Al horizonte

por **Ashly Toreto** Sáb Mayo 05, 2012 1:29 am

En su mente se repetía una y otra vez la misma imagen; su padre parado frente a la entrada del jardín, apoyado en el marco viendo hacia fuera, Elliot al piano con su inconfundible perfección, Alastor sentado en la escalera del librero con uno mas de sus interminables estudios y de pronto esa frase que su padre pronuncia que le parte el corazón; abre los ojos y percibe la presencia de Alastor a su lado, se sienta sobre la cama y le observa, el camarote sigue en penumbras, pero para ella todo era claro como siempre, aun puede ver sobre el escritorio las cartas que su padre manda a sus conocidos para ayudarles, el periódico del día que salieron de Viena, el violín que Eliot le regalo seguía al lado de los baúles que tenían su ropa, incluso la comida que les habían servido durante el día seguía intacta; aquel viaje le había resultado tan inerte, que se sentía extraña.

Alastor se acomodo en la cama, de sus hermanos siempre había sido el que mas consecuente y hacia años que no pasa tiempo sola con él, tomo la mantilla que se encontraba enrollada a su lado y se la coloco encima, haciendo un gesto de burla para si, -costumbres que jamás se olvidan-, el movimiento fuera era constante la noche aun no había llegado pero su sueño ha sido interrumpido, la joven se puso en pie, avanzo hacia la entrada y se apoya sobre la doble cortina que cubría la puerta. Oyó una la conversación del capitán y escucho en aquellos pensamientos lo que deseaba oír desde hacia 2 noches "llegaremos entrada la noche", mira de nuevo a su hermano, ese sueño tranquilo que siempre conciliaba apenas al despuntar el sol –que envidia- dice con un dejo de coraje, miro el reloj sobre el buro de la cama y lo tomo, "6: 30 pm va siendo hora de arreglarse"penso para si tomo del closet un vestido, y se apresuro a cambiarse.

Las 7 en punto y una de las doncellas de a bordo toca,- MyLady la cena esta servida, quiere que la traigamos a la habitación- odiaba ese tono temeroso que las mujeres solían adquirir pasadas 2 noches a bordo, la joven abrió la puerta de golpe y – Déjala en el comedor, apenas despierte el joven Alastor bajaremos, hazme un favor y saca todos los vestidos del closet de mi camarote y repártelos entre las doncellas, apenas lleguemos esta noche las quiero listas a todas, llama al capitán y dile que estaré en el mirador debo hablar con él- la joven aun sobresaltada apenas se movió – s-si mylady, pero ¿listas para que nos quiere?- dijo con un hilo de voz -¿Para que vayan en mi nombre a buscar un hotel y compren lo que nos sea necesario, estos marineros bárbaros no harán esa clase de trabajos, date prisa – dijo dándole la espalda y dirigiéndose al mirador, aquel temor en los sirvientes la irritaba, aunque en muchas ocasiones esa vulnerabilidad era su deleite, a los pocos minutos el capitán subió – Mylady, a sus ordenes- dijo haciendo una reverencia breve – Capitán mil gracias por atender, quería comentarle, mi hermano y yo deberemos apresurarnos al hotel en cuanto lleguemos, alguien nos espera ya- mintió –y quisiera pedirle que se haga cargo de todo con respecto al navío – el hombre algo sorprendido asintió – es algo tarde parece para decirle que llegaremos esta noche, parece saberlo ya mylady ha puesto a las doncellas a prepararse- dijo con tono de broma – un presentimiento mi capitán-la joven también sonrió, el hombre se retiro y la joven se quedo mirando el oriente esperando ver, su nuevo destino

por **Alexander Toreto** Sáb Mayo 05, 2012 3:29 pm

El rumor de las platicas fuera del camarote lo despertaron, miro el techo con desdén, de pronto nota la ausencia de su hermana y salta de la cama, mira la mantilla tirada y su temor deja de ser aprensivo en el pecho, el reloj marca 7:30 y las 8:10 cuando sale al fin del camarote, mira a las doncellas de su hermana correr de un lado a otro, y una vez fuera del camarote entrar a toda prisa, Ashly tenia un gusto exquisito para la servidumbre, desde los marineros hasta las doncellas, todos tenían un rostro hermoso y cuerpos exuberantes y pronunciados, el ajetreo le hizo pensar en que pronto llegarían “donde estas ” pensaba al ver a todo los de a bordo correr, el capitán cruzo frente a él y se detuvo para hacerle una reverencia –My lord pronto llegaremos pasadas las 10 arribaremos a Paris, su hermana me acaba de pedir me encargue de todo al llegar, una mujer con determinación me atrevo a decir- el joven le observo y sonrió – lo es capitán así lo ha sido siempre, yo también le pido se haga cargo de todo, tendremos prisa una vez que lleguemos- miro a todos a su alrededor- parece que ya ha dispuesto de todo, me alegra, ¿sabe donde puedo encontrarla? – sabia ya donde pero siempre había que ser cuidadosos aquella presencia siempre la notaria – My lady se encuentra en el observatorio, supongo que le espera para cenar, el comedor ya esta dispuesto, con su permiso veré que todo este en orden- camino sin prisa por cubierta las luces de la ciudad comenzaban a notase, subió al observador y ahí estaba ella como de costumbre recargada en el barandal viendo hacia el mar, -madrugaste otra vez- le dijo mientras se recargaba con ella en el barandal.

