Sólo un miércoles por la noche... [libre]

por **Alexês Nyíri** Mar Ago 14, 2012 1:01 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Y llega la noche, la verdadera actividad iniciará. Bajo del cuarto, ya he despachado a un cliente que me hubo visto en la mañana. Un buen partido pese a no ser de la clase alta, la madamas se alegra tanto al verlo pero yo no mucho, ya se ha enamorado de mí y el ingenuo pide que me vaya con él; dice que me comprará o si no lo permite Linette Françoise nos escapemos. Siempre le sonrío y le beso tiernamente en la nariz, —es hora de que te vayas— le digo.

El aroma perfumado del burdel comienza a transformarse, los perfumes de los clientes de diferentes estatus comienzan a mezclarse, en su tiempo, bastante tiempo atrás, eso me causaba nauseas ahora en cambio me embriga y me hace suspirar, me detengo ha analizar los olores, cierro muchas veces los ojos para concentrarme... Jazmines, gardenias, rosas, claveles, y combinaciones que aún no sé sus nombres; pero me fascinan.

Llego hasta el exhibidor y me siento cruzando las piernas, llevo un vestido rojo con el escote abierto en V, sin mangas, a una pieza, no llevo corsé, mi vestido no es pomposo, se ajusta perfectamente a la figura de mi cuerpo y al cuello unas plumas negras. Tengo poco maquillaje, apenas color en mis mejillas y labios, mi cabello está rizado y estoy perfumada con un costoso perfume de Dufvra le Oncore de un delicioso olor a orquideas.

Es miércoles, no recibo clientes ese día, la persona que me solicite me probará por primera vez en su afortunada vida.

Sólo espero, y que éste cumpla con mis añoranzas...

por **Alexês Nyíri** Miér Sep 05, 2012 7:14 pm

El rechazo del mago me dolió, no reaccioné de inmediato nunca me habían rechazado y ahora, cuando su sola presencia me causaba deseos para con él, este mago me ignoraba dejándome ansiosa de él.

Me senté junto al mago, éste dejó su mano en mi pierna lo que me causó una extraña sensación de recelo hacía Tania... "¿Por qué la prefería a ella?" meditaba con desconsuelo, "porqué me duele tanto, ¿será que me estoy enamorando de él?"

-Cierto, ¡Qué vos estás enamorado de Tania!- le dije.

Me sentí triste, "¿qué le diría al mago?", "¿le engañaría?, ¿los persuadiría para que dejar de pensar en Tania?"

No estaba segura, lo que sí sabía era que me estaba enamorando de él, aquel besó que me dio con pasión me había posesionado y sus manos en mi cuerpo me ataron a él; entonces sentí su mirada.

-Pero antes dime, ¿cuál es tu verdadero nombre?- le dije, ya había tomado una decisión, le diría todo de Tania pero a cambio quiero saber el nombre del hombre al que amaré en silencio, "¡Ay, veré si lo puedo soportar, quizás, Tania lo vuelve a rechazar y yo tenga mi oportunidad!"

por **Derek Van Wijs** Jue Sep 06, 2012 6:50 pm

¿Decirle mi nombre?, ¿qué clase de petición era esa? Pensaba, me resultaba insultante y de pronto esa personalidad altiva me invadió; soy un reconocido mago ¿por qué habría de decirle mi verdadero nombre a una cortesana? Meditaba, ¿cómo era que se atrevía?

Pero entonces note algo, miré con soberbia a Alexês y pude ver tristeza en su rostro, un rostro lastimero, un hermoso rostro que me hizo recordar a mi difunta hermana Crystall, ese semblante melancólico con el que mi hermana vivió los últimos meses antes de haber sucumbido por la Santa Inquisición Española. Y me conmoví por ella.

—Mi nombre es Derek...— dije con sosiego, mi vista estaba perdida en el suelo y sentí que sonreía después de todo, ¿qué haría aquella cortesana con mi nombre? Lo importante era que me ayudaría a conseguir el afecto de Tania y eso era lo que más valía para mí.

Entonces me puse en pie y ella me imitó, —bien, ¿quieres charlar aquí o prefieres ir a otro lado?— dije.

por **Alexês Nyíri** Vie Sep 07, 2012 8:35 pm

"Dereck" pensé y me sentí emocionada como cuando a una niña le dan un dulce, "que nombre tan atractivo, tan correcto para su persona quiero saber más de ti" decía para mí, no me atrevía a decirle más.

