Jugando con el inconciente ~•Libre•~

por **Ariel Ginebra Alonzo** Lun Jul 09, 2012 3:27 pm

No recordar nada de mi vida antes de la plaza era algo que me mantenía bastante preocupada, no sabia ni siquiera como me llamaba. Pero eso no podía detenerme por siempre, ahora estaba en París, tenia la oportunidad de volver a comenzar con mi vida desde cero, había renacido y me estaba re descubriendo. las sensaciones, los olores, el paisaje, todo era nuevo para mi, no conocía mis propios limites ni el contexto en donde me encontraba. Con mis pensamientos se dibujo una gran sonrisa en mi rostro, estaba dispuesta a volver a la vida.

Había llegado al lago, parecía un lugar bastante tranquilo como para poder jugar conmigo misma, me sentía un poco aburrida. Comencé a saltar, de a poco y tomando mas fuerza para llegar mas alto, en el punto justo, cuando dejaba de subir y aun no comenzaba a bajar, marcaba una figura distinta cada vez. Un spagat, carpa cerrada, grech y la gacela fueron algunas de ellas, luego seguí estirando mi cuerpo, me sorprendía la elasticidad que podía llegar a tener.

Tomé mi tobillo por detrás de mi espalda, y tirando el torso hacia adelante la levante, dejando perfectamente alineado una pierna con la otra. Al hacer esto una serie de imágenes se me vinieron a la cabeza, yo solía contorsionar mi cuerpo, disfrutaba haciendo esto. Recordé nombres y posturas de las cosas que había aprendido anteriormente, me recosté sobre el suelo con la espalda a puntando al cielo, elevé mis piernas por detrás de mí y las lleve justo delante de mi cara, manteniendo el equilibrio.

No pude evitar reír a carcajadas al ver de lo que era capaz y que mi memoria no estaba tan dañada como yo pensaba, si seguía haciendo este tipo de cosas puede que recuerde mas sobre mi pasado, sobre mi vida. Podía sentir una extraña sensación parecida a la adrenalina recorriendo todo mi cuerpo, quería seguir moviéndome de esa forma, poder ser libre, expresarme como mas quisiera, quería bailar. Pero estaba en un lugar publico, quien quiera que pase podría pensar que estaría haciendo algún ritual de magia negra, acusarme de bruja, o podrían tomarme como un fenómeno y encerrarme en una jaula para exponerme en un circo. Por el momento esto iba a ser un secreto, mio y de mi nueva vida.

por **Memnock Crowley** Miér Jul 11, 2012 6:12 am

Tenía demasiada resaca y necesitaba una jodida buena sesión de relax. Relax y agua para nadar, mucha agua. Me disponía andando con tranquilidad, con una ropa muy cómoda y fácil de quitar, sin sombrero, sin bastón, sin anillos, solo una camisa de fieltro negra y unos pantalones muy anchos de seda negra con bordados dorados, unos zapatos viejos y desvencijados y mi pelo al viento, que he de decir sonaba y pegaba con notable fuerza. Y de repente noté algo, como cuando noto algo, dícese de extraño, de diferente, y me escondí un algo, observando con cautela a mi alrededor.

Y allí estaba, una mujer, de unos 20 años recién cumplidos, dando saltos completamente imposibles para un humano. Pero no parecía peligrosa, de hecho parecía completamente inofensiva. Pero nunca hay que dejarse guiar por las apariencias, ni mucho menos.

Por mera cautela, cogí una pequeña daga que siempre llevaba atada al muslo y la hice levitar y estar en constante quietud, 10 cm sobre el suelo, tras un arbusto, por si en cualquier momento tuviera que salir dispara hacia algún lugar.

Así que me atreví a acercarme a la chica justo cuando esta terminó de hacer formas imposibles en el aire, aplaudí tres veces, irónico, cuando estuve más cerca *Plas, plas, plas* -Bravísimo, cualquiera no podría moverse con tanta elegancia y potencia, así, sin siquiera calentar- Reí, pero con mis pies de plomo y la daga levitando tras un arbusto, a 2 metros de distancia.

por **Ariel Ginebra Alonzo** Miér Jul 11, 2012 2:53 pm

Mi secreto no iba a estar tan oculto, escuche las palmas de una persona que se acercaba, unas palmas que hicieron que volteara súbitamente, un tanto asustada y agitada. Abrí los ojos en todo su esplendor, dejando notar la diferencia de colores que tenia el uno con el otro, observando con mayor detalle a la persona que se me acercaba.

Algo en mi me advertía que esa persona podía llegar a ser alguien peligrosa, pero no sentía el temor, mas bien, iba precavida. -¿Y como es que sabe alguien como usted que no calenté previamente? ¿A caso me ah estado observando hace mucho tiempo? Pregunte curiosa, con media sonrisa en mi rostro.

Me acerque a él con cautela, dejando unos metros de distancia entre ambos, para luego caminar, trazando una circunferencia a su alrededor, observando su vestimenta y sus actitudes. Evaluando al desconocido como cualquier animal lo haría ante una amenaza.

Una vez terminado mi escaneo general, frene a su derecha, observando con la cabeza de lado con un aire serio, que fue interrumpido por una pequeña sonrisa. -¿Que es lo que eres? Naturalmente sabia que un humano normal no podía ser, por lo visto los vampiros ya no eran cosa de cuentos, pero éste no parecía ser uno de ellos, ya me había topado anteriormente con otros y las sensaciones son totalmente distintas.

por **Memnock Crowley** Miér Jul 11, 2012 3:09 pm

Me estaba observando como un animal a otro ser de distinta calaña, decidiendo que era sensato, huir, atacar, morder, entablar conversación, tal vez. Vistas las piruetas y su comportamiento debía ser una cambiaformas, o un licántropo. Si era una cambiaformas nos llevariamos bien de seguro... pero si se tornaba de lobo, seguro que habría una ardúa pelea de por medio.

Le sonreí -Solo un humilde hechicero, señorita medio-animal- Reí a carcajadas
-No debes asustarte, solo soy un curioso, un charlatán y un pendenciero, pero no mucho más- No bajé la guardia, el cuchillo seguía flotando tras el arbusto, pero era difícil concentrarse, si perdía la cabeza por un momento podría caerse de forma demasiado violenta y oírse el ruido del metal cayendo, y eso, sería una falta de respeto. O mucho peor, que saliera disparado hacia algún lugar, eso, sí sería un problema.

-Y si no te importa, ya que veo que estás sola, podríamos sentarnos algo aquí, juntos, hace un tiempo del más placentero lujo. Solo sí tu quieres, claro, sin compromisos-

Le sonreí.

por **Ariel Ginebra Alonzo** Miér Jul 11, 2012 5:14 pm

Hechicero, no sabia si en verdad había despertado o estaba sumergida en un largo sueño, en un mundo de fantasías donde todos los mitos y cuentos eran reales, que mas podía esperar ¿Hombres lobos y hadas? -No estoy asustada, simplemente, me prevengodije en forma pausada y con un hilo de voz calmo. Pero me había extrañado mas lo de "medio-animal" ¿Me estaba diciendo bruta? -No soy animal, tengo mis modales también sentencie con un halo sobrador.

Mi sexto sentido aun me advertia, no podia estar confiando en alguien como él, algo estaba haciendo como para que me altere. -No voy a confiar en alguien que se este defendiendo de mí. dije tratando de adivinar cual era su movimiento sorpresa, mirando hacia un costado, esperando encontrar algo más que un simple hechicero.

Volví mi mirada hacia él, manteniendo la sonrisa, un tanto mas sombría que antes, algo mas amenazante tal vez. No era yo la que hacia eso, era otra parte de mi, algo o alguien que me defendía, era demasiado insegura y no podía fiarme tan fácilmente de alguien que dice ser un hechicero, un brujo. Pero había una realidad, me tomo por sorpresa y si me hubiese querido hacer daño, no estaríamos en esta situación, tuvo la oportunidad pero aun así, decidió aparecer para hacerse notar y confesó su ser. Era un punto a favor que llevaba el muchacho.

por **Memnock Crowley** Jue Jul 12, 2012 5:25 am

Sonreí aliviado -Al menos se había dado cuenta- pensé. Tenía esta muchacha unos instintos fuertes, pero nada de agresividad en vena, o al menos, eso parece, y eso me dice, que no tiene mucho de medio lobo, la pobre chiquilla.

Con decisión, un destello azulado cruzó mis ojos, un flash, un acompañante de mi mano, que trazaba una cadena invisible con la daga, ahora bajo los hiles de una pobre alma errante, bajo mi poder. Y voló la daga tras el arbusto hasta mi mano, le sonreí a la dama - Siempre, hay que llevar un mínimo de precaución - y me guardé la daga en el gemelo derecho.

Me acerqué algo más a ella y posé mi mano derecha en su hombro izquierdo, con la máxima delicadeza posible.

- No temas querida... veo en tus ojos la pérdida del rumbo, y yo perdí el de mi vida hace tiempo. Solo busco el regocijo de la cálida mente, de una persona que ve más allá de los ojos de un humano - Le dije, sonriendo, dedicándole mi sonrisa más sincera, y haciendo uso en parte de mis poderes de encandilamiento.

por **Ariel Ginebra Alonzo** Jue Jul 12, 2012 10:58 am

Una daga apareció ante nosotros, volando, un hechizo. En cuanto la guardo mis sentidos se relajaron, no sentía esa amenaza constante. -La precaución puede salvarnos la vida le respondí con una media sonrisa en mi rostro, no me había molestado su actitud, me sentía orgullosa conmigo misma al saber que podía sentir ese tipo de cosas, las amenazas en contra de mi persona.

