Los colores que no miras {Neil Thomas}

por **Nereza** Vie Abr 27, 2012 9:34 am

Los colores y la fiesta parecen invadir el lugar, es diferente a la ciudad que ella conoce. Aquí no parece haber oscuridad que consuma a todos las almas puras, sólo felicidad y música. Pero ella sabe que este lugar está cubierto de pecado, de magia prohibida y de humanos que cubren sus poderes y sus malas costumbres con sonrisas. La mayoría son ladrones, si acaso algunos pueden ser hasta asesinos, huyendo de la luz del sol, como vampiros, como ella misma.

Nereza camina por el ´área de gitanos, sintiéndose extraña en el lugar. El rocío de la noche ya a comenzado a cubrir algunos árboles y las personas siguen su fiesta entre la fogata y el alcohol. Se escuchan decenas de guitarras, armónicas y acordeones. Incluso alguna mujer gimiendo dentro de uno de los remolques, de seguro tiene sus propias fiestas en las camas o intentos de camas que tienen, a su parecer.

Ella busca información con estos gitanos, algo más allá de un simple saludo. Sabe que no debería de estar aquí, si su líder de facción se enterara, seguramente acabaría con ella en un abrir y cerrar de ojos. Pero el misterio de esta gente la ha llamado y algo más allá de eso es lo que la mantiene respirando.

Los gitanos, la mayoría, puede ver el futuro, ella quiere saber el suyo. SI encontrara de los que se quiere vengar o si conseguirá el perdón de su Dios que tanto anhela tener.
Siente la mirada de alguno de los humanos del lugar, miran su hermoso vertido azul cielo de pies a cabeza, pero no es su belleza la que encuentran, seguramente saben que no es humana, agregando el hecho que tampoco es gitana. Tendrá que encontrar a alguien rápido.

por **Neil Thomas** Miér Mayo 02, 2012 12:59 am

Sus dedos se movían por las cuerdas con gracias, sonrió cerrando los ojos, divertido de si mismo, las viejas costumbres nunca se dejan, a pesar de ser ciego aun cerraba los ojos cuando se concentraba en algún sonido, las notas fueron saliendo y por esta vez, no conto, simplemente toco, dejando que cada acorde resonara en su pecho, esta era su ultima noche en el área de gitanos, pensaba establecerse en parís y había conseguido una vivienda donde quedarse…bueno no exactamente conseguir…

Pensó en los acontecimientos que habían marcado su llegara a parís, desde el encuentro con Jaqueline hasta el paseo con aquella muchacha en el mercado. De cualquier modo en cada caso habia sido algo difícil al principio. Que los demás superaran la incomodidad de estar con un ciego, que se olvidaran del hecho era algo a veces difícil de obtener. El ultimo lugar en el que habia estado no habia sido diferente, aunque si mas pequeño. La mayoría de las personas parecía tener mas cuidado sobre todo cuando estaba cerca…le habia costado meses hacerles olvidar su condición, aquí en parís…sospechaba que el trabajo seria mil veces mas complicado. El sonido de murmullos le dijo que algo no andaba bien, sintió que alguien se acercaba, no supo exactamente que, su oído era bastante mas desarrollado que los demás y aun asi apenas lograba captar el murmullo de pasos, como si se tratase de un recuerdo…como los pasos de Jaqueline… o casi, el cascabel de su amiga siempre le alertaba de su cercanía.

-quien esta ahí?- pregunto tranquilamente, dibujando una sonrisa en sus labios, le gustaba tratar con calidez a la gente, habia descubierto que a menudo esto daba mejores resultados.

por **Nereza** Miér Mayo 16, 2012 12:32 pm

La música la llamaba, cerraba los ojos y se dejaba mover por las notas, como si fueran brisa que mueve su cuerpo de lado a lado. Se sintió relajada, como si nada importara. Ni las miradas de los extraños ni el porque debería de estar ahí. Era un simple chica loca moviéndose con las notas, a las cuales se iba acercando hasta escuchar el abrupto final de estas y las palabras del que tocaba.

Un gitano joven, con sus ojos cerrados por un momento y al abrirlo, ausentes de color, distante y sin vida, como la piel de Nereza. Se dio cuenta que su vista había sido negada y que tal vez el podría llevarla a donde debe de ir. ¿Por cuánto tiempo podría engañar a un ciego que es una humana?

Recordó que no sólo es vampira, también un servidora del Dios que, posiblemente, nunca le perdone su propia existencia ¿Este hombre se daría cuenta de todo eso? ¿Acaso podría, a ausencia de sus ojos, ver a través de las almas?
Pensó rápido en responder y se negó a usar su nombre de asesina, por el que se bautizo a su llegada a Paris.

-Mi nombre es Violeta

Se acerco al joven lentamente. Tratando de buscar en su mente algún pensamiento inmediato de su vida y se encontró con una vampira y aventuras para llegar aquí. Hasta ahí pudo llegar su poder, pues no puede ver el pasado de alguien, no están fuerte.

-Si consigues un violín, puedo tocar contigo

Dijo con ternura, como si de otra persona se tratase, pero así debería de ser, hasta que encontrase la ayuda del muchacho o por lo menos la lleve a esta.

por **Neil Thomas** Sáb Jun 23, 2012 12:08 am

Sonrió encantado, el gustaba compartir notas, bajo un poco la cabeza.

-Es un placer violeta, tienes un nombre bonito- hablo y movió la cabeza, sus gestos eran de los de alguien que podía ver el amanecer y las caídas de sol. Sin embargo era obvio que sus ojos hace mucho habían perdido la luz- alguien tiene un violín?- el sabia que los gitanos eran recelosos, que no confiaban en los extraños pero él se había ganado su aceptación, no dudaba que alguno de los presentes le ofreciere su auxilio. Sonrió al escuchar el sonido de alguien acercarse, una voz conocida que le ofrecía su violín. Sonrió agradecido y lo expreso antes de volverse a donde creía seguía la mujer que le había hablado, le desconcertaba no ubicarla, no escuchaba sus movimientos o su respiración… era como Jaqueline, pero él no era quien para mencionarlo. Los secretos de los demás eran de los demás-tome –hablo- ten -dándole el violín- cuídelo es el alma de su dueño- aconsejo, sentía los deseos de preguntar que le traía por ahí, no reconocía su voz y en el tiempo que llevaban ahí había aprendido a reconocer las voces de todos a pesar de no identificarlas. La voz de la mujer no se le hacia siquiera familiar…

El no era perfecto, en ocasiones como aquella le costaba ser una persona discreta- entonces… puedes seguir la tonada que estaba tocando? – a menudo lo que tocaban los gitanos no tenían partitura alguna, la mayoría solo eran tonadas pasadas de uno a otro, popularizadas y ampliamente conocidas, eran el tipo de melodía que penetraba y dejaba mella en el corazón.

por **Nereza** Mar Jun 26, 2012 12:49 pm

El nombre Jacqueline cruzo por la mente del muchacho, Nereza sonrío, por que se dio cuenta que sospechaba de ella, por que quien sea que fuera esa mujer, seguramente habría de ser una criatura de la noche, como ella.

Tomó el violín y lo acaricio, no es el que le pertenece, aquel que ella guarda con cariño y odio. Odio por que le recuerda al marido brujo que la maldijo a lo que hoy es, y cariño por que ama su música y amo a su esposo con el instrumento, antes de detestarlo.

-De haber sabido que tocaría, habría traído mi propio violín. Algún dicen que cuando lo toco, el color violeta comienza a salir de sus cuerdas y cubre toda la sala.

Tomo el instrumento en su cuello y sobre su hombro y comenzó a tocar suavemente, probando las cuerdas, el deslizarse sobre cada una, tocando suavemente, y luego comenzó a seguir la música que hace unos momentos el joven estaba tocando, seguía el ritmo de forma perfecta, pues sus habilidades iban mas allá de ser aplicadas en combate y asesinato. Pronto seguía la nota exacta del muchacho, mientras con calma, leía algunos pensamientos que pasaban por la mente de aquel joven, resonando aun el nombre de esa mujer, por lo que encontraría tarde o temprano, que pertenecían al mismo tipo de persona.

Si Jacqueline lo dejo escapar, quiere decir que la mujer era vegetariana, pero Nereza no lo era. Una vampira que se alimentaba de los pecadores, pero ¿Es pecado ser un joven ciego con un sentido musical tan precioso?

por **Neil Thomas** Sáb Jul 21, 2012 9:23 pm

Las palabras de la joven le hicieron sonreír y soltar una risita baja- es una lastima que no lo trajera con usted debe ser un espectáculo dino de ver- aunque en realidad para el no había gran diferencia, el no podría verlo aun si la joven trajera con ella el instrumento, aun asi seria agradable sentir la expectación, el asombro o la fascinación del resto de los gitanos presentes. Todos ahi sabia tenían capacidades mas allá de las humanas, el apenas y habia aprendido un par de cosas pequeñas pero los sentidos de los demás aun le impresionaban. Aun asi un espectáculo como el que la mujer describía seguro los tendría fascinados.

Dio un asentimiento en señal de que iniciarían, recordaba como era la imagen de un violinista, era una imagen que siempre le había gustado, se veían tan distinguidos, tan impresionantes... sonrió ante el recuerdo y se acomodo la guitarra, movió uno de sus pies recordando e compás y comenzó a tocar, volviendo a la canción que había estado toando antes, las notas eran alegres y bastante libres, en un ritmo gitano que a el le hacia saltar el corazón, noto que la joven comenzaba a seguir las notas y a poco rato, después de la primera vuelta no lo seguía mas, estaba a la par de cada nota...la dama era muy buena, la combinación de la música le dibujo una sonrisa en los labios. Jaqueline sabría tocar algo? posiblemente podrían tocar juntos aluna cosa cuando lo visitara en su cabaña.

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