Remember the Dark Days [Amy Von Bennewitz]

por **Zahid** Mar Ago 07, 2012 12:25 am

Esa noche, él y Joshua estaban en aquel lugar por petición de Junno, quien había querido que Joshua tocase el violín en aquel sitio. Su amo había dicho que podían ir y ahora aquí estaban. La música que producía el violín de Joshua como siempre le hacía sentir algo somnoliento, no porque le aburriera, durante muchos años el sonido que producían aquellas pequeñas manos era lo que lograba tranquilizarlo sin importar las circunstancias. Y cuando estaba tranquilo, siempre quería estar durmiendo. Últimamente dormía más que nunca, y al parecer eso empezaba a llamar la atención de las personas a su alrededor. Pero su cuerpo se sentía pesado y no le daban a veces ganas de hacer absolutamente nada. Era una pereza extrema la que a veces invadía su cuerpo y era incapaz de controlarla.

Estaba en la barra, porque Junno había dicho que ahí podría vigilarlo mejor, no quería meterse en líos, había dicho algo de que si les pasaba algo seguro aquel vampiro se lo haría pagar con creces. Ahora el observaba la bebida que estaba en su vaso sin ningún contenido alcohólico. El tintinar de los hielitos en su interior le hacía jugar con ellos. Más personas empezaban a entrar conforme la hora avanzaba. El mayordomo atendía con maestría a sus clientes con ayuda de otros dos muchachos. Él por su parte ahora solo luchaba por no quedarse dormido.

Observó a la persona a su lado, el problema es que la expresión en su rostro no era demasiado amigable, eso le habían dicho quienes estaban cerca. Casi no sonreía y su mirada fija parecía intimidar a otros cuando le veían, pero no lo hacía a propósito, solo era así, no podía evitarlo.

por **Amy Von Bennewitz** Mar Ago 07, 2012 4:36 pm

¿Qué hace una cortesana un día libre? O mejor dicho ¿Qué podría hacer yo? Mientras cepillaba mi larga cabellera miraba el espejo que frente a mi estaba, si durante la mañana me habían hecho un gran recibimiento Richard y mi esposo Alexei, según ellos había robado de su joyería unas diademas para venderlas en el Piacere della Vita. Cerré mis ojos al ver la gran marca en mi rostro, esa maldita manía que tenia de golpearme el rostro, mi ojo izquierdo estaba moreteado e inflamado, no podía abrirlo du es suspiro mientras llegaba Darla e intentaba maquillarme para que no se notara el hematoma, pero con tan solo el pequeño tacto con el pon pon me causaba dolor, le tome de la mano – Déjalo, estaré bien – susurre mientras mi lado derecho lo terminaba de maquillar y en mis labios los pintaba de un rojo suave. Deje mi cabellera suelta y levantándome fui para que mi doncella me ayudara con el vestido, uno color carmín, con poco escote que se ajustaba a mi ancha figura. – Es mi día libre y no deseo quedarme en casa para soportar las humillaciones de Alexei y Richard – le explique, ella sabía muy bien qué hacer, detrás de una tela inmensa bordada a mano había un puerta aquella me llevaba a la libertad sin que mi esposo se diera cuenta.

Ya en las calles, no sabía dónde ir pensé en buscar a Alvar, pero no quería que se preocupara por mí lo que menos deseaba en ese momento era dar problemas, luego pensé en ir a la joyería, pero sería mala idea, Gaspar se enfadaría y arreglaría cuentas con Alexei, mi caminar era pausado, note como las personas que andaban por las calles me observaban, si, mi rostro no se veía en las mejores condiciones, tan solo mi ojos derecho me permitía observar así que por lo mismo mi caminar era más lento no quería tropezar. Llegue a la zona comercial los locales nocturnos ya habían abierto sus puertas, a lo lejos vi el letrero de mi propia Joyería, pero no, ahí no iría al menos no por esta noche.

