, que es corta y no sabemos aprovechar, solo por estupidos prejuicios. ¿Acaso no le habia quedado claro ya? Por eso, el cambiaformas ya no se detendria nunca mas. Lo haria, por ella. Ella merecia un hogar estable. Lo mas normal y seguro posible. Ella. Y el, era su padre, su heroe, tenia que sacrificar cosas de su vida, que creia importantes. Ahora entendia a esas madres que daban todo por sus hijos. Pero asi como aquel chico se acerco, se alejo, y Louis dejo ir el aire de sus pulmones. -Yo tambien estoy en el menú, muchacho…-Le dijo, en tono casi delirante, tomando su mejilla, acercándolo de nueva cuenta. Le sonrio de medio lado y beso su mejilla. Después se aparto. -Tambien necesitas algo decente de ropa, algo que te quede bien, querido. ¿te parece bien comprar algo de camino a mi pieza? Seguro que te queda algo mio.

por **Zelo** Dom Abr 08, 2012 1:41 pm

Ropa y comida.

Solamente necesitaría aquellas cosas para así poder sobrevivir-Seguro que me quedara bien cualquier cosa señor, me conformo con muy poco-Dije demostrándole que no era de mucho pedir-¿Pieza? No entendí señor...-No sé a qué se refería con aquello de pieza ¿Era un puzzle acaso? No lo sabía pero, algo me intuía que se refería a su hogar-¡Oh! Se refiere a su hogar, señor?-pregunte por si ahora había acertado un poco mejor y ya no había cometido de nuevo el error de equivocarme. Lo de que él estaba en el menú, me hizo mirarle de un modo extraño, no sé porque, pero me entro algo de nervios y un poco de gustillo en el estomago. Me gusto que hubiera dicho eso, pero preferí alejarme, cogerme de su mano, soltarme de su mano, sujetarme mejor los pantalones, coger la mochila y, finalmente cogerme de su mano-Algo me dice que confíe en usted, así que lo hare....-Dije, con una mirada fija y severa sobre los ojos azules de este.

Sabía que era de primeras un extraño. No le conocía de antes, pero simplemente, no podía pensar nada más que en que confiar en él. Más bien era por afinidad o porque ya a primeras me había parecido un ser bastante simpático con el que mantener una lívida platica y gozar de intereses comunes. Bien cierto es que yo mismo, memoria sí que no tengo mucho, si que no querría que me olvidara de mi pasado, pues todo el mundo tiene alguno que querer olvidar, pero en mi caso, era solamente unas páginas en blanco, en las que en el libro de mi historia, había empezado por la mitad. ¿Cómo habría empezado mi historia? Seguramente con un “había nacido en una familia....” pero después solamente había páginas en blanco, o con imágenes difusas que no conseguía recordar firmemente.

Todo, a cada segundo se hacía más confuso.

Quizás, aquí, lo único sensato era que me fuera con...Un momento. Creo no haberme presentado.

-Perdón, me llamo Zelo...¿y tu?

por **Louis J. Bouquet** Lun Abr 09, 2012 6:04 pm

”Señor”. Louis era algo mayor que el chico, si, pero no creia que tanto para ser llamado de esa manera, ahora bien, el cambiaformas, era padre de familia, asi que bien podria entonces, quedarle ese apelativo de respeto. Pero el muchacho no sabia eso, por lo que… Joder, siempre tenia que pensar y pensar. ¿Qué se conformaba con poco? Si pensaba ayudarlo, no repararía en nada, ni el costo ni en el tiempo empleado. Luego lo miro con expresión de circunstancias. ¿Qué no habia entendido? Estaba bien que Louis tuviera un acento y que incluso, hablara de manera mas pausada que el resto. Además, no habia bebido lo suficiente como para comenzar a balbucear las cosas. Pero después, el mismo chico, se respondió.

La mirada oscura del otro cambiante, le gusto. No sabia precisar el que sentia al verla, no con claridad, pero sentirse observado con esas tonalidades difusas, lo hacia tener esa sensación especial en el cuerpo. Jérémie comenzó a solar pequeñas risitas, al verlo. Un tipo mucho mas despistado y azorado que el. Asintio, claro que debia confiar en el. Louis era todo menos peligroso. Tal vez, solo para el mismo, para el resto, era solo una linda mascota o muchacho mono. Sujeto con firmeza la mano del chico. No era tan suave como la suya, pero tenia su encanto. El que da una vida de tragedia, si, si. Pobrecillo.

