Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

por **Marcus Farrell** Miér Feb 22, 2012 7:45 pm

A aquellas horas en las que los transeúntes que circulaban por Paris llevaban ya un par de horas en las que se veían obligados a hacer uso de la luz de los faroles que bordeaban las aceras, caminaba apresuradamente para llegar al hospital cuanto antes y alejarme de las miras indiscretas que, en pleno febrero y con una temperatura de apenas 3°, les hacia evidenciar la calidez interna de sus cuerpos mediante un tenue vapor que emanaba de ellos con cada exhalación, algo en apariencia absurdo, pero que me ponía sumamente nervioso, ya que de mi respiración no salía ninguna, así pues, aminore la marcha hasta el punto de dejar indiferente a cualquiera de los carruajes que aun pasaban por la calzada.

Fue un alivio llegar finalmente al centro y contemplar el edificio al final de la calle. El hospital mantenía prácticamente todas sus luces apagadas, pues los internos estarían durmiendo a esas horas y los médicos de guardia estarían congregados en la sala habilitada para ellos. Así pues, camine aun más apresuradamente por la nieve que aun cubría los adoquines, subí el par de escalones hasta la puerta, sacudí un poco los pies, y accedí a la calidez del interior.

No había nadie por los pasillos, a excepción de una niña sonriente con una muñeca en los brazos que sonreía por verse libre después de un día recluida en los sótanos. Le sonreí cuando pase a su altura y le advertí que no hiciese “aquello que ella y yo sabíamos”, pues con apenas un mes como neófita, se echaba al cuello de cualquiera sin pensárselo dos veces. Continúe mi marcha hasta mi despacho, donde tras quitarme el abrigo me puse la bata y salí llevando un historial en la mano, pues alguien me lo había dejado junto a una nota para que me dirigiese a urgencias nada mas llegar.

por **Kristal Woodrich** Miér Feb 22, 2012 8:20 pm

¿Para qué? ¿para qué me hubiera negado a hacerlo? No valía la pena, de igual forma hubiera conseguido lo que quería de mi con solo usar un dedo de su fuerza o su gran velocidad sobrehumana. Por más que intentara escapar, nunca lo hubiera logrado, y quizás hubiera sido mucho peor si me negaba, al menos eso me dio a entender con sus palabras. “Como no te opusiste fui bondadoso…” Esas fueron sus palabras y en verdad le agradezco que haya sido bondadoso conmigo.
Pero eso solo empeoró mi estado.

Desde hace un tiempo, creo que una o dos semanas, he estado con un resfrío que no se me ha querido curar. No fui al hospital, era solo un pequeño resfrío, ¿para qué ir? Estoy acostumbrada a padecerlos, no hay mes en el que no me enferme, y por eso sé que debo hacer. Me cuido para que no empeore el resfriado, descanso y me abrigo bastante cada vez que tengo que salir, en especial en estos días de frío invernal.

No sirvió de nada. Apenas había oscurecido y el frío comenzaba lentamente a aumentar. Estaba sola en una calle cuando ese vampiro aparece y como todos lo único que quería era su alimento. No me negué a dárselo, simplemente dejé que me mordiera y tras unas palabras se fue, dejándome sola de nuevo en la calle. Mareada por la falta de sangre, aunque me dejó con vida, me dejó demasiado debilitada. Podía sentir como mi cuerpo temblaba del frío a pesar del grueso abrigo que tengo, temblaba como una hoja. Muy despacio par ano marearme comienzo a caminar para llegar a mi casa, o más bien, a la habitación de la posada donde me estoy alojando momentáneamente.

Al parecer mi aspecto era y es terrible, porque el dueño de la posada me vio y me pidió, exigió, insistió, en llevarme al hospital en su carruaje. Finalmente accedí.

Al llegar le agradecí y entré. Una enfermera llenó mi historial y se fue tras dejarme en una camilla recostada y atenderme por una hora.

