Agonía [Privado Isabell, Posible + 18]

No perdemos algo para no volverlo a ver...
perdemos algo para aprender.

Una maravillosa tarde iluminaba la Residencial de la casa Real de Castilla que mezcla de felicidades y una tristeza inmensa decoraban los patios y sus alrededores lleno de damas de compañía y "amigos" pasando una velada algo mas agradable para los días que hubo anteriores a este con aquella tragedia que no solo golpeaba la casa de Castilla si no también a su reino, y mientras cada cual seguía en lo suyo, algunos conversando indecorosamente, algunos jugando, y otros observando en dirección a la soberana que parecía tal calma como su madre, una hermosa herencia que esta le había dejado, mantener la calma frente a toda situación, aunque realmente Isabell solo estuviese meditando que hacer con el hombre que se hallaba entre cuatro paredes, hundido en su pena, absorto en sus pensamientos y demasiado inútil tratando de quitarse una vida valiosa tanto para ella como para todo su pueblo, hubiera querido golpearlo, ya bastante tiempo le había dejado así, sin tomar cartas del asunto y no podía dejarle pasar mas,pero no se atrevía aun, y a pesar de entender su pena Jose pasaba los limites del dolor.
Isabel había vivido su luto aunque no de la misma forma, solo tenia cierto cariño por la joven que había sido fruto de aquella relación pero nunca hubo palabras demasiado largas ni trato tan confiado con la familia por parte de su querido hermano, pero si había sentido dejar a España sin heredero.

-¿Se encuentra bien majestad? -
-Solo pensaba...- murmura en un roce de flores que había recogido antes de levantarse para emprender camino hacia adentro - Necesito preparen sabanas, cortinas, cama, todo nuevo por que habrá un cambio de habitación.
y fue entonces que aquella voz pensativa y calma se transformo en una orden clara y precisa, se entendía por que, de alguna forma nadie había visto actuar a la soberana aun en cuanto a la actitud del Rey, por lo que se comprendía en cualquier momento ella dictaría y toda la casa se tendría que mover y rápido - Por ahora, el se trasladara a mi habitación - recordaba las veces que por capricho Jose rogaba a su hermana cambiarle la habitación mas grande de aquella mansión, a lo que siempre se negaba con una sonrisa por lo que le daría esa satisfacción aunque muy tarde...

- y eso no es todo, estos días el necesitara de mi, solo quiero las comidas necesarias en la puerta de la habitación que sera del Rey, para el y para mi, no saldré de ahí sin el hasta que sea necesario, también deben quitar cosas afiladas, o algo que pudiera utilizarse a mal...Nadie molestara hasta que yo salga para cumplir mandados de reinado y yo se en que momentos debo salir, nadie pero nadie se acercara ¿queda entendido?
todos asintieron, corriendo y moviéndose rápidamente ya que cada palabra dictada por la Reina quien pocas veces declaraba algo para mandar realmente pero esas pocas veces debían ser obedecidas con rectitud.

y fue así como todo se cumplía al pie de la letra, la casa de Castilla comenzaba a animarse en algún sentido, ver que su reina tomaba cartas en el asunto les agradaba a la mayoría, quien sufría con ver al soberano que admiraban tan hundido en un infierno que acababa por entristecer todo el ambiente de aquel lugar.

Miro su reflejo en el espejo, recordó las pocas veces que se hubo sentido deprimida, ansiosa o inquieta en él, reflejo que hacia notar la palidez de su cuerpo, el nerviosismo que traía en cada gramo de sus entrañas por dudar y no saber si realmente esperaba o no algo que quizás traería consecuencias en un futuro no muy lejano, se levanto mientras continuaba viéndose y pensaba en la cantidad de motivos que tendría para no haber recibido aquella visita hacia ya tres meses, la tragedia, los encargos, las responsabilidades que le habían atribuido... quizás solo era un susto, pero un susto demasiado largo pensaba a medida que recorría la cintura con una de sus manos negándose a si misma, y es que ¿que haría con un hijo? no estaría en sus manos ser juzgada por que una de las cosas que no se permitía era eso, pero si tendría que casarse y aquello jamas había estado en sus pensamientos.
tener un hijo, sea de quien fuere aunque todos los cálculos le llevaban al hombre yacido en su dolor, no se convertiría en una noticia agradable para nadie.

