Zavannah Zöllner

por **Zavannah Zöllner** Dom Mayo 06, 2012 12:56 am

Nombre del Personaje: Zavannah ~~Tahnee~~ Zöllner// ~~Nombre real: Zavannah Tahnee Balcombe-Kelley~~
Edad: 19 años
Especie: Cambiaformas
Tipo y Clase Social: Clase media
Orientación Sexual: Heterosexual
Lugar de Origen: Australia
Habilidad/Poder:
Sentidos Aumentados Aumento de percepción en los sentidos de la vista, el olfato, el gusto, el tacto y la audición.
Agilidad y reflejos sobrehumanos: Habilidad para moverse con más soltura por un sitio utilizando brazos y piernas reaccionando más rápido que un humano normal.
Fuerza sobrehumana: Fuera que súper la de un humano y un animal común perteneciente a la familia que sea.
Sanación Acelerada: Habilidad para curar rápidamente de cualquier lesión. El tiempo de recuperación varía según el personaje. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.
Sentido del pelígro: Habilidad para percibir el peligro personal. Es una forma limitada de precognición.
Gran agilidad y habilidad al camuflaje : Pero poca fuerza y resistencia en una lucha cuerpo a cuerpo.

Forma humana:

Zavannah Zöllner

Zavannah es una joven de estatura promedio. 1.63 a lo mucho. En comparación con otras personas, incluso de su hermano, es bastante bajita. El color de su piel es ligeramente tostada, quizás se atribuye a su condición de cambiaformas. Sus piernas son largas, su cintura estrecha, y aunque no cuenta con senos bastante pronunciados, son de tamaño considerable. Toda ella es bastante pequeña y delicada, pero no por eso menos estilizada y bella. Su peso es apenas de 56 kilos, así que pueden imaginar la pequeña pero hermosa figura que posee. Las curvas de su cuerpo resaltan sin importar el vestuario que posea.

Sus piernas son gruesas, largas y bien formadas gracias a las grandes caminatas que por las tardes ha hecho con alguna institutriz o incluso con su hermano. Desde pequeña se había intereso en las actividades físicas, quizás por eso siempre se ha mantenido en un promedio con su cuerpo. La chica posee brazos largos, con manos pequeñas y dedos pequeños. Quizás lo que más resalta de su figura es su bien formado y pronunciado trasero.

Posee un rostro de ángel. Siempre podrás sentir una gran ternura al mirarla, pues la mayor parte del tiempo sonríe. Su rostro es ovalado y alargado. Zavannah posee dos hermosos y grandes ojos color verde. Con pestañas largas, gruesas y bastante oscurecidas. Cejas bien pobladas y formadas. Una nariz pequeña y respingara, labios gruesos color rosáceo. Su bello rostro está acompañado de un cabello largo, quizás llegue a mitad de su espalda, es color castaño y bastante brillante.

Forma Animal:

Gato// León

Desde muy pequeña a Zavannah se le inculcaron los mejores modales, al nacer en una cuna de oro, lo que se espera es la educación a una pequeña para ser la mujer perfecta. Desde la manera de caminar, hasta la forma en que debía sonreír tuvo que aprender. No es algo que le molestara demasiado en realidad, pues la calidez y el amor de su hogar le dejaron en claro que todo era por su bien. Nunca fue de esas jóvenes que quisieran salir de la línea marcada por sus padres, siempre estuvo a gusto, y no precisamente porque su vida estuviera solucionada, es que simplemente sabía que no había otra forma de hacer las cosas, y no quería deshonrar a su familia. Siempre se destacó por su entrega al momento de aprender cosas nuevas. Aprender es una palabra clave, pues Zavannah siempre disfrutó de las enseñanzas sobre cualquier rama que se le impartían en casa, ya sea de historia como de cocina. Para su padre una buena mujer es aquella que puede ser la mejor en el hogar, pero también tiene tema de conversación amplio, por eso siempre procuraba destacar en sus aprendizajes.

Zavannah es una joven risueña, que cree que muchas historias de los cuentos de hada son ciertas, que no son meras fantasías. Cree en una familia llena de amor y no solo establecida por el interés familia, cree en la delicadeza, paz y respeto hacía las mujeres porque en su hogar ella y su madre eran el tesoro más grande, pero sobre todo cree en la igualdad de genero por el cuidado que su hermano le tiene, por lo tanto siempre encontrarás una sonrisa en su rostro, sin importar que su vida ya no sea tan sencilla como antes. A pesar de tener una belleza reconocible, Zavannah no se fija en ese detalle, incluso en ocasiones suele detestarlo, pues sabe bien lo que un rostro bonito puede lograr sin problemas y como un rostro no tan afortunado puede sufrir, por eso se esfuerza el doble. El gran cambio de vida que ahora tiene la hizo ser un poco más insegura de lo que ya era, pero sin perder su esencia tranquila. Zavannah aprendió que estar del otro lado de la moneda no es tan malo, aunque en ocasiones lloré por las noches deseando volver a su vida pasada. Está segura o intenta convencerse que todo es mejor así.

Dentro de sus nuevos trabajos, a aprendido a callar su voz cuando los patrones lo demanden, sabe que la excelencia es algo que no le cuesta trabajo manejar, pero que al trabajar para otros debe poner el doble de su esfuerzo. Es bastante correcta y confiable por eso es la única que puede entrar al cuarto principal de la casa. En Zavannah también resalta ese instinto maternal y familiar que muchas personas no tienen, se imponen. Es bastante hogareña aunque no precisamente trabaje para su familia, muy ordenada, y siempre se esta programando horarios para cumplir sus deberes sin ningún inconveniente.

A aprendido a no hablar con extraños, claro existen algunas excepciones si su hermano se lo dice. Hablando de Zigmund, es a la única persona que le tiene toda su confianza. Desde pequeños siempre tuvieron una relación bastante buena. Para la joven su hermano es todo. De hecho se siente bastante agradecida con él y en deuda al haberla salvado de un destino cruel y poco deseado. Aprendió a amarlo con locura, a respetarlo y a atenderlo como cualquier hermana lo hace. La relación que tienen los hermanos Balcombe-Otterloo es bastante peculiar. La joven ha asegurado que siempre dejará que él tome el mando de las cosas, al confiar de manera ciega en él, ha dejado toda una vida de lujos no sólo para hacerse feliz ella, también para hacerlo feliz a él, odia a todo aquel que trate mal a su hermano mayor, incluso si lo mira de manera incorrecta, para ella todo lo que dice el joven es ley pues sabe que nunca lo dañaría. Le gusta cuando le sonreí, incluso cuando le susurra cosas al oído para poder dormir, pues sabe que sus padres estarían contentos de verlos tan unidos. Con la única persona que es completamente complaciente es con él, y con sus patrones por necesidad, no por que le salga del corazón a diferencia que con Zigmund.

A Zavannah le encantan los mimos como a cualquier minino, y es demasiado dócil pero al igual que cualquier felino tiene un lado bastante salvaje, quizás por eso intenta pasar la mayor parte del tiempo tranquila y sonriendo. La naturaleza felina de Zavannah la hace querer ser un espíritu libre y aventurero, por eso pudo convencerse de escapar de casa a tierras lejanas con su hermano mayor. Cuando le producen molestia o enojo, se aparta de todos aquellos que estén cerca de ella, aquel estado de animo la mayoría de las veces la hace fingir alguna enfermedad, o algo que la tenga indispuesta, al ser tan sincera y ganarse la confianza de los demás, nadie puede negarle un respiro. La ceguera de su enojo la hace buscar frecuentemente riñas, incluso peleas que solo pueden ser controladas por su hermano, más de una vez ha intentado lastimarlo en ese estado. En muchas ocasiones ha pensado escapar para no hacerle daño a su hermano, y también para poder formar una vida, una familia, y no ser una carga para él, pues piensa que puede ser a la larga una molestia que siempre la este cuidando.Su naturaleza salvaje sale a flote, y muchas veces termina llorando arrepentida en los brazos de su ahora nuevo compañero de vida.

El querer mantener escondida su forma animal (ya sea cualquiera de sus transformaciones) le trae muchos dolores corporales, incluso esto la mantiene bastante débil, y en ocasiones pálida. Sabe de los riesgos que eso implica, en ocasiones escucha el rugir de su animal interno, y prefiere mantenerse como un pequeño gatito en el regazo de su hermano, para ella en ocasiones haber heredado sola ese "don" suele ser muy molesto, y aunque en su casa le han inculcado que es algo completamente natural, en ocasiones se siente maldita.

Zavannah es por cinco años, la más pequeña de la familia Balcombe-Kelley. Desde antes de que naciera, siempre había sido deseada, esperada. Según algunos relatos que le hacían la servidumbre, su padre siempre le cantaba mientras estaba dentro del cuerpo de Martina, lo que la hacía bastante feliz. De pequeña siempre se le tuvo los mejores cuidados, las mejores atenciones, lo único que recuerda de su niñez eran las noches en que su padre entraba a su habitación, tomaba un libro de la repisa de su cuarto, y se ponía a leerle historias hasta que se quedaba dormida. Poco recuerda también de su hermano en ese tiempo, y si marcamos un tiempo es hasta los cuatro años, pues esa había sido la etapa feliz, la etapa de la familia envidiada, de la familia amorosa y querida. Según le cuentan, su hermano Zigmund siempre la veía de lejos con los brazos cruzados y una mueca en el rostro, la joven nunca lo creyó en realidad, pues desde que tiene uso de razón, o bueno lo que recuerda, su hermano siempre le ha visto con ese brillo especial en los ojos, y nadie podrá quitarle la idea.

El día de "la gran tristeza" la pequeña tuvo su primera transformación, a los cuatro años de edad, fue tanta su tristeza que ese animal dormido que tenía dentro salió intentando aliviar el dolor emocional que ella tenía, para su desgracia la primera transformación le afecto más de lo que debía ayudarla, no sólo sufría por la perdida de un padre, también por el dolor de cambiar su cuerpo, y no saber que pasaba, hasta que su madre habló con ella. Hubo un tiempo en que incluso se alejaba de su hermano, pues temía hacerle daño, hasta que su necesidad por estar con él fue más grande y aprendió de mala manera a controlarse.

Después de un tiempo, después de aquella perdida, Zavannah conoce a Uther, un hombre de entrada edad que parece enamorado de su madre, a su corta edad no entendía en realidad porque aquel caballero quería remplazar a su padre, y eso le costaban muchas lagrimas. Nadie podría remplazar a su padre, ni siquiera el mejor de los hombres y ambos hermanos lo sabían. El tiempo no hizo que las cosas mejoraran, al contrario, todo se iba por la borda. La que siempre había sido la madre perfecta, se había vuelto la peor de todas. Los trataba con regaños, incluso con odio, desprecio, y asco, cosa que a la pequeña le causaba dolores cada vez más grandes. Conforme paso el tiempo, la pequeña Balcombe-Kelley había decidido a diferencia de su hermano ser la mejor en sus estudios, en sus modales, en el hogar para intentar ganarse el cariño de las dos personas que ahora hacían de "sus padres", para su desgracia aquello no daba frutos, al contrario, cada clase era más desgastaste, y en ocasiones la pequeña prefería ya esconderse en su cuarto para no hacer nada. Sin su hermano quizás no hubiera seguida adelante, él se había vuelto su todo.

Zavannah quizás se había vuelto de las mejores en sus deberes, pero también había cambiado muchas maneras de ser suyas. A pesar de ser una joven bastante hermosa y atrayente, la chica se había vuelto muy insegura, muy reservada, y contadas veces salía de la casa, y solo acompañada de su hermano. No tenía amigos, incluso hablaba poco con las que eran sus nanas. A los 14 años la chica ya tenía bastantes pretendientes, cosa que pedía a su hermano los alejara de ella para poder sentirse tranquila, para ella el amor se había ido de lado, le aterraba pues de encontrar a alguien temía que se muriera como su padre, su único amor sería su hermano, él que nunca la había dejado, él que siempre estaba para darle un abrazo cálido, él que se había vuelto una razón por lo cual salir adelante.

La vida de ambos jóvenes seguía en las mismas condiciones, y conforme pasaba el tiempo la relación con su madre se hacía peor, incluso ya no existía tal relación. Zavannah seguía llorando por las noches, y había adoptado una nueva maña. En las noches, cuando se sentía demasiado triste sin que nadie la descubriera, se escurría por los pasillos de la casa y le pedía a Zigmund la dejará dormir a su lado, al despertar siempre se encontraba en su habitación. Su hermano antes del amanecer, la dejaba en su habitación para que no fueran descubiertos, y castigados, los castigos no es que le molestaran, pues la única manera en que podía dormir era a su lado.

Al tener ya edad suficiente, Zavannah se vio en una nueva mala noticia: le habían encontrado prometido. Lo peor de todo es que el prometido no es lo que ella había soñado, era un hombre bastante repulsivo, el verlo le daba miedo, y muchas veces para salir con él llevaba a su hermano, sino, no salía. Era bien sabido que los hermanos Balcombe-Kelley no salían el uno sin él otro. Muchas veces el prometido de Zavannah tenía que ceder, pero otras se imponía y se la llevaba sin preguntar si era aquello de su agrado o no. La chica al volver a casa se encerraba con Zigmund y le contaba el asco que sentía al ser besada por alguien así, y el miedo de saber que tendría que pasar su vida a su lado.

Una de las contadas noches en las que Zavannah se había quedado dormida en su habitación, su hermano había entrado contándole un nuevo plan, en un principio la idea le pareció extrema, bastante peligrosa, pero no pudo hacer otra cosa, tenía que aceptar. Mientras Zigmund buscaba el dinero y las joyas, la joven tomaba un pequeño bolso metiendo algunas prendas de ambos. No era muy pesado por lo que pudo cargarlo sin dificultad, y lo esperó en los jardines traseros. Dentro de aquel barco, la chica aun dudaba si aquello había sido lo correcto, pero mientras pasaba más horas con su hermano, el poder ver su rostro sonriente, la terminó por convencer. Los primeros días habían sido duros en Paris, se desesperaba por no saber que sería de ellos, su único consuelo era estar cerca de él. Al poco tiempo aceptaron a los ahora hermanos Zöllner como trabajadores de un circo. Para ambos el ambiente es bastante tranquilo. Los dueños son bastante jóvenes y no presionan a sus trabajadores, son muy accesibles y tienen hijos de la edad de los hermanos.

# ...Se ha ganado la confianza de sus patrones, por lo que mueve el dinero del circo
# ...Duerme en el mismo remolque que su hermano, en la misma cama.
# ...Tienen dos días libres a la semana, los cuales pasan recorriendo París.
# ...Reconoce que ahora es mucho más feliz.
# ...Esta dispuesta a conocer a alguien para poder dejar libre a su hermano, para que no cargue con ella.
# ...Cuando su animal interior anda inquieto, la joven se convierte en gato para recibir mimos de su hermano y estar tranquila.
# ...La parte que más disfruta del día, es cuando su hermano toca el piano para ella, la joven corresponde sus atenciones cantándole.
# ...Lo que su hermano dice, para ella es ley, pues sabe que solo quiere su bien, incluso si la aleja de personas.
# ... Esta conociendo a uno de los hijos de los dueños del circo, pero le da miedo decirle a Zigmund

por **Nigel Quartermane** Lun Mayo 07, 2012 5:42 pm

FICHA APROBADA
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