Despertar ~•Libre•~

por **Ariel Ginebra Alonzo** Dom Jul 08, 2012 2:19 pm

Abrí los ojos. Sentía el frío recorrer mi columna vertebral, generando un escalofrío que me hizo temblar. Estaba tirada en el suelo, cruzada de brazos, la cabeza me dolía y no entendía el por que. Trate de incorporarme lentamente, todo a mi alrededor giraba. No paso mas tiempo que me hundí en un mar de preguntas -¿Donde estoy? ¿Que pasó?... ¿Quién soy?

Puse mi diestra sobre mi nuca, esperando así vagamente aliviar el dolor, un dolor que comenzaba en mi frente y recorría por completo mi cabeza, los ojos me ardían y sentía como mi garganta estaba seca, vaya Dios a saber hace cuanto había estado ahí tirada. Trate de humedecer mis labios y tragar saliva, pero estaba muy sedienta y esto me costaba demasiado. Abrí los ojos en su máxima expresión, mientras las pupilas se contraían, acostumbrándose a la luz del crepúsculo. El paisaje era hermoso, el cielo se teñía de colores cálidos, parecía una obra de arte.

Lentamente caía en la cuenta de que estaba sola, en un lugar desconocido y no recordaba ni siquiera mi propio nombre. Mi corazón comenzó a acelerar su ritmo, mi respiración se agito lentamente, los nervios me carcomían el alma. ¿Que se supone que tenia que hacer ahora? ¿A donde iba a ir? mis pensamientos fueron interrumpidos por el rugir de mi estomago, necesitaba comer algo. Puse ambas manos sobre él mientras me inclinaba hacia adelante, apretando con fuerza.

Me senté en posición fetal, abrazando mis piernas, moviendo mi cuerpo hacia adelante y hacia atrás, esperando así poder calmarme. Las lagrimas no tardaron en brotar de mis ojos, recorriendo mis mejillas, un llanto silencioso. Posaba mis ojos sobre las rodillas y ejercía presión sobre ellos mientras apretaba mis dientes y ahogaba un grito de desesperación.

No había mucha gente en el lugar, pero la poca que pasaba me miraban como si fuese algo raro, ninguno se detuvo a ofrecer ayuda, otros observaban con despechos, indignados, como si yo tuviese la culpa de lo que me estaba pasando. No sabia como reaccionar, estaba desesperada y con lo único que podía desahogarme en ese momento, era con mis lagrimas. Respire profundo entre sollozos y continué llorando, haciendo caso omiso a lo que pasaba a mi alrededor.

por **Giang Sulli** Dom Jul 08, 2012 10:09 pm

Asesina a rienda suelta era lo que aquella mujer era, vampiro despiadado, sedienta de aquella sangre humana la cual provocaba placer en su ser, la cual inconscientemente cegaba su ser transformándole lentamente en aquel “diablo” por el cual era llamado, transformándose en aquel ser conocido por toda Asia indias y Europa, sin embargo aquel ser tenía un defecto, aquello trataba de la compasión, impidiéndole a aquella muchacha asesinar, más aun cuando veía a alguien quien no merecía la vida, aquello para su ser era el pecado más grande por el cual continuamente atravesaba, encontrándose de forma selecta al momento de cazar, cosa que no era todo el tiempo pues atravesaba permanentemente por aquel estado de frenesí en donde no había ser que a su paso quedase con vida.
Aquella noche todo era normal, bastante más tranquilo que las noches anteriores, aquella muchacha para las alturas de la noche estaba satisfecha, habiendo con anterioridad bebido la sangre de dos humanos vagabundos para luego haber ingerido aquel licor similar a la sangre, por lo cual su existencia y convivencia con la especie humana para aquel entonces era imperceptible, simplemente logrando ser notaba por su belleza asiática natural que poseía, por aquellos ojos avellana intensos y su piel similar a la nieve. Caminaba aquellas horas, con un dejo de preocupación puesto la noche avanzaba y el claro de luz estaba cerca, teniendo bastante presente que aquello podría significar la muerte para aquel ser, por lo que llevaba con ella aquella capucha negra la cual cubría su ser o era la encargada de cubrirla hasta que llegase nuevamente a su morada, sin embargo aquella noche al encontrarse cercana al crepúsculo le llamo la atención aquella muchacha quien lloraba, quien se notaba frágil, hambrienta provocando en su interior que este mismo se conmocionara, comenzando a ser presa de aquel sentimiento de compasión por el cual pasaba cada vez que se encontraba satisfecha, exhalando tras esto aquel suspiro profundo para desviar su camino hasta aquella tienda de pan francés sabiendo que para los humanos aquello era algo delicioso para su paladar, consiguiendo de forma gratis con aquellos ojos los cuales hipnotizaban a los humanos aquel trozo de aquella masa, para luego simplemente acercarse a la muchacha, llevando ambas manos hasta el botón de su capa, colocándosela encima, dejando frente a ella en un solo movimiento aquel trozo de masa, articulando de forma suave- Ven conmigo.. No preguntes.. simplemente ven- tras formular aquello solo elevo su mirada nuevamente notando como cada vez estaba más claro, queriendo apurarse en llegar a sus aposentos-