Me siento peor que antes, no paro de toser ni de estornudar, me duele y siento entumecido el cuerpo, estoy un poco pálida por la falta de sangre, y tiemblo como si fuera una hoja. Estoy segura que debo tener fiebre, lo sé por el dolor de cabeza que tengo. Escucho a alguien acercarse y abro los ojos.

por **Marcus Farrell** Jue Feb 23, 2012 7:05 pm

Camine apresuradamente por el oscurecido pasillo, ya que no necesitaba andar con incómodos candiles debido a mi desarrollo visual, que me permitía incluso caminar con facilidad y esquivar cualquier estorbo incluso en los lugares más oscuros. Era gracioso, porque incluso me permitía leer el historial que llevaba en las manos sin ninguna dificultad.

Volví a desandar lo andado por el corredor inmerso en mi lectura, aun que palmee la cabeza de la niñita al pasar junto a ella, aun que me inquieto un poco al ver como miraba hacia el interior de un cuarto, pero confiaba en que sus mordiscos no desecaran a nadie, así que limite a sonreír mirando esos diminutos colmillos que brillaban a la luz que pasaba a través de los cristales e iluminaba la estancia. El día parecía ir de vampiros, pues el historial que me había dejado sobre la mesa de mi despacho presentaba un cuadro clínico que dejaba más que en evidencia que se trataba de algún almuerzo de chuca sangres.

Llegue al área de urgencias, donde la enfermera encargada me indico el cuarto donde había ingresado a la joven que presentaba los síntomas de haber sido mordida, aun que claro, para el resto solo se trataba de una fuerte anemia. Entre el cuarto y cerré la puerta con media sonrisa con la excusa de guardad privacidad, pero aquel gesto en mi cara pronto se borraría al ver de quien se trataba.

Si, los años habían pasado, pero aun guardaba muchos de sus rasgos, por no mencionar la esencia por la que los vampiros podíamos reconocer a cualquier humano o ser, así que seguro de no estar equivocado, me acerque despacio y sin procurar hacer ruido hasta la cama donde la habían acomodado los enfermeros, tratando de asimilar que la tenia frente a mí.

por **Kristal Woodrich** Sáb Feb 25, 2012 5:30 pm

Mi cuerpo está temblando pero al mismo tiempo está demaciado caliente, demostrando la alta temperatura que tengo. Mi palidez es obvia y resalta el hecho de mi falta de sangre. Por otra parte siento mi cuerpo demaciado pesado como para moverme, mucho menos podría ponerme de pie con mi debilidad. Ni siquiera lo intento, ya que es más que seguro que no duraría ni dos segundos parada antes de caer al suelo agotada.

Alguien se acerca a donde estoy, más que verlo o escucharlo puedo sentirlo. Siento como avanza su cuerpo hacia mi y por aquella escencia que he aprendido con los años a detectar puedo darme cuenta perfectamente que se trata de un ser sobrenatural... uno en especifico... un chupasangre, mejor conocido como vampiro. Eso me hace maldecir mentalmente, lo último que necesito ahora es a otro colmilludo que quiera alimentarse de mi. Aunque algo en esta presencia me resulta familiar...

Con un suspiro abro lentamente mis ojos, me acostumbro a la oscuridad de aquella habitación y giro mi cabeza para enfocar mi vista en este visitante. Tardo un poco en poder observarle claramente y no puedo creer lo que mis ojos ven. Debo estar delirando, seguro estoy soñando... teniendo una pesadilla... es imposible no reconocerlo. O más bien imposible no recordarlo, después de todo él no envegese.

-Ma... ¿Marcus?-

Lo llamo en un susurro solo para confirmarlo y con una voz que demuestra mi cansancio y mi estado de malestar.

por **Marcus Farrell** Sáb Feb 25, 2012 6:34 pm

No podía creer que aun en aquel estado y pese a la oscuridad en la que el cuarto estaba inmerso hubiese sido capaz de reconocerme. Probablemente, de no haberla encontrado en aquella lamentable condición, casi habría podido reconocerla como una neófita vampira, ya que estaba convencido que ningún humano era capaz de actuar de forma semejante en aquellas condiciones, a no ser que hubiese pasado más tiempo de lo debido junto a los de mi de especie, aun que, claro, tan solo un minuto en cercanías a un vampiro ya era demasiado.

