¿Estás bien...¡¿quien eres?! [Privado]

¿Hay alguien ahi?

-Pregunto de pronto, Lionel tenia un sueño que se podia diferencias en sus fases, a veces dormia tan profundamente que solo la luz del sol que incidia en sus orbes podia ser capaz de despertarle, otras como era el caso de esta noche tenia bastantes problemas para conciliar el sueño, le parecio escuchar un ruido por eso salio de la cabaña con rapidez, el hecho de su prisa era que tenia mas dinero de lo normal guardado en el baul donde guardaba casi todo, por ello temia que los ladrones lo supieran y hubieran decidido robarle.

¿Porque tanto amor por el dinero? Era sencillo pues el desde una edad muy pequeña no habia tenido dinero y ahora que la suerte le sonreia era muy celoso con las monedas que poseia, lo minimo que podia hacer era defenderlo aunque fuera algo muy tonto lo que estaba haciendo, muchos le habian dicho que metiese sus ingresos en un banco, pero ellos no contaban con que era un maldito gitano, la etnia de la que todos dudaban incluso entre gitanos se dudaba cuando de dinero se trataba.

Tomó una lámpara de aceite que poseia encendiendola, habia colocado la minima potencia para que los guardianes del campamento o los mas despiertos no terminasen de ir hacia la cabaña, el vivia alejado de los demas pues cuando llego a Paris la gente debido a su aspecto no le trataba muy bien creyendo que era un parisino mas que habia ido a espiar y a quitarles el dinero...suspiró ¿habria sido un sueño? Se rascó la mejilla conservando la calma, a pesar de que una parte de su cerebro le estaba diciendo que se preparase, en esos momentos se sorprendio al querer hechar un vistazo el mismo a las cartas para que le dijeran si debia de preocuparse o no-

El escenario típico de Bastian una taberna, sentado cerca de la barra llevaba horas, un par de whiskys que no causaban ningún efecto en el, culpa de su condición vampírica, no le interesaba, bebía por gusto, aquel sabor amargo entrar en su garganta era una sensación de alivio no tanto como la sangre, pero la sangre la bebía por necesidad, no por gusto, ahí la diferencia entre ambos, bastante calmado aquel día, nadie que llamara su atención estaba empezando a aburrirse, las mismas mujeres de siempre, los mismos hombres insípidos, ya estaba cansado de ellos, empezaba a creer que era mejor dejar París de una vez por todas, extrañaba Grecia, y vaya que lo hacía más cuando no encontraba nada en que distraer su mente.

Un hombre joven, rubio, tal vez unos veintitantos años, sus miradas se cruzaron, un par de tragos más, un par de sonrisas, una señal con la mano y saldrían del lugar, si así fue, ambos se dirigieron al bosque, sería fácil, un grito sofocado bajo la luz de la luna, un orgasmo que sería el último… pero no se esperaba que aquel hombre fuera un cazador, Bastian se había confiado, apretó la mandíbula se odiaba por esa tontería, la ultima vez que se descuidó termino mal herido, pero la diferencia era que aquella vez había sido una bruja la que casi lo mataba y lo único que podía hacer para sobrevivir era aceptar el trato de volverse inmortal.

Una estaca que entro justo en medio de su pecho, a centímetros del corazón, vaya si que había estado cerca, la furia de Bastian creció, acabando con el latir contrario, el cazador había yacido en ese preciso lugar, tiró el cuerpo al lago, si alguien necesitaba de este, que lo fuera buscar, del fondo no podría moverse, no se había percatado del daño hasta que un par de gotas comenzó a deslizarse traspasando la camisa, ¿y ahora que haría?, sería mejor que buscara regresar a casa antes de que amaneciera, no estaba muy seguro que hora sería, tal vez un poco más de las 3 de la mañana, tal vez las 5 no tenía idea, pero tenía que protegerse por si las dudas, entre los arboles, entre la maleza llegó hacia donde veía humo, algunas luces encendidas, se había desorientado, salió hacia territorio gitano, cruzando por una carpa hizo bastante ruido cuando piso, no estaba seguro que eran, cosas, trastes no tenia idea y mucho menos que hacían en el camino “hay alguien ahí?” voz masculina, podría acabar con su vida si quisiera, pero no estaba en condiciones ni mucho menos, podría esconderse, ¿y que no es lo que esta intentando hacer?, podría pasar de largo, si eso es lo más lógico – Lo siento, si lo desperté voy de paso – movio levemente la cabeza con la mano en su pecho, mientras dejaba un pequeño rastro de sangre, esperaba que la oscuridad lo escondiera.

Aquel gitano de cabello largo, de facciones finas, se notaba que no era del todo de parís, o tal vez si, era de los pocos agraciados de esa ciudad de pestilencia, si, ese día Bastian no tenía ni un solo pensamiento bueno, sobre Paris, estaba asqueado de esa ciudad que no tenía nada, no tenía chiste, siempre eran los mismos seres insípidos, nuevamente parecía niño pequeño, quería volver a casa, a su amada Grecia, pero algo se lo impedía, lo mismo que lo había traído de vuelta, aquel hombre del cual se le había informado, la otra mitad de él, Evan Loud, tenía que acabar con el antes de poder regresar a casa, también agregando que estaba Garlan ahí mismo, estaban formando “un hogar”, patrañas y más patrañas, ni siquiera ese chiquillo podría amarrarlo a la ciudad.

Cayó dentro de la carpa, el golpe fue en seco, se agarraba la zona afectada con una mueca de dolor, puesto que no se lo esperaba, de verdad ningun humano con el que se hubiera topado antes había tenido el valor, o bien el descaro de hacer aquello, aunque no podría molestarse con él aunque lo intentara, unas voces habían interrumpido el enojo del vampiro, el gitano lo había salvado, se levanto con cuidado dejando su cuerpo descansar sobre una pared, abriéndose la camiseta para sacar lo que quedara de madera en su pecho y sus heridas pudieran cerrar con toda rapidez y facilidad, miro hacia la ventana un par de segundos, el cielo había aclarado un poco lo que le daba a entender que tenía razón no faltaba mucho para que amaneciera.
Entonces entro aquel gitano, cuando los pasos de los hombres de afuera desaparecieron en la maleza – Bastian, me llamo Bastian – seca fue su contestación, muy maleducado de su parte, pero estaba demasiado molesto, más consigo mismo que con el mundo, nuevamente sus errores, “su calentura”, casi acaba con él, la herida goteaba menos ahora que estaba limpia, pero aun así no podría irse de aquel lugar, debería estar agradecido…

Se mordió los labios llenando sus pulmones de aire innecesario, girando el rostro hacia el gitano - Lo siento, mi nombre es Bastian como había dicho, no me quedaré mucho más asi que tranquilo no te hare daño, me ire cuando el sol se oculte, como podras ver estoy mal herido, pero estaré bien la herida esta empezando a dejar de sangrar – una mueca que podría interpretarse como una sonrisa mientras se iba resbalando por la pared hasta quedar sentado en el suelo – lamento si te desperté tampoco es que tuviera muchas ganas de borrarle la memoria cuando se fuera, se habia ganado vivir y por lo menos sguir con el recuerdo, además de que aquel hombre ahora le inspiraba confianza