Tu, yo ¿Que mas puedo pedir? [Privado]

¿No te parece hermoso Máximo? *Comentó con una sonrisa que se había adueñado de ella, el hombre que le acompañaba era uno de los pocos con los que se sentía cómoda, no tenía miedo de no tener que aparentar que era una damisela como debía de hacer desde que ponía un pie fuera de su casa, era una cortesana con modales que ofrecía mucho más que un simple polvo pero habia pocos momentos en los que se abandonaba como si fuera una niña pequeña, cuando miró atrás se aseguro que zacarias iba detrás de ella formandose de nuevo una sonrisa* No me voy a caer de nuevo * Pero no pudo prometer nada, tenia los tacones abandonados en un tronco y la hierba estaba resbaladiza por eso pisaba con cuidado para no perder el equilibrio.

Eran todas hermosas, se habia metido en el interior de una de las cercas indicandole que guardase silencio era como si estuvieran haciendo algo malo aunque en verdad no era mucho lo que hacian, aqui las flores eran guardadas como oro en paño solo habia una zona que podias entrar y estar en contacto con ellas, se arrodillo y tomó una mariquita, ese animalito rojo caminaba por la mano pálida de la cortesana hasta que cansada de ver que no tenia nunca fin hechó a volar. Con cuidado Mar salió de aquel sitio teniendo que sujetarse de la camisa de Zacarias con un suspiro culpable* Perdoname por ser tan torpe *Tenia la vista bien puesta en el suelo, finalmente sin haberse caido dejo la camisa de Zacarias mirandole a los ojos con una sonrisa dulce en los labios mientras suspiraba calmada*

Aqui no nos podrán decir nada *Ya, despues de tanta rebeldia se porto como una mujer obediente marchando por el camino de tierra hasta una de las bancas de madera que tenian una vista envidiable, se sentó alli abrazándose a sus piernas, llevaba un vestido de color rosa pálido que dejaba en un contoneo sus piernas visibles, sus brazos no parecian tener ninguna consideración del frío, le gustaba la temperatura húmeda que hacía* ¿Tienes algo que hacer despues? *Tomó un tirabuzón de su cabello y lo colocó trás su oido sintiendo el cosquilleo de sus hebras rozarle el cuello*

*Sonreía cariñosa mientras veía a Zacarias, sabia que no era un chico que expresara en alto sus sentimientos o por el momento no le habia visto sino cuidar de ella con un rostro que no sabia decir si estaba contento, si estaba triste agradado o por el contrario irritado de tener a tal torpe mujer entre sus brazos, Mar por el contrario sentía que le gustaba mucho estar con él, parecía su hermano mayor cuidando de ella mientras aprovechaba ese instinto para sentirte protegida, los hombres que ella habituaba pocos eran los que querían protegerla pero muchos los que la veían como un objeto, era normal e incluso habitual teniendo en cuenta el trabajo que tenía...debia de ser mujer de todos como según decían pero tambien ser la dama de nadie, ella vivia para ella misma aunque muchos dijesen que eso era un chiste bastante bueno al ser ella la que vendía su propio cuerpo por una bolsa de dinero; Lejos de todos esos pensamientos ahora estaba disfrutando del olor húmedo del cesped mojado, las flores parecían húmedas pero tambien felices de recibir la visita de aquellas dos personas.

No pudo evitar sonreirse a ella misma, no se habia hecho daño pero le recordaba a un padre diciendo con voz paciente “te lo dije” pero a pesar de decirlo seguía cuidando de la pequeña, Zacarias aunque ni el mismo se lo creyese era una persona agradable para mar, pudiera ser silencioso pero tambien demasiado caballeroso algo que si se conocía a la pelirroja se sabía que le gustaba la informalidad pero era un hombre en quien siempre podía confiar, notaba que la protegía incluso cuando ella dijese que no, podía sentir el calor que desprendía igual que si estuviera al lado de una estufa, sus cabellos se mecieron por los hombros mirando a Zacarias fijamente para despues reir * No pasa ni una sola mosca, creo que *Colocó las manos en la nuca siendo una postura más masculina que femenina pero la pelirroja deseaba que su acompañante dejase de pensar en las formas aunque eso a simple vista parecía más que imposible *

Es lo mejor que nos podía pasar *Sincera cerro los ojos moviendo los pies con suavidad, la brisa que apenas era suficiente para mover sus cabellos se mecía lentamente entre los dedos de los pies de la mujer, miraba distraida segundos después como él había alisado las ropas...no le habia molestado más bien sus orbes brillaban traviesos sabiendo que podría molestarte juguetonamente con eso, arrugando sus ropas algo que estaba sopesando si era mejor dejarlo para no molestarle * ¿No es más tranquilo asi? Lejos de las personas al menos por un momento *No le gustaba que las mujeres le mirasen entre envidiosas o con otras sucias miradas los hombres en cambio eran mas directos, solian insinuarse abiertamente aunque ella no estuviera trabajando recibía muchas faltas de educación como esa, agradecía que al menos sabía defensa personal, bueno no solo era cortesana sino que podía acabar con la vida de un hombre en unos segundos.

Asintió mirandole, ahora se sentía como si fuera una carga para él * Solo si me permites cocinar para ti *Le sacó la lengua * No deseo ser una molestia y se que tu caballerosidad te impedirá decirme abiertamente cuando soy una molestia y cuando no *Se permitió una caricia suave a los cabellos de Zacarias, sonriendo con el cariño que solo la cortesana podía tener le guiñó después el ojo * ¿Qué me dices? Solo tienes que comentarme que te apetece comer para que me ponga manos a la obra cuando lleguemos a mi casa *Alzó la pierna derecha viendo a una hormiga caminar por sus dedos, la observó hasta que despues bajo el pie dejando a la hormiga en la tierra volviendo a alzarlos mirandoselos, le gustaba ir con los pies desnudos en la hierba mojada, o cuando estaba en el bosque, ahora sonreía viendo sus pies pálidos con toques de moreno tierra *