Salve finalmente los pasos que quedaban hasta llegar junto al lecho donde estaba tendida, dejando que la tenue luz me iluminase para rebelar claramente mi identidad.

– Que buena memoria –. Dije en una sonrisa, en principio era natural, pero a medida que acortaba distancias y comprobaba visualmente su estado, el cual me verificaba lo que ya sentía metros atrás, se fue desdibujando de mi cara, haciendo que tuviera que forzarla para no perder la expresión ¿Qué garrapata inmunda la habría dejado en ese estado? Pose una mano sobre su frente, más que para comprobar su temperatura por necesidad de comprobar que realmente a quien contemplaba estaba allí y no era una mera ilusión.

Estaba pálida, incluso más que yo. Su piel ardía en fiebre y la evidente carencia de sangre se veía reflejada en su rostro, por lo que no alcance a comprender la razón de aquella estúpida pregunta que salió de mi boca.

– ¿Cómo te encentras? –. Absurdo, lo sabía. Lo que realmente quería haberle preguntado era por el aspecto del engendro aberrante que le había dejado así, pero me resigne, ya había más tiempo después para dar lugar a una vendetta.

por **Kristal Woodrich** Sáb Feb 25, 2012 6:58 pm

Su voz, esa voz que conozco bien y que me ha molestada cada vez que lo he visto de niña. Esa voz es inconfundible. Sonrío debilmente cuando la tenue luz de la ventana junto a mi camilla lo ilumina, aclarando por completo las pequeñs dudas que hubiera tenido sobre su identidad. Era él, tal como lo recuerdo, hasta el mismo corte de cabello. Nada en él ha cambiado, en cambio yo... seguramente estoy más diferente de la última vez que me vio. La ultima vez... creo que tenía 17 o 18 años...

-Hola.... ¿lo... preguntas... en serio?-

Mi voz es un susurro, pero seguramente él lo escuchará fuerte y claro gracias a sus sentidos aumentados como vampiro. Un suspiro escapa de mis labios al sentir su fría mano en mi frente, aquella sensación me produce alivio a mi caliente frente y al mismo tiempo frío al resto d emi cuerpo que tiembla ligeramente.

-Cansada... con frío.... mareada... y... me duele.. la cabeza.-

La cabeza... es poco decir, en realidad me duele todo el cuerpo, cada centimetro, hasta el último cabello. Y lo peor es que las enfermeras me dijeron que no me duerma hasta recuperarme aunque sea un poco... pero no creo poder aguantar mucho tiempo más. Estoy demaciado cansada, no puedo ni levantar mi mano sin que me genere un gran esfuerzo y dolor.

por **Marcus Farrell** Sáb Feb 25, 2012 7:37 pm

Las enfermeras había dispuesto varios medicamentos para paliar la supuesta anemia que le había diagnosticado en un primer reconocimiento en una mesa auxiliar, entre los que destacaban varios botes de sustancias que solo eran aptas de forma inyectable, aun que, por lo que recordaba de aquella joven, esa opción no le haría la menor gracia, pues en más de una ocasión yo mismo había pretendido curar alguno de sus desmesurados resfriados empleando ese sistema, y en consecuencia había recibido insultos, puñetazos, arañazos, mordiscos, patadas bajas… en definitiva, podría considerarse que le serví como saco de entrenamiento durante su infancia, aun que, siempre busque venganza poniéndole inyecciones consistentes en simples vitaminas que hacía pasar por vacunas, pues, aun cuando ya le había puesto todas las imaginables, yo seguía inventado nuevas.

Suspire. Era obvio que de un momento a otro perdería el conocimiento, es más, me sorprendía que aun no lo hubiese hecho, así que eche un vistazo rápido a la puerta asegurándome que nadie transitase cerca de ella por si, llegado el momento tenía que recurrir a servirle de donante, algo que ningún ser humano con dos dedos de frente consideraría lógico, pero que después de todo resultaba ser cierto y efectivo.

