Descansando {Gerard}

por **Elora Soulacroix** Dom Jul 04, 2010 2:07 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Eran las diez de la noche quizás un poco más y en aquel lugar el mundo parecía haber acabado; no había ningún sonido fuera de lo común, ni gritos, ni carruajes,ni voces descaradas sólo el sonido de la naturaleza el cual adornaba toda aquella naturaleza. A esas horas las visitas eran prácticamente nulas puesto que la población no se atrevía a que la integridad física de cada una de las personas fuese dañada por malhechores y seres fantásticos que sólo eran leyendas a ojos de los humanos…

A medida que alguien se acercaba a su posición, ligeramente escondida por altos matorrales, se podía ver en el suelo alguna que otra mancha de sangre, un zapato, el otro, una media… y finalmente el vestido aunque no en su totalidad puesto que la muchacha conservaba unos ligeros pantalones blancos que llegaban a sus rodillas y el corsé blanco del cual prendían cintas de tonalidad marronea que se ceñían a su delgada figura. La mujer reposaba sobre la rama de un árbol bocabajo, y dicha rama se deslizaba hacia delante rozando el agua con las puntas de las hojas como si estuviese a mercerd de aquella laguna.

La mejilla de Elora permanecía apoyada en el tronco y las yemas de sus dedos rozaban el agua mientras sus piernas se flexionaban y se cruzaba acariciando los dedos de sus pies entre ellos mismos; los cabellos se deslizaban por el labio derecho cayendo en forma de cascada y rozando las puntas el agua; de sus labios salía una suave cancioncilla posiblemente cuyo artista sería desconocido.

La posición de ella era relajada, despreocupada y una mano se paseaba rozando el agua mientras su mirada verdosa estaba puesta en el lago cristalino; ciertamente conseguía relajarse de aquella manera y aislarse de la vida social.

por **Elora Soulacroix** Mar Jul 06, 2010 3:54 am

Elora cogió el vestido observándolo y poco después comenzó a tirar de la tela arranco directamente un hombro y la mitad de los bajos para que estos llegasen justo por debajo de sus rodillas ya que por encima de esta podría considerarse como una perdida en sociedad y aunque le importaba poco no quería arriesgarse por el bien de las pertenencias de familiares.

-Sólo os he dado calor corporal, no hay nada mejor que eso para aliviar el frío así que no he hecho nada del otro mundo.- Dijo la mujer mientras tiraba la tela cortada lejos y se colaba el vestido de una pasada sin preocuparse por los zapatos o las medias, eso sí que no lo soportaba. Al escuchar lo de “peligrosa que es la noche” una carcajada se ahogó en el interior de su garganta pensando que los humanos la distinción de dónde estaban bien y donde había peligro la tenían bastante dispersa…-De acuerdo, de acuerdo…-Murmuró mordiéndose el labio inferior ligeramente mientras analizaba su expresión.

La mujer volvió a reir pensando en lo de acosador.- Bueno, creo que de momento me dejaré acosar…-Bromeó ella pasándose una mano por los cabellos y comenzando a levantarse dejando en un rápido movimiento a Gerard apoyado en el tronco el cual ella rodeó y comenzó a subir, o mejor dicho trepar, para subirse en una de las ramas o quizás ascender a la más alta… a medida que ascendía se limitaba a escucharlo.

-Lo tendré en consideración.- Dijo apoyando una mano en el tronco para conseguir algo de impulso; se estaba haciendo sangre a medida que subía pero conocía que con la sanación acelerada en cuestión de segundos estaría recuperada así que eso le importaba poco.-¿Oh pintor? ¿Pintariais para mi algún día?-Preguntó notando como un cúmulo de ideas golpeó su mente pensando que a aquello podría sacarle provecho.- Pues no me dedico a nada, las tierras de mi marido son labradas por campesinos y eso no me ocupa a mi, sólo me dedico a invertir parte del dinero y a no hacer nada… la vida de mujer es más complicada.- Anunció ella situándose en la rama de un árbol para cruzarse de piernas a la vez que se inclinaba hacia delante ligeramente y le tendía una mano a Gerard por si quería subir con ella.

Por otro lado, no tenía ni una sola marca de las heridas de haber súbido sólo rastros de sangre que ya se encargaría de limpiar.

por **Gerard Montefeltro** Mar Jul 06, 2010 7:10 am

Me fije en que estaba rompiendo su vestido, no me pregunté por qué, simplemente la miré como si nada raro estuviera pasando.

Se quitaba el merito por su heroicidad, bueno no iba a insistir más en ello, hombre yo también tuve algo de héroe aquella noche, me reí, así que me llevé la mano a la boca.

Aparté los ojos para no ver lo que estaba haciendo, sería muy poco educado si seguía mirándola, como un acosador como dije antes.

Nos lo estábamos pasando bien, sí.
- Bueno, creo que de momento me dejaré acosar…
- Sois muy lista, señora Soulacroix. – Me llevé a la mano a la cabeza para rascarme.
– Curioso apellido, se parece al del pintor Delacroix, un maestro.- Sonreí.

Se levantó muy velozmente, estaba tan cansado y ebrio que no me fije en que lo había hecho extremadamente rápido, me encogí de hombros, y apoyé mi cabeza en el árbol.
Creo que se puso a trepar por el árbol, yo la miraba asombrado, qué agilidad, qué destreza.

