AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
El misterio de una tonada desconocida
2 participantes
Página 1 de 1.
El misterio de una tonada desconocida
{Privado}
Su padre estaría muy satisfecho con él. Su círculo de amistades en París se había expandido más allá de los conocidos previos de su familia y cada vez le eran más familiares rostros que antes eran desconocidos. Además de algunos excelentes amigos que había hecho en el transcurso de su estadía en la capital parisina, la gente con la que se rodeaba lo había recibido de buena manera y las conversaciones siempre aportaban algún grado de entretención o nuevo conocimiento. Las invitaciones a eventos sociales ya no solo se debían a la obligación que le debían a su padre, si no que había escuchado que algunas personas verdaderamente disfrutaban de su compañía y deseaban verlo formando parte de esas reuniones. Y a pesar de que a veces Thibaut se menospreciara de gran manera, era agradable saber ese tipo de cosas. Ya fuera por comentarios musitados por los mismos anfitriones de los eventos, o por la alegría que provocaba en algunas personas cuando lo veían atravesar las puertas de los grandes salones.
Él, acostumbrado a la vida de ciudades más pequeñas y de modales algo más campesinos, las primeras veces que había asistido a reuniones de la alta sociedad en París solo no podía más que sentirse algo intimidado. Y bajo el riesgo de parecer taciturno y aburrido, solía no hablar demasiado con la gente y dejar pasar los bailes, a pesar de que muchachas habían muchas y compañeros de baile pocos. De a poco, y con la intercesión de algunos conocidos, fue conociendo a más gente y aquellas situaciones se hicieron muchísimo más fáciles de llevar. El círculo de amistades que se estaba formando solía atender a los mismos eventos que él y poco a poco su facilidad para navegar en los mares sociales que representaban esas ocasiones fue aumentando.
Aquella velada había comenzado ya hacía un rato para él. Después de arribar en caballo y dejar que un criado lo dirigiera a las caballerizas, entró al salón. A pesar de que su hermana siempre lo reprendiera diciendo que 'los verdaderos caballeros asistían a fiestas de sociedad en carruajes', el seguía sin hacerle caso. ¿Por qué tendría que armar tanto alboroto solo por una persona? Ir a caballo era muchísimo más simple. Y entre conversación y conversación, copas de vino francés y muchas risas, empezó a transcurrir la velada. En un momento de la noche se encontró al lado de un gran piano blanco de cola, majestuoso y la persona con la que se hallaba conversando sugirió que los deleitara con alguna tonada. Pasaron algunos minutos entre que Thibaut se rehusaba en deferencia a todas las señoritas ansiosas de demostrar sus propios talentos y sus acompañantes le señalaban que no molestaría a nadie si les dedicaba una tonada de algunos minutos.
Después de algún forcejeo amistoso, el francés se encontró sentado en el taburete del piano, pensando en que tonada sería digna de una ocasión como aquella. Se sabía muchas canciones de memoria, pero en ocasiones como aquella parecían escurrirse de su mente como agua entre sus dedos. Así que decidió por una de las tonadas que más le era familiar. La favorita de su padre, la había tocado tantas veces estando en el Châteu d'Beaudelaire que casi podría interpretarla con los ojos cerrados. De a poco, casi tímidamente, las notas fueron llenando el ambiente en el que se encontraba. Y sin que él lo notara, la gente que se encontraba en la habitación empezó dejar de hablar para escucharlo mejor. Pero Thibaut no se dio cuenta. Siempre le pasaba lo mismo cuando se ponía al frente de un piano.
- Spoiler:
- Canción
Thibaut Beaudelaire- Humano Clase Alta
- Mensajes : 126
Fecha de inscripción : 29/02/2012
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El misterio de una tonada desconocida
Volvió a mirar por enésima vez el vestido que había escogido con la ayuda de una de sus mejores doncellas, no se había arrepentido de hacerle caso y haber escogido ese porque era el más adecuado y el más bonito que había visto. Se levantó del sillón en el que estaba sentada minutos antes leyendo y se puso de pie para pasearse de un lado a otro por la estancia de la casa. Estaba nerviosa y eso no era muy normal en Judith, no sabía a que se debía el que estuviera así pero no podía dejar de ir de un lado a otro.