– ¿Aun llevas mal el tema de las agujas? –. Volví a pasar una mano por su frente para librarle del febril sofoco mientras con la otra tomaba su muñeca para comprobar su pulso -a falta de un estetoscopio que no se inventaría hasta varios años después-. Por suerte, su pulso era normal, algo agitado por el estado, pero no alarmante, aun que de haberla encontrado más tarde o haber dejado que cualquiera de los otros médicos la tratase, hubiese sido muy diferente.

por **Kristal Woodrich** Sáb Feb 25, 2012 8:50 pm

Mis ojos se dirijen a su rostro y lo miro fijamente. Aunque mis ojos febriles muestran debilidad y cansancio, se puede leer en ellos perfectamente lo que pienso sobre el tema de las agujas. Jamás me gustaron, desde que tengo memoria siempre he odiado las agujas, y él debería saberlo perfectamente. Cada vez que me tenía que poner una inyección se armaba una guerra. Yo gritaba, le insultaba y le golpeaba, auqnue Darren me sujetara yo siempre lograba golpear a Marcus de alguna forma, y no hubo una vez en la que no lograra romperle una jeringa, siempre tiraba una al suelo y la pisaba o simplemente se rompía por chocar contra el suelo del lugar. Y eso no cambiará ahora.

-Nada... de agujas...-

Le digo y aunque mi voz es debil se puede percibir en ella mi terquedad y decisión. Si quiere inyectarme algo primero tendrá que matarme... aunque en mi estado eso podría hacerlo rapidamente.

Vuelve a apoyar su mano en mi frente y vuelvo a suspirar de alivio. Muevo un poco mi cabeza hacia su mano para poder sentirlo mejor, pero ese pequeño e insignificante movimiento me provoca un mareo que me hace parpadear varias veces para dejar de sentir como todo da vueltas y que mi vista deje de estar borrosa.

por **Marcus Farrell** Sáb Feb 25, 2012 9:51 pm

Me entraron ganas de reír pese a la precaria situación al ver como aun en aquel estado se negaba a ser inyectada. Ya me había resignado pero, jamás lograría comprender por qué aceptaba ser mordida y no soportaba un mísero pinchacito en el brazo.

–Bien, me parece bien –. Me acerque hasta ella para susurrarle de modo que nadie al otro lado de la puerta escuchase – Yo no te pincho si tú me describes al vampiro que te ha hecho esto –. No es que fuera a matar a nadie, solo le partiría las piernas y lo ataría a un poste hasta que saliera el sol y pudiera broncear su pálida piel como probablemente Darren igualmente hubiese hecho, aun que aquel tenía un mayor refinamiento a la hora de hacer algo semejante, a demás, se lo debía el cuidar de Kristal después de lo sucedido.

Volví a erguirme para dirigirme hacia la puerta, abrirla y asomarme asegurándome de que nadie pasaba por allí, aun que a aquellas horas probablemente los del turno de urgencias estarían atendiendo a alguien, holgazaneando, echando alguna siesta o tomando algún tentempié, como era frecuente, así que cerré y a falta de un cerrojo, coloque una silla antes de volver junto a ella de modo que la puerta quedase atrancada para que nadie pudiese abrir desde fuera y pillarme desprevenido haciendo algo extraño.

Volví a suspirar por enésima vez mientras me pasaba una mano por la cara repasando las opciones que tenía para ayudar en su recuperación:

A) Podía inyectarle alguna sustancia que le ayudase, aun que me ganaría una buena bronca como mínimo cuando se encontrase mejor y probablemente no me dijera nada sobre la alimaña que le había hecho aquello tan solo para vengarse de mí por el pinchazo.

B) Podía darle un suero para que crease nuevamente sangre, pero aparte de ser lento, igualmente tenía que inyectarla.

Así pues, solo quedaba la opción C, y es que ofrecerle mi sangre le evitaría las infiltraciones y actuaria como reconstituyente pero, antes tenía que asegurarme de que ella aceptaba mí oferta, por lo que volví a susurrarle planteándole tan solo la ultima opción.

por **Kristal Woodrich** Dom Feb 26, 2012 7:35 pm

Me quedo callada, sin decirle nada. ¿Qué le describa al vampiro que me dejó en este estado y agravó más mi resfriado? No es necesario que le pregunte para qué quiere saber eso… y no entiendo por qué le pregunto de igual forma.

