Betting Something [Fiolette]

por **Ahmet Arlovskaya** Jue Jul 12, 2012 12:34 pm

“El juego es como una adicción
Cuando empiezas a jugar no ahí nadie que te pare
¿Lo dejaras?”

Miradas, suspiros, latir del corazón, todo eso se escuchaba en una mesa, una mesa que se encontraba en la taberna donde se estaba realizando una parte de póker. Cuatro hombres mirándose, cada uno tenia cartas en sus manos, los ojos se movían como canicas, viéndose entre todos. Yo, estaba tan tranquilo, esta observando, sentando sobre la barra, con una sonrisa tan mía, mirando como las latidos de su corazón palpitaba cada vez mas rápido, los nervios, el temor de perder estaba a flote en esta taberna. Las demás personas se estaban comiendo sus uñas, ellos también estaba nervioso ¿Por qué? Los humanos y sus sentimientos creo que yo era la única persona que estaba tranquila, bebiéndome una copa de vino tinto, mirando solamente, me llama mucho la atención ese juego cuando me fui hace ocho meses de parís fue lo único que me acompaño en mi viaje una baraja, viendo cada carta, pensando que así era mi vida y cuando regrese me olvide por completo del juego, me dedique a seducir mujeres, matar gente y ahora me encuentro sentando observando una partida de póker.

“La excitación de ver un juego
Es más grande que cualquier cosa
Te engranas en eso y no hay nadie
Que te pueda sacar de eso”

Las cartas estaba echadas ya, el que estaba pidiendo gano, el que estaba ganando perdió, los otros dos solamente parecían unos costales de papas, sobran, el ganador se había levantando de su silla y parecía un crio feliz por ganar, claro hasta yo estaría así pero no me comportaría de ese modo tan….vulgar, termine mi copa dejándola sobre la barra, solo observando ese espectáculo que parecía comedia -Patético…-Susurre, poniéndome de pie y caminando hasta aquella mesa, todas las personas me miraban me sentía alagado haciendo que mi torso se hinchara de puro orgullo, me gustaba llamar la atención, ser el centro de atención me encantaba tanto, cuando estaba cerca solo el ganador estaba en la mesa- Oye tu…-No me iba a molestar por ser respetuoso con ese hombre, mi rostro estaba tranquilo, viendo el rostro sucio del hombre arque mi ceja derecha -Quiero jugar…-Observe como se rio de mi…¿Qué? Se estaba riendo de mi…-Vete a tu cama muchachito, estos no son lugares para que un crio como tu este aquí…-¿Perdón? Me estaba diciendo crio…claro, aparento de veinte años para atrás, de mis labios salió un risa hipócrita- Oiga usted no me manda, quiero jugar con el ganador y como vi, usted es el ganador-Vi como el hombre rodo sus ojos y se senté-De acuerdo, te hare perder, un crio como tu no sirve para estos juegos…anda entre mas rápido te apures mas rápido me iré a mi casa…-No dije nada, solo me senté enfrente de el, posando mis manos sobre la mesa, mire dos lugares desocupados mirando alrededor de la gente-¿Alguien juga?-Pregunte, mirando que un tipo gordo y medio tomado se sentó a mi lado derecho- Falta uno…-Fue lo único dije, esperando la otra persona…..

“La vida tiene un fin, como los juegos
Todo tiene un fin…menos la muerte”

por **Fiolette Himmel** Vie Jul 13, 2012 6:38 am

Esa... esa noche no era yo, sentía que necesitaba salir de mi casa, necesitaba salir y cuanto antes. Tenía como ansiedad, Filiberto se había ido a comer nada más la noche cayó, Brage estaba totalmente dormido y la nana lo cuidado con gran mimo. Todos los cabos estaban atados, ninguno desatado. Observé la luna llena de que reinaba el cielo y fruncí mi ceño ¿Acaso a mi también me afectaba la luna llena? Sin ninguna duda si debía tener cuidado esa noche con los hombres lobos que a causa de su maldición las bestias que tenían dentro, salían a flote y cazaban a matar fuera cual fuera la persona que tan cercana fuera para ese ser.

Inquieta, podría decirse que si que lo estaba sentía que algo estaba por ocurrir, algo importante pero no sabía decir lo que podría ser, solo que algo me presionaba el pecho como intentando decirme cualquier cosa para que estuviera totalmente alerta sobre lo que pudiera pasar aquella noche. Decidí que lo mejor era que saliera a que me diera el aire, quizás así se me pasaba aquello que no me dejaba dormir y me hacía dar vueltas una y otra vez en la cama. Me vestí con la ropa de montar, es decir, chaqueta,camisa, pantalones y botas, no es que tuviera un caballo pero cuando salía sabiendo que algo podía pasar no era lógico que pudiera defenderme con libertad metida en un vestido, llena de ropa.

Cogí una de las espadas que Filiberto tenía y que nunca llegó a utilizar por no haber aprendido con tal perfecta arma, tan hermosa y peligrosa a la vez... La agarré a mis caderas y marché de mi hogar sin hacer ningún ruido, sin molestar a su bebé que le dio un beso en la frente antes de marcharse. Salió en dirección a la ciudad, en las calles donde el tránsito a esas horas aún era un poco normal. Dí vueltas por las calles de París, sin encontrarle sentido a lo que hacía ni a lo que quería en realidad, me decanté por ir a la calle donde más tabernas había y me decanté por una teniendo un sentimiento raro por aquel lugar. Abrí la puerta de la taberna y entré sin llamar a atención aunque eso fue bastante difícil pues una mujer en esos sitios y a esas horas era verdaderamente anormal, lo sabía.

Era como cualquier otra taberna, tenía los típicos borrachos que parecían parte de la propia decoración de cualquier sitio que fuera de baja clase o de media, olía para mi gusto mal, parecía que el lugar no se había limpiado en unos días, al igual que la barra que estaba llena de manchas de las bebidas derramadas. Escuché de oídas una pequeña pelea entre jugadores de cartas, de seguro sería uno que perdería y querría la rebancha contra el ganador... típico idiota que no sabe perder... Pedí una copa sentandome en uno de los taburetes, cerca y lejos de todo lo que pudiera ocurrir allí dentro. Ya fueran miradas lascivas como movimientos simples y llanos.

Recibí mi copa y dejé unas monedas para saldar la bebida. Bebí un poco sin importar si la bebida era realmente demasiado fuerte para lo que estaba acostumbrada. Escuché el arrastrar de una silla y alguien refunfuñar para luego alguien con una voz que me sonaba bastante echó al aire la pregunta de si alguien más querría jugar. Me volví por curiosidad ante quién era por su voz que tanto me sonaba, cuando ví al hombre que habló mis ojos se abrieron completamente y me quedé alucinada, hacía tantísimo tiempo que no lo veía, no podía creerlo, ¡Era Antoline! Cogí mi copa y me acerqué con una sonrisa ladina- Yo me uniré al juego...- dije en voz alta sin ninguna vergüenza. Dejé la copa encima de la mesa, aun lado, me senté y miré a los hombres que no conocía con el ceño fruncido por si eran capaces de alzar la voz en contra de que yo jugara- Venga, reparta Señor Antoline... no todos tiene tiempo ilimitado- sonreí mirandole divertida.

por **Ahmet Arlovskaya** Lun Ago 27, 2012 7:48 pm

El juego puede ser un pasatiempo placentero y
sobre todo si esto te lleva a recordar
viejo momento y se presenta las personas
que nunca pensaste que ibas a volver a ver

Este tipo de juegos te llevaba a la desesperación, como si estuviera en un hilo finito y que en cualquier momento se romperá y caerás al vacio y no abra nadie, absolutamente nadie que te pueda rescatar. No me había dado cuenta que unos músicos habían entrado a la taberna y empezaron a tocar una melodía un poco… ¿Tensa? O ya era mi imaginación. Mis ojos observaron por todos lados, nadie se animaba a jugar con nosotros, el hombre me miraba raro, pensaba que de verdad era un crio, apenas con veinte años de edad, claro, esa es mi edad aparente, la edad que me hicieron Vampiro, la edad a la que odio tanto pero en realidad tengo mil años de edad que se mas que este hombre ebrio que saliendo de aquí morirá. A mí nadie me dice crio estúpido, si me dicen lo pagan. Se mas que el eso no tengo duda pero tampoco resaltare mi sabiduría con un hombre ebrio y que cuando saliera de este lugar iba a morir como todas las personas que me cae mal, que me dicen de cosas

-¿Nadie? Necesitamos otro más para comenzar-Me levante de la silla con la baraja en la mano sentándome sobre la mesa y dándole la espalda al hombre-Miren, solo será una partida, va ver dinero de por medio, solo quiero demostrarle a…-Indique con mi dedo índice al hombre-Que aunque sea un crio se mas que él, hasta una mujer le ganaría con este estado que esta-Escuche como la silla se arrastraba y mire de reojo que se levantaba-No me puede negar que usted esta pasadito de las copas que con este estado no distingue las cartas es como ganarle a un niño recién nacido-Me reí un poco, pero escuche al hombre hablar-Cállate niño estúpido, que aunque este ebrio tu perderás-Se entrecerraron mis ojos moviendo un poco mi cabeza-Eso lo veremos cuando el juego empiece, si en cinco minutos nadie se acerca a esta mesa pidiendo juego, tu y yo solamente y no quiero tu mugroso dinero al cabo a mi me sobra que hasta te puedo pagar la risa-Baje de la mesa sentándome nuevamente en la silla, mirándolo fijamente, ya no estaba de buen humor, este hombre me estaba colmando la paciencia y yo no soy paciente con gente como esta-Vas a perder más que el juego-Susurre empezando a barajar las cartas.

Mientras manejaba la bajara en mis manos, un aroma conocido, muy pero muy conocido llego a mis fosas nasales, deteniendo mi movimiento, hace mucho tiempo que no olía un aroma asi, la última vez que lo olí fue antes de irme en parís, pero ella que iba hacer por estos laredos, no, ese aroma me esta traicionando no creo que ella este acá, el ambiente me hace pensar cosas que hace mucho las deje atrás-Tod…-No pude decir más cuando mire que de la multitud ingresaba nada menos que Fiolette Himmel, aquella mujer que me dio su amistad desde el primer día que nos conocimos que para mí era, porque fue muy importante en mi vida. Ella después de mi rompimiento con aquella cortesana que solo jugaba conmigo, me apoyo Fiolette, me dio su mano y yo que hice…irme cuando empecé a sentir cosas pro ella y ahora al verla nuevamente aquí, parada casi enfrente mío los recuerdos me van y viene como una pelota, las cartas hasta se me cayeron de la mano hasta el suelo-Fio…Fiolette-Susurre su nombre levantándome inmediatamente, ella se había sentando-¿Qué….que haces aquí?-El asombro que tenia era gigantesca, hasta estaba tartamudeando y eso! Nunca me había pasado, bueno, cuando era un crio sí.

Cuando me normalice de mi impacto emocional que ella había producido, me senté nuevamente, recogiendo las cartas que se habían desparramado por todo el piso. Quería ser fuerte en la presencia de ella, todavía me afectaba un poco, seguían los recuerdos en mi cabeza-Que…Gusto verla Señora Himmel…-Termine de rejuntar la última carta poniéndolas en la mesa, pero mire que el hombre se había dormido-Por favor échele agua helada para que despierte tengo muchas ganas de jugar baraja-Arque una de mis cejas mirando a Fiolette-Tanto tiempo Fiolette…-Mientras esperaba que el hombre volviera en sí-Si no se despierta juraremos tu y yo…mientras…-Cruce mis piernas nuevamente poniendo mi dedo índice en mi mentón-Que me puedes decir…de…¿Qué estás haciendo aquí? Sabes, esto es una taberna, los hombres al ver una mujer, se vuelven locos como animales... ¿Porque te arriesgas tanto en venir?...no me presentare, tampoco charlarle como si no nos conocieras Fiolette, porque ambos nos conocemos muy bien-Sin rodeos lo dije.

Ahora que la he vuelto a ver siento como si ni hubiera pasado tiempo, pienso que estoy con ella, que somos los mejores amigos del mundo, apreté mi mano al recordar, porque…porque a veces tengo esos sentimientos de un estúpido humano….¿¡Porque!?.

