Algo inesperado (libre)

por **August Algren** Vie Jul 16, 2010 2:26 pm

Estaba en mi carreta pero no esperaba a nadie en particular, sabia que pronto veria a Phillippa asi que solo respire profundo y pense en varias cosas mientras recogia libros y eso, ya que sabia mi hermanita tendria alguna nosion de mi existencia, asi que solo respire profundo y me puse a guardar todo incluida la caja de Phillippa, la que quiza sea la llave para entrar a la mansion y ver a mi hermanita y mi hermano, pero no sabia como hacerle para poder verlos si hacia 20 años que no vivia con ninguno.

Arreglado todo solo me dispuse a cambiarme y a salir pero algo en la puerta me detuvo...

por **Merlina Draven Bancroft** Vie Jul 16, 2010 3:15 pm

“¡Mentiras! Ya sabes lo que pasó, sabes perfectamente lo ocurrido no te mientas más” Una susurrante voz se había entrometido en mi cabeza el tiempo suficiente como para hacerme recordar todas las pesadillas de mi vida. La noche anterior no pude dormir a la perfección por mis tontos y patéticos temores, mismos que me atormentan a cada instante ¿Por qué? Es muy sencillo tengo mis propios demonios internos que no permitirán que me olvide tan fácil de mi pasado, y es precisamente en ese periodo de tiempo en donde mi historia tenía que quedarse enterrada. Pero no es tan fácil desprenderte de lo que forjo el carácter, lo que hizo que fueses lo que hoy en día reflejas a los demás por mucho miedo que te de.

Tratando de ignorar a Aradia – la voz de mi cabeza – camine por las carretas de algunos personajes con los que me encontraba, tal vez buscando algo ó quizá sólo siguiendo el sendero del destino que sabrá dios que me depare en este instante. La música se escuchaba por todas partes, guitarras, flautas, gaitas, violines… Una fiesta siempre, día a día, noche a noche. Es fantástico vivir entre la alegría de quienes te rodean y pese a la tristeza de un marchito corazón pueden robarte una noble y cálida sonrisa. Así pues viaje entre los hogares, esquivando cosas del suelo, escapando a los lazos que se cruzaban por mi camino. Mi cabello tan rojo parecía una llama en medio de todo el tumulto, el vestido negro al color del firmamento curvaba a la perfección mi cuerpo, resaltando la belleza que este posee, la piel pálida de mi persona contrastaba debajo de aquel inusual atavío, se supone que un gitano viste con colores tan vivos como su alma misma, pero para mi desgracia era el alma la que ya se me había muerto desde tiempo atrás.

Una decadencia no expresada, sueños perdidos que aún se pueden ver a través de mis ojos, sí, esos ojos ambarinos tan expresivos y que pese a ser llevados por un cadáver aún brillan con la inocencia que muy probablemente escondo debajo de mi figura. El viento sopla para acariciar mi cuerpo, mi rostro, mis mejillas. Suspiro tan fuerte que mis pulmones se llenan de un aire tan fresco, limpio… Pero no me doy cuenta de que estoy en el camino a un atroz choque contra una de las carretas que ya había esquivado anteriormente… Los escalones de este hogar se cruzan en mi camino haciéndome tropezar y caer justo frente a la entrada de la misma. En cuatro patas maldigo mi suerte, que siempre ah de estar en esa situación, maldita y miserable. Recojo un mechón de mi cabello hasta llevarlo por detrás de mi oreja. Suspiro nuevamente pero ya no con la emoción anterior si no más bien un respiro de encontrarme bien. Posada en mis manos y rodillas tengo que disculparme con el dueño ¡tengo que hacerlo! - Lo lamento – Musito con los ojos posados en el suelo, me pongo de pie con la mente llena de enredaderas, no le dedico ninguna mirada al dueño de aquella carreta, me giro sobre los talones lentamente para escapar de allí lo antes posible. Coloco las manos en mi cintura y comienzo a caminar callando a mi voz interna, aquella que aún me castiga por todo el daño que mi existencia, mi vida le ah ocasionado a los demás, a la tierra, al mundo…

por **August Algren** Vie Jul 16, 2010 3:31 pm

Al ver la damita simplemente la tomo del brazo ligeramente, la volteo y la miro con aquel cabello ensendido y sus ojos de color intenso y profundo que denotaban un dejo de inocencia algo anormal para alguien como nosotros, al ver sus ropas ya manchadas por la tierra dado que se habia caido solo pude notar que el color era el negro asi que simplemente le dije...

