AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
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Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
No hacia ni dos dias que había conocido a Glenn en el burdel, despues de tanto tiempo. Esta noche era mas bien un epilogo a otro episodio de suma soledad. No me gustaba la soledad, desde que llegue a Paris, estaba solo y habia sido recriminado por todos los puntos de vista. Hasta que le conocí. Tenia buenos fondos economicos, podia permitirme una vida de lujo dentro de una vida de cortesano. Escogi el nombre de Mairu Jivasu, por el simple motivo y unico de esconder mi nombre, uno de pescador pueblerino y que en su infancia, era llevado por mi madre al burdel. De todas maneras, Glenn me habia comentado que tenia una idea para mi o al menos, algo que nos concernia a los dos. No le di demasiada importancia, pues a veces Glenn me parecia todo un misterio de chico, aunque muy...no sabia encontrar las palabras exactas la verdad. Era una mezcla de ternura y juventud, es muy hablador, adora hablar, leer y hacer varias cosas a la vez, a veces me dejaba algo aturdido en las conversaciones, incapaz de poder pillarle. Aunque ambos seriamos los torpes. Podria decir que de cualquier caso, esto no estaba siendo lo que era algo normal. Vestia con ropas occidentales y no el kimono que siempre me gustaba exponer ante los demas del burdel.
Me daba igual las miradas que me echasen, de algun modo, mi madre siempre decia que debia ser yo mismo-Ser yo mismo es lo que te llevará al exito...-Sonrei hacia mi mismo, en aquella sala de baile en la que habia mucha gente. Mujeres y hombres, de cualquier tipo. Bajos, altos, gordos, flacos, morenos, rubios, pelirrojos. Tenian todos un aspecto diferente, pero seguramente con una misma intención. Todos estaban ahi por algo. Mire el reloj que tenia colgando del bolsillo del chaleco. Aun era pronto para que me encontrara con Glenn, pero vi enseguida que las manecillas del reloj, estaban paradas y no giraban sobre los numeros romanos y el tinte amarillento del fondo del reloj. Maldita sea y en la sala de baile no hay ningun reloj grande el cual me marcara la hora. Una dulce jovencita se me acercaba, con buen talante, llevaba un vestido azul que contrastaba con su palida piel, unos ojos marrones y una amplia sonrisa aparecio en mi rostro.
-.....-Solamente no dije nada-Bonjour....-Hasta que reaccioné de inmediato y pude devolverle con una sonrisa su grata compañía-¿Bonita noche, no?-Mi voz habia sonado dulce como el caramelo, aterciopelada como la seda sobre la mas tersa piel.
-Oui Monsieur...-Respecto a la voz de la muchacha, parecia que habia salido de un hombre, pero se podía ver que finalmente era la de una mujer-..No soy agraciada por mi voz....
-Oh Al contrario, solo...que me habeis...-Algo buscaba que sonara dulce y nada ofensivo-..eh nose, no dependais de ello como el fin del mundo...-Sonreí para comenzar a moverme-...Disculpeme...-Comence a alejarme de aquella muchacha, que de reojo o a traves de una bandeja de plata vi que se habia cruzado de brazos. Negue mirando hacia delante, uno de los que servian copas, me puso una copa de cava, menudo nivel. Me puse a mirar a los alrededores hasta que me quede mirando fijamente hacia una muchacha que parecia acercarse a mi y que a mí me resultaba, muy, pero que muy familiar.
Me daba igual las miradas que me echasen, de algun modo, mi madre siempre decia que debia ser yo mismo-Ser yo mismo es lo que te llevará al exito...-Sonrei hacia mi mismo, en aquella sala de baile en la que habia mucha gente. Mujeres y hombres, de cualquier tipo. Bajos, altos, gordos, flacos, morenos, rubios, pelirrojos. Tenian todos un aspecto diferente, pero seguramente con una misma intención. Todos estaban ahi por algo. Mire el reloj que tenia colgando del bolsillo del chaleco. Aun era pronto para que me encontrara con Glenn, pero vi enseguida que las manecillas del reloj, estaban paradas y no giraban sobre los numeros romanos y el tinte amarillento del fondo del reloj. Maldita sea y en la sala de baile no hay ningun reloj grande el cual me marcara la hora. Una dulce jovencita se me acercaba, con buen talante, llevaba un vestido azul que contrastaba con su palida piel, unos ojos marrones y una amplia sonrisa aparecio en mi rostro.
-.....-Solamente no dije nada-Bonjour....-Hasta que reaccioné de inmediato y pude devolverle con una sonrisa su grata compañía-¿Bonita noche, no?-Mi voz habia sonado dulce como el caramelo, aterciopelada como la seda sobre la mas tersa piel.
-Oui Monsieur...-Respecto a la voz de la muchacha, parecia que habia salido de un hombre, pero se podía ver que finalmente era la de una mujer-..No soy agraciada por mi voz....
-Oh Al contrario, solo...que me habeis...-Algo buscaba que sonara dulce y nada ofensivo-..eh nose, no dependais de ello como el fin del mundo...-Sonreí para comenzar a moverme-...Disculpeme...-Comence a alejarme de aquella muchacha, que de reojo o a traves de una bandeja de plata vi que se habia cruzado de brazos. Negue mirando hacia delante, uno de los que servian copas, me puso una copa de cava, menudo nivel. Me puse a mirar a los alrededores hasta que me quede mirando fijamente hacia una muchacha que parecia acercarse a mi y que a mí me resultaba, muy, pero que muy familiar.
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 16/05/2012
Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Es poco lo que puedo decir de mí, es mucho lo que las personas dicen de mí, aunque en realidad no agradezco ni me interesa lo que la masa este diciendo, mientras la canción de mi corazón sea suficientemente claro, estaré bien. Nunca pensé que podría arreglarme con entusiasmo para ir a una cita, pero así era, estaba buscando mis mejores vestidos solamente para dar una buena primera impresión, Mairu era un joven muy interesante, me agradaba su personalidad, aunque en ocasiones parecía que lo aturdía con tantas cosas que yo podría hacer, hasta sentía que mi voz lo mareaba en ocasiones, aun así nos llevábamos bien, tan bien que me daba ganas de jugar con él, tenía tiempo que no estaba con una persona por puro placer, le parecía que podría ser un compañero muy interesante, no le causaría ningún problema que no se pudiera solucionar.
Su cabello rubio era hermoso, caía gracias por la gravedad hasta por sus hombros, algunos estaban por su cuello, ocultando su pálida piel, sus ojos claros eran ocultados sutilmente por aquel flequillo rubio y lizo, mientras pequeñas ondulaciones, que hacían juego con aquel rostro redondo que se mostraba infantil y virginal, sus largas extremidades eran finas, sus manos largas parecían algo extrañas para las de una dama, pero aun así poseía la delicadeza de las hermosas damas, su vestido era de un color morado pálido, oscuro pero elegante, con mangas largas que llegaban hasta su codo, su pecho estaba oculto entre unos detalles del mismo color, no se veían exagerados, pero tampoco le daba la oportunidad de mostrar algo de pechos, aun así aquel bulto redondo y perfecto, sobre salían de manera sutil un erotismo, al no poder ver la carne de ellos, el corsé los mantenía juntos, mientras hacia una superficie firme en el troco hasta la parte de las caderas que comenzaba a nacer aquella falda bombacha gracias al armador que tenia debajo, era del mismo color, aquel morado pálido y opaco con pequeños detalles con un rosado un poco más claro, casi se podría confundir con blanco, las zapatillas negras hacían ver más alto a aquel cuerpo, pero apenas se notaba la forma puntiaguda de su zapato.
Aquella creatura hermosa, que cubría su rostro aun lejos de verse adulto con un abanico del mismo color que su vestido, además de aquel sombrero con varias lentejuelas y detalles sutiles, sigilosos pero todo el propósito de ocultar la verdad de aquella chica. La verdad era que era yo, así es, Glenn, el cortesano se había convertido en una hermosa mujer que podía hacer que muchos hombres se dieran la vuelta para mirar fijamente aquellos hombres, pero esta noche no era Gleen, era Gabrielle, la hermosa británica que mágicamente aparecía como cenicienta a un baile en donde todos parecían hipnotizados por su extraña y radiante belleza. ¿Por qué lo hacía? Simplemente porque adoraba notar aquel brillo de interés, de lujuria en los estúpidos hombre que podrían rechazarme diciendo “no me gustan los hombre” además que alguno que si les interesaba podrían tener algún fetiche con ver hombre vestidos de esta forma, añadiendo que no me quedaba nada mal…
Gabrielle se paseaba tranquilamente por aquel gran salón, algunas miradas se enfrascaron en aquella chica desconocida, pero ella rápidamente paso el salón hasta quedarse al frente de un joven de rasgos asiáticos, le sonrió débilmente mientras ocultaba su rostro por aquel abanico –Monsieur… os gusta cómo me veo?- pregunto con una suave voz, casi femenina excepto por un timbre extraño, rasposo pero muy suave y sigiloso.
Su cabello rubio era hermoso, caía gracias por la gravedad hasta por sus hombros, algunos estaban por su cuello, ocultando su pálida piel, sus ojos claros eran ocultados sutilmente por aquel flequillo rubio y lizo, mientras pequeñas ondulaciones, que hacían juego con aquel rostro redondo que se mostraba infantil y virginal, sus largas extremidades eran finas, sus manos largas parecían algo extrañas para las de una dama, pero aun así poseía la delicadeza de las hermosas damas, su vestido era de un color morado pálido, oscuro pero elegante, con mangas largas que llegaban hasta su codo, su pecho estaba oculto entre unos detalles del mismo color, no se veían exagerados, pero tampoco le daba la oportunidad de mostrar algo de pechos, aun así aquel bulto redondo y perfecto, sobre salían de manera sutil un erotismo, al no poder ver la carne de ellos, el corsé los mantenía juntos, mientras hacia una superficie firme en el troco hasta la parte de las caderas que comenzaba a nacer aquella falda bombacha gracias al armador que tenia debajo, era del mismo color, aquel morado pálido y opaco con pequeños detalles con un rosado un poco más claro, casi se podría confundir con blanco, las zapatillas negras hacían ver más alto a aquel cuerpo, pero apenas se notaba la forma puntiaguda de su zapato.
Aquella creatura hermosa, que cubría su rostro aun lejos de verse adulto con un abanico del mismo color que su vestido, además de aquel sombrero con varias lentejuelas y detalles sutiles, sigilosos pero todo el propósito de ocultar la verdad de aquella chica. La verdad era que era yo, así es, Glenn, el cortesano se había convertido en una hermosa mujer que podía hacer que muchos hombres se dieran la vuelta para mirar fijamente aquellos hombres, pero esta noche no era Gleen, era Gabrielle, la hermosa británica que mágicamente aparecía como cenicienta a un baile en donde todos parecían hipnotizados por su extraña y radiante belleza. ¿Por qué lo hacía? Simplemente porque adoraba notar aquel brillo de interés, de lujuria en los estúpidos hombre que podrían rechazarme diciendo “no me gustan los hombre” además que alguno que si les interesaba podrían tener algún fetiche con ver hombre vestidos de esta forma, añadiendo que no me quedaba nada mal…
Gabrielle se paseaba tranquilamente por aquel gran salón, algunas miradas se enfrascaron en aquella chica desconocida, pero ella rápidamente paso el salón hasta quedarse al frente de un joven de rasgos asiáticos, le sonrió débilmente mientras ocultaba su rostro por aquel abanico –Monsieur… os gusta cómo me veo?- pregunto con una suave voz, casi femenina excepto por un timbre extraño, rasposo pero muy suave y sigiloso.