por **Fiolette Himmel** Jue Sep 13, 2012 8:17 am

Me sorprendió su respuesta al ver que yo estaba ante él, imponente, con media sonrisa, con una copa en la mano, con toda mi vida por delante, con una familia a la cuidaba con todo mi corazón, con la cual lógicamente daría mi vida con que solo lo necesitaran o la pidieran. Mi espalda se irguió y mi cabeza se alzó mucho más que antes al ver que las cartas incluso se le cayeron de las manos. Pude ver en sus ojos ahora sorprendidos y un poco más abiertos que antes que claramente nunca habría pensado que nuestro reencuentro luego de tantos años fuera en una taberna a las altas horas de la noche- Más bien la pregunta querido, sería… ¿Qué haces tú aquí?- no quise responderle realmente a porque me encontraba en un lugar así y a tan altas hora y… sola. Mis ojos se entrecerraron observándolo ya sentada en una silla al lado de él. Mi mente me dejó recordar aquel tiempo que estuve de coqueteo con él entre amistad y algo más que eso. Apostaba que él también recordaría aquellos momentos que pasamos juntos, cuando lo apoyé… cuando se fue, cuando me abandonó sin más, sin decir ni una sola palabra. Había estado tan mal, tan triste por haberme dejado de esa manera… no creo que se mereciera ni una palabra de mí, no se merecía incluso ni un segundo de mi tiempo. Pero allí estaba… él fue para mí algo más que un amigo y allí estaba, queriendo saber de él, queriendo volver a hablar con él.

Bufé en una sonrisa con un toque cálida, no quería ser totalmente dura con él luego de lo que me hizo- Siempre es para mí una gran alegría ver a un antiguo amigo- ¿Porqué no dije viejo amigo? ¿Acaso en mi interior lo había desechado realmente como un amigo, como un viejo amigo? Creo que al hacerme daño y haber superado su marcha, dejé que también se fuera de mi mente, de mis sentimientos… lejos de mi corazón, lejos de mi cabeza, donde no me hiciera más daño a parte de su física marcha. Observé de reojo un segundo al borracho que se había quedado fuera de combate como era normal al beber tanto, no creía que se volviera a despertar aunque le echaran el cubo de agua encima, cosa que el tabernero había echo sin salpicarnos excepto nuestras botas, que se mancharon por unas pocas de salpicaduras. Apareció una mueca por aquellas manchas en la piel de las botas para luego mirar a Antoline que acababa de empezar a hablarme… que al hacer una desviación antes con su pregunta, volvió a preguntarme lo mismo de nuevo- Bueno… necesitaba despejarme y algo dentro de mí me dijo que entrara pues algo iba a encontrar- elevé un tanto mi cabeza dando por ello entendido que ni por asomo me había dañado con sus palabras. Él sabía que sabía perfectamente defenderme y más de unos simples borrachuzos- Tú sabes que nada me pasará al salir en la noche, sé cómo alagar una pelea y de seguro salir victoriosa, sabes que no soy una simple dama que se las da de inútil- le dije con un toque muy suave de molestia por sus pensamientos hacia ella- Me da igual como os pongáis los hombres con una mujer cuando entra en la taberna… nadie me va a tocar un pelo, ni tu lo harías si yo no lo permito- extendí mi brazo hacia la suave bebida que pedí minutos antes y bebí un pequeño trago que me hizo recordar cuando te atraviesa la garganta… como si pasara realmente fuego por ella.

Sonreí al escuchar que no se presentaría- Me alegro de que no te presentes Antoline, si yo no lo hice no creo que tú lo debieras hacer- sonreí enseñando los dientes por completo, pero esa sonrisa terminó en una mueca, haciendo que desapareciera por completo. Mis dedos delineaban el filo del vaso- Siendo una vez tan amigos… no creo que fuéramos tan hipócritas los dos para presentarnos como si nada hubiera pasado… no, no sería correcto. No sería justa decir que no te he recordado de vez en cuando- me senté mejor, más cómoda en aquella silla vieja y que crujía demasiado para mi gusto, pues hacia sentirme un poco avergonzada por el simple sonido- ¿Porqué te fuiste?- mis palabras casi salieron sin permiso, pero cuando salieron de mis labios no me retracté, ni me arrepentí, le miré a los ojos directamente, intentando ver en su interior- No creo que hubiera sido por mí, pero creo que ahora que estamos aquí, uno frente al otro, me merezco una simple y si quieres, rápida explicación de porqué hiciste lo que hiciste Antoline…

por Contenido patrocinado

Betting Something [Fiolette]

Betting Something [Fiolette]

Re: Betting Something [Fiolette]

Re: Betting Something [Fiolette]

Re: Betting Something [Fiolette]

Re: Betting Something [Fiolette]