-se encuenta bien Madame, no se hizo algun daño?-

La verdad era bonita la joven frente a mi y simplement ele sonrei un poco, ya que si escuchaba a los demas pero algo me decia que yo no pertenecia aqui, y ella al mirarla simplemente yo notaba que mi teoria era cierta, solo la solte del brazo aun en contra de mi voluntad pero sabia que era lo correcto porque no la queria dejar ir pero tampoco la apresaria aqui.

por **Merlina Draven Bancroft** Vie Jul 16, 2010 3:52 pm

La voz gutural del caballero me hizo estremecer, un cálido ambiente se pinto a mi alrededor ¿Era posible o tan solo me encontraba soñando nuevamente? Me pregunté con una ceja arqueada, mi propia voz opacó aquella que me hacía enfurecer al recordar mi llanto, mi dolor y mi patética agonía. Gire la cabeza lentamente con el labio entre los dientes, enfoque mi vista de fuego en su rostro. Era un hombre apuesto al que además debía agradecerle la preocupación por mínima que esta fuese, después de Aliena y mis padres nadie se había fijado en mí y si me encontraba bien o no, por que como es de esperarse mi leyenda se había escurrido por los oídos. Tal vez estaba maldita, quizá no pero ¿Cómo saberlo? Sonreí un poco nervioso y asentí con la cabeza un par de veces antes de poder proferir palabra alguna pues me encontraba en estado de shock ante el impacto y su voz

- Estoy bien, no os preocupéis… Lamento el daño ocasionado a vuestra carreta – Juguetee con mis dedos a la altura de mi cintura, una señal de lo nerviosa que me encontraba, es un extraño y yo estaba hablando con él ¿Acaso eh perdido la cabeza? No, la cordura se me escapó el día en que Alinea Falleció. “Alinea no es la única muerte en tu pasado, tienes especial atracción por los fallecimientos niña” Retumba en mis pensamientos, en mi vacío interno la voz de Aradia…

por **August Algren** Vie Jul 16, 2010 4:10 pm

Solo mire cada movimiento que hacia la bella jocen que tenia frente a mi, simplemente le sonrei mientras que intentaba recuperarme del imapcto de su voz dulce y delicada cual canto de angel asi que simplemente me quede mirandola hasta que pude decir algo

-No se disculpe, ademas es mas grato saber que esta bien a pesar de la caida que sufrio por mi carreta-

solo sonrei y tome su mano de manera delicada, le bese los nudillos y le dije

-Mi nombre es August Fouquet señorita, podria usted decirme como se llama?-

simplemente con preguntarle eso me senti mejor que nunca, era algo diferente a lo que habia sentido con anterioridad, quiza era amor o solo algo pasajero

por **Merlina Draven Bancroft** Sáb Jul 17, 2010 2:35 pm

Poético. No existe palabra que describiese mejor aquella situación que esa. El viento producía pequeñas ráfagas chocando contra el cuerpo de la gitana, su vestido se apegaba más a su cuerpo, la tela semitransparente por el uso constante del ropaje vislumbraba el perfecto cuerpo de su portadora. Su cabello, largo y tan rojo como el fuego que asesinó a sus padres años atrás ondulada al compás de aquellas caricias de aire, parecía una medusa con sus serpientes hechas de alguna combustión extraña. La delicada mirada de la gitana posándose sin querer y con el atrevimiento de un chiquillo curioso, sobre los ojos del varón, dueño de una de las voces guturales más exquisitas que pudiese haber escuchado Merlina… Los aromas de alrededor difuminándose entre los espasmos de aquel viento revolviendo fragancias, acentuando la calidez de ese lugar, sitio al que la pelirroja llamará hogar, pese a todos y cada uno de los sucesos extraños que le atosigan en la vida.

Más extraño aún fue el comportamiento del hombre, quien deliberadamente toma su mano para besar el dorso de la misma. Las mejillas de Merlina tuvieron un color rojizo, por la repentina sensación de timidez en su cuerpo; un estallido de mariposas en su estómago le disparó la adrenalina al tope hasta cada rincón lejano de su mismo ser, los ojos ambarinos de la chica de abrieron como platos al sentir aquella ajena emoción, algo que pensó no volver a percibir jamás, algo que no puede permitirse… “¿Qué demonios estás haciendo?” Aradia pregunta en un susurro profundo intenso, mismo que detiene el flujo de sangre en su cuerpo, disipando el color en sus mejillas, deteniendo cualquier sensación que viaje a través de su cuerpo, parando por completo la calidez de la gitana. Su rostro se convierte entonces en el de un cadáver, inescrutable, sin sentimiento alguno, pétreo… Sin expresión más que la de su mirada.