por **Ariel Ginebra Alonzo** Lun Jul 09, 2012 11:49 am

De la nada apareció una muchacha tan pálida como yo, o incluso más aun. El olor del pan recién horneado llamo mi atención, generando un dolor mas agudo en mi estomago. Alce la mirada para ver sus facciones mientras me cubría con su capa y extendía sus brazos para acercarme el alimento. Sin pensarlo dos veces, casi desesperada lo tome de sus manos y lo lleve a la boca sin importar de donde provenía, podía sentir la agonía por la falta de energía de mi cuerpo.

Prácticamente no masticaba, solo tragaba la masa, era deliciosa. Mientras hacia ésto, observe su rostro, podía notarse un aire de preocupación en él, luego se dirigió a mi con sus palabras, suaves y pausadas. No tenia muchas opciones, pero tampoco podía confiar en cualquier persona por haberme ayudado en ese momento, pero mi otra opción era quedarme en el mismo lugar donde estaba, mientras continuaba llorando y esperando a morir.

-Muchas gracias- Dije luego de haber comido la mitad del pan, observe el cielo, el sol se acercaba, no sabría decir cuando fue la ultima vez que había visto un amanecer. El claro del día ya se comenzaba a notar y la brisa soplaba sin cesar chocando contra mis cabellos, generando una danza con ellos al moverse a su ritmo. Cerré los ojos mientras sentía como lentamente mi estomago iba saciándose.

-No tengo un lugar a donde ir- dije timidamente, respondiendo a su invitación -Tampoco tengo forma de pagar por esto- mire al pan y luego al suelo -No tengo nada- concluí apenada, con un hilo triste y la voz quebradiza. Me apenaba la situación, no me gustaba. Pero a parte de eso, por mas extraño que pareciese, esa chica generaba algo raro en mi, su ser, no era alguien normal, no todas las personas se acercan a un vagabundo, porque eso era yo, una chica sucia que estaba al intemperie sin nadie que la socorra.

por **Giang Sulli** Lun Jul 09, 2012 4:28 pm

Ante la reacción de la muchacha su interior se conmociono, aquello tan necesario para los humanos ahora era entregado a la chica como azúcar para los colibrís, algo tan necesario, algo tan vital como la sangre para aquel ser, sin embargo no todo era ternura ni compasión, dentro de aquella muchacha estaba comenzando a albergarse el sentimiento de preocupación, de acongoja miento, puesto aquellos rayos solares prontamente saldrían y su piel para aquel entonces comenzaba ya a opacarse, decidiendo tras esto girarse y murmurar dándole la espalda a la muchacha, articulando de forma seria- Solo sígueme- Tras esto comenzó aquel paso casi apresurado, siempre esperando a la muchacha, colocando sus orbes por inercia en un carmesí intenso con el único propósito de aguantas un poco más aquellas luces que poco a poco se iban intensificando, teniendo aquel cuidado de esperar a la menor, cubriéndose además lo que más podía dentro de aquella capa, teniendo por demás en claro que aquello para un vampiro común no era muy normal, mucho menos lo que a la muchacha le haría.
Al pasar unos segundos tras haber avanzado hasta llegar a aquella mansión la cual mantenía aquellas cortinas negras cerradas, solo sentencio a la mujer que le siguiera hasta el interior de esta, encontrándose tras unos minutos dentro de estas sabiendo que había entrado al momento justo en donde los rayos solares aparecieron inundando cada parte de aquella ciudad, provocando así que aquella muchacha lograse casi con dificultar cerrar todo aquel lugar, dejando a la otra muchacha en una completa penumbra, simplemente para acercarse a ella sonriendo de forma amplia, dejando a la vista de esta aquel ser vampírico, contestando de forma severa a lo que antes ella había dicho- No quiero que agradezcas, ahora lo tienes yo te necesito y tu a mi- sentencio aquello puesto era cierto, los sirvientes de su hogar habían comenzado a divulgar rumores puesto aquella muchacha solo se le veía de noche además de que era tan blanca como la nieve; teniendo producto de esto contemplada a la chica para acabar con ello, llamando tras esto a una de sus sirvientes más fieles, quien sabía que era ella para presentársela a la muchacha- Soy sulli, ella es Emilie te ayudara, te comprara comida te dará ropa y abrigo, por el día se la señora de esta casa y por la noche solo intenta que no te cruzarte en mi camino cuando ando hambrienta- mintió con un poco de hipocresía puesto no podía dejar a la muchacha en la calle menos cuando se encontraba en aquel estado de calma por el cual pasaba cada vez que se alimentaba, sabiendo que aquello era una escusa y también una necesidad para aquel ser quien debía luchar por no ser descubierta-

por **Ariel Ginebra Alonzo** Lun Jul 09, 2012 4:58 pm

Pude terminar de degustar el pan justo cuando la extraña me daba la espalda y e una forma mas severa me pedía que la siguiese, no iba a dar mas vueltas en el asunto, sabia que iba a terminar haciendo eso de todas formas. Me puse de pie con un poco de dificultad, el dolor de estomago había cesado, pero tenia las piernas entumecidas, no tenia idea del tiempo en el que había estado tirada en el suelo.

Me costo un poco seguirla, yo seguía débil y ella se notaba con mucha energía, a parte de nerviosa. Llegamos hasta una mansión, era realmente enorme, no pude evitar quedarme a unos metros alejada de ella mientras abría la puerta, para poder ver hacia arriba con la boca abierta. Cuando noté que ella ya había entrado me apresure para seguirla, cerro la puerta a mis espaldas y comenzó a tapar toda entrada de luz solar, dejando en una gran oscuridad la casa.

Mis pupilas se dilataron para poder acostumbrarse a la falta de luz, me costo un poco ver en un principio, cuando pude hacerlo tenia a la extraña delante mio, sonriendo. Al ver sus dientes aclare mis dudas, pero ¿Era cierto lo que veía? sus colmillos eran lo bastante grandes y afilados como para cortar lo que se le pusiera en su camino, o a quien se le pusiera en este.

La cuartada era perfecta, una indigente en una plaza llorando, una vampira quien la lleva a su casa para alimentarse de ella y luego asesinarla. ¿Quien iba a preguntar? a nadie le importaría, yo iba a ser su cena y ya no podía hacer nada. Di unos pasos hacia atrás mientras escuchaba su presentación, según ella nos necesitábamos mutuamente, claro, quería verme fuerte para poder saborear mejor mi sangre.

Luego una mujer mas apareció ¿Otro vampiro? no podía creer en lo que Sulli me decía, no podía confiar que Emilie iba a ayudarme, era una cuestiona de razonamiento. -¿Por que haces esto? ya me tienes donde querias mire al suelo -Jugaste con migo Dije por lo bajo, sin importar si me escuchaba o no. -Acaba con esto ya, sin vueltas.- Agregue en un tono desafiante, no quería ser su muñeca a la que mataría luego.

Mi corazón comenzó a latir con mas fuerza, estaba nerviosa, aunque trataba de mantenerme con calma, no tenia miedo a la muerte. Cerré mi puño con fuerza, pero al instante sentí dolor, mire mis manos, mis uñas, no eran normales, mas bien parecían ser... garras. Mis palmas se habían puesto coloradas por la presión, sabia que si me lastimaba la vampira iba a reaccionar al oler mi propia sangre.

por **Giang Sulli** Mar Jul 10, 2012 4:16 pm

Aquella muchacha se quitaba su capa entregándosela a Emilie sonriéndole a la mujer de ya avanzada edad de forma tierna para luego llevar ambas manos y acomodar su cabello hacia un lado mientras escuchaba a la muchacha musitar aquellas palabras, quienes no dio con importancia alguna enfocando su mirada carmesí en esta, notando por primera vez aquellas orbes bicolor que esta poseía, recordándole de cierta manera a la primera vez que vio los ojos transformados de Emilie su fiel sirvienta, quien a su lado llevaba más de 40 años, decidiendo esbozar una sonrisa engreía hacia la muchacha formulando aquellas palabras tan frías como su piel- Muchacha engreía y arrogante, estas libre de largarte a las calles nuevamente- tras esto se giro y simplemente de un solo movimiento se coloco detrás de aquella muchacha llevando una de sus frías manos hasta su cuello murmurándole en el cuello de esta misma cercana a su oído- en un solo movimiento y este precioso cuello de cisne estará destrozado- tras esto se alejo nuevamente de aquella muchacha caminando hasta aquel sofá observándola mientras bebía aquella copa de vino que acostumbraba simplemente “para bajar la comida”

Había suspirado, quería tranquilizarse sabiendo que aquellas manos anexas a las propias prontamente se herirían y aquella muchacha de controlaría, llevando en esto casi 1500 años, consiguiéndolo siempre y cuando se tranquilizara, fulminando en aquel lugar con la mirada a la muchacha, volviendo a sentenciar de forma seria-“ Emilie es como tu””mate a su familia cuando tenía 4 años y la traje conmigo”” no te matare pero si quieres lárgate, si no ya te he dicho te necesito como señora de esta casa por el día”- tras esto bebió un trago mas de aquel vino, cruzando una de sus piernas por sobre las otros, esperando de forma tranquila y pausada aquella respuesta u acción que la menor debiera tener respecto al momento tan extraño que se estaba viviendo más aun al tener presente que aquellas mujeres eran desconocidas la una con la otra

por **Ariel Ginebra Alonzo** Miér Jul 11, 2012 3:09 pm

Las cosas a continuación pasaron demasiado rápido, mustió un par de palabras y luego la tenia sosteniendo mi cuellos amenazante. Mi corazón latía sin parar, no pude evitar sentir miedo por mas que no quisiera. Sin mas que hacer apreté mis puños nuevamente, cuando observe a la vampira yendo a su sofá. Sentí como mis uñas esta vez se habian clavado en mi palma, haciendola sangrar levemente. Abri el puño y moví de un lado hacia el otro los dedos, observando como la herida cicatrizaba lentamente -Imposible- susurré, sorprendida por lo que me estaba ocurriendo.

Volví la mirada hacia la joven -¿A que te refieres cuando dices "como tu"? no lograba entender lo que sucedía, tal vez Sulli me conocía, o sabia de donde venia. No podía marcharme en ese momento, necesitaba algunas respuestas que estaba dispuesta a obtener. -¿Como es que puedo confiar en que no me harás daño? pregunte luego, frunciendo el ceño.

Di unos pasos para acercarme a ella, esperando a unos metros de distancia, manteniendo la guardia alta, expectante a cualquier tipo de movimiento que pudiese articular Sulli, esta vez si hacia algo iba a estar mas atenta, no me iba a coger por sorpresa.

por **Giang Sulli** Miér Jul 11, 2012 11:01 pm

Tus heridas, no recuerdas cierto- tras formular aquello se esbozo sobre su rostro aquella sonrisa macabra que tanto le caracterizaba, decidiendo acomodarse aun más en aquel lugar, observando cómo tras esto Emy traía una vela, con el simple propósito que la muchacha se encontrase más a gusto, puesto la fóvea lumínica para aquella vampira era hasta cierto punto tolerable y aquello su fiel sirvienta lo sabía, sin embargo estaba en busca de una persona quien pudiese suplantarle como señora de aquella mansión sin más sospechas de sus demás sirvientes quienes habían sido contratados en aquel lugar que ahora era su hogar-

Contéstame esto, si te hubiese querido asesinar primeramente no te traería a este lugar, entonces ¿por qué crees que aun no lo hago?- tras aquello solo cruzo sus brazos por sobre su pecho observando alguna reacción de la chica, aquellas orbes bicolor le llamaban la atención, más aún porque le traían nostalgia y le provocaban interiormente un cierto sentimiento de culpa, sin embargo en aquel momento solo dependería de aquella muchacha quedarse o irse de aquel lugar, para luego de algunos segundos volver a articular- Emy muéstrale- tras esto solo enfoco su mirada carmesí y sádica en aquella mujer observando como en segundos se transformaba en una bella serpiente albina, para luego observar con detenimiento a la mujer- Entonces ahora me creerás que ella es como tú, por ella no te he asesinado, puesto aprendí a controlar mi sed por las personas como tu- dijo sin mayor problema llevando nuevamente aquella copa se mi vacía de vino hasta sus labios

por **Ariel Ginebra Alonzo** Jue Jul 12, 2012 10:50 am

Su risa me disgustaba, sentía como ella se burlaba de mí al no recordar lo que era ¿Era un monstruo como ella? Hice caso omiso a su pregunta, era para entrar en una discusión innecesaria del por que no me había matado en la plaza. Emilie hizo su aparición con una vela, podía observar mejor la expresión de mi anfitriona, quien le ordeno a la mujer que me enseñase su poder.

Abrí mis ojos a su máxima expresión, estaba sorprendida a lo que vi a continuación, la mujer se había transformado en una serpiente, blanca y hermosa, pero aterradora a la vez, di unos pasos hacia atrás, dando un suspiro de sorpresa y llevando una de mis manos a la altura de mi corazón. Mi sorpresa fue interrumpida por la voz de Sulli, quien me daba sus razones por la cual no me había asesinado aun.

-¿Cómo sabes que yo hago eso? ¿Cómo es que lo puedo hacer? Si yo podía transformarme en una serpiente, quería hacerlo, como hizo Emilie, a propia voluntad, eso podría ser de gran ayuda, hasta podría recordar algo de mi pasado. Me acerque mas a la joven, me arrodille en el suelo a un metro aproximadamente de ella, esperanzada en que pudiese recibir su ayuda.

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