Un par de pasos, antes que el chico volviera a hablar. Ah… ya no era un desconocido. Le sonrio de manera gatuna, amplio y misterioso. Jalo de su brazo, hasta pegarlo mas a su cuerpo. -¿Zelo? ¿Qué clase de nombre es ese? Jamas lo habia escuchado…- Le sonaba de buenas a primeras a alguna cosa pegajosa. Y tambien, al periodo animal que… Comenzo a reir de nuevo. Para apoyar su rostro en el espacio entre el hombro- su barbilla alli- y su mejilla. -Me gustas… Digo…- Mas risas, y se giro, poniéndose delante, llevando un brazo a cintura, para mantenerlo pegado a su cuerpo. -Te decia que es un gusto, Zelo… Yo soy Louis… -Otro beso en la mejilla, y lo arrastro juguetonamente por entre la multitud. Lo primero era ropa que no tuviera que sujetar cada tres pasos, por dios. -Sabes… aunque seas un minino, te dare un baño…-Giro el rostro, sonriendo.

por **Zelo** Sáb Abr 28, 2012 1:16 pm

¿Co-como solucionaba ahora yo esto? ¿Porque me sentía cálido, más de lo normal? ¿Porque mi corazón latía apresuradamente con la cercanía de aquella mano sobre mi brazo? ¿Cómo era, que me estaba poniendo algo tenso al tener a esa persona tan...bella detrás de mí? Su risa, había sonado como una burla hacia mi nombre, agache la cabeza para que un rubor azotase mis mejillas, su aliento cerca de mi piel, me tensaba el cuerpo cada vez más. Se llamaba Louis y creo que por ello no le escuche bien, pero finalmente le mire por encima del hombro para después mirarle frente a frente.

-¡ah!-Me asusto, pero me cogió de la cintura para que mi cuerpo estuviera cerca de él, para que finalmente yo tuviera que agarrarme a los hombros de Louis y con ello mis caderas junto a las suyas. Nos movíamos, ¿Nos deslizábamos? Creo que me movía rápido entre la gente, como mi amo lo hacía a veces conmigo, pero Louis era mucho más suave y grácil.

-¿A-adonde vamos Louis?-Le dije para que me dijera y calmara mi curiosidad. Bien tenía yo curiosidad por si me llevaba al matadero, pero yo odiaba el agua. Negaba febrilmente, no me gustaba el agua, no me gustaba tener baños, yo creo que los he intentado evitar durante toda mi vida, no me interesaba el agua-No, baño no...-me solté sin darme cuenta, Salí corriendo con mi mano en la cinturilla de mi pantalón para sujetarlo y que no callera, con mi otra mano agarrando la mochila hasta que tropecé al suelo en un pequeño traspiés, haciéndome daño en la rodilla para después, ¡Ay! Darme la vuelta y ver a Louis ahí, quieto en la calle.

El sabor de la vida me devolvería de nuevo aquel pasado que para mí era desconocido. Aquel que echaba de menos. Keiko...de nuevo aparecía en mis pensamientos. ¿Estaría relacionado con Louis o simplemente se me había quedado implantado por mi señor?

por **Louis J. Bouquet** Sáb Abr 28, 2012 7:58 pm

Podria tener algunas partes de su mente adormecidas, pero claro que aun era capaz de notar las reacciones que provocaba en el otro muchacho. Las miradas esquivas y las mejillas tornándose en colores, todo. Le gustaba si, sonrojar a su pequeño Imre, picarlo hasta que el otro decia que exageraba. ¿Por qué ese chico le inspiraba hacerle lo mismo? Le gustaba ser mimado, ser amado… Protegido, por eso habia cedido en parte a algunas cosas… Pero, lo que no llegaba a comprender, era el porque, su debilidad por aquellos con un aspecto tan desprotegido. Infantil incluso. Eso le agradaba, pero temía que de encariñarse con aquel muchachillo, le sucediera lo mismo que vivia a ratos. Esa inseguridad y desosiego. ¿Hartazgo? Puede ser, la miel en exceso, hace daño.

Uno, dos, tres pasos. Avanzando con la misma flexibilidad de una danza de calentamiento. Su cadera pegada a la del otro. El rubio no hacia nada sin un toque de teatralidad innata. Respirando el aroma del hombrecillo llamado Zelo, mas allá del atisbo del polvo… Se rio de nuevo. Queria ver ese cabello oscuro, resaltar entre sus manos y la espuma que planeaba formar. Si… ¿Cómo estaria debajo de tanto trapo? Notaba su brazo fuerte, delgado, claro, pero firme, no nada mas puro hueso, aunque si se le veia la falta de alimento. ¿Asustarse? No entendia las palabras del otro, pero lo hacian sonreir de manera bobalicona. De un momento a otro, la calidez del otro cuerpo lo dejo y se giro con premura, observando al cambiaformas que ¿escapaba? La sonrisa se hizo más grande y se carcajeo con ganas mas no se movio . ¿Baño no? ¡Por los dioses! El también era un gato, y el no le hacia el feo al agua y el jabón. Siempre tan meticuloso… Además, Halima siempre se encargaba de darle baños extra.