- Es bueno saber que no tendré deudas con vosotros por mi torpeza… - Retira bruscamente la mano de la sujeción de aquel humano al que responde por August. Decir su identidad, aquella que devela que es más no puedo describir quien es Merlina en verdad, le introduce en una encrucijada “¡Miente!” Le aconseja la voz dentro de su cabeza, esa que detiene cualquier ataque ofensivo para los demás, la que le protege de todo mal ocasionado. Sacude su cabeza un par de veces antes de poder articular una palabra, lleva sus manos hasta sus sienes y las masajea para intentar controlarse. Mentir no es un acto del cual se sienta atrevidamente orgullosa, no puede, no le gusta hacer aquello. Una disputa interna se genera en su cabeza no puede discernir con exactitud que es lo que tiene que hacer, sus pensamientos le dictan una cosa pero no siempre suele obedecerlos. Frunciendo el ceño ligeramente abre la poca para que puedan escapar de sus labios unas palabras. – Mi nombre es Merlina Draven… - No mintió pero tampoco develo su nombre por completo, el Bancroft es parte esencial de su pasado, parte de su antigua familia mismos que fueron parte de noticias escandalosas {Familia de adoradores de Satán en Inglaterra} para su gusto, un título bastante llamativo…

por **August Algren** Dom Jul 18, 2010 8:04 am

Solo la mire con atension en cada accion pero al soltarse mi mano vi que no podia enamorarse a menos que se liberara de una maldicion... no preste atension a eso mas sin embargo aun queria saber mas de ella pero en cuestion de aracter, tal pareciese que lo raro ronda mi vida, ademas que tendria que enfrentar al pasado dado que debia ver a mi hermana y a mi hermano que quiza estuviesesn muertos ya, le sonrei mientras tome su mano y le dije

-Es un placer Madame Merlina-

en eso solo hice una reverencia y añadi

-Le gustaria algo de beber, al menos asi podre curarle los raspones que tienen en las rodillas, aunque claro esta si asi lo desea usted-

probablemente me doleria todo esto pero quiza solo por algo de capricho no dejaria que se fuera asi como asi... aunque no era la joven la que me daba miedo o algo asi, si no el hecho de que cuando fuera vampiro, que le pasaria a la joven frente a mi... si la amaba no podria vivivr sin ella, pero si le daba esa vida quiza le quitaria aquella maldicion.

Solo respire profundo viendo como el aire jugaba de nuevo con su cabello rojo intenso, era algo que me gustaba pero no apresuraria nada solo le acomode el cabello detras del oido

por **Merlina Draven Bancroft** Dom Jul 18, 2010 2:59 pm

“No, no ¡NO! Merlina pon atención, no cometas el error otra vez…” La vocecilla de su cabeza continúa abrazando su locura. Al igual que la gitana no puede permitirse el sentir nuevamente la emoción de un cálido afecto por determinada persona, más su corazón no se encuentra congelado y es precisamente eso lo que ahora la ha introducido en una batalla con sus propios “yo” Resopla los labios rodando los ojos, desviando a mirada a ninguna parta, sólo intenta aparcarla de los ojos de August pues tal parece que su mirar le atrapa en lo profundo de su ser.

Su mano es atrapada nuevamente por las del gitano y Merlina no tiene otra opción más que quedarse allí, estática sin mover ni un músculo, permitiendo que su mano sintiera ese roce de pieles, sonríe con amargura – El gusto es mío, Monsieur Fouquet – Admira la reverencia que el caballero ejecuta en su honor. La pelirroja no comprende el por que de tanta formalidad con su persona, para la mujer sería más fácil todo aquel asunto si él no le prestase la suficiente atención, así ella caminaría en dirección opuesta al caballero, sin embargo, este le hace una atenta invitación para adentrarse en su carreta, sobrepasar sus propios límites… Es tan sólo el primer encuentro, eso es precisamente lo que más le preocupa a la gitana. Es la primera vez que le ve, sintiendo toda esa vorágine ¿Qué será en los próximos días que le divise por las calles, los prados, los valles, los ríos… en sus sueños? – No es nada, en verdad me encuentro completamente bien – Levanta su falda negra para ver el daño ocasionado en sus rodillas, la sorpresa es letal. Abre los ojos como platos al ver sus raspones, la tremenda enfermedad que posee para con la sangre le hace aferrarse al cuerpo de August posando su rostro en su pecho, apretándolo fuertemente para respirar el aroma que despide el gitano y así evitar aspirar el olor de la sangre, su propia sangre…

