With the power of stars... I will be safe.

por **Shadow Shayker** Vie Jul 27, 2012 12:18 pm

-Nombre del Personaje: Shadow Shayker
-Edad: Aproximadamente 2800 años, 18 aparentes.
-Especie: Vampiro
-Tipo, Clase Social o Cargo: Clase alta.
-Orientación Sexual: Bisexual, con preferencia lésbica
-Lugar de Origen: Egipto.
-Habilidad/Poder: Control de emociones, sanación acelerada, ilusión, agilidad y reflejos sobrehumanos, sentidos aumentados.
-Descripción Física:

Spoiler:

-Descripción Psicológica:
Su grave problema es que no se atreve a conocer a nadie al principio. Tras el gran problema que tuvo con el vampiro que la mordió, no se atreve a confiar en nadie desde un principio, aunque lo finja. Finge ser una persona sociable, pero confía muy poco en las personas en realidad. Siempre teme que alguien le pueda clavar una estaca por la espalda en cualquier momento.
Es algo despistada en lo que se refiere a los comentarios de las personas, y es habitual que diga cosas que no vienen a cuento. No conoce el temor, pues no teme la muerte, que en parte llega a desear a veces. Cuando la sed la ciega, puede llegar a ser presa del más intenso sadismo, y llegar a pensar realmente en morder a alguien. Pero su humanidad es más fuerte que su desidia en el mayor de los casos, a pesar de todo... Cuando la sed de sangre la domina, las cosas cambian. Su otra personalidad aflora de un modo enfermizo.
En una sola palabra, sádica. Anzu, como se hace llamar, es todo lo opuesto a la consciencia habitual de Shadow. Adora la sangre y el sexo. Aún no ha aprendido a amar o a sentir piedad. Es bastante cerrada y no deja que nadie cale emocionalmente en ella. No suele dirigir la palabra a los hombres, porque los considera totalmente inútiles en todos los sentidos. Su único deseo son las féminas. Pero sin embargo ella debe ser la reina. Le gusta ser obedecida y adorada como la diosa que cree ser. No siente reparo en manipular las mentes de los demás. No obstante, no le gusta el control absoluto, prefiere controlar las pasiones. Le gusta matar sin piedad y hacer sufrir a sus víctimas antes, aunque usualmente, suele matar a sus presas después de haber tenido contacto sexual con ellas, dado que le da un sabor especial a la sangre. Pero siempre escoge entre el placer y el dolor, nunca los mezcla.Odia firmemente a su otra personalidad, y haría lo que fuese para poseer el cuerpo ella sola.

-Historia:
Anzu Stealer, la heredera del consejero.
La joven Anzu era una chica muy despierta, pero que sin embargo prefería invertir sus energías en los juegos y las distracciones en lugar de en los estudios. Solía prestar atención únicamente al entrenamiento para el combate, ignorando por completo el resto. Sus padres la consideraban un caso perdido, a diferencia de Zandramas, la mayor. Y es por eso que Anzu nunca se inquietó por los asuntos de sus padres, pues sabía que en el fondo no esperaban nada de ella. Decidió preocuparse más por ese chico que tanto le gustaba. Ese joven llamado Sombra, que parecía salir de cualquier parte para sorprenderla y que era el objeto de su deseo. Ella se entregó a él por completo, y se prometió a sí misma que lo dejaría todo si él se lo pedía. Pero eso nunca llegó a suceder, puesto que una noche que pintaba hermosa acabaría siendo el día en que Anzu Stealer moriría. Atacada por unos bandidos mientras lo esperaba, Anzu recibió una puñalada en el estómago y cayó, notando como su vida se esfumaba. Sensación que aumentó al notar como los colmillos del vampiro se clavaban en su cuello. Sombra había evitado que abandonase el mundo de los vivos, pero a un precio que Anzu no hubiese pagado. La convirtió en un monstruo, y su mente quedó dañada, borrando gran parte de sus recuerdos. Le despreció por ello y le instó a marcharse para que no volviera nunca más. Cuando consiguió volver a su hogar, las miradas convergían en ella. Estaba manchada de sangre, y su piel antiguamente torneada estaba pálida como el mármol. Su madre se acercó a ella, tratando de comprender que pasaba. Y entonces Anzu perdió el control, y sus colmillos se hundieron en el cuello de la mujer que le dio la vida. Y cuando ella trató de apartarse ella sólo la lanzó al suelo, produciendo un golpe que la mataría.

La maldición de Ra.
Anzu se odiaba a sí misma, más de lo que podría odiar a ningún otro ser en el mundo. Había matado a su propia madre y había huido. La sangre aún estaba fresca y dulce en sus labios, y saborearla le daba un placer superior a cualquier cosa que jamás hubiese imaginado. Una parte de ella, nueva y poderosa, deseaba más del fluido vital, mientras que la otra, la que siempre había sido, se asqueaba de sí misma y de sus propios pensamientos. Era una asesina, pero eso no era lo peor, lo peor fue cuando supo que acusaron a su propia hermana del crimen. Se deslizó por las calles tratando de evitarlo. Confesaría, y dejaría que la matasen, dejaría de ser el demonio en el que se había convertido. Y así hubiera acabado su historia, de no ser por el amanecer. Los rayos del sol comenzaron a alcanzar el patíbulo. Anzu no le dio importancia, era algo que ocurría a diario, pero esta vez algo iba a cambiar para ella. Y fue algo muy significativo, pues cuando los rayos rozaron su piel, esta se quemó como si el fuego la estuviera calcinando. Y entonces entendió que no alcanzaría a su hermana, que se convertiría en cenizas antes siquiera de que su voz lograse penetrar los gritos del público. Nada pudo hacer para evitar que momificaran a su hermana aún viva, mientras huía de los rayos del sol.

La vampiresa desatada.
Esa misma noche Shadow escuchó como una voz surcaba su mente, una voz poderosa, cruel. Una voz que le decía que se vengara, que usase su poder para que la muerte de su hermana no quedase sin castigo. La antigua consciencia de Shadow estaba débil, y nada pudo evitar que la sed de sangre la dominase. En antiguas batallas, el arma de Shadow siempre había sido su fe en Ra. Pero Ra la había traicionado. Y su voz se alzó poderosa en la noche, mientras armada con el odio pedía el favor de Seth, el dios del mal y la fuerza. Pidió que le otorgase su poder maligno, para vencer a aquellos que osaban desafiarla, y con una risa teñida de maldad se internó en el palacio del faraón. Los soldados trataron de detenerla, pero ni sus trucos de magia ni su fuerza física hicieron menor daño a la vampira de cabellos de fuego. Sus colmillos agudos hicieron retroceder a muchos, mientras otros acababan ensartados con sus propias armas. Ella sola consiguió poner en jaque al grandioso faraón que se llamaba a sí mismo hijo de Ra, y con sus propias manos los asesinó a él y a su reina, y saboreó su sangre, para luego huir al amparo de la noche, generando historias que se contarían durante milenios, de como un demonio había destruido todas las defensas del Rey de Egipto en una sola noche, y de como se había reído de todos y cada uno de sus soldados.

El espectro de florencia
Lo ocurrido después de aquello fue ciertamente confuso. Durante milenios la joven huyó de la gente. Renunció a su nombre, que sólo salía a la luz cuando su consciencia era nublada por la sed de sangre. Se llamó a sí misma Shadow, pues era una sombra. Muchas ciudades vio a lo largo de los años, tratando de que su otro lado no saliese a la luz y poseyese los cuerpos de las mujeres que encontraba a su paso, para luego beber su sangre. Pues si Shadow y Anzu estaban de acuerdo en algo, era en que no dejarían que ningún hombre volviese a tocar su cuerpo. Shadow buscó esperanza, y la encontró en una orden bajo un credo. La entrenaron, le dieron un hogar y la ayudaron a controlar a su lado más tétrico, que desde que Shadow cumpliese los 500 años, mostraba ser una consciencia propia. Shadow se unió a los ideales de esas hermandad, aprendió a usar sus armas, y se convirtió en la favorita del maestro para realizar actividades nocturnas. Shadow permaneció con ellos muchos años, hasta que al final decidió retirarse.

Khilarey, guardián de las estrellas.
Tantos siglos pasaron desde lo de Florencia, y Shadow ahora estaba sola de nuevo. Dejaba que todo lo que le ocurriese cayese en el olvido. Su consciencia más nefasta estaba sepultada en lo más profundo de su ser, y ahora creía ser feliz, sin dañar a nadie, convenciendo a la gente para que le cediese su sangre voluntariamente, en lugar de herirlos. Pero durante su búsqueda se encontró con alguien curioso. Dos gemelas estaban enfrentándose entre sí, con un poder que Shadow no terminaba de comprender. Shadow ayudó a la que parecía más justa, y eso la llevó a la victoria. Esa mujer, Khilarey, le dijo que su misión era proteger las estrellas, y los deseos de la gente, y que la que le había atacado era el producto de su oscuridad, que quería crear un mundo sin sueños. Esa mujer y Shadow forjaron un cariño especial, y Shadow la ayudó en muchas ocasiones, prestándole la dotes que había ganado con el tiempo, y evitando que en varias ocasiones que esos deseos se perdiesen. Le concedió el apellido que correspondía a sus hijos, Shayker y le dijo que le concedería un deseo, fuese cual fuese. Shadow sabía que no podía resucitar a los muertos, pero mientras jugaba con su hoja escondida, lanzando algunas chispas, la idea surgió. Miró a Khilarey y dijo "Mi deseo es que Ra me perdone"

La bruja.
Un suceso reflejado en un día, pero muy significativo. Anzu escogió a la presa equivocada. Su conducta sádica la llevó a asesinar a una niña que no llegaba a contar la quincena, la hija de una bruja. La bruja llegó tarde, y llena de rabia decidió castigar a la vampiresa que había atacado al ser que más amaba en el mundo. Le lanzó una poción al rostro, que lo hizo arder como si de fuego se tratase. La bruja pronunció un conjuro, y aseveró que le había condenado a perder su rostro, y que cuando lo viese de nuevo, estaría en posesión de aquello que su verdadera consciencia más despreciaba. Y la bruja no mintió, puesto que cuando Shadow se curó de las heridas de su rostro, este no era el mismo. Aun así, a día de hoy no ha encontrado a la persona que lleve su rostro, aunque es algo que teme profundamente.

Presente.
Ra no ha perdonado a Shadow, como ella tanto deseaba. Sigue atormentada y con miedo a la luz del sol, que la mataría en cuestión de minutos. Sigue vagando por el mundo, tratando de controlar a Anzu, y su implacable sed. Su último lugar de establecimiento es París. Y lo que más desprecia ahora mismo es la soledad, tan sólo tiene su propia locura como compañía. Quiere amigos a los que mostrar que es una buena persona, quiere seres que confíen en ella. Y quizás incluso una compañera.
-Datos Extras:
- Shadow representa una ironía, a pesar del vampirismo sigue diciendo ser una adoradora del sol, de Ra. Sin embargo, cuando Anzu toma el control se declara sirviente de Seth.
- Shadow es poco propensa a las batallas, es serena, sosegada y alegre.
- Shadow desea más que nada en el mundo a alguien a quien pueda llamar hijo o hija.
- A Shadow no le importa haber cambiado de rostro, porque supone dejar el pasado atrás. Su otra consciencia, Anzu, está indignada y dice que quiere recuperarlo, porque lo consideraba perfecto.

por **Tarik Pattakie** Dom Jul 29, 2012 4:11 am

OBSERVACIONES:

- Los vampiros en este foro no pueden salir de día bajo ningún concepto. Es su debilidad.
- Te recuerdo que la sangre animal solo los mantiene con vida hasta que puedan beber sangre humana, ya que ésta los mantiene débiles y no es suficiente.

Edita ese detalle y postea avisando para darte la aprobación. Gracias.

por **Shadow Shayker** Dom Jul 29, 2012 7:12 am

Editado, pensaba que podían salir a la luz del sol si no le alcanzaban sus rayos, vamos, que se mantenían entre las sombras. Bueno, espero que ahora esté bien.

por **Nigel Quartermane** Dom Jul 29, 2012 10:46 pm

FICHA APROBADA
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