El chico en otra gran demostración de la torpeza que le salia tan natural, que eso ya deberia hacer pensar a su dueño, en buscar ayuda con algún brujo, o algo… eso ya no era normal. Se mantenia riendo, mientras el pelinegro se hallaba en el suelo, algunos metros mas alla de su alcance. Se llevo una mano, tapando parte de su rostro, sus labios, con el dorso de la mano y comenzó a avanzar en su dirección. Intento correr los últimos pasos, pero sus piernas se movian de manera poco eficiente. Se rio de si mismo antes de alcanzar la altura del otro. Lo miro, con los brazos cruzados sobre el pecho. -Iremos al hotel donde me quedo, anda no falta mucho. - ¿evitar mencionar aquella patética huida? No. -Mira que eres cobarde, vamos, toma mi mano. - La extendió, servicial, esperando el otro la tomara. Fue entonces que se percato del daño en la rodilla del muchacho. Se dejo caer de rodillas, ya sin sonreir. ¿y si sangraba mucho? ¿se habria roto algo? Estaba algo debil, era posible. Chasqueo la lengua, sin esperar a que el chico dijera nada, y le tomo por un brazo, colocándolo como pudo sobre sus hombros. Se encogió por el peso de este, mas no se quejo. Lo sujeto bien, e intento comenzar a reanudar la marcha -No tengas miedo al agua, anda, ya eres un niño grande. Y sabes? Si quieres… [-ladeo el rostro, para susurrarle con los labios rozando la piel de su oreja-podria bañarme contigo…-apenas las palabras salieron, mordió levemente esa piel y tiro un poco de ella

por **Zelo** Miér Mayo 02, 2012 7:13 am

Miraba a Louis con cierta curiosidad. El agua no era mala, me había mojado mil y una veces caminando por las calles de Paris, en busca del algún cobijo. Ahora que de algún modo estaba sujeto sobre sus hombros, me resigne a hacer cualquier gesto de contrafuerza contra la que hacia Louis para sujetarme sobre su cuerpo, resople, dejándome llevar al hotel donde decía Louis que se hospedaba-Pero...pero, pero....

Quería quejarme pero entonces vi que iba a ser en vano quejarme para nada. Un aroma comencé a oler. Emanaba de Louis. Sin poder evitarlo, acerque como pude mis fosas nasales hacia donde era el principio de ese olor, patalee un poco para que me bajara al suelo, podría caminar por mí mismo, pero aquel olor hacia que me quedara aturdido.

Entonces escuche “bañarme contigo”. La piel se me erizo al instante, me hizo estremecer el gesto siguiente que hubo a esas palabras. El mordisquito en mi oreja, hizo que temblara bajo aquel toque ¿Qué paso? ¿Tanto me gusto?-Mgh...-Murmure sin quererlo, me sonroje escondiendo mi rostro en la curvatura del cuello de este, suspirando sobre la curva del cuello de Louis, escondiendo mi rubor-Louis....me estremecí....ah..-El estremecimiento seguía y Louis no había hecho nada de nada tras el mordisquito que más que inocente, había sido creo yo, algo intencionado.

-Louis...No soy un trozo de atún...-Fue lo primero que se me ocurrió para decirle con cierta burla inocente. No me burlaba de él, ni mucho menos, solo que aquel gesto no sé, me preguntaba el porqué de aquella acción. Me acurruque mas sobre su pecho ahora, la gente sí, nos miraban, pero por algún motivo me sentía orgulloso de estar con alguien que parecía importarle, al menos un poco. Las miradas de la gente enseguida desaparecieron de nosotros, mire a Louis, estaba hermoso, como un héroe para mí.

-Gracias por ser tan atento y gentil con un desconocido como yo...-Le mire a los ojos, intentando que él me respondiera a la mirada también.

por **Louis J. Bouquet** Mar Mayo 08, 2012 12:49 am

Una monada era ese chico. Y eso era lo que mas incitaba a Louis a mostrarse de esa manera con el, atrevido, picaro, travieso, molesto y seductor. Un estupido que subido de copas –no tanto, habia que ser sinceros- ponia en aprietos a un gatito callejero demasiado inocente y extraño. Uno que deseaba tener entre sus manos.¿adoptarlo? ¿quererlo? ¿solo hacerlo suyo? Cualquiera podia ser buena respuesta. El rubio se mantenia sonriendo. Zelo era tan rarito que cada gesto, cada accion le causaban gracia.

Apenas podia sostener el peso de otro, por lo que no puso resistencia a su desesperado movimiento de bajarse. ¿Qué querria? Bueno, lo que fuera, al menos, podia mantenerse en pie, y es baja la preocupación del actor, sobre que estuviera mucho mas lastimado aquel cambiaformas. Seria bueno llevarlo a casa, pero primero, deberia ver que tan peligroso resultaba. Tanto para el mismo como para el resto de las personas. No queria que un loco se acercara a su pequeña hija.

Y la sonrisita maliciosa, se ensancho, cuando pegado a su cuerpo, el del otro minino, se estremecio. Louis cerro los ojos, al sentir su aliento, su respiración , golpear su piel, su corazon se acelero, y deseo mas. Mas de ese inocente interlocutor que se habia topado. -Ya lo noto, criatura- susurro con su tono mas dulce. Que no notara al lobito detrás de ese disfraz de oveja. El neko podia ser alguien especial cuando su cuerpo demandaba algunos deseos. A eso le siguió una nueva carcajada -Ya se que no lo eres… pero eres tan rico y apetecible, como uno… ñam!- tono travieso que mostraba que lejos de molestarse por el tono empleado, deseaba seguir con el juego.

Poco le importaba el publico. Tenia otras cosas que pensar, sin alcohol rondando sus venas, lo mas posible es que se estuviera armando un lio apocaliptico con respecto a la seguridad propia y ajena, y los pensamientos arcaicos de la sociedad. Le acaricio el cabello con ternura, esa mirada le hacia sentir… bien. Que a pesar de todo, andando por un buen camino, y que no metia la pata hasta el fondo, o si?--shhh harias lo mismo por mi, estoy seguro…-Le alboroto el cabello, y siguió con el camino, hasta llegar al edificio, algo mas sencillo que los que procurara cuando soltero, pero con ese aire hogareño. Abrio la puerta, ayudándole a entrar, saludo al señor que atendia, este solo soltó un gruñido a modo de respuesta y el subio dos pisos, avanzo por el pasillo, hasta que llego a la puerta marcada con el numero 19. Saco una llave de su bolsillo y la introdujo en la cerradura, empujo con su hombro, ayudando a entrar al otro cambiaformas. Le dejo a la mitad del cuarto, mientras se ocupaba de la iluminación -Anda, pasa al baño, el agua esta caliente, no temas, mientras, busco que podrias ponerte, Zelo- susurro, poniendo especial énfasis en su nombre

por **Zelo** Miér Mayo 09, 2012 3:14 pm

¿Esto era una casa?

Pues era la primera que veía, o al menos esta habitación tan adornada- Que bonita, la habitación digo, porque en la que solía estar yo, solo tenía heno y una pequeña....-me acerque ya mas desinhibido, me acerque a la ventana, para ver el exterior-...una pequeña ventana que estaba a varias cabezas por encima....-Miraba con felicidad a través de la ventana- Mira a esa gente...-Señale a unas personas que parecían compartir un helado. Eran increíbles las vistas, podía verlo todo, o al menos casi todo. Estaba a una altura media y veía algún que otro tejado.

¿El baño? Ah...se me olvido.

-¿Podrías bañarte conmigo?...-¿Habría sido demasiado atrevido ante aquella petición? Pero lo que pasaba es que quería que alguien estuviera cerca de mí, me sentía bien a su lado, hasta me había ofrecido ahora mismo un baño, ropa, un techo...y unas vistas hermosas de París. Le agradecía por poco que fuese, lo que me estaba enseñando. O al menos lo que estaba descubriendo por mi mismo- Gracias por cierto...-me lamí los labios para poder encontrar palabras-...por todo lo que estás haciendo, nunca había visto París y bueno, en la torre en donde me tenía mi....-¿Sería bueno hablar de ello? Quizás sería evitar ese tema-..Bueno, gracias...-Sonreí con amplitud, quitándome la camisa de lino fino, no tenía vergüenza en mostrar mi cuerpo aunque podría molestarlo.