Respira intensamente todo lo que sus pulmones pueden soportar, atrapada allí en el pecho del gitano, poco a poco se desprende de su atadura, congelando su respiración. – ¿Tiene usted algún ungüento que disipe la sangre y con ella su repugnante olor? Si es así, con gusto pasaré, pero que sea lo más rápido posible por favor, no soportaré mucho sin respirar… - El oxigeno se le termina, nuevamente se aferra a los brazos del varón, hundiendo la cabeza y su nariz en el pecho del mismo para tomar una nueva bocanada de aire impidiendo a toda costa que el efluvio de aquel líquido rojo se introduzca en sus pulmones, en su sistema y desatar a su bestia interna…

por **August Algren** Lun Jul 19, 2010 7:40 am

la mire con atension como se ponia con la sangre asi que solamente dije

-Bueno dado que no puede doblar las rodillas si no saldra mas sangre, entonces tendre que cargarla-

En un acto rapido somplemente sube a la dama a sus brazos, ya que dicho unguento lo tiene aunque tambien alcohol para cauterizar un poco la herida... solo sonrei mirandola de manera pensativa, cautelosa y quiza amorosa en cierto punto, vio mas en su futuro que ella tenia un yo la cual le impulsaba a ser algo fria, aunque pro lo que me fije, tendria que pelear demasiado dado que mo destino estaba juntado al de ella, porque todo perecia en cuestion de personas que la querian, y yo pues tecnicamente moriria porque una vampira me asecharia, al llegar adentro de la carreta, simplemente sonrei porque incluso la habia arreglado, la sente en mi cama y le dije

-Espere aqui asi al menos podre buscar incluso con que taparle la herida y no olfatee el aroma, mientras abra el frasco y solo olfatee cuando sienta que le llega el aroma de la sangre-

lo que le habia dado era un frasco de unguento de colonia, que tenia para justo ese dia, en serio el ver el futuro no me gustaba a veces, pero asi al menos podria buscar todo lo que tenia para curarla, y no se sentiria mal en el proseso, encontre todo en poco tiempo y solo la mire pocos instantes antes de decirle

-Ya localice las cosas ahora si solo sigue con el frasco mientras yo te curo, esta bien?-

por **Merlina Draven Bancroft** Lun Jul 19, 2010 8:18 pm

Fue tan repentino que tuvo a oportunidad de negarse al acto, siente que su cuerpo se eleva por los aires, su frágil y delicado cuerpo ahora pende de los brazos de August. Se aferra fuertemente a lo que es el pecho del varón para no permitirse una caída, sus dedos agarran con fuerza los hombros del caballero y su rostro reposa intranquilo en el pecho del mismo, su nariz tiene que estar resguardada de todo el olor a la sangre, no puede permitir que salga su devastadora personalidad, no tienen que dejar que Gaia salga de su cabeza. El miedo la convierte en su presa, en su víctima, los labios de la gitana no pueden pronunciar palabra alguna, esta hecha un mar de nervios. Una sola acción puede desatar la más pérfida de todas las locuras. Se muerde la lengua intentando callar los gritos desesperados de su mente y su garganta.

Traspasan la puerta de aquella carreta y observa con atención cada una de las cosas que se encuentran en el interior, no es que se trate de una persona fijada ni mucho menos, más bien le gusta observar cada detalle guardando las cosas que le interesan celosamente en sus más obscuros pensamientos, la carreta se encontraba completa y perfectamente ordenada, lo cual es de su total agrado. Su cuerpo siente como es depositado sobre la cama y por reflejo Merlina gira su cabeza para analizarla detenidamente, sus pies cuelgan por debajo del colchón. Presta atención a las palabras del caballero y sonríe ligeramente con una mordida de su labio inferior. Toma entre sus manos aquel frasco de perfume y comienza a abrirlo lentamente, aproxima el frasco a su nariz y aspira un poco encontrando una hermosa fragancia en su interior, traga saliva aliviando la resequedad de su garganta en un solo y único movimiento. Asiente una vez después del comentario de August. - Gracias por vuestras atenciones, no tenía por que… - Deja la frase inconclusa al sentir algo en su rodilla, seguramente alguna de las herramientas con las que el gitano intenta sanar sus heridas.

