I look and I found .... hello death[Privado]

por **Salomé Ameris** Jue Abr 26, 2012 6:40 pm

Todos les piden a sus hijos que den saltos, que tonifiquen, que corra, que vuelen, que naden, muy bien, con lagartijas escurridizas que lo que único que buscan es estar en un estatus social alto gracias a los frutos de sus semillas, que en este caso eran marionetas vivientes que solamente existían para el bienestar de sus padres, solamente eran marionetas. Sus padres aconsejando a sus hijos de mantener reposo cuando estaban enfermos, de destinarlos desde pequeños a ser doctores, mirándolos de cierta manera cuando sus expectativas no eran superadas. Aconsejando a un hijo piensan que harán las cosas bien, que viaje, dice uno, que vea mundo, que se nutra de sabiduría. Que no salga de viaje, dice otro, que busque mujer que se case.

-Que muera, que no Muera… Ah… malditos viejos….- suspiro parada mirando aquella escena, aunque muchos no les importaba, a ella le interesaba de manera leve, pero aun así era divertida, una joven hermosa seduciendo a un apuesto hijo de familia adinerada, en sus ojos se veía que el chico era una de aquellas semillas que sus padres buscaron plantar para ver que fruto le provenía de él. Los dos veían las dificultades, salome apostaba que sus viseras explotarían por la preocupación o por terribles retardos y negativas, si algún amigo que pensara positivo estuviera en ese lugar le reprocharía y diría que estaba en desacuerdo, pero ella no tenía amigos, solamente enemigos.

Algunos vampiros le miraban y saludaban con una leve reverencia, sabían quién era ella, era Salome Ameris, excelente diseñadora de ataúdes y directora de la más prestigiosa funeraria del norte de parís, pero hasta aquellos ingratos chupa sangre picaban el trabajo de una artista como ella, buscando sin duda alguna mosca para degradarla completamente, pero, sin duda, ella no tenía miedo. Ella no tenía miedo del mundo y mucho menos de ellos, eran igual de irrelevantes como piedras en el rio, no hacían nada, solamente estaban en ese lugar, ella no era como todos los mortales, no le temía a la muerte, pues tomaba te con ella todos los días, ella era la dulce dama que ayudaba a los cadáveres a no verse tan feos después que la muerte llevara sus almas.

Por eso en estos cortos días
no voy a tomarlos en cuenta,
voy a abrirme y voy a encerrarme
con mi más pérfido enemigo.

¿Lo encontraría en ese lugar? Miraba de forma discreta los lugares más oscuros de aquel teatro que nada tenía de igual, la oscuridad, la muerte estaba en la oscuridad. Vestía un elegante traje de color negro, con escasos detalles en rojo, la falda con pliegues llegaba al piso, tenía unas zapatillas negras, con un tacón alzo pero no imposible de caminar o correr con él. Escucho el sonido para entrar a su galpón privado que había alquilado para esa ocasión, se movió junto con la gente hasta entrar a aquel lugar en donde tal vez sin pensarlo encontraría lo que buscaba. –Espero no estar sola…- murmuro acomodándose su singular sombrero en aquella maraña de cabello rubio que tenia –Seria un desperdicio total… buscar a la muerte y que ella no llegue ni a saludarte…-

por **Phantom Nocte** Miér Mayo 02, 2012 9:38 pm

No era necesario un teatro en especifico, ni un palco reservado exclusivamente para mi para que yo hiciera imperar mis leyes, solo necesitaba a estupidos humanos que me sirvieran como un rico y apetitoso manjar ensangrentado.
Tras la masacre de la semana pasada en el teatro era más que obvio que Moncharmín y Richard no dieran funciones esta semana, ¡Tontos, el teatro en el que estaba ahora era nuestra competencia y ellos se daban el lujo de suspender las funciones, solo por haber hallado algunos cadaveres regados tras bambalinas!, en fin el punto es que ahora yo estaba en este recinto donde los vampiros jugaban a ser mortales, falsos mortales que representaban vampiros, ellos se presentaban ante los hombres y en sus propios ojos mataban a los suyos con torturas tales que en lugar de causarles lastima les causaba risa.
¡Ah! que lugar era aquel, la iluminacion y los ornamententos eran los propicios para ser una sombra navegando en finas estructuras doradas a media luz, la gente llegaba a sus asientos, saludandose los unos a los otros, platicando, reafirmando sus rivalidades o mostrando su facinación ante toda la belleza que de mi estirpe se desprendian, ninguno de estos llegaba imaginarse que un horrible monstruo, cría de los que ahora alababan se encntraba viendolos desde lo más alto, en las tremolleras del escenario.
Un hombre ya anciano subió por las escaleras descubriendome de inmediato, intento correr pero que es las limitantes de un ser mortal a las ilimatadas y extrañas habilidades de un fantasma, pronto cayó -Shhhh- le dije con mi mano enguantada en mis desfigurados labios detras de la tela que cubría mi rostro -Descuida, no te haré daño si tu prometes guardar silencio y no decir nada hasta que termine la obra-, asustado el viejo movía la cabeza negando y tartamudenado lo había prometido -Bien- dije mientras me ponía en pie -Dime algo anciano, ¿tras tu larga vida como es que alguién pude asegurarse que guardarán su secreto, que no habríran la boca para delatar a la muerte?, la experiencia debe habertelo enseñado ya ¿No es así?- le miraba con malicia, el viejo no me contestaba, negaba con la cabeza -¿Que sucede, por que no hablas?, yo arranco las vidas, no las lenguas... ¡vamos habla! ¿Sabes o no?- entonces saque mi espada y la puse en su cuello -El que callá otorga amigo mío, si no me dices nada lo tamaré como un no- tomandolo por el poco cabello grisaseo que tenía levante su rostro para que pudiera verme -Esta noche aprenderás como se asegura que un secreto jamás saldrá de un desconocido, es la única forma que conozco, la única forma que me da placer- sonreí y despues esa sonrisa se volvieron caarcajadas.
Una vez asegurado el secreto de mi presencia, y mi tarjeta de presentación camine hacia los palcos más altos, allí donde iban solo la gente imporatente y adinerada, donde se hallaban los lujos a los que estaba acostumbrado mientras veía las óperas o las obras, para mi desgracia todos estaba ocupados, para mí nada me costaría derramar sangre por un palco, ¿pero para que adelantarme al espectaculo que daría esta noche?, conocía la costumbre de los que asistían al teatro desde hace siglos, por ende saía que algún distraido se olvidaría la función de esta noche, entonces seguí caminando entre el camino alfombrado de rojo y las puertas de madera elegantemente decoradas y pintadas del más calro color baige, más ninguno estuvo desocupado, la tentación había sido mayor y entre al palco de un joven soltero, engreido y bello, si, sabía que algún mortal no asistiría a la obra por el olvido o porque la muerte se le atravesó primero.... por desgracia a ese joven el infierno se le apareció en su asiento, le desgarró la ropa con la espada y luego bebió la sangre de varias cortadas salian a brotones, sus llamas se encedieron, y después lo arrastraron hacía el final de las escaleras del hall principal.
Yo era el infierno y la muerte juntos, mismos elementos que esta noche escucharon como alguién los invocaba, antes de poder llegar a su reservado palco, mi mano sigilosa abrió y cerró la puerta despació sus pasos se detuvieron detrás del asiento de una joven de cabellos rubios, un vestido del color de la noche, con algunos ornamanentos color carmesí y hermosas zapatillas de tacón, de esta época, sorió despiada y malevolamente, buscando el rincón más oscuro de aquel espacio tan pequeño y elegante, las velas se apagaron, de una misterioso soplido de viento que era imposible que se produjera en un lugar tan cerrado como ese -Nadie está solo en este mundo o en el otro- decía justo a un lado de la puerta -¡Felicitaciones!- decía mientras me mofaba -finalmente eres la primera quee no dice ¿Quién eres tú?, ¿Que quieres hacer conmigo?- reí lugubremente -Aún me sigo cuestionando ¿Que afán tienen en encontrar a la muerte?, nunca salen bien librados de ella, claro esta... si los deja con vida- misteriosamente le decía con un tono vengativo y serio -El problema siempre es el mismo, todos quieren saber quién es la muerte pero nadie quiere morir-le susurre al oido -¿Que es lo que quieres de la muerte, acaso tener enemistad con ella, porque le ruegas aparzca a saludarte- le tome por los hombros mientras las luces se apagaban -¿Quieres saber quién soy yo, y porque acudí a tu llamado espera y verás- me retire al oscuridad y tal parecía que no había nadie, que ningún caballero hubiera hablado allí, las luces se apagaron en su totalidad, todo se había tornado en silencio hasta que... el telón abrió de par en par, un cuerpo colgando del techo miraba fijamente con los ojos abiertos a todas direcciones con el girar de la cuerda, el cuerpo ensangrentado y con miles de heridas profundas provocadas por un espada a un seguían derramando hilos de sangre, la gente empezó a gritar y los vampiros comenzaron a caminar intentaban escapar antes de que sus instintos traicionacen a la decencia que llevaban por fachada, abajo todo era espanto y caos -Mi tarjeta de presentación mademosielle- dije repentinamente -El ángel de la muerte ha venido a su llamado, ¿que es lo que desea mí, representante de ella, decendiente de los infiernos ¿Muerte o vida?- reí divertido, alguién sin saberlo me había llamado y aquel que frente de mi espada es dificil que pueda escapar....

por **Salomé Ameris** Vie Mayo 04, 2012 9:03 am

Como lo había previsto algo o mejor dicho alguien estaba en aquel lugar… sonrió levantándose de la mesa que le daba la cara a la función, para buscar entre las sombras aquel ser que parecía sacado de un cuento de terror, su voz le pareció más que exquisita, debía admitir que una excitación recorrió su cuerpo al sentir aquella presencia fuerte y poderosa tan cerca de ella, pero solamente una sonrisa retorcida se asomo en sus labios mostrándole a aquel hombre que no lloraría, ni clamaría por su vida… ¿vida…? A salome ya no le importaba si viva o moría, solo le interesaba un buen combate y si perdía aquel combate esperaba hacerlo ante un oponente igual de desquiciado que ella, eso era su única petición ¿aquella bestia era lo suficiente para ella?... ¡ella no buscaba la muerte! Solamente había olvidado como temerle, estaba acostumbrada a vivir entre cadáveres, personas nacían cada día, personas morían cada hora… era un ciclo normal y a ella no le molestaba ser parte de ese ciclo.

Frunció levemente el ceño buscando ansiosa al hombre que se había desaparecido como arte de magia, claro ella creía en la magia pero no en los ilusionistas sus instintos le decían que él estaba cerca muy cerca, pero algo le indicaba que no era bueno buscarlo, todavía no. Un grito desgarrador de las personas de abajo la obligo a girar ¿Qué pasaba? Se preguntaba, pero cuando noto el fondo del escenario sus azules ojos se abrieron de par en par. Aquel cuerpo colgado como una piñata de juego, mirando a hacia la dirección que la cuerda le daba, tuvo que suspirar lentamente para poder procesar tal hermosura. Aquellas heridas, que le habían dado muerte parecían fuentes de sangre que no dejaban ni un segundo de brotar aquel líquido carmesí.

¿Cuándo comenzaron a huir las personas? Miraba hacia los lados mientras veía a mujeres y hombres huyendo, podía sentir que los vampiros buscaban alejarse más del cuerpo, tal vez para que no hubiera por menores. La voz del hombre la hizo girar, le busco entre la oscuridad, apenas con su habilidad encontró una figura tuene dentro de aquel hermoso rincón oscuro que parecería que lo abrazaba, ante sus palabras una risa afloro en ella. Delicadamente se había cubierto la boca con aquellas delicadas manos con las que se encargaba de desgarrar órganos de los muertos. -Ohh... Señor The phantom- murmuro. Ella sabía quién era, ya muchas de sus victimas habían sido llevadas a su funeraria y muchas personas le habían preguntado sobre él. Salome les decía lo que sabía “era un tipo loco que se pasaba matando gente por diversión”. Ella no juzgaba a los malos, porque tal vez, ella era una de ellas, pero su curiosidad y sed de información la llevaba a buscar más sobre él, a preguntarle su propósito. Ella lo veía como un hijo de hades, un hermoso hijo de aquel dios griego que fue enviado a la tierra a jugar con sus víctimas y buscando almas para su padre mientras él se regocija con el sufrimiento humano, con la histeria que un cadáver provoca en las personas.

-Son unas cuerdas de estúpidos cerdos sin sentido- dijo refiriéndose a las personas que gritaban –asustarse por apenas una obra de arte…- susurro ladeando su cabeza con cierto falso pesar, pero pronto aquello se le borro al notar que el salía de la oscuridad, una sonrisilla alegre y retorcida afloro-Solo deseaba conocer al creador de tanto terror- indico sonriendo ampliamente-¿o acaso pensara que busco la muerte en sus manos?- Una risa más alta hizo estremecer al teatro, tal vez buscaba la muerte, tal vez no tenía miedo de morir, pero según ella y su alma sentía que aun no era tiempo de irse a donde quiera que iría, eso tampoco le interesaba, solo deseaba un poco de información, un poco de diversión y tal vez una buena discusión o pelea entre dos adversarios con una mentalidad potente, solo buscaba aquello que las personas evitan… hablar con la muerte para sentirse aliviadas de estar vivos. En ella aun estaba aquel sentimiento humano del miedo, pero había dejado de pensar mucho tiempo en el, así que prácticamente se le había olvidado a detectar algo que le provocaba miedo o saber cómo era aquella sensación ¿tenía miedo? No lo sabía y eso lo hacía más interesante aun.

por **Phantom Nocte** Mar Mayo 15, 2012 7:28 pm

Sonreí mientras fijamente y sin perderle de vista le analizaba ¿Pateticos cerdos?, para mí eran más que eso, más su comentario me hizó soltar una carcajada -¡Mirad quién lo dice!- decía con presunción -No es dificíl adivinar que eres parte de esos.... estupidos e inserbibles cádaveres, la unica diferencia es que posees en tus adentros dones que pocos tienen- sabía que no era del común, ese dama tenía mas que esconder detras de ese fino ropaje, de su rostro perfecto, de esa mirada de odio y coraje, pero al fin de cuentas una simple humana más -¿Tu crees que por eso eres un venenoso fruto entre los podridos?- rei discretamente -Para la muerte el veneno es parte de ls podredumbre, parte de esas estupidas marionetas de allá abajo que imploran por la vida que no les concederé- vaya mujer, falso era ese pesar que decía sentir -¡¿Acaso te burlas de mí?!- girté desde otro punto del palco donde todo estaba oscuro -¡Eso es más que una simple obra de arte, es lo que el hijo del demonio debe de hacer con la creación del divino, es la venganza y el odio que vertidos en sangre derramada se convierte en mi alivio, ¿Quién asegura que ese no será tu destino, quién te asegura que no es a eso a lo que he venido, después de ese falso pesar, de ese cinismo en tus palabras!, el precio de mofarse por mis propositos puede ser demasiado... alto-.
¿Porque había decidido entonces salir a la media luz?, que sencillo y que facil hubiera sido todo con el simple filo de la espada cortandole el cuello, más sangre en el piso, un cuerpo más en medio de bullicio y el miedo, una gota más en el cuerpo de este demonio, de este monstruo asesino, ¿podría ser acaso que pronunció mi nombre hace unos momentos teniendo por curiosidad como lo sabía, aclarar si tenia miedo o no proponiendole vida o muerte?.
-Yo digo que es más que el simple hecho de conocer a un asesino, al propagador de tanta fatídica muerte- decía amenazante -Tú dulce voz me dice que eres alguién perverso sin igualarme, juegas a ser amanazante y te atreves a desafiar a la muerte ¿La pregunta es sabes como entretenerte con el demonio, sabes como ganar una partida a la muerte?- mi sonrisa estaba dibujada, ¿aunque entre tela quién podía notarla? -Me diviertes femenino cádaver- era curioso que a pesar de hacerme enfurecer, encontraba placer en las amanazas que le hacía, sin embargo yo podía ser malo y sútil si me lo proponía, volvi a ocultarme entre la oscuridad y los pequeños muros -¿Buscar la muerte entre mis manos?- la punta de la espada brillaba con la poca luz existente -Eso debe decirmelo usted, pues si ha un adversario ha venido a buscar en mí puede ir cavando su tumba y buscar el más fino vestido que envuelva su cuerpo frío- reí discretamente -¿quién es usted y como sabe de mí?-....

por **Salomé Ameris** Sáb Mayo 26, 2012 10:08 am

Aquel comentario la lleno de ira ¿igual que ellos? Se había equivocado de palabras, había tocado una fibra de su cerebro que no era buena, se podía ver en su rostro levemente serio aquel disgusto que aumentaba cada vez mas mientras aquellas palabras salían como mierda de un trasero. Un temblor en su cuerpo la hizo retroceder levemente, no estaba huyendo, Salome Ameris nunca huiría de una divertida pelea, pero debía comenzar a buscar una estrategia, aquello comenzaba a irritarle. ¿Por qué? Porque la habían comparado, porque habían atacado con un movimiento casi perfecto para ella, ¡ella que no tenia debilidades! ¡Ella se sentía irritable por la mierda que aquel vampiro asesino serial escupía como dagas venenosas!.

-¿!cuando me he mofado de tus propósitos!?- susurro tajante, no tenia que alzar mucho la voz, no necesitaba buscarlo, no necesitaba saber donde estaba, sabía que sus palabras le llegarían –ohhh… mi dios no pongas palabras en mi boca que no he dicho- entrecerró sus ojos respirando suavemente, de forma tranquila y sin alterarse. No había necesidad de hacerlo, solo debía mantenerse alerta, no quería morir aun-y si a tu pregunta anterior, si he sabido jugar con el demonio, ganarle a la muerte, hasta- se cruzo de brazos manteniéndose cerca del palco, mirado hacia las personas que comenzaban a correr.

Rio ampliamente, la verdad es que le divertía tanto aquella situación que no podía evitar dejar salir una risilla ansiosa, escuchaba su voz, mantenía cierta atención de donde provenía aquella onda sonora, de los ecos que se producía, deduciendo donde podría estar, en esos momento podría insultarle diciendo que era un cobarde al no dar la casa, pero ella no pensaba eso, sus estrategias eran buenas, sus planes perfectos, no había nada en el que podría salir mal. Dejo a propósito la última pregunta para el final.

-¿Quién soy? ¿Cómo se de ti?- saboreo la pregunta de forma casi placentera, podría hacer alguna broma sobre aquello, pero sus sentidos avanzados le indicaba que era mejor no arriesgarse, aunque sabía que podría resistir algunos ataques de aquel demonio (ya que se había enfrentado a otro vampiros en su época de cazadora) no tenía muy bien informada los datos de su poder, así que de cierta forma estaba caminando a oscuras mientras muy cerca de ella había un abismo, pero eso lo hacía más divertido para ella, si moría lo haría de la forma más espectacular que pudiera y como había dicho The phantom utilizaría el mejor vestido confeccionado nunca, solo para ella. Pudo verse por un momento en aquel ataúd hecho a mano, con perfectos detalles en dorados, un Cristo en la tapa, el interior tapizado con seda importada, hermosas flores azules y ella metida con una alegre y sonriente con un vestido negro, decorado con mil y una puntadas.

-Mi nombre es Salome Ameris, Soy la que se encarga mayormente de los restos de sus asesinatos. Puede que no sea criminóloga, pero puedo notar cuando un cuerpo es de usted- explico sin mucha emoción en sus palabras, no era algo que realmente le impresionaba-Ahora, le vengo a ver por la simple razón de que amo su trabajo, tiene una forma de hacerlo que simplemente trasmite pasión en su trabajo y una persona que demuestre tal pasión debe ser felicitada- recordó lo que había dicho de ella. Otro humano más ¿Cómo se atrevía? En su rostro se pudo notar un cambio en ella, pero como llego se fue.

-Ahh… The phantom, no pongas palabras en mi boca, no se lo perdonare- volvió a decirle-si me ve como un enemigo, le debo decir que es un completo idiota y que usted tiene más alma humana que yo, si me ve como aliada, sabré que es un tipo sabio y que sabré apreciar los mismos gustos que mi persona- aun así el pensar morir en la hoja de aquel ser le excitaba, es decir, obviamente no se le entregaría, tendría que luchar con todas sus fuerzas para así conseguir que Salome diera su ultimo respiro. ¿Estaba deseando la muerte? Siempre la deseaba, la buscaba y la encontraba pero nunca ocurría nada “aun no puedes irte” le decía alguna voz conocida cuando estaba en alguna situación que podría provocarle la muerte.

¿Que seguiría?; Enemigos u Aliados?

por Contenido patrocinado

I look and I found .... hello death[Privado]

I look and I found .... hello death[Privado]

Re: I look and I found .... hello death[Privado]

Re: I look and I found .... hello death[Privado]

Re: I look and I found .... hello death[Privado]

Re: I look and I found .... hello death[Privado]

Re: I look and I found .... hello death[Privado]