-Lo tendré en consideración.- No veía más allá que su silueta subiendo por el árbol, me estaba mareando de mirar hacia arriba, así que miré al frente sonriendo.

-¿Oh pintor? ¿Pintaríais para mi algún día?-, - Si quiere, así lo haré. – dije esto levantando una de mis manos para pasarla por detrás de mi cabeza, como orgulloso de mí mismo.

No se dedicaba a nada, dijo la mujer, ¿complicada? Posiblemente, yo no era quién para juzgarla, así que me dediqué a coger unas piedras que había a mi derecha y pasarlas por mis dedos.

Con el rabillo del ojo, vi que Elora había extendido su mano, “¿cómo? ¿Para subirme?”, lo que me faltaba un borracho colgado. Reí torpemente – No mujer, no. Gracias, pero me niego, es muy peligroso. – me acordé que sí era peligroso, y que por eso se había caído ella a la laguna, “¿pero qué?”
- ¿cuándo aprenderéis? – dije mientras la miraba, estaba ahí arriba con las piernas cruzadas, parecía estar tan cómoda.

Volví a inclinar mi cabeza para mirar las piedras de mi mano. - ¿Y cómo pasáis vuestro tiempo libre?

por **Elora Soulacroix** Miér Jul 07, 2010 3:44 am

Su figura se acomodó en el árbol mientras sus manos se entretenían en hacerse con recogido algo en vano pues no tenía ni orquillas ni cintas para atarlo pero aún así se entretenía; mientras sus labios se balanceaban lentamente por pura rutina sin ninguna otra intención que se pudiese denotar en ella.- Lo sé.- Afirmó ella sonriendo con ironía creando unos pequeños hoyuelos en sus mejillas.- Creo que es una de sus derivaciones, aunque tampoco estoy muy segura para qué mentiros…- Dijo ella pensativa intentando recordar las palabras de su marido.

Elora observó las anteriores heridas las cuales estaban cerradas y no quedaba cicatriz alguna gracias a su sanación; la verdad es que su piel era perfecta puesto que no tenía ningún arañazo, corte o hematoma visible ni por ver.-Os avisaré, tenedlo en cuenta…- Afirmó ella convencida de aquello puesto que sabía que lo haría aunque por otro lado nunca se había interesado por la pintura pero no todos los días se lanzaba al lago para conocer a una simpleza de humano.

La mano se retiró y volvió a apoyarse en la rama en la cual no parecía estar quieta pues hasta sus caderas se contoneaban ligeramente debido a que aquella noche estaba completamente hiperactiva:- La peligrosidad la marcais vos, yo no lo considero así..- Dijo ella arrugando la nariz ligeramente mientras lo miraba.- Nunca.- Sonrió dejándose caer hacia atrás a medida que ponía los ojos en blanco…a la vez que se dejaba caer sus piernas se aferraron a la rama y quedó colgada bocabajo con los brazos en jarra y la mirada puesta en el suelo.

Sus manos se balanceaban mientras notaba toda la cabellera caer en cascada y la sangre bajarle a la cabeza; finalmente extendió los brazos alargándolos mientras sus piernas hacían fuerza para que no cayese, el vestido permanecía completamente quieto como si luchase contra la gravedad para no caer… los labios se abrieron de forma lenta:- Pues me dedico a rescatar jovencitas de morir ahogadas…- Bromeó soltando una carcajada en broma para luego rectificar:- Paseo por aquí, por allá… bah es muy aburrido, en fin, ¿Y vos siempre pintais?-Preguntó entrecerrando los ojos haciendo que el iris se volviese una fina línea verdosa que parecía expanderse en su totalidad.

por **Gerard Montefeltro** Miér Jul 07, 2010 12:02 pm

Yo sonreía al horizonte al escuchar sus respuestas, estaba tranquilo, quizá el que la señora Elora se hubiese alejado un poco de mí, hacía que me relajase en el árbol, no sé había algo en ella que no era normal, que me inquietaba, pero no sería yo el que se lo preguntase, “vaya a ser, vaya a ser” me repetí, hay que ser cautos en esta vida, y yo lo era mucho.

Escuchaba como se agitaba la rama que la sostenía, “no, si al final se cae.” Pensé en silencio, además lo más seguro es que se me cayera encima “un riesgo que correré” pensé sonriendo. - La peligrosidad la marcáis vos, yo no lo considero así...- La escuché decir,
- Está por ver.- solté una pequeña carcajada, realmente pensaba que se iba a caer, pero pensé que era demasiado cabezota para darse cuenta.
-Nunca.-, - Ya me lo temía. – dije riéndome de nuevo, cuando levanté la vista para ver lo que estaba haciendo, se había dejado caer de la rama, tenía las piernas apretadas alrededor de ella, dios santo, parecía un mono. Me empecé a reír más fuerte, ¿cómo era posible? Yo no era capaz de hacer esas cosas, soy muy torpe y un negado.
Otra vez me demostró la agilidad que tenía, ya me ahorré el prevenirla de los peligros que corría, porque estaba claro que no valían para nada. Me pasé la mano por la cara para apaciguar las risas.

- Pues me dedico a rescatar jovencitas de morir ahogadas…- Arqueé las dos cejas al oírla decir aquello, ¿me estaba tomando el pelo? ¿Se estaba riendo de mí? ¿Tenía doble sentido la frase? Entrecerré los ojos haciendo como si la mirase mal, ¿quería guerra? Porque podría tirarla del árbol en un momento. Estaba de broma lo sabía, yo también.

- Paseo por aquí, por allá… bah es muy aburrido, en fin, ¿Y vos siempre pintáis?- Bueno, bueno, bueno, se la estaba ganando, me mordí el labio inferior pensando qué responderla, no sabía si se estaba burlando, o yo que sé.

- Bueno sé que no es tan entretenido como rescatar jovencitas o pasear de aquí para allá, – dije irónico moviendo las manos, ahora era mi turno. – pero ya sabe.- Esta vez empecé a reírme bastante. - Os veo muy activa ¿queréis hacer una carrera? ¿Saltar de la copa de un árbol a otra? – Miré a un lado. – Aunque bueno, lo que mejor se me da a mí es volar.
La miré con una media sonrisa.

por **Elora Soulacroix** Jue Jul 08, 2010 4:06 pm

Elora estaba segura de que su presencia ponía nervioso a más de una persona, es más a parte de Gerard sólo había que mirar alrededor…no había ningún síntoma de animales – hasta la ardilla había salido huyendo-, pocos se acercarían pues al descender del lobo su esencia se notaba, se podía sentir el peligro en las cercanías para todos aquellos animales que servían como presa.

-Tengo razón…-Murmuró bostezando levemente llevando una mano para taparse los labios pero al estar bocabajo calculó malo y se tapó la nariz lo que hizo que riese levemente aunque la risa aumentó en volumen al escucharlo reir sabiendo por qué era…- Oh, vamos ni que nunca os hubieseis colgado de un árbol...supongo.- Dijo dubitativa a medida que su cabeza iba adoptando un color rojizo al caer la sangre.

-Me haceis reir Gerard…-Dijo ella con suavidad sin intenciones de burlarse de él y es que ciertamente se le hacía agradable su compañía.- Bueno…- La idea la divertió y con una facilidad extrema se colocó de nuevo sentada en la rama de un árbol colocándose de pie…- Vos correis, yo salto.- Dijo y suavemente dio un salto para colocarse en la rama de un árbol adjunto; este tembló levemente haciendo algunas hojas cayesen al suelo y los pocos pajaros que había salieron espantados.- Vamos, vamos…- La animó ella saltando al contiguo, en ocasiones acuclillada y otras apoyada en el tronco del árbol completamente de pie.

De acuerdo, ahora sí se podía deducir que en ella no había algo normal y además sus saltos fueron acompañados de palabras:- ¿Sabeis? Las personas que están ahogadas tienen los labios fríos, no cálidos..- Ahí una muestra de su engaño aunque esperaba que en el fondo no se molestase así que continuó saltando.

por **Gerard Montefeltro** Jue Jul 08, 2010 5:24 pm

Cada gesto que hacía me llamaba la atención, una mujer en su posición no se comportaría así, pero me di cuenta de que no estaba hablando con una mujer común, no. Pero tampoco pensé nada extraño, nada fuera de lo normal.

Sí me había colgado de un árbol, pero solo cuando era niño, y lamentablemente me caí, así que nunca más me volví a subir, me reí al recordarlo.

-Me hacéis reír Gerard…- Normal, hoy estaba de un cómico.

Con lo que le había dicho empezó a hablar -Bueno…Vos corréis, yo salto.- Al terminar de decir aquello dio un salto para pasar al árbol contiguo, yo me levanté rápidamente al ver aquello.
– Asombroso. – Susurré. Los pájaros salieron volando ¡qué imagen! -Vamos, vamos…- Iba de árbol en árbol, lo que empezó como una broma, resultó ser verdad.
- De nuevo denotáis una gran agilidad. Voy a intentar darle una razón lógica. – Así que pensé, pero nada, eso no era normal ¿o sí?

- ¿Sabéis? Las personas que están ahogadas tienen los labios fríos, no cálidos...- Apreté los labios pensativo. Entonces me percaté de lo que quería decir.

– ¡Así que me habéis hecho arriesgar la vida porque os aburrís! – Me acerqué al tronco donde estaba subida, mirándola inquisitorialmente. – Creo que merezco una explicación. – Dije llevando las manos a la cabeza.

por **Elora Soulacroix** Sáb Jul 10, 2010 1:50 pm

No le costó demasiado llegar a la conclusión de todo aquello es más la mujer lo observó mientras saltaba dejándose guiar por sus instintos y sabiendo que no caería ni se daría ningún golpe, es más antes giraría la cabeza o se llevaría el árbol por delant, una de dos. Al escuchar lo de la explicación ella giró la cabeza con semejante lentitud que daba la sensación de que no lo había pero finalmente la mirada esmeralda se posó en la figura del muchacho.

-Una explicación, así que queréis una explicación…- Murmuró acuclillándose en la rama y cogiendo a Gerard de un brazo con la suficiente fuera como para subirlo de forma tosca a la rama del árbol, sin soltarlo por temor a que cayese o saliese huyendo.- No me aburría, sólo me hacía gracia veros además oleis tan bien…- Murmuró acercándose a él lo suficiente como para que la punta de su nariz rozase su mejilla descendiendo por este para acabar en las comisuras de los labios.- ¿Seguro que aún queréis alguna explicación?.-Sonrió levemente sin moverse, tal y como estaba.