Cogió la invitación real que hacía semanas que le había llegado, miró el sello y el sobre que la contenía y metió por última vez la invitación dentro antes de hacerla pedazos y tirarla a la chimenea. Otra invitación que tiraba y a otra fiesta real que tenía que asistir, había veces que odiaba esa vida que llevaba pero no tenía más remedio que asistir. Si viviera aún con sus padres, Eduard le aconsejaría el ir a la fiesta si se sentía cómoda allí, pero al contrario que su padre, Christine la empujaría a ir. Obligándola a asistir empujándola con sus propias manos al palacio real, pero su caso no era ese. No tenía otra opción que ir ya que no quería manchar el nombre y apellido de su familia.
Se dió una ducha antes de meter su marmóleo cuerpo en el vestido y con ayuda de su doncella se arregló el pelo dejandolo en una larga trenza complementandolo con varias flores alrededor. Se colocó las joyas que de año en año y de década en década había pasado por sus antepasados y cuando estuvo lista se miró en el espejo. Miró a varias de sus doncellas y le asintieron con la cabeza a modo de aprobación en cuanto a su aspecto se refería. Eso significaba que estaba perfecta para ir al palacio.
Bajó hasta las afueras de la casa y se subió con ayuda de un criado a su carruaje, poniendo marcha hacia el palacio royal. No le hacía falta cazar porque ya lo había hecho la nohe anterior y estaba servida hasta dos o tres días después. Cuando llegó a la entrada se bajó del carruaje y se puso la máscara antes de entrar al recibidor.
Entró al palacio pero no como nadie importante sino como una persona normal como cualquier otra, no quería destacar entre otros así que ni siquiera anunció su llegada. Se paseó por el lugar danzando entre la gente mientras que le llegaban diferentes olores y fragancias de los presentes, cuando se encontraba entre humanos y otros seres, el olor que desprendían la ponían enferma pero no de encontrarse mal, si no de que le faltaba poco por perder los estribos. Cosa que había conseguido casi controlar después de las décadas que llevaba intentando controlarse, pero sabía que no la iba a liar ni esa noche ni las demás porque lo último que Judith podía hacer era defraudar a la memoria de Thomas por beber sangre que no fuese animal y defraudarse también a sí misma.
No pasó mucho tiempo cuando tuvo que girarse y darse media vuelta para comprobar lo que a sus oídos estaba llegando. Aquella melodía que conocía perfectamente, la melodía que había escuhado varias veces tocar a Eduard. Sus ojos le brillaban como estrellas en el cielo al oír una a una cada nota que aquel joven tocaba, era magnífica tanto le encantaba a la vampira que de sus ojos estaban empezando a emerger lágrimas de nostálgia al recordar la vieja melodía que su padre acostumbraba a dejarla escuchar. No había noche ni día que no la tocara mediante las teclas del piano porque Eduard sabía muy bien que a su hija le gustaba, era una de sus favoritas por no decir la única que de verdad tenía un valor sentimental para ella.
Contempló maravillada la melodía que aquel joven sentado al piano estaba tocando y cuando cesó la música aplaudió al unísono que la gente también aplaudía. Se acercó hasta el joven cuando lo vió bajarse de la tarima donde estaba el piano y fue hasta su lado para felicitarle o más bien agradecerle el que hubiera tocado esa melodía en concreto.
- Perdone monsieur, debo felicitarle por el magnífico trabajo que ha hecho. Beyond Reach, preciosa incluso más que eso. No tengo palabras para describir esa preciosa melodía.- Le sonrió. - Gracias, monsieur. Gracias por tocarla, no sabe lo feliz que me ha hecho el escucharla.- Le dijo mientras que le hacía una reverencia. -
Cogió la invitación real que hacía semanas que le había llegado, miró el sello y el sobre que la contenía y metió por última vez la invitación dentro antes de hacerla pedazos y tirarla a la chimenea. Otra invitación que tiraba y a otra fiesta real que tenía que asistir, había veces que odiaba esa vida que llevaba pero no tenía más remedio que asistir. Si viviera aún con sus padres, Eduard le aconsejaría el ir a la fiesta si se sentía cómoda allí, pero al contrario que su padre, Christine la empujaría a ir. Obligándola a asistir empujándola con sus propias manos al palacio real, pero su caso no era ese. No tenía otra opción que ir ya que no quería manchar el nombre y apellido de su familia.