-Todo esta en orden majestad ¿desea acompañarnos? -
Isabell fue cortada de su trance para recaer en el peso que tendría que tomar en pocos minutos, quizás insultos, negaciones y es que conocía demasiado bien a su hermano, negado a mas no querer, por lo que no solo acompaño al séquito de personas en dirección a la habitación del rey sino que fue la primera en dar dos golpes a su puerta y entrar sin el debido "permiso" que suponía no iba a recibir de su parte.

-Es hora - murmuro acercándose hacia la cama mientras tomaba una parte de su vestido para tocar su espalda y rozarle con un dedo hacia su nuca mientras se hacia en el y murmuraba en su oído - es hora, ya no puedes... ven, vamos... - una mezcla de ternura y petición se hacia en su oído para dejar un corto beso en este mientras la servidumbre abría cortinas, ventanas y comenzaba el proceso de limpieza estipulado por la única mujer que podría volver al mundo a este rey.

Off: espero te guste.

¿que haces cuando el dolor te sobrepasa?
que haces cuando el amor de tu vida se encierra en un circulo al que no puedes entrar?
que haces...?


Patético, no había nada mas patético que sentir pena por el hombre que yacía a su lado, Isabel se inclino hacia el para tomar su rostro y verle fijamente, sin apartar la mirada nada mas mantener aquella vista fija en el, entregándole calma con la suya propia, algo que se le daba bastante bien desde que tenia uso de razón.
Jose basta... vamos ven...
tomo su mano para afirmarlo fuerte, si bien Isabel parecía una frágil mujer, jamas lo había sido en esos pocos años que no perteneció al reinado todavía, siendo ilegitima, criándose entre caballos, pueblerio, y pobreza... pero siendo los suficientes para darle una vista perfecta de lo que podía ser la bajeza.

Ya es momento... no puedes ya. entendiste? - Isabel jamas le hablaba en primera persona, algo que realmente le alteraba por que no le gustaba volver a aquellos tiempos en que hablaba en primera persona cuando soñaba... - A mover todo... - volvió a hablar a la servidumbre que limpiaba como si nada sucediera, como si no tuviesen a sus dos reyes tratando de resolverse... - y muevan todo, nosotros nos retiramos...- tomo a Jose del brazo creyendo que controlaría sus actitudes, se lo llevaría a su habitación, todo se hallaba predispuesto, Isabel estaba dispuesta a apoyarlo todo lo que fuese necesario después de todo era su hermano, y el hombre de su vida y quizás.... el padre de su hijo.

Al caminar hacia la habitación y entrar cerro la puerta tras de si para dejarlo en su cama mientras volvía a la puerta para cerrarla con llave, nadie los molestaría, la habitación de la reina bastante alejada de otras por las razones evidentes les llevaría a un momento de conversación, lo abrazaría, se quedaría con el, ya demasiado tiempo le había dejado en su dolor para dejarlo solo en este momento... Intentaría que el volviese a ser el mismo de antes... por que a pesar de todo, a pesar de odiarlo cuando sus ideas no eran las mismas o cuando el trataba de imponer algo, lo amaba, por mucho que le costara reconocerlo... lo amaba.

Se acerco a Jose tomando su mano y abrazándolo esta vez dejando que el rodeara su cintura... aquella que quizás... no seria la misma en algunos meses y beso su cabello - te extraño...- murmuro en su oído para quedarse to el tiempo que fuera necesario.

Off: cortito cariño pero te prometo el siguiente sera mejor.