Algo que amaba de su joven hermana era lo bien que se podía estar con ella, no había necesidad de charlas, necias y gustaban de muchas cosas en común, años atrás habían viajado juntos hacia la india, de aquel viaje había pasado casi 200 años y no podía negar que después de esa larga estadía juntos le había extrañado mucho.

Se quedaron largo rato y la ciudad parecía emerger del mar, había pasado un cuarto de siglo desde la ultima vez que estuvo en parís, y tenia un grato recuerdo de aquel viaje con su padre, había ido a conocer por vez primera el théåtre des vampires que pertenecía a un joven convertido por su padre años atrás, le parecía encantador venir ahora con Ashly, la miro de nuevo fijamente – Has puesto todo en orden, siempre tan previsora- sonrió hacia el mar – te extrañe mucho estos años, Viena fue lo que deseaba hacia siglos los 4 juntos de nuevo- dijo bajándola vista – consintámonos mutuamente en esta estadía ¿qué dices? – rio abriendo sus brazos ofreciéndole un abrazo.

por **Ashly Toreto** Sáb Mayo 05, 2012 7:35 pm

Escucho a su hermano cuando subió al observatorio, cada frase que decía era un sentir propio,- yo también te eche mucho de menos- se abrazo a él- siempre te consiento, ¿porqué me lo pides ahora? Pregunto alzando la vista- aquella actitud no era propia de él, le sonrió y se alejo al banco que estaba cerca, - Ya he dispuesto todo, llegaremos pronto crees que encontremos mas como nosotros? ,es decir en Viena estaban todos y no quiero sentirme sola en ese aspecto- miraba a su hermano intrigada, quería saber si él como ella estaba nerviosa por la llegada a un lugar tan distinto a lo que acostumbraban, estarían rodeados de gente todo el tiempo, no tenían un hogar establecido en Francia, deberían hospedarse hasta poder establecerse, jamás en tantos siglos se había sentido tan fuera de lugar, años atrás su padre les enseño a ocultarse en publico, pero aquello servía a ratos, como en los cruceros o viajes largos, las estadías siempre son complicadas cuando no se tiene a donde llegar , pensaba en ello y se lamentaba de su idea de venir a parís.

El barco se acercaba mas y mas a la cd ya podían ir el rumor de las calles, el capitan comenzó a gritar a los marineros y estos bajaron las velas del barco, poco a poco el rumor se intensifico, eran poco menos de las 10 de la noche,- Mis señores hemos llegado bienvenidos a Paris,- el capitan se retiro después de decir esto, la noche parisina que recordaba era totalmente diferente, los aromas, los sonidos, había cambiado en su totalidad, permaneció quieta observando, percibiendo como si de un platillo se tratara, miro a su hermano y vio en el un dejo de emoción que la animo un poco, debía esforzarse por complacerle, se tendrían el uno al otro por un largo tiempo.

-Llegamos Alastor, disfrutemos de este lugar y hagamos de el un mejor lugar- dijo riéndose burlona, -debe haber suficiente para los dos-.

por **Alexander Toreto** Lun Mayo 07, 2012 12:00 am

Amaba tenerla en los brazos,- No tengo motivo – le dijo mientas la veía sentarse, había nostalgia en su expresión, sin duda estaba angustiada, los últimos 10 años en Viena habían sido muy cómodos para todos, sus pensamientos estaban revueltos, y deseaba darle consuelo, - por supuesto que habrá mas de nosotros, es Paris, y jamás estarás sola, siempre estaré a tu lado, entiendo tu pesar, pero no es momento de cambiar tu filosofía por el contrario mostrémosle a parís lo que es disfrutar de la vida- dijo sonriéndole ampliamente.

La cuidad se materializo frente a ellos, Paris con todos sus aromas y colores, era como un festival Hana-bi brillada y deslumbraba, los sonidos tanto en la ciudad como a bordo crecían, el capitán dio ordenes de bajar velocidad, aquellas deslumbrantes velas que todo el camino estuvieron desplegadas, se cerraban por primera vez desde que zarparon, eran las 10 menos 15. Miro a su hermana atenta deslumbrada, era como tantas otras veces, recordó su primer viaje fuera de Grecia, el rostro de sus hermanos al llegar a la antigua Toscana, *esa expresión jamás cambiara no importa el paso del tiempo* pensó al ver a su hermana cazando con la piel su primera impresión, la joven se levanto de a poco, hasta llegar a la barandilla.

Miro por primera vez a los nuevos parisinos paseando por el puerto, la mezcla de personas era fascinante, gitanos entre nobles, jóvenes y viejos, marineros y adivinos, su ropa decía mucho y nada, el capitán subió y les dio la bienvenida a parís, sonrió ante la emoción que le causaba su nueva vida, cada ciudad, cada país le causaba la misma emoción. Escucho la voz de su hermana animada un poco mas, soltó una carcajada- habrá para dos y mas- el barco llegaba al puerto y un gitano tocaba el violín recargado en el muelle, la melodía era dulce, nostálgica y adecuada para el recibimiento que esperaba- bailemos Ashly, hasta que la música del mundo se acabe- la tomo de la mano y la hizo girar, mientras reía a carcajadas de un salto bajo a cubierta y la halo con el, bailaba y giraba la levantaba y la oía reír pues sabia que seria una buena estancia, por mas de una razón, -Bienvenida a Paris- le dijo una vez mas entre carcajadas.

por **Ashly Toreto** Lun Mayo 07, 2012 2:13 am

La joven se dejaba llevar por aquel ritmo y reía a carcajadas se sentía comprendida y anhelaba bajar de aquel barco cuanto antes, el gitano ceso la música y camino lejos del muelle, le miro alejarse mientras recobraba la compostura, el puerto no era muy distinto a cualquier otro, aunque no había goleta como en la que venían, los parisinos paseaban por el puerto, entraban y salían de las cantinas de los alrededores, la multitud era tanta y tan variada que podrías haberte embriagado de colores, los miraba y observaba, notaba con facilidad a los ricos, los gitanos tenían un aroma dulce y embriagante, aun a esa distancia podía notarlo. El capitán seguía dando ordenes y los marineros corrían por la cubierta y terminaron de colocar la rampa de acceso , las doncellas se acercaron a los jóvenes que veían el movimiento dentro del barco como si de un arte se tratara, -Mylady ya estamos listas-, dijo la doncella principal mientras le tendía un bolso de seda y sus abrigos otra doncella trajo un sombrero al joven, Ashly tomo las cosas y sonrio al ver a sus doncellas vestidas con su ropa – Se encargaran de ir a registrarnos en el Hotel, después deberán ir a la casa de modas y pedir 5 de las mejores prendas que tengan, pidan para mi hermano también la misma cantidad, veremos después si se piden mas- saco de su bolso una hoja y se la dio a una de las doncellas, -son medidas para el sastre que ajuste todas las prendas a ellas, renten un coche para que sea rápido, y consigan el nombre del gerente del hotel conocen las especificaciones de nuestras habitaciones- saco un talego lleno de dinero y se los dio también, el barco estaba completamente detenido y los marineros empezaban a bajar, las doncellas se apresuraron, con los encargos y apenas termino la frase de la joven se precipitaron a tierra; la joven sonrió al ver a su pequeña corte correr sin saber a donde ir, el capitán se acerco a los jóvenes – mis señores me dispongo ha hacer los registros, apenas manden razón de donde será su hospedaje mandare sus cosas con su permiso- se dio media vuelta y se dirigió a los marines que le acompañaban, todos sabían que hacer, aquel hombre había trabajado para la familia Toreto desde hacia años, y sabia que hacer.

Alastor ajustaba su abrigo y acomodaba su sombrero - Siempre has sabido tratar con la gente guíanos tu en nuestro primer paseo por este parís extraño- le dijo entre risas mientras lo tomaba del brazo,

por **Alexander Toreto** Mar Mayo 08, 2012 3:23 am

]La música donaba aun mejor entre las risas melodiosas de la joven, poco a poco cedió la música y vio al gitano alejarse del puerto, el
barco se volvió un caos, abrazo a su hermana mientras contemplaba el movimiento
de los marineros, una vez listo todo para poder descender del barco las doncellas
que su hermana traía consigo se acercaron portando ropa galante, tardo un
momento en descubrir que se trataba del guardarropa de su hermana, las había alistado
para que fueran a hacer lo de costumbre, mientras las doncellas se disponían a hacer lo debido, el capitán se acerco para avisar que dispondría de los registros y que se encargaría del equipaje, la joven adoraba tener todo en orden y tiempo, y era un peso menos encargarse de esas cosas- Una de las tantas razones por las que te extrañe- le dijo mientras se alistaba para bajar, le dio el brazo y bajaron juntos del navío,-recorramos el puerto mientras alistan todo lo demás, mañana prometo llevarte a recorrer todo parís-.

Los aromas a perfumes y licores vagaban por el lugar mezclados con los aromas varoniles de los muchos marinos que ahí había, la joven parecía maravillada notaba la atención que prestaba a los gitanos como si nunca antes les hubiera visto, - Deseas alguno princesa sabes que podría conseguirlo para ti- dijo en un tono de burlón, caminaron a lo largo del puerto – ¿te imaginaste que seria así?- miraba a su hermana que no perdía detalle de nada de lo que pasaba a su alrededor, - siempre podemos volver- sonrió ante su propio comentario, en aquel momento. sonaban la campanas anunciando la media noche –vayamos hacia el hotel, mañana podremos conocer la ciudad, las doncellas deben estar ahí ahora justamente,- le dijo a su hermana mientras la tomaba de la mano – Coche!!!, grito a un conductor que se apresuro hacia ellos, -mylord a donde los llevo- pregunto - al hotel de la ciudad por favor- le contesto mientras ayudaba a Ashly a subir al coche.

Una vez dentro el aroma del coche los embriago, dos días enteros sin alimento no era prudente, el coche estaba lleno de los aromas que despertaban su apetito, - prometo que mañana a primera hora iremos a cazar-, abrió su chaqueta y se desabotono el cuello de la camisa, -bebe un poco para calmar tu sed- dijo mientras la acercaba a él.

por **Ashly Toreto** Mar Mayo 08, 2012 11:50 pm

Caminaron largo rato por el puerto, todo era tan distinto a lo que recordaban de la vieja París, sin embargo parecía tan familiar, los aromas a burdel , el vino desparramado de las cantinas lo único verdaderamente nuevo y que no dejaba de maravillarla, eran aquellos jóvenes hermosos de piel toscana los gitanos, escucho el comentario de su hermano – puedo conseguirlos yo misma- dijo con un dejo de enojo-la verdad es que esperaba ver un lugar como Viena – paso un grupo de gitanos al que no perdió de vista- regresar jamás, no hasta cumplir lo que prometimos a Marius- caminaron a lo largo del puerto alejándose del muelle y adentrándose en el puerto parisino, cuando oyeron la media noche anunciada por campanadas, asintió a la sugerencia de su hermano de ir al hotel, el joven para llamo a un coche apenas habían entrado la oleada de aromas entre perfumes y aromas propios de aquellos quienes antes que ellos había abordado aquel coche, la garganta pareció cerrársele de golpe ante la repentina sensación de sed “-mañana a primera hora iremos a cazar-, abrió su chaqueta y se desabotono el cuello de la camisa, -bebe un poco para calmarte- “ escucho la voz de su hermano y sintió su abrazo acercándola hacia su cuello.

Años atrás su padre les enseño a mantenerse sin sed y serenos ayudándose de esa manera, sin embargo aquello le pareció siempre demasiado intimo, era algo que hacia con sus amantes y era algo que no controlaba bien, beber sangre vampírica, - Esperemos a llegar al hotel no quiero ensuciarte ahora que venimos llegando, puedo con esto- dijo mientras se apretaba la cara contra su pecho y él la rodeaba con lo brazos, el camino aunque corto lo sintió eterno sumida en aquel abrazo, se irguió en el asiento y la puerta se abrió – hemos llegado, al Hotel des Arenes, sean bienvenidos- ambos bajaron pagaron el coche estando en la entrada pudieron ver a muchas personas entrar y salir, la variedad de la sociedad parisina le parecía exquisita, - creo que no será difícil adaptarse- sonrío a su hermano, - Lord Toreto?,- pregunto un joven que salía del hotel la sorpresa fue tan grande para ella como para su hermano quien asintió a la pregunta –han pedido que le entregue esto a usted solamente- le tendió una carta y se dio la vuelta – espera pequeño – grito Ashly al ver que se alejaba- el joven giro a verla- aun no te he pagado el servicio- el niño negó con la cabeza- ya lo han hecho antes y muy bien- sonrió exageradamente y se fue. Alastor giro el sobre y reconoció una firma en el, sonrió a la joven y le mostro – entremos pronto, vamos – dijo mientras arrastraba a Alastor dentro del lugar.

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