AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
De orégano y de rosas...
2 participantes
Página 1 de 1.
De orégano y de rosas...
De orégano y rosas...
De orégano y de rosas era el olor que llegaba travieso hasta mis narices. Era la temporada en que bajaba al mercado ambulante a comprar algunas hierbas que necesitaba. Había estado viviendo en las afueras de la ciudad en una pequeña cabaña que encontré en alguno de mis viajes. Desde que mi condición empeoró me refugio en aquel sitio para coger fuerzas y poder viajar hasta Italia.
Al estar en cautiverio en aquel sitió encontraba todo lo necesario, sin embargo, necesitaba cosas como jabón y pedazos de tela para hacer nueva ropa con cual vestirme. Por eso reara vez iba aquel maravilloso sitio.
Sí bien, tenía un poco de dinero ahorrado desde el último trabajo que había hecho y con el me las ajustaba para los pocos gastos que tenía que como había mencionado no eran muchos. No tarde mucho en llegar hasta ahí y pude notar la cantidad de gente que había; la mayoría eran de clase baja y uno que otro gitano que pretendía leerle la suerte. No dudaba que muchos de ellos fueran estafadores de marca y otros tantos eran auténticos gitanos. Podía reconocer a uno, pues yo había vivo con ellos durante mucho tiempo.
Domingo, y el mercado estaba lleno. Era el único día de la semana en que aquel mercado ponía sus instalaciones casi en las afueras de la ciudad. El sol marcaba una sombra que indicaba era más temprano del medio día. Tenía hasta entonces para hacer mis compras y huir a casa de los rayos calientes del implacable astro solar.
Prefería cuando el clima era nublado, pero odiaba el frío. Apenas me di cuenta cuan contradictoria soy. Pase un pañuelo por mi frente tratando de no remover el chal de encaje color crema que llevaba sobre la cabeza. Y al movimiento las múltiples pulseras de latón y una que otra de oro sonaron con un singular tintinear. El vestido de gasa color beige oscuro se movía ante mi caminar y los zapatos desgastados caminaban con singular elegancia.
Seguí el andar hasta un puesto donde tenía diferentes tipos de telas, me acerqué lo suficiente, en su mayoría eran pedazos viejos o dañados. No eran dignos de mí definitivamente. Caminé un poco más y mis ojos chocaron con los de un gato que me miraba fijamente, no pude evitar sentirme ligeramente intimidada pues los animales en general jamás habían sido amigos míos, a mí me gustaban ellos pero yo a ellos no. Apreté con fuerza la bolsa de cartón donde llevaba las compras de algunas especie que había comprado, pegándola más a mi pecho, hasta que sin querer, choqué de forma fuerte contra algo... o más bien contra alguien. Trastabillé y apenas me logré sostener de la otra persona dejando caer mi bolsa.
Las ramas de orégano y el té de rosas de castilla salió fuera de mis manos, y de la bolsa que las contenían a ambas, para quedar desperdigadas en el suelo. Mi rostro se sonrojo soltando a la persona y mirando con ojos grandes a la persona, pero antes de decir algo me giré a recoger lo que se me había caído.
- Mierda... -susurré mientras que procuraba apresurarme antes de que alguien pisara alguna de mis hierbas.
Al estar en cautiverio en aquel sitió encontraba todo lo necesario, sin embargo, necesitaba cosas como jabón y pedazos de tela para hacer nueva ropa con cual vestirme. Por eso reara vez iba aquel maravilloso sitio.
Sí bien, tenía un poco de dinero ahorrado desde el último trabajo que había hecho y con el me las ajustaba para los pocos gastos que tenía que como había mencionado no eran muchos. No tarde mucho en llegar hasta ahí y pude notar la cantidad de gente que había; la mayoría eran de clase baja y uno que otro gitano que pretendía leerle la suerte. No dudaba que muchos de ellos fueran estafadores de marca y otros tantos eran auténticos gitanos. Podía reconocer a uno, pues yo había vivo con ellos durante mucho tiempo.
Domingo, y el mercado estaba lleno. Era el único día de la semana en que aquel mercado ponía sus instalaciones casi en las afueras de la ciudad. El sol marcaba una sombra que indicaba era más temprano del medio día. Tenía hasta entonces para hacer mis compras y huir a casa de los rayos calientes del implacable astro solar.
Prefería cuando el clima era nublado, pero odiaba el frío. Apenas me di cuenta cuan contradictoria soy. Pase un pañuelo por mi frente tratando de no remover el chal de encaje color crema que llevaba sobre la cabeza. Y al movimiento las múltiples pulseras de latón y una que otra de oro sonaron con un singular tintinear. El vestido de gasa color beige oscuro se movía ante mi caminar y los zapatos desgastados caminaban con singular elegancia.
Seguí el andar hasta un puesto donde tenía diferentes tipos de telas, me acerqué lo suficiente, en su mayoría eran pedazos viejos o dañados. No eran dignos de mí definitivamente. Caminé un poco más y mis ojos chocaron con los de un gato que me miraba fijamente, no pude evitar sentirme ligeramente intimidada pues los animales en general jamás habían sido amigos míos, a mí me gustaban ellos pero yo a ellos no. Apreté con fuerza la bolsa de cartón donde llevaba las compras de algunas especie que había comprado, pegándola más a mi pecho, hasta que sin querer, choqué de forma fuerte contra algo... o más bien contra alguien. Trastabillé y apenas me logré sostener de la otra persona dejando caer mi bolsa.
Las ramas de orégano y el té de rosas de castilla salió fuera de mis manos, y de la bolsa que las contenían a ambas, para quedar desperdigadas en el suelo. Mi rostro se sonrojo soltando a la persona y mirando con ojos grandes a la persona, pero antes de decir algo me giré a recoger lo que se me había caído.
- Mierda... -susurré mientras que procuraba apresurarme antes de que alguien pisara alguna de mis hierbas.
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/07/2012
Localización : Bosque de Francia.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: De orégano y de rosas...
Era obvio que este día era lento..... o demasiado ocupado, lo último me gustaba más por el hecho de que en casa me aburría demasiado, saque entonces a Beyard por una caminata, mi querido perro Maltés de 8 meses amaba corretear por todas partes, el problema era que en un lugar tan atestado de gente no lo iba a dejar suelto. Estaba muy interesada en alguna de las cosas que habían en los puestos. Con mucha educación me acerque a algunos para mirar lo que tenían para ofrecer, pero hasta el momento nada parecía llamar mi atención.
Más de alguna vez me tope con un gitano que quería leer mi suerte, pero no los dejaba, con cordialidad les decía que no era necesario y me alejaba caminando a paso lento. Sabía lo que me deparaba, eso era lo que me había dicho mi madre antes de que se fuera de vuelta a su casa.
En un descuido sentí el choque de una persona en contra de mi, Beyard hizo un pequeño sonido de desaprobación y se acomodó de nuevo en mis brazos, la mujer después de sujetarse de mi por un momento me dejo ir para comenzar a recoger sus pertenencias que ahora estaban por todo el suelo. Algo en su modo de ser me dio a entender que compartíamos algo.
Ese té se ha contaminado. Dejalo. No vale la pena recogerlo para que no funcione. Acompañame, te ayudare a conseguir más.- arregle mi vestido rosa pálido y le ofrecí mi mano para que se levantara.
Más de alguna vez me tope con un gitano que quería leer mi suerte, pero no los dejaba, con cordialidad les decía que no era necesario y me alejaba caminando a paso lento. Sabía lo que me deparaba, eso era lo que me había dicho mi madre antes de que se fuera de vuelta a su casa.
En un descuido sentí el choque de una persona en contra de mi, Beyard hizo un pequeño sonido de desaprobación y se acomodó de nuevo en mis brazos, la mujer después de sujetarse de mi por un momento me dejo ir para comenzar a recoger sus pertenencias que ahora estaban por todo el suelo. Algo en su modo de ser me dio a entender que compartíamos algo.
Ese té se ha contaminado. Dejalo. No vale la pena recogerlo para que no funcione. Acompañame, te ayudare a conseguir más.- arregle mi vestido rosa pálido y le ofrecí mi mano para que se levantara.
Sabella Cavanaugh- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Localización : In the middle of it all.
Re: De orégano y de rosas...
Terminé de recoger las ramas rojas secas de las rosas que utilizaría para un té contra mal de ojo cuando escuché la suave voz de la persona con la que había chocado. Alcé mi mirada y noté a una bella joven de cabellos color castaño. Sonreí con indulgencia ante su comentario. Una vez terminada mi labor de recoger todo cogí la mano que me ofrecía y me puse en pie. El chal que llevaba en mi cabeza había resbalado hasta mis hombros dejando ver algunas de las plumas y ornamentos de conchas que solía utilizar.
- Estoy cociente de que esta contaminado y que no se puede emplear... pero sí lo dejó aquí tirado algún gato o perro hambriento podría comerlo -ella llevaba un cachorro sonreí al canino sin acercarme-, la rosa de castilla puede ser muy dañina para los animales... -informé.
Pude ver cierto reflejó en los ojos de la chica frente a mí y ladee el rostro viéndola más de cerca.
- Disculpe por intrusión, por poco y la tiro -dije de forma amable antes de continuar hablando y observandola, no quería parecer grosera pero ese aire y esa aura singular llamaba mucho mi atención, no era una gitana porque no tenía la pinta de, podía ser que...
- ¿Nos hemos visto en algún otro lado? -pregunté acomodando mi chal nuevamente sobre mi cabeza-, y sí no es el caso me presento, soy Kara.
El olor de orégano se intensifico y una suave brisa revolvió el cabello caoba de la joven con la que tropecé antes. Solo era cuestión de confirmarlo. Aunque sí era eso que yo sospechaba, ella no lo admitiría, al menos no con una desconocida.
- Estoy cociente de que esta contaminado y que no se puede emplear... pero sí lo dejó aquí tirado algún gato o perro hambriento podría comerlo -ella llevaba un cachorro sonreí al canino sin acercarme-, la rosa de castilla puede ser muy dañina para los animales... -informé.
Pude ver cierto reflejó en los ojos de la chica frente a mí y ladee el rostro viéndola más de cerca.
- Disculpe por intrusión, por poco y la tiro -dije de forma amable antes de continuar hablando y observandola, no quería parecer grosera pero ese aire y esa aura singular llamaba mucho mi atención, no era una gitana porque no tenía la pinta de, podía ser que...
- ¿Nos hemos visto en algún otro lado? -pregunté acomodando mi chal nuevamente sobre mi cabeza-, y sí no es el caso me presento, soy Kara.
El olor de orégano se intensifico y una suave brisa revolvió el cabello caoba de la joven con la que tropecé antes. Solo era cuestión de confirmarlo. Aunque sí era eso que yo sospechaba, ella no lo admitiría, al menos no con una desconocida.
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/07/2012
Localización : Bosque de Francia.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: De orégano y de rosas...
En eso tenía razón, era una flor muy dañina para los animales, no tanto así para las personas, para los bebes era mucho mejor. Sonreí ante su comentario porque se notaba que era una joven entendida en el tema. Mis sospechas disminuían y daban paso a la aceptación. Amablemente le pedí una bolsa de papel a la dueña del puesto en en que estábamos, después de agradecerle, tome las contaminadas flores y las eché en el empaque para luego echarlas a la pequeña bolsa que traía.
Es por eso que este perro no se va a acercar a ellas. Y no te preocupes, creo que ambas estábamos muy distraídas para fijarnos donde o con quien nos íbamos a topar.-analicé su pregunta y asentí, la verdad era que no nos conocíamos jamás en la vida nos habíamos topado, esta era la primera, pero esperaba que con mi afirmación entendiera que sus dudas estaban siendo respondidas, sin necesidad de utilizar las palabras. No era seguro para ninguna de las dos mencionarlo.
Que tal si nos encaminamos a conseguir más de estas flores para que las uses, las que se cayeron déjamelas a mi, te comprare nuevas. Una simple forma de ofrecer mis más sinceras disculpas. Un gusto Kara, mi nombre es Sabella Cavanaugh de Gunther. Esposa del Barón de Rumania.-Hice una pequeña reverencia, era algo que estaba tan grabado en mi enseñanza que no podía evitar hacerlo cada vez que conocía a alguien nuevo.
Es por eso que este perro no se va a acercar a ellas. Y no te preocupes, creo que ambas estábamos muy distraídas para fijarnos donde o con quien nos íbamos a topar.-analicé su pregunta y asentí, la verdad era que no nos conocíamos jamás en la vida nos habíamos topado, esta era la primera, pero esperaba que con mi afirmación entendiera que sus dudas estaban siendo respondidas, sin necesidad de utilizar las palabras. No era seguro para ninguna de las dos mencionarlo.
Que tal si nos encaminamos a conseguir más de estas flores para que las uses, las que se cayeron déjamelas a mi, te comprare nuevas. Una simple forma de ofrecer mis más sinceras disculpas. Un gusto Kara, mi nombre es Sabella Cavanaugh de Gunther. Esposa del Barón de Rumania.-Hice una pequeña reverencia, era algo que estaba tan grabado en mi enseñanza que no podía evitar hacerlo cada vez que conocía a alguien nuevo.
Sabella Cavanaugh- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Localización : In the middle of it all.
Re: De orégano y de rosas...
Al escuchar la respuesta primera una sonrisa se esbozó en mi rostro mientras que observaba las acciones que ejercía con elegancia y cuidado. Me hice a un lado para que ella pudiera dialogar con la mercader y después regresó conmigo.
- El placer es mío, su excelencia -hice una reverencia pequeña con la cabeza y le dediqué una mirada más seria-, sí yo fuera tú no diría eso muy a menudo ni en voz alta... no sabes quien puede ser un espía que trabajé en contra de la corona -le informé. Sí me lo iba a decir a mí que durante algún tiempo viví con los enemigos de la corona británica.
Afirmé a su sugerencia e indiqué el camino hacia un extremo del mercado que no había recorrido. La gente seguía siendo un mar que nos arrastraba en veces pero no lo suficiente fuerte como para jalonearnos o peor. Era una caminata suave y desviaba la mirada de vez en vez hacía los puestos que ofrecían curiosidades.
- ¿Vienes seguido al mercado ambulante? Me soprende que no venga contigo una carabina para tu cuidado -confesé sincera deteniendonme en un puesto donde vendían joyería bastante desgastada. Pero vi unas piedras de agatha bastante monas. Las cogí, solo una era original. Esta era pequeña como del tamaño de una uña y se las pasé a mi compañera.
-Son buenas para el mal de ojo y las envidias... -expliqué en voz baja mientras que sacaba seis francos y los entregaba al mercader quien comenzó a reñirme acerca del pago, pero yo contradije ya que no eran reales. El mercader no dijo nada más y seguimos caminando.
- El placer es mío, su excelencia -hice una reverencia pequeña con la cabeza y le dediqué una mirada más seria-, sí yo fuera tú no diría eso muy a menudo ni en voz alta... no sabes quien puede ser un espía que trabajé en contra de la corona -le informé. Sí me lo iba a decir a mí que durante algún tiempo viví con los enemigos de la corona británica.
Afirmé a su sugerencia e indiqué el camino hacia un extremo del mercado que no había recorrido. La gente seguía siendo un mar que nos arrastraba en veces pero no lo suficiente fuerte como para jalonearnos o peor. Era una caminata suave y desviaba la mirada de vez en vez hacía los puestos que ofrecían curiosidades.
- ¿Vienes seguido al mercado ambulante? Me soprende que no venga contigo una carabina para tu cuidado -confesé sincera deteniendonme en un puesto donde vendían joyería bastante desgastada. Pero vi unas piedras de agatha bastante monas. Las cogí, solo una era original. Esta era pequeña como del tamaño de una uña y se las pasé a mi compañera.
-Son buenas para el mal de ojo y las envidias... -expliqué en voz baja mientras que sacaba seis francos y los entregaba al mercader quien comenzó a reñirme acerca del pago, pero yo contradije ya que no eran reales. El mercader no dijo nada más y seguimos caminando.
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/07/2012
Localización : Bosque de Francia.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: De orégano y de rosas...
Ese comentario de la carabina me saco una sonrisa real. Era verdad, era extraño ver a personas de mi nivel por estos lugares, pero la verdad es que para mí era un sitio publico como cualquier otro. Simplemente me gustaba pasear y no por eso tenía que hacerlo con un ejercito a mis espaldas. Las que sí me acompañaban estaban en sus propios asuntos.
Bueno, la verdad es que mi esposo sabe que odio salir con tanta gente, lo mejor es solo caminar como si fuese una más de los habitantes. La verdad es que estoy tan acostumbrada a estar con justas personas en mi compañía que tenerlos siguiendome solo me pondría nerviosa. Es por esa misma razón de mantenerme bajo perfil que vengo sola.
Sonreí a su información sobre las piedras agatha y procure comprar, unas originales para ella y quizas unas para mi.- Creo que con una no te va a alcanzar. Tendremos que conseguir más. Tengo a alguien que las vende a buen precio y son originales.- deje que nos guiara al puesto para comprar las flores, de ahí nos iriamos directo al puesto de las piedras que conocía. Era pequeño, pero muy confiable. Siempre compraba allí cuando necesitaba.
Bueno, la verdad es que mi esposo sabe que odio salir con tanta gente, lo mejor es solo caminar como si fuese una más de los habitantes. La verdad es que estoy tan acostumbrada a estar con justas personas en mi compañía que tenerlos siguiendome solo me pondría nerviosa. Es por esa misma razón de mantenerme bajo perfil que vengo sola.
Sonreí a su información sobre las piedras agatha y procure comprar, unas originales para ella y quizas unas para mi.- Creo que con una no te va a alcanzar. Tendremos que conseguir más. Tengo a alguien que las vende a buen precio y son originales.- deje que nos guiara al puesto para comprar las flores, de ahí nos iriamos directo al puesto de las piedras que conocía. Era pequeño, pero muy confiable. Siempre compraba allí cuando necesitaba.
Sabella Cavanaugh- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Localización : In the middle of it all.
Re: De orégano y de rosas...
Afirmé animada, al parecer la mañana no sería tan aburrida como había pensado. Nos encaminé hasta el puesto de flores. Era una mujer más joven que nosotros la que atendía. Ahora mismo se encontraba regando algunas flores y cambiando de lugar a aquellas que necesitaba deshidratar, como era el caso de las rosas rojas de castilla. Aunque mi mirada se desanimo un poco al ver que el frasco donde las tenía antes se encontraba vacío.
-Ven Sabella... -le dije a mi acompañante adentrándome más al puesto. Aferraba el chal a mí para que no cayera cuando me agachara o flexionara. Observé una y otra vez algunas flores pero no había la que había conseguido antes.
- Qué mala suerte... se acabaron las rosas de castilla... -comenté a la castaña- ¿Conoces alguna flor que pueda sustituir a la rosa de castilla? -confíe un poco en Sabella. Ya que a la afirmación que había hecho antes me denotaba sabía sobre plantas. Con suerte y lograba salir con algo de ahí. Después mi mirada fue captada por Hoja de San Juan. Estiré mi mano hasta alcanzarla y olerla. Olía bien aunque no era tan fresca como esperaba-, ¿Qué opinas? -pregunté nuevamente en Sabella dándole a oler la misma hojita.
-Ven Sabella... -le dije a mi acompañante adentrándome más al puesto. Aferraba el chal a mí para que no cayera cuando me agachara o flexionara. Observé una y otra vez algunas flores pero no había la que había conseguido antes.
- Qué mala suerte... se acabaron las rosas de castilla... -comenté a la castaña- ¿Conoces alguna flor que pueda sustituir a la rosa de castilla? -confíe un poco en Sabella. Ya que a la afirmación que había hecho antes me denotaba sabía sobre plantas. Con suerte y lograba salir con algo de ahí. Después mi mirada fue captada por Hoja de San Juan. Estiré mi mano hasta alcanzarla y olerla. Olía bien aunque no era tan fresca como esperaba-, ¿Qué opinas? -pregunté nuevamente en Sabella dándole a oler la misma hojita.
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/07/2012
Localización : Bosque de Francia.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: De orégano y de rosas...
Era una buena elección pero no era la correcta. suavemente la tome y olí su delicioso aroma, pero no era lo que necesitaba.- No, esta es para los males de tristeza y posible depresión no es lo que necesitas. A menos que de verdad tengas esos síntomas. Podemos hacer una cosa. - sonreí y hable con la vendedora, la pelirroja se dio vuelta y me miro con ojos claros. Con una sonrisa y suaves palabras le pedí que me diera un masetero con rosas rojas de castilla. La compre y la puse con cuidado en los brazos de la pelinegra.
Ahora, cuando necesites unas pocas hojas, las tomas, las envuelves en algún papel o tela y las dejas al sol hasta que se sequen. Procura no gastarlas todas, para que puedan nacer más. Espero no las necesites demasiado urgente, es la mejor solución que te puedo dar, y estoy segura que te durara por mucho más tiempo que comprándolas secas.
Camine lentamente en la dirección de mi casero, estaba sentado en su banco de mimbre contando unas piedras azules. Lo salude con amabilidad y su sonrisa se poso en mi compañera y yo. Hice el pedido de las piedras, 9 en total, 5 para cada una. Eran las originales, sin duda. Además el precio era razonable por la cantidad que le pedí. Me las entrego en dos bolsitas negras, le di una a Kara y la otra la guarde en el bolso.-Espero con esas sea suficiente, tienes que mantenerlas fuera del alcancé del agua. No les pasa nada.... solo que tienen otro efecto. - ese era un truco que mi madre me había enseñado cuando era pequeña, nunca había entendido el porque, pero me dijo que lo haría el día en el que lo necesitara.
Ahora, cuando necesites unas pocas hojas, las tomas, las envuelves en algún papel o tela y las dejas al sol hasta que se sequen. Procura no gastarlas todas, para que puedan nacer más. Espero no las necesites demasiado urgente, es la mejor solución que te puedo dar, y estoy segura que te durara por mucho más tiempo que comprándolas secas.
Camine lentamente en la dirección de mi casero, estaba sentado en su banco de mimbre contando unas piedras azules. Lo salude con amabilidad y su sonrisa se poso en mi compañera y yo. Hice el pedido de las piedras, 9 en total, 5 para cada una. Eran las originales, sin duda. Además el precio era razonable por la cantidad que le pedí. Me las entrego en dos bolsitas negras, le di una a Kara y la otra la guarde en el bolso.-Espero con esas sea suficiente, tienes que mantenerlas fuera del alcancé del agua. No les pasa nada.... solo que tienen otro efecto. - ese era un truco que mi madre me había enseñado cuando era pequeña, nunca había entendido el porque, pero me dijo que lo haría el día en el que lo necesitara.
Sabella Cavanaugh- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Localización : In the middle of it all.
Re: De orégano y de rosas...
Sonreí maravillada ante las acciones tan nobles de la mujer que pertenecía a la realeza. Era tan distinta a otras mujeres que pertenecían a la alta sociedad que por un momento cambiaría mi formar de pensar hacia aquellos que nacía en cuna de oro. Era una persona de corazón puro y esperaba que aquel mundo en el que ella se mecía no la fuera a intoxicar. Sabella, me preguntaba que clase de suerte le depararía el destino, quería sacar los huesos de conejo e invocar a mis familiares para prevenirla o alentarla sobre el por venir pero... me miré en la muchedumbre del mercadillo, no era el mejor lugar para ponerse a dar predicciones
Cogí animada con ambas manos la planta. El olor era fresco y fuerte. Y reí a lo dicho por la planta de San Juan, negué y comenté en un tono amistoso-. En realidad no la necesito, pero siempre es bueno tenerla cerca por sí se vuelve necesaria... -expliqué mientras que escuchaba como ella me daba una exposición clara de como se debía utilizar de forma adecuada la plata de rosa de castilla. Era algo que sabía más o menos pero que había olvidado. Sí eres tonta, pensé y afirmé a lo dicho por la morena.
- Muchas gracias, no hubiera sabido que hacer sin ti...-dije bastante animada mientras que nos guiaba hacia la persona que vendía las piedras. Me era bastante curioso, otra vez, que ella conociera tantos lugares donde se vendían aquellos tipos de elemntos y fuera de la alta sociedad, pero igual no comenté nada para no incomodarla o verme grosera.
Miraba maravillada mis rosas. Y el llamativo color escarlata brillaba con el suave sol de primavera. El olor se mezclaba con el del orégano y el de otras plantas y cosas que vendían en el sitio.
- Sabella... ¿Hace mucho que te casaste? -pregunté tratando de no sonar fisgona. Pero recordaba claramente el caso de una marquesa de trece años casada con su primo de 15 años. Por lo que, una mujer de alta sociedad de ventitantos años ya podría tener varios años en "santo matrimonio".
Al poco rato llegamos hasta el lugar que era nuestro destino, bastante curiosa observé varias piezas que ahí se exhibían al tiempo ella hacía la transacción, pronto regresó con dos bolsitas negras y me entregó una. Mi sonrisa se hizo aún mayor. La tomé con cuidado, dejando la planta sobre una mesita y abrí una bolsa de medida mediana de cuero que cargaba en mi cadera, dentro coloqué la bolsa negra. Ahí llevaba algunas otras piezas y piedras fundamentales para mi vida. De las cuales, como buena hechicera jamás me separaba de ellas.
- Muchas gracias, lo que has hecho por mí hoy tendrá un alto costo en el futuro, se te regresara con creces comenté sonriente -pero al instante un suave olor a pan recién horneado se olió por cerca de nuestro lugar, sonreí recordando la panadería Le Brillanté, y su pan de las doce del día-. ¿Ya comiste? Conozco un lugar perfecto para tomar la merienda y de paso agradecer por lo que has hecho hoy... -dije mientras colocaba mi mano sobre su brazo, en un toque bastante suave.
Cogí animada con ambas manos la planta. El olor era fresco y fuerte. Y reí a lo dicho por la planta de San Juan, negué y comenté en un tono amistoso-. En realidad no la necesito, pero siempre es bueno tenerla cerca por sí se vuelve necesaria... -expliqué mientras que escuchaba como ella me daba una exposición clara de como se debía utilizar de forma adecuada la plata de rosa de castilla. Era algo que sabía más o menos pero que había olvidado. Sí eres tonta, pensé y afirmé a lo dicho por la morena.
- Muchas gracias, no hubiera sabido que hacer sin ti...-dije bastante animada mientras que nos guiaba hacia la persona que vendía las piedras. Me era bastante curioso, otra vez, que ella conociera tantos lugares donde se vendían aquellos tipos de elemntos y fuera de la alta sociedad, pero igual no comenté nada para no incomodarla o verme grosera.
Miraba maravillada mis rosas. Y el llamativo color escarlata brillaba con el suave sol de primavera. El olor se mezclaba con el del orégano y el de otras plantas y cosas que vendían en el sitio.
- Sabella... ¿Hace mucho que te casaste? -pregunté tratando de no sonar fisgona. Pero recordaba claramente el caso de una marquesa de trece años casada con su primo de 15 años. Por lo que, una mujer de alta sociedad de ventitantos años ya podría tener varios años en "santo matrimonio".
Al poco rato llegamos hasta el lugar que era nuestro destino, bastante curiosa observé varias piezas que ahí se exhibían al tiempo ella hacía la transacción, pronto regresó con dos bolsitas negras y me entregó una. Mi sonrisa se hizo aún mayor. La tomé con cuidado, dejando la planta sobre una mesita y abrí una bolsa de medida mediana de cuero que cargaba en mi cadera, dentro coloqué la bolsa negra. Ahí llevaba algunas otras piezas y piedras fundamentales para mi vida. De las cuales, como buena hechicera jamás me separaba de ellas.
- Muchas gracias, lo que has hecho por mí hoy tendrá un alto costo en el futuro, se te regresara con creces comenté sonriente -pero al instante un suave olor a pan recién horneado se olió por cerca de nuestro lugar, sonreí recordando la panadería Le Brillanté, y su pan de las doce del día-. ¿Ya comiste? Conozco un lugar perfecto para tomar la merienda y de paso agradecer por lo que has hecho hoy... -dije mientras colocaba mi mano sobre su brazo, en un toque bastante suave.
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/07/2012
Localización : Bosque de Francia.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: De orégano y de rosas...
Fue en ese entonces cuando pensé que para mi próxima visita al mercado debía comprar esa planta de San Juan, sabía mi madre que la necesitaba con desesperación cuando mi esposo se iba en sus viajes. Como lo era en esta ocasión.
Estoy segura de que lo hubieses averiguado cuanto antes, o tu instinto te lo hubiese dicho. Es algo muy fácil de hacer.- sonreí animada, era agradable poder hablar de cosas así con alguien que de verdad lo entendía, sin miedo a que te tacharan de loca o de.... bueno, bruja.
Su pregunta sobre mi matrimonio me hizo mirar al suelo por un momento, era un sentimiento confuso el que me llegaba al corazón cuando hablaba de mi esposo. Habían 4 años maravillosos, pero el se había vuelto cada vez más distante conmigo.- 4 años, nos casamos muy jovenes, bueno yo con 19 años. No te sorprenderá saber que nuestras familias lo arreglaron. Estuvimos comprometidos por dos años antes de eso, es un muy bien hombre, adicto al trabajo, pero muy bueno.- No sabía si decía estas cosas porque era mi esposo, y a pesar de su distancia lo amaba igual que el primer día, o lo decía porque era el Barón de Rumania y mi deber como esposa era siempre ponerlo como el mejor hombre que existía.
Asentí cuando me dio la idea de la merienda.- Oh! eso suena fascinante, tengo un poco de hambre y ese olor a pan recién orneado me fascina. Vamos, estoy segura que podemos seguir conversando en el lugar.- camine con calma mientras guardaba las piedras en mi bolsito.
Estoy segura de que lo hubieses averiguado cuanto antes, o tu instinto te lo hubiese dicho. Es algo muy fácil de hacer.- sonreí animada, era agradable poder hablar de cosas así con alguien que de verdad lo entendía, sin miedo a que te tacharan de loca o de.... bueno, bruja.
Su pregunta sobre mi matrimonio me hizo mirar al suelo por un momento, era un sentimiento confuso el que me llegaba al corazón cuando hablaba de mi esposo. Habían 4 años maravillosos, pero el se había vuelto cada vez más distante conmigo.- 4 años, nos casamos muy jovenes, bueno yo con 19 años. No te sorprenderá saber que nuestras familias lo arreglaron. Estuvimos comprometidos por dos años antes de eso, es un muy bien hombre, adicto al trabajo, pero muy bueno.- No sabía si decía estas cosas porque era mi esposo, y a pesar de su distancia lo amaba igual que el primer día, o lo decía porque era el Barón de Rumania y mi deber como esposa era siempre ponerlo como el mejor hombre que existía.
Asentí cuando me dio la idea de la merienda.- Oh! eso suena fascinante, tengo un poco de hambre y ese olor a pan recién orneado me fascina. Vamos, estoy segura que podemos seguir conversando en el lugar.- camine con calma mientras guardaba las piedras en mi bolsito.
Sabella Cavanaugh- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Localización : In the middle of it all.
Re: De orégano y de rosas...
Escuché las palabras acerca de su matrimonio y me sentí realmente mal. Era una jaula de oro ser parte de la realeza, no importaba de que país o nación, siempre era la misma maldición. Ahora, tener nuestra naturaleza (de brujas) y aparte ser hija de alta sociedad. Recordaba con un poco de coraje el matrimonio arreglado de mi amo, y la forma en que yo había huido sin escucharle siquiera...
Extrañaba a mi Barón. Mi mirada se volvió compasiva y sonreí con cariño a Sabella.
- Los años nos hacen sabios, querida, verás que todo va a fluir mejor de lo que esperas... -comenté tras su explicación-, eres una persona sumamente buena y de sentimientos puros... el destino no puede ser tan malo con alguien como tú...
A la afirmación de la comida le indiqué el camino. Solo fueron una o dos cuadras ya un poco lejos del mercado, pero no lo suficiente como para dejar de ver el tumulto de gente que entraba y salía del area exclusiva de compra. El establecimiento que visitamos era una casa convertida pobremente en un café, tratando de emular a las boutiques de queso y pan que había en el lujoso centro gastronomico de la ciudad. Pero la comida de aquí no se comparaba en nada a la comida de allá. Esta era mejor porque era hecha con amor.
Había unas mesas de madera vieja afuera de la casa y las puertas como ventanas abiertas, de las cuales se respiraban el delicioso aroma a pan recién horneado. También un suave olor a vino tomado y café que se molía. Había algunas personas de edad avanzada que comían gachas con pan. Otros más bebían vino tinto y tenían apariencia de alcoholicos pero estaban inmersos en su mundo de carcajadas y bromas. No podía evitar dejar de ver a los mendigos que se encontraban pegados a la ventana viendo como se hacían los pasteles de carne. Mendigos que aunque tuvieran la comida en sus narices y les dieran permiso de devorarlas no podrían más que chuparla pues no contaban con ningún diente. Una mirada a la realidad de la ciudad.
- Llegamos... -anuncié a Sabella mientras que tomaba asiento en una de las mesas del exterior a la intemperie de la pasadera de personas y caballos. Sofia, la mesera una joven señorita de pecas y mejillas sonrojadas llegó de inmediato.
- Madame Jakes... que bueno tenerla aquí otra vez... -sonrió encantada la menor y yo le sonreí de forma amigale.
- Bon Jour, Sofia... hoy vengo acompañada así que trae dos de lo que siempre consumo... -pedí y me giré a la realeza-. ¿Con vino, café o té?
Extrañaba a mi Barón. Mi mirada se volvió compasiva y sonreí con cariño a Sabella.
- Los años nos hacen sabios, querida, verás que todo va a fluir mejor de lo que esperas... -comenté tras su explicación-, eres una persona sumamente buena y de sentimientos puros... el destino no puede ser tan malo con alguien como tú...
A la afirmación de la comida le indiqué el camino. Solo fueron una o dos cuadras ya un poco lejos del mercado, pero no lo suficiente como para dejar de ver el tumulto de gente que entraba y salía del area exclusiva de compra. El establecimiento que visitamos era una casa convertida pobremente en un café, tratando de emular a las boutiques de queso y pan que había en el lujoso centro gastronomico de la ciudad. Pero la comida de aquí no se comparaba en nada a la comida de allá. Esta era mejor porque era hecha con amor.
Había unas mesas de madera vieja afuera de la casa y las puertas como ventanas abiertas, de las cuales se respiraban el delicioso aroma a pan recién horneado. También un suave olor a vino tomado y café que se molía. Había algunas personas de edad avanzada que comían gachas con pan. Otros más bebían vino tinto y tenían apariencia de alcoholicos pero estaban inmersos en su mundo de carcajadas y bromas. No podía evitar dejar de ver a los mendigos que se encontraban pegados a la ventana viendo como se hacían los pasteles de carne. Mendigos que aunque tuvieran la comida en sus narices y les dieran permiso de devorarlas no podrían más que chuparla pues no contaban con ningún diente. Una mirada a la realidad de la ciudad.
- Llegamos... -anuncié a Sabella mientras que tomaba asiento en una de las mesas del exterior a la intemperie de la pasadera de personas y caballos. Sofia, la mesera una joven señorita de pecas y mejillas sonrojadas llegó de inmediato.
- Madame Jakes... que bueno tenerla aquí otra vez... -sonrió encantada la menor y yo le sonreí de forma amigale.
- Bon Jour, Sofia... hoy vengo acompañada así que trae dos de lo que siempre consumo... -pedí y me giré a la realeza-. ¿Con vino, café o té?
Kara Jakes- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 74
Fecha de inscripción : 23/07/2012
Localización : Bosque de Francia.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: De orégano y de rosas...
Su mirada comprensiva me lleno de algo que podía llamarse confianza, tenía en claro de que no eramos de la misma clase social, pero eso a mi me importaba poco, sentí por primera vez en mucho tiempo que tenía a alguien en quien confiar, contarle las cosas que me atormentaban por ser la esposa de alguien con poder, y bruja.
Llegamos al restauran, era viejo una pobre imitación de los grandes lugares en los mejores barrios de la ciudad, pero el aura alrededor de el y las personas que disfrutaban de la exquisita comida en las mesas me hizo enamorarme de la simpleza del lugar. Cuando su pregunta me llego a los oídos no pude evitar la sonrisa.- Un café estaría de maravilla, ese olor simplemente me conquista.- sonreí amablemente a la hermosa señorita que estaba atendiendo nuestra mesa y hice una pequeña reverencia, deje que Kara hiciera la elección, sabía que era lo más exquisito del lugar.
Creo, querida Kara, que la vida tiene algo para mi, pero muchas veces dudo de mi propósito en el matrimonio en el que estoy. Esto de no poder darle herederos a mi esposo y a la nación entera me tiene más que... preocupada. Es una nación entera a la que le tengo que responder, Kara. Me alaga que tengas esa impresión de mi, soy una persona de gran corazón quizás a los ojos del resto. Pero se que en mi interior hay algo que juega por salir, algo que no es correcto ni tampoco bueno. .- esperaba, rogaba para que me entendiera, y que tuviese la discreción de mantener el secreto.
Llegamos al restauran, era viejo una pobre imitación de los grandes lugares en los mejores barrios de la ciudad, pero el aura alrededor de el y las personas que disfrutaban de la exquisita comida en las mesas me hizo enamorarme de la simpleza del lugar. Cuando su pregunta me llego a los oídos no pude evitar la sonrisa.- Un café estaría de maravilla, ese olor simplemente me conquista.- sonreí amablemente a la hermosa señorita que estaba atendiendo nuestra mesa y hice una pequeña reverencia, deje que Kara hiciera la elección, sabía que era lo más exquisito del lugar.
Creo, querida Kara, que la vida tiene algo para mi, pero muchas veces dudo de mi propósito en el matrimonio en el que estoy. Esto de no poder darle herederos a mi esposo y a la nación entera me tiene más que... preocupada. Es una nación entera a la que le tengo que responder, Kara. Me alaga que tengas esa impresión de mi, soy una persona de gran corazón quizás a los ojos del resto. Pero se que en mi interior hay algo que juega por salir, algo que no es correcto ni tampoco bueno. .- esperaba, rogaba para que me entendiera, y que tuviese la discreción de mantener el secreto.
Sabella Cavanaugh- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 26
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Localización : In the middle of it all.
Temas similares
» Olor a rosas entre labios rosas [Tyler]
» Rosas para un caballero
» Veo duendes rosas...
» Convento de rosas
» Rosas con sangre || Libre
» Rosas para un caballero
» Veo duendes rosas...
» Convento de rosas
» Rosas con sangre || Libre
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour