AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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I see in your eyes [Privado +18 posible]
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I see in your eyes [Privado +18 posible]
Me había despertado con una fina capa de sudor rojizo cubriendo todo mi cuerpo, estaba completamente mojada, me sentía pegajosa, sucia y eso comenzaba a hacerme muy mal. Apenas mis ojos se abrieron de golpe, con mi respiración agitada, me di cuenta de que había tenido una pesadilla, pero lo más extraño era, que… -No recuerdo nada…- frunce el ceño mientras tocaba mi cabeza y deja salir un suspiro mientras aun estaba en aquel ataúd de manera negra que me había mandado a hacer mucho tiempo. Su interior estaba forrado con un lindo color rojo. Por suerte mi sudor se había disimilado bien entre las sabanas del mismo color absorbiéndolo sin dejar rastro, solamente un suave olor a mi esencia, que en esos momentos comenzaba a sentir insoportable.
De un golpe abrí aquella tapa que me mantenía oprimida, rápidamente se sintió un estruendo en aquella casa abandonada que había llevado hace unos meses donde dormía, me levante un poco, poniendo mis manos de lado a lado para sentir como el aire húmedo como me emborrachaba hasta dejarme un poco desorientada, pero aquello solamente duro unos cuantos minutos. Mis ojos se habían mantenido un poco desorientados, los volví a cerrar para poder ordenar mis ideas y prioridades en mi mente, aun estaba pegajosa, odiaba aquella sensación, me llenaba de asquerosidad y me hacia odiar completamente aquel cuerpo, mejor iba a buscar algún riachuelo en donde bañarme, luego buscaría algún campesino para alimentarme y después… después vería que hacer.
-Hare eso…- los huesos de mi cuello sonaron al momento que alce la mirada para poder ver aquel techo putrefacto, oscuro y tenebroso que ocultaba más de una creatura de la noche en su lecho, que aunque estaba arruinada completamente, tenía su gran atractivo, para mí y para algún que otro animal que se merodeaba miedoso cerca de mi ataúd. Ellos sabían de mi existencia y yo sabía de la suya, pero si ninguno de los dos nos molestaba la presencia del otro, si no interferíamos con las leyes de cada uno, estábamos bien y no había necesidad de enfrentarnos cara a cara.
Había dejado aquel lugar hace ya más de media hora, sentía el frio en mis huesos, estos comenzaban a molestarme, a dolerme cada vez más, pero no importaba, aquellas sensaciones solamente eran de la mente, pues yo, una mujer con más de doscientos años, ya no le afectaba el frio, el calor o el hambre –el de los humanos- pocas cosas afectaban a aquel cuerpo frágil a la vista, pero tan fuerte como el mismo mármol. Me había llevado un vestido negro conmigo, además del que llevaba puesto, el cual quemaría o tiraría por algún lugar, ya no lo quería cerca, olía mucho al sudor que había extraído mi cuerpo mientras una pesadilla que se había dado a la fuga de mi consiente me había atacado.
Me detuvo al momento de escuchar algunos ruidos, unos animalillos me habían detectado y ahora corrían en busca de protección, yo deje salir una sonrisa mientras miraba ya al lugar donde había llegado, un pequeño riachuelo, el cual dejaba ver aquella agua tan apacible y deliciosa, ya comenzaba a ponerme ansiosa de poder estar en contacto de aquella agua cristalina y reluciente para poder quitarme todo el sucio que sentía en mi cuerpo. Era irónico, me sentía asqueada de mi cuerpo, pero no me sentía ni un poco de las cosas que le hacía a otros cuerpos cuando tomaba su vida. Alce mis hombros, poco me importaban, yo tomaba lo necesario para sobrevivir no más. Comencé a desnudarme hasta apenas quedar con la parte baja de mi ropa interior. Con mis manos recorrí mi cuerpo desnudo mientras me relamía los labios, ya comenzaba a estar más que ansiosa, la sed se comenzaba a despertar en mi interior, pero no importaba, duraría un buen rato sumergida entre aquellas aguas frías y oscuras hasta que sintiera que toda prueba de aquella pesadilla había desaparecido.
De un golpe abrí aquella tapa que me mantenía oprimida, rápidamente se sintió un estruendo en aquella casa abandonada que había llevado hace unos meses donde dormía, me levante un poco, poniendo mis manos de lado a lado para sentir como el aire húmedo como me emborrachaba hasta dejarme un poco desorientada, pero aquello solamente duro unos cuantos minutos. Mis ojos se habían mantenido un poco desorientados, los volví a cerrar para poder ordenar mis ideas y prioridades en mi mente, aun estaba pegajosa, odiaba aquella sensación, me llenaba de asquerosidad y me hacia odiar completamente aquel cuerpo, mejor iba a buscar algún riachuelo en donde bañarme, luego buscaría algún campesino para alimentarme y después… después vería que hacer.
-Hare eso…- los huesos de mi cuello sonaron al momento que alce la mirada para poder ver aquel techo putrefacto, oscuro y tenebroso que ocultaba más de una creatura de la noche en su lecho, que aunque estaba arruinada completamente, tenía su gran atractivo, para mí y para algún que otro animal que se merodeaba miedoso cerca de mi ataúd. Ellos sabían de mi existencia y yo sabía de la suya, pero si ninguno de los dos nos molestaba la presencia del otro, si no interferíamos con las leyes de cada uno, estábamos bien y no había necesidad de enfrentarnos cara a cara.
Había dejado aquel lugar hace ya más de media hora, sentía el frio en mis huesos, estos comenzaban a molestarme, a dolerme cada vez más, pero no importaba, aquellas sensaciones solamente eran de la mente, pues yo, una mujer con más de doscientos años, ya no le afectaba el frio, el calor o el hambre –el de los humanos- pocas cosas afectaban a aquel cuerpo frágil a la vista, pero tan fuerte como el mismo mármol. Me había llevado un vestido negro conmigo, además del que llevaba puesto, el cual quemaría o tiraría por algún lugar, ya no lo quería cerca, olía mucho al sudor que había extraído mi cuerpo mientras una pesadilla que se había dado a la fuga de mi consiente me había atacado.
Me detuvo al momento de escuchar algunos ruidos, unos animalillos me habían detectado y ahora corrían en busca de protección, yo deje salir una sonrisa mientras miraba ya al lugar donde había llegado, un pequeño riachuelo, el cual dejaba ver aquella agua tan apacible y deliciosa, ya comenzaba a ponerme ansiosa de poder estar en contacto de aquella agua cristalina y reluciente para poder quitarme todo el sucio que sentía en mi cuerpo. Era irónico, me sentía asqueada de mi cuerpo, pero no me sentía ni un poco de las cosas que le hacía a otros cuerpos cuando tomaba su vida. Alce mis hombros, poco me importaban, yo tomaba lo necesario para sobrevivir no más. Comencé a desnudarme hasta apenas quedar con la parte baja de mi ropa interior. Con mis manos recorrí mi cuerpo desnudo mientras me relamía los labios, ya comenzaba a estar más que ansiosa, la sed se comenzaba a despertar en mi interior, pero no importaba, duraría un buen rato sumergida entre aquellas aguas frías y oscuras hasta que sintiera que toda prueba de aquella pesadilla había desaparecido.
