Parecidos razonables PRIVADO (Aemon Posible +18)

por **Francesca Piacchi** Dom Mar 18, 2012 10:24 am

Acababa de terminar un servicio en una de las casas de un cliente cuando Francesca decidió pasar un rato en el lago. Hacía un día maravilloso, el sol estaba en lo alto y no hacía ni frío ni calor, sino la temperatura perfecta para pasar un rato sentada en la orilla.

Y eso es lo que hizo, tras tomar las monedas que le dio su cliente se fue a comprar un poco de chocolate. El hombre de la tienda la miró mal pues su vestido muy remendado cosa que indicaba que no era una mujer adinerada y al ver el dinero con el que le pagó no le hizo falta nada para atar cabos y saber que era una cortesana.

Le vendió el chocolate pidiendole en pago las monedas y sus servicios y al estar tan hambrienta no pudo negarlo por lo que ahora la visita al lago también iba a servir para limpiar su cuerpo.

Cuando llegó al lago se sentó en una zona alejada de las miradas de la gente y comenzó a mojar su cuerpo para limpiarse de la sensación de suciedad que el vendedor le había dado, guardando el chocolate para comerselo luego tranquila bajo un arbol.

por **Aemon** Lun Mar 19, 2012 5:34 am

Acababa de llegar a París desde que empredí el viaje hacia el burdel donde mi nuevo trabajo, desde hace tres años, tendría un poco más de estabilidad y puede que unos cobros más seguros. Me encontraba en un lago, puede que laguna, tampoco me fijé mucho cuando entré para limpiarme. Era agradable sentir los rayos del sol sobre la piel y como, atravesando el agua cristalina, llegaban a mi cuerpo cuando buceaba. No hay nada mejor para sentirse limpio que darse un chapuzón y dejar que el sol acaricie tu piel, es como volver a nacer en una escala pequeña.

¿Por qué me lavaba? Por como había conseguido llegar hasta las afueras de París. En un pueblo del norte empezó mi andanza, todo lo empecé consguiendo con el dinero que había conseguido con esa chica. No era mucho pero me sirvió para llegar hasta estar a un día de París. Allí empecé a conocer un poco mejor como las iba a pasar ahora que estaba solo, en un sitio que no conocía, sin dinero y solo con lo que llevaba encima.

Para estar a un día de París nadie me quería llevar en un principio así que empecé a andar a pie, lo que me costaría entre tres o cuatro días. En ese momento me quité la camisa y la até a mi cintura, ahí cambió todo de golpe. A unos cien metros me alcanzó un carromato que iba en dirección a París a vender mercancías, el hombre me ofreció subir a pesar de decirle que no tenía papeles. Su mirada lo dijo todo y al llegar al lago tuve que pagarle, al menos tuvo suficiente con la boca, la chica me había enseñado bien a salir airoso de los negocios que no me interesaban. Después quiso algo más pero gracias a que siempre corría pude huir de él con bastante facilidad, pero perdí mi camisa.

Después de correr unos diez minutos por el bosque en el que paró el carromato me encontré un lago. No lo dudé y me tiré conforme llegué hasta llegar al otro lado, dejé mi ropa mojada sobre una roca y sobre todo ello otra piedra para esconderlo todo y no ir desnudo cuando llegase a París. Estuve un rato bañándome y limpiandome, sobre todo la cara y la boca, pero aproveche para un baño completo. Al salir del agua en dirección a mi ropa mi mirada se fijó en una mujer que se limpiaba y estaba como yo, como Díos la trajo al mundo. Salí casi hasta las rodillas y me quedé mirándola.

- "¿Te vas a quedar ahí? Voy a salir y tengo mi ropa a tu lado."

Le mostraba mi mejor sonrisa aunque no sabía como reaccionaría, seguramente se apartaría o dijese algo obsceno que me resbalaría.

Salida del lago (ver a partir del minuto 2:00):

por **Francesca Piacchi** Sáb Mar 31, 2012 3:23 pm

Miró al hombre que le llamaba desde el lago, estaba desnudo delante suya y cuando lo escuchó miró a su lado al ver como efectivamente tenía una ropa ajena a su lado. Respirando honro recogió sus cosas y aun a medio limpiar agachó la mirada y se dispuso a levantarse e irse.

-Disculpe señor, ya me marcho, no quiero molestarlo-A medida que iba haciendo esto tomaba su falda y se disponía a lavarse, aun sintiendo la necesidad de lavar sus agujeros mas íntimos que estaba casi segura ahora mismo estarían goteando el semen de los trabajos anteriores.

Hizo de tripas corazón y se levantó de la forma mas elegante que pudo pero cuando ya estaba casi completamente erguida sus pies pisaron el bajo de su vestido haciendo que esta cayera de rodillas hacia delante y se cortara una mano con una afilada piedra.

Sangre, mucha sangre, era lo único que podía ver, toda su mano estaba roja y sentía un gran dolor donde la piedra se había quedado clavada en su mano. Intentó respirar hondo y para evitar molestar al hombre rasgó un poco de lo que quedaba de su roto vestido con intención de vendarse la mano.

por **Aemon** Lun Abr 02, 2012 11:52 am

La chica no estaba en una posición muy poco “aristocrática”. La miré de arriba a abajo y tragué saliva sabiendo que el pequeño Ae iba a dejar claro que me gustaba su figura. El agua recorría por mi cuerpo, se entretenía en los pectorales y se dejaba caer desde los pezoncillos. Hacía algunos riachuelos finos por los abdominales y escurría por entre las piernas, las tres…

Vi como desviaba la mirada para comprobar que era verdad lo que decía. Cuando la escuché disculparse me sentí un poco mal por como le había hablado. Empecé a acercarme cuando recogió sus cosas para decirle que no pasaba nada pero antes de llegar a la orilla ella cayó al pisarse la falda. Al principio me pareció que se iba a levantar sin problemas hasta que vi que rasgaba su vestido, en ese momento vi que tenía la mano roja, roja sangre. Abrí los ojos como platos y salí corriendo del agua para arrodillarme a su lado.

- “Espera, espera, déjame ver esto.” –Le cogí la mano con cuidado por la muñeca y con cuidado quité la piedra. –“Antes de vendarte vamos a tener que lavar esto.” –Le sonreí para tranquilizarla e intenté ayudarla a levantarse para acercarnos al agua de la laguna. –“Déjame a mí, ¿vale?” –Mientras nos acercábamos al agua le limpiaba la herida con el trapito que había sacado de su vestido roto. –“Ya que vamos a estar un ratito juntos…¿Me dirías tu nombre, pequeña?”

Ya me daba igual el tamaño que hubiese cogido mi miembro o si estaba dormido, ahora iba a curar a la chica. Me sentía culpable por haberla hecho moverse y la iba a curar, para algo era médico, es lo
mínimo que podía hacer por ella.

por **Francesca Piacchi** Lun Abr 16, 2012 10:41 am

Me estremecí por el contacto con su piel, debería de estar acostumbrada a la sangre debido a mi pasado pero no me gustaba ver las heridas abiertas y hacía que comenzara a marearme un poco. El dolor al sacar la piedra fue visible en mi rostro y solte un par de lagrimas a la vez que un quejido.

El chico parecía amable y no me quejé ya que todo me daba vuetlas. Podía ver que su cuerpo estaba desnudo pero ahora mismo para ser sincera solo quería un lugar tranquilo para relajarme y poder descansar.

-Francesca es mi nombre señor-respondi en un pequeño susurro mientras miraba mi regazo y soltaba pequeños quejidos por el contacto del agua con la herida-Señor no es necesario que sigais, ya puedo terminar yo… no quiero molestaros.

Era verdad lo que decía, lo peor habia sido sacar la piedra y ya simplemente me quedaba ponerme un poco de tela en al herida y rezar por que no se infectara y que se curara pronto ya que asi, herida, no le gustaria a muchos clientes. Me pare un momento a mirar al hombre, era muy guapo no podía negarlo y tenia un gran cuerpo, pensando en lo que podía hacer para compensarlo por la ayuda mire su miembro y respiré hondo antes de llevar mi mano sana a su miembro y comenzar a moverlo para aliviar su excitación.

-Permítame agradecerle señor, por haberme ayudado-le dije en un susurro mirando al suelo mientras aumentaba las caricias de su miembro.

por **Aemon** Lun Abr 23, 2012 6:33 am

El agua limpió su mano rápido pero no parecía querer compañía. La verdad es que la pillé en una posición en la que muy pocos habrían confiado, de todos modos no me iba a meter en porque se limpiaba lo que se limpiaba en un sitio público, cada uno tiene sus razones. Se quejaba bajito, como si tuviese miedo de que le dijesen algo por dejar ver que le dolía algo que era lógico que doliese. Me dijo su nombre y al momento que no necesitaba ayuda, de cualquier modo la ayudaría un poco, al menos la acompañaría a casa o si quería que la llevase a algún sitio.

- “Bonito nombre y no es molestia”

Era verdad, no me molestaba, además parecía buena chica y era muy guapa. Sonreía para ella intentando tranquilizarla y no me di cuenta de lo que hacía. Si que me fijé en que se vendó muy bien la mano herida y cuando me volvió a hablar no entendí a que se refería hasta que recordé mi miembro erecto cuando su mano húmeda empezó a acariciarlo. Al principio cerré los ojos y gemí bajito. Aquello no solía pasar y te pilla desprevenido aparte de que sabía como hacerlo. En seguida volví a estar listo para la acción pero entonces desperté. Rodee su mano y con cuidado saqué mi miembro de tan agradable prisión. Le besé la mano y sonreí.

- “No hace falta que me agradezcas nada. Ha sido culpa mía que te clavaras la piedra. Primero me tendrás que perdonar tú.” – La miré a los ojos sin soltar su mano frente a mi boca.

por **Francesca Piacchi** Vie Mayo 04, 2012 9:19 am

Sentí como mis mejillas involuntariamente se sonrojaban al escuchar como le agradaba mi nombre mas aun así me sentía como si lo estuviera molestando aunque este insistiera en que no. ¿Quién iba a querer pasar tiempo con una cortesana sin no estar teniendo sexo? Y aun mas con una cortesana sucia y herida. Aun podía oler en mi cuerpo los restos de semen aunque ya estaba casi limpia pero sentía sintiendome sucia.

Mi estomago por otra parte no paraba de soltar algun que otro rugido haciendo que me encontrara aun mas incomoda y me removiera así que seguí con las caricias en el miembro deseando poder agradecerle rapido para poder irme. Todo iba mas o menos bien, escuché el gemido que soltó el hombre y sonreí un poco internamente pero cuando colocó su mano sobre la mia que estaba acariciandolo me preocupé. ¿Acaso había hecho algo mal? ¿Me habría vuelto a encontrar con los temidos sacerdotes?

Por un momento pensé que iba a estar escandalizado y el dolor de la cicatriz del hombro me recordó que no debía confiar en los hombres y mantener mi identidad oculta pero cuando llevó mi mano a sus labios lo mire confundida. Sabía que no había sido su culpa, que la piedra me la clavé por mi torpeza pero me quedé un poco embobada mirando sus ojos.

-Yo… señor tengo que hacerlo, fue mi culpa y no tengo que perdonarle nada-seguía un poco confundida por lo que intenté soltar la mano que tenía cerca de su boca. Bueno ese fue mi pensamiento pero mi cuerpo decidió no tomar esa orden así que mi mano seguía junto a la suya.

por **Aemon** Vie Jul 27, 2012 8:45 am

Sonreí al verla así y de pronto me golpeó el olor a sexo junto a un rugido de su estómago. Me levanté despacio sin soltarle la mano para ayudarla a levantarse y de paso para observar su cuerpo desnudo, como el mío. Querría decir que me comporté como un caballero y mi cuerpo parecía calmado, pero sería mentir. Mi pene estaba erecto mirando con su pequeño ojo a Francesca y mi respiración estaba un poco entrecortada por la anterior masturbación, que aunque corta era profesional.

- "No tienes que diculparte por nada." - La guié despacio hacia el agua admirando su cuerpo y caminando despacio para evitar más daño en alguno de los dos. - "Será mejor que te ayude a limpiarte, no tienes que mojar esa mano. ¿Me dejas tocarte?" - Dije señalando su sexo cuando el agua nos llegaba por las rodillas cuando vi un poco de espeso semen caer como una gota por el interior de su muslo derecho. Mientras ella se decidía me agaché para empezar a limpiarle las piernas con el agua del lago.

por **Francesca Piacchi** Miér Ago 01, 2012 9:17 am

Estaba nerviosa y negué de nuevo, tenía que disculparme pero el hombre parecía no entenderme y notaba como poco a poco caminabamos mas adentro mientras hacía mi maximo esfuerzo en no dejar que el semen se escurriera por mis piernas pero no fue suficiente y mis mejillas se volvieron de un rojo intenso a la vez que ignoraba su recomendación y me tiraba al agua nadando rapidamente para huir de él.

Iba a dejar atrás mi ropa, sabía que no era bueno ya que también estaban las pocas monedas que había logrado recaudar hasta llegar a Paris pero eran demasiadas preguntas y no estaba acostumbrada a que me cuidaran. Aproveché el momento en el que se agachaba para mojar mis piernas para saltar dentro del agua…

Era una pena, él hombre era bastante guapo y estaba bastante bien dotado pero como había aprendido y como me estaba recordando mi hombro, no se puede confiar en los hombres…

por **Aemon** Lun Ago 06, 2012 6:23 am

Creo que la he fastidiado cuando noto que se pone roja como un tomate. Acaricio sus piernas cada vez más arriba hasta que salta al agua huyendo de mí. Al principio me caigo de culo hasta que veo que se aleja. Me veo tentado de dejarla irse hasta que recuerdo que tiene su ropa aqui y que si la ven desnuda y rezumando semen igual la encarcelan o a saber que le hacen. Me tiro al agua y no me cuesta mucho alcanzarla. Me pongo delante de ella y espero a que se choque conmigo para abrazarla y mantenernos a flote. Noto sus pechos contra mi cuerpo y eso me excita, solo espero que no lo note mucho. Me alegro de que se haya metido al agua porque eso la limpiará.- "Tranquila, no voy a hacerte daño. Vamos, volvamos antes de que alguien se de cuenta de que estás desnuda. ¿Sabes? Igual te puedo contar mi día ¿Qué me dices?" -Le sonrío para tranquilizarla y le doy un beso en la frente.

por **Francesca Piacchi** Jue Ago 23, 2012 12:06 pm

Seguía nadando todo lo rapido que mi cuerpo me dejaba, estaba dolorida, me dolían las piernas de haber estado satisfaciendo antes a todos los hombres pero tenia que huir, aunque eso significara dejar a tras todo lo que tenia. Estaba pensando en como conseguiria ropa nueva cuando choqué contra algo, bueno mas bien contra alguien, el mismo hombre de la orilla me rodeó con sus brazos e hizo que volviera a asustarme, no me gustaba que me sorprendieran e inmovilizaran pero era mas debil que él y no podía hacer nada. Sus palabras me extrañaron y el beso en la frente…hacia años, desde pequeña, que nadie me daba un beso así por lo que intenté calmerme y lo miré a los ojos.

-Yo… esta bien pero por favor sueltame. No me gusta que me agarren y no me importa estar desnuda, estoy acostumbrada a ello.

por **Aemon** Sáb Sep 22, 2012 6:12 am

La solté despacio y sonreí.- "Está bien pero prometeme una cosa. Vas a volver a la orilla conmigo y vas a dejar que te limpie. Es lo menos que puedo hacer, te has cortado por mi culpa y... creo que necesitarás ayuda y ya que te he visto desnuda podemos decir que hemos adelantado eso." -Le ofrecí una mano sobre la superficie del agua para acompañarla a la orilla.- "No tengas miedo, no te haré daño, solo quiero ayudarte. ¿Te habían dicho que eres muy guapa cuando no te enfadas ni tienes miedo? Seguro que tu sonrisa enamora a quien la vea." -Quería animarla y verla sonreir y no negaré que me gustaría tocarla y ayudarla. Algo me decía que si la veía sonreir me enamoraría de ella pero algo dentro de mí también me decía que yo nunca podrái enamorarme. ¿Quien sabe?

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