-Bajemos, podemos tomar unos tragos mientras charlamos y quizás puedas ver a Tania abajo- dije y reí, de una forma tan fingida que no sé si se escuchó muy despota, Dereck me observó y yo le sonreí. -¿Tendré que volverte a conducir?- le dije tomándolo de la mano.

Abrí la puerta y salimos, yo por delante, a un paso tranquilo, sin intercambiar palabras, cruzamos todo el pasillo escuchando la música de las cortesadas gimiendo y clientes emitiendo esos sonidos cuando se corren menudos tíos.

Bajamos por las escaleras, todo parecía como antes y en la barra seguía Tania, bebiendo con tranquilidad, moderadamente pues todo lucía tranquilo, sin novedades.

Nos sentamos al otro lado de la barra, donde estuvieramos fuera del alcance de Tania, pedí unos tragos y comencé.

-A diferencia de muchas, Tania es muy selectiva, no se acuesta con cualquiera, es muy persuasiva ¿sabés? cuando un cliente es muy insistente en poseerla ella puede lograr convencerlo de que tomé a otra cortesana. Es muy hábil también y una de las más costosas- hice una pausa, Dereck asintió, me escuchaba pero tenía la mirada perdida, no a Tania sino miraba el suelo.

Entonces decidí proseguir, -no creo que a Tania le interesen las relaciones, no soy su amiga así que no te lo puedo confirmar, pero como muchas de nosotras ha sufrido, la vida la ha tratado mal y el camino la obligó a estar aquí, ésta es su vida y no la cambiará por un hombre como vos... No es ofensa mago pero ella está más allá del alcance de cualquier presente en este recinto-. Volví a detenerme para beber y después miré el semblante del mago y esperé.

por **Derek Van Wijs** Dom Sep 09, 2012 12:03 am

Cada vez me sentía más confundido con respecto a Tania, mis sentimientos crecían cada vez más, mi mente solo estaba concentrada en ella... ¿Para qué necesito toda esa información y más? Vamos, no me hace falta consejos de una mujer, ¡ay pero que me sucede!

Tomé la mano de Alexês y se la besé, luego di un trago a mi bebida.

La música de piano invadió mi cuerpo, casi posesionándolo, era una música de vals de un artista muy popular Tchaikovsky. Mi pies comenzaron a danzar y me decidí a bailar, sí, eso haría, bailaría. Saqué un boleto de mi chaqueta y se lo entregué a Alexês, —aquí tienes tu boleto para mi función es a las 9 de la noche en el Teatro Central, se puntual hablaré con Irvine para que no tengas problemas para salir de este lugar; ahora, con el permiso de usted me retiro—.

Me puse en pie, la música vibraba por todo mi cuerpo y mis pasos me llevaron hasta donde Tania bebía con moderación. Me planteé frente a ella hasta que tuve su atención, —cada semana visitaba este burdel por las pasiones que cualquier hombre busca, viví enfrascado en las mismas mujeres que semana a semana calentaban las sabanas de las amplias camas, compartiendo sudores y alientos; mas ciego fui al no contemplar todo lo que este establecimiento tiene... ¡En tan escasa hora he luchado contra el sentido común, la inferioridad social, mi posición y circunstancias... pero estoy dispuesto a dejarlas a un lado y pedirle que ponga fin a mi agonía... Mis sentimientos no pueden contenerse. Permítame usted que le manifieste cuan ardientemente la admiro y la amo.— hice una pausa, la música aderezaba el salón y el semblante de Tania cambió.

—Me concede usted esta pieza Mademoiselle, tan sólo eso llenará mi corazón de alegría— le dije y le tendí mi mano.

por **Arleken Lundberg** Lun Sep 17, 2012 3:41 pm

¿Por qué un burdel era el primer lugar que decidí visitar en mi recién llegada a París?, ¿por qué este en especial? Algo había en aquel burdel, yo ya había venido con anterioridad. Aquella noche llegué acompañado y me fui solo.

Eso fue hace varios años, la joven que dejé debió de haber crecido, eso era obvio y la intriga de saber su cambio fue el motivo, sí, ella era la razón y es que no venía por ella, no, y si bien es cierto que su sangre era toda una ambrosia ya me había deleitado demasiado con ella y temía que pasase con ella lo que sucedió conmigo... En fin.

Cuando entré fui atendido de inmediato por aquella mujer que recibió a la joven con las manos abiertas una tal Irvine, dueña de aquella casa de putas. Mi mente comenzó a indagar, traje el pasado, vi cada momento, vi cuando deposité a la joven en la cama de Irvine, aquella habitación que se convertiría en su hogar. Si, aquella vez bebí su sangre por última vez.

Me dejé guiar y como lo haría con cualquier mortal de clase alta me condujo hasta la barra de exhibición, algunas cortesanas ya se me acercaban, asechándome y yo... Yo sólo les sonreía, era grandioso poseer un atractivo, ya que no me era necesario a atraer a mis víctimas femeninas por medio de engaños y uso de mis poderes mentales, no, ellas venían a mí por mí estatus social, dinero, circunstancias y mil cosas más.

Fue entonces que lo vi, era aquel hombre que lucía en los promocionales del teatro, promocionales que leían “El mago de Amsterdam”. Puse demasiada atención en él y me encaminé rechazando a cada puta que se interponía en mi trayecto, hasta que al fin, estuve al lado del mago, éste le acababa de dedicar un cumplido a una cortesana lo que me divirtió, ¿un cliente enamorado de una cortesana? “Típico”.

Valiendome de mis poderes estrujé la mente del mago, recuperé su memoria a corto plazo enterándome de lo sucedido aquella noche, mmm, interesante, un inquisidor se topó en un camino y qué más hay... Ella, estuvo con ella. Eso me consterno, seguía aquí y que hermosa, seguía manteniendo ese atractivo y, pese a verla en los recuerdos del mago ya sentía deseos hacía ella.

Pero bueno, sí ella estaba aún en este lugar seguiría aquí de cualquier forma, así no la viese hoy estaría mañana.

Di un nuevo paso y combinando mi poder de persuasión y control de emociones me dirigí al mago, —Sus encantadoras palabras le han llegado a la dama, mas dele un respiro, porque no me acompaña a tomar algo. Qué se quién es usted—, luego hice una pausa, el mago me miró confundido y entonces implanté en él mediante la manipulación de memoria, la idea de que me conocía, le hice creer que dio un espectáculo para mí en Escocia y le dije mi nombre como mi cargo en la realeza. Una vez que me cercioré de que él ya tenía bien cimentados mis ideas le sonreí y con mi mano le invité a movernos de ahí... “Después de todo aquella puta de nombre Tania que descubrí mediante mi manipulación mental, no tenía ni el menor interés en el mago Van Wijs”.

por **Derek Van Wijs** Mar Sep 18, 2012 1:21 pm

Tania mantenía el mismo semblante, mi corazón latía a un ritmo acelerado; comenzaba a lastimarme el tiempo, el hecho de que Tania no respondía me dolía... "¿por qué no decía nada?" ¡Contéstame mujer, di algo, acéptame, recházame, pero háblame!— imploraba para mí y me escuchaba llorar.

De pronto escuché una voz sugestiva, me decía que Tania había recibido mis palabras, que le habían llegado al corazón. Miré al caballero que lucía a mí lado y dueño de esas palabras; luego volví a ver a Tania y vi en ella una sonrisa encantadora, la vi con un rubor en sus mejillas, un rubor natural provocado por la timidez y el embarazo, sonreí de felicidad, no era una ilusión, yo no la había provocado... Era verdad lo que el caballero había dicho. Tania se encontraba sin habla, después aquel caballero me invitó a acompañarle.

—Yo sé quién es usted— me dijo, dejé de prestarle atención a Tania, después de todo la idea de aquel hombre tenía sentido, Tania necesitaba unos momentos de reflexión... ¿pero quién era este hombre?— me preguntaba y entonces me llegaron imágenes, lo estaba recordando, nos vimos por primera vez en Suiza y después me llevó a Escocia a una fiesta que él hizo... Arleken Lundberg me dijo que se llamaba en aquella noche de luna nueva... ¿Cómo era que había olvidado a una figura tan importante?

Arleken me hizo nuevamente una invitación, esta vez con la mano, volteé a ver a Tania y le sonreí, luego me fui con Arleken a un lugar alejado, a una mesa en un rincón. A la mesa se acercó una cortesana ofreciéndonos bebidas, yo pedí una copa de vino y Arleken nada ni un bocadillo lo que me llamó la atención.

—Conde de Escocia, ¿a qué debemos el honor de su visita?— dije y le vi sonreír. —Como ve me va muy bien, poseo mi propio teatro mañana daré una función y usted queda cortésmente invitado— continué y le entregué un boleto en la mejor zona del lugar, —espero que le guste la función, haré algo especial para usted, y ¿cuándo llegó a París, ¿cómo van los negocios?— de pronto me detuvo, me di cuenta de que lo invadía de preguntas y no lo dejaba responder así que hice una pausa y me dediqué a contemplarle.

por **Arleken Lundberg** Sáb Sep 22, 2012 4:47 pm

La mente del mago después de todo no había sido tan poderosa como me lo imaginaba, o al menos no puso resistencia. ¿Se debía a qué estaba doblegada ante aquella puta? Quizás, muy probable.

Me condujo hasta una mesa apartados de todos, estaba fascinado conmigo y yo volví a entrar a su mente quería asegurarme de que no identificara mi verdadera naturaleza, el entretenimiento lo llevaba a relacionarse con todo tipo de sociedades y razas, y era lógico que supiera identificar a los bebedores de sangre que a un simple mortal. Así pues mantuve su mente abierta, atento a sus reacciones, en guardia y listo para atacar su memoria, distorsionarla y volver a aparentar ser un mortal... ¿por qué no implantaba esa idea, por qué pensaba hacerlo cuando él se diera cuenta? Fácil, por diversión. Y cuando terminé de analizarlo sonreí.

Sin necesidad de usar mi influencia él se adelantó a invitarme a su función y luego me invadió con bastantes preguntas que me irritaron. ¡Bendita sangre no debí de haber puesto tanta información en su mente!

Hice un gesto para que parara, si continuaba me agobiaría y ya no podría beber de su sangre, la sangre de un brujo... ¡Seré todo un deleite! Por supuesto, nunca había bebido la sangre de un brujo y cada instante que lo miraba se abría mi apetito

—Será un placer para mí volver a deleitarme con su magia, sus ilusiones son magníficas cualquiera pensaría que son reales, que es magia pura— moví mi cabeza a un costado, mostrándole mi perfil derecho, luego, use el control de emociones para que su fascinación por mí fuera en aumento y por si solo me invitara a otro lado donde, por supuesto, bebería de su sangre.

por **Derek Van Wijs** Dom Sep 23, 2012 3:03 pm

Cuando me enseñó su perfil derecho sentí una profunda admiración por él, su porte, elegancia y atractivo me impactó a tal punto que me creí estar junto a un dios. De pronto me sentí mareado, mis emociones comenzaron a cambiar, como lo hace un camaleón; así de esa forma cambiaba de temperamento.

Entonces llegó la cortesana con mi respectiva bebida y volvió a insistir al Conde, que se negó rotundamente. Di un trago al vino, era una cosecha francesa, sumamente exquisita y costosa para el bar de un burdel. Sentí la calidez embriagadora conforme el líquido se deslizaba por mi garganta y ese mareó se desvaneció. Entonces detecté algo, una anomalía en mi mente, una seducción y me escuché decir —¿Por qué no vamos a otro lado Conde Lundberg?—, una oración contra mi voluntad y entonces tuve una premonición. Me vi en un callejón, había una neblina cegadora y después se escuchó un disparo, vi caer mi cuerpo y como la sangre manchaba las calles parisienses, luego la voz de mi hermana que decía "Rosso" y la visión se desvaneció.

El Conde me miraba con interés, yo me puse en pie extrañado, hacía mucho que no había tenido una premonición y de pronto me pareció una mala idea seguir con el Conde, miré el lugar, Tania ya no estaba en la barra o al menos mis ojos no la veían y no encontraba pretexto para irme de ahí, dejar al Conde sentado, alejado y yo, marcharme a mi casa, cansado y apesadumbrado, después, pensé en Lilibeth y lo mucho que había disfrutado junto a ella... —Creo que la iré a buscar— pensé.

por **Alexês Nyíri** Mar Sep 25, 2012 1:12 pm

Tomé el boleto extrañada y después de escuchar todo lo que me había dicho lo ví irse, guardé el boletó entre mis pechos y pensé "Ruggero ya tengo vuestra enttrada". Seguí sus pasos hasta Tania y me adelanté para escuchar la confesión.

Solté un par de lágrimas por el hermoso cumnplido del mago y deseé que alguien estuviera así por mí y sentí un puñal en mi corazón, luego, al ver de reojo que Tania no respondía sentí un coraje para con ella... ¿Cómo podía ser tan grosera de no contestarle al caballero? ¿Tan difícil era rechazarlo o aceptarlo?, ¿acaso no tenía sentimientos, no miraba como sufría el mago? !Que desgraciada!- decía a mis adentros.

Entonces mi corazón se detuvo cuando lo vi a él... Era el vampiro de hacía muchos años, aquel que me abandonó en este burdel a mi suerte, el único ser que había amado y me había traicionado tan vilmente.

Quedé paralizada, deseaba ir a por él, reclamarle, vengarme; pero también entregarme a él, a su cuerpo y sus colmillos. Añoraba experimentar tanto ese placer superior que aquellos otros deseos contra su persona desaparecieron y sin embargo, mi cuerpo no reaccionaba.

Pude ver como se iba con el mago, había usado sus poderes para llevarselo a un rincón y entonces supe lo que pretendía... tomaría la sangre del mago. Algo que evitaría suceder. Si minutos antes sentía estar enamorada del mago, ahora en cambio le tenía celos ¿cómo aquel vampiro lo iba a preferir antes que a mi?

Mi cuerpo reaccionó y caminé hasta ellos, me detuve al ver como el mago se puso en pie con temor y pretendía irse, luego el vampiro también lo hizo y antes de que éste pudiera usar sus poderes encontra del mago me le arrojé al brazos.

-¿Querido mío no querés tened una noche de placer?- le dije y miré al mago para que se fuera.

por **Arleken Lundberg** Sáb Sep 29, 2012 11:48 pm

Todo estaba saliendo conforme al plan, Doreckmair o’ Raven caía en la seducción y no faltaba poco para que finalmente lo dijera... Y a, ya lo había dicho; había triunfado, él ahora era mio, pronto tendría su sangre, sangre mágica. Pero entonces sucedió algo que no preeví.

El mago se alteró, usé la manipulación de memoria para saber de qué trataba, -¡Una premonición!– pensé y me fasciné de ver todo cuanto el mago veía en esa premonición, si los poderes de O’ Raven eran fuertes y certeros él corría riesgo. Pero qué va, que me importa a mi yo quiero su sangre, si al rato, mañana o el día que le prosiga muere lastima por él.

Lo que me importaba era calmarlo, evitar que se fuera, el mago ya pensaba en hacerlo, buscaba un pretexto para salir de la puerta y alejarse de mi... –Como si eso pudiera ser posible, ingenuo!– entonces nuevamente apliqué mi manipulación de memoria, mas sucedió algo innesperado.

La bella Alexês Nyíri intervino sentándose en mis piernas y desviando toda atención me hizo una sugerencia muy atractiva, y luego me di cuenta de que invitó al mago a irse con un gesto.

Yo me irrité, —¿cómo te atreves a alejar a mi presa?– entré en la mente de Alexês y descubrí los celos que la compañia del mago le habían generado, seguía enamorada de mí, nunca me olvidó y eso me divirtió, no, más que eso... Me dio satisfacción.

–Muy bien Alexês... ¡Juguemos!— pensé.

Le tomé de la cintura y le acaricié el cabello, luego la besé en la boca. Sentí su calor, sus deseos para conmigo y se aferró a mi cuello en un beso pasional.

por **Alexês Nyíri** Lun Oct 01, 2012 2:59 pm

El brujo se quedó ahí inmutado sin hacer nada, no supe porque aunque sospeché que el vampiro tenía algo que ver. Pero el vampiro estaba molesto, aquella interrupción mia no le había agradado en lo más mínimo, pero y a pesar de ello, me tomó de la cintura, me acarició el cabello y me besó en la boca. Pude sentir sus colmillos sobre mi legua y entonces me le aferré al cuello.

Mi cuerpo lo deseaba, le ofrecí con descaro mi cuello y en mí decía -Bebe, bebe- pero él no lo hacía. Luego analicé la situación y supe que no era el lugar indicado para que él me tomara así que me levanté y lo tomé de la mano.

-Por aquí caballero, vos necesita un lugar cálido- dije y lo conduje por las escalareras, atravezamos el pasillo y llegamos al fin al cuarto. Él entró primero, yo cerré la puerta con llave y esperé a que volteara. Cuando lo hizo me le lancé a los brazos como una niña lo haría con su novio.

Le besé el rostro, el cuello, nuestras bocas se encontraban y caímos en la cama. Quedé en una posición ventajosa (yo encima de él) y entonces le dije -Bebe de mí- y le ofrecí el cuello, -por favor- continué como una chiquilla que quiere una tarta para su cumpleaños.

Él no respondió sólo me miró como lo hacía bastante tiempo atrás, con una pasión intrigadora y sentí más deseos para con él. Continué besándolo y le fui qitando la corbata y luego el abrigo, seguí con la camisa y me detuve. Él seguía sin respuesta. Entonces me quité el vestido dejándo mis pechos desnudos.

por **Derek Van Wijs** Mar Oct 02, 2012 3:38 pm

Nuevamente ella, nuevamente Alexês se había interpuesto, anteriormente entre mi y la salida, ahora en cambio, entre el Conde Lundberg y yo.

De cierta forma me sentí aliviado, no sabia por qué, de lo que si estaba seguro era que aquellas visiones me habían inquietado, mi alma no estaba tranquila y esa era toda la verdad.

Con un gesto Alexês me insinuó irme como si ella supiera lo que yo pretendía, yo decidí tomarle la palabra y me encaminé a la salida, sin embargo recordé nuevamente a Tania y si bien era cierto que ya no estaba quería conocer la respuesta a mi declaración y eso comenzó a atormentarme.

Me dispuse a buscarla y vi com Alexês besaba al conde con pasión como si ya se conocieran, luego lo tomó de la mano y subieron a la habitación donde yo momentos antes estuve con ella, "Qué ironico" pensé.

Fue entonces que busqué a Tania, fui a la barra y pregunte —No sé, lo siento— dijo el camarero, sentí un mareo y me decidí mejor a irme volví a pensar en Lilibeth y me pareció mejor idea irla a buscar.

—Sí eso haré— dije y me encaminé a la salida otra vez.

por **Camile Avery** Mar Oct 02, 2012 7:44 pm

Después de un largo viaje Killer Bee llegó finalmente a París, con un sólo objetivo encontrar a su maestro Ruggero Rosso y aunque le agradaba la idea los motivos del por qué buscarlo no era algo que le gustara.

Después de algunas interrogaciones y un encuentro con un espía Killer Bee consiguió la información necesaria para empezar su búsqueda.

Un burdel, sus pasos la dirigían a un establecimiento lleno de pecados; que de hecho poco le importaba a ella no le correspondía juzgar a los hombres, sólo enviar las almas de vampiros, licántropos y cambiaformas a donde quiere que Dios le conceda gracia.

Antes de ingresar se detuvo a contemplar el ambiente, era una noche cálida de cielo despejado, la luna brillaba como una perla y un aroma de perfume salía del Burdel. —¡El aroma de la lujuria!— pensó y finalmente abrió la puerta.

Killer Bee vestía de forma discreta, sólo cargaba el revólver londoniense de plata que su maestro le había dejado como obsequio la última vez que lo vio, ese era el motivo por el cual mantenía su sensual silueta. Llevaba un vestido estilo ingles de una sola pieza color indigo, unas zapatillas negras y un abrigo negro haciendo juego, en éste, por supuesto llevaba el revólver sujeto a una correa especial que resguardaba el arma.

Dio unos cuantos pasos, hombres y cortesanas la miraron por igual, –¿Se les hará extraño ver a una mujer en dicho lugar?... No, no lo creo tanto hombres y mujeres caen en el pecado de la lujuria, los burdeles eran, además de la iglesia el único lugar en donde las mujeres y hombres eran iguales– meditaba Killer Bee.

Sin hacer esperar a la mujer, un cortesano se acercó. Tomó la mano de Killer Bee y se la besó con respeto y picardía, le dedicó una sonrisa insinuante y sensual.

–Yo puedo hacer de su acompañante esta noche mademoiselle y le aseguró que quedará complacida– dijo de una forma tan gallarda que incrementó su porte sensual. Cualquier otra mujer hubiera caído bajo ese encanto, pero ella era Killer Bee, una asesina comprometida con Dios y esos deseos pecaminosos ni siquiera le tentaban.

—Estoy completamente convencida de que lo harías pero vengo a buscar a madame Alexês— dijo Killer Bee y le dedicó una sonrisa cándida.

—¡Oh, no sabia que usted era..!— quiso seguir pero al mirar el cambio gestual de Killer Bee declinó y continuó dando la información —lo siento mademoiselle pero ya fue seleccionada, hace a penas unos minutos acaba de subir a su alcoba—.

—¿Seleccionada?— repuso Killer Bee con el cejo fruncido, –¿acaso se consideran pedazos de carne?– pensó y volvió a sonreír. —Gracias y con su permiso ire a tomar un trago— dijo y caminó a la barra.

Fue entonces que vio al Mago de Amsterdam Doreckmair O’Raven, lo sabía porque al pasar por el teatro vio publicidad anunciándole y se preguntó –¿Realmente será solo un hombre con trucos baratos o, un brujo haciendo realmente magia?—. Si era lo segundo y había cruzado camino con Ruggero Rosso, su maestro lo volvería a buscar para darle muerte; Killer Bee sabía de la manía de su maestro con los brujos y cabía la posibilidad de que mediante el mago pudiera encontrar a su maestro.

El mago se iba, Killer Bee se adelantó para alcanzarle y tomándole el brazo con atrevimiento le dedicó una sonrisa pícara cuando él la miró. —Es usted el mago de Amsterdam, ¿cierto?— dijo Killer Bee y el ofreció la mano.

por **Derek Van Wijs** Miér Oct 03, 2012 5:52 pm

Cuando estaba dispuesto a irme una mujer atrevida me tomó del brazo, estaba fastidiado, decepcionado y lo único que quería era irme y casi añoré que no se tratara de una cortesana. Y me equivoqué, era una bella dama de alta sociedad según evalué por su atuendo.

—Es usted el mago de Amsterdam— dijo y me extendió su mano, y entonces confirmé mis deducciones, si era de la alta sociedad, -¿pero qué quería?—, le tomé la mano y se la besé como debía de hacerse y le dediqué una sonrisa.

—Así es mademoiselle— respondí, ahora si me disculpa mañana daré una función y me tengo que retirar— continué y le dejé ahí. Sin embargo, me detuve había actuado de una forma grosera y eso me avergonzó, —tengo que remediar semejante agravio— pensé y me di la vuelta.

—Pero la noche es aún es joven, permítame invitarle una bebida— le ofrecí el brazo y luego de aceptarlo caminamos hasta la barra, allí pedí un par de whiskys, tomamos asiento y dimos unos sorbos, —¿de dónde es... Le gusta la magia?— pregunté y le miré cautivado por la belleza de su rostro.

por **Arleken Lundberg** Jue Oct 04, 2012 1:27 pm

Alexês de forma descarada me había ofrecido su cuello momentos antes, al ingresar a su mente gracias a mi manipulación de la memoria pude constatar que deseaba que tomara su sangre, era una añoranza adictiva y que creí había desaparecido con el tiempo.

Aquel burdel, sólo dos veces visitándolo y Alexês se encontraba involucrada directamente, siendo ella el sol y todo a su alredor el universo.

Cuando me condujo a su habitación, como una adolescente se arrojó a mis brazos y comenzó a besarme de forma desesperada, eso en lugar de irritarme me excitó y recordé el pasado.

Caímos en la cama y continuó besándome, luego ella volvió a ofrecerme su cuello y en tono adictivo me dijo –Bebe, bebe— deseándolo como lo dicen los mortales, con todo el corazón.

Luego de no responder ella incrementó su seducción al desnudarse de la cintura para arriba y volví a contemplar después de varios años de no hacerlo, sus perfectos pechos medianos. Eso me hizo sonreírle y el pasado nuevamente me invadió.

–Mi amada– dije, le tomé de la cintura y comencé a besarle el cuello, luego y finalmente lo que esperaba, clavé mis colmillos en su cuello, su sangre, su ambrosia inundó mi garganta y el deleite de antaño me posesionó.

Bebí con ávides y su cuerpo se retorcía de placer, jadeaba y entonces bebí con más calma, me tomó del cabello y jugueteó con él, yo bebía pensando sólo en su sangre. De pronto note que llegaba a su límite y dejé de beber, ella me miró satisfecha, estaba cansada y me besó en la boca.

por **Alexês Nyíri** Vie Oct 05, 2012 3:54 pm

El vampiro cambió de postura sometiéndome y finalmente clavó sus colmillos en mi cuello, mi sangre nuevamente invadía su boca y el placer de antaño regresaba, crecía y me escuché jadear. Si era cierto que como cortesana experimentaba seguido un sexo más allá del placer, con orgasmos simúltaneos, nada podía compararse con el placer que el vampiro ejercía en mí.

