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por **Frausto A. Figueroa** Sáb Jul 14, 2012 11:55 am

Han pasado exactamente dos semanas desde que mi hija había vuelto de aquel convento que le mande…todavía ella me replica del porque la mande, tengo miedo de decirle la verdad, decirle las razones del porque, no se si las comprenderá, las razonara y las aceptara aunque tenga dieciocho años de edad creo que todavía es mi niña de cinco años que cuando se cae al suelo iba tan rápido como podía y la recogía, le decía algo lindo, le daba cariños y callaba su llanto, ahora es una mujer pero…¿Comprenderá mis razones?. Ya no se como manejarla, no se como hablare, es una joven que quiere experimentar cosas pero para mi y siempre será mi niña, mi bebe a la que encontré envuelta en una frazada aquella noche encima de una rama del árbol, me dio tanta ternura verla que ella ilumino mi vida, hizo que mi vida fuera distinta con un toque de paternidad es lo que siempre quise y ahora que ella creció de verdad no se como hablarle se ha hecho mas rebelde mas altanera, me reta cada vez que quiero regañarla no se que paso en aquel convento y tampoco me interesa pero esa niña esta mal creado por mi tal vez, por el tío que tiene o se esta haciendo para llamar mi atención tantas cosas ronda mi cabeza que ya no se.

Mis pensamientos volaban de aquí para haya, ya estaba grande, se dará cuenta algún día que no es mi hija y ese momento no quiero que llegue porque tendré que decirle la verdad y no se como se la tomara casi a nadie le gusta que le diga “Escucha, te tengo que decir algo sumamente importante, mira…eres adoptado” si eso me lo hubiera dicho a mi de seguro los hubiere odiado pero…en mi caso hubiera sido tan placentera ser adoptado pero como no es mi casa no puedo pesar como la gente que si lo es…me estoy enredando yo mismo con mis palabras así que necesito despejarme, necesito que el aire me de, si…voy a salir.

De un salto me bajo de la mesa ya que me encontraba sentando arriba, pensando, moviendo mis pies mientras lo hacia viendo atreves de la ventana desde hace unas dos o tres horas la noche había caído a parís, el día se había ido tan rápido haciendo presencia la noche donde podría salir y ser yo mismo aunque había pocas personas con quien podría platicar un rato, es raro encontrar personas a esta hora de la noche, volteo un poco mi rostro para mirar la puerta a veces se m hacia tan lejos pero este día me iré pro la ventana no tenia intención de ver ahorita el rostro de mi hija ¿Cobardía? Puede ser que si, pero necesito tener la mente clara para poder enfrentarme a ella como es debido es un reto que tengo que afrontar pero con la mente clara, con mis dos manos empujo la ventana observando como se abre pongo un pie sobre el marco de la ventana-Perdóname Hija, pero cuando vuelve hablar contigo necesito ser el de siempre-Susurre y salte por la ventana cayendo en uno de los callejones, mire hacia arriba y suspirando-De verdad perdón-Empecé a caminar con mis brazos cruzando el ceño ligeramente fruncido. No pensé a donde irme, a donde pensar, solo me salí por el temor de que ella tocara la puerta digiera “Puedo entrar Papá” esas tres palabras están gravadas en mi mente y con un miedo inmenso, si, tengo miedo por una humana y esa humana mi hija, es patético lo que estoy haciendo pero no estoy listo para este tipo de problemas.

El tiempo pasaba, daba vueltas y vueltas por las calles de parís, había pasado dos o tal vez tres horas desde que me fui de casa, estaba mas tranquilo mas despejado pero de todos modos no iba a regresar a la casa, no ahora que me siento libre sin preocupaciones. Una sonrisa apresé en mi rostro mirando hacia el cielo estaba nublando que raro…sin pensarlo la lluvia empezó surgir haciendo que mi ropa se empezara a mujer y de igual manera yo, pero me gustaba la lluvia me fascinaba me limpiaba, me sentía libre por completo, miraba a las personas correr para no mojarse y yo como si no estuviera lloviendo, sonríe mas este noche iba hacer fantástica y mas la lluvia

La luna es un reflejo de ti
Si la acompaña la lluvia
Es mejor.