Seguí mi camino, sintiéndome intimidada por los comentarios que hacían y por la forma despectiva de mirarme, era una mujer gorda, con el rostro golpeado, con un insinuante vestido rojo, cualquiera daría en el clavo en mi profesión, Cortesana. Cerré mi ojo y alcance a ver el letrero de una taberna, “Taberna de mala Muerte” curioso nombre, no pensé ni siquiera cuestione lo que podría suceder, tan solo mis pies se adentraron al lugar el nombre cuando ya estuve dentro del lugar me pareció un verdadero chiste al igual que la joyería con un burdel infiltrado. Suspire recorriendo el lugar con una vista y me fui a la barra, no quería una mesa en realidad no quería sentirme más sola de lo que ya estaba. Trague un poco de saliva y tome asiento con la vista al frente – Brandi, por favor – tan solo un hilo de voz salió de mis labios y espere a que el cantinero me sirviera de mi bebida, necesitaba alcohol para ahogar mis pena y ocultar mi dolor.

por **Zahid** Sáb Ago 25, 2012 11:31 pm

El suño se estaba apoderando de él realmente, se giró al notar a la persona que se había sentado cerca de él, el sonido del violín en el fondo le adormecía aún más. Lo primero y remarcable que notó en la mujer no fue ni su vestido ni sus formas ni nada por el estilo, lo fue el golpe que se veía en su rostro. Ah, el había tenido peores -¿Has tenido una pelea? - Preguntó sin mucho pensar, él se había peleado infinidad de vees, sabía bien de eso.

Junno llevó lo que había pedido de inmediato y el olor de aquel licor le pareció curioso -Nadie a pedido eso desde que llegué - su olfato no le engañaba, eso seguro. Volvió a verla, en su mente ni su profesión o lo que fuese de su vida salían a la vista, simplemente el color y la forma de su ropa no le decían nada, a su parecer, más d euno allí vestía con ropas extravagantes y diferentes a lo que había conocido. En el circo, el peleaba durante las funciones y con el domador más de una vez habían tenido problemas, pero sanaba rápido y poco le importaba a veces todo eso -¿Te metiste en problemas? ¿Desobedeciste a alguien? - Era por lo que a él solían golpearlo por lo menos, y ajeno del mundo en el que estaba ahora, contrario al de aquel lugar en el que más bien solo debía procurar un buen y sangriento espectáculo, no podía imaginar loq ue sucedía por allí y todo lo relacionaba con lo que conocía. Era como un niño curioso, pero la verdad también es que estaba luchando con el sueño que tenía en ese momento. Justo antes de que ella estuviese ahí, iba a pedirle al chico que le dejara ir a aquella habitación que tenía para tirarse en el piso y simplemente dormir.

Off: perdón por la tardanza ._.

por **Amy Von Bennewitz** Jue Oct 11, 2012 4:32 pm

En el burdel no podría tener un momento de paz, en realidad Gaspar se enfadaría e iría a pelear nuevamente con mi esposo pero no quería que nadie tuviera problemas por mi culpa yo era la única culpable, de algo de lo que fuera al final todo lo que hacía ante los ojos de Alexei era feo, malo en realidad ya estaba acostumbrada a los golpes por que al cabo de un tiempo se borraban lo que si nunca podía olvidar eran las palabras, las frases con las que se dirigía a mí, pero… algún día seria completamente libre estaba segura de eso.

Suspire mientras gire lentamente mi cabeza para ver al joven que me hablada – un enfrentamiento con mi esposo -nadie me conocía ni mucho menos al desgraciado que me golpeaba todas las semanas así que simplemente hable, no estaría dispuesta a ocultar lo que él hacia cuando quería conmigo, tome la copa cuando llego a mi lugar con una media sonrisa la empine y tome de un sorbo, el sabor amargo con la mezcla de un café y un dulzor extraño quemo mi garganta pero de alguna manera me dejaba en claro que estaba viva, suspire – Otra de la misma, por favor – la primera de una la segunda ya iría mas lento necesitaba despejar mi mente y poder pensar con claridad, aunque dudaba que el alcohol me ayudara a esas alturas no me importaba absolutamente nada.