Se dió una ducha antes de meter su marmóleo cuerpo en el vestido y con ayuda de su doncella se arregló el pelo dejandolo en una larga trenza complementandolo con varias flores alrededor. Se colocó las joyas que de año en año y de década en década había pasado por sus antepasados y cuando estuvo lista se miró en el espejo. Miró a varias de sus doncellas y le asintieron con la cabeza a modo de aprobación en cuanto a su aspecto se refería. Eso significaba que estaba perfecta para ir al palacio.
Bajó hasta las afueras de la casa y se subió con ayuda de un criado a su carruaje, poniendo marcha hacia el palacio royal. No le hacía falta cazar porque ya lo había hecho la nohe anterior y estaba servida hasta dos o tres días después. Cuando llegó a la entrada se bajó del carruaje y se puso la máscara antes de entrar al recibidor.
Entró al palacio pero no como nadie importante sino como una persona normal como cualquier otra, no quería destacar entre otros así que ni siquiera anunció su llegada. Se paseó por el lugar danzando entre la gente mientras que le llegaban diferentes olores y fragancias de los presentes, cuando se encontraba entre humanos y otros seres, el olor que desprendían la ponían enferma pero no de encontrarse mal, si no de que le faltaba poco por perder los estribos. Cosa que había conseguido casi controlar después de las décadas que llevaba intentando controlarse, pero sabía que no la iba a liar ni esa noche ni las demás porque lo último que Judith podía hacer era defraudar a la memoria de Thomas por beber sangre que no fuese animal y defraudarse también a sí misma.
No pasó mucho tiempo cuando tuvo que girarse y darse media vuelta para comprobar lo que a sus oídos estaba llegando. Aquella melodía que conocía perfectamente, la melodía que había escuhado varias veces tocar a Eduard. Sus ojos le brillaban como estrellas en el cielo al oír una a una cada nota que aquel joven tocaba, era magnífica tanto le encantaba a la vampira que de sus ojos estaban empezando a emerger lágrimas de nostálgia al recordar la vieja melodía que su padre acostumbraba a dejarla escuchar. No había noche ni día que no la tocara mediante las teclas del piano porque Eduard sabía muy bien que a su hija le gustaba, era una de sus favoritas por no decir la única que de verdad tenía un valor sentimental para ella.
Contempló maravillada la melodía que aquel joven sentado al piano estaba tocando y cuando cesó la música aplaudió al unísono que la gente también aplaudía. Se acercó hasta el joven cuando lo vió bajarse de la tarima donde estaba el piano y fue hasta su lado para felicitarle o más bien agradecerle el que hubiera tocado esa melodía en concreto.
- Perdone monsieur, debo felicitarle por el magnífico trabajo que ha hecho. Beyond Reach, preciosa incluso más que eso. No tengo palabras para describir esa preciosa melodía.- Le sonrió. - Gracias, monsieur. Gracias por tocarla, no sabe lo feliz que me ha hecho el escucharla.- Le dijo mientras que le hacía una reverencia. -
Judith Saint 'jdor- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 07/08/2011
Edad : 168
Localización : Al caer la noche, por cualquier parte.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El misterio de una tonada desconocida
Su mente parecía irse a otro lugar cada vez que lo ponían al frente de un piano. Desde tan pequeño que había aprendido a tocar ese instrumento que ya casi lo consideraba como una parte de su personalidad. Era capaz de expresarse mejor a través de las teclas que con su propia voz. Le era incómodo y muy difícil expresar sus sentimientos, especialmente si es que otras personas también se estaban expresando. Pero con el piano la gente detenía lo que estaba haciendo para escucharlo y, por muy extraño que pareciera, a Thibaut no le molestaba eso. Quizás se debiera a que cada vez que sus largos dedos se desplazaban por los marfiles blancos y negros, el mundo pareciera desaparecer frente a sus ojos. El francés dejaba que la música lo rodeara y que las voces que llegaban a sus oídos no fueran más que un simple murmullo, ruido de fondo. Por eso es que los aplausos cuando terminó la pieza que había estado tocando le sorprendieron tanto. Porque casi había olvidado de que se encontraba en una fiesta, rodeado por sus conocidos, en vez de estar en su propio hogar, practicando en el salón de música.