La mano que no lo sujetaba se alzó lentamente para pasarla por los cabellos del hombre muy suavemente, como si añorase tocar aquellos mechones ondulados que conformaban su cabellera; el olor a humano le atraía pero concretamente ahora mismo el de él a eso se le sumaba que le gustaba su contextura, la forma que tenía su persona aunque le molestaba el olor a alcohol de sobremanera al tener un olfato tan agudo. Su voz la escuchaba al detalle, notaba los cambios de todo con facilidad además de poder oir hasta su corazón latir.

Esperaba una reacción y sin duda sería la más típica: pánico pero por otro lado esperaba algo que no fuese normal, algo que lo hiciese especial de tal forma como para fijarse en él… en el fondo no quería verse decepcionada por la actitud humana… en el fondo buscaba algo en Gerard que no sabría si encontraría pero ahora lo vería, en cuestión de segundos o como mucho minutos.

La respiración de Elora era suave y eso se podía vez en cada uno de los momentos en el que el corsé se hinchaba y desinchaba siguiendo el ritmo de sus pulmones sin ningún problema; su cabello estaba completamente seco y caía de forma natural por su espalda, los pantalones la misma historia: secos.

por **Gerard Montefeltro** Dom Jul 11, 2010 5:15 am

-Una explicación, así que queréis una explicación…
Yo asentí con énfasis, con una mano me sostuvo en el aire hasta dejarme en la rama, yo no me lo podía creer, le miré asombrado, yo no salía de mi estupor, ella me sujetaba, pienso que pensaba que sino lo hacia podía caerme, y no estaba equivocada sobre eso.
Ella comenzó a explicarse - No me aburría, sólo me hacía gracia veros además oléis tan bien…- murmuró, “¿yo oler bien?” después del día de hoy, podía oler a todo menos bien, pero parecía que aquella mujer tenía un gran sentido del olfato.
Se empezó a acercar peligrosamente a mí, madre mía, parecía que estaba oliendo un bistec o algo por el estilo, sí la tensión la tenía, pero no podía moverme sino quería caer en el suelo. Nos quedamos muy pegados, a esas centímetros, yo empecé a respirar agitadamente.- ¿Seguro que aún queréis alguna explicación?

Su mano acariciaba mis cabellos, creo que me quedé en babia observándola, no fue una mala sensación, lo que había conocido de ella no me había desagradado. Yo no apartaba el rostro del suyo, también pude escuchar a la perfección su respiración. Ella ya estaba totalmente seca.
– Sois increíble. – logré decir con una sonrisa, con el brazo la rodeé la cintura, así encontraba más estabilidad. Ya había olvidado el tema de su marido.
– Veamos cuán peligrosa sois. – Penetré en sus ojos en busca del permiso que requería, pero al igual que ella iba a actuar y no podría detenerme. Giré la cabeza abriéndome paso entre su cabello para acabar en la curva de su largo cuello, allí acaricié su piel con mis labios, mi aliento se derramó en ellos, la abracé con más fuerza.
Hacia tanto tiempo que no estaba así de cerca con una dama, Dios lo sabe bien. Me quedé pensativo mientras estaba en esa posición, sólo dejé un beso en su fina piel, y volví la cabeza para mirarla.

– Decidme qué es lo que sois. Juro que me quedaré en silencio para escucharos. Y por favor no os andéis con rodeos. – quería que me lo dijera de sus propios labios, yo no sabía mucho de estas cosas, no estaba seguro de lo que veía.
– Pero sí os diré que si queréis acabar conmigo me tiraré de esta rama, y si aún así salgo con vida de la caída comenzaré a correr gritando como alma que lleva el diablo.

Levanté la otra mano para llevarla al rostro de Elora, era tan calida, debía estar loco, después de lo que había demostrado, seguía aguantando aquello, y es más, estaba tan tranquilo, pasando su melena con los dedos por detrás de la oreja de aquella enigmática mujer.

por **Elora Soulacroix** Dom Jul 11, 2010 5:42 am

¿Qué hora debía ser? Quizás las doce de la noche y a medida que parecía el tiempo daba la sensación de que el aire se iba cargando haciendo la temperatura aumentase dando la posibilidad de que por la mañana la temperatura descendería o todo lo contrario, se mantendrían pero con certeza no se sabría hasta mañana y aún quedaban bastantes horas de noche por delante. De acuerdo, quizás esa noche no olía tan bien por el alcohol que conseguía perturbar levemente los sentidos de la mujer pero por suerte la botella no estaba con él y poco a poco esa esencia se disipaba hasta quedar en un mero recuerdo.

¿Un bistec? Más bien un corderito era Gerard para Elora en aquellos momentos, suerte tenía que no comía carne ni bebía sangre sino el pobre muchacho ya estaría hecho taquitos como mínimo. Al escuchar su respiración ella colocó una mano sobre su torso, justo encima de un pulmón notando así con certeza la respiración, notando los pulmones hincharse y deshincharse con la naturaleza de la que gozaba….le gustaba aquello, adoraba deleitarse de las pequeñas cosas que conformaban a un humano.

La mano de Elora continuó jugando con los mechones del cabello, le gustaban tanto los rizos y además su cabello le parecía tan suave aunque quizás no tanto como el de una mujer pero eso era suficiente para ella.-No, soy como el resto sólo que vos no me veis igual…-Murmuró sonriendo efímeramente notando como el muchacho rodeó con un brazo su cintura obligando a la mujer a acercarse, ella tuvo que respirar para mantener la calma

¿Qué? La situación para ella ahora había dado un vuelco, se acaba de sentir intimidada por Gerard cosa que no le gustaba nada pero aún así en contra de lo que su mente decía se limitó a asentir levemente; Elora entrecerró los ojos quedando sólo dos finas líneas verdosas y se limitó a disfrutar del tacto de los labios del hombre contra su cuello… ¿Cuánto hacía que no disfrutaba de algo así? Demasiados años, demasiados… así uno de sus brazos se dedicó a rodear la cintura de él mientras el otro aún se deleitaba con sus cabellos temiendo descender.

Al volver la cabeza la muchacha no puedo retenerse más y descendió los labios hasta el cuello de Gerard para dar un ligero mordisco en este dejando una ínfima marca para luego besar aquella porción de piel; cosas de lobos. Elora giró la cabeza arqueando una ceja para terminar por negar.- No puedo deciros nada, al menos no de momento… entended que hay cosas peligrosas.-Siseó con franqueza.

Elora tuvo que aguantar una carcajada en lo más profundo de su garganta al imaginarse aquella escena pero luego se volvió seria.- No pienso acabar con vos…- Murmuró pasando las yemas de los dedos por su rostro mientras lo observaba como si fuese el último cuadro sobre la faz de la tierra, admirándolo con paciencia.

por **Gerard Montefeltro** Dom Jul 11, 2010 9:27 am

Recuerdo que dijo que era como el resto, pero que yo no la veía de igual manera, eso era
absurdo. Intentaba engañarme, pero yo sabía que no era verdad lo que por su boca se derramaba, no, no. No era común, estaría dispuesto a averiguarlo sino me lo decía, aunque la curiosidad mate al gato. Creo que me dio un mordisco ¿te lo puedes creer? ¡Qué pillina! Si quería que perdiera la cordura no tenía más que decírmelo.

-No puedo deciros nada, al menos no de momento… entended que hay cosas peligrosas.- “Es que tienes algo que ocultar” pensé, pero tras un rato mirándola lo solté.
- ¿Acaso tenéis algo que ocultar? ¿Es eso verdad? ¿Pensáis que no podría soportarlo? ¿Es que tenéis miedo? – Sí, al final un pensamiento se convirtió en una cascada de incontenibles preguntas que rondaban mi mente.

- No pienso acabar con vos…- Me acaricia con su mano mientras decía esas palabras.
– Me siento tan frustrado, pero qué iba a esperar de todo esto… Está bien no me digáis nada si así lo queréis. – Me quedé mirando el paisaje desde aquella altura.

- Secretos, eso es. Y yo no aunque pensaba sonsacároslo, voy a tener que dejarlo pasar.

Me separé de ella cogiendo una rama que estaba encima de mi cabeza, no era muy estable aquello, pero me sentía atrapado, yo soy muy de escenitas.
– Si no os importa quisiera estar en suelo firme. – Peligrosamente di unos dudosos pasos por la rama agarrándome hasta en Elora, pensaría que se me había aflojado un tornillo, o algo por el estilo, tras un rato de tensión llegué al tronco y me sujete fuertemente a él, vamos, como si me fuera la vida en ello.
– De verdad que debe ser muy gracioso… Las alturas son una de mis grandes fobias y aquí me tiene. – Encima estaba descalzo y sin camisa, maldita sea.
– No se atreva a reírse si yo tuviera vuestra agilidad la cosa cambiaría mucho. Já. – Vaya, sí, estaba a la defensiva.
– Pero veréis como voy a bajar, ni en el circo si ha visto cosa semejante. – Me agarré a un hueco de la corteza del árbol, y puse mis pies de tal manera que fuera verosímil mi descenso… Imposible.

por **Elora Soulacroix** Dom Jul 11, 2010 9:56 am

Un cambio de actitud pudo denotar Elora en Gerard lo que produjo que la mujer arquease una ceja con cierta sorpresa a medida que lo soltaba lentamente pero lo vigilaba como si temiese que se cayese, como si se tratase de uno de sus lobeznos a los cuales no le quitaría la vista de encima. – No hagais tantas preguntas…- Arrugó la nariz sin responder a ninguna hasta segundos más tarde:- Todos tenemos algo que ocultar, seguramente no podriais entenderlo y no, no tengo miedo.- Frunció el ceño molesta con tanta pregunta junta sin acabar de entender por qué le respondía.

-Es cierto porque… ¿¡Qué podeis esperar de mi!? ¡Oh!- Ahora estaba ligeramente enfadada- ¿Qué queréis de una desconocida?- Bufó como si se tratase de un animal molesto con algo o alguien. La muchacha lo observó pensando que se daría un buen golpe como no tuviese mucho cuidado y las palabras cuidado y humano no iban juntas así que suspiró pensando que tendría que ayudarle.

Elora se acercó a él caminando por la rama con naturalidad y pronto lo cogió de un brazo acercándolo a ella para rodear su cintura, una vez se aseguró que no fuese a caer lo cambió de posición para cogerlo como si se tratase de un niño pequeño recien nacido, hecho esto saltó de la rama del árbol cayendo al suelo acuclillada terminando por levantarse. Sus manos soltaron a Gerard sin suavidad alguna y una vez este cayó al suelo ella lo saltó pasando un pie de lado a lado mientras se sacudía.-No me des las gracias.-Murmuró con un deje de ironía puesto que sabía que se quejaría de la caída.

No entendía a los humanos, de verdad que no los entendía y por eso se dedicó a caminar alejándose algunos pasos para terminar por dejarse caer a los pies del tronco de un árbol tumbada, bostezando ligeramente como si estuviese cansada aunque sólo estaba esperando escuchar quejidos de Gerard, al final hasta la estaba entreteniendo sino fuese porque su mente recordaba los momentos de la rama, esa era la mala cara de su memoria fotográfia… que se acordaba de todo.

por **Gerard Montefeltro** Dom Jul 11, 2010 12:13 pm

- No hagáis tantas preguntas…- A nadie le gusta que le hicieran tantas preguntas, bueno quizá a un profesor sí, y tal vez a alguien muy egocéntrico.

Y parecía que se sentía atacada, pero aquí la victima era yo, yo, sí egocéntrico entonces, lo asumo. Yo la escuchaba sin abrir la boca, demasiado, siempre que la abría siempre lograba fastidiar algo, no sé cómo lo hacía pero así era.

Me sorprendió su posición defensiva -Es cierto porque… ¿¡Qué podéis esperar de mi!? ¡Oh! ¿Qué queréis de una desconocida?- Igualmente yo lo era para ella, aunque me había abierto bastante en esta noche, cosa que ella solo se había limitado a escuchar, yo nunca solía esperar nada de nadie, nunca, por miedo a la decepción tan terrible que luego puede afligirme, y que usara esas palabras conmigo realmente me hería.

Como movida por su conciencia decidió ayudarme, alguien molesto por toda la discusión surgida por un segundo, por mi incapacidad de tener paciencia, habría desechado la idea de ayudar.
Y me cogió de una manera que no voy a describir por el bochorno que me da recordarlo. Caímos al suelo, ¡y me soltó, así sin más! Yo no habría hecho eso, oh no, lo tengo muy claro, -No me des las gracias.- se dignó a decirme ¡pero bueno!

Yo me quedé tirado en el suelo, no me había hecho mucho daño, pero vamos, que no fue como caer en un lecho de rosas, me miré los codos por sí me los había raspado con la arena, y la fulminé con la mirada mientras caminaba, juro que pensé que se marcharía, pero no, se tumbó a los pies de un árbol, y bostezo, seguro que le aburría mi numerito.

Yo me levanté no sin cierta dificultad, di unos pasos hacia ella, pero deberíamos estar a dos metros. Levanté los brazos para dar énfasis a mis palabras. – Venga, no me dirá que os habéis enfadado. – Porque el rol de enfadado aquí lo tenía yo, orgulloso de mí.
–…Y todo por unas preguntitas. Si quisieran los periodistas una entrevista vuestra, ya ni hablamos… - Me los imaginaba a todos muertos con sus libretas y bolígrafos clavados en ¡buah!, inimaginables sitios.

Me tumbé al otro lado del mismo tronco, en dirección contraria a donde ella estaba. Y me quedé unos minutos mirando en silencio los árboles, cuando… – Quizá no soy quién para preguntaros esas cosas tan personales.
Me quedé de nuevo en silencio escuchando la brisa. – Pero no me voy a ir, así que aguántese. – dije sonriendo, ella no podía verme así que podía hacerlo, aunque luego tuviera que fingir mi papel.

por **Elora Soulacroix** Dom Jul 11, 2010 12:47 pm

Elora apoyó un codo en la tierra, abrió la palma de la mano y allí apoyó la mejilla observando al espectáculo que estaba formando Gerard a dos metros de ella.- Vamos, podeis acercaros no os morderé.- Murmuró con ironía y de forma socarrona al ver las distancias.- Y sí, me he enfadado.- Frunció el ceño alzando el mentón como que aparentando que estaba realmente enojada con el muchacho.

En principio el muchacho pareció recuperar su cordura pero cuando ella escuchó el último comentario lo observó levantándose, sacudiéndose.- Con que así estamos, ¿Eh? Ya vereis.- Se acercó a él a grandes zancadas y cogiéndolo de un brazo y una pierna se lo cargó como si se tratase de un saco de patatas o harina, lo mismo daba. Comenzó a caminar alejándose de aquellos árboles a medida que rodeaba el lago a paso normal,quizás algo acelerado; sí,pesaba pero no se quejaría y aguantaría con el muchacho.

-Sois jodidamente insistente.- Esa palabra no propia de alguien de su categoría salió de sus labios, a veces lo detestaba pero la mayoría de las veces lo aprecia por ser tal y como era, y eso que aún no lo conocía del todo aunque por otro lado auguraba que la relación que sea que tuviese haría aguas, tendría subidas y bajadas por los distintos caracteres. No tardó mucho en llegar al otro lado del lago acercándose a la camisa y zapatos de él que anteriormente se había quitado para rescatarla, se agachó sin caerse por el cambio de peso y sencillamente cogió todas sus pertenencias con una mano, soltándolo un segundo.

