Heridas de guerra [Libre]

por **Ezzio Auditore Da Firenze** Dom Abr 29, 2012 3:08 am

Un golpe. Tan solo en aquel escaso segundo comenzaba a reaccionar frente a palos por doquier, aunque su mente divagaba lejos en busca del descanso de su cuerpo.
Dos latidos. Que tan solo galopaban en su pecho, con fuerza, con rabia preparandose para aquel choque de adrenalina en su organismo.
Tres segundos. Tan solo bastaron para terminar aquel encarcelamiento desde hacía décadas.

Ezzio auditore da Firenze, recluido tras aquellas rejas consiguió revelarse contra sus amos, sus dueños, aquellos barbaros que le maltrataban pese a que hacía bien su trabajo, hacía lo innombrable para poder llevarse un bocado a los labios, disfrutando de la comida bajar hasta su estomago, pese a que tan solo se tratase de pan duro y leche.
Ezzio, esperó al mejor momento de debilidad, se revolvió contra aquel par de hombres que le cuidaban aquella noche, que le observaban mientras se mofaban de él. Ezzio rompió cadenas, desgarró aquellos abultados cuellos y huyó lejos con unos pergaminos que consiguió tomar de aquel lugar.
Desgreñado, sucio, herido. Aquel hombre de apariencia normal corrió por la linde de los bosques durante 40 dias seguidos, alimentandose de lo que encontraba en el camino hasta que sus pies no pudieron mas, y cayó al suelo, en medio de aquel poblado gitano, que había situado bajo sus pies. El hombre, corpulento y hermoso salvo por aquel largo y desgreñado cabello que caía sobre su espalda magullasa, perdió toda cordura hacia aquel mundo que le rodeaba, simplemente de desmayó al llegar, dejando a su alrededor gente gritando alarmada.

por **Vanya Kiryakonova** Dom Abr 29, 2012 6:37 am

Cuando la vida parecía darme un suspiro todo se torcía, aquello parecía una especie de ley natural, al parecerpodía haber encontrado un trabajo bien pagado, tendría que sobrevivir a la época de prueba, pues si no le gustas al nuevo amo... poco tienes que hacer en su casa. Esa mujer me daba cierto repelus, era tan hermosa que no podía concentrarme en nada mas, y tan pálida que daba miedo, pero mientras el sueldo fuera coherente... eso era secundario.

Aún así mi mala suerte nunca cejaba en su empeño por molestarme. Había conseguido algo de comida con bastante esfuerzo y las tripas me rugían furiosas por conseguir aquellos nutrientes que por arte de magia salieron corriendo en manos de un gitano ladrón. Por lo general no tenía problemas con ellos, no solían robar a gente mas pobre que ellos mismos... era una especie de pacto no firmado, pero aquel briboncillo tenía la misma o mas hambre que yo. Le seguí corriendo por media cuidad y una vez en las afueras le perdí de vista. Seguí andando de mal humor y cansada boqueando cada tanto, había malgastado energías en nada. A lo lejos vi algo tirado en el suelo, fruncí el ceño y me acerqué. Pronto me di cuenta de que se trataba de un hombre y no tenía buen aspecto, así que corrí hasta él. Parecía magullado y algo deshidratado, me recordaba a papá y a mi misma en los peores momentos del invierno. Me arrodillé a su lado y le zarandeé un poco.

-Eh... e... despierta, ¿Puedes oírme? hola.... eh!-con un esfuerzo lo moví un poco, pesaba bastante para mí. Aparté su pelo de la cara y saqué la pequeña bota de agua que el gitano había evitado robarme. Quité el tapón y apoyé su cabeza en mi regazo, notaba su pecho moverse al respirar así que estaba vivo. Posé el recipiente en sus labio y lo incliné un poco para espabilarle.

-Vamos... reacciona-palmeé un poco su mejilla.

Heridas de guerra [Libre]

Heridas de guerra [Libre]

Re: Heridas de guerra [Libre]