Con una pequeña reverencia y un guiño en dirección a su grupo de amigos que lo habían alentado a que tocara algo de música, se levantó del taburete del piano y empezó a bajar la tarima en donde se encontraba el instrumento. Una gran cantidad de gente que estaba en ese momento en esa habitación lo miraba con atención, sonrientes. Esperaba que no hubiera sido una molestia para ninguno de los presentes, aunque juzgando por sus expresiones alegres, no lo había sido. Aunque a pesar de eso, Thibaut nunca estaba seguro. Escuchaba murmullos y divisaba las miradas que le dedicaban con algo de incomodidad, pero a la vez con la seguridad de que la pieza que había tocado recién era una de las que mejor se sabía en todo su repertorio. Que fuera del gusto todos, eso ya era un asunto totalmente diferente.
Iba a regresar a al grupo de personas en donde antes había estado conversando, pero una dama se acercó a hablarle. Con los ojos muy abiertos por la sorpresa y devolviéndole la sonrisa que le había dedicado ella misma, escuchó los elogios que tenía para con él. Aquello había sido realmente inesperado y llenó a Thibaut con una sensación difícil de describir. Que alguien estuviera tan agradecido de que hubiera tocado aquella tonada como para ir a decírselo, por mucho que fuera alguien desconocido el intérprete, era un gran halago.
-Muchísimas gracias madame, por sus amables palabras. Nada mejor para un músico que a alguien le guste su interpretación- le dijo, devolviéndole la pequeña reverencia que la muchacha le había hecho. La chica, ahora que la miraba, era muy hermosa. Su vestido del mismo tono rojo que la sangre, parecía acentuar todas las características favorecedoras en ella y hacía que su piel tomara un tono en extremo níveo. -¿Y a quién tengo el placer de agradecer por sus hermosos halagos, madame?- agregó, seguro de que la había visto antes, pero seguro también de que antes no habían cruzado palabra.
Con una pequeña reverencia y un guiño en dirección a su grupo de amigos que lo habían alentado a que tocara algo de música, se levantó del taburete del piano y empezó a bajar la tarima en donde se encontraba el instrumento. Una gran cantidad de gente que estaba en ese momento en esa habitación lo miraba con atención, sonrientes. Esperaba que no hubiera sido una molestia para ninguno de los presentes, aunque juzgando por sus expresiones alegres, no lo había sido. Aunque a pesar de eso, Thibaut nunca estaba seguro. Escuchaba murmullos y divisaba las miradas que le dedicaban con algo de incomodidad, pero a la vez con la seguridad de que la pieza que había tocado recién era una de las que mejor se sabía en todo su repertorio. Que fuera del gusto todos, eso ya era un asunto totalmente diferente.
Iba a regresar a al grupo de personas en donde antes había estado conversando, pero una dama se acercó a hablarle. Con los ojos muy abiertos por la sorpresa y devolviéndole la sonrisa que le había dedicado ella misma, escuchó los elogios que tenía para con él. Aquello había sido realmente inesperado y llenó a Thibaut con una sensación difícil de describir. Que alguien estuviera tan agradecido de que hubiera tocado aquella tonada como para ir a decírselo, por mucho que fuera alguien desconocido el intérprete, era un gran halago.
-Muchísimas gracias madame, por sus amables palabras. Nada mejor para un músico que a alguien le guste su interpretación- le dijo, devolviéndole la pequeña reverencia que la muchacha le había hecho. La chica, ahora que la miraba, era muy hermosa. Su vestido del mismo tono rojo que la sangre, parecía acentuar todas las características favorecedoras en ella y hacía que su piel tomara un tono en extremo níveo. -¿Y a quién tengo el placer de agradecer por sus hermosos halagos, madame?- agregó, seguro de que la había visto antes, pero seguro también de que antes no habían cruzado palabra.
Thibaut Beaudelaire- Humano Clase Alta
- Mensajes : 126
Fecha de inscripción : 29/02/2012
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El misterio de una tonada desconocida
- De rien, no hace falta que me dé las gracias. Es justo que le halague por tocar tan hermosa melodía, monsieur. - Le decía sonriendo mientras que le hacía otra pequeña reverencia. - Saint 'jdor, Judith Saint 'jdor. Para servirle en lo que necesite, monsieur. -
Le ofreció su brazo para que se agarrara mientras que caminaban por el extenso salón donde estaban esa noche, quería tener una conversación con él, dedicarle algunas palabras y poder entablar una excelente e interesante conversación con aquel pianista. Vió que de un lado a otro del salón, paseaban con bandejas en mano los camareros que esa noche trabajaban a disposición de la alta alcurnia y tomó una copa de champagne de ella, haciéndole un gesto para que él también tomara otra.
- Y usted, ¿Quién es? Aún no me ha dicho con quién he tenido el placer de toparme esta noche, quién me ha maravillado tocando esa hermosa melodía. ¿Acaso osa a no decirme su identidad? - Le decía riendose divertida mientras que le daba un sorbo a su copa.
Pasaron por un lado a otro del salón, dirigiéndose a una de las puertas que llevaban a los grandes jardínes reales. Le encantaba aquel lugar a Judith, cada vez que tenía que asistir a una fiesta de la realeza, no dudaba en pasar el mayor tiempo en el que estaba alli, danzando por los grandes jardines, metiéndose incluso por el laberinto que había porque le agradaba la sensación de perderse aunque supiera donde estaba y por donde debía de salir luego.
- ¡Ven, sigame monsieur! Me gustaría conversar con usted en un sitio más tranquilo que este, no me gusta conversar en sitios que hay mucho jaleo y ruido. ¿Le parece bien? - Le dijo mientras que le hacía un gesto de aprobación a uno de los guardias reales que estaba en la puerta, vigilando y dando aprobación a los que querían salir a los jardines.
Le ofreció su brazo para que se agarrara mientras que caminaban por el extenso salón donde estaban esa noche, quería tener una conversación con él, dedicarle algunas palabras y poder entablar una excelente e interesante conversación con aquel pianista. Vió que de un lado a otro del salón, paseaban con bandejas en mano los camareros que esa noche trabajaban a disposición de la alta alcurnia y tomó una copa de champagne de ella, haciéndole un gesto para que él también tomara otra.
- Y usted, ¿Quién es? Aún no me ha dicho con quién he tenido el placer de toparme esta noche, quién me ha maravillado tocando esa hermosa melodía. ¿Acaso osa a no decirme su identidad? - Le decía riendose divertida mientras que le daba un sorbo a su copa.
Pasaron por un lado a otro del salón, dirigiéndose a una de las puertas que llevaban a los grandes jardínes reales. Le encantaba aquel lugar a Judith, cada vez que tenía que asistir a una fiesta de la realeza, no dudaba en pasar el mayor tiempo en el que estaba alli, danzando por los grandes jardines, metiéndose incluso por el laberinto que había porque le agradaba la sensación de perderse aunque supiera donde estaba y por donde debía de salir luego.
- ¡Ven, sigame monsieur! Me gustaría conversar con usted en un sitio más tranquilo que este, no me gusta conversar en sitios que hay mucho jaleo y ruido. ¿Le parece bien? - Le dijo mientras que le hacía un gesto de aprobación a uno de los guardias reales que estaba en la puerta, vigilando y dando aprobación a los que querían salir a los jardines.
Judith Saint 'jdor- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 07/08/2011
Edad : 168
Localización : Al caer la noche, por cualquier parte.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El misterio de una tonada desconocida
Aquella era una situación bastante poco convencional. Generalmente las señoritas de sociedad tenían que esperar a que fueran presentadas a los caballeros antes de poder hablarles, pero Judith (como había dicho que se llamaba) no parecía hacer caso a esos escrúpulos. Estaba seguro de que la había visto antes en algún lugar, probablemente en otra fiesta, pero de lo que si podía jurar era que nunca antes le había hablado. Por eso le había tomado tanto por sorpresa que se acercara sin ningún acompañante a presentarla. Pero en realidad no veía el daño en aquello, así que lo dejó pasar.
-Mi nombre es Thibaut Beaudelaire, mademoiselle, de Rhône-Alpes- le respondió, contento de que se tomara de su brazo y empezaran a caminar por la habitación. Quizás no lo conociera a él, pero la familia Beaudelaire de Rhône-Alpes era una familia antigua y conocida, así que quizás el nombre le sonaba familiar. Cuando se acercaron a uno de los criados, Thibaut imitó a la señorita y tomó una copa de champagne para él también. Tomando un sorbo, le dirigió una sonrisa al grupo de amigos con los que había estado conversando, como diciéndoles que volvería a su compañía en un rato más.
Pero cuando sintió como Judith lo guiaba hacia los jardines, no pudo más que alzar una ceja. Estuvo a punto de preguntarle si aquello hubiera sido considerado apropiado para una señorita como ella, dirigirse hacia los jardines con un caballero que apenas conocía. Aunque luego escuchó sus razones y se sintió algo más aliviado, iba a asegurarse de que cuando estuvieran afuera siempre se encontraran en algún lugar bien visible desde las ventanas de aquel edificio.
-Por lo visto, es una gran admiradora de la música, mademoiselle Saint 'jdor, ¿toca usted algún instrumento?- le preguntó, mientras salían hacia la terraza que daba a unas grandiosas escaleras de mármol blanco, que dirigían hacia el principal camino del jardín. La terraza de por si era bastante grande, y había gente ahí también, aprovechando el frescor de la noche. Sus pasos eran lentos y su sonrisa era amable, mientras que daba otro sorbo a su copa.
-Mi nombre es Thibaut Beaudelaire, mademoiselle, de Rhône-Alpes- le respondió, contento de que se tomara de su brazo y empezaran a caminar por la habitación. Quizás no lo conociera a él, pero la familia Beaudelaire de Rhône-Alpes era una familia antigua y conocida, así que quizás el nombre le sonaba familiar. Cuando se acercaron a uno de los criados, Thibaut imitó a la señorita y tomó una copa de champagne para él también. Tomando un sorbo, le dirigió una sonrisa al grupo de amigos con los que había estado conversando, como diciéndoles que volvería a su compañía en un rato más.
Pero cuando sintió como Judith lo guiaba hacia los jardines, no pudo más que alzar una ceja. Estuvo a punto de preguntarle si aquello hubiera sido considerado apropiado para una señorita como ella, dirigirse hacia los jardines con un caballero que apenas conocía. Aunque luego escuchó sus razones y se sintió algo más aliviado, iba a asegurarse de que cuando estuvieran afuera siempre se encontraran en algún lugar bien visible desde las ventanas de aquel edificio.
-Por lo visto, es una gran admiradora de la música, mademoiselle Saint 'jdor, ¿toca usted algún instrumento?- le preguntó, mientras salían hacia la terraza que daba a unas grandiosas escaleras de mármol blanco, que dirigían hacia el principal camino del jardín. La terraza de por si era bastante grande, y había gente ahí también, aprovechando el frescor de la noche. Sus pasos eran lentos y su sonrisa era amable, mientras que daba otro sorbo a su copa.
Thibaut Beaudelaire- Humano Clase Alta
- Mensajes : 126
Fecha de inscripción : 29/02/2012
Localización : París, Francia
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Temas similares
» Una fría tonada... {Libre}
» Misterio [Libre]
» Conocida, Desconocida (Privado)
» Detrás del misterio [privado]
» Indiferencia o misterio(LIBRE)
» Misterio [Libre]
» Conocida, Desconocida (Privado)
» Detrás del misterio [privado]
» Indiferencia o misterio(LIBRE)
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour