Frank Lemoine

Nombre del personaje:
Frank Lemoine

Edad:
37 (Apariencia de 26)

Especie:
Licántropo

Tipo y Nivel Social:
Clase Media

Lugar de Origen:
Versailles, Francia

Habilidad/Poder:
Vision Compartida y Remota, Longevidad, Sanación acelerada y Sentidos aumentados

Descripción Física:

Altura: 1,90 m
Peso: 80 kg
Joven de complexión delgada y muy alto. Sus ojos son oscuros, al igual que su pelo. Lo lleva muy largo y ondulado, casi rizado. Suele llevar barba de varios días, pero se afeita con regularidad por que le crece bastante rápido, para ocultar su condición de licántropo lo más posible. Suele vestir una camisa y unos pantalones normales de la época, además de un cinturón donde lleva bolsitas con el dinero etc, las cuáles esconde antes de que llege la Luna Llena. Viste con capas negras o abrigos de cuero y lleva multitud de joyas de bisutería gitana.

Descripción Psicológica:
Frank es un tipo pícaro e irónico. Le gusta ponerle a todo su personal toque de humor. Tiene malicia y necesita conseguir lo que se propone. Es un prepotente, no le importa en absoluto lo que los demás piensen de él. En ocasiones se cree superior a los demás, y le encanta que se fijen en él, sobre todo las mujeres, por las que muestra un gran interés y pasión. No le gusta el tener que recurrir al exterior para lograr sus objetivos, aunque sí manipular a terceros para que le sean de ayuda. Es inteligente y muy observador, está siempre alerta a cualquier pequeño cambio de las cosas, lo que le permite salir con facilidad de cualquier problema que se le presente.


Historia:
Nacido en un suburbio marginal de París, fui un niño del montón. Mis padres no tenían suficiente dinero para permitirme el poder ir a la escuela. Pero a mi me encantaban los libros. Aprendí a leer de un gitano que vivía solo a unos metros de mi chabola. Éste me dejó muchos libros de poesía, filosofía, teatro y algunos libros mitológicos, sobre todo de vampiros y licántropos.
Era curioso, éste gitano únicamente salía de su gran caravana cuando el sol no cubría la zona donde vivíamos. Se pasaba el día durmiendo en su vivienda-móvil. Como todos sabréis se trataba de un vampiro.
Yo me pasaba los días ayudando a mi madre en casa, preparando la comida, y jugando con los niños de los vecinos. Al atardecer me iba con el gitano a escucharle contar historias de vampiros. Pasada un poco la medianoche, me acompañaba a casa y se marchaba. Ahora sé a dónde se marchaba. De vez en cuando desaparecía algún vecino o incluso una vez encontraron un cadáver en nuestro barrio.
La gente lógicamente comenzó a sospechar, pero no les dió tiempo a organizar una caza de vampiros.
A los pocos días unos licántropos atacaron el barrio por la noche, y en mitad del caos, fui corriendo a casa de mi amigo el gitano a avisarle, entré a toda prisa en su caravana, en la cual nunca había estado, y...¿qué encontré?. Su ataúd. Me quedé de piedra. En medio de toda la confusión del momento, un adulto de largo pelo negro vestido de cuero y con una larga capa negra entró tras de mi a la caravana.

-Así que tú eres el amiguito del vampiro que habita la zona, ¿eh?
No respondí.
De un movimiento tan veloz que duró apenas un suspiro, se abalanzó sobre mí y me examinó.
-No te ha transformado, qué raro...¿qué tramará?
Se oyeron unos pasos y entró también en la caravana un licántropo enorme, que destrozó la puerta para entrar.
El que parecía el lider del ataque licántropo, que tenía el curioso don de transformarse a voluntad, por lo que ví, se dirigió al lobo de detrás.
-Conviértelo, nos ayudará en un futuro a encontrar al vampiro.

Lo único que recuerdo más de esa noche fue un fuerte golpe y un mordisco que casi acaba con mi vida.

Al despertar, vi un panoraba sobrecogedor. Mis padres, muertos. Mi barrio, destruido. Apenas había unos quince o veinte supervivientes. En mi bolsillo, únicamente una nota: Si nos buscas, nos encontrarás.

Ahora, 30 años después, aunque aparento unos 25 como mucho, llego a París a montar mi negocio y subsistir como pueda con mi maldición. En el periodo de luna llena me retiro a las montañas, escondiendo mis cosas personales en una roca, a la cual vuelvo cuando acaba la pesadilla. Me gustaría encontrar al gitano, pero problablemente me mataría. Y no creo que los licántropos acepten nuestra amistad, así que de momento, paso tanto de los vampiros, como de los licántropos.

Datos Extra::
*Frank no volvió a saber nada ni del gitano ni de los licántropos que le convirtieron, pero sí sus razones.
*Vivió un tiempo en unas montañas, entre los lobos y un viejo licántropo, que le enseñó a luchar y le hizo un tatuaje en el brazo poco antes de morir.

Ficha aceptada.
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