Me di la vuelta y con mi torso desnudo, no hizo falta que me desabrochase los pantalones pues por si solos se cayeron al suelo, cayendo en una bola en mis pies para sacármelos y finalmente poder taparme mi “cosa” e ir deprisa hacia donde estaría el baño listo. Metí una pierna con lentitud y enseguida quite la pierna, pues estaba caliente-¡Ah! Está caliente...-Dije sorprendido de la temperatura para después sin darme cuenta, perder el equilibrio y echarme hacia atrás cayendo sobre algo “acolchado”-¿hum?-Dije aun con los ojos cerrados por el choque. Los abrí para ver que estaba sobre Louis.

-Yo...-No sabía que decir. Por mi torpeza ahora estaba en un aprieto.

por **Louis J. Bouquet** Miér Mayo 09, 2012 8:36 pm

Se sentó de momento en el borde de a cama, cruzando una pierna sobre la otra, los brazos cruzados al pecho, mientras su mentón se apoyaba a medias sobre una de sus manos. Ladeo el rostro, ¿De verdad que había estado en un lugar así? ¿Por cuánto tiempo? Siguió sus movimientos con el aire serio y atento, una media sonrisa se formo en los labios del minino. Ver la expresión en el rostro ajeno, no tenia precio. La forma en que sus pupilas centelleaban, le hacían sentir un cosquilleo especial en el vientre. Uno que no sabia si solo era la ternura o el…. Las ganas que tenia de tenerlo entre sus brazos, por ser tan… ¿inocente? No solo era eso, pero… ahmm. Mordió su pulgar, sonriendo de medio lado, de manera maliciosa ahora.

-Por supuesto, querido.- No tenia caso oponerse, ya que el mismo le habia propuesto eso con anterioridad. Lo que le ponia de buen humor, era que el mismo chico se lo preguntaba ahora. Se puso de pie, rodeando al muchacho mientras este le agradecia. Saco las botas con la habilidad de quien esta demasiado acostumbrado a sus peculiares gustos, sacando la fajilla que sostenía los pantalones en su lugar y servia de vista. Todo con el sigilo de un minino al asecho. Le sonrió, dejando ver su cuerpo. La piel algo mas ¿bronceada? Que la suya. Un vientre plano, delgado… pero aun asi… Apetecible, se mordió el labio obligándose a desviar la mirada y poner prisa en deshacerse el mismo de la ropa. ¿Seria bueno que se mostrara asi, sin pudor, como Zelo hacia? Quizás no, podría ponerse nervioso, apenado o a saber que mas.

Aguanto una sonrisa divertida, al verlo taparse. Se introdujo entonces, dentro del cuarto de baño, adelantándose, para terminar de despojarse allí de la ropa. La camisa rápidamente por encima de su cabeza, y después los pantalones que no se molesto en doblar. Zelo entraba al cuarto de baño, tan distraído ese niño que no lo mira? Y entonces, con aire casi paternal, lo miro acercarse al agua. Perdido en la curvatura de su cuello, de su espalda baja… mordió de nuevo su labio inferior. ¿Podria reprimirse? Ya desnudo, se acerco al momento justo cuando el otro intentaba meterse, pero algo paso, ¿tan caliente estaba? Lo que fuera, agradecia que eso sucediera. Se vio pronto en el suelo, un golpe duro y seco, que si, claro que le dolió, pero no tanto, pues, le distraía… Tener el cuerpo del otro cambiaformas encima. Comenzó a reir, al ver su expresión, pero no era tonto, tenia oportunidad…-¿Estas bien? ¿no te has lastimado? Mira que me preocupas, ya van dos veces que das al suelo a mi cuidado-Susurro, apresándolo por la cintura, pegándolo mas a su cuerpo, cerca de su oido, usando un tono aterciopelado -Sabes? No me perdonaria que te pasara algo malo… Zelo- Mantuvo una mano sobre su vientre, acariciándole, mientras la otra jugaba con su cabello. Lamió su cuello, para después, darle un suave beso.

Lo solto. Era de ir picando poco a poco. Empujo el cuerpo del muchacho solo lo suficiente para incorporarse, como si nada, y adelantarse, entonces el, al agua. Entro despacio, si, en verdad estaba caliente, pero nada que el no aguantara. Asi le gustaba. Quedo sentado y el tibio liquido cubrió todo su cuerpo, cerro los ojos y dejo escapar un sonido gutural de gusto. -Ven, niño, ven…

por **Zelo** Dom Mayo 20, 2012 1:17 pm

Si supiera el daño que me ha hecho mi amo, se ahorraría esas palabras. Tan solo un golpe de suerte valdría para que desapareciera del mundo, demasiada amabilidad me daba Louis, era alguien o se convertía alguien especial así de primeras. Después de todo, quise saber si el agua estaba ya en su punto, parecía que si pues Louis estaba dentro de ella, disfrutando. Me fui adelantando, tapándome como podía mientras iba a gatas sobre el suelo. ¿Me daría los estremecimientos sobre mi cuerpo de nuevo? Metí una mano para después sacarla húmeda. Estaba a buena temperatura con Louis dentro.

Ya metí una pata de mi cuerpo, después ya me metí completamente dentro de la bañera y estaba de pie, ahí viendo como me sentaba. Me senté al otro extremos de la bañera, sin darme cuenta de que tenía las piernas de Louis contra las mías. Éramos unos pesos grande donde la bañera se nos había encogido al instante-Que pequeño...-Pero enseguida me acerque a su pecho, para acurrucarme en él y poner una mano sobre su pecho-Que bien se está así...-No sé si era atrevido. Quería que no lo fuese, pero es que en verdad estaba así muy bien. E instintivamente le bese el pecho, entremedias de sus pectorales con un casto e inocente beso.

¿Cómo eran las mariposas? ¿Azules o marrones? Como la dama Mariposa, volando en el aire yo me sentía a gusto en el pecho de Louis, le miraba, su barbilla miraba-Esta rica el agua...-Dije para sonreír después. Un estremecimiento note por mi piel, más concretamente por mi espalda. Algo me dio un escalofrió de cuerpo abajo arriba-Um...-Me metí mas en el agua caliente que con el paso de los segundos iba templándose.

-...Me acuerdo, cuando me obligaban a meterme en la bañera, mi amo ¿sabes? –No sé si hacia bien en explicárselo, pero quería tener un amigo a quien contárselo-...A veces me da miedo que de la nada, salga mi amo para no dejarme salir de la bañera, es algo extraño...-Escondí mi rostro en el pecho de Louis, mi nariz rozaba su pálida piel, mis labios se escondían a la par-...Siento, pareceré un loco...solo necesito un amigo....-Dije para hacerle saber que no estaba loco, que solo tenía la necesidad de hablar-Louis....¿Tu sabes cantar?-Pregunte, mirándole a los ojos tras subir el torso apoyándome en su pecho con los brazos-..Seguro que cantas muy lindo...-Dije ladeando la cabeza de lado a lado.

por **Louis J. Bouquet** Miér Mayo 23, 2012 2:00 pm

Era una visión digna de disfrutarla, así, tranquilo, como quien ve un ocaso sobre la hierba, en alguna zona elevada del bosque, con todo ese verdor salpicado del color del cobre. La perfecta forma de esas caderas, el pecho, liso, lampiño. Eso le gustaba, los ositos solo le gustaban de peluche, como el que le había comprado a Halima algún par de días atrás. La forma de aquellas piernas largas, deliciosas y que se moría por acariciar. Se limito a morder su labio inferior con tanta fuerza, manteniendo a raya el deseo de tenerlo, ¿pero, en verdad se podria resistir? Las piernas del chico topaban con las suyas, y su solo roce, encendia en el, un palpitar rapido, y el aliento se congelaba dentro de sus pulmones.
Claro que era pequeño. Apenas cabian los dos, y eso lo ponia mas nervioso. Y termino por comenzar a quebrar el autocontrol del minino rubio. Dejo de respirar y pensar, en el preciso instante en que su cuerpo calido, se poso sobre el suyo. Algo en su vientre, se movia, y no sabia por que el otro habia hecho tal cosa. Primero se habia mostrado temeroso, y timido, ante sus caricias… ¿habian despertado algo en el, o solo actuaba guiado por la misma aparente inocencia con que se habia mostrado hasta ahora?

El beso dolio. No deberia haberlo hecho. Por que con el, la culpa repico dentro del pecho del chico. Tanto por el desear poseerlo, como lo que esto significaba. Traición. ¿Y si eso rompia el corazon de su pareja? No lo soportaria. Pero ya no podia dar marcha atrás en lo que habia decidido desde el mismo momento en que comenzo a desear al otro cambiante. A… ¿quererlo? Rechazarle ahora, irse de aquella bañera, seria tambien dañarlo a el, no es verdad? Entonces, lo unico que le quedaba por hacer, era segur con aquello, sin importar… No, las consecuencias siempre importan, y ya les daria la cara como un nombre y no como un gatito asustado. Solo…

