Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar. [privado]

por Invitado Miér Mar 07, 2012 7:29 pm

Cada ser humano tiene dentro de sí,
Algo mucho más importante que el mismo:
Su Don.
Paulo Coelho, Brida.

Dedico sus sueños a aquel paseo, aun era de día, miro el cielo azul y mientras arreglaba las fauces de su vestido entre que su escolta se preocupaba de no verla ensuciada demasiado para la reunión con el príncipe, había decidido que seria bueno caminar y luego de insistir bastante a su guardia que pensaba que aquella reunión era algo totalmente serio sin saber que para ella y el era solo diversión termino por aceptar…

Sonrió mientras jugaba con las pequeñas flores a medida que se cruzaban por su vestido mientras pensaba que le vería ya después de hacia mucho tiempo unos meses quizás, aunque para el fueran segundos, para ella y su vida mortal había sido sencillamente demasiado y se lo haría saber oh si… -hoy esta feliz…-susurro una de sus damas de compañía que en beneficio a su sonrisa elogiaba que su felicidad podría hacer alusión a que se veía linda lo que Adda agradeció – si es lo que creo que significan sus palabras Angelicé pues si, hoy estoy feliz, gracias… - ego… ya se imaginaba la mirada de su amigo y lo mucho que se reiría luego de afirmar de aquella manera apoyando lo que su dama de compañía decía, dedica una mirada hacia uno de sus guardias que preocupado augura la llegada a los terrenos del palacio Royal, sede de sangre y fiestas caóticas a su misma vez, Adda pudo sentirlo, la magia en su cuerpo hundiéndose ante la sensación de saberse en alerta ¿Por qué en alerta? Pensó en su amigo pero de inmediato recordó que aquella alerta no era precisamente por el.

Recuérdeme si el príncipe le espera – susurraba el guardia de su casa con la espada en su mano derecha y adda con una calma respondía inmediatamente - yo mismo le escribí, no podría… - miro hacia el cielo la oscuridad daba cabida a la noche de aquel bosque se viera peligrosa, nunca había caminado por aquellos prados de noche, solo con Stephen.

Stephen… seria bueno que se dejara ver para que mi escolta me deje en paz- hablo a su mente sonriendo de lado tratando de enviarle un mensaje mentalmente, por alguna razón sentía miedo, no por ella si no por el grupo que le acompañaba, sabia que este le reclamaría que venia con demasiada gente, pero Adda no podía salir de casa sin su escolta, ya estos se irían una vez vieran al príncipe escoltándola, al caminar había olvidado mirar hacia el frente y cuando vio un par de luces guiadas por unas velas sonrió inclinando su rostro… hablarían reirían y por fin se hallaría sola con el y no en fiestas como solían encontrarse y sin poderse detener en burlas hacia los condes o nobles que con sus acciones dejaban mucho que desear.

Príncipe… - cierta sorna en sus palabras por que sabia que a este le molestaría, su escolta les veía a lo lejos y adda avanzaba hacia el…

VESTIDO