-¿Para… qué?-

Pregunta absurda si las hay… solo existe una razón para que quiera saber eso, y no es precisamente para invitar a ese vampiro a tener una agradable charla. Si algo he aprendido de él y de Darren es que ambos son imaginativos a la hora de vengarse por algo. La vez que aquel vampiro intentó atacarme cuando tenía 11 años… uuuffff nunca más los he visto de esa forma. Ambos daban miedo, y agradecí que esa ira no fuera dirigida a mi. No sé que le hicieron, Darren me alejó del lugar y me ordenó que no viera.

El ruido de una silla arrastrarse me devuelve a la realidad. No entiendo que hace con la silla ya que no lo veo, para hacerlo tendría que mover la cabeza y no quiero hacerlo porque solo lograría marearme más de lo que ya estoy. Tras eso solo se escucha el silencio, roto por un suspiro de su parte. Yo también suspiro con cansancio, ya no puedo pensar correctamente, todo mi ser está cansado.

Lo mira cuando se acerca, o más bien, solo veo una mancha borrosa que se acerca a mi y me susurra una opción que me sorprende.

¿Beber su sangre?

-No soy… vamp…-

No puedo terminar la frase. El dolor de cabeza por la fiebre me impide seguir hablando y solo se escucha un quejido salir de mis labios. Abro de nuevo mis ojos pero mis pupilas no logran enfocar bien para poder mirarlo a la cara. No tengo opción… no quiero jeringas ni agujas de ningún tipo en mi cuerpo, creo que… beber de su sangre no sería tan malo.

-Está….. bien…..-

Susurro de nuevo, pero antes de poder decir algo más mi cuerpo, mi estado, mi mente, llegó a su límite. En un segundo mi cuerpo se queda quieto, mis ojos se cierran y mi cabeza cae a un costado. Quedo desmayada en la camilla, con la respiración agitada por la fiebre al igual que mi pulso.

por **Marcus Farrell** Dom Feb 26, 2012 9:10 pm

Genial. No podía haber aguantado un mísero minuto más, perfecto. Me lleve la mano a la cara y luego pince mi tabique nasal a la altura del ojo tratando de pensar en alguna solución, pues bien podría proceder como cualquier medico con dos dedos de frente haría infiltrándole un estimulante que le hiciese recobrar el conocimiento, pero me remordía la conciencia traicionarla, y es que sí, después de todo tenía una dándome la tabarra con lo que debía o no debía hacer.

Me inquietaba, los segundos pasaban y las agujas del reloj no dejaban de martillearme la cabeza al marcar el paso del tiempo.

Me senté en una silla junto a la cama y me apoye sobre las rodillas mientras mantenía la cabeza gacha mirando hacia el suelo mientras mis piernas se movían inquietas – Auh… -. Me lleve la mano rápidamente a la boca. Debía haberme mordido por la tensión del momento con alguno de mis colmillos y había comenzado a sangrar, bastante a demás, tanto que podría beberme a mí mismo – Eureka –. Aparte la mano manchada por la sangre y mire hacia ella. No era una forma muy ortodoxa de hacerle tomar, y estaba convencido de que si me descubría me ganaría una paliza por su parte, pero…

Me tome la libertad de sentarme en la cama, tomarle la cabeza para ponerla mirando hacia mí y, tras elevarla un poco para que no se ahogase, me acerque hasta unir mis labios a los de ella para que bebiera de mi corte, algo que me hizo sentir ridículo, más aún porque divise un escalpelo en una mesilla al otro lado del cuarto cuando un destello sobre su filo me llamo la atención, aun que me limite a rodar los ojos y continuar con aquello sin preguntarme demasiado por que no iba en busca del objeto cortante para rajarme una muñeca y darle de ahí, aun que, era más sencilla la forma que empleaba en aquel momento, ya que podía arreglármelas para hacerle tragar aun inconsciente.

por Contenido patrocinado

Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]

Re: Atendiendo Una Urgencia [Kristal]