Llevo una mano a sus cabellos, acariciándole, tal y como a el gustaba. Suponia, que al otro, igual eso le agradaria. ¿ronronearía? Tenia la vista en el techo de aquel cuarto. Asintio. Si, estaba agradable. Mucho mejor que bañarse con agua helada. No tanto si es verano, pero… en esos dias no era buena idea todavía.
Y de nuevo, el chico mencionaba a su “amo”. Louis sentia tanta pena, que por momentos, se sentia realmente mal por el chico. ¿Cómo alguien puede ser tan cruel? El chico era demasiado frágil. Un peligro para si mismo, como… Su mano se deslizo por la pierna que mostraba la rodilla enrojecida. -Soy tu amigo, Zelo. Conmigo estas seguro, ese hombre no volvera a verte. No lo dejare. - le aseguro, sorprendido, ahora por la forma en que el otro se movia. Joder. La cosa que se movia en su vientre, se comenzo a inquietar aun mas, y el sonrojo vino a sus mejillas, incapaz de mirar nada mas que no fueran sus pupilas, tan calmadas, como si no estuvieran en esa situación. ¿Acaso no notaba…? ¿nada?

Sus manos cayeron dentro el agua, y la voz temblaba, no de miedo. Era algo diferente.
-¿Can… cantar? Yo… si.-Claro que lo hacia. A veces algo, en el teatro. Pero no mucho. Solia hacerlo mas que nada por las noches, para arrullar a su hija, cuando sobrevivía al cuento antes de dormir. Esa cosilla de rizos rubios era un torbellino de cuatro años, se adormilaba antes el, que ella. -te cantare para que duermas, ¿te gustaria?- Un a de sus manos, dejo el agua y acaricio su mejilla, mientras la otra, se sujetaba a su cadera, sin atreverse a moverse de mas. Esos roces lo estaban lastimando. Pero le hacian sentir mas necesidad de tener un calor humano esa noche.

por **Zelo** Jue Jul 12, 2012 3:20 am

Estaba tardando demasiado. Seguramente tendría las manos llenas de mierda y de remordimiento si me llegaba a tocar más de lo indebido para su consciencia. El agua ya la notaba fría al igual que el tiempo que se tomaba el en dar los pasos en el camino, comenzaba a estar un poco cansado de todo lo que estaría pasando-Tengo hambre-Bien que sonó recto y sin sentimiento, solamente comencé a moverme más sobre él, para poder alejarme lentamente sin que pareciera un suicidio para él, pues parecía que tenía muchas más cosas excepto el estar conmigo todo el tiempo.

Esa noche, en ese momento, comenzaba a tener hambre en todos los sentidos, el agua ya estaba demasiada fría para mi gusto, comencé a levantarme hasta que ya finalmente estaba de pie en la bañera, mostrándome como Dios me trajo al mundo frente a Louis, alguien que se dedicaba a pensar más que a actuar-..Lo siento...es que...-saque una pierna posándola en la alfombrilla que había-...El agua se pasa rápido de calor a frio...y me puedo poner malo...-Dije refiriéndome al agua y al peligro de coger un resfriado, no sabía cuántas más cosas podría coger, pero hacía tiempo que no enfermaba, saque la otra pierna lentamente y cogí una toalla para rodearla alrededor de mi cintura, para taparme mi parte inferior, pero cuando me acercaba hacia el lavabo, no me di cuenta de que se había deslizado fuera de mi cuerpo, que se había resbalado y para cuando me di cuenta, me di la vuelta y mire a Louis que parecía haberla agarrado.

Me tape mi entrepierna, él ya había visto demasiado además de siendo un extraño muy amable dejándome un techo donde quedarme, donde estar. Solamente lo miraba extrañado, pegado al mármol del lavabo y sin quitar aun el ojo de Louis-..Dame la toalla......-Pedí en un ruego escueto, con mi mano alzada y mi otra mano tapando mi entrepierna. Estuve bien, ahora parecía que me encontraba algo nervioso. No sabía que podría ser, solamente, que no estaba agusto en la misma habitación que Louis. Enseguida, pude notar un olor distinto al suyo, un olor, quizás de otra persona y entonces...fue cuando entendí casi todo. Me apetecía irme de allí, pero esperaría, actuaria como tal para que me diera las ropas y largarme. Parece que estoy interponiéndome en el territorio de otro y eso no es educado, no es bonito.