Al acercarse a mi no baje la defensiva, estaba lista ante cualquier posible ataque, aunque tampoco sabría como reaccionar. Simplemente esperaba poder confiar en sus palabras. Posó su mano sobre mi hombro cuando habló, algo en él pudo captar mi atención, algo en él me decía que estaba haciendo algo conmigo, pero me gustaba y no podía reaccionar de otra forma mas que cediendo a sus palabras.

-¿Por que perdiste tu vida? no te veo tan mal Dije tratando de desconcentrarme un poco en lo que me pasaba, entablar una conversación podía llegar a un buen termino, tener como aliado a un hechicero también lo veía conveniente.

por **Memnock Crowley** Jue Jul 12, 2012 12:59 pm

Reí, tenía los iris mutados, uno de cada color, uno verde oliva y otro parecido al tono de cielo que habitaba hoy el firmamento diurno. La chica, a decir verdad era muy guapa. Notaba que mis propiadas innatas de Encandilamiento le hacían efecto, sin yo esforzarme, aunque de por sí, soy atractivo, o eso tengo entendido -No estoy muerto, he perdido el rumbo de mi vida. El destino me ha dado patatas, y yo me dedico a vivir la vida lo mejor que puedo, absorto en pequeños vicios, y momentos como este- Le dediqué una cálida y sincera sonrisa.

-Y no es por nada, pero son los ojos más interesantes y bonitos que he visto en una parisina, y disculpa mis modales. Soy Memnock, Memnock Crowley, vengo de Italia. París no está mal, pero hasta los varones portan demasiado maquillaje en sus cuerpos vacíos- Reí y saqué mi petaca, cogí aire, cargado de humedad, fresco. Mire al cielo, y le di un buen trago, que dejó un aroma a anís y absenta.

por **Ariel Ginebra Alonzo** Jue Jul 12, 2012 1:22 pm

Pase a sentarme mientras él hablaba, el suelo estaba frío, pero no me molestaba, otras personas se preocuparían por manchar sus ropas, en fin, yo no era la típica persona que se preocupa por esas cosas, sino que disfrutaba de lo que tenia, en ese momento, tenia un suelo que me esperaba y un hechicero que me hablaba.

Elogió mis ojos, lo cual hizo que me sonrojara, le dedique una sonrisa tímida y lo observe de reojo mientras concluía con su chiste. -Gracias Memnock Crowley, puedes llamarme Jade ese era el nombre ficticio con el que me bautice hasta saber mas de mi historia pasada, la perdida de memoria me jugó en contra varias veces ya. -Así es París, a mi me gusta. Tampoco tenia recuerdos de donde provenía, por lo cual no podía comparar con mi país de origen.

-Lo que acabas de ver, prométeme que sera nuestro secreto ya tenía pretensiones, como si fuésemos los mejores amigos. No quería que me acusen de un fenómeno, ni mucho menos de brujería. Aunque el fenómeno en este caso sería él, no sabia si podía usar sus poderes para poner a la gente en contra de uno. Habían muchas historias relacionadas que no sabia si eran verdad o no.

por **Memnock Crowley** Jue Jul 12, 2012 8:11 pm

-Jade, que bonito nombre, mi difunta maestra portaba un collar con propiedades, hecho a base de Jade- Sonreí satisfecho -Y por supuesto que está a salvo, madame, soy todo un caballero, un caballero en una tumba. Y sabes, yo realmente en París solo estoy por cosas como estas. Hay tanta gente, que entre multitudes, hay personas como tú, pequeñas estrellas difíciles de encontrar en el regio firmamento, pero tan brillantes como 20 de su derredor- Miré al suelo, vergonzoso por la osadía de decirle aquellas palabras.

Recuperé el contacto visual -Cielo, si me permites que te llame así, aunque la dulzura de tu color de piel ya pide el apelativo de por sí, hay algo en ti que me dice que estás si no asustada, confundida por algo, ¿Hay algo que yo pueda hacer por ti?- Sonriendo le dije, acto seguido cogiendo con ambas manos su mano derecha.

Estaba todo el rato comportandose con un gran escudo, escondiendo un algo importante, todo un secreto de esos jugosos que siempre quieres saber. Maldita curiosidad humana. A veces me planteo eso de dejar mi humanidad en una esquinita y transformarme en toda una criaturilla de la noche. Pero no, eso es imposible. Los vampiros tienen demasiada tolerancia al alcohol. ¡Me gastaría millones de francos en solo un mes! Reí para mis adentros, divertido por mi despotricación interior.

El ambiente estaba empezando a tornarse algo más frío, en una media hora el sol nos daría su despedida, poco a poco mostrándonos su colores crueles, el nararanja y el iracundo rojo, avisos de que toda la noche nuestra única protección iba a ser el velo de una luna plateada, menguante, y con una luz, casi ínfima.

Me abracé un pelín a ella, sin dar a entender nada fuera de contexto.

por **Ariel Ginebra Alonzo** Vie Jul 13, 2012 9:17 am

Mis mejillas se coloraron completamente al mencionar esas palabras, -Tenga cuidado messier, puede que se trate de una estrella fugaz. fue la única respuesta que se me ocurrió en el momento. Observe el suelo donde estaba sentada y comencé a jugar con el pasto, arrancando pequeños pedazos de él y lanzándolos al aire.

Cielo, un nombre mas para agregar a mi lista, ¿Mi nuevo nombre sería Jade Cielo? no era momento para ponerme a divagar. Sonreí con mis pensamientos y volví la mirada al hechicero. -Ciertamente asustada no estoy. hice una pequeña pausa, ¿Era conveniente confiar mis secretos en un desconocido? -Pero si confundida. agregue a los pocos segundos, dubitativa.

El sol se iba escondiendo poco a poco, el horario de protección al humano llegaba a su fin, el frío y la oscuridad de la noche se avecinaban y con ellos los vampiros, hambrientos. Para poder contarle mi historia necesitábamos mas tiempo, tiempo que no teníamos. Por lo cual no me explaye demacrado al responder. -Es algo demasiado complejo, algo que no podría confiárselo a cualquiera y mucho menos en horario de vampiros. Creo que me sabrá comprender usted señor Crowley.

por **Memnock Crowley** Dom Jul 15, 2012 2:16 pm

El sol se escondió del todo, y nos había dejado desamparados, a la vera de ojos que no ven de noche, y que no ven venir el peligro tan bien como otros, nuestros tristes y poco útiles ojos. Tenía razón, y de hecho, era mejor irse. No es que no pudiera defenderme, pero tampoco tenía el afán de arriesgarme el no sentir más mi respiración fluir en el día a día, en las calles parisinas, respirando aroma a absentha y maquillaje, lo cual... por mucho que me quejara, en el fondo, me encantaba.

-Espero que no sea fugaz, como la mayoría de cosas bellas hoy en día. No te esfumes, señorita, no todavía. Sería interesante que nos movieramos, no sería para mi interesante dejar de charlar ahora contigo- Le sonreí con aomplitud -Yo comprendo perfectamente, pero dame la buena dicha de acompañarme esta noche, sin pretensión alguna, querida- Reí levemente -Podrías confiarme una buena conversación, si quieres que te ayude, es otra historia, decisión tuya si contármelo es menester y si me dejas que te invite a un buen restaurante, con algo de vino y un par de sonrisas esperanzadoras para acompañar la charla, sería, al menos para mi, una excursión de puro lujo- Grácil y elegante, mi mano derecha se acercóa su mano izquierda, la tomó levemente, y la besé, justo encima del nudillo, sobre el dedo anular. Tenía la piel marfilina, fría y pálida, pero preciosa.

Y me quedé mirando fijamente a sus preciosos ojos, perlas preciosas perdidas, a diferencia de otras, en la superficie marítima, en tierra, impresionando de sobremanera mis sentidos.

por **Ariel Ginebra Alonzo** Dom Jul 15, 2012 6:46 pm

La noche no tardo en llegar, apresurada como de costumbre. Mire el cielo mientras la brisa hacia que mis cabellos danzaron junto a ella. Cerré los ojos para poder sentirla, intensa, mientras mi compañero hablaba. -Por el momento no pretendo esfumarme, aunque lo tendríamos que hacer antes de que alguien hambriento pase por este sitio. dije al abrir los ojos, mientras mis pupilas se dilataban para acostumbrarse a la luz.

¿No pretendía que me suelte conun extraño en verdad? el hecho de tener una charla no significaba que tenia mi confianza para poder contarle toda mi historia, era algo mas complejo que una invitación a cenar, aunque era una buena oportunidad para poder ir a conocer alguno de los restaurantes de París, no sabia en que momento podría darse esa oportunidad nuevamente. -Me parece una buena idea dije mientras tomaba mi mano y la besaba. Era una buena compañía por lo que se veía.

Comenzamos a caminar y le dedique una de mis mejores sonrisas, era un muchacho halagador en toda su expresión, correcto y parecía sincero. No veía el por que no podía disfrutar de la noche con él.

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