Mi esposo cree que por ser hombre puede pegarme por lo que sea, no puedo decir nada que ahí esta golpeándome… - seguí hablando como si conociera de toda la vida al joven, quizás tendría un o dos años más que mi, en realidad no sabia y no era de interés – No llorare – dije para mi mientras el cantinero de rasgos asiáticos traía consigo nuevamente un vaso para mi, agradecí con la cabeza y di un sorbo muy corto. – El brandi es un extraño trago que normalmente toman los caballeros de la alta sociedad… pues como necesito algo fuerte me pareció que sería buena elección beber un poco y borrar el dolor de mi cuerpo. – ahí me encontraba dando explicaciones innecesarias ¿acaso ya había hecho efecto? Esperaba que no y aguantar un poco más, la noche era larga y tenía decidido que no pasaría la noche ni el burdel ni mucho menos en mi casa, quizás si fuera donde Alvar el me acogería esta noche, pero no quería dar problemas ni mucho menos molestias… - y cuál es tu historia, ¿Qué haces aquí? – el había preguntado ahora era mi turno.

por **Zahid** Sáb Oct 13, 2012 6:58 pm

Le escuchó en silencio, solo viéndole. No entendía mucho lo que decía, pero podía notar cierto tono que tenía al pronunciar las palabras. Lo que fuese su vida, difícil o no, no lo entendía, porque la suya había pasado entre los barrotes de las jaulas y en las peleas del circo, en donde rara vez salían los dos contrincantes con vida. Su fuerza y su forma de oso grizzley le habían ayudado. Ahora le veía escuchando decir que su esposo le golpeaba y realmente no podía imaginarse ninguna situación.

Señaló el vaso que ahora estaba vacío -Eso alivia tu dolor?- El nunca había bebido brandy, aunque si había probado alguna bebida de la cual no sabía el nombre. Seguía recargado en la barra -Yo... estoy aqui porque vine a acompañar a Joshua- Señaló al violinista que aún llenaba el lugar con esa melodía suave. Luego volteó a ver a la otra persona que conocía en el lugar. Pero vio el gesto en su rostro y volvió a recargarse. Tenía sueño, últimamente más de lo habitual.

-Yo solía pelear en el circo- Había cerrado los ojos, por lo cual no notó la mirada de Junno casi diciéndole con esta que no dijese esas cosas -Esa marca, se ve fea, pero no tardará tanto en quitarse - Al menos solo era el golpe, no una costilla rota o algo así. Eso tardaba más, y para su suerte, los médicos no habían sido exactamente algo común de ver en las carpas -Deberías golpearlo también- Dijo sin pensar demasiado. Estaba acostumbrado, hombres o mujeres, cuando tu vida era lo que estabas intentando salvar, y sobre todo cuando dependías más de tu forma animal, no diferenciabas esas cosas.

por **Amy Von Bennewitz** Mar Nov 20, 2012 12:11 am

El cantinero puso frente a mi cuerpo el otro vaso lleno de Brandy, sentí un alivio al ver nuevamente aquella copa llena y sin pensarlo dos veces me trague todo el liquido, se sentía fuerte aun me quemaba la garganta pero me distraía, llevaba el dolor a otra forma haciendo que de alguna manera sintiera satisfacción por lo que estaba probando, no me había dado cuanta en qué momento había cerrado los ojos pero al terminar el liquido café deje el vaso en la barra e hice nuevamente una seña al cantinero –Una última – suspire sintiendo como un escalofríos recorría mi cuerpo y gire delicadamente mi cabeza para ver al violinista que no había tomado en cuenta, armonizaba el lugar de una manera bastante… ¿armoniosa? Reí ante mi pensamiento, si, el licor ya comenzaba hacer efectos, no era una bebedora pero cuando andaba con rabia en mi cuerpo me tomaba tres vasos nada más ni nada menos. – La forma en cómo toca el violín logra relajar a cualquiera – el comentario lo tire al aire y volví mi atención al hombre que me hablaba con la misma naturalidad que yo a él.

¿Y porque peleabas en el circo? – pregunte arrugando la frente, nunca había ido a uno… no era que no me llamara la atención pero, creo que era por el temor que le tenía a los gitanos, pero él no parecía uno ¡Y si era un esclavo! Moví mi cabeza de lado a lado sacando aquella idea de mi mente, suspire notoriamente y cerré los ojos con fuerzas y los volví abrir de manera casi violenta cuando el menciono aquello “Deberías Golpearlo también” – Ya lo he golpeado… pero no tengo fuerza y además… - me quede en silencio mirando el lugar, mis ojos se apoderaron del cantinero por unos segundos y me acerque un poco a mi nuevo confidente – Me golpea mi esposo y su amante… estoy en desventaja – levante los hombros, era cierto…

Si la marca se borrara… pero sus palabras las sigo escuchando – apreté la quijada de la misma manera que apretaba los ojos, podía oír las barbaridades que me decía Alexei, la forma en cómo me maltrataba no era nada comparado con sus palabras que herían mi corazón – Pero… tengo mi venganza… hago… - suspire bajando la mirada, dudando si hablar o quedarme completamente callada – Hago lo que él no puede prohibirme – no daría más datos, aquel joven parecía muy ingenuo como para saber de lo que hablaba y no estaba como para dar una gran explicación de lo que se trataba mi trabajo como cortesana….

por **Zahid** Miér Dic 05, 2012 11:41 pm

Le miró con atención, sus ojos claros con esa mirada profunda se mantuvieron sobre ella -El vive para eso - No se refería a que viviese de eso, sino que solo buscaba tocar en todo momento. Yudea había salido y Zahid había tenido que ir también para cuidar al otro cambiaformas. Junno pensó que estaría bien, su tamaño y fuerza podían ser de ayuda si se suscitaba algún problema.

El asiático detrás de la barra suspiró cuando ella preguntó acerca del circo. No había forma de que el oso no contara nada, cuando no podía interrumpir la plática, pero lo haría en caso de ser necesario -Porque había que hacerlo - Claro, en cada acto, lo que buscaban era sobrevivir, ese circo macabro en donde la sangre era la diversión de los invitados. Pero era todo lo que conocía, no sabía como sería un circo común, ni siquiera sabía que los actos que presentaban en uno de esos era sumamente algo distinto, sin tener que matar o acuchillar a nadie -Se anunciaba un día o a veces tu contrincante era elegido al azar. Había que pelear para entretener al público- Y su público eran sobrenaturales, vampiros la mayoría, como el propietario del circo. ´

Así que le había pegado, pero era más débil que él. Se enderezó en su silla -Es su amante más fuerte que tu?- Lo que el no entendía era el tipo de relaciones que las personas comunes podían tener y lo que podía ocasionar algo como eso que le estaban contando. Arqueó una ceja visiblemente intrigado por aquello último -Algo que no puede prohibirte? Te golpea y te hace eso, pero tu haces algo que a él no le gusta?-Estaba adivinando porque no tenía idea. Lo que no ntendía era como es que su esposo, como decía, no podía decirle que no hiciera ese algo fuera lo que fuera.

por **Amy Von Bennewitz** Lun Ene 07, 2013 9:02 pm

Realmente no sabía que era más confuso en ese momento si contar mi vida o entender aquello que él hablaba sobre pelear en un circo, me quede pensando con los ojos completamente cerrados, había visitado varias veces diferentes circos, sus espectáculos eran sorprendente, animales adiestrados, bufones intentando hacer reír y mofándose de la vida diaria, niños elásticos, bailarinas que parecían ser tan solo una pluma en aquel lugar, malabaristas que jugaban con aquellas cosas en el aire, trapecistas que arriesgaban su vida en las altura, domadores de leones… magos e ilusionistas, si aquello era un circo. Lo que expresaba el joven parecía ser algo muy diferente.

Abrí los ojos y lo quede mirando – Nunca he ido a un circo donde peleen para entretener al público – solté la frase muy natural y hasta diría yo que inocente, pero de alguna forma aquello de las peleas siguió rondando en mi cabeza como si fuera una espina clavada en mi corazón.

Salí de mis pensamientos cuando volvió hablar sobre mi – Si, su amante es un hombre como el – la resignación en mis palabras era evidente, dolía hablar de aquellos que se dedicaban a estropear mi vida física y emocionalmente. No conocía muchos amantes del mismo sexo, a decir verdad solo conocía a mi esposo y su amante con esa condición, ¿habían mas como ellos? Esa fue el cuestionamiento que nació en mi cabeza al instante, nunca lo había pensado, relaciones con el mismo sexo era algo que no… ¡No estaba permitido! Moví mi cabeza con cuidado mientras con mi uña golpeaba la copa que estaba ahí en la barra.

Claro, hago algo que el odia más que nada – suspire, no quería hablar de aquello, aunque si tenía que hacerlo lo haría, ocultaba de los de cuna noble mi profesión pero ahí en ese bar, poco parecía importarle a las personas que una prostituta había entrado. De seguro el joven no me creería, ¡era gorda! Soy gorda, ancha… ¿en que cabeza podía caer que una persona como yo pudiera ser lo que era? Al parecer solo en la mía… - practico una de las profesiones más antiguas de la humanidad – dije con una media sonrisa que causo que me doliera el rostro, solté un suave quejido y aguarde silencio…

por **Zahid** Miér Feb 06, 2013 9:25 pm

No hizo mucho caso ante el hecho que ella pareció quedarse pensando, porque no estaba seguro sobre qué lo hacía. Pero le miró con extrañeza cuando dijo lo de los circos. ¿Qué no había visto ninguno así? Se quedó pensando en ello, pero el jamás había visto algún otro circo que no fuese ese. Lo que no estaba diciendo, eran las cosas que para él eran naturales y para el resto probablemente no lo fueran.

-¿Qué tipo de espectáculos has visto entonces? -Dijo con una clara curiosidad, como la de un niño cuando le hablan de algo desconocido. En las entrañas del bosque, en donde el había vivido, las atracciones sangrientas eran las mejores, las que emocinaban al público, había muertes y sangre por doquier la mayoría de las veces.

Y terminó distrayéndose inevitablemente con lo siguiente -Ah, es un hombre - Dijo como quien comprendiera algo que en realidad no podía procesar del todo. Lo entendía a medias, sabía por ejemplo, que los dos vampiros que estaban en la casa eran amantes, y ambos eran varones. Pero solo eso y nada más, ni detalles ni sucesos ni nada. Pero si comprendía lo que decía, ella era una mujer y muchas veces eso era una desventaja al luchar, dependiendo de tu contrincante.

Pero se quedó en silencio sin saber qué decir sobre ello. Podría darle consejo, pero tal vez no era necesario. Le vio sonreír con esfuerzo y acercó instintivamente una de sus manos. Por el maquillaje no podía ver bien qué tan mal se encontraba su piel. Tocó apenas con sus yemas, no quería causarle dolor. Bien sabía, que siendo cambiaformas, sus heridas sanaban más rápido, pero ella seguramente tendría que soportarlo más tiempo -El chico que atiende es muy bueno con las heridas - No sabía si con ese tipo de daño, pero lo había visto hacer muchas cosas, por eso lo decía.

-Una profesión antigua - repitió sin comprender sus palabras, no estaba seguro de qué profesiones lo eran y cuáles no, y en su mente jamás pasó lo que ella ejercía -¿En verdad? Pero no sé que tipo de trabajo hagas -Comentó de la forma más natural y llena de sinceridad. Tomó un trago de su bebida observando cualquier signo aoarte de ese que habíaquedado en evidencia en su rostro.

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