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
- Mensajes : 105
Fecha de inscripción : 31/12/2011
Localización : Debajo de alguna falda
Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Por algo me llamaban el príncipe del burdel. Acabe mirando a los ojos a la muchacha de cabellos dorados, me miraba con una sonrisa a la que le devolví de inmediato-...¿Nos hemos visto alguna vez?...Vuestra belleza quizás me resulte familiar o es que me estoy quedando ciego por...-comenzaba a cogerle la mano para besarle el dorso, sobre el dorso de la mano enguantada-...tanta belleza delante de mis ojos...-Con sutileza la miraba, me acercaba a ella para después rodearla la cintura con suavidad, de manera sutil y que no se notara demasiado que pretendía cortejarla como lo solía hacer a menudo.
-...¿Me concedéis este baile? –Propuse con una melodiosa voz, mirándola a los ojos, pues cuanto más los miraba, mas me resultaban familiares esos ojos-...¿Os puedo ofrecer un refrigerio o un baile?-Señalaba con la copa sutilmente hacia la pista que estaba un poco llena, todos mis movimientos eran suaves, delicados y mostrando la elegancia que con el paso del tiempo había conseguido adquirir frente a mucha otra gente.
La deliciosa música sonaba con tranquilidad, las personas bailaban y hablaban entre sí, contando anécdotas calmadas y otras dramáticas, comenzaba a entrar en calor a causa del alcohol. Pude ver que la joven con la que había tenido una plática anteriormente, se acercaba hasta mí para rodear sus brazos alrededor de mi brazo, la mire un poco confuso, me deshice con suavidad de ese agarre-Lo siento...Madmoiselle....-Mire a la belleza de cabellos dorados que parecía estar agusto con su abanico, le ofrecí el brazo, mirándome o perdiéndome en su mirada castaña y en sus cabellos dorados como el sol. Espere a que me lo cogiera, entonces fue cuando vi aquellos dos lunares difusos en el rostro de la chica, los conocía muy bien.
Cogí la mano de la muchacha y lo puse rodeando mi brazo, me llevaba a la chica de cabellos dorados hacia un lado, mirando sonriente a las personas para después llevármela lejos de la fiesta, para llevármela hasta un pasillo deshabitado por vida y lleno de naturaleza muerta. La acorrale, estábamos solos-Menudo disfraz Glenn....-Dije finalmente cuando estábamos a solas-...Por un momento me habías engañado...-Sonreí de lado, mirando victoriosamente y poniendo una mano, la mano completa sobre su entrepierna, acercando mis labios a la entrada de su oído-....puedes esconderte, pero no engañarme....-Lamí su cuello comenzando desde su clavícula hasta parar dentro de su oído, deslizando suavemente su cabello ahora dorado por detrás de su oreja con ambas manos a cada lado-...Te sienta bien el vestido....-Dije para después separarme de él lentamente, de ella mas bien, recolocándome la camisa, la corbata, la chaqueta pues se me había descolocado un poco.
Me quede mirando lentamente a Glenn- ¿Cómo os debo llamaros?
-...¿Me concedéis este baile? –Propuse con una melodiosa voz, mirándola a los ojos, pues cuanto más los miraba, mas me resultaban familiares esos ojos-...¿Os puedo ofrecer un refrigerio o un baile?-Señalaba con la copa sutilmente hacia la pista que estaba un poco llena, todos mis movimientos eran suaves, delicados y mostrando la elegancia que con el paso del tiempo había conseguido adquirir frente a mucha otra gente.
La deliciosa música sonaba con tranquilidad, las personas bailaban y hablaban entre sí, contando anécdotas calmadas y otras dramáticas, comenzaba a entrar en calor a causa del alcohol. Pude ver que la joven con la que había tenido una plática anteriormente, se acercaba hasta mí para rodear sus brazos alrededor de mi brazo, la mire un poco confuso, me deshice con suavidad de ese agarre-Lo siento...Madmoiselle....-Mire a la belleza de cabellos dorados que parecía estar agusto con su abanico, le ofrecí el brazo, mirándome o perdiéndome en su mirada castaña y en sus cabellos dorados como el sol. Espere a que me lo cogiera, entonces fue cuando vi aquellos dos lunares difusos en el rostro de la chica, los conocía muy bien.
Cogí la mano de la muchacha y lo puse rodeando mi brazo, me llevaba a la chica de cabellos dorados hacia un lado, mirando sonriente a las personas para después llevármela lejos de la fiesta, para llevármela hasta un pasillo deshabitado por vida y lleno de naturaleza muerta. La acorrale, estábamos solos-Menudo disfraz Glenn....-Dije finalmente cuando estábamos a solas-...Por un momento me habías engañado...-Sonreí de lado, mirando victoriosamente y poniendo una mano, la mano completa sobre su entrepierna, acercando mis labios a la entrada de su oído-....puedes esconderte, pero no engañarme....-Lamí su cuello comenzando desde su clavícula hasta parar dentro de su oído, deslizando suavemente su cabello ahora dorado por detrás de su oreja con ambas manos a cada lado-...Te sienta bien el vestido....-Dije para después separarme de él lentamente, de ella mas bien, recolocándome la camisa, la corbata, la chaqueta pues se me había descolocado un poco.
Me quede mirando lentamente a Glenn- ¿Cómo os debo llamaros?
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
- Mensajes : 39
Fecha de inscripción : 16/05/2012
Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Eso era extraño, Gabrielle frunció su ceño al notar que no toda su atención estaba en ella, que había algunas chicas interesadas en aquel joven que ya había puesto los ojos, comenzó a retroceder, mirando alguna otra presa el cual podría sacarle provecho pero antes de pensarlo ya aquel japonés estaba otra vez cerca de ella, sonrió satisfecha aceptando gratamente lo que le ofrecía -Gracias- susurro dejando que su abanico se cerrara para dejar al cubierto aquellos lunares que escasamente el maquillaje cubría, le miro con inocencia mientras aquel chico le quedaba mirando, ladeo su cabeza hasta que se sintió que era arrastrada lejos de la gente.
El juego había terminado, suspire suavemente al verme lejos de tanta gente, ahora estábamos relativamente solos, mire hacia los lados, no había nadie, solamente nosotros. Sonreí por aquel comentario, eso quería decir que había hecho un buen trabajo como Gabrielle, eso me gustaba, pero tampoco esperaba menos de él. Con mis manos cubiertas por aquella seda que eran los guantes toque su mentón suavemente para luego abrir nuevamente el abanico –ya comenzaba a ponerme celoso de la atención que los demás tenían- susurre mientras ocultaba parte de mi rostro con el abanico dejando apenas un poco de mis ojos para ver-aun no me has respondido ¿Qué tal me veo?- pregunte dejando de mover el abanico y dejarlo cerrado en una de mis manos.
Aun no podía controlar el largo vestido, con lo torpe que era en cualquier momento podría tropezar, por esa razón me quedaba quieto en ese lugar, no quería apresurarme a moverme y que me lastimara de alguna forma o destruyera el aura de chica inocente y elegante, note cierta curiosidad en los ojos de Mairu, sonreí pícaramente –no soy mujer… aun soy un hombre ¿quieres verificar?- pregunte guiñándole el ojo mientras mi mirada se fijaba en la puerta por la cual habíamos salido.
-Ahh… me gustaría divertirme contigo, pero creo que buscare algún viejo verde que le pueda sacar un poco de dinero- dije seco después de unos segundos, comencé a caminar hacia la puerta, pero antes de pensarlo ya la zapatilla tocaba el borde del vestido y caía al piso, gracias a dios alguien había salido y por instinto me había sujetado, era un chico muy apuesto, cabello rubio, ojos azules, todo un príncipe de cuentos de hadas, me sonroje un poco por aquel momento de vergüenza, el me ayudo a levantar mientras sujetaba mi mano como si fuera una verdadera dama.
¿dam…a ahh.. Yo? Si era Gabrielle, debía responder como se llamaba, comencé a maquinar sin que el nombre me saliera ¿Por qué estaba tan nervioso? Solo necesitaba mentir en algunas partes y todo saldría bien, pero el aura de aquel hombre no me dejaba concentrarme, luego de unos segundos sonreí retirando amablemente mi mano de la suya y por fin Gabrielle reacciono con una sonrisa digna de un retrato.
-Gracias, me he asustado mucho- dijo ella con un tono angelical y natural. Se inclino para agradecerle mientras echaba una mirada a Mairu quien le mantenía los ojos muy puestos en ella, dejo salir una sonrisilla mientras le miraba, parecía que estuviera diciendo “Tu eres el único que sabe verdaderamente quien soy ¿no te enorgullece?”
El juego había terminado, suspire suavemente al verme lejos de tanta gente, ahora estábamos relativamente solos, mire hacia los lados, no había nadie, solamente nosotros. Sonreí por aquel comentario, eso quería decir que había hecho un buen trabajo como Gabrielle, eso me gustaba, pero tampoco esperaba menos de él. Con mis manos cubiertas por aquella seda que eran los guantes toque su mentón suavemente para luego abrir nuevamente el abanico –ya comenzaba a ponerme celoso de la atención que los demás tenían- susurre mientras ocultaba parte de mi rostro con el abanico dejando apenas un poco de mis ojos para ver-aun no me has respondido ¿Qué tal me veo?- pregunte dejando de mover el abanico y dejarlo cerrado en una de mis manos.
Aun no podía controlar el largo vestido, con lo torpe que era en cualquier momento podría tropezar, por esa razón me quedaba quieto en ese lugar, no quería apresurarme a moverme y que me lastimara de alguna forma o destruyera el aura de chica inocente y elegante, note cierta curiosidad en los ojos de Mairu, sonreí pícaramente –no soy mujer… aun soy un hombre ¿quieres verificar?- pregunte guiñándole el ojo mientras mi mirada se fijaba en la puerta por la cual habíamos salido.
-Ahh… me gustaría divertirme contigo, pero creo que buscare algún viejo verde que le pueda sacar un poco de dinero- dije seco después de unos segundos, comencé a caminar hacia la puerta, pero antes de pensarlo ya la zapatilla tocaba el borde del vestido y caía al piso, gracias a dios alguien había salido y por instinto me había sujetado, era un chico muy apuesto, cabello rubio, ojos azules, todo un príncipe de cuentos de hadas, me sonroje un poco por aquel momento de vergüenza, el me ayudo a levantar mientras sujetaba mi mano como si fuera una verdadera dama.
¿dam…a ahh.. Yo? Si era Gabrielle, debía responder como se llamaba, comencé a maquinar sin que el nombre me saliera ¿Por qué estaba tan nervioso? Solo necesitaba mentir en algunas partes y todo saldría bien, pero el aura de aquel hombre no me dejaba concentrarme, luego de unos segundos sonreí retirando amablemente mi mano de la suya y por fin Gabrielle reacciono con una sonrisa digna de un retrato.
-Gracias, me he asustado mucho- dijo ella con un tono angelical y natural. Se inclino para agradecerle mientras echaba una mirada a Mairu quien le mantenía los ojos muy puestos en ella, dejo salir una sonrisilla mientras le miraba, parecía que estuviera diciendo “Tu eres el único que sabe verdaderamente quien soy ¿no te enorgullece?”
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
- Mensajes : 105
Fecha de inscripción : 31/12/2011
Localización : Debajo de alguna falda
Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
"Me gustaría que yo hubiera sido aquel muchacho" . . . pensé pues quería haber sido aquella persona quien ayudó a Glenn, en este caso a Gabrielle-Madmoiselle...-Solte en alto para que ambos me mirasen, Glenn ya me miraba, pero me fui acercandoo hasta estar cerca de ambos. Cogí la mano de Glenn con suavidad y le bese el dorso de la mano, mi mirada bicolor le miro mientras hacia aquel gesto, para después robar otro de sus labios rosados y haciendo presion mientras que con una mano le sujetaba la cabeza, para evitar descuidos y sorpresas. La peluca dorada estaba bien puesta, pero ciertos movimientos bruscos, podrían entorpecer un buen momento.
-Hum....-Iba a decir algo despues del beso, pero aún vi al muchacho cerca de nosotros, miré a la mujer de cabellos dorados-...Creo que ya no necesita ayuda...-miré al muchacho que parecía haberse sonrojado bastante, le miré de abajo arriba, sonreí de medio lado hasta que rodee la cintura de la muchacha, atrayendola hacia mi mientras miraba al muchacho-...Aunque buscamos un escape a esta aburrida fiesta...mi..-miré a Glenn, sabiendo que él estaba bajo aquellas femeninas sedas del vestido-..mi...-entonces se me encendio la bombilla, se me ocurrió una idea bastante alocada, miré a Glenn, señalando sutilmente con la cabeza hacia el muchacho que parecía estar esperando lo demas de la frase.
Miré al muchacho con una sonrisa pícara, seguramente saldría huyendo, pero antes de nada, me acerque a el para apoyar una mano sobre su hombro, llevando unos dedos atrás de su cabellera-Señorita.....¿Le invitamos a este joven a una charla junto con unas cuantas copas?...y asi le agradecemos su buena acción en ayudaros...-Miré a Glenn, sonriendole con cierto aire lascivo, con malicia y a la vez con una idea alocada de llevar una noche bastante movidita. El muchacho parecia incomodarle mis dedos alrededor de las puntas de ese cabello tan corto, el traje parecia hincharse pues a la respiración del joven comenzaba a ser inquieta. Estabamos lejos de muchas miradas curiosas, la gente bailaba mientras podríamos estar yendo a una habitación vacía y estar teniendo lo que se me había ocurrido.
-La-La verdad, es que no tiene porque...-El muchacho, se estaba poniendo nervioso, me acerque a Glenn envuelto en el vestido para después mirar al chico-...Es muy amable....-Hizo una reverencia a Glenn y después otra a mí, pero después, justo en cuanto se iba, mirar de reojo a la muchacha que tenía al lado, a Glenn precisamente. Solo que las cosas no se iban a quedar así. Tome del hombro al joven para después acorralarlo contra una pared.
-¿Declinas mi oferta?-Miré un poco serio al joven que tenía acorralado, miré a Glenn a los ojos para después quedarme cerca de él o de ella. En realidad digamos, que estoy frente a frente mi compañero y amigo. El único que he tenido en este maldito país.
-Hum....-Iba a decir algo despues del beso, pero aún vi al muchacho cerca de nosotros, miré a la mujer de cabellos dorados-...Creo que ya no necesita ayuda...-miré al muchacho que parecía haberse sonrojado bastante, le miré de abajo arriba, sonreí de medio lado hasta que rodee la cintura de la muchacha, atrayendola hacia mi mientras miraba al muchacho-...Aunque buscamos un escape a esta aburrida fiesta...mi..-miré a Glenn, sabiendo que él estaba bajo aquellas femeninas sedas del vestido-..mi...-entonces se me encendio la bombilla, se me ocurrió una idea bastante alocada, miré a Glenn, señalando sutilmente con la cabeza hacia el muchacho que parecía estar esperando lo demas de la frase.
Miré al muchacho con una sonrisa pícara, seguramente saldría huyendo, pero antes de nada, me acerque a el para apoyar una mano sobre su hombro, llevando unos dedos atrás de su cabellera-Señorita.....¿Le invitamos a este joven a una charla junto con unas cuantas copas?...y asi le agradecemos su buena acción en ayudaros...-Miré a Glenn, sonriendole con cierto aire lascivo, con malicia y a la vez con una idea alocada de llevar una noche bastante movidita. El muchacho parecia incomodarle mis dedos alrededor de las puntas de ese cabello tan corto, el traje parecia hincharse pues a la respiración del joven comenzaba a ser inquieta. Estabamos lejos de muchas miradas curiosas, la gente bailaba mientras podríamos estar yendo a una habitación vacía y estar teniendo lo que se me había ocurrido.
-La-La verdad, es que no tiene porque...-El muchacho, se estaba poniendo nervioso, me acerque a Glenn envuelto en el vestido para después mirar al chico-...Es muy amable....-Hizo una reverencia a Glenn y después otra a mí, pero después, justo en cuanto se iba, mirar de reojo a la muchacha que tenía al lado, a Glenn precisamente. Solo que las cosas no se iban a quedar así. Tome del hombro al joven para después acorralarlo contra una pared.
-¿Declinas mi oferta?-Miré un poco serio al joven que tenía acorralado, miré a Glenn a los ojos para después quedarme cerca de él o de ella. En realidad digamos, que estoy frente a frente mi compañero y amigo. El único que he tenido en este maldito país.
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 16/05/2012
Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Mairu sujetaba a Gabrielle de una buena forma, tenía la seguridad necesaria para hacerla suspirar después de un beso, ella tranquilamente dejo que sus manos se posaran por su cintura mientras sonreía pícaramente al joven que estaba al frente de ellos, parecía completamente nervioso, sus mejillas se podían ver con un pequeño tinte de sonrojo que desaparecía luego de unos instantes. Apostaba que si ponía mi oído en su pecho debía estar acelerado.
¿Qué era lo que tenía planeado? Le miro mientras silenciosamente escuchaba lo que tenía que decir, asentí riendo levemente, era divertido ver trabajar en ámbitos de seducción a un hombre tan bueno y experimentado como era Mairu. Yo apenas observaba las reacciones del joven a las palabras de él, chasque mi lengua al notarlo indeciso, desvié a mirada mientras vigilaba que nadie estuviera cerca –ahh…- Gabrielle suspiro –os vas a rogar a alguien?- miro a Mairu con el ceño fruncido. –Déjame ver si al menos vale la pena- sugirió con aire pícaro mientras se acercaba a él para acorarlo.
Si la especialidad de Mairu era seducir a cualquier creatura viviente, la mía era poder hacer caer a cualquier hombre mientras vestía aquellos trapos de las féminas. Gabrielle sonrió mientras se acercaba al chico acorralado, retiro suavemente a Mairu para luego aferrarse a su chaqueta negra para mirarlo con falso pesar, pero con verdaderas intensiones morbosas, que si él no aceptaba Mairu encantado las recibiría-al menos déjame agradecerle como es debido- dijo Gabrielle con su voz perfecta de señorita, para luego besar sugerentemente los labios del joven. Como serpiente escurridiza su lengua se introdujo en su boca, proclamando con cierto poder aquel territorio como suyo. El hombre no sabía qué hacer en un principio, pero luego de dos segundos al notar la exquisitez de la lengua de Gabrielle se dejo llevar, apoyándose en la pared mientras se atrevía a sujetar la cintura de “ella” para atraerla más a su cuerpo.
Pronto grabielle se despego de los labios de él y miro de reojo a Mairu mientras notaba como el hombre buscaba debajo de su oreja el olor de la pequeña dama que aun tenía en su poder –parece que si sirve…- dijo con picardía mientras se apartaba sutilmente de él –pero… la pregunta es… si le permitirás también poseerme- se acerco a Mairu volviéndolo a besar con intensidad, tuvo que esforzarse para separarse. Sus labios se buscaban, parecían imanes. Un dulce momento entre los dos, ella disfrutaba a cada momento, parecía que su desesperación aumentaba y comenzaba a notarse debajo de aquel vestido que tenía yo encima, pero claro todo era muy discreto, si deseaba ver en realidad cuando era mi desesperación Mairu debía nadar entre metros de tela de satén para poder llegar a él…-ya no creo poder esperar una decisión Mairu…- le susurro Gabrielle con su dulce voz femenina –Glenn desea también diversión… ayúdame a quitarme con tus dientes toda esta ropa… para asi…- comenzó a susurrarle a su oído, luego una risilla se aproximo. Era divertido, simplemente divertido …-¿a quién prefieres… a Glenn o a Grabielle?- pregunte como Glenn mientras le lamia el lóbulo de su oreja.
¿Qué era lo que tenía planeado? Le miro mientras silenciosamente escuchaba lo que tenía que decir, asentí riendo levemente, era divertido ver trabajar en ámbitos de seducción a un hombre tan bueno y experimentado como era Mairu. Yo apenas observaba las reacciones del joven a las palabras de él, chasque mi lengua al notarlo indeciso, desvié a mirada mientras vigilaba que nadie estuviera cerca –ahh…- Gabrielle suspiro –os vas a rogar a alguien?- miro a Mairu con el ceño fruncido. –Déjame ver si al menos vale la pena- sugirió con aire pícaro mientras se acercaba a él para acorarlo.
Si la especialidad de Mairu era seducir a cualquier creatura viviente, la mía era poder hacer caer a cualquier hombre mientras vestía aquellos trapos de las féminas. Gabrielle sonrió mientras se acercaba al chico acorralado, retiro suavemente a Mairu para luego aferrarse a su chaqueta negra para mirarlo con falso pesar, pero con verdaderas intensiones morbosas, que si él no aceptaba Mairu encantado las recibiría-al menos déjame agradecerle como es debido- dijo Gabrielle con su voz perfecta de señorita, para luego besar sugerentemente los labios del joven. Como serpiente escurridiza su lengua se introdujo en su boca, proclamando con cierto poder aquel territorio como suyo. El hombre no sabía qué hacer en un principio, pero luego de dos segundos al notar la exquisitez de la lengua de Gabrielle se dejo llevar, apoyándose en la pared mientras se atrevía a sujetar la cintura de “ella” para atraerla más a su cuerpo.
Pronto grabielle se despego de los labios de él y miro de reojo a Mairu mientras notaba como el hombre buscaba debajo de su oreja el olor de la pequeña dama que aun tenía en su poder –parece que si sirve…- dijo con picardía mientras se apartaba sutilmente de él –pero… la pregunta es… si le permitirás también poseerme- se acerco a Mairu volviéndolo a besar con intensidad, tuvo que esforzarse para separarse. Sus labios se buscaban, parecían imanes. Un dulce momento entre los dos, ella disfrutaba a cada momento, parecía que su desesperación aumentaba y comenzaba a notarse debajo de aquel vestido que tenía yo encima, pero claro todo era muy discreto, si deseaba ver en realidad cuando era mi desesperación Mairu debía nadar entre metros de tela de satén para poder llegar a él…-ya no creo poder esperar una decisión Mairu…- le susurro Gabrielle con su dulce voz femenina –Glenn desea también diversión… ayúdame a quitarme con tus dientes toda esta ropa… para asi…- comenzó a susurrarle a su oído, luego una risilla se aproximo. Era divertido, simplemente divertido …-¿a quién prefieres… a Glenn o a Grabielle?- pregunte como Glenn mientras le lamia el lóbulo de su oreja.
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
No pude evitar comenzar a divertirme en silencio mientras observaba la actuación sensual de ambas partes de Glenn. Bien me había besado, bien me había resultado difícil separarme de los ajenos, dejándome con el jadeo al rojo vivo, intente calmarme, aquella pregunta que me pareció como un ultimátum, me vino como regalo del cielo pues era muy egoísta, pero para cuando respondería, aquel joven pareció adelantarse, coger de los hombros a Gabrielle de una manera abrupta de ambos lados, para zarandearla y abofetearla sin razón alguna-¡¿SERAS UNA PUTA?!-Aquello no pareció ofender a Gabrielle que andaba en el suelo por la fuerza del golpe, pero sin más dilatación ayude a levantarla, con disimulo le coloque bien la peluca que se le había movido tras el golpe, yo calmado estando a su lado, mire después al joven que parecía bastante decepcionado, con las manos hacia atrás, le miraba a los ojos, de mala gana agarre su entrepierna, apretándole junto a sus genitales bien apretados en un puño sin pudor alguno, mi mirada bicolor le observaba con cautela y precisión, no profanaba ninguna palabra, solo lo miraba, él joven me miraba con furia contenida que progresivamente fue cambiando a un gesto infinito de dolor-....Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos....-Seguía mirándole ahora yo con el doble de odio con el que me había mirado aquel joven que oso mancillar con el maltrato a Glenn.
Ya siendo disfrazado en ropas de mujer, me daba igual, era mi...era algo especial para mí, no era explicable la atracción que sentía hacia él, podríamos hacer sexo, pero comenzaba a quedarme insatisfecho de algún modo, y con mi mano aun en aquella mal estrecha entrepierna, lo agarre del cuello del bien entallado traje que vestía y una llave de yudo se llevo contra el suelo, lo solté, limpie mi crimen sobre la casaca de un guardia que me debía un favor-....No habéis visto nada...-El guardia, todos los que estaban en aquel lugar negaron, asintiendo de que no vieron ni escucharon nada. Ahora Mire lentamente hacia Glenn, me acerque lentamente hasta estar cerca de su figura-...Ambos....los quiero todos...-sonreí para acariciarle con el dorso de la mano aquella marca purpura sobre su mejilla que destacaba apenas tras el maquillaje- ¿te duele?-Pregunte, le miraba con ojos fijos en aquellos ojos marrones y en aquel lunar que se había convertido mi punto de referencia para saber que era Glenn. Ahora el impaciente era yo-Quiero arreglar este estropicio...-Cogí su mano para que lo rodeara alrededor de mi brazo, comencé a caminar hacia un balcón que parecía estar desierto, miraba de vez en cuando a los ojos de ese muchacho que se escondía entre ropas de mujer, sonreí con una línea horizontal un poco elevada, me estaba conteniendo de no llorar de rabia por la marca en el rostro de Glenn.
-¿Por qué te ha tenido que pasar a ti? Joder... ¿No podrías haberle hechizado mas y así ya violarte en ese mismo lugar?-Dije mirando al frente, intente que no pareciera enfado, pero seguramente en algunas silabas podrían haber sonado como tal, tendría que calmarme rápido sino pegaría al primero que encontrase-....-No dije, pues solo actué y pensé que tendría que ser de inmediato, me acerque a los labios de Glenn para adueñarme de ellos nuevamente, besárselos mientras le rodeaba la cintura con un brazo y el otro subía rodeándole los hombros por debajo de la peluca dorada que llevaba esa noche. El sabor de aquellos labios, era escueto, abrí la boca para introducir mi lengua y así poder saborear el delicioso cáliz que Glenn aguardaba dentro de su boca.
Ya siendo disfrazado en ropas de mujer, me daba igual, era mi...era algo especial para mí, no era explicable la atracción que sentía hacia él, podríamos hacer sexo, pero comenzaba a quedarme insatisfecho de algún modo, y con mi mano aun en aquella mal estrecha entrepierna, lo agarre del cuello del bien entallado traje que vestía y una llave de yudo se llevo contra el suelo, lo solté, limpie mi crimen sobre la casaca de un guardia que me debía un favor-....No habéis visto nada...-El guardia, todos los que estaban en aquel lugar negaron, asintiendo de que no vieron ni escucharon nada. Ahora Mire lentamente hacia Glenn, me acerque lentamente hasta estar cerca de su figura-...Ambos....los quiero todos...-sonreí para acariciarle con el dorso de la mano aquella marca purpura sobre su mejilla que destacaba apenas tras el maquillaje- ¿te duele?-Pregunte, le miraba con ojos fijos en aquellos ojos marrones y en aquel lunar que se había convertido mi punto de referencia para saber que era Glenn. Ahora el impaciente era yo-Quiero arreglar este estropicio...-Cogí su mano para que lo rodeara alrededor de mi brazo, comencé a caminar hacia un balcón que parecía estar desierto, miraba de vez en cuando a los ojos de ese muchacho que se escondía entre ropas de mujer, sonreí con una línea horizontal un poco elevada, me estaba conteniendo de no llorar de rabia por la marca en el rostro de Glenn.
-¿Por qué te ha tenido que pasar a ti? Joder... ¿No podrías haberle hechizado mas y así ya violarte en ese mismo lugar?-Dije mirando al frente, intente que no pareciera enfado, pero seguramente en algunas silabas podrían haber sonado como tal, tendría que calmarme rápido sino pegaría al primero que encontrase-....-No dije, pues solo actué y pensé que tendría que ser de inmediato, me acerque a los labios de Glenn para adueñarme de ellos nuevamente, besárselos mientras le rodeaba la cintura con un brazo y el otro subía rodeándole los hombros por debajo de la peluca dorada que llevaba esa noche. El sabor de aquellos labios, era escueto, abrí la boca para introducir mi lengua y así poder saborear el delicioso cáliz que Glenn aguardaba dentro de su boca.
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Siempre era lo mismo, personas que buscaban lastimarnos de alguna u otra forma, lo más normal es que fuera física. Cuando Grabielle sintió aquel ardor en su mejilla simplemente bajo la mirada dejando que su cuerpo cayera a donde le llevara la fuerza de aquel golpe. Estaba muy serena, siempre era así de tranquila. Mairu le ayudo a levantarse, esta sonrió mientras se aferraba a su ropas, aun tenia la mejilla roja, pero todo parecía en su sitio. Gabrielle apenas se limito a esperar que este descargara toda su furia, luego le siguió como niña obediente hasta donde el deseara.
-auch…- susurro haciendo un leve gesto de que si. Rodeo su brazo mientras se alejaban de la escena que parecía ya olvidada, aun no estaba en su ánimo de siempre, las marcas siempre le afectaban, los golpes la desanimaban, pero estaba contento, muy feliz de tener a alguien que pudiera sentir aquella necesidad de protegerme, aquello hizo que Gabrielle sonriera y se aferrara mas al hombre de Mairu quien le sonreír dulcemente -Déjalo… las heridas desaparecen… volveré a ser la hermosura dentro de unas horas… con maquillaje mas rápido- respondió riendo suavemente.
Todo fue rápido, la verdad no tuve la capacidad para reaccionar pero ya sus labios estaban besando los de Gabrielle, tuve que suspirar y alejarlo un poco para reaccionar bien y volverlo a atraer hacia a mi aferrándome a su cuello. Abrí mi boca cuando él me lo solicito, pude sentir como su lengua jugueteaba con la mia -ahh…- jadee descaradamente mientras sentía como una pared se interponía en mi espalda, bueno eso era excelente, así tenía un apoyo. Sonreí travieso sujetándole una de sus manos para acompañarlo entre aquella aventura entre vuelos y faldas para al fin poder llegar a mi duro sexo. Deje que lo sintiera entre las telas que lo escondían –Wuooow… se siente húmedo y necesitado el pobrecito ¿no crees?- le susurre a su oído con una risilla traviesa –lástima que no tenga a nadie para que pueda contentarlo- la tentación siempre era buena, adoraba sentirme de alguna forma una persona traviesa que podría hacer a cualquiera caer en sus redes, Mairu, aunque mi compañero de trabajo y de jergas… no sería la excepción.
El sabia alguno de mis trucos pero no todos, por suerte podría experimentar un buen sexo junto con él, me separe de él, dejándolo casi con una necesidad inmensa de tocarme, de desgarrar a Gabrielle tela por tela, átomo por átomo, para poder decirle a él “he aquí tu premio” pero dios..! Tiempo al tiempo había dicho un buen sabio. Deseaba tentarlo, deseaba saber hasta dónde llegaría mi atrevimiento y hasta donde aguantaría.
Grabrielle se quedo en el barandal de aquella terraza que daba al patio trasero, desolado, pero hermoso de aquel lugar, sonrió dulcemente mientras suspiraba, era hermoso –bella vista ¿no?- dijo mientras de reojo le miraba. Mi sonrisa era mucho más picara que dulce y angelical, parecía un demonio buscando hacer caer a algún cristiano en tentación… que descripción tan exacta he dado. Era en ese momento un demonio buscando un alma para devorar.
La falda y toda la tela que tenía en esos momentos quedaron arriba de mi cintura, dejando en descubierto mi blanco trasero, con mi pene erecto, aun me mantenía en la branda inclinándome para poder alzar mi trasero a la vista de Mairu -¿Cuál vista te gusta más?- pregunte coqueto mientras le miraba de reojo entre toda aquellas temas que me tapan… -dime… responde Mairu- dije mientras me quedaba mirando el horizonte aun con todo mi orgullo abierto y en descubierto.
-auch…- susurro haciendo un leve gesto de que si. Rodeo su brazo mientras se alejaban de la escena que parecía ya olvidada, aun no estaba en su ánimo de siempre, las marcas siempre le afectaban, los golpes la desanimaban, pero estaba contento, muy feliz de tener a alguien que pudiera sentir aquella necesidad de protegerme, aquello hizo que Gabrielle sonriera y se aferrara mas al hombre de Mairu quien le sonreír dulcemente -Déjalo… las heridas desaparecen… volveré a ser la hermosura dentro de unas horas… con maquillaje mas rápido- respondió riendo suavemente.
Todo fue rápido, la verdad no tuve la capacidad para reaccionar pero ya sus labios estaban besando los de Gabrielle, tuve que suspirar y alejarlo un poco para reaccionar bien y volverlo a atraer hacia a mi aferrándome a su cuello. Abrí mi boca cuando él me lo solicito, pude sentir como su lengua jugueteaba con la mia -ahh…- jadee descaradamente mientras sentía como una pared se interponía en mi espalda, bueno eso era excelente, así tenía un apoyo. Sonreí travieso sujetándole una de sus manos para acompañarlo entre aquella aventura entre vuelos y faldas para al fin poder llegar a mi duro sexo. Deje que lo sintiera entre las telas que lo escondían –Wuooow… se siente húmedo y necesitado el pobrecito ¿no crees?- le susurre a su oído con una risilla traviesa –lástima que no tenga a nadie para que pueda contentarlo- la tentación siempre era buena, adoraba sentirme de alguna forma una persona traviesa que podría hacer a cualquiera caer en sus redes, Mairu, aunque mi compañero de trabajo y de jergas… no sería la excepción.
El sabia alguno de mis trucos pero no todos, por suerte podría experimentar un buen sexo junto con él, me separe de él, dejándolo casi con una necesidad inmensa de tocarme, de desgarrar a Gabrielle tela por tela, átomo por átomo, para poder decirle a él “he aquí tu premio” pero dios..! Tiempo al tiempo había dicho un buen sabio. Deseaba tentarlo, deseaba saber hasta dónde llegaría mi atrevimiento y hasta donde aguantaría.
Grabrielle se quedo en el barandal de aquella terraza que daba al patio trasero, desolado, pero hermoso de aquel lugar, sonrió dulcemente mientras suspiraba, era hermoso –bella vista ¿no?- dijo mientras de reojo le miraba. Mi sonrisa era mucho más picara que dulce y angelical, parecía un demonio buscando hacer caer a algún cristiano en tentación… que descripción tan exacta he dado. Era en ese momento un demonio buscando un alma para devorar.
La falda y toda la tela que tenía en esos momentos quedaron arriba de mi cintura, dejando en descubierto mi blanco trasero, con mi pene erecto, aun me mantenía en la branda inclinándome para poder alzar mi trasero a la vista de Mairu -¿Cuál vista te gusta más?- pregunte coqueto mientras le miraba de reojo entre toda aquellas temas que me tapan… -dime… responde Mairu- dije mientras me quedaba mirando el horizonte aun con todo mi orgullo abierto y en descubierto.
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Que fácil le resultaba tentar las braguetas de los demás con esos trémulos y sensuales trucos de cortesano. Solo que cuando mis dedos se metieron dentro de su cavidad anal podría comenzar a sentir cierto placer de repente, comencé a mover tres dedos dentro de su culo yendo en círculos, me acercaba mientras tanto a su oído para transmitirle-...Es obvio que en esas colinas no hay sonido alguno...-sonriendo me aleje de su oído tras aquel susurro de mis labios, lamiéndole la oreja lentamente por detrás, y viendo que estábamos solos y con las cortinas echadas, estábamos solos, sin nadie alrededor.
Saque los dedos de su culo para darle la vuelta y colocarme entre sus piernas, mirándole fijamente a sus ojos con mis ojos bicolor, comenzando a inclinarlo hacia el vacio mientras que mis manos sujetaban las caderas del cortesano que se disfrazo de damisela, le sujetaba mientras le acercaba, inclinándole y dejándole en una posición curiosa-...Creo que tendrás una noche de altura...-Lentamente lo jale en peso de las nalgas, sujetándole de los muslos para trasladarlo hacia una pared en la que fue apoyado.
-¿No te gustan a ti las vistas desde esa posición?-Dijo sonriéndole con cierta malicia, mirándolo fijamente para después con una mano hacia su escote y meter la mano para acariciar aquel pecho plano mientras mis labios se posaron en el cuello ajeno, sin prisas, saboreándolo a cortos besos mientras subía suspirando y caían labios sobre labios, besándose uno al otro. Lo besaba diferente, lentamente pero sin demorar en el afecto que le brindaba o quería transmitirle. Con un brazo le agarre la cintura mientras que mi mano que había estado ocupada, se deslizaba de nuevo por debajo de las faldas, acariciando sus muslos lentamente, agarrándolos, masajeando ya sus nalgas como si fueran masa de ángel.
Le besaba sin parar, no paraba de demostrarle ese afán, pero por lo que había intuido antes, parecía que quería tentarme, lo hacía de buena manera, pero ahora era mi turno. Paré de mostrarle caricias, paré de darle besos desenfrenados para bajarlo de la pared con cuidado e ir separándome lentamente de su cuerpo, dejándolo agitado, sonriendo lentamente y mientras yo alejándome, abriéndome la camisa lentamente, sin quitarme la chaqueta-...Mira...este pecho podría ser tuyo...-Moviendo mis dedos a mis pezones, tentándolo para después acercarme de nuevo y coger una de sus manos para ponerlo en mi duro sexo-...O esto...lo que más prefieras ...-Apreté su mano contra mi sexo aun más, haciéndole ver lo excitado que estaba por él, y para terminar mi turno de tentaciones inacabadas, me acerque a su oído-...Ambos somos siervos de la lujuria entre ambos...-lamí el lóbulo de su oreja, hincando ahora mi rodilla en su entrepierna, llegando bien adentro entre las faldas. Sorpresa.
Saque los dedos de su culo para darle la vuelta y colocarme entre sus piernas, mirándole fijamente a sus ojos con mis ojos bicolor, comenzando a inclinarlo hacia el vacio mientras que mis manos sujetaban las caderas del cortesano que se disfrazo de damisela, le sujetaba mientras le acercaba, inclinándole y dejándole en una posición curiosa-...Creo que tendrás una noche de altura...-Lentamente lo jale en peso de las nalgas, sujetándole de los muslos para trasladarlo hacia una pared en la que fue apoyado.
-¿No te gustan a ti las vistas desde esa posición?-Dijo sonriéndole con cierta malicia, mirándolo fijamente para después con una mano hacia su escote y meter la mano para acariciar aquel pecho plano mientras mis labios se posaron en el cuello ajeno, sin prisas, saboreándolo a cortos besos mientras subía suspirando y caían labios sobre labios, besándose uno al otro. Lo besaba diferente, lentamente pero sin demorar en el afecto que le brindaba o quería transmitirle. Con un brazo le agarre la cintura mientras que mi mano que había estado ocupada, se deslizaba de nuevo por debajo de las faldas, acariciando sus muslos lentamente, agarrándolos, masajeando ya sus nalgas como si fueran masa de ángel.
Le besaba sin parar, no paraba de demostrarle ese afán, pero por lo que había intuido antes, parecía que quería tentarme, lo hacía de buena manera, pero ahora era mi turno. Paré de mostrarle caricias, paré de darle besos desenfrenados para bajarlo de la pared con cuidado e ir separándome lentamente de su cuerpo, dejándolo agitado, sonriendo lentamente y mientras yo alejándome, abriéndome la camisa lentamente, sin quitarme la chaqueta-...Mira...este pecho podría ser tuyo...-Moviendo mis dedos a mis pezones, tentándolo para después acercarme de nuevo y coger una de sus manos para ponerlo en mi duro sexo-...O esto...lo que más prefieras ...-Apreté su mano contra mi sexo aun más, haciéndole ver lo excitado que estaba por él, y para terminar mi turno de tentaciones inacabadas, me acerque a su oído-...Ambos somos siervos de la lujuria entre ambos...-lamí el lóbulo de su oreja, hincando ahora mi rodilla en su entrepierna, llegando bien adentro entre las faldas. Sorpresa.
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Sus movimientos rápidos me dejo prácticamente a su merced, mis piernas comenzaron temblar mientras aquella obra de teatro en donde Gabrielle era la protagonista, comenzaba derrumbarse, dejando ver lo que en realidad todo era. Mi culo comenzaba a estirarse, dilatarse mientras Mairu comenzaba a apoderarse de lo que era mi cuerpo. Nadie estaba, nadie podría impedírselo, de cierta forma estaba alegre de que así fuera, ya no era necesario mostrar aquella parte femenina, ahora podría ser Gleen, ya Gabrielle estaba fuera de la ecuación. Yo simplemente reia ante tal vez las ansias de un hombre que había sido encaminado al placer sin necesidad de tocarlo alguna vez.
-Eres un bromeador de naturaleza ¿verdad?- le susurre mientras me sujetaba de su cuello al ver que este comenzaba a inclinar mi cuerpo hacia afuera del lugar. Era prácticamente su juguete en ese momento, me podría mover, jugar y movilizar por donde le pegara la gana. Ya me encontraba en una pared, pude sentir como mi cuerpo se erguía por la firmeza de la pared -Hay tantas posiciones… que experimentar que no he experimentado Mon Amour- le susurro con simpatía y sensualidad mientras su merced completo estoy.
Era extraño, el también era un cortesano, besaba muy bien, pero lo que me parecía algo interesante es que nuestro acto no estaba siendo algo lujurioso o lleno de placer infinito, estábamos comenzando poco a poco, explorando el cuerpo de cada uno, sus puntos fuertes y débiles, bueno aunque eso lo estaba haciendo más el que yo. Sus besos me llenaban completamente y también literalmente, sentía como mis testículos se hinchaban por culpa de aquellos deliciosos besos que por todo mi cuerpo aparecían… y cuando me besaba los labios… era mejor callar. Sus manos eran traviesas, como serpientes se iban a mi parte inferior a molestar, pero más que a molestar a brindarme un bienestar que había estado deseando desde hace mucho tiempo
El maldito bastardo… le mire con un poco de rabia consumida por sentir que sus labios se escapaban entre mis dientes, deje salir un jadeo mientras me limpiaba mis labios con el dorso de mi mano, me le quede mirando de reojo mientras este descubría su camisa y con cierto juego comenzaba a hablarme, deje salir una risilla, bueno era verdad que no importaba exactamente que hiciera, pero nunca me había imaginado a Mairu ofreciéndome su culo… ya que se veía tan… ¿Varonil? Y yo tan femenino… bueno, con solamente mirar las ropas se podría decir quién debía ser el pasivo en ese lugar. ¿Eso no era suficiente como para saber lo que estaba yo buscando?
-Oye…- le susurre de forma tranquila mientras sentía como su miembro estaba completamente duro. El maldito no me dejo seguir, -ah… tu…- deje salir un pequeño jadeo al notar su pierna tan adentro que comenzaba a rozar también mi duro miembro. Mi respiración era un poco agitada, antes de decir algo suspire al menos dos veces para luego dejar salir una risilla algo tonta, pero a la vez picara -…- sujeto me faldas sonriendo mientras como ratón acorralado permanecía en ese lugar, mostrándole lo que sus rodillas habían tocado y que no era un palo ni nada por el estilo. Mi pene estaba adornado con un lazo rojo en el inicio, evitando que cualquier fluido de él saliera, prácticamente me estaba yo mismo realizando una auto tortura, pero… luego sería mucho más éxtasis por mi parte. -entonces… ¿mi regalo no lo disfrutaras?- pregunte de forma sugerente mientras un puchero de falsa tristeza aparecía
-Eres un bromeador de naturaleza ¿verdad?- le susurre mientras me sujetaba de su cuello al ver que este comenzaba a inclinar mi cuerpo hacia afuera del lugar. Era prácticamente su juguete en ese momento, me podría mover, jugar y movilizar por donde le pegara la gana. Ya me encontraba en una pared, pude sentir como mi cuerpo se erguía por la firmeza de la pared -Hay tantas posiciones… que experimentar que no he experimentado Mon Amour- le susurro con simpatía y sensualidad mientras su merced completo estoy.
Era extraño, el también era un cortesano, besaba muy bien, pero lo que me parecía algo interesante es que nuestro acto no estaba siendo algo lujurioso o lleno de placer infinito, estábamos comenzando poco a poco, explorando el cuerpo de cada uno, sus puntos fuertes y débiles, bueno aunque eso lo estaba haciendo más el que yo. Sus besos me llenaban completamente y también literalmente, sentía como mis testículos se hinchaban por culpa de aquellos deliciosos besos que por todo mi cuerpo aparecían… y cuando me besaba los labios… era mejor callar. Sus manos eran traviesas, como serpientes se iban a mi parte inferior a molestar, pero más que a molestar a brindarme un bienestar que había estado deseando desde hace mucho tiempo
El maldito bastardo… le mire con un poco de rabia consumida por sentir que sus labios se escapaban entre mis dientes, deje salir un jadeo mientras me limpiaba mis labios con el dorso de mi mano, me le quede mirando de reojo mientras este descubría su camisa y con cierto juego comenzaba a hablarme, deje salir una risilla, bueno era verdad que no importaba exactamente que hiciera, pero nunca me había imaginado a Mairu ofreciéndome su culo… ya que se veía tan… ¿Varonil? Y yo tan femenino… bueno, con solamente mirar las ropas se podría decir quién debía ser el pasivo en ese lugar. ¿Eso no era suficiente como para saber lo que estaba yo buscando?
-Oye…- le susurre de forma tranquila mientras sentía como su miembro estaba completamente duro. El maldito no me dejo seguir, -ah… tu…- deje salir un pequeño jadeo al notar su pierna tan adentro que comenzaba a rozar también mi duro miembro. Mi respiración era un poco agitada, antes de decir algo suspire al menos dos veces para luego dejar salir una risilla algo tonta, pero a la vez picara -…- sujeto me faldas sonriendo mientras como ratón acorralado permanecía en ese lugar, mostrándole lo que sus rodillas habían tocado y que no era un palo ni nada por el estilo. Mi pene estaba adornado con un lazo rojo en el inicio, evitando que cualquier fluido de él saliera, prácticamente me estaba yo mismo realizando una auto tortura, pero… luego sería mucho más éxtasis por mi parte. -entonces… ¿mi regalo no lo disfrutaras?- pregunte de forma sugerente mientras un puchero de falsa tristeza aparecía
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Solamente no podía creérmelo, sujete sus faldas para poder agacharme y tener su tortura frente a mis ojos, mirándolo con una sonrisa en la que eternamente recordaría este momento-...Joder...eres un bestia...-susurro delante de su glande, para después tomarlo dentro de su boca y tirar del lazo que lo tenía atado a la tortura, le quito aquel listón de un solo movimiento de mano para después tener que agarrarle de una mano por sus glúteos, apretujárselos con fuerza a la vez que lamia su miembro sin pudor alguno, procure que siguiera la tortura con mi mano en su pene, lo movía arriba y abajo mientras me ponía de pie, lo apoyaba mas contra la pared-....Glenn....te voy a secuestrar para follarte día sí y tarde y noche también...-sonreí bastante a lo que después me acerque hasta su oreja y termine por quedarme segundos en el tiempo para poder ir besándole lentamente, suspirando y metí mi lengua en su oreja por unos segundos a la vez que seguía aumentando los movimientos de mi mano en su pene, seguía sin piedad para ya después seguir arriba hasta atrapar su boca con mis labios en un apasionado beso en lo que deje de mover mi mano para poder agarrarle del vestido-¡...Joder quítate esta mariconada!-Dije ya algo impaciente, desabrochando mi camisa, dejando a la vista aquel tatuaje de dragón que tenia sobre el cuerpo, le mire fijamente para apoyarme contra él, abrazándolo-...Podría decirte que te amo Glenn...
susurre en sus labios por lo que no podía soportar ni un momento más abrazarlo por su cintura y tener que tumbarlo boca abajo, le levante las faldas de nuevo y me puse sobre él, me acerque a su oído, sonreí lentamente y bese su hombro al que desnudaba lentamente, mientras bajaba poco a poco su vestido a la vez que movía mis caderas contra los glúteos jugosos de Glenn-...Agh...-Gemi con un jadeo leve, tragando duro y sin poder hablar ahora demasiado que solo tenía que hacer caso a lo que le decía su cuerpo, a los escalofríos que sentía por su cuerpo, que le hacían moverse poco a poco dentro o quería estar ya dentro de él, pero lo torturaría aun mas. Aquel listón que le quito, lo cogió, finalmente le quito la parte de arriba y puso las manos de Glenn detrás de su espalda, le ato las manos con el listón, y le sujeto bien para que no se moviera demasiado.
-¿ahora qué?
susurre en sus labios por lo que no podía soportar ni un momento más abrazarlo por su cintura y tener que tumbarlo boca abajo, le levante las faldas de nuevo y me puse sobre él, me acerque a su oído, sonreí lentamente y bese su hombro al que desnudaba lentamente, mientras bajaba poco a poco su vestido a la vez que movía mis caderas contra los glúteos jugosos de Glenn-...Agh...-Gemi con un jadeo leve, tragando duro y sin poder hablar ahora demasiado que solo tenía que hacer caso a lo que le decía su cuerpo, a los escalofríos que sentía por su cuerpo, que le hacían moverse poco a poco dentro o quería estar ya dentro de él, pero lo torturaría aun mas. Aquel listón que le quito, lo cogió, finalmente le quito la parte de arriba y puso las manos de Glenn detrás de su espalda, le ato las manos con el listón, y le sujeto bien para que no se moviera demasiado.
-¿ahora qué?
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
El placer era algo que me encantaba, era como una droga de la cual nunca estaría satisfecho, excelente plan para liberarse de cualquier preocupación que se tuviera. Era un juego, en donde dos personas buscaban estar tan pegadas al otro que parecieran una sola persona y eso era lo que lográbamos nosotros en esos momentos, me reí de forma baja mientras lo veía tan excitado como yo lo estaba, comenzaba a ser doloroso, una tortura completa estar en ese lugar sin terminar lo que habíamos empezado. Nos besábamos de forma apasionada, sin medir nada, el seguía acariciando, dándole atención a aquel adolorido miembro que parecía hacerse cada vez más grande, pero aun no estaba listo para llegar a aquel orgasmo que tanto deseaba. Toque su piel, luego de que se quito la camisa, acaricie con las yemas de mis dedos aquel tatuaje de dragón que estaba en su cuerpo para que luego me dejara sin palabras y aliento con lo que había dicho. Era increíble. ¿Estaba loco aquel hombre? Quise detenerlo y preguntarle si la bebida no le estaba haciendo mal, pero era muy tarde, ya me tenía prácticamente a su merced y no había vuelta atrás.
El no sabía las palabras que había pronunciado, tal vez para el solamente era el calor del momento, me comenzaba a dar vueltas la cabeza mientras pensaba en aquel susurro, tal vez había oído mal. ¡Demonios! Me sentía como una jovencita inexperta, no sabía qué hacer ni cómo actuar. El me levanto las faldas luego de que estuviera totalmente para él, lo veía arriba, con aquellos ojos que detonaban una necesidad que yo había provocado y ahora no sabía si podría satisfacerlo. Me hizo gemir más de una vez mientras me desnudaba teatralmente con sus caricias lascivas que hacían que mi miembro palpitara. El liston fue quitado y la presión que sentía en mi sexo exploto, estaba a punto de correrme, si este acercaba el calor de su cuerpo un poco más me iría rápidamente perdiéndome en un orgasmo que, como un vino cuando se le retrasa para dejar un sabor más exquisito, asi seria el momento de tenerlo, de saborearlo. Quería yo mismo tocarme, pero antes de poder hacerlo mis manos fueron atadas.
-¿Que sucede?- pregunte un poco frustrado y mostrando un leve puchero entre mis jadeos -¿no quieres que me toque?- pregunte sonriendo ampliamente –entonces es mejor que me hagas sentir bien- con mis piernas abrace sus caderas acercándolo a mis nalgas en donde pude sentir su intimidad igual o más dura que la mía, sentir aquel calor hizo que me excitara mas, mi cuerpo se estremeció completamente y calle mordiéndome los labios, pues me sentía completamente derrotado. Sentía mis mejillas arder y mis tetillas estar duras, ya el roce de la ropa me hacia mal por lo sensible que estaba, pero por suerte ya no tenia casi nada encima mio, solamente esperaba que no fuéramos interrumpidos
El no sabía las palabras que había pronunciado, tal vez para el solamente era el calor del momento, me comenzaba a dar vueltas la cabeza mientras pensaba en aquel susurro, tal vez había oído mal. ¡Demonios! Me sentía como una jovencita inexperta, no sabía qué hacer ni cómo actuar. El me levanto las faldas luego de que estuviera totalmente para él, lo veía arriba, con aquellos ojos que detonaban una necesidad que yo había provocado y ahora no sabía si podría satisfacerlo. Me hizo gemir más de una vez mientras me desnudaba teatralmente con sus caricias lascivas que hacían que mi miembro palpitara. El liston fue quitado y la presión que sentía en mi sexo exploto, estaba a punto de correrme, si este acercaba el calor de su cuerpo un poco más me iría rápidamente perdiéndome en un orgasmo que, como un vino cuando se le retrasa para dejar un sabor más exquisito, asi seria el momento de tenerlo, de saborearlo. Quería yo mismo tocarme, pero antes de poder hacerlo mis manos fueron atadas.
-¿Que sucede?- pregunte un poco frustrado y mostrando un leve puchero entre mis jadeos -¿no quieres que me toque?- pregunte sonriendo ampliamente –entonces es mejor que me hagas sentir bien- con mis piernas abrace sus caderas acercándolo a mis nalgas en donde pude sentir su intimidad igual o más dura que la mía, sentir aquel calor hizo que me excitara mas, mi cuerpo se estremeció completamente y calle mordiéndome los labios, pues me sentía completamente derrotado. Sentía mis mejillas arder y mis tetillas estar duras, ya el roce de la ropa me hacia mal por lo sensible que estaba, pero por suerte ya no tenia casi nada encima mio, solamente esperaba que no fuéramos interrumpidos
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
No tenía ni idea de cómo poder parar, estaba encendido completamente y curiosamente ¿Por qué Glenn era el único que me hacía sentir así de excitado? Había estado con un montón de gente en el burdel, me habían hecho sentir descontrolado, pero Glenn solamente me hacia explotar y querer estar con él. Quizás, no me hubiera tomado en serio pese a que vi claramente sus titubeos, pero de igual modo, aquellas faldas que aun le cubrían tire hacia arriba para quitárselas de en medio y mirarle desnudo frente a mis ojos-...Te hare mío...-Le susurro en cuanto se acerco al oído ajeno, le abrió lentamente las piernas, se lamio dos dedos mientras le miraba-...Aguántate... ¿Podrás?
Murmuro mientras lo miraba desde arriba, mientras se lamia dos dedos lentamente a la vez que lo miraba bien con una sonrisa demoniaca, se saco los dedos de la boca y comenzó a acercarlos a la entrada de Glenn, lentamente introduciendo los dos dedos para ir poco a poco sacándoselos y metiéndoselos como si fueran un muelle, como si fuera su miembro dentro de Glenn, el también se esperaría, mientras seguía, el se acerco a lamer y a tirar de los pezones de Glenn dando paso finalmente a tomar con la mano el sexo de Glenn y comenzar a masturbarlo lentamente, unos labios se concentraban en el torso de Glenn, una mano en su miembro mientras que la otra mano restante estaba ocupada dentro del ano de Glenn produciendo un aumento de adrenalina en el interior del muchacho.
No pretendía dejarle llegar primero, no-...-Se le quedo mirando tras parar de lamer sus pezones que paso hacia arriba, llegando a su cuello e ir besándolo lentamente por su piel, cada rincón, cada lunar, cada hueco del mentón o de la clavícula, Mairu la besaba y a veces sonreía o a veces el jadeaba del placer de tener sometido a Glenn con las manos atadas.
Murmuro mientras lo miraba desde arriba, mientras se lamia dos dedos lentamente a la vez que lo miraba bien con una sonrisa demoniaca, se saco los dedos de la boca y comenzó a acercarlos a la entrada de Glenn, lentamente introduciendo los dos dedos para ir poco a poco sacándoselos y metiéndoselos como si fueran un muelle, como si fuera su miembro dentro de Glenn, el también se esperaría, mientras seguía, el se acerco a lamer y a tirar de los pezones de Glenn dando paso finalmente a tomar con la mano el sexo de Glenn y comenzar a masturbarlo lentamente, unos labios se concentraban en el torso de Glenn, una mano en su miembro mientras que la otra mano restante estaba ocupada dentro del ano de Glenn produciendo un aumento de adrenalina en el interior del muchacho.
No pretendía dejarle llegar primero, no-...-Se le quedo mirando tras parar de lamer sus pezones que paso hacia arriba, llegando a su cuello e ir besándolo lentamente por su piel, cada rincón, cada lunar, cada hueco del mentón o de la clavícula, Mairu la besaba y a veces sonreía o a veces el jadeaba del placer de tener sometido a Glenn con las manos atadas.
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Pude sentir el calor de su mano acercándose a aquella entrada, no pude evitar entrecerrar mis ojos mientras aquellos dos dedos comenzaban a acercarse, asentí a la pregunta, ya estaba acostumbrado a aquello, así que no me importaba cuanto durara aquel hombre, era mejor para mi ¿cierto?. Tuve que gemir con sintiendo un poco de molestia de dolor mientras aquellos dedos presionaban buscando entrar en un lugar que no debían hacerlo, poco a poco comencé a acostumbrarme, tenía la manos atadas, no podía hacer nada más que mirar y saborear todas aquellas sensaciones que Mairu me brindaba. Sus pezones estaban duros al igual que su sexo que estaba a punto de explotar, no pude evitarlo por mucho tiempo mi espalda de arqueo llegando al primer orgasmo, que nacía con grandes espasmos y gemidos que llenaban el lugar, el semen salió disparado manchando la mano del otro cortesano.
Sabía que eso no era lo que quería el contrario, pero no lo había podido evitar, ya había estado demasiado excitado y ni no dejaba salir toda esa presión me iba a volver loco, los besos del otro me estaban aturdiendo, mi sexo no se había puesto flácido, aun estaba duro mientras este seguía con sus movimientos y sus caricias, comenzaba a molestarle el hecho de que estuviera atado, fruncí el ceño mientras mi cuello comenzaba a llenarse de chupones por parte de el –suéltame Mon amour…- le susurre con sensualidad mientras buscaba el lóbulo, pero lo único que encontré fue rozarlo con la punta de mi lengua, mas nada, realice un puchero de descontento mientras este seguía moviendo sus dedos dentro de mí de tantas formas tan deliciosas que no me dejaban ni pensar.
-si sigues así me correré otra vez- dije entre varios gemidos que salían de mi boca de mis labios húmedos gracias a los besos que este me daba, pero aun así comenzaban a sentirse otra vez resecos, necesitaba más besos de él, si no los tendría pronto comenzaría a ser como una niña malcriada que no obtiene lo que desea –Mairu…- gemí suavemente cerca de su oreja –Bésame…- necesitaba sus labios sobre los míos, era algo ya biológico y no podía negarlo, lo comenzaba a desear tremendamente.
Sabía que eso no era lo que quería el contrario, pero no lo había podido evitar, ya había estado demasiado excitado y ni no dejaba salir toda esa presión me iba a volver loco, los besos del otro me estaban aturdiendo, mi sexo no se había puesto flácido, aun estaba duro mientras este seguía con sus movimientos y sus caricias, comenzaba a molestarle el hecho de que estuviera atado, fruncí el ceño mientras mi cuello comenzaba a llenarse de chupones por parte de el –suéltame Mon amour…- le susurre con sensualidad mientras buscaba el lóbulo, pero lo único que encontré fue rozarlo con la punta de mi lengua, mas nada, realice un puchero de descontento mientras este seguía moviendo sus dedos dentro de mí de tantas formas tan deliciosas que no me dejaban ni pensar.
-si sigues así me correré otra vez- dije entre varios gemidos que salían de mi boca de mis labios húmedos gracias a los besos que este me daba, pero aun así comenzaban a sentirse otra vez resecos, necesitaba más besos de él, si no los tendría pronto comenzaría a ser como una niña malcriada que no obtiene lo que desea –Mairu…- gemí suavemente cerca de su oreja –Bésame…- necesitaba sus labios sobre los míos, era algo ya biológico y no podía negarlo, lo comenzaba a desear tremendamente.
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Lo dejo suelto finalmente, acercándose a él y llegar a besarlo con cierta necesidad de la que no sabía que estaba necesitado. Su cuerpo bajo el de él, después rozando mis caderas contra las ajenas, gimiendo ya sin poder evitarlo en el oído de Glenn-...Creo que te hare mío....cuando me dé en gana....-Pensé en que me repetía, pero no era normal esto, sentir tanto placer cuando estaba con Glenn y solamente con él. Manejaba mis manos por el cuerpo pálido de Glenn, le levante un poco las piernas para tontear mi miembro cerca de la cavidad ajena, cerca de su ano que parecía palpitar cuando pasaba la punta de mi miembro cerca de ella. Aquello hizo que mis labios se secaran de inmediato y sonreí con cierta malicia en mi rostro-...Voy a penetrarte....-Sin pensármelo si quiera un poco, fui penetrándole por aquella cavidad, estaba estrecho eso me costaría un poco para poder llegar al final, pero lo lograría y obtendríamos placer el uno con el otro.
Estaba en el...por lo pronto un poco y después me quede mirándolo, le dio una nalgada y después me volví a acercar a él para poder ir besándolo lentamente sobre sus labios que ansiaba tocar, le rodee la cintura poco a poco y después ya estaba cuerpo contra cuerpo, sintiendo su sudor contra el mío y lentamente ya iba moviendo las caderas, era aun más placentero, creo que iba a tomarlo y si se me fuese la cabeza, podría hasta atarlo a unas cadenas que fuesen hasta una pared y que se mantuviera quieto, sumiso y domarlo cuanto yo quisiera, pero no era mi estilo y estimaba a Glenn en otras cosas que solamente en el sexo.
-Aahh Dios mío!!-Me mordí el labio inferior para poder aguantar el gemido que venía después del grito de placer que casi habría podido ser escuchado por alguna persona ajena a nosotros. Comencé a mover mis caderas poco a poco dentro de Glenn, moviéndome dentro de él con toda la suavidad que podía tener con él mientras aun seguía besándole poco a poco, cada vez con más ansias, más intensidad sintiendo su placer a través de sus jadeos que me animaban a seguir aumentando la lujuria que esa noche me plateaba seguir dándole sin parar ni siquiera apenas darle un descanso.
Aunque eso no duró mucho.
Estaba en el...por lo pronto un poco y después me quede mirándolo, le dio una nalgada y después me volví a acercar a él para poder ir besándolo lentamente sobre sus labios que ansiaba tocar, le rodee la cintura poco a poco y después ya estaba cuerpo contra cuerpo, sintiendo su sudor contra el mío y lentamente ya iba moviendo las caderas, era aun más placentero, creo que iba a tomarlo y si se me fuese la cabeza, podría hasta atarlo a unas cadenas que fuesen hasta una pared y que se mantuviera quieto, sumiso y domarlo cuanto yo quisiera, pero no era mi estilo y estimaba a Glenn en otras cosas que solamente en el sexo.
-Aahh Dios mío!!-Me mordí el labio inferior para poder aguantar el gemido que venía después del grito de placer que casi habría podido ser escuchado por alguna persona ajena a nosotros. Comencé a mover mis caderas poco a poco dentro de Glenn, moviéndome dentro de él con toda la suavidad que podía tener con él mientras aun seguía besándole poco a poco, cada vez con más ansias, más intensidad sintiendo su placer a través de sus jadeos que me animaban a seguir aumentando la lujuria que esa noche me plateaba seguir dándole sin parar ni siquiera apenas darle un descanso.
Aunque eso no duró mucho.
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Para mí era una tortura, no el dolor que se sentía al momento de la penetración, pues estaba tan acostumbrado a ella, que era como la punta amarga de un pastel deliciosamente dulce, era más difícil para mí el suspenso, estaba tardando mucho, el coqueteo había terminado, las preparaciones también, pero el parecía estar empeñado en hacer suplicar por algo que sabíamos que tarde o temprano llegaría y ya era más que tiempo para hacerlo. El calor de su sexo cerca de mi entrada me había enloquecer y aun mas sus gemidos cerca de mi oreja, creo que lo hacía a propósito para que mi excitación fuera aun mayor.
Al principio deje salir un leve quejido, como siempre oculte mi rostro en su pecho mientras este penetraba de forma lenta, le di gracias a dios, era tan dulce que pude sentir con placer la primera estocada, sin mucha molestia y pronto mis quejidos se convirtieron en volubles gemidos llenos de placer que explotaba en mi interior como miles de fuegos artificiales, cada vez más constante cuando este había fricción en la parte indicada, para mí era ver colores del arcoíris, en segundos. Sentí el ardor en una de mis nalgas y rei suavemente mientras los labios del contrario me atrapaban, que trasviera era aquel hombre… parecía que podía amarlo de forma fácil.
-Ahh…- deje salir un gemido entre sus labios mientras sentía como se acercaba aun más hacia él, parecía que deseaba que nos fusionáramos y nunca más separarnos, me era extraño sentir como su aire de hombre posesivo se centraba en mí, pero no me molestaba, me gustaba sentir que me deseaba solamente para él, aunque eso sería algo muy difícil. Las caderas del otro comenzaron a moverse, pronto las mías le cogían el ritmo, creando una melodía perfecta entre dos instrumentos de música y las notas musicales eran aquellos gemidos y jadeos que no podíamos controlar, que salían de nuestras gargantas que poco a poco comenzaban a cansarse de que estas salieran sin darles ningún respiro.
-Es mejor que vayamos a terminar la fiesta a otro lugar- dije luego de unos jadeos mientras sentía como su cuerpo era querido ser partido en dos, todo mi cuerpo tenía la sensación de estar siendo quemado por el placer, pero nada de eso me molestaba, es más, lo amaba con cada célula de mu cuerpo, pues aunque era un hábil cortesano, me era extraño aquella sensación de placer compartido y nada fingido entre los dos –Ahh… Mairu- gemí suavemente al notar que el otro seguía concentrado en mantener el ritmo que sus caderas habían impuesto –no estamos en un buen lugar- tuve que recordarle, pero nada de eso lo detendría ya, pues el dragón estaba domando a su necesidad sexual.
Al principio deje salir un leve quejido, como siempre oculte mi rostro en su pecho mientras este penetraba de forma lenta, le di gracias a dios, era tan dulce que pude sentir con placer la primera estocada, sin mucha molestia y pronto mis quejidos se convirtieron en volubles gemidos llenos de placer que explotaba en mi interior como miles de fuegos artificiales, cada vez más constante cuando este había fricción en la parte indicada, para mí era ver colores del arcoíris, en segundos. Sentí el ardor en una de mis nalgas y rei suavemente mientras los labios del contrario me atrapaban, que trasviera era aquel hombre… parecía que podía amarlo de forma fácil.
-Ahh…- deje salir un gemido entre sus labios mientras sentía como se acercaba aun más hacia él, parecía que deseaba que nos fusionáramos y nunca más separarnos, me era extraño sentir como su aire de hombre posesivo se centraba en mí, pero no me molestaba, me gustaba sentir que me deseaba solamente para él, aunque eso sería algo muy difícil. Las caderas del otro comenzaron a moverse, pronto las mías le cogían el ritmo, creando una melodía perfecta entre dos instrumentos de música y las notas musicales eran aquellos gemidos y jadeos que no podíamos controlar, que salían de nuestras gargantas que poco a poco comenzaban a cansarse de que estas salieran sin darles ningún respiro.
-Es mejor que vayamos a terminar la fiesta a otro lugar- dije luego de unos jadeos mientras sentía como su cuerpo era querido ser partido en dos, todo mi cuerpo tenía la sensación de estar siendo quemado por el placer, pero nada de eso me molestaba, es más, lo amaba con cada célula de mu cuerpo, pues aunque era un hábil cortesano, me era extraño aquella sensación de placer compartido y nada fingido entre los dos –Ahh… Mairu- gemí suavemente al notar que el otro seguía concentrado en mantener el ritmo que sus caderas habían impuesto –no estamos en un buen lugar- tuve que recordarle, pero nada de eso lo detendría ya, pues el dragón estaba domando a su necesidad sexual.
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
¿Hablaba en serio? Yendo otro lugar para terminar? -Ah, bueno ... mierda .. soy ... Voy a tratar de relajarme y luego .... sacarme de tu culo ... Jajajaja ..-Se echó a reír en voz alta, pero de pronto se puso su voz más bajo que antes. Pensó en ir dentro de la sala y tener algo de beber antes de seguir con el acto de presencia del amor entre ambos. Aunque como lo tenia tan a sus pies, lo vio tan docil, tan suyo en ese momento que no pudo resistir la tentación de follarle en ese mismo lugar, termino sin preeverlo dentro de Glenn pero se quedo cerca de su oido-...Oye...no pienses que la noche ha terminado...-Dejo sus palabras sobre el oido de Glenn para que comenzara a pensar por si solo.
-Como esto siga asi, te vas a convertir en mi amante favorito y cuando algo lo tomo por favorito no lo dejo en paz...-susurró, el dragon de su interior estaba deseoso de poseerlo de nuevo, pero este lentamente se separo de el, saliendo de su interior y o al menos intento vestir a Glenn con suma prisa para poder asistir al proximo "baile" entre ambos-Vamos....creo haber visto una habitacion...-Susurro de nuevo en el oido de Glenn pero en un momento que lo tenia cerca, este metio una mano por dentro de sus faldas, quitandole de la ropa interior inferior-...vas a caminar asi...-lamio la oreja de Glenn, parecia que no le dejaba en paz, pero es que se lo habia informado antes. Mairu, cuando queria una cosa, lo hacia suyo y cuando lo hacia suyo, no le dejaba en paz.
Tomó el brazo de Glenn, levantándolo del suelo en donde estaba sentado. Le redondeo con dos brazos por la cintura de abispa del otro por la forma que le hacia el vestido. Este entonces comenzo a pensar en que si era buena idea en hacerlo su favorito....Pensándolo mejor, estuvo un tiempo pensando en que si funcionaria hacer algo alocado, pero nego para si mismo en sus pensamientos cayendo en la cuenta que era una locura. Bien, tenia de nuevo que buscar lugar junto con Glenn-...Espero que nadie nos disturba...-susurro tomandolo de la mano, enredando sus dedos con los ajenos-...¿que quieres? o ¿Donde hay habitaciones? -Pregunto a Glenn al cual se le quedo mirando un poco ceñudo, con la respiración algo agitada, tendría que calmarse, pero su respiracion estaba revocandose una y otra vez que aumentó de ritmo, estaba volviéndose frenético. Encontro un banco pequeño en el que se sentó de inmediato y enseguida su cabeza le dio vueltas, vueltas y más vueltas.
-Necesito que las paredes paren de dar brincos, las estatuas que dejen de moverse, me están mareando...-dijo algo atosigado por la falta de aire. ¿Que le habría causado tal infortunio? No pudo remediarlo, intento respirar finalmente hasta que se fue calmando, calmando y quedandose en calma, este se echó hacia un lado para toser bastante que después todo quedó en un pequeño susto por el asma que había vuelto.
-Como esto siga asi, te vas a convertir en mi amante favorito y cuando algo lo tomo por favorito no lo dejo en paz...-susurró, el dragon de su interior estaba deseoso de poseerlo de nuevo, pero este lentamente se separo de el, saliendo de su interior y o al menos intento vestir a Glenn con suma prisa para poder asistir al proximo "baile" entre ambos-Vamos....creo haber visto una habitacion...-Susurro de nuevo en el oido de Glenn pero en un momento que lo tenia cerca, este metio una mano por dentro de sus faldas, quitandole de la ropa interior inferior-...vas a caminar asi...-lamio la oreja de Glenn, parecia que no le dejaba en paz, pero es que se lo habia informado antes. Mairu, cuando queria una cosa, lo hacia suyo y cuando lo hacia suyo, no le dejaba en paz.
Tomó el brazo de Glenn, levantándolo del suelo en donde estaba sentado. Le redondeo con dos brazos por la cintura de abispa del otro por la forma que le hacia el vestido. Este entonces comenzo a pensar en que si era buena idea en hacerlo su favorito....Pensándolo mejor, estuvo un tiempo pensando en que si funcionaria hacer algo alocado, pero nego para si mismo en sus pensamientos cayendo en la cuenta que era una locura. Bien, tenia de nuevo que buscar lugar junto con Glenn-...Espero que nadie nos disturba...-susurro tomandolo de la mano, enredando sus dedos con los ajenos-...¿que quieres? o ¿Donde hay habitaciones? -Pregunto a Glenn al cual se le quedo mirando un poco ceñudo, con la respiración algo agitada, tendría que calmarse, pero su respiracion estaba revocandose una y otra vez que aumentó de ritmo, estaba volviéndose frenético. Encontro un banco pequeño en el que se sentó de inmediato y enseguida su cabeza le dio vueltas, vueltas y más vueltas.
-Necesito que las paredes paren de dar brincos, las estatuas que dejen de moverse, me están mareando...-dijo algo atosigado por la falta de aire. ¿Que le habría causado tal infortunio? No pudo remediarlo, intento respirar finalmente hasta que se fue calmando, calmando y quedandose en calma, este se echó hacia un lado para toser bastante que después todo quedó en un pequeño susto por el asma que había vuelto.
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Nuestra respiración era ansiosa, en realidad no deseaba detener aquella fiesta, pero ya comenzaba a desear estar un poco más cómodo para así disfrutar al máximo. Cuando se separo de mi, deje salir un leve gemido, mi interior ardía, pero no me dolía nada, eso era un buen milagro, pero tal vez porque solamente era el plato de entrada de aquella festividad. Con rapidez y ayuda de él me vestí, el armazón volvió a mí y el corsé también, me acomode todo lo que pude para volver a verme decente, aunque ya lo rojo de mis mejillas me delataba que habíamos estado más que hablando, pero volviendo a ser Gabrielle parecía solamente que aquella jovencita había sido seducida por palabras por aquel hombre asiático que la acompañaba.
Deje salir un leve gruñido al sentir como mi intimidad era descubierta, no tenía nada presionando en ese lugar, le pareció divertido hacer eso y a mí también, de alguna forma, así que me deje hacer mientras mi cuerpo se estremecía por la lamida que llegaba a mi oído. A la final pudimos comenzar a caminar en busca de algún lugar. Me sentí raro cuando pude percatarme de sus dedos entrelazadnos con los míos, pero me dedique a sonreír mientras seguíamos caminando. –Estaba pensando irnos ya de este lugar…- dije mientras miraba a las escasas personas que recorrían el lugar, algunos con unas cortesanas que buscaban también un lugar para hacer sus travesuras, aquello me hizo sonreír pues no éramos los únicos que buscaban lugares oscuros para que estos fueran testigos de nuestra lujuria, parís era el pecado en carne y yo era una de aquellas tentaciones que tenía el árbol.
Gire mi rostro cuando note que el otro se detenida, deteniendo también a aquella jovencita de cabellos rubios, mis ojos se quedaron mirándole un poco preocupado, pero no quise decir nada, hasta que vi que me soltó de la mano para sentarse en un banco que estaba en ese lugar. Me acerque a él, mis tacones sonaron por el lugar –¿Mairu?- susurre sentándome a su lado, mientras mi mano enguantada se ponía en su hombro -¿Se encuentra bien?- me preocupe con su respuesta. Pero luego pareció recuperarse, el rostro se le había vuelto pálido pero poco a poco recobraba un poco del color.
Suspire aliviado mientras entrecerraba los ojos. Sin pensarlo me había inclinado para poner mi cabeza en su hombro –No me asustes así…- susurre. –He perdido a muchas personas, no sé si soporte perder a otra mas- le había confesado con un tono triste y melancólico, que me invadió por unos momentos, pero ya se veía mejor, así que le di un beso en la mejilla para animarlo –Mejor vamos a casa, te cuidare esta noche- le dije, sabiendo que estaría encantado de eso y que lo menos que íbamos a hacer en su habitación era dormir y descansar…
Deje salir un leve gruñido al sentir como mi intimidad era descubierta, no tenía nada presionando en ese lugar, le pareció divertido hacer eso y a mí también, de alguna forma, así que me deje hacer mientras mi cuerpo se estremecía por la lamida que llegaba a mi oído. A la final pudimos comenzar a caminar en busca de algún lugar. Me sentí raro cuando pude percatarme de sus dedos entrelazadnos con los míos, pero me dedique a sonreír mientras seguíamos caminando. –Estaba pensando irnos ya de este lugar…- dije mientras miraba a las escasas personas que recorrían el lugar, algunos con unas cortesanas que buscaban también un lugar para hacer sus travesuras, aquello me hizo sonreír pues no éramos los únicos que buscaban lugares oscuros para que estos fueran testigos de nuestra lujuria, parís era el pecado en carne y yo era una de aquellas tentaciones que tenía el árbol.
Gire mi rostro cuando note que el otro se detenida, deteniendo también a aquella jovencita de cabellos rubios, mis ojos se quedaron mirándole un poco preocupado, pero no quise decir nada, hasta que vi que me soltó de la mano para sentarse en un banco que estaba en ese lugar. Me acerque a él, mis tacones sonaron por el lugar –¿Mairu?- susurre sentándome a su lado, mientras mi mano enguantada se ponía en su hombro -¿Se encuentra bien?- me preocupe con su respuesta. Pero luego pareció recuperarse, el rostro se le había vuelto pálido pero poco a poco recobraba un poco del color.
Suspire aliviado mientras entrecerraba los ojos. Sin pensarlo me había inclinado para poner mi cabeza en su hombro –No me asustes así…- susurre. –He perdido a muchas personas, no sé si soporte perder a otra mas- le había confesado con un tono triste y melancólico, que me invadió por unos momentos, pero ya se veía mejor, así que le di un beso en la mejilla para animarlo –Mejor vamos a casa, te cuidare esta noche- le dije, sabiendo que estaría encantado de eso y que lo menos que íbamos a hacer en su habitación era dormir y descansar…
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: Everywhere I'll harm you with love [Glenn][+18]
Adoraba en el modo en que esa niña le animaba para decir que si tras unos momentos de angustia, pensé en que si, deberían irse de la fiesta pues ya que lo/la había encontrado se lo llevaría para no dejarle dormir, solo esperaba que no le diera otro ataque de ansiedad o lo que le hubiera dado momentos atrás. El corazón se le encogió en un puño al escucharle decir esas palabras, al escucharle que de tal modo, esas palabras me habían hecho recapacitar-…No me iré Gabrielle…sois mi luz ahora…-susurró mirándolo/a hacia sus ojos marrones con una suave sonrisa, vi pasar a varias personas de la mano, algunas las reconocí del burdel y me levante lentamente del banco para acercar la mano a Gabrielle en esos momentos e invitarla como era el “caballero” de armadura rosa que era en verdad mi oficio y en el que tuve el placer de conocer a Glenn.
Se lo estaba pensando, se lo pensó varias veces. En su apartamento estaba bastante solo hasta que volvía al burdel. Había veces que se quedaba en el burdel, disfrutando de aquella familia en la que todos se conocían el uno al otro, había veces que hablaba con Glenn, se lo follaba y después como amigos, pero ya había pasado mucho tiempo y su amistad hacia él, se había ensanchado bastante, queriendo de él más aún. Estaba ahora esperando a la respuesta de Glenn pero después le diría otra.
Lo estaba y lo ha estado pensando desde mucho tiempo. Quería compañía. Quería a Glenn de compañía. Era como…No sabía que era Glenn para él, pero era algo bastante especial, bastante preciado para perderlo ahora. Tomo la mano de Gabrielle con impaciencia y la acerco hasta él haciendo que ambos cuerpos estén juntos, pegados, le rodeo la cintura y finalmente la beso en los labios lentamente, moviendo sus labios contra los de Gabrielle.
Fue separándose de sus labios pero aun estuvo bien cerca-…Vamos a mi casa…-suspiró en sus labios, cerca de los ajenos – O a la tuya, me da lo mismo…-susurró lentamente sobre los labios de Glenn otra vez, le mordió el labio inferior para después ir ofreciéndole el brazo para que se sujetara en él, para poder salir de aquel lugar tan ostentoso, grande y superficial e ir hacia uno en el que ambos se sentían cómodos.
Se lo estaba pensando, se lo pensó varias veces. En su apartamento estaba bastante solo hasta que volvía al burdel. Había veces que se quedaba en el burdel, disfrutando de aquella familia en la que todos se conocían el uno al otro, había veces que hablaba con Glenn, se lo follaba y después como amigos, pero ya había pasado mucho tiempo y su amistad hacia él, se había ensanchado bastante, queriendo de él más aún. Estaba ahora esperando a la respuesta de Glenn pero después le diría otra.
Lo estaba y lo ha estado pensando desde mucho tiempo. Quería compañía. Quería a Glenn de compañía. Era como…No sabía que era Glenn para él, pero era algo bastante especial, bastante preciado para perderlo ahora. Tomo la mano de Gabrielle con impaciencia y la acerco hasta él haciendo que ambos cuerpos estén juntos, pegados, le rodeo la cintura y finalmente la beso en los labios lentamente, moviendo sus labios contra los de Gabrielle.
Fue separándose de sus labios pero aun estuvo bien cerca-…Vamos a mi casa…-suspiró en sus labios, cerca de los ajenos – O a la tuya, me da lo mismo…-susurró lentamente sobre los labios de Glenn otra vez, le mordió el labio inferior para después ir ofreciéndole el brazo para que se sujetara en él, para poder salir de aquel lugar tan ostentoso, grande y superficial e ir hacia uno en el que ambos se sentían cómodos.
Anneliese Hoitz- Humano Clase Baja
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