Recordando la muerte (privado-Melissandre D. Arley)

por **Sayara** Miér Jun 13, 2012 9:01 am

El aire esta tan frió que conseguía congelar las pequeñas gotas de vapor que salia de mi boca.

En lo alto de un tejado podrido y que apenas podía soportar mi peso mientras miraba las callejuelas sucias del fondo París. En aquellos suburbios daba igual quien fueras o que fueras, solo eras un don nadie abandonado de la mano de dios sin sitio donde caerte muerto. Baje del tejado de un salto y quede de pie en la minúscula callejuela. Tan pequeña era que ni dos hombres podrían pasar con los hombros pegados. Olía realmente mal, como casi toda aquella zona. Coloque mi capa de arrapos y me tape la cabeza con la capucha y empece a caminar.
A mi paso solo encontraba borrachos tirados y dormidos en las frías calles de piedras, prostitutas tan demacradas que ni podían trabajar en un local y ladrones mancos que no tenían nada que perder. Mi paso era lento para observar a todos los individuos y intentar descubrir alguna posible victima.

Con tiempo había conseguido información de que aquel lugar era uno de los cotos de caza preferidos de los vampiros. No era mas que un barrio donde un vagabundo menos o bastardo no importaría a nadie. Había sido en aquellas calles donde había encontrado el cadáver de mi padre y con suerte su verdugo volvería a cazar más victimas.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo y me puse alerta. Un tirado paso a mi lado balanceándose y cantando algo imposible de descifrar y paso de largo. Pe apoye en un muro alado e una fuente de agua casi helada, a dos calles de mi el lugar del asesinato. Resople algo cansada, no había sido la primera vez que había ido para nada. Saque de entre mi capa un reloj de cuerda color bronce. Por fuera estaba el símbolo de mi familia cazadora, y por dentro la foto de mi padre y madre.
Mire al cielo estrellado y cerré los ojos por un segundo.

por **Melissandre D. Arley** Mar Jun 19, 2012 8:58 pm

Sus pasos apenas resonaban en el medio de la noche. La joven vampiresa estaba apurada, necesitaba saciar su sed y rápido, comenzaba a sentirse débil y vulnerable. Los últimos días habían sido algo tranquilos para ella, y el no tener que hacer nada le permitió disfrutar de los pequeños placeres de la vida que tanto le gustaban, la música, los libros y la pintura. Tanto se había enfrascado en esto que había atrasado y controlado su deseo de sangre, todo para tener que esforzarse y transitar las calles luego, débil y expuesta. Por suerte, existía aquel lugar, una zona muerta y oscura a las afueras de parís, con un olor nauseabundo y humanos detestables, pero al fin y al cabo, estos tenían lo que ella necesitaba, y era muy fácil cazarlos. Las perdidas ni se notaban.

Luego de varios metros, percibió un aroma atractivo. Poco tardó en localizar a la víctima, quien se hallaba agotada y descansaba contra un pórtico bastante destartalado. La mujer parecía rondar los veinte un años, poseía un agradable rostro joven digno de cualquier mujer de alta cuna, pero se trataba de una prostituta, sus vestimentas lo decían claramente. El contraste entre amabas damas era notorio. La vampiresa, por un lado, lucía bajo su oscura capa un hermoso vestido bordó, un corsé bien ajustado y una falda que caía esplendorosa y rozaba el piso con gracia. Unos guantes del mismo color que el vestido se extendía en sus brazos. Estaba vestida de acorde a su clase. Por otro lado, la pobre prostituta lucía un descolorido corsé que parecía a punto de estallar, ropa interior y unas medias algo agujereadas que lucían sus piernas y marcaban los muslos. Melissandre estaba segura de que ese día iba a hacerle un favor a alguien, porque si había algo que odiaba más que a los cazadores y a la inquisición, allí estaba, el ícono del abuso hacía las prostitutas.

Ni siquiera se molestó en encandilarla, o hacer la situación más leve. La mujer estaba apenas consciente y ella muy sedienta. Se lanzó velozmente hacia ella e hincó sus colmillos en el cuello de su víctima, para luego succionar velozmente. Apenas notó el sonoro chillido que lanzó la dama, estaba muy concentrada en acabar con aquello.

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