La lluvia seguía, parecía mas fuerte de lo que ya estaba, mire por todos lados hasta que encontré un sito donde esperar a que la lluvia se quitara, no se como había llegado, de seguro por estar pensando en otras cosas llegue a la área de gitanos ¿Cómo se que esa área son de ellos? Pues tiene el circo y las carretas…por eso deduzco que donde me encuentro es donde los gitanos viven desarrollan su trabajo como tal. Me detuvo antes de ingresas por completo a esta zona dos, tres tal vez cuatro veces había venido en toda mi vida….me sentía como si estuviera invadiendo un lugar…-Frausto que haces por acá-Yo mismo me regañe, quedándose en ese lugar mirando las cosas tal vez sea divertido explorar este lugar.

por **Sirenia Vídgîr** Dom Jul 22, 2012 5:28 pm

-Sabía que le habría dejado sola, pero no tenía porque desaparecer. De cualquier modo, no supe que decir en cuanto la encontré muerta sobre aquel banco de madera rustico, que inflamaba mis fosas nasales con olor a azufre y licor derramado...-Gritos por doquier del campamento pude escuchar, pequeños, de niños quizá que se juntaban en un circulo al oírme contar cuentos de brujas y viejas historias, que por el resultado de lo que iba relatando, note al igual un escalofrió que recorría mi cuerpo.

Tendría que ser una escena algo chocante el encontrarse con cosas así en la realidad, menos mal que era un infantil cuento en donde todo no era normal ni real...Eso es. Nada en mi vida era real, ni siquiera por donde caminaba, ni siquiera por qué rumbo había tomado mi vida. Había visto a demasiadas personas, había visto a muchas personas en las que me había encaprichado por decirlas de algún modo, otras que me habían dado la espalda, otras que me habían visto y habíamos mantenido una conversación bastante corta, bien no más veces saldría al exterior del campamento, de ahí a mas podría perder mi control...o perderme pues no sabía donde se mete uno.

Ahora, tenía en mi poder un libro...bastante curioso, con la tapadera muy gastada, oliendo a mar y con una nota curiosa dirigida a mí. El libro, estando sobre un montón de ropa desordenada dentro de mi carpa. Lo deje ahí para olvidarme de él y poder concentrarme en otros quehaceres, que no eran muchos y por ello volvía a pensar en aquel libro. El que tenia entre mis manos y apoyado sobre mis piernas, alrededor de un montón de niños mirándome con curiosidad, pensé en dejarlo ahí y meterme en mi carpa a dormir, pero temía, una intuición me decía que no podría irme a dormir.

por **Frausto A. Figueroa** Vie Ago 03, 2012 4:04 pm

De mi bolsillo saque un anillo de oro, muy hermoso, era el anillo que le iba a dar a mi ex–prometida el día que la mire con otro hombre ¿Para que la tengo? Porque con este anillo me han pasado muchas cosas, primero, describí el engaño de la mujer que amaba, segunda, encontré a una hermosa niña que ahora es mi hija y tercera desde ese momento me ha ido bien en mis cosas, mi trabajo todo. Es raro que un hombre o mujer conserve algo de su antigua pareja pero yo lo hecho y me ha dado buena suerte en todo, nunca lo dejo, siempre lo llevo conmigo pegado como si fuera lo mas pero más importante de mi vida con este anillo…me han pasado tantas cosas buenas como malas. ¿Pero porque ando recordando eso? Y estando en este lugares que nunca pensé volver…De mis labios sale un suspiro guardando nuevamente el anillo, seguía parado, no movía ningún musculo, solo permanecía como un bulto sin vida, bueno, ya no estaba vivo pero-“Vivo”-Hice comillas con mis dedos a la palabra que mencione.

Era temprano, apenas el sol se acababa de meter, la gente entraba, salía, se me quedaban viendo como si fuera lo más extraño del mundo, como si nunca hubiera visto a una persona parada enfrente y sin moverse-Oye, si no vas entrar mejor quítate del camino que no eres tranparente-Escuche que me decía un hombre, se notaba que estaba pasado de copas, no respondí, no quería pleitos con nadie y menos en un lugar público que venían para divertirse y no ver pleitos estúpidos. Me moví un poco tratando de no estorbar pero de todos modos estaba parado enfrente de la entrada pero veía que a las demás personas no le molestaba asi que seguí en la misma posición y en el mismo lugar-Hey tu, flacucho…-Fruncí el ceño al volver a escuchar esa voz, era el mismo hombre que me insulto hace un par de minutos-Que no te dije que te fueras…-Sonrió un poco volteando hacia atrás mirándolo, era un hombre de unos cuarenta cinco años, gordo con una cerveza en la mano derecha, arque la ceja y arrugue la nariz su olor era repugnante-Señor, yo no estoy estorbando, a las demás personas no le molesta que este aquí, así que usted no vendrá a decirme, porque estoy mucho mas cuerda que usted, asi que mejor váyase a su casa a descansar y no a fastidiar a las personas que si están bien, en su sano juicio y…-No pude decir nada más porque sentí algo caer sobre mi rostro, me había aventando al botella en la cara, todas las personas gritaron y yo me tape el rostro quitándome los vidrios que se me enterraron en mi mejilla y mi ceño se fruncí mucho más de lo que estaba.

Cuando termine de quitarme hasta el último torso subí mi cabeza y lo mire desafiante-Que mierda le pasa…por hacer eso…sabes que pudo sacarme un ojo…-Di un paso hacia atrás alejándome de la puerta pero veía como él se acerca a mi-Te dije muchacho estúpido que te alejaras de la puerta porque quiero entrar y me estabas estriando…-Escuchaba todo lo que me decía y sentía la sangre salir de las heridas que los trozos de vidrio-Señor, yo amablemente hable con usted, le dije que no estaba estorbando que eran cosas suyas pero usted se pone como perro sarnoso que no comprende, esta haciendo un espectáculo delante del público que viene a este lugar…usted se tiene que ir de aquí porque me agredido no he llamado a los guardias para evitarle que vaya al calabozo o hasta la misma horca asi que por favor retirase…-Estire mi brazo hacia mi costado izquierdo donde estaba la “salida” mire como se movía hacia donde yo indicaba pero en un rápido movimiento él me golpeo la cara tan fuerte que me hizo caer al suelo y toque la zona afectada, escuchando los gritos de las personas que corrían asustadas y otras simplemente que miraban el espectáculo-Señor…fue una mala idea meterse conmigo…-Sin decir más, me levante sacudiendo mi ropa, el simplemente se rio de mi diciéndome “Puto” agrande mas mi sonrisa y sin que nadie lo esperaba me puse atrás de el y tome su cuello-Le dije….que no se metiera conmigo…-Solo un milagro salvaría este hombre y nadie estaba dispuesto a decir nada…..

Iba a matar a un hombre enfrente de muchas personas y niños pero el me golpeo me corto y eso no se lo perdono a nadie….a nadie….Soy bueno, compasivo y todo pero tengo mis limites y el las paso completamente.

por **Sirenia Vídgîr** Vie Ago 17, 2012 3:01 pm

¿Ahora qué voces extrañas rondaban por doquier?

Los niños dormidos bajo la luz de la luna, y las voces eran de rabia y mal estar cerca del bar del ojo tuerto, en donde Gallo y su panda de polluelos se reunían a beber vino y cerveza hasta el amanecer. Mi pelo, había sido revuelto por las sabanas y los movimientos en mi cama, me había levantado gracias a los gritos y golpes de metros adelante, me moví con un poncho abierto y bastante viejo que usaba para taparme del frio de la noche, muy a mi pesar tenía que curiosear cual era el problema, y ahí lo vi, problemas a la vista, mire, observe atenta-¡EH!-Si, en efecto, todos los días y noches era lo mismo, el Gallo, montando su numerito entre golpes y borracheras-¡GALLO!-Solté, acercándome con paso firme, con la mirada fija en los ojos del Gallo.

- Du-te Gallo, ești curajos chiar și atunci când ești un campionat bautor, uh?-El idioma natural del Gallo, el brutal y envidioso y rechoncho pero temido Gallo, siempre buscando pelea pero si se le habla en idioma nativo conseguias calmarlo, vi que el mismo se alejaba, haciendo un ademan con la mano, diciendo “Bah, no eres presa para mi” alejandose ¿quizas hice mal? No lo se, pero habia enturbiado la noche con sus gritos y golpes contra....¡Ah...! Me olvidaba. El sujeto al que al parecer Gallo habia tomado cariño-... Ce avem aici? Hoi!

Con aquella orden...bueno, no es que fuera alguien como Gilbert, feroz, temido por muchos clanes de gitanos, pero por lo que me correspondia con mi historial en lo que le llevaba chantajeado al viejo del campamento y mayor de nosotros, podria permitirme, cualquier podria permitirse el estar dando ordenes a no conocidos del campamento, pero con aquella orden hizo que mandara a dos hombres a sujetar al desconocido de ambos brazos, arrodillandolo a mis pies, mientras que sonreia, no pude evitar acercarme a verlo arrodillado en el suelo.

- Jacheta asta nu pare să vi se potrivească ....-Rei algo suave mientras me alejaba unos pasos atras y miraba como le sujetaban de la chaqueta-.... No hagas nada hoy que comprometa tu mañana....extraño... ¡rău!-Unos hombres del campamento le pusieron las manos atrás, a la espalda y lo ataron con muy a su pesar a un poste que habria cerca de la carpa del jefe, del mayor del campamento.

- Ei bine ....-Me hablaron de muchas fanfarronadas pero ninguna de que los ojos del extraño en los que me fije sin necesidad de lentes, vi a mi parecer algun destello carmesi, el cual no supe ver con claridad pese a la distancia-...-No dije nada mientras me acercaba al extraño, mis faldas y los vuelos de ella andaban lentas y tranquilas, el superior de mis ropajes escondian bien, pero mi pie se puso en el pecho del desconocido, empujandolo contra el poste-...No me sea como los de su calaña extraño....-Sonrei-....No es tan diferente, tez palida, ojos ...carmesi...-Sonrei, alejandome-....No es por no interes, pero bien tengo conocidos a los de su ”especie”...-Cruce los brazos sobre mi pecho, mirandolo con firmeza-...Tampoco le hemos ”Estorbado” los de mi especie a usted...¡No le permito que alegre la tranquilidad con su sangre y los de mi familia! –Bien que no habia pasado nada hasta que habia llegado yo, el sujeto por ahora sujeto al poste de madera.

Por el momento, todo estaba tranquilo.

* Vaya Gallo, eres valiente incluso cuando eres un bebedor de campeonato, aja?
* ¿Que tenemos aqui? Hoi!
* Esa chaqueta parece que no te favorece....

por **Frausto A. Figueroa** Dom Feb 10, 2013 9:00 am

Este señor, desde el principio se hizo el machito conmigo, con toda la tranquilidad del mundo le dije, basta, ¿Qué no conoce la palabra, basta? Creo que no, porque seguía, seguía hasta que llegue a mi límite. Como he dicho, soy un hombre sensato, un hombre calmado, que no hace mal a nadie, al contrario, ayuda a las personas, mientras que no se metan en mi camino en modo de ofender a mi persona, en pelea, que me agredan, puedo decirle “Basta, no tengo ánimos, no tengo ganas de discutir con usted” así de sencillo soy yo, pero cada vez que le digo a esa persona eso, y esa persona no quiere entender me empieza hartar hasta el punto de hacerle algo, de golpéalo, de decirle hasta lo que se va a morir como ha pasado en este momento; al ver a este apartado no fue la con intención de pelear, ni buscarla, es todo lo contrario evito pelear con personas inferior a mi, pero al ver que este hombre no desistía en sus palabras y que casi “me mata” delante de las demás personas tuve que aplicar fuerzas mayores, sabiendo que el no iba a poder conmigo.

El señor esta haciendo esfuerzo para liberarse, pero yo metía más personas, las personas ajenas a esto se acercaban para ver que estaba pasando-Metiches-Pensé arqueando mi ceja derecha; no seré un asesinato delante de las personas que están viendo el espectáculo-Vete…-Susurré al soltarlo, mire que cayo al suelo, esperanzado que se fuera, quisiera pasármela bien, pronto iba a dar la función del circo y la quiero ver; esperanzado que el hombre recapacitara y se fuera, di dos pasos hacia atrás alejándome, para darle mejor libertar en levantarse, pero el señor no hacia caso, al contrario se abalanzo contra a mi, pero di solo un paso pequeño para que se fuera de boca y se golpeara el mismo, las personas se rieron, mi ceño se frunció ligeramente.-¿Ustedes que?, se ríen por la desgracia del señor, son una bola de hipócritas-Pensé, quería decirle a cada una de las personas pero me mordí la lengua, al estar pensando eso, no pude sentir que el señor se levanto y me dio un golpe en la cara, pero le dolió más a el que a mi, mirándole que hace un quejido en su cara, apreté la mandíbula y me acerque a el, tomándole nuevamente de rostro y apretándolo, ahora si que me arto-Usted, es un estúpido, le di la maldita oportunidad de que se fuera, pero no pensó en su vida, ahora…ahora será tarde, nadie, pero absolutamente nadie podrá salvarlo, yo lo mataré-Y de ese modo empecé apretarle la cabeza, lenta y tortuosamente. Estaba apunto de matarlo, pero sentí alguien empujándome, haciendo que soltara al hombre que al caer estaba respirando rápidamente, choque contra el postee y mire a la persona, era una mujer, mis ojos se clavaron en ella y ladee mi rostro al escuchar sus palabra-Soy igual que ellos al hacer eso…-Susurre, haciendo un poco mi cabeza hacia atrás, veo que al hablar nuevamente ella se aleja de mi, cruzo mis brazos enfrente de mi pecho-ÉL empezó, yo no fui, le di una oportunidad para irse, la desaprovecho y ahora esta como esta, gracias a usted no logré mi objetivo, me alegro que usted tenga “amiguitos” como yo, y tiene toda la razón, no me han estorbado, usted, y los demás personas pero ese hombre ya tirado en el suelo me ha provocado sin fin de horas, tengo mi limite, no supo respetarlo, así que ahí están las consecuencias…-Suspire, como si necesitara el aire, la mire de reojo y sonreí un poco-Pero, gracias a que usted esta aquí, usted lo salvo, no le haré nada, vengo a ver la función del circo y es lo que haré…-Y sin más pase a un lado de ella empezando a caminar hacia el circo.

por **Sirenia Vídgîr** Sáb Mar 09, 2013 3:44 pm

Solamente me quede mirando a las estrellas que cubrían el techo sobre nuestras cabezas. Oh, por Hades y cualquier dios todopoderoso. Temía lo peor. Menos mal que Gilbert no estaba esta noche en el campamento, el poder por así decirlo lo tenía su hermano, pero mayoritariamente confiaba mas en mi, que en otra persona. Suspire hastiada de esperar, me volví a la tienda, que por cierto estaba cerca del circo hacia donde se había dirigido aquel extraño que antes estaba a punto de golpear a Gallo. Anda que llegue a buena hora de que pudiera hacerle algo más que cosquillas.

Caminando hasta mi tienda, conseguí llegar, entré y me senté entre todos esos cojines exóticos haciendo un lugar acogedor. Me quede tumbada, recostada pensando en la muerte, reí en pensar, pero no, no pensaba en la muerte sino, en lo sola que estaba, ya en el campamento, se habían emparejado casi todos con todos menos yo y Gilbert, pero ya sé que Gilbert solo disfrutaba de la compañía de una mujer solamente por aparentar cuando en realidad era de la otra acera. Yo solamente lo sabía. Eso era otro tema. Ahora me preocupaba yo misma si seguiría así por mucho más tiempo. Temía morir sola, pero ¿Por qué? No sabía si iba a acabar con alguien. Hace poco había conocido a un joven extraño, pero dulce y agradable. Su nombre era Ignatius o eso pude saber.

Algo tenía este rincón pues me estaba adormilando lentamente. Apague la luz de vela un poco, solo un poco con un nivelador de aceite. Comencé a quitarme las pesadas telas con cuentas que tapaban mi desnudez, primero mi falda lentamente, me quede con unos pantalones cortos con unos lacitos muy monos, después prácticamente tape con mi gran melena parte de mis...senos...-Uhm...Ahh..-bostece estirándome sobre aquellos cojines, me arrope, tapando toda mi casi desnudez, pero por algún modo, mantuve una tela oscura cerca de mi por si necesitaba taparme. No sabía. Estaba insegura pero cómoda sintiendo las telas rozar mi piel.

No sé cuánto tiempo había pasado hasta que me desperté de inmediato, viendo sombras por fuera de mí tienda. Miré y me quede mirando las sombras, la luz de vela se había apagado, me tape con aquella tela negra por alrededor de mi cuerpo, tapando mi desnudez y solamente me tape de nuevo. Parecían estar protegiendo mi tienda. Había todavía varias personas quietas como guardias frente a mi tienda. Miré por mi tienda y solamente estaba yo...

No, no lo entendía, pero comencé a escuchar voces masculinas fuera de la tienda. Una de ellas era la de aquel joven que me habló antes de matar a Gallo. ¿¿?? Todo me parecía un rompecabezas sin resolver.

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