Cora A. Samaras- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 70
Fecha de inscripción : 13/07/2012
Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
Mis ojos se movían como una pelota, de acá para haya, miraba desde mi sillón como los trabajadores de mi finca salían y entraban estaban arreglando la casa, porque en poco días mi prometida iba a quedarse a vivir aquí, como un matrimonio, aunque de todos modos nos tenemos que casar ¿Por qué me voy a casar de repente? Por la sencilla razón de que no quiero perder mi finca, mi amada finca que es lo único que tengo, esta finca hay recuerdos muchos recuerdos, mi abuelo lo hizo, pero cuando se entero que su único hijo había muerto me la dejo y jure que nunca la iba a perder y por esa razón me caso, aunque no haya amor ¿Oh si? Oh si estoy enamorado de aquella Vampira igual que yo. Mi prometida se llama Cora Figueroa, ese apellido ya había odio en parís, de un hombre llamado Frausto, igual Vampiro…que tenia una hija Cambiaforma, era un poco raro aquella familia y como Cora me pudo decir eran como primo, no se en realidad que sean pero de que son familia lo son, no me quiero meter en la familia de Cora, no se ese hombre llamado Frausto es tan…raro igual que yo que hasta…me produce un poco de miedo así que cuando Cora me dice algo de su pariente solo asiento o digo pocas palabras porque la verdad no me interesa nada relacionada con es familia que pronto seré parte de ella.
Como llegamos a esto, a Cora la conocí un día de casería, yo iba caminando tranquilamente por el bosque cuando la encontré, cazando ella también, no le hablaba, solamente permanecí a su lado cuando me invito, ninguna palabra le dije, ella impaciente de que le dijera mi nombre se lo escribí en el suelo “Federico” apunte en el suelo, mirándome extremadamente por mi raro comportamiento, le volvo a escribir “No me gusta hablar, pero no por eso dejare de relacionarme con las personas” Y así empezó nuestra “Amistad” Fuimos dos meses amigos, de repente le dije que si tuvieras algo que ver, en ese momento confié mucho en ella, hasta el punto de hablarle, me sentí feliz con ella, pero cuando llego la notificación de la finca, no sabia que hacer y lo primero que pensé fue en ella, en que ella seria mi esposa, es buena mujer, es hermosa, y sobre todo me gusta, si me atrae como mujer, la deseo como tal pero, no se si es bueno dar ese paso pero no conocía a ninguna mujer nada mas ella y las demás no era de mi tipo, asi que le plante eso, al principio se me quedo mirando muy raro, como no creyendo eso y lo único que me dijo fue “Lo voy a pensar ¿Sí?” Yo le dije que si y no la vi en dos semanas…dos semanas que se me hicieron eternas.
Después de que paso las dos semanas ella misma me visito en mi finca, sorprendiéndome al principio porque no había sabido nada de ella hasta ese dia, sonríe al escuchar que aceptaba y desde ese momento ha pasado una semana, una semana que Cora Figueroa es mi prometida, que pronto se vendrá a vivir aquí y nos casaremos, ella no sabe en si porque tan de repente, se lo diré pero cuando estemos casados. A cada rato venia mis trabajadores a preguntarme donde iba esto o si lo estaban haciendo bien, yo solo asentía, negaba, indicaba, no confió en ellos y no me apetece hablarles tampoco. Toda la mañana y tarde me la pase encerrado en la finca, para poder poner en orden si algo salía mal en el trabajo, por fin se había echo de noche, por fin podre relajarme un rato, ahora no iré a ver a Cora, tampoco quedamos de acuerdo para eso, este día será solo para mi ya mañana iré, creo. Una sonrisa tonta aparece en mi rostro y me levanto de mi sillón si fuera humano de seguro no sentiría mis piernas de estar tanto tiempo sentando y en la misma posición y sin decir mas Salí de la finca rumbo…a donde el viento me llevara.
No sabia a donde ir, mis pies solo me guiaban, mi cabeza estaba en otro lado, en las cosas de la finca, mas bien, en Cora, en como reaccionaria, no se, a veces siento que el mundo se me cierra y no quiero, quiero abrirlo y dar paso firme no doblegarme por nada ni por nadie. Sin pensarlo me aleje de la ciudad entrando a la zonas alejadas de parís, cruce mis brazos y seguí pensando esto me ayudaba para reflexionar muchas cosas ¿Cómo cuales? Mi nuevo matrimonio, mi nueva vida de casado, como tratar a una esposa y sobre todo…como cumplirle si algún día Cora quiere tener relaciones sexuales conmigo, soy no soy experto creo que ni me he metido con ninguna mujer oh ya no me acuerdo.
Sin pensarlo me había parado enfrente de un lago, observándolo como se movía el agua al copas del viento, de lejos mire alguien que se estaba metiendo en el, el aroma de Cora me llego hasta a mi-Bien…-Susurre y sin pensarlo estaba a un lado de ella-Buenas noches Madam Figueroa….-Susurre cercas de su oído, mis brazos se encerraron a su cintura y la atraje a mi cuerpo antes de que se metiera por completo al agua-¿Bañándose?-Pregunte…
Como llegamos a esto, a Cora la conocí un día de casería, yo iba caminando tranquilamente por el bosque cuando la encontré, cazando ella también, no le hablaba, solamente permanecí a su lado cuando me invito, ninguna palabra le dije, ella impaciente de que le dijera mi nombre se lo escribí en el suelo “Federico” apunte en el suelo, mirándome extremadamente por mi raro comportamiento, le volvo a escribir “No me gusta hablar, pero no por eso dejare de relacionarme con las personas” Y así empezó nuestra “Amistad” Fuimos dos meses amigos, de repente le dije que si tuvieras algo que ver, en ese momento confié mucho en ella, hasta el punto de hablarle, me sentí feliz con ella, pero cuando llego la notificación de la finca, no sabia que hacer y lo primero que pensé fue en ella, en que ella seria mi esposa, es buena mujer, es hermosa, y sobre todo me gusta, si me atrae como mujer, la deseo como tal pero, no se si es bueno dar ese paso pero no conocía a ninguna mujer nada mas ella y las demás no era de mi tipo, asi que le plante eso, al principio se me quedo mirando muy raro, como no creyendo eso y lo único que me dijo fue “Lo voy a pensar ¿Sí?” Yo le dije que si y no la vi en dos semanas…dos semanas que se me hicieron eternas.
Después de que paso las dos semanas ella misma me visito en mi finca, sorprendiéndome al principio porque no había sabido nada de ella hasta ese dia, sonríe al escuchar que aceptaba y desde ese momento ha pasado una semana, una semana que Cora Figueroa es mi prometida, que pronto se vendrá a vivir aquí y nos casaremos, ella no sabe en si porque tan de repente, se lo diré pero cuando estemos casados. A cada rato venia mis trabajadores a preguntarme donde iba esto o si lo estaban haciendo bien, yo solo asentía, negaba, indicaba, no confió en ellos y no me apetece hablarles tampoco. Toda la mañana y tarde me la pase encerrado en la finca, para poder poner en orden si algo salía mal en el trabajo, por fin se había echo de noche, por fin podre relajarme un rato, ahora no iré a ver a Cora, tampoco quedamos de acuerdo para eso, este día será solo para mi ya mañana iré, creo. Una sonrisa tonta aparece en mi rostro y me levanto de mi sillón si fuera humano de seguro no sentiría mis piernas de estar tanto tiempo sentando y en la misma posición y sin decir mas Salí de la finca rumbo…a donde el viento me llevara.
No sabia a donde ir, mis pies solo me guiaban, mi cabeza estaba en otro lado, en las cosas de la finca, mas bien, en Cora, en como reaccionaria, no se, a veces siento que el mundo se me cierra y no quiero, quiero abrirlo y dar paso firme no doblegarme por nada ni por nadie. Sin pensarlo me aleje de la ciudad entrando a la zonas alejadas de parís, cruce mis brazos y seguí pensando esto me ayudaba para reflexionar muchas cosas ¿Cómo cuales? Mi nuevo matrimonio, mi nueva vida de casado, como tratar a una esposa y sobre todo…como cumplirle si algún día Cora quiere tener relaciones sexuales conmigo, soy no soy experto creo que ni me he metido con ninguna mujer oh ya no me acuerdo.
Sin pensarlo me había parado enfrente de un lago, observándolo como se movía el agua al copas del viento, de lejos mire alguien que se estaba metiendo en el, el aroma de Cora me llego hasta a mi-Bien…-Susurre y sin pensarlo estaba a un lado de ella-Buenas noches Madam Figueroa….-Susurre cercas de su oído, mis brazos se encerraron a su cintura y la atraje a mi cuerpo antes de que se metiera por completo al agua-¿Bañándose?-Pregunte…
Federico Meaux- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/11/2012
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Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
El aroma a muerte estaba cerca, pero siempre aquel olor estaba muy cerca de mí, pues yo misma olía siempre a muerte, no importaba cuantas veces me lograra bañar, ese olor siempre estaría en mi cuerpo, pues yo estaba muerta y esa era mi condición. Ya dejaba de sorprenderme que pudiera evadir mi guardia con tanta facilidad, sentí sus brazos rodeando mi cuerpo desnudo y pegajoso que aun no había entrado en el agua, mis mejillas pálidas buscaron un poco de sangre para llevarlas y crear algún tonto sonrojo por tenerlo tan cerca de mí. Me mordí el labio inferior mientras escuchaba su leve susurro en mi oído, que llegaba a mis tímpanos como un leve susurro dulce y melodioso. De mis labios salió una risilla suave y nerviosa mientras de reojo le miraba sus ojos que estaban posados en mí. Aunque la oscuridad nos rodeaba por completo, gracias a nuestros ojos sobrenaturales podíamos vernos con una claridad casi envidiable.
Aquel hombre no era muy hablador y era extraño porque yo era una persona que me gustaba mucho hablar y conversar de cualquier tema, pero dulcemente congeniábamos, el podía seguirme el juego en una discusión aunque su interés por el tema fuera más que mínima. Aun estaba sorprendida de verlo en ese lugar, además porque apenas habían pasado unos días desde que había aceptado casarme con él. Exactamente no sabía porque había aceptado aquella propuesta tan repentina que me lleno de más dudas de las que tenia. En mis razones principales de porque había aceptado, era porque realmente sentía algo por Federico, aunque no lo había podido desarrollar por completo, sabía que había algo dentro de mí que me atraía hacia él, una persona tranquila y lleno de ternura, además era atractivo, de buena posición, alguien con mi misma condición y con un toque especial, que Frausto nunca podría tener.
No podía describirlo exactamente, pero al pensar en Frausto no podía evitar en los problemas que venían detrás de ese nombre y uno de aquellos problemas era su hermosa hija cambiaformas, que no tenía para nada buenos modales, era una niña que no le agradaba para nada la idea de que su padre pudiera estar con otra persona, eso ya me había molestado demasiado y tal vez esa era una de las mayores cosas por las cuales había decidido formar parte con alguien más una familia, para poder alejarse de ellos un poco sin sentirse sola. -Estaba por hacerlo- susurre en una leve sonrisa mientras bajaba la mirada para detallarle donde tenía la mano, aunque en realidad no me importaba mucho –Me Siento algo pegajosa… pero hoy no nos íbamos a ver- estaba cerca de mi guarida, aunque no le había dicho donde me “hospedaba” me era extraño que estuviera en ese lugar.
Aquel hombre no era muy hablador y era extraño porque yo era una persona que me gustaba mucho hablar y conversar de cualquier tema, pero dulcemente congeniábamos, el podía seguirme el juego en una discusión aunque su interés por el tema fuera más que mínima. Aun estaba sorprendida de verlo en ese lugar, además porque apenas habían pasado unos días desde que había aceptado casarme con él. Exactamente no sabía porque había aceptado aquella propuesta tan repentina que me lleno de más dudas de las que tenia. En mis razones principales de porque había aceptado, era porque realmente sentía algo por Federico, aunque no lo había podido desarrollar por completo, sabía que había algo dentro de mí que me atraía hacia él, una persona tranquila y lleno de ternura, además era atractivo, de buena posición, alguien con mi misma condición y con un toque especial, que Frausto nunca podría tener.
No podía describirlo exactamente, pero al pensar en Frausto no podía evitar en los problemas que venían detrás de ese nombre y uno de aquellos problemas era su hermosa hija cambiaformas, que no tenía para nada buenos modales, era una niña que no le agradaba para nada la idea de que su padre pudiera estar con otra persona, eso ya me había molestado demasiado y tal vez esa era una de las mayores cosas por las cuales había decidido formar parte con alguien más una familia, para poder alejarse de ellos un poco sin sentirse sola. -Estaba por hacerlo- susurre en una leve sonrisa mientras bajaba la mirada para detallarle donde tenía la mano, aunque en realidad no me importaba mucho –Me Siento algo pegajosa… pero hoy no nos íbamos a ver- estaba cerca de mi guarida, aunque no le había dicho donde me “hospedaba” me era extraño que estuviera en ese lugar.
Cora A. Samaras- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 13/07/2012
Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
Al llegar a este lugar nunca pensé encontrar a Cora Figueroa, mi amada prometida, la mujer que me hizo cambiar un poco mi forma de ser, no diré que la amo, porque no sé, pero siento algo por ella, algo profundo pero no se si es amor; pero con el pasar del tiempo sabré lo que realmente quiero, y si la amo. Es una mujer sumamente interesante como lo dicho, me alegra la vida con sus preguntas, con sus relatos a veces con su rebatos de niña pequeña, siento algo en mi cuerpo que me hace sonreír en cada cosa que ella dice “Cora, mi Cora, mi amada Cora la que hace que las noches mas oscuras se ilumina cada vez que la veo, cada vez que la tengo en mis brazos” al pensar eso, al tenerla en este momento en mis brazos me dan ganas de besarla hasta morir, hasta que el aire nos faltara, pero me acuerdo de que no necesitábamos respirar y me rio en mi propia mente por las cosas que a veces suelo tener, Cora a cambiado mi mundo, mi vida y mi forma de ser, aunque sigo siendo el Federico callado, el que no dice nada y solo con gestos, pero con ella es todo lo contrario, digo, hago y hasta hablo de más, a veces pienso que Cora estaría mejor si yo me callara cuando ella esta hablando o dando su punto de vista y la reto, me gusta hacerla enojar de veces en cuando aunque en realidad nunca se enoja o nunca se ha enojado en realidad conmigo.
Al verla ahí, media desnuda, me dieron unas ganas de poseerla, de hacerla mía por primera vez, nunca la he tocado mas que la cintura, no la he besado tan apasionadamente ¿Miedo? No sé pero a veces me detengo y me alejo de ella, porque no quiero equivocarme no quiero que piense que solamente estoy con ella por su cuerpo o por algo así, estaba indeciso en hacerlo, pero mis pies terminaron caminando hasta ella, donde ahora, precisamente ahora la tengo en mis brazos, sentir su cuerpo junto con el mío eso me agradaba y mucho -Estabas…-Susurre demasiado cerca de su oído, no la quería dejar, no la soltaría -Pobrecita mi Cora….-Ladee un poco mi rostro y la mire de reojo -Pegajosa…-volví a decir, parecía claves y me reí por eso, asentí por las ultimas palabras de ella -Se que no nos íbamos a ver, estaba consiente, pero salí de casa, pero no pensé que te iba a encontrar aquí Cora…-La solté solo un poco y le di la vuelta acercándome más -Pero el destino quiere que nos veamos…-Susurra y roce mis labios con los de ella y la sujete bien de la cintura-Y por mi esta bien-Y la bese.
Al verla ahí, media desnuda, me dieron unas ganas de poseerla, de hacerla mía por primera vez, nunca la he tocado mas que la cintura, no la he besado tan apasionadamente ¿Miedo? No sé pero a veces me detengo y me alejo de ella, porque no quiero equivocarme no quiero que piense que solamente estoy con ella por su cuerpo o por algo así, estaba indeciso en hacerlo, pero mis pies terminaron caminando hasta ella, donde ahora, precisamente ahora la tengo en mis brazos, sentir su cuerpo junto con el mío eso me agradaba y mucho -Estabas…-Susurre demasiado cerca de su oído, no la quería dejar, no la soltaría -Pobrecita mi Cora….-Ladee un poco mi rostro y la mire de reojo -Pegajosa…-volví a decir, parecía claves y me reí por eso, asentí por las ultimas palabras de ella -Se que no nos íbamos a ver, estaba consiente, pero salí de casa, pero no pensé que te iba a encontrar aquí Cora…-La solté solo un poco y le di la vuelta acercándome más -Pero el destino quiere que nos veamos…-Susurra y roce mis labios con los de ella y la sujete bien de la cintura-Y por mi esta bien-Y la bese.
Federico Meaux- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/11/2012
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Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
El era increíble como dos cuerpos muertos y fríos se podían sentir cálidos. ¿Era por la pasión que estaba dentro de nosotros? Nos sentíamos como niños explorando nuevos horizontes, horizontes que ya tengamos olvidados. No podía creer lo mucho que podría gustarme el tacto de aquel hombre, ya me había olvidado que realmente yo era una mujer y que como tal tenia necesidades las cuales debían saciarse. Le mire sonriente y un poco apenada, aunque él fuera algún día el hombre que solamente miraría, aun tenia aquella timidez e inocencia dentro de mí, que a lo mejor nunca se irían y siempre me daría pena con él en algunas cosas.
Yo estaba desnuda y él lo sabía, podía sentir la piel de sus brazos rodeándome mientras me hablaba, su ropas detrás, acariciando mi espalda -bueno es una buena coincidencia- dije sonriendo levemente. No, no me molestaba que su mente hubiera divagado y luego llegado sin pensarlo justamente donde yo estaba, le creía, sabía que no lo había hecho a propósito y que estaba en su ser, en ocasiones hacer este tipo de cosas, cuando giro mi cuerpo deje salir una leve risilla nerviosa, rápidamente me aferre a su cuello mirándole de reojo y con mis pálidas mejillas con algo de color. Su aliento se acercaba a mis labios, mis ojos viajaban entre ellos y sus ojos, con una sonrisa socarrona acepte aquel beso que parecía solamente querer demostrar el cariño que tanto parecía tener hacia a mí.
Deseaba que se volviera amor, aun en mi cabeza estaba Frausto, pero poco a poco el comenzaba a invadir su lugar, necesitaba que aquello terminara de pasar. Mis Pechos se habían ocultado en su camisa mientras todo mi cuerpo se acercaba a él sin dejar espacio alguno entre nosotros dos... Sonreí de forma traviesa mientras me separaba de sus labios -ven...- le susurre con mi voz felina como si ronroneara -báñate conmigo mon amour- dije yo mientras de forma atrevida comenzaba a desabotonarle la camisas que me estaba estorbando para poder sentir su piel contra la mía -tal vez suceda algo divertido- indique para darle un beso en su nariz para alejarme de él y seguir yo mi camino al agua. Me introduje sin pensarlo para comenzar a nadar buceando mientras disfrutaba el agua que se llevaba el sudor y toda la suciedad de mi cuerpo.
Yo estaba desnuda y él lo sabía, podía sentir la piel de sus brazos rodeándome mientras me hablaba, su ropas detrás, acariciando mi espalda -bueno es una buena coincidencia- dije sonriendo levemente. No, no me molestaba que su mente hubiera divagado y luego llegado sin pensarlo justamente donde yo estaba, le creía, sabía que no lo había hecho a propósito y que estaba en su ser, en ocasiones hacer este tipo de cosas, cuando giro mi cuerpo deje salir una leve risilla nerviosa, rápidamente me aferre a su cuello mirándole de reojo y con mis pálidas mejillas con algo de color. Su aliento se acercaba a mis labios, mis ojos viajaban entre ellos y sus ojos, con una sonrisa socarrona acepte aquel beso que parecía solamente querer demostrar el cariño que tanto parecía tener hacia a mí.
Deseaba que se volviera amor, aun en mi cabeza estaba Frausto, pero poco a poco el comenzaba a invadir su lugar, necesitaba que aquello terminara de pasar. Mis Pechos se habían ocultado en su camisa mientras todo mi cuerpo se acercaba a él sin dejar espacio alguno entre nosotros dos... Sonreí de forma traviesa mientras me separaba de sus labios -ven...- le susurre con mi voz felina como si ronroneara -báñate conmigo mon amour- dije yo mientras de forma atrevida comenzaba a desabotonarle la camisas que me estaba estorbando para poder sentir su piel contra la mía -tal vez suceda algo divertido- indique para darle un beso en su nariz para alejarme de él y seguir yo mi camino al agua. Me introduje sin pensarlo para comenzar a nadar buceando mientras disfrutaba el agua que se llevaba el sudor y toda la suciedad de mi cuerpo.
Cora A. Samaras- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 13/07/2012
Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
Mi amada Cora, la mujer que siento amor por ella, sí para que negarme, para que negarme a un sentimiento puro, un sentimiento que siento por ella, no sé si ella me ama, pero si no hace, poco a poco la conquistaré es la primera mujer que a logrado que sienta cosas en mi pecho, pareciera que mi corazón vuelve a latir; aunque este mas muerto, pero lograré que ella me ame como yo la estoy comenzando amar. Para nosotros el tiempo se quedó congelado, el tiempo de envejecer no existe, mi vida, la que tengo con ella, ambos inmortales, ambos que podemos vivir mucho tiempo junto y que tal, un: Para siempre. Sí, quiero compartir todo con ella, los enojos, los celos, las pasiones todas, lo que es todo.
Por un momento me olvide del estado en que se encontraba Cora, mi Cora, porque ella era mía, de nadie más, sí, era posesivo con ella, más, porque es una mujer hermosa, una mujer que cualquier hombre se puede enamorar, por mi parte me a cautivado su pureza, su inocencia de niña que todavía tiene aunque tenga un par de años encima, yo igual, por esa razón la debo de cuidar cuando estoy con ella, y aunque no le este. Tengo confianza en ella, tengo esa confianza y sé que ella no me engañara como otras mujeres. Estaba completamente consiente que ella estaba en mis brazos desnuda, nunca la había visto de esa forma, pero ahora que la veo, tan como la trajeron al mundo un calor interno surge de mi cuerpo, estrechándola un poco más en a mi cuerpo.-¿Una buena? Para mí ha sido obra del destino, que quiere que nos encontremos cada noche, que estemos juntos Cora…-Susurre, cerca de su cuello. No pude resistir más, la bese, como tantas veces lo echo, la necesitaba no iba a negarme, la anhelaba como una mujer, la mujer que es: Mi mujer.
No quiero y no pretendo leer su mente, sé que alguien más está en su cabeza, un hombre pero no me pondré celoso por una sombra, tal vez estaba más cerca de lo que yo imagino, pero ahora Cora se casara conmigo y no pretenderé que nadie me la arrebate de las manos, nadie, ella es mía: Mía, solamente mía de nadie más, sí, soy sumamente posesivo con ella, porque me interesa porque me gusta porque sí. Olvide todos mis pensamientos al sentir los pechos de ella juntarse con mi torso, eso me excito mucho, porque nunca había estado con una mujer de ese modo, tan íntimo, tan apasionado. Lamí mis propios labios cuando miré que se separó de los míos, diciéndome que fuera con ella, sin esperar comencé a ir con ella.-Si, me bañaré contigo…-No pensé, lo dije rápidamente y sin esperar más.
Mis brazos estaban al costado de mi cuerpo, mirando de reojo como ella me comenzó a desabrochar los botones, sonriendo levemente, asentía a cada palabra que ella me decía, era como un títere, ella me estaba manejando como si ella tuviera los hilos, después, yo mismo me quite cayendo al suelo, no quería que se fuera de mi vida de ese modo sin esperar me quite las botas, calcetines, y por último el pantalón, quedando desnudo, de igual manera que ella. Me adentre al agua como ella lo había hecho hace unos minutos, nade hasta alcanzarla, tomándola de la cintura, de espalda, la pegue a mi torso, mis manos se posaron en su vientre y moví ligeramente mi cadera, haciendo rozar mi miembro en su parte trasera, me tense un poco las sensaciones eran nuevas y me alegro que la experimente con ellas.- He llegado mi Cora…-Hice a un lado su pelo, exponiendo una parte de su blanco y delicioso cuello, pasando mis labios y por ultimo mi lengua.- Mía, de nadie más-Se lo había, y con toda la sinceridad del mundo.
Por un momento me olvide del estado en que se encontraba Cora, mi Cora, porque ella era mía, de nadie más, sí, era posesivo con ella, más, porque es una mujer hermosa, una mujer que cualquier hombre se puede enamorar, por mi parte me a cautivado su pureza, su inocencia de niña que todavía tiene aunque tenga un par de años encima, yo igual, por esa razón la debo de cuidar cuando estoy con ella, y aunque no le este. Tengo confianza en ella, tengo esa confianza y sé que ella no me engañara como otras mujeres. Estaba completamente consiente que ella estaba en mis brazos desnuda, nunca la había visto de esa forma, pero ahora que la veo, tan como la trajeron al mundo un calor interno surge de mi cuerpo, estrechándola un poco más en a mi cuerpo.-¿Una buena? Para mí ha sido obra del destino, que quiere que nos encontremos cada noche, que estemos juntos Cora…-Susurre, cerca de su cuello. No pude resistir más, la bese, como tantas veces lo echo, la necesitaba no iba a negarme, la anhelaba como una mujer, la mujer que es: Mi mujer.
No quiero y no pretendo leer su mente, sé que alguien más está en su cabeza, un hombre pero no me pondré celoso por una sombra, tal vez estaba más cerca de lo que yo imagino, pero ahora Cora se casara conmigo y no pretenderé que nadie me la arrebate de las manos, nadie, ella es mía: Mía, solamente mía de nadie más, sí, soy sumamente posesivo con ella, porque me interesa porque me gusta porque sí. Olvide todos mis pensamientos al sentir los pechos de ella juntarse con mi torso, eso me excito mucho, porque nunca había estado con una mujer de ese modo, tan íntimo, tan apasionado. Lamí mis propios labios cuando miré que se separó de los míos, diciéndome que fuera con ella, sin esperar comencé a ir con ella.-Si, me bañaré contigo…-No pensé, lo dije rápidamente y sin esperar más.
Mis brazos estaban al costado de mi cuerpo, mirando de reojo como ella me comenzó a desabrochar los botones, sonriendo levemente, asentía a cada palabra que ella me decía, era como un títere, ella me estaba manejando como si ella tuviera los hilos, después, yo mismo me quite cayendo al suelo, no quería que se fuera de mi vida de ese modo sin esperar me quite las botas, calcetines, y por último el pantalón, quedando desnudo, de igual manera que ella. Me adentre al agua como ella lo había hecho hace unos minutos, nade hasta alcanzarla, tomándola de la cintura, de espalda, la pegue a mi torso, mis manos se posaron en su vientre y moví ligeramente mi cadera, haciendo rozar mi miembro en su parte trasera, me tense un poco las sensaciones eran nuevas y me alegro que la experimente con ellas.- He llegado mi Cora…-Hice a un lado su pelo, exponiendo una parte de su blanco y delicioso cuello, pasando mis labios y por ultimo mi lengua.- Mía, de nadie más-Se lo había, y con toda la sinceridad del mundo.
Federico Meaux- Vampiro Clase Alta
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Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
Sentí los besos en mi cuello que hicieron que todo mi cuerpo se estremeciera, era una sensación que pocas veces había tenido el privilegio de sentir y era mejor así, pues me estaba entregando a un hombre para que me enseñara los trucos que el tenia debajo de la manga, aprenderíamos, creceríamos juntos mientras nuestros cuerpos explorábamos como niños curiosos que muy en el fondo éramos. Su sexo estaba rozando mis nalgas, era un sensación extraña, pero placentera, deje que sus manos recorrieran mis caderas, mi cintura mientras yo solamente le podía de mirar de reojo disfrutando las caricias que aquel hombre me estaba dando. -….- no dije nada, solamente sonreí ampliamente para darme media vuelta y encarármele, mis manos acariciaron su rostro y se aferraron a su cuello para comenzar a darle un lento profundo beso, lamí sus labios suspirando suavemente, para luego besar su cuello, al sentir la vena mis colmillos aparecieron, pero yo no quería su sangre, yo deseaba era su amor, su calor muerto que podría brindarme aquella noche.
Por algo había llegado hasta aquí, en donde yo estaba, me separe de él con un sonrisilla traviesa mientras se acercaba aun mas a lo profundo, pues aun estábamos en un lugar en donde nuestros pies podían tocar la superficie, así que como una ninfa comencé a alejarme hasta sentir que las puntas de mis pies no tocaban la profundidad del suelo, me mantuve flotando por unos segundos hasta que me hundí completamente para que mis cabellos estuvieran bien mojados y echados hacia atrás, acaricie mis senos y mis brazos, para quitar cualquier suciedad que pudiera estar en ellos, note que él se quedaba más allá, lejos de mí, sonreí ampliamente para acercarme y tomarle de su mano -¿en qué piensas?- pregunte curiosa por su mirada perdida –espero que sea en mi… porque no aceptare que estés pensando en otra cosa- indique son una media sonrisa en mis labios mientras lo arrastraba a lo profundo.
Cuando no volví a sentir piso me aferre a su cuerpo haciendo que mis pechos tocasen su piel inmortal, la mía también era como la de él, ya estaba acostumbrada al tacto de los muertos de los vampiros, pues mi madre había sido de esa forma y también, también aquella persona de la que no quería pensar en esos momentos. Sin poder evitarlo desvié un poco la mirada al recordar su nombre, lo menos que deseaba era lastimar a un hombre tan especial como el que había encontrado, no soportaría hacerle daño, volví a levantar mi mirada sonriendo de medio lado mientras este me miraba con unos ojos llenos de amor. También comenzaba a amarlo, poco a poco comenzaba a sentir tantas cosas por el que mi estomago se sentía extraño. Comencé a reír suavemente para luego acercarme y besar su cuello nuevamente, llegue a mis labios y los saboree otra vez… sentía que nunca me cansaría de probarlos, eran simplemente dulces, deliciosos, increíbles.
Por algo había llegado hasta aquí, en donde yo estaba, me separe de él con un sonrisilla traviesa mientras se acercaba aun mas a lo profundo, pues aun estábamos en un lugar en donde nuestros pies podían tocar la superficie, así que como una ninfa comencé a alejarme hasta sentir que las puntas de mis pies no tocaban la profundidad del suelo, me mantuve flotando por unos segundos hasta que me hundí completamente para que mis cabellos estuvieran bien mojados y echados hacia atrás, acaricie mis senos y mis brazos, para quitar cualquier suciedad que pudiera estar en ellos, note que él se quedaba más allá, lejos de mí, sonreí ampliamente para acercarme y tomarle de su mano -¿en qué piensas?- pregunte curiosa por su mirada perdida –espero que sea en mi… porque no aceptare que estés pensando en otra cosa- indique son una media sonrisa en mis labios mientras lo arrastraba a lo profundo.
Cuando no volví a sentir piso me aferre a su cuerpo haciendo que mis pechos tocasen su piel inmortal, la mía también era como la de él, ya estaba acostumbrada al tacto de los muertos de los vampiros, pues mi madre había sido de esa forma y también, también aquella persona de la que no quería pensar en esos momentos. Sin poder evitarlo desvié un poco la mirada al recordar su nombre, lo menos que deseaba era lastimar a un hombre tan especial como el que había encontrado, no soportaría hacerle daño, volví a levantar mi mirada sonriendo de medio lado mientras este me miraba con unos ojos llenos de amor. También comenzaba a amarlo, poco a poco comenzaba a sentir tantas cosas por el que mi estomago se sentía extraño. Comencé a reír suavemente para luego acercarme y besar su cuello nuevamente, llegue a mis labios y los saboree otra vez… sentía que nunca me cansaría de probarlos, eran simplemente dulces, deliciosos, increíbles.
Cora A. Samaras- Vampiro Clase Alta
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Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
¿Cómo he llegado a esto? Si me lo hubieran dicho hace unos meses atrás no me lo hubiera creído, es como estar en sueño que a decir verdad no temo despertar nunca. Porque con Cora he descubierto que es felicidad, amor, sinceridad, honestidad y sobre todo una gran confianza. Porque a Cora le tengo sumamente confianza, en totalidad, nunca desconfiaría de ella. ¿Por qué ella nunca me va a mentir verdad? Si llegara a romper ese lazo ella, nunca se lo perdonaría, aunque la amara con todo mí ser, me alejaría de ella, me dolería, nunca volvería a confiar en una mujer si me llega a mentir la que tengo enfrente. Soy tierno, solo con ella, soy de este modo, solo por ella y no quiero perder algo por culpa de un tercero. Sin pensarlo, todos esos besos, todas esas caricias que ella, mi prometida me estaba dando en mi cuerpo las deje de sentir desde el momento que la espina de la duda se inyecto en mi cuerpo pálido y sin vida, retrocediendo, alejándome por completo de Cora Figueroa.
¿Cómo explicarle a Cora que me aleje de ella por una estupidez que pensé? Nunca había tenido duda de nada, pero así, no soy un hombre celoso, ni mucho menos con Cora, sabiendo que ella es una mujer sensual, atractiva y que no es necesario ser tan listo que llama la atención a muchos hombres y envidias de mujeres, ese no es el punto, no la dejo ser, dejo que ella viva su vida; soy su prometido pero no su amo para que me obedezca en todo lo que quiero, ella es libre como un pájaro, no la tengo encerrada en una bola de cristal y que simplemente sale para mi ¡No! Eso nunca va a pasar. Pero toda la magia y todo ese deseo sexual que tenía por mi prometida comenzó a desvanecerse por mis estupideces, yo tuve la culpa de eso.
-Cora…-Susurré su nombre saliendo de la laguna, en el momento que mis pies tocaron el césped le di la espalda cruzando mis brazos en mi torso desnudo y mojado-Lo siento…-Mordí mis labios, rogando que no entre en mi mente, que no averigüe que tengo porque me dolería que supiera las verdaderas razones del porque me aleje de ese modo-Soy un completo estúpido, siento perder la magia que teníamos, pero cosa esta rondando en mi cabeza, nunca hemos hablando de esto, porque la verdad no me interesaba pero llego el momento de aclarar mis dudas antes de que casemos…-Voltee hacia ella, mirándola en la laguna tan hermosa se miraba ella, baje un poco la mirada y suspire un poco.
-Sé que lo que digo es tonto, pero…alguien vino hacia mí, diciéndome algo, claro que es una mentira y no lo creí, pero quiero escucharlo de tus labios, sabes perfectamente que no soy una persona celosa, ni nada por el estilo, eres libre de hacer con tu vida lo que te venga en gana simplemente….simplemente que seas sincera conmigo….-La miré fijamente acercándome nuevamente a la orilla, me puse de rodillas y después puse mis manos sobre el césped- ¿Te besaste con Frausto Figueroa aquella vez que fuiste a su casa…?-Solté sin más la pregunta quería saber la respuesta, esperanzado que solamente fuera una vil mentira para alejarme de Cora.
¿Cómo explicarle a Cora que me aleje de ella por una estupidez que pensé? Nunca había tenido duda de nada, pero así, no soy un hombre celoso, ni mucho menos con Cora, sabiendo que ella es una mujer sensual, atractiva y que no es necesario ser tan listo que llama la atención a muchos hombres y envidias de mujeres, ese no es el punto, no la dejo ser, dejo que ella viva su vida; soy su prometido pero no su amo para que me obedezca en todo lo que quiero, ella es libre como un pájaro, no la tengo encerrada en una bola de cristal y que simplemente sale para mi ¡No! Eso nunca va a pasar. Pero toda la magia y todo ese deseo sexual que tenía por mi prometida comenzó a desvanecerse por mis estupideces, yo tuve la culpa de eso.
-Cora…-Susurré su nombre saliendo de la laguna, en el momento que mis pies tocaron el césped le di la espalda cruzando mis brazos en mi torso desnudo y mojado-Lo siento…-Mordí mis labios, rogando que no entre en mi mente, que no averigüe que tengo porque me dolería que supiera las verdaderas razones del porque me aleje de ese modo-Soy un completo estúpido, siento perder la magia que teníamos, pero cosa esta rondando en mi cabeza, nunca hemos hablando de esto, porque la verdad no me interesaba pero llego el momento de aclarar mis dudas antes de que casemos…-Voltee hacia ella, mirándola en la laguna tan hermosa se miraba ella, baje un poco la mirada y suspire un poco.
-Sé que lo que digo es tonto, pero…alguien vino hacia mí, diciéndome algo, claro que es una mentira y no lo creí, pero quiero escucharlo de tus labios, sabes perfectamente que no soy una persona celosa, ni nada por el estilo, eres libre de hacer con tu vida lo que te venga en gana simplemente….simplemente que seas sincera conmigo….-La miré fijamente acercándome nuevamente a la orilla, me puse de rodillas y después puse mis manos sobre el césped- ¿Te besaste con Frausto Figueroa aquella vez que fuiste a su casa…?-Solté sin más la pregunta quería saber la respuesta, esperanzado que solamente fuera una vil mentira para alejarme de Cora.
Federico Meaux- Vampiro Clase Alta
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Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
Su alejamiento repentino hizo que ladeara un poco mi cabeza, confundida de sentir que tal vez estaba haciendo algo mal, algo que tal vez, a él no le gustaba y lo estaba haciendo sin pensarlo. Mis ojos estaban fijos en los de él, que extrañamente se quedaron desviados de los míos, hasta que volvieron a enfrentarse con los propios. -¿Qué sucede?- pregunte en un leve susurro, temerosa de que fuera algo que molestara. Me hubiera encantado que en realidad no fuera nada, que simplemente fuera uno de aquellos momentos en que los sentidos vampíricos molestan por ser tan sensibles, pero no era aquello, en sus ojos se notaba.
Había salido de la laguna, le seguí hasta quedar en un nivel más bajo, esperaba que se explicara, yo con una pequeña sonrisa comprensiva, trataba de comprenderlo y no reprocharle cualquier cosa que pudiera tener, tenía que ser amable y paciente. Mis manos se entrelazan con los dedos, mientras lo escucho atentamente, niego suavemente, sin entender bien lo que quiere decir –Explícate mejor…- dije de forma suave, no quería apresurarlo, pero comenzaba a preocuparme tanto misterio. Al fin giro y fijo su mirada en mí, pero rápidamente la bajo, suspire suavemente, no me gustaba eso, comenzaba a enojarme, cierto furor que era tan leve que no lo comentaría.
Cierto frio recorrió mi cuerpo al escuchar la pregunta que asechaba en su mente y que yo pacientemente espere que me dijera, mire hacia los lados, con cierto nerviosismo, me mordí los labios mientras me dispuse a salir de la laguna completamente. Hubiera querido que fuera una gran mentira, pero no tenía su apellido por el simple hecho de sentirnos familiares, había siempre algo más profundo entre nosotros, que era yo la que buscaba terminar. –Frausto es un hombre…- no supe como describirlo, recordaba aquella noche y me comenzaba a hervir la sangre. –El no ha podido ser feliz y siento que no quiere que nadie lo sea- dije con cierto pesar.
En algún momento lejano, cuando apenas era una novicia, había quedado encantada con sus atributos, pero ahora solamente me parecía un ser egoísta, que olvidaba el bienestar de sus seres queridos –Estoy dudando mucho sobre porque me dio su apellido, pero te puedo asegurar, que no fue porque me quería como una hermana…- me mordí los labios. Me arrodille para quedar a su altura, buscaba poder conectarme con aquella mirada perdida –Nos besamos- dije sin tabú. Un nudo en la boca del estomago me hizo bajar la mirada, no sentía que pudiera hablar, mi cuerpo se tensionaba, pero le sujete la muñeca con una fuerza que no medí, pues solamente estaba en mi mente que no se fuera de mi lado.
-Yo siempre lo busque, lo perseguí, en busca de un poco de su amor y el nunca me quiso como yo lo quise- susurre, en un débil tono, se me hacia tan difícil hablar, que me sorprendía que pudiera formular las palabras, le apreté aun más la muñeca, mientras entrecerraba mis ojos, en busca de que no salieran las lagrimas amargas que pudieran amenazar en salir-Ahora que encuentro a alguien que no necesito estar en buscándolo, para luego, no ser correspondida- tuve que detenerme un poco, deje salir un leve jadeo –Quiere molestar mi felicidad, nuestra felicidad, porque no ha podido encontrar la suya- alce la mirada, estaba de cierta forma dolida, porque sabía muy bien que el mismo había hecho llegar aquello a sus oídos –Quiere alejarte de mí, quiere eliminarte, quiere que este sola…- suspire, mientras le liberaba por fin su muñeca y cerraba mis dos manos en puños –Quiere tenerme, porque tú me tienes, pero luego me descartara como muñeca añeja, que soy para el- dije al fin. Sabía que debía habérselo dicho desde hace tiempo, pero no deseaba sentir que había cierto repudio y hasta miedo entre nuestra relación, siempre me había encantado aquella aura de tranquilidad que siempre habíamos tenido, un aura que parecía ser impenetrable, sin importar lo problemas que tuviéramos.
Había salido de la laguna, le seguí hasta quedar en un nivel más bajo, esperaba que se explicara, yo con una pequeña sonrisa comprensiva, trataba de comprenderlo y no reprocharle cualquier cosa que pudiera tener, tenía que ser amable y paciente. Mis manos se entrelazan con los dedos, mientras lo escucho atentamente, niego suavemente, sin entender bien lo que quiere decir –Explícate mejor…- dije de forma suave, no quería apresurarlo, pero comenzaba a preocuparme tanto misterio. Al fin giro y fijo su mirada en mí, pero rápidamente la bajo, suspire suavemente, no me gustaba eso, comenzaba a enojarme, cierto furor que era tan leve que no lo comentaría.
Cierto frio recorrió mi cuerpo al escuchar la pregunta que asechaba en su mente y que yo pacientemente espere que me dijera, mire hacia los lados, con cierto nerviosismo, me mordí los labios mientras me dispuse a salir de la laguna completamente. Hubiera querido que fuera una gran mentira, pero no tenía su apellido por el simple hecho de sentirnos familiares, había siempre algo más profundo entre nosotros, que era yo la que buscaba terminar. –Frausto es un hombre…- no supe como describirlo, recordaba aquella noche y me comenzaba a hervir la sangre. –El no ha podido ser feliz y siento que no quiere que nadie lo sea- dije con cierto pesar.
En algún momento lejano, cuando apenas era una novicia, había quedado encantada con sus atributos, pero ahora solamente me parecía un ser egoísta, que olvidaba el bienestar de sus seres queridos –Estoy dudando mucho sobre porque me dio su apellido, pero te puedo asegurar, que no fue porque me quería como una hermana…- me mordí los labios. Me arrodille para quedar a su altura, buscaba poder conectarme con aquella mirada perdida –Nos besamos- dije sin tabú. Un nudo en la boca del estomago me hizo bajar la mirada, no sentía que pudiera hablar, mi cuerpo se tensionaba, pero le sujete la muñeca con una fuerza que no medí, pues solamente estaba en mi mente que no se fuera de mi lado.
-Yo siempre lo busque, lo perseguí, en busca de un poco de su amor y el nunca me quiso como yo lo quise- susurre, en un débil tono, se me hacia tan difícil hablar, que me sorprendía que pudiera formular las palabras, le apreté aun más la muñeca, mientras entrecerraba mis ojos, en busca de que no salieran las lagrimas amargas que pudieran amenazar en salir-Ahora que encuentro a alguien que no necesito estar en buscándolo, para luego, no ser correspondida- tuve que detenerme un poco, deje salir un leve jadeo –Quiere molestar mi felicidad, nuestra felicidad, porque no ha podido encontrar la suya- alce la mirada, estaba de cierta forma dolida, porque sabía muy bien que el mismo había hecho llegar aquello a sus oídos –Quiere alejarte de mí, quiere eliminarte, quiere que este sola…- suspire, mientras le liberaba por fin su muñeca y cerraba mis dos manos en puños –Quiere tenerme, porque tú me tienes, pero luego me descartara como muñeca añeja, que soy para el- dije al fin. Sabía que debía habérselo dicho desde hace tiempo, pero no deseaba sentir que había cierto repudio y hasta miedo entre nuestra relación, siempre me había encantado aquella aura de tranquilidad que siempre habíamos tenido, un aura que parecía ser impenetrable, sin importar lo problemas que tuviéramos.
Cora A. Samaras- Vampiro Clase Alta
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Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
¿Celos? Nunca había sentido esos sentimientos por nadie, a lo mejor por la razón que nunca me he enamorado ¿Quién dice que solo los humanos se pueden enamorar? También los vampiros, aunque es mas creyente que no tiene corazón uno, tal vez, pensaba así, que no tenia corazón después de ser un maldito “chupa-sangre” Pero todo cambio cuando llego Cora Figueroa, aquella mujer que solamente tenia una cosa en mente, estar con ella solo una noche y después alejarme como siempre lo he hecho con las mujer que me interesan, literalmente hablando soy mudo, no hablo con nadie, aunque algo en mi cambio, se supe que…era ¿Sordo mudo? Ni en mis locos sueños lo he estado simplemente no quería hablar de esto con nadie, pero Cora hizo que cambiara todo, por su “culpa” empecé a comunicarme más con las personas a decir verdad.
No quise involúcrame en el pasado de Cora, no me interesa nada antes de ella, simplemente el futuro que ella y yo podemos tener, no soy persona que ataca a los cazadores, tampoco a los inquisidores aunque creo que me tiene en su lista negra pero siempre he procurado “esconderme” de las personas como ellas y ahora que tengo un motivo para seguir con mi inmortalidad. Cuando comencé a escuchar por las calles que Cora tenia el apellido de un tal Frausto Figueroa comencé a interesarme un poco, no le pregunte nada, simplemente ella me diría sus cosas, pero nunca salió a la platica el tema de ese Frausto…tampoco me interesaba de seguro hay es un apellidos que afortunadamente lo tiene y no son familia; eso, eso quise creer. Confió mucho en ella, nunca he duda de su fidelidad hacia mi, pero un conocido mío me comunico que miro a Cora entrar a una casona y para mi mala suerte era de ese tal Frausto Figueroa, que después de unas horas, muchas horas a decir verdad salió Cora y tenia un aspecto…raro, me lo comunico y desde ese entonces esa espinita de los celos a ha estado adentro de mi comiéndome hasta que explote hoy, y se lo pregunte.
¿Frausto un hombre?...aunque piense esto, pero es algo estúpido a no pensar que cuyo nombre, Frausto, es de un hombre ¿Cora cree que estoy estúpido o que?...me irrite un poco, solo un poco por la contestación que ella mismo dijo, pero guarde silencio, lo que he hecho desde que pregunte. ¿Qué el no ha podido ser feliz y no quiere que nadie lo sea? Ese hombre esta enfermo o algo, aunque no lo conozca me esta comenzando a caer mal… más de lo que me cae ahora. Escuche, escuche y más escuche, me reí un poco al saber que si se besaron todas esas palabras; me aleje de ella y me recargue en el árbol más cercano.-Sabes Cora…confié…en ti, nunca pensé que tú me hicieras eso ¿Sabes?...aunque seas Vampira pensé que tenia un poco más de moral…pero veo que todavía sigues prendida de Frausto Figueroa, y ya me imagino que cosas hicieron en esa casona….-Estaba enojado, más que enojado furioso conmigo mismo-Claro, lo que no te doy yo lo buscas en brazos de otro y nada más menos que tu ex enamorado…-Asiente varias veces, no pude seguir hablando me cubrí el rostro con mis manos-Yo te amo Cora y saber que te has besado con otro me ha puesto un poco triste…-Habla sin saber si le entiende-Te amo…tanto….que te perdono todo, y su te revolcaste con el, hasta eso lo te perdono….-Baje mis manos y la miré.
No quise involúcrame en el pasado de Cora, no me interesa nada antes de ella, simplemente el futuro que ella y yo podemos tener, no soy persona que ataca a los cazadores, tampoco a los inquisidores aunque creo que me tiene en su lista negra pero siempre he procurado “esconderme” de las personas como ellas y ahora que tengo un motivo para seguir con mi inmortalidad. Cuando comencé a escuchar por las calles que Cora tenia el apellido de un tal Frausto Figueroa comencé a interesarme un poco, no le pregunte nada, simplemente ella me diría sus cosas, pero nunca salió a la platica el tema de ese Frausto…tampoco me interesaba de seguro hay es un apellidos que afortunadamente lo tiene y no son familia; eso, eso quise creer. Confió mucho en ella, nunca he duda de su fidelidad hacia mi, pero un conocido mío me comunico que miro a Cora entrar a una casona y para mi mala suerte era de ese tal Frausto Figueroa, que después de unas horas, muchas horas a decir verdad salió Cora y tenia un aspecto…raro, me lo comunico y desde ese entonces esa espinita de los celos a ha estado adentro de mi comiéndome hasta que explote hoy, y se lo pregunte.
¿Frausto un hombre?...aunque piense esto, pero es algo estúpido a no pensar que cuyo nombre, Frausto, es de un hombre ¿Cora cree que estoy estúpido o que?...me irrite un poco, solo un poco por la contestación que ella mismo dijo, pero guarde silencio, lo que he hecho desde que pregunte. ¿Qué el no ha podido ser feliz y no quiere que nadie lo sea? Ese hombre esta enfermo o algo, aunque no lo conozca me esta comenzando a caer mal… más de lo que me cae ahora. Escuche, escuche y más escuche, me reí un poco al saber que si se besaron todas esas palabras; me aleje de ella y me recargue en el árbol más cercano.-Sabes Cora…confié…en ti, nunca pensé que tú me hicieras eso ¿Sabes?...aunque seas Vampira pensé que tenia un poco más de moral…pero veo que todavía sigues prendida de Frausto Figueroa, y ya me imagino que cosas hicieron en esa casona….-Estaba enojado, más que enojado furioso conmigo mismo-Claro, lo que no te doy yo lo buscas en brazos de otro y nada más menos que tu ex enamorado…-Asiente varias veces, no pude seguir hablando me cubrí el rostro con mis manos-Yo te amo Cora y saber que te has besado con otro me ha puesto un poco triste…-Habla sin saber si le entiende-Te amo…tanto….que te perdono todo, y su te revolcaste con el, hasta eso lo te perdono….-Baje mis manos y la miré.
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Re: I see in your eyes [Privado +18 posible]
Lo menos queria en esos momentos era perder algo que realmente, ya no se trataba de una ilusion o un deseo, era real lo que aquel hombre me hacia sentir, no me importaba si no se trataba de frausto el habia quedado en otro plano hace mucho tiempo, me hacia sentir culpable el hecho de haber sido yo la que hubiera querido que nada entre nosotros se acabara, pero el tiempo me dio una gran lección que pretendía aprender por las buenas y sí todo me lo permitía, sería con el con quién estaría el resto de mi eternidad
en mi mente solamente estaba el pensamiento de no desear perderlo, baje la mirada, aunque quisiera echarle toda la culpa a frausto, no podia hacerlo, tambien era culpable de todo lo wue habia pasado -perdoname.... por favor- le supliqu sin saber que hacer. sentia que el frio y la humedad del agua me consumia lentamente, me mataban lentamente, como si fuera una tortura planificada por el mas alla.
lo sentia tan lejos en aquel lugar que habia elegido para recostarse, yo sali de aquel lugar, ya no queria sentir el agua en mi cuerpo -piensas mal...- susurre mientras lo escuchaba atentamente no, no.... yo solamente lo queria a el, era normal que las personas se atrayeran fisicamenme pero mi corazon ya pertrnecia a federico. aun desnuda camine hacia el, tratando de encontrar cercania, pero me detuve, me abrace a mi misma con tristeza. las lagrimas salieron de mis ojos al escucharlo, ahora era yo la que me cubria los ojos para no verle -si quieres puedes dejarme...- dije con la voz quebrantada,me di media vuelta asustada de que me dijera que si pero no le echaria lz culpa si lo hacia -no merezco tanta felicidad, tal vez por eso frausto quiere destruir nuestra relacion-
en mi mente solamente estaba el pensamiento de no desear perderlo, baje la mirada, aunque quisiera echarle toda la culpa a frausto, no podia hacerlo, tambien era culpable de todo lo wue habia pasado -perdoname.... por favor- le supliqu sin saber que hacer. sentia que el frio y la humedad del agua me consumia lentamente, me mataban lentamente, como si fuera una tortura planificada por el mas alla.
lo sentia tan lejos en aquel lugar que habia elegido para recostarse, yo sali de aquel lugar, ya no queria sentir el agua en mi cuerpo -piensas mal...- susurre mientras lo escuchaba atentamente no, no.... yo solamente lo queria a el, era normal que las personas se atrayeran fisicamenme pero mi corazon ya pertrnecia a federico. aun desnuda camine hacia el, tratando de encontrar cercania, pero me detuve, me abrace a mi misma con tristeza. las lagrimas salieron de mis ojos al escucharlo, ahora era yo la que me cubria los ojos para no verle -si quieres puedes dejarme...- dije con la voz quebrantada,me di media vuelta asustada de que me dijera que si pero no le echaria lz culpa si lo hacia -no merezco tanta felicidad, tal vez por eso frausto quiere destruir nuestra relacion-
Cora A. Samaras- Vampiro Clase Alta
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