A night without leaves to share...[Bleuenn]

por **Colm McHugh** Lun Mayo 14, 2012 6:15 pm

-Podríamos....-mirando a una preciosa virgen de cuerpo entero que yacía asustada en la piedra de París, llorando a grito pulmón y a sabiendas que harían con ella. Colm Mchugh no había llegado allá para nada, tenía un importante dilema en ese instante. Era nuevo en esto del vampirismo, había encontrado a alguien que podría ayudarlo con lo de beber sangre humana. El no lo haría. Solo bebía sangre si era urgente, de alguien mayor seguramente, de unos 30 años, una buena cosecha, pero solo recurría a la sangre humana a caso de urgencia. Con la chica que tenían delante y por la que estaba discutiendo con lo que parecía un mercader de esclavos, que era lo mismo que el, un vampiro. La chica que estaba llorando, estaban a ver que hacían con ella, los había visto beber de otra persona que ahora yacía en el suelo, muerta obviamente.

-¿Sabes? Podrías dormirla y así uno la fornica por un lado mientras que el otro bebe de ella.....-Dijo con un aire exasperante.

-Claro, y tú se aprovecha y te olvidas de beber su sangre....-El vampiro sonaba algo divertido, vale que Colm no era muy dado a beber de sangre de jovencitas vírgenes, seguramente esta lo seria, la miro, le dio pena, pero en ningún momento mostro que le diera tal sentimiento. Solamente la cogió de los pelos para levantarla el rostro, mirarla a los ojos y tirarla al suelo sin tener cuidado alguno-Colm....Te conozco poco, pero la tutela debería aparecer ya entre ambos....-Miro a Colm con una sonrisa amplia en el rostro. La sonrisa de Colm, había desaparecido al instante. La educación era importante si querías caer bien a la gente.

-Mire....creo que no....-De algún lugar le habían interrumpido, unas pisadas o algo que le hizo levantar la cabeza hacia arriba en busca de más personas o sombras que se movieran inquietas en el perímetro. Tenía un punto fijo, un perfume que su mirada apuntaba hacia un lugar en concreto. Un perfume de rosas, liviano. Olía a mucho más que eso. Olía a juventud, miedo, un cuerpo asustado y con el corazón palpitando por el suspense que pasaría a continuación-Ahora vengo....-Dijo sin más apartar la mirada del frente, sin quitar la vista hasta comenzar a caminar en dirección de donde provenía aquel distinguido aroma-Salid....-Olía un poco mas con disimulo, mirando a ambos lados, lamiéndose los labios de lado a lado quedándose al lado de un leve jadeo que escuchaba con nitidez-No tenga miedo...-Susurro cerca de donde creía que estaba la mujer. A no ser que las modas hubieran cambiado en tres años.

por **Bleuenn Charisteas** Lun Mayo 14, 2012 9:51 pm

Era una noche estrellada, de esas en que la morena encantaba de disfrutar un pequeño paseo. Sus empleados le habían intentado disuadir de la idea, argumentando que no era seguro, ni digno de una muchacha de su categoría ir por allí a esas horas. Tras fingir aceptar su sugerencia se fué a su habitación "preparándose para dormir" y esperó pacientemente mientras todos iban a descansar. Estaba conciente de que era muy tarde para aventurarse a un paseo, y menos con el incremento de rumores sobre muertes extrañas en medio de la noche. Eso no inquietaba a la muchacha, por el contrario solo aumentaban sus ganas de salir al exterior. Podía parecer un tanto temerario de su parte, arriesgado y atolondrado de su parte; pero desde su llegada a esta ciudad había oido esos rumores pero no tuvo la oportunidad de presenciar nada de eso por lo que su exceptisismo se iba acrecentando, hasta el grado de pensar que solo eran inventados para que la ciudad tuviera ese toque de misterio que la envolvia.

Los minutos pasaron lentamente mientras aguardaba a que los ruidos típicos de la casa se fueran apagando, hasta que esta quedó en un silencio profundo. Con los zapatos en una mano y con una abrigadora capa en la otra, salió con sigilo de su dormitorio aguzando el oido y pisando con mucho cuidado para no llamar la atención de nadie. Ese tipo de cosas las hacía con frecuencia en casa, por lo que aqui no le causó mayor dificultad. Silenciosamente logró atravesar la puerta principal dejando entornada esta para su regreso, sonriendo triunfante se puso los zapatos y capa antes de atravesar el jardín, claro aún allí tuvo cuidado de no hacer ruido; sería una pena ser descubierta tan cerca de lograrlo. Solo en la calle retomó su andar regular, sin preocuparse mucho en el hecho no hubiera gente a la vista. Claro era muy tarde, y todo estaba silencioso...como debía ser. Esto lejos de asustar a la joven, solo le hizo mejorar en su estado de ánimo. Ese sentido de aventura en ella ahora quedaba libre, bueno tampoco es que fuera a encontrar una ahora...Suspiró envolviéndose con el abrigo, la noche estaba fresca. Levantó la mirada al cielo y volvió a sonreir. La luz pálida de la luna y las pequeñas estrellas en el horizonte se podían contemplar con total claridad; estaba encantada por tanta perfección. Anduvo un buen trecho más casi sin fijarse por donde iba pues su mente ahora estaba ensimismada en sus recuerdos, en aquellos momentos en que con sus amigos iba en busca de fiestas a las que entraban sin invitación o cosas similares. Además su estadía en la ciudad ya le había brindado esa familiaridad un buen sentido de orientación así podía regresar a su cada con tranquilidad.

Un gruñido la sacó de ese estado, con los ojos abiertos miró a su alrededor buscando el orgien de aquel ruido. Unos pocos metros más adelante un enorme perro la miraba con fijeza, con las fauces abiertas y listo para lanzarse sobre ella. Eso la aterró, se detuvo bruscamente y retrocedió lentamente, pero el can la seguía muy de cerca. Los nervios pudieron más y tras darse la vuelta se echó a correr en dirección contraria, tratando de perderlo. Minutos más tarde logró despistarlo. Miró preocupada a su alrededor, estaba en una zona de la ciudad que no conocía, la luz era mucho más tenue...La chica sintió miedo por primera vez, y más aún cuando no mucho más lejos oyó un grito ahogado, dominando las ganas que tenía de echarse a correr en sentido opuesto se acercó hasta el sitio de donde provino ese sollozo. Un escalosfrío la traspasó, plantándola en su lugar cuando contempló de lleno la escena. Su corazón latía desbocado y apenas era capaz de respirar, solo por inercia seguía de pie. El cuerpo inerte de una persona a los pies de otros dos que acosaban a una joven, sumado a las palabras que acababan de proferir no le daba espacio a dudar de lo que sucedía. En su interior deseaba estar soñando, pero al ver la mirada de uno de los hombres petrificándola. Su instinto le gritaba que pusiera pies en polvorosa y saliera corriendo de ahí, pero algo le decía que no importaba cuanto corriera...no iba a poder escapar. Lentamente dió un paso al frente saliendo de la penumbra, para quedar bajo un as de luz. Ocultarse no estaba dentro de sus opciones por mucho miedo que tuviera, prefería plantar la cara. Levantó la barbilla mirando con fijeza al sujeto que le habló, tratando de ocultar el temblor de sus manos bajo la capa en que estaba envuelta, a pesar de que trataba de ocultar su miedo no pudo ser capaz de hablar.

por **Colm McHugh** Jue Mayo 17, 2012 5:30 pm

-Se quedo sin habla....-Soltó hacia el otro vampiro que parecía masajear el cuerpo de la chica que cada vez temblaba mas-La haremos hablar....-Colm cogió del brazo a la joven de cabellos oscuros, por encima de la capa la llevaba hacia la otra muchacha que temblaba. La comparación de clases era evidente, una de clase baja, con harapos, otra con.... ¿una capa? Que no dejaba volar la imaginación para la mente masculina-¿Sabes?...-miraba con cierto desdén al amigo vampiro que parecía reírle las bromas-... ¿Sabes lo que más odio de todo esto?

-¿El qué?-Dijo mientras se acercaba para coger de los brazos a la pobre muchacha de harapos que temblaba, le rodeaba la cintura para apoyarla contra su cuerpo y la pared y comenzar oler su cuello con lentitud.

-¡SOCORRO! ¡AYUUDAA!-La pobre chica estaba tan fuera de sí, que grito en el aire, quería ayuda, necesitaba que alguien la rescatara, pero fue abofeteada por el otro individuo-¡Cállate!-Soltó con enfado el vampiro. Colm se rascaba la cabeza, pensando en porque no decidía actuar de inmediato.

-Pero hombre, no demores y cállala, es una puta...-Colm enseguida presto su atención a la jovencita que tenía delante, la había arrodillado para tener mejor ángulo-¿sabes? No me gusta esto que llevas puesto...-Se refería obviamente a la capa que tenia puesta la muchacha sobre los hombros, la agarro con una mano y se la desgarro del cuerpo dejándola solamente con un...escotado vestido-mucho mejor.... ¿sabes qué hacemos con las chicas que se extravían de su destino?-Miro al otro un tanto divertido para después volver a mirar a la muchacha con una sonrisa, enseñando ampliamente sus colmillos-...Les damos otro distinto...-A esto, ambos estallaron en carcajadas, acerco sus labios al oído de esta-....Raramente viven para contarlo...-Se agacho para tenerla a su altura, para mirarla a los ojos y después cogerla de la cintura para levantarse a la vez que ella, pegada a su cuerpo viril.

-Dile algo que no sepa....-Sugirió el otro vampiro que desnudaba ya a la otra chica, esta aun callada como lo que era, una puta, alguien con poca influencia, al igual que las ratas de cloacas. El vampiro colega de Colm, parecía ya disfrutar de su premio, mientras que Colm seguía manteniendo a la otra muchacha junto a su cuerpo, yendo a ponerla contra la pared-...No dolerá...será rápido....-Susurro con cierto aire sensual, llevando su mano por encima de su muslo, agarrándolo con cierta posesión.

¿Qué creyó que le haría?

por **Bleuenn Charisteas** Mar Mayo 29, 2012 2:41 pm

La joven jamás creyó encontrarse en una situación como esta, simplemente no pasó por su cabeza. ¿La razón? Al no encontrar nada sobrenatural cuando llegó a la ciudad, creía que no eran reales. La joven tenía esa curiosidad insatisfecha desde muy pequeña y como jamás encontró una prueba tangible de la veracidad de las historias, empezaba a creer que no eran ciertas.Ahora bien, la escena que se desarrollaba en este momento era tan irreal, con mayor similitud a un sueño que a un hecho real. Todo lo veía como su fuera en cámara lenta, el rostro de la otra chica horrorizado, como si adivinara que algo terrible estaba por sucederle; las miradas de complicidad de los dos sujetos estaba claro que esta no era la primera vez que hacían esto ¿A cuántas doncellas más habían atormentado con su actuar?. Oía los gritos desvaporidos, las risas macabras todo lo que la rodeaba con mucha claridad pero la percepción de sí misma estaba bloqueada.

La morena era incapaz de reaccionar, a pesar de ser capaz de analizar los acontecimientos con mucha lógica-demasiada dadas las cirncunstancias- su cuerpo estaba paralizado, dejándose llevar como si se tratara de alguien más; como si estuviera privada de las sensaciones que debía experimentar en momentos así. Nada, ningún movimiento para deshacirse del agarre del vampiro, ni siquiera un grito para alertar a un buen samaritano que pudiera rescatarla. Había perdido el dominio de su ser. Su organismo no parecía recordar cómo moverse, mucho menos la manera de defenderse. Esto debía ser eso que todos conocían como "estado de shock" nunca antes experimentado por ella. ¿Acaso recordaba respirar?

Su mirada pasaba de la joven semidesnuda a los hombres que las tenían acorraladas de manera interminente. La palabras del sujeto que estaba junto a ella le erizaron la piel, estremeciéndose cuando le arrancó la capa como si de algo desechable se tratara. Un brusco jadeo salió de su pecho al sentir la dura y fría textura de la pared contra su espalda, esto le hizo retomar su contacto con la realidad que había perdido por varios minutos. Estaba apresada contra el muro y el cuerpo del hombre. La rabía y ese instinto se supervivencia que hasta ahora parecía dormido empezó a abrirse paso en ella. Colocó las manos en su pecho y empujó con fuerza para alejarlo de sí-Suéltame infeliz!-Se sorprendió al oir un chillido histérico que aparentemente procedía de su garganta. Se removió con tal brusquedad para alejarse del extraño que pudo se capaz de lograr abrirse paso entre sus brazos. Corre!!!, pensó desesperada antes de echarse a correr sin siquiera darse cuenta del rumbo que tomaba, no le importaba cual fuera con tal de alejarse de ese monstruo. Con un poco de suerte se conformaría con la infeliz que habían capturado antes...sentía lástima por ella, pero no podía hacer nada por interceder a su favor...

por **Colm McHugh** Mar Jun 05, 2012 11:22 am

La muchacha tenia coraje, pero el tenia astucia y agilidad para llegar hasta ella y acorralarla contra la pared, sin dejarla oportunidad de dejarla salir-¿Ahora qué vas a hacer?-La sujeto de las muñecas, colocándolas sobre la cabeza de la chica, acercaba su cuerpo para ocupar el espacio que los separaba, sonriendo y finalmente sacando una socarrona risa que podría haber hecho estremecer hasta el más al pequeño ladrillo de los edificios de París.

Se le quedo mirando, para después acorralarla mucho mas e hincar los dientes en la curva de su cuello, pero se detuvo, el perfume que la muchacha llevaba consigo, hizo que se detuviera a milímetros de su piel, suspirando fatigado por lo que sentía sobre su estomago, miró, pero no tenía ninguna sorpresa, solamente un tic sobre su estomago para avisarle de que un sexto sentido se agudizaba, le advertía de que más de los de su especie venían hacia donde estaba él con la chica.

Para eso, Colm tendría que seguir a su libre albedrio e hincar sus colmillos de una vez, pero dos o tres pasos, le advirtió que estaban cerca de ellos, sobre el tejado, a medianoche llegaban mas furtivos como él hacia donde se encontraban. Prefirió que encontraran al otro compañero suyo, cogió al hombro a la mujer que por poco se le escapaba de nuevo, y salió dando saltos largos y agiles para poder situarse sobre otro punto en donde poder estar tranquilo, severo y poder así beber de la mujer que tenia encima de su hombro. Se quedo sobre un balcón, seguramente de algún bar o alguna terraza de alguna casa bien amueblada.

Con delicadeza, puso sobre el suelo de piedra de aquel balcón a la mujer con cuidado, la dejo tumbada y cerró con la mente las puertas para que no pudiera escapar. Se quedo en cuclillas sobre la barandilla del balcón, observando al horizonte, observando por doquier a ver si le habían seguido. ¿Por qué había huido con la muchacha? ¿Sentía algo hacia ella o había temido que tocaran su comida? Colm no suele o no quiere beber o comer de personas humanas, piensa que es inhumano, aunque ahora si podría denominarse con ese adjetivo tan vil y cruel.

por **Bleuenn Charisteas** Sáb Jun 30, 2012 5:17 pm

No importaba cuanto se retorciera la joven, no conseguía liberarse de su captor, a eso se le sumaba que el temor se iba incrementando impidiendo que pensara con lógica para intentar salir de esto. Pero es que nadie se recupera de la sorpresa al descubrir que lo que se considera un mito es una realidad perversa que acecha a la vuelta de cada esquina, y que va quitando vidas a su paso sin sufrir daño alguno. ¿Podía gritar para pedir ayuda? No, la voz se negaba a salir de su garganta además, ¿Quién acudiría a su rescate? Nadie que gustara de estar vivo saldría de la seguridad de su casa para ayudar a una extraña, eso en caso de que consiguiera hacerse oír en un lugar tan apartado al que el destino la había guiado esta noche.

Como en un borrón, de pronto se vio transportada en hombros de ese sujeto hasta el balcón de una casa. Apenas si alcanzaba a comprender que habían cambiado de escenario de manera tan brusca, sin darle la más mínima oportunidad de huir. Bien...es en este momento que agradecería la presencia sobre protectora de su padre para sacarla de este lío. Uhmm..no, mejor era que se mantuviera lejos, conociéndole primero la regañaría y luego quizás, solo quizás la ayudaría. Bien, no tenía más alternativa que afrontar a esto sola.

Una vez fué depositada en el suelo, se quedó quieta ahí. Traia el estómago algo revuelto por el viajecito y por todo en realidad. Respiró seguidamente de manera profunda, antes de intentar incorporarse. Cuando lo hizo miró con curiosidad alrededor, aunque más que eso era el deseo de encontrar una puerta, una por donde pudiera escapar. Allí la vió, dando tumbos se puso de pie y corrió hacia ella. Desafortunadamente, estaba con llave. Cada segundo que perdiera forcejeando jugaba contra ella por lo que buscó con la mirada algo con que golpearla, sabiendo que en cuanto lo hiciera el vampiro que la llevó hasta ahí buscaría detenerla...solo tenía una oportunidad.

De la manera más sigilosa que pudo, se acercó a una pequeña lámpara y la cogió a modo de garrote. Se acercó a la puerta y pegó esta con todas su fuerzas. Segundos más tarde comprendió el terrible error que había cometido al usar ese objeto. Al romperse los pedazos del vidrio que constituian gran parte de los adornos de la lámpara, terminaron haciéndole pequeños cortes en las manos que si bien no sangraban de manera profusa, estaba más que segura que incrementarían en el extraño el deseo de beber su sangre. Dejó caer la lámpara, que golpeó con ruido sordo la alfombra de la habitación. La puerta apenas si había sufrido daño alguno, en cambio ella...ahora solo le quedaba esperar una muerte no muy dolorosa.

por **Colm McHugh** Miér Jul 04, 2012 4:11 am

Solamente en cuanto perdió de vista el paisaje de París, se dio la vuelta y encontró que su presa quería escapar, podría oler el olor de la sangre, pero negó, agarrándose de las sienes como intentando aguantar ese olor a sangre humana. Se lamio los labios, negó de nuevo, no quería hacerlo. Se detuvo en un lugar, en una esquina del balcón, se detuvo apartado, intentando aguantar el olor a sangre humana, no podría aguantar más, aquella mujer había sido una demente en arriesgarse a cortarse, a hacerse esos cortes por los que salían hilos de sangre y que caían en la moqueta de la habitación.

-Mujer, no sabe lo que ha hecho...-Estiro la cabeza hacia atrás, miro a su presa y se acerco hasta tenerla acorralada contra la pared, de espaldas y su pecho contra la espalda de la mujer que se quedaba ahora atrapada entre su cuerpo masculino. Comenzó a cogerle la mano herida, le lamio aquellos cortes pero insignificantes por donde salía más sangre. Se dio un pequeño banquete, juntando sus caderas contra las ajenas a pesar del esfuerzo que hacia la mujer en que se aparatase de ella.

Lamia su mano que ya no había apenas signos de sangre. De esa misma mano la cogió para darla la vuelta. Le cogió sus muñecas para ponérselas por encima de su cabeza castaña, se le quedo mirando frente a frente, metió una rodilla entremedias de las piernas ajenas.

Solamente le hizo falta una mano para sujetarle las muñecas-...Debería saber que no debiste hacer eso...-miro hacia la puerta del balcón que estaba rota, con apenas cristales-...pero ahora tendré donde darte una lección...-Y como si nada, en cuestión de segundos la tenia tumbada sobre la cama de aquella solitaria habitación que estaba completamente a oscuras, solamente acompañado por la luz de la luna plateada que brillaba esta noche con mucho fervor.

-Pareces una niña pequeña ¿No te enseñaron tus padres que no se debe salir hasta muy tarde?-Sugirió divertido al ver aquella situación aumentar de excitación por momentos. La miraba de arriba abajo como le llegaba la distancia de su rostro, lamio el cuello de la chica, con una mano le sujeto ambas muñecas y con la otra mano la estudiaba por el curvilíneo cuerpo que poseía su presa.

Besaba su cuello, lo preparaba para cuando se diera el festín a la vez que ahora su mano iba por el muslo, por su nalga y como le gusto el tacto de cuando lo agarro, estrujándolo y termino por acariciar con sus gruesos dedos los labios de la mujer-¿Cómo te llamas?-Pregunto pues no querría estar pensando en motes o en segundos nombres.

por **Bleuenn Charisteas** Dom Jul 22, 2012 9:59 pm

Por un momento contempló la visión de su sangre deslizándose de sus manos hasta el suelo, como hipnotizada por esta hasta que una parte de su mente le recordó que estaba frente a un vampiro, que unos minutos antes había estado a punto de matar a otra joven. La alarma la recorrió como una sensación electrizante, si antes había tenido una mínima oportunidad de huir, esta quedó anulada por completo al hacerse lastimado hasta sangrar. La joven trató de contener las lágrimas que luchaban por salir de sus ojos, producto del dolor y el miedo que comenzaba a imposibilitarle cualquier pensamiento lógico que pudiera tener. Levantó la mirada, aterrorizada mientras le veía moverse a ella, pegó la espalda a la pared como si eso fuera a evitar que el vampiro dejara de acercarse a ella. Las lágrimas ya se deslizaban silenciosamente por sus mejillas, y a ella no le importaba, lo único que ocupaba su mente en ese instante era el pensamiento de que su muerte estaba muy cerca y nadie iba a salvarla.

En cuestión de segundos su cuerpo quedó atrapado contra la pared, cerrando los ojos y volviendo el rostro en sentido opuesto para no ver como lamía su sangre. La sensación escalofriante que la recorría hizo que temblara ligeramente, no importaba que tanto forecejara para alejarl de ella, era como empujar un muro; no lograba hacerle ceder ni un centímetro por lo que se quedó inmóvil, deseando que la matase lo más pronto; empezando a preguntarse si iba a sentir dolor. Hasta ahora la muerte solo fué una idea pregrina en su mente, que desde el fallecimiento de su madre trataba de evitar. Respiraba pesadamente, como si acabara de terminar una maratón; cuando la hizo girar para verlo. Trató de que le miedo no se reflejara en sus ojos, aunque dadas las circunstancias ya empezaba a darle lo mismo.

No llegó a comprender lo que quiso decir con que le daría una lección; en un abrir y cerrar de ojos se vió tumbada en una cama. Algo muy firme y frio sujetaba sus manos por encima de su cabeza, solo al levantar la mirada se dió cuenta que eran las manos del vampiro las que ahora la tenían inmovilizada por completo a pesar de ser inútil, trato de soltarse, moviéndose para quitarselo de encima, pero sus instentos fueron infrutuosos. Con los labios apretados, lo miró con desdén el miedo estaba dando paso al enojo, nadie se había atrevido a intentar dominarla de esa manera, subyugándola a sus propios deseos-Y nadie te ha dicho que esta no es la manera de tratar a una dama?-Se sorprendió al oir su voz más firme de lo que esperaba en esa réplica.

Jadeó de disgusto al sentir sus labios y su mano acariciándola, se sentía impotente y frustrada.-¿Para qué quieres saber mi nombre si pronto has de matarme?-Su voz tembló al decir la última palabra, aún así se armó de coraje para continuar-Puedes llamarme, Juanita, María o lo que se te venga a la mente, de todas maneras dejará de importar en un momento-Nuevamente se removió bajo él, preguntándose sobre el motivo por el cual aún no acababa con ella. ¿Acaso tenía planeado torturarla antes de hacerlo? De todos los seres sobrenaturales que podía haberse encontrado, ella tenía que toparse con aquel que disfrutaba del sadismo, del sufrimiento de sus víctimas y no podía concederle al menos una muerte rápida-Por qué no terminas con esto de una vez?-Le alentó contra cualquier instinto de supervivencia. Si debía morir, bien, que fuera ahora...

por **Colm McHugh** Sáb Ago 18, 2012 4:12 pm

-Agh...Cáliz de tu sangre me alimentaria en vigor y soltura ¡Y QUIERO...saber tu nombre....-Decía en delirantes tonos agudos, graves de enfado inminente que pasaba en el oído de la mujer, con sus manos le cogió las faldas, sus ojos se teñían mas de lo que no podían mas teñirse de carmesí, haciendo juego con aquella sangre de la mujer, le lamio instintivamente la curva de su cuello, mostrándole cual lascivo su carácter podría ser, pero....¿Por qué se comportaba de este modo? No, no era así, se alejo, se alejo de un solo salto hasta quedarse en el umbral de la habitación, grito, rugió y sobresaltado por su descontrol de ver la sangre ha estado a punto de hacer indigna a una bella muchacha parisina que aquello lo desconocía.

-¡AAAAAAAGH!!-El rugido de un gran monstruo rugió en aquella desconocida habitación, rompió con la fuerza de un puñetazo un jarrón de porcelana que había detallado preciosas, bueno, no se fijo mucho que diseño estaba detallado mínimamente en el jarrón, y tan solo un momento después, el compañero que había estado con el hace una media hora, llego para tirar de ese balcón a Colm del cuello, lanzándolo contra uno de los demás tejados que había por la zona, quiso defenderse con palabras indignas de un caballero, miro a la joven que yacía en la cama, se volvió a acercar, pero de nuevo aquella persona, volvió a tirarlo contra los tejados, haciendo entrada en la habitación donde una niña de cinco años como mucho, salto asustada de su cama, haciendo un ruido estrepitoso.

Lloros, llantos y ojos asustados no fueron nada para el descontrolado de Colm. Cogió de la mano de la niña para jalarla y poder así probar del cáliz. Tan descontrolado estaba que no sabía lo que hacía-¡COLM!...-Soltó el amigado que le instaba en entrar en razón, un disparo vino del mismo, haciendo caer en el suelo a la niña inerte y ya sin vida, su boca roja carmesí con aun restos de aquel cáliz que le estaba haciendo perder el control, se limpio basto y seco con la camisa sus labios a lo que tiñeron de rojo la camisa, vio el disparo en su hombro derecho

¿De quién era esa sangre que salía lentamente y manchaba sus ropas elegantes? Suya, si, era suya y de nadie más-¡ERES UN JODIDO NECIO!-Salto con colmillos en boca hacia su amigo que habría querido pararle los pies para no acabar con la infante de cinco años, y vio por fin a la mujer en la cama, se tiro hacia ella, evitando el agarre de su compañero, pero ¿Qué? En cuanto tomo piso en la habitación cayó como un soldadito de plomo.

En cuanto olio aquel olor perfumado del que procedía de la mujer asustada en la cama, cayó como soldadito de plomo y retumbando con un golpe seco, con los ojos cerrados y casi sin adrenalina en el cuerpo.

¿Estaría vivo?

por **Bleuenn Charisteas** Sáb Sep 01, 2012 3:08 pm

Locura, eso describiría lo que la joven podía ver en los ojos del sujeto. Había perdido el juicio y ella solo atinaba a mirarle asustada, segura de que no saldría bien librada de todo eso. Se encogió sobre la cama, cogiendo las mantas de esta como si pudiera usarlas como un escudo que la protegiera de quel tipo. Era un pensamiento absurdo claro, por la ansias que podía constatar en sus ojos estaba segura que nada, le detendría en su intento de beber su sangre. Dios! cerró los ojos, iba a morir ahora. Ese pensamiento hizo que su cuerpo se estremeciera, temblando ante la perspectiva de morir en ese momento. Si bien jamás se había puesto a reflexionar sobre ese punto en particular, hacerlo le provocaba escalosfrios. Lo último que hubiera pensado era en decir su nombre, ¿Para qué? No iba a importar en unos minutos, nadie iba a recordarla dentro de poco, así que ¿Qué sentido tenía decirle como se llamaba? Ninguno. Además así quisiera hacerlo, seguramente su voz se negaría a salir.

Un grito taladró el silencio que ella impuso, congelándo la sangre en sus venas. Casi podía ver el final de su existencia. Vidrios cayendo en el suelo de un jarrón roto. Se acurrucó más en el lecho, deseando desaparecer en ese instante con los ojos fuertemente cerrados. Solo al notar la presencia de alguien más le obligó a abrirlos. Por unos segundos, se permitió sentir una pequeña esperanza, que al ver que se trataba de su amigo-aquel que desangró a la otra chica- la esperanza desapareció inmediatamente. Ahora creía que se vería en medio de una lucha entre dos predadores por su presa, que nada más y menos era ella.

Lo que sucedió a continuación, fué digna de una historia que le contaban sus nanas de pequeña. El vampiro que se disponía a alimentarse de ella fué lanzado fuera del balcón, donde por cosas del destino una pequeña niña fué victima de los instintos de este. El disparo del otro vampiro terminó con la existencia de la pequeña, no sin antes herir al captor. Lo vió venir nuevamente hacia ella. Con el corazón en un puño, esperó el momento en que sentiría sus colmillos en su piel, succionándole la vida a cada sorbo. Iba a matarla y nada más iria a retrasar ese momento.

Cerró los ojos ante el inevitable final, aspirando por última vez el aire de la estancia. Sin embargo no pasó más de un latido, cuando sintió un gran peso desplomándose sobre ella. Abrió los ojos inmediatamente, producto de la sorpresa prestándose a defenderse. Ver al vampiro inconciente la dejó muda y desconcertada. Sin apartar la vista de él, le empujó para quitarlo, temiendo que en cualquier momento fuera a despertar y terminar con ella. Cuando al fin se alejó lo suficiente como para poder bajar de la cama, recordó que había otro más como él. Lo contempló asustada.-Vas...vas a matarme?-Balbuceó, confusa. ¿Qué más podía significar el que dejara inconciente al otro? Solo iba a alimentarse sin desperdiciar el tiempo.

por **Colm McHugh** Lun Sep 10, 2012 10:13 pm

Aquel vampiro dejo de mirar el cuerpo adormecido del que era su compañero de noche, miro a la joven a la que se lamio los labios para seguir mirándola, contemplándola. Sonrió de lado para hacerla ver que la mentiría, pero le ofreció la mano- No...Tranquila...yo te salve...-Dijo con cierta ironía en la voz, como haciendo verdad la mentira. Espero a que la chica tomara su mano, con sus poderes que oso usar, persuadió a la chica, haciéndola que se acercarse a su cuerpo lentamente hasta tenerla rodeándole la cintura con un brazo.

El vampiro miro al cuerpo de Colm tumbado en la cama, miro a la chica a la que sonrió antes de dejarla más hipnotizada aun más que antes. Volvió a mirar hacia donde estaría el cuerpo de Colm, pero no había cuerpo alguno, para después soltar a la chica, dejarla sobre la cama y sin perder tiempo aprovecho para subirle la falda y acariciar parte de su muslo, no veía a Colm alrededor y conforme su miedo aumentaba, el libido de aquel vampiro crecía por segundos, y sin aviso, fue atacado por el puñetazo de un hombre enfurecido, con los ojos llenos de un tono carmesí al que miraba a su compañero-Déjala....-Aquella voz era la de Colm, pero venia de ultratumba.

Su compañero de la noche se aparto temeroso. Se aparto bien torpe hasta una pared, Colm entonces se coloco cerca de la cama, bajando las faldas del vestido de la joven a la que paso la mano por encima de sus ojos y así poder ayudarla a dormir en un estado de sueño profundo-Mucha violencia para una dama...-Dijo mirando a aquel que había estado a punto de cometer un delito contra la mujer, contra una mujer indefensa. Bien que el reconocía que ha quitado la vida a una niña de cinco años, pero estaba fuera de sí, no sabía que hacía.

-Lárgate...ahora...-su mirada fue y era agresiva-Deberías irte si no quieres perder la cabeza....-amenazo sin quitar el ojo a su amigo. No sabía que aquel hombre podría haber llegado a hacer algo así si no se hubiera despertado.

por **Bleuenn Charisteas** Jue Oct 11, 2012 11:15 pm

La morena jamás imaginó poder llegar al punto en que solo sería considerada un bocadillo. Si, solo eso sería hoy. Era conciente de la mirada evaluadora del vampiro, seguro estaba contemplando la manera en que saltaría sobre ella para poder matarla. ¿Sería del tipo sádico que la haría sufrir antes de matarla? ¿Iba a matarla rápidamente? Si estaba destinada a morir, realmente esperaba que fuera de la segunda manera. Una muerte rápida, en la que no tuviera tiempo para lamentarse por el cruel destino que le había tocado vivir, en este momento era todo a lo que podía aspirar. Sin poder contenerlo su cuerpo empezó a temblar, aún contra su instinto de no querer demostrar el miedo que la invadia. Vió que el vampiro que estaba de pie tendiéndo su mano hacia ella. En lugar de acercarse dió un paso hacia atrás, sin embargo solo fué cuestión de segundos que empezó a avanzar hacia él. Como si oyera una voz en su mente o alguien más controlara los músculos de su cuerpo con un mando a distancia, estos se relajaron casi de inmediato y se encontraba pegándose a él, con fluidez.

Se sentía aturdida, con los sentidos embotados, incapaz de hacer algo diferente de lo que esa "voz" le ordenaba. Su mente y su cuerpo parecían estar como desconectados, pues aunque una pequeñísima parte de ella gritaba que hiciera algo para alejarse de las manipulaciones de ese ser, su cuerpo permanecía tranquilo, relajado...como si estar en esa situación fuera lo más natural. Su mente apenas registró el hecho de que la habían tumbado en la cama y estaban subiendo su falda. Bien podía haberla atropellado un coche y ni lo habría notado. Seguia los acontecimientos como si se tratara de alguien más, por una parte era bueno porque no sentía nada pero era esa misma sensación de privación la que empezaba a desesperarla.

No importaba cuanto se concentrara tratando de reunir la fuerza para recuperar el control de su cuerpo, nada funcionaba. Solo al oir la voz del otro vampiro, de aquel que la atacó la primera vez es que esa especie de hipnosis se terminó. Nuevamente la invadió el pánico, bien podía ponerse a chillar como una loca pero la rapidez con que el sueño la invadió no le dió tiempo para nada. Sus párpados se cerraron con firmeza y el letargo se hizo cargo de sus músculos.

No supo cuanto durmió. Al despertar parpadeó un par de veces sintiéndose desorientada y en cuestión de segundos los recuerdos de lo que acaeció antes la saltaron provocando que en un rápido movimiento se encogiera en el lecho. La habitación estaba muy oscura. Debía ser poco más de medianoche así que no había dormido mucho como imaginaba, a lo sumo un par de horas. Con el cuerpo en tensión miró a su alrededor. Todo estaba en silencio, pero no lograba ver nada de lo que había a su alrededor. La luna se había ocultado tras las nubes y la luz que se desprendía de ella llegaba muy escaza. Buscando a tientas llegó al borde de la cama. Iba a intentar huir mientras tuviera la oportunidad. Fué cuestión de suerte el que llegara a la puerta sin terminar azotando algo ruidoso. Con el corazón latiéndole a mil tiró de la manija, solo para constatar que estaba con llave-Maldición!-Exclamó olvidando que debería permanecer en silencio. El balcón estaba muy lejos para ser considerado como vía de escape...así que estaba atrapada.

por **Colm McHugh** Miér Nov 14, 2012 5:56 am

Sentía el miedo de ella misma, podía casi palparlo. Se quedaba en la esquina esperando un ápice que le animara a que se acercara a ella, pero por todo lo que ya había pasado supuso que no podía con todo.

-Quédate a dormir....estarás cansada de todo...lo que ha pasado en la noche...-seguramente la muchacha le gritaría como antaño hizo, seguramente se divertiría, pero ahora estaba más serio que una tapia, la miraba con un poco de preocupación y tan solo quería que estuviera a salvo, pero como ella estaba nerviosa, tenía miedo seguramente de él, pues poco podía hacer para que se calmara del todo.

En algún rincón del universo estaba convencido de que había alguien que no le temiera, todo exceptuando a Emily quien le tenía en consideración y la protegía contra cualquier peligro. Supuso que no tendría que estar ahí frente a ella, seguramente tendría que irse para que la muchacha estuviera tranquila- No me has dicho cómo te llamas preciosa...-Dijo en un tono de socarronería y a lo que lo acompañaba con una mirada cautivadora.

Miraba de nuevo a cualquier lado para después tener que acercarse a la muchacha, tomarla de la mano y sentarla con cuidado sobre la cama de plumas que formaba la cama de dicha habitación-...Os he traído a un lugar seguro...solo que hubo contratiempos...-beso su frente con delicadeza, después se fue alejando de ella poco a pco para cerrar la puerta del balcón que estaba hecha añicos.

Ahora bien tenía mucho que desear.

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