Elora tosió levemente mientras caminaba hacia ¿Dónde? Quien sabe pero seguro que Gerard estaría muriéndose de la vergüenza cosa que a ella la divertía. Mucho. Apartó hacia un lado la cabellera negra para que no le molestase a medida que se crujía el cuello hacia un lado:- Ah, os voy a dar un consejo.- Hizo una pausa.- No volvais a tocarme de la misma manera que en la rama del árbol- Le advirtió, ¿Por qué? Porque no quería sentir nada por Gerard, nada… pero puede que ya fuese demasiado tarde para ella pero más valía no hacerlo mayor.

por **Gerard Montefeltro** Dom Jul 11, 2010 3:02 pm

Escuché sus pasos en sobre las hojas, ¿qué iba a hacer? Por Dios.
- Con que así estamos, ¿Eh? Ya veréis. – Me amenazó, y su amenaza no quedó en meras palabras, no, mis carnes padecieron una gran humillación, me cargó sobre su espalda, de una manera que solo alguien muy fuerte podría hacer, no ella que anatómicamente no destacaba en músculos, aunque era fibrosa. Me asustó, sí. Me tuvo sin habla todo el camino hasta terminar en el otro lado del lago.

-Sois jodidamente insistente.- La escuché decir, ya daba igual lo que escuchara de aquella boca, nada era comparable con lo que estaba haciendo. Llegamos a donde yo me encontraba al principio de la noche, espiándola, observándola, llámalo X.

Cogió mi camisa y los zapatos, y siguió caminando. Lo pasé mal, de nuevo me estaba mareando, y sino quería que la vomitase encima, lo mejor era bajarme.

Luego me advirtió, aunque para mí sonó de nuevo a amenaza, que no la volviese a tocar
como lo había hecho antes, yo no me arrepentía, pero sí ella lo pedía, así se quedaría el asunto.

- ¡Mire, ya está bien de juegos!- Me zarandeé cómo pude para zafarme de esa vergonzosa posición, vale que ni era el rey para que me llevaran en brazos, ni tampoco era un criminal para ser tratado de esa manera tan aberrante, o por lo menos para mí lo era. Y no ya porque me lo estuviera haciendo una mujer, en el caso de que fuera el sexo contrario también me jodería.

Me aparté de ella, arrancándole mis cosas de sus manos. Me sentía tan indignado, y tenía razones para estarlo. No volví a mirarla mientras me ponía la camisa, me abroché un par de botones, porque estaba nervioso, y me agaché un poco para ponerme los zapatos de la manera más rápida posible. Ya estaba, la botella de brandy no completaba ya mi apuesto conjunto, bueno, podría comprar, o ganar otra a la vuelta a casa, si esta mujer no me hacía algo, que realmente dudaba de que no fuera capaz de hacerlo.

- Sabe qué, ya veo que sabéis apañároslas perfectamente. No sé cómo pude pensar que seríais una mujer indefensa al estar tan relajada por estos bosques. Y bueno, qué demonios, después de haber hecho lo de antes, ya me ha quedado más que claro. – Alcé un poco la cabeza para mirarla pero no, ya no quise, retiré la cabeza al momento.
Di unos pasos hacia atrás meneando la cabeza como si realmente la situación me estuviera superando.

- Estoy bien escarmentado… - dije mientras miraba hacia el lago. – Una cosa más, no me hagáis sentirme culpable por algo que tú misma podías haber evitado. – Con eso me refería a lo del árbol, ella podía haberme arrojado del árbol si tanto le molestaba que la tocara.

por **Elora Soulacroix** Lun Jul 12, 2010 4:15 am

El muchacho se bajó de su espalda peor que antes lo cual en vez de irritar a Elora no hizo más que le diese risa porque sí había conseguido que se riese pero con ganas además de haberse sentado sobre la hierba llevándose una mano al rostro... no tardó demasiado en parar pero para ello tuvo que coger una amplia bocanada de aire mirando al muchacho mientras asentía levemente sin tener ni idea de porque hacía aquello, parecía ser automático.

-Os va a dar un ataque…- Murmuró sonriendo levemente al verle en aquel estado en el que no dejaba de hablar y de hablar; seguro que su tensión estaba por las nubes.-Hubiera sido un golpe demasiado feo tiraros desde un árbol.- Arrugó la nariz tosiendo levemente.- Y sí, habeis escarmentado.-

Y volvió a levantarse, ¿Pararía quieta en algún momento? Quizás sí pero sería un momento único digno de ver; así comenzó a caminar alejándose del lago:- Tengo sueño Gerard, ¿Venis, os vais, dejareis que os coma algún ser fuera de lo común?- Comentó gesticulando con las manos a medida que se alejaba en busca del camino que debería llevarla de vuelta a la ciudad o sino acabaría atravesando todos los arbustos que rodeaban el bosque, total le daba absolutamente igual una cosa u otra.

La mujer se había cansado de tanta habladuría de sentido además de dar tantas vueltas de un lado a otro así que había iniciado su camino que no sería parado al menos que fuese por un buen motivo; a todo esto se había dado cuenta de que no llevaba zapatos ¿Dónde estaban? Era igual, pero algo llamativo es que no tenía ni una sola herida en el pie y eso que estaban en un territorio abierto donde había ramas, cristales,piedras… en fin de todo.

por **Gerard Montefeltro** Lun Jul 12, 2010 11:42 am

Se reía de vez en cuando de mí, pero qué iba a hacerle, ya me había acostumbrado en toda esta noche, la cual aún no había terminado, así que me resigne a sus risas.

Así que no me tiró del árbol por eso…pues vaya, ahora se preocupaba de esas cosas, no pensé demasiado en eso, por si acaso, aquella mujer podía ser capaz de hacer cualquier cosa, demostrado lo tenía.

Yo daba vueltas sobre mi mismo intento cavilar algo, me pasé las manos por la camisa,como si así lograra que luciera de la mejor manera, pero nada.

Elora se empezó a alejar del lago. - Tengo sueño Gerard, ¿Venís, os vais, dejareis que os coma algún ser fuera de lo común?- me dijo. La vi alejarse, parecía una ninfa en todo aquel bosque. Levanté mi mano quedando en el aire mi dedo índice, ya estaba a bastante distancia, así que aceleré mi paso tras ella.

– Ya creo que he tenido suficiente con lo de hoy para que me coma algún ser. – dije bajando el alcance de mí voz.

– Y creo que no sería plato de buen gusto justamente en el estado en el que me encuentro ahora. – Miré el suelo estaba lleno objetos, algunos naturales, otros no tanto, que valor tenía Elora al ir descalza.

Si no pasaba nada llegaría a la residencia en media hora, yo iba detrás de ella, y en lo que duró una parcialidad del tramo del bosque no moví la boca.

por **Elora Soulacroix** Miér Ago 04, 2010 1:56 pm

Los pasos de Elora continuaron avanzando observando de soslayo como la figura del muchacho se colocaba a su altura haciendo que le dedicase una suave sonrisa a la vez que peinaba los cabellos con las yemas de los dedos de forma desinteresada:- No creo que el ser que os vaya a comer tenga unos finos gustos, es más cualquier tipo de ser le daría igual el estado de su presa...se mueven por instinto, por el hambre, por la sangre que circula por vuestras venas- Explicó riendo levemente pensando que el muchacho había tenido dentro de lo que cabía suerte.

La mujer caminó observando el suelo, se sabía el camino de memoria más que nada por el don que gozaba, su memoria fotográfica hacia milagros aunque solía atormentarla bastante es más ya se le habían quedado grabadas bastantes facciones de Gerard pero no podía hacer nada, no podía evitar lo que era así que se limitó a suspirar suavemente como sino le quedase otra, a medida que giraba alejándose se podía visualizar el reflejo de la luna en el lago algo en lo que ella no se fijó puesto que le desagradaba mirarla por motivos obvios.

-Si alguna vez necesitais algo, mi residencia se situa a las afueras no es dificil de encontrar más que nada porque en su totalidad es blanca y siempre hay movimiento.- Dijo ella parándose en seco, el camino de dividía en dos, uno directo hacia la ciudad y otro hacia las residencias situadas en el exterior. No estaba segura de que si llegaría bien él solito todo ese trayecto pero no iba a seguirlo como un perro faldero.... - ¿Estareis bien?-Arqueando una ceja.

por **Gerard Montefeltro** Miér Ago 04, 2010 2:27 pm

¡Ah! ¿Que ahora no importa mi estado? hombre, siempre es mejor tener un buen envoltorio, no digo que sea mi caso, pero no sé, en cierta manera sería un halago recibir una presa en condiciones, pero ¡no! Elora tenía que decir aquello, ni que mi sangre fuera lo mejor de mí… Dejé de pensar en eso porque me picaba.

Comentó donde se situaba su casa, se encontraba en las afueras, una buena caminata de mi residencia hasta allí, pero quién sabe si algún día iba acabar allí.
Se detuvo ya que el camino se dividía en dos tramos, me lo sabía bien, ella iría para un lado y yo hacia otro, la mire con suspicacia escuchando su pregunta.

- ¡Claro que estaré bien!- Exclamé pesadumbrado, me tomaba como un niño, en cierto modo lo era, pero ¡Dios! E iba a añadir “la que tendría que tener cuidado sois vos” pero recordé al segundo lo que me había sucedido por subestimarla. No era como el resto, como ya dije en un principio, y no quería profundizar en ese tema, porque no quería salir escaldado, mi curiosidad llega a sus límites.

Me incliné un poco a modo de reverencia, sin faltar a los modales, a pesar de la noche que me había dado. – Como os dije mis “servicios artísticos” estarán a vuestra disposición en cualquier momento. –miré a mi camino con una sonrisa, para volver a posar mis ojos en Elora.- Y también os digo, si me echáis de menos sabéis donde está la residencia de estudiantes. – Solté una risilla estúpida por ese comentario, pero ¿qué más daba?

- Hasta la vista, señora Elora. – Di unos pasos para comenzar mi regreso, a unos cuantos pasos giré mi cabeza y me despedí cómicamente con la mano.
Dentro de lo malo, me lo había pasado bien con aquella extraña mujer.

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