por **August Algren** Vie Jul 23, 2010 3:07 pm

mientras que le curaba ella me agradecia y solo pensaba en como retenerla un poco mas

-Madame... no tiene porque agradecer, solo soy lo que debo ser...-

en eso acalle mis palabras dado que casi se me salia que era conde, solo pense un momento en cada cosa que pensaba antes de verla y continue

-Realmente veo que le hace daño el aroma a sangre verdad?-

solo termine de curar la primera rodilla, aplicando el unguento para que no sangrara aun mas, sonrei y comence a curarla de la otra rodilla, mientras tanto senti una vision extraña donde la veia a ella frente a mi hermana, pero ella siendo vampireza, mas no intentaba morderle algo, solo la miraba y le sonreia, como si escuchara sus pensamientos o algo parecido, asi que sonrei ya que veia eso imposible pero podria ser cierto.

Al culminar le dije

-Señorita, digame proque no se acerca a los demas gitanos?-

simplemente realice ese cuestionamiento pensando en como se sentia ella, ya que no sonaba como una pregunta por cotilla si no por entender a alguien... queria entenderla realmente pero no sabia como hacerle, asi que solo le repuse

-Perdone mi intromision madame, si usted prefiere no me responda-

por **Merlina Draven Bancroft** Vie Jul 23, 2010 4:56 pm

Por simple curiosidad, deja el frasco a un lado de sus caderas y asoma la cabeza al punto de encontrarse con la herida que surge en sus rodillas, desde esa perspectiva no parece ser algo tan grave como Merlina lo hace ver, sin embargo, el solo ver el enrojecimiento de su piel le aterra y se refugia perdiendo la mirada en la nada, vuelve a colocar aquel frasco entre sus manos para olfatearlo si es necesario. Siente pequeños golpes en aquella herida, golpes reconfortantes que cubren con alguna especia de frescura su piel. Sería bastante difícil describir como es que la colisión emociones revolotean en todo su cuerpo, el nerviosismo jamás estuvo tan expuesto como hasta ahora, el simple hecho de someterse a las atenciones de una persona le remueve la cabeza, más aún si se trata de un hombre como él “¡Deja de ser tan patéticamente condescendiente ponte de pie y lárgate!” Esa maldita voz en su cabeza exclama con furia, refunfuña ante sus actos, quiere al igual que Merlina huir de ese lugar que podría convertirse en su perdición.

Nota en la voz del hombre un corte brusco, algo que no tiene por que decir y evidentemente nada que la gitana deba saber de él. La chica frunce el ceño imaginando cosas totalmente triviales, pero es interrumpida por la voz de su anfitrión. Abre los ojos como platos ¿Cómo es que se dio cuenta de todo eso? “¡No seas estúpida eres un maldito libro abierto!, cualquiera podría saber todo de ti con el simple hecho de observarte detenidamente, apaga lo lustroso de tus ojos y actúa como el muerto que eres en vida…” Tras escuchar aquella repentina frase, ese regaño emitido por un eco chillante y aterrador, sus manos sueltan el frasco de perfume derramándolo por completo en sus piernas, su rostro es inescrutable, su mirada perdida, el estado se shock es poco comparado con lo que su persona esta viviendo en ese instante.

Sumergida en el razonamiento de aquellas tétricas palabras ignora los cambios a su alrededor, sus propios demonios se encargan de hacerle ver alucinaciones en donde se encuentra de rodillas frente a la sombre del olvido, una cripta frente a ella, algo bastante sombrío. Al tiempo en el que Augusto esboza su pregunta Merlina da un pequeño respingo saliendo así de su ensoñación pero sintiendo aún el abismo en su interior, el dolor en su pecho, el terror de su alma. Sacude la cabeza un par de veces antes de poder responder la cuestión y una vez que se encontraba en su efímera lucidez, sonríe – Por que únicamente en mi soledad puedo resguardarme del dolor – Musita con una cantata en su voz, sublime, gentil, maravillosa, pero nuevamente es presa de una torrencial fuente de imágenes abstractas que concluyen en su pesadilla, recuerdos de su vida pasada que naufragan entre fuego, manchas de sangre, dolor, llanto, agonía, siluetas de personas a las que alguna vez amó desvaneciéndose lentamente en la penumbra de la nada.

- No, no, no… ¡No! – Sus labios sueltan atropelladamente esa palabra en repetidas ocasiones hasta que la exclama por completo, se pone de pie bruscamente importándole muy poco si August terminó de curarle las heridas o no. Lo único que desea en ese instante es salir despavoridamente antes de que sus mejillas se inunden con las lágrimas de sus ojos. Se dirige hacia la puerta con las manos en el rostro – Perdone, tengo que irme de aquí antes de que… - Un jadeo impide que sea terminada la frase, la gitana se sujeta con una mano sobre la madera de la carreta, respira profundamente e intenta salir de allí.

por **August Algren** Lun Jul 26, 2010 2:00 pm

observe cada comportamiento de la joven hasta que intento salir de mi carreta, simplemente por locura la tome del brazo y le bese en los labios lentamente... luego me separe de ella y le dije

-Si gustas irte eres libre y no te detendre... solo que recuerda que eres una bella mujer y no solo por fuera.... solo cuidate-

solo mire el frasco regado y añadi algo

-En mi destino esta el morir, solo que no es bajo tu mano Melina... es bajo la mano de otra mujer y no precisamente porque la ame si no por salvarte a ti... porque quiza algun dia te llegue a amar... solo se que no me mataras tu ni tu otro tu... y asi como yo no soy del todo gitano dado que soy un maldito conde condenado a morir por el destino-

en eso solo gire un poco mas no quise verle porque si se iba despues de lo que le dije... me doleria mas que si se quedara

por **Merlina Draven Bancroft** Lun Jul 26, 2010 6:18 pm

"Tu amor es mi veneno, me arrastra siempre hasta el lecho de la muerte"

En el instante en que se dispara hacia la puerta para de una buena vez por todas salir repentinamente de ese lugar, su brazo se convierte en un prisionero más de la mano de aquel gitano. Merlina por inercia gira su cabeza hasta toparse con el rostro de August y sin siquiera poder tener una efímera oportunidad de evadir el acto seguido, simplemente es besada… Un beso, un allanamiento a sus labios fue perpetrado en esa ocasión ¿Necesitaba más pruebas de que no debería encontrarse allí? Aparentemente la chica es más inestable de lo que parece. Corresponde el beso en un instante para después ser deparada de aquel encuentro, su ceño se frunce y la mirada se pierde en el piso. Esta completamente fuera de sí misma, intenta incorporarse de nuevo pero todo fue tan extraño, podría incluso jurar que no fue ella quien beso al apuesto gitano, pues logro admirar la escena desde otra perspectiva, una donde ella era completamente libre de su infamia y donde podría tener todo aquello que anhela, sin embargo, regresa a la tierra…

Las palabras del joven clavan en su pecho y cabeza cual espinas del más mortal de los rosales, sobre todo una frase que le dejo completamente paralizada, congelada… Pálida “En mi destino está el morir por salvarte a ti” Un eco profundo, un aterrador sonido se estanca en sus pensamientos, tras aquellas palabras ¿Cuántas personas tienen que morir para que ella se salve? Lleva las manos hasta su cuello y se acaricia esa parte de su cuerpo con furia y cierto descontrol ¿Tiene algo que decir, algo que hiera letalmente al joven pero que no lo mate? Probablemente lo mejor en un circunstancia de ese tipo sería abandonarlo todo y huir, sí largarse de allí importándole un reverendo cacahuate si las cosas terminan bien ó mal para ella, lo menos que desea es que una nueva persona entre en su vida para alojarse en su corazón y después desaparecer en misteriosas condiciones como siempre. Respira profundamente.

- Mi corazón no quiere alejarse… - Comenta colocando una de sus manos sobre el hombro de August, su voz es tranquila con una fúnebre sonata en el fondo – Pero no puedo permitir que alguien más arriesgue su vida tan sólo por mi causa – La tonalidad de su voz aumenta una octava, acomoda su cuerpo de tal modo en el que August pueda verle el descontrolado rostro de la mujer, ese que tiene soberanas ganas de derramar lagrimas – Si vos sois un Conde no deberéis dar la vida por una vil gitana, maldita, muerta y putrefacta. Mi maldición es mortífera para los que me rodean y extremadamente agonizante para mí . Mi corazón siente el deseo de volver a amar, pero mi razón no quiere volver a sufrír – Toma entre sus manos el rostro del gitano, sonríe con una ternura inverosímil, en sus ojos hay agua salada, están por salir aquellas lágrimas. En su cabeza imágenes borrosas de lo que es, lo que no puede ser y aquello que jamás será. – Nunca he sido yo quien ensucia sus manos con la sangre y alma de los muertos que me persiguen… Mi madre, mi familia… Alinea… Todos y cada uno de ellos entregaron su vida por el simple hecho de que yo los amaba, no deseo que mi matanza os alcance por ello no puedo amaros… - Suelta el rostro de August, baja la mirada, suspira fuertemente – Lo siento -

por **August Algren** Dom Ago 01, 2010 5:58 pm

la mire con lagrimas en sus ojos estancadas, las cuales al bajar la mirada salen sin detenimiento alguno, simplemente tome el rostro de Merlina entre mis manos, de manera delicada y le dije siendo completamente sincero

-Solo te mencionare algo, yo podre ser muy conde pero tambien aprendi a amar, y al igual que mis hermanos estamos malditos y condenados a morir, los 3... porque nuestra sangre tiene algo en peculiar para los seres de la noche, y se que tarde o temprano me mataran o me volvere en uno de ellos, pero creme que nada cambia el hecho de que te amo... y que aunque te vayas ahora, al final te protegere quieras o no-

en ese momento simplemente seque sus lagrimas y la abrace aunque sabia que ambos teniamos una maldicion, quiza o seria la ultima vez que le veria, o en su defecto seria uno de tantos encuentros que tendriamos... al deshacer el abrazo solo la mire y le dije

-El motivo pro el cual se de mi maldicion es que antes era una... muñeca de sangre como le llaman... y se que era tentacion de varios vampiros, por eso es que yo puedo asegurarte que mi destino existe la muerte o algo similar, asi que preparado para morir estoy, y si muer por ti al menos realmente morire feliz, pero no te detendre de la decicion que tomes, solo ten en cuenta cada palabra que salio de mis labios en esta ocasion-

Volvi a posar mis labios en los suyos de forma fugaz, me separe de ella y la mire esperando la decicion que tomaria ahora que sabia lo que le dije, lo que soy y lo que probablemente sere en mucho o poco tiempo

por **Merlina Draven Bancroft** Mar Ago 03, 2010 7:26 pm

El tacto de August envenena esquizofrénicamente la piel de la gitana. Su abrazo le llena el alma de una forma que creyó haber perdido. El vacío de su pecho al fin es llenado por aquellas palabras que contaminan su ser. Es todo lo que puede pedir, cada cosa que en su infancia pudo haber deseado, incluso después de un par de desilusiones. ¿Quién es en verdad Agust? Eso no lo puede saber aún pero sin duda alguna siente la necesidad de encontrar respuesta a la cuestión instalada en sus pensamientos. Su aliento es callado por el cariño que ese hombre le demuestra justamente ahora, es completamente imposible para Merlina considerar que el letárgico amor que le pueden profetizar se haya visto en el periodo tan corto que ah estado junto al gitano. No cuestiona nada, al ser parte de una cultura como esa lo deja todo al destino y si el en verdad la quiere de esa forma es por que así mismo se encontraba escrito en el gran libro de su vida.

La mujer suspira, no tiene nada que decir, absolutamente nada por lo cual ir en contra de aquellas hermosas palabras. Sus lágrimas, ahora solo eran fantasmas en sus mejillas, el agua que había brotado de sus ojos fueron secadas por August. Merlina clava su mirada en los ojos del hombre que tiene frente a ella y por alguna extraña razón siente debe cuidar y proteger del todo pues si no esta a su lado su mundo se derrumbaría por completo. De todas las palabras que el gitano le dijo solo comprendió la mitad, no había sentido en todo eso, únicamente pudo rescatar el sentimiento que nació en el por ella. Sus escalofríos desaparecieron pero su termo continuó allí, intacto, inerte… Esperando la oportunidad en la cual la chica se derrumbará, para llenarle el alma de agonía.

Estando presente, localizando los hechos, siente en sus labios aquel efímero beso del varón. Es verdad se trata de una mujer vagante por el mundo, una pelirroja más que se encuentra en la libertad de correr o quedarse. Es su decisión, pero siempre las decisiones que toma arrastran con sus consecuencias algo más que su cuerpo o alma. Se encuentra completamente perdida en el limbo, no sabe que hacer, que decir, su reaccionar se ve distorsionado, si decide irse, el resto de su vida le preguntara lo que hubiese pasado si se quedaba al lado de August, si se queda y después él debe morir de una forma extraña como todo desde el momento en el que inició su vida, lo que le queda de eternidad la dama se recriminaría a si misma una y otra vez el por que no decidió alejarse de todo y permitir que el joven viviera. Su ser esta entre la espada y la pared, la presión de esas nuevas sensaciones sofocan su cuerpo hasta el instante en el que no puede soportarlo más, sus rodillas flagelan y caen al piso en un movimiento, sus manos se extienden a sus costados, su respiración es escasa, su mirada esta perdida en la nada. - Me preguntas por que, por que actuó de esta manera, por que me cierro y escondo mis sentimientos, y la única respuesta que logro encontrar es que no quiero perderte -

por **August Algren** Sáb Ago 07, 2010 5:28 pm

en ese momento la tome del rostro con suavidad, era la primera vez que era delicado con alguien asi que solo la mire con con ternura y le respondi

-Puedo vivir o morir, yo tengo esa eleccion, pero decidi morir por amor que vivir en soledad, no me perderas nunca, pase lo que pase, siempre estare a tu lado-

solo tome sus manos y las mire con sumo cariño,

-Tu piel es como la porcelana, fina, delicada, aunque a la vez parece el sol de calido-

mira sus ojos verdes y me detengo en ellos un solo instante, solo dije entonces

-Por alguna razon a pesar de ser conde me enamore de ti, tu no eres como las demas, eres diferente, se que tienes una maldicion, y lo unico que te digo es que no me importa, yo asumo los riesgos que eso conlleve, lo unico que pido a cambio es que nunca me dejes de querer-

solo en ese momento acaricie su mejilla y solamente le sonrei mientras que en un respiro profundo pense en decirle algo y al exalar solte las palabras que queria decir

-Quisieras acompañarme a la mansion Algren?-

solo espere de manera nerviosa su respuesta, ya que de ella dependeria como muriera, si de manera rapida o lenta

por **Merlina Draven Bancroft** Miér Ago 11, 2010 8:25 pm

La resonancia en las palabras de August dejaba un eco tan letal como el mayor de los venenos jamás antes inventados, eran dagas que se depositaban en su cuerpo, lacerando su piel, atormentando su existencia. En determinada ocasión pensó que el amor no se encontraba hecho para ella, tras el maldito enredo con aquel ser de obscuridad que desde la perspectiva de la mujer solo pensó en ella para satisfacer su hambruna de sangre. Solo una vez en su vida se había permitido amar alguien de esa forma y este termino por arrebatarle la esperanza del corazón así mismo como la muerte le había alejado de las personas que Melina más quería en este mundo.

Eran esas razones, esos motivos los que le arrojaban en la cabeza que todo aquello se encontraba en un completo y rotundo error ¿Cómo poder amar a alguien que podría terminar enredado en las garras de la muerte? Pese a las advertencias del gitano la mujer aún continuaba aferrada a su instinto, todo el dolor que experimento tiempo atrás no puede ser borrado de sus memorias tan fácilmente. Se muerde el labio inferior al sentir el contacto de las manos de August, la calidez en su piel fue tan letárgica, sintió ser expuesta a la hoguera en ejecución bajo la plateada luz de la luna. Ignora los espasmos de su mente, esas voces que además de acompañarla en todo momento le dicen que hacer y como actuar, desgraciadamente, no se trata de una loca cualquiera y Merlina tiene el albedrío en hacerles caso o no, en esta ocasión prefiere serles indiferente.

Sus manos se crispan en puños cerrados que golpean la superficie del suelo en aquella carreta, es un ademán que permite ver la furia en la cual se encuentra sumergida ¿Por qué el coraje? No tiene la voluntad suficiente como para aceptar la perdición de un amor como el que él le profesa. Sus decisiones a partir de ahora marcarán su futuro como siempre, más antes de esto las cosas no solían ser tan sacrificantes. Escucha atenta sin perderle el hilo a las palabras de August, la mitad de lo que le dice es comprendida por la gitana más hay preguntas dentro de todo esto que por el momento prefiere callar - ¿Conde? – Pregunta con la mirada clavada en sus ojos, una expresión de extrañeza, si bien antes no coloco en evidencia eso de que se trataba de un conde fue por que era imprescindible salir corriendo de allí y dejar en claro el estado de su maldición - ¿Mansión Algren? – Su expresión lejos de ser una que demuestre el dolor en su interior ahora esta más llena de dudas que nunca - ¿Ahora? -

por Contenido patrocinado

Algo inesperado (libre)

Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)

Re: Algo inesperado (libre)