Simplemente ya desistí en coger la toalla, cogí la que podría haber sido de Louis y entonces tras rodearla por mi cuerpo, la agarre bien para que tampoco pudiera cogérmela. No lo sé, pero la sensación en Louis, había cambiado algo. Su mirada picara con la que me sonrojaba, ahora me incomodaba, me ponía nervioso en una situación de no saber qué hacer, de cómo si estuviera rozando un cubito de hielo por mi tersa piel. Llegue andando por mi propio pie hasta la cama en donde me senté cerca del borde. Tenía las piernas juntas y el alma y la mente confusas. Alce mi mirada y me di el susto de mi vida encontrándome con Louis cara a cara, con mi toalla alrededor de su cadera-¡AAAHH!-Conseguí sacar un gritito agudo. ¿Cuándo había llegado?

por **Louis J. Bouquet** Vie Ago 03, 2012 8:56 pm

Esa frase cayo de sorpresa sobre Louis. Era claro que el otro chico, tendria hambre, por los dioses. Se sentia algo estupido por no haberlo alimentado antes. Pero… si el otro lo hubiera querido antes del baño. ¿Por qué no dijo nada? Por que esperarse hasta ese momento donde ambos estaban demasiado juntos… demasiado cerca… Alli, rozando el límite de lo que era correcto. Pero al mismo tiempo, con las ganas, al menos, por parte de Louis, de cruzar esa barrera y probar otras mieles?
El actor mantuvo la vista baja, perdida en el agua. El otro salia y los cambios que esto provocaba en el nivel del agua, eran notorios. Era claro el sonido del agua que goteaba del cuerpo ajeno sobre esa agua que aun envolvia a Jérémie. Esa agua que no estaba tan fria. Antes, Zelo habia dicho que estaba demasiado caliente. Paso saliva, con pesadez, sin decir ni pio. ¿Enfermarse? ¿Acaso Zelo lo tomaba por tonto? Louis, mejor que nadie, sabia que no podria enfermarse. Esa sangre que les hacia diferentes a un simple humano, no solo los convertia en “lindos gatitos”. Tambien les protegia de cosas tan simples como un catarro.

Alli habia algo mas. Y el japonés no se quedaria sentado alli como si nada. Con prisa, se levanto el tambien de la tina y fue tras Zelo. La toalla que el otro habia buscado emplear para cubrir su cuerpo, caia, y el apenas alcanzo a detener su curso. Miro sin comprender, al otro chico. ¿Por qué demonios se cubria de esa manera? ¿Acaso, no eran los dos hombres? Era una idiotez, hacer algo como eso, cuando antes habian estado dentro de la misma tina tal y como habian llegado al mundo. Desnudos. ¿Por qué cubrirse entonces, ahora?. No le daria nada. Su mano se apretó con más fuerza a la tela algo rugosa del objeto que el otro demandaba. ¿Acaso, habia hecho algo mal? No entendia el que podria ser. Louis era una persona sencilla, aunque algo tonto, y esas cosas, pero no se creia mala persona. Alli, en ese lugar, solo vivia el. Por eso no tenia miedo. Imre se quedaba en casa con su hija. Louis se quedaba alli, pues a veces salia muy tarde. Aunque hacia un par de dias, el vampiro le habia llevado algo mas de ropa. ¿Habria captado el olor del otro? ¿Tal vez, tenia miedo de los bebedores de sangre?. Lo que fuera, Zelo ahora cogia otra toalla y se iba, dejándolo alli, solo, en medio del baño, goteando. Se coloco entonces la toalla para no dejar todo el piso mojado.

El minino se sintio frustrado. Pero no podia apagar ese sentimiento y ese deseo asi como si nada. Tomo la majilla de la puerta y la abrio de golpe, pero sin llegar a azotarla. El chico estaba sentado sobre la cama. Eso no se quedaria asi. Esperaba haberlo encontrado vistiéndose a toda prisa. Pero no, estaba alli, sentado como si nada. Se planto delante suyo y este grito. Louis estaba mas serio que de costumbre. Y tomo la cara del otro con sus manos. -shh… Zelo, calmate. - No iba a dejarlo ir. Olvidaria pensar. Solo… necesitaba enfocarse en Zelo… hacerlo sentir bien… demostrarle el amor, que quizás no habia sentido. Lo veia en su mirada. Con gesto rapido, se sentó sobre las piernas del otro, sosteniéndose de los hombros ajenos con una mano, mientras la otra, acariciaba su pecho y sus labios iban a sus mejillas. -¿A que le tienes miedo, Zelo? [- un susurro, mientras apoyaba su frente en la del otro gatito. La mirada oscura del chico, chocaba directamente con la suya. Nada de evadirse. Queria respuestas y las queria ahora.

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