Bebía a un ritmo acelerado, luego disminuía y esos cambios doblaban mi cuerpo, tomé su cabello y jugeteé con él, como una forma de concentración, sentía que moría de placer y ya no podía articular ninguna clase de palabra.

Fue entonces que me sentí débil y el vampiro dejó de beber, cuando terminó le dediqué una sonrisa, me le lancé al cuello y lo besé. Cambiamos de postura, él se recostó junto a mí y me acariciaba el cabello, yo llevé mi mano a su fuerte piel y le dije en un tono melancólico.

-Me dijiste amada, ¿pero por qué vos me abandonó en este lugar?... Si yo te amé, y lo sigo haciendo, por qué no me mantuvistéis junto a vos nunca te pedí que me hicierais uno de vosotros, convertirme en esposa; ser la amante era suficiente para mí- dije y de pronto cayó sobre mi una pesadez abrumadora, un cansancio me obligo a cerrar los ojos y me escuché decir. -¿Por qué..?-

por **Camile Avery** Vie Oct 05, 2012 8:17 pm

El mago le había ofrecido el brazo, Killer Bee lo miró con desconfianza pero supo que tenía que seguir el juego, era vital para la información que deseaba.

Aceptó el brazo y juntos caminaron hasta la barra, Killer Bee pudo ver de reojo a aquel cortesano que demostraba gestualmente estar celoso y eso le divirtió, —¡Ay ignorante qué estarás pensando, seguramente que te rechacé como pretexto para dar con el mago... Tal vez!—, aunque el hecho era que Killer Bee nunca había comprendido del todo el pensamiento del hombre, aunque ¿quién lo ha hecho?

Al llegar a la barra Doreckmair pidió una bebida para Killer Bee. –Genial ahora tengo que tomar, ¿acaso pretendrá insinuarse, coquetear y seducirme– pensó Killer Bee que miraba al mago con una sonrisa, pero evidentemente con el alma fastidiada.

Con clase Killer Bee tomó la copa dieron un par de copas y entonces el mago dijo —¿de dónde es... Le gusta la magia?–

–Hay que fastidio– pensaba Killer Bee.

—Por supuesto, la magia es el septimo arte y mañana estaré en su función. ¡Ay, sin embargo no estoy aquí por placer monsieur busco a mi hermano! Es un tipo bien parecido, de cabello rubio ceniza, fornido y lleva consigo siempre una chaqueta con piel de lobo en el cuello... si lo ha visto digamelo por favor que mi madre muere y quiere verlo.—

Killer Bee se echó a llorar, era parte de la actuación el mago caería ante las lágrimas de una dama o eso esperaba.

por **Derek Van Wijs** Sáb Oct 06, 2012 12:51 pm

Fue un cumplido que la mujer se expresara de esa forma pero después al mencionar a su hermano a la mente solo me llegó la imagen del inquisidor.

—Será aquel hombre del que habla?— pensaba, no estaba seguro, y si lo era, o tal vez no era inquisidor sino cazador... Qué le diría entró tu hermano aquí un cazador algo descuidado— eso tendría que decir, y seguía meditando.

La mujer se dio cuenta de mis dudas y de pronto se echó a llorar, miré alrededor pero todos estaban en sus asuntos, no prestaban atención a nosotros y yo no supe que hacer. ¿La consolaría llevándola a mi pecho, dándole unas palmaditas y decirle todo estará bien? ¿realmente eso era lo más adecuado?— me dediqué a mirarla y me di cuenta de que no era una buena opción, ella no parecía ser de las personas que apreciaran el contacto físico.

—Disculpe que no haya reparado en el lugar mientras estaba aquí, mas he visto un hombre con algunas de sus características, venía armado e intercambiamos un par de palabras— dije y perdí mi mirada en la copa, después bebí con avidez y me puse en pie, —ahora si me disculpa mademoiselle, me he de retirar mañana tengo una función. ¡Oh, y tomé espero que le agrade la función!— continué y le entregué un boleto.

Por último hice una reverencia y esquivando a todos salí del lugar y caminé hasta mi residencia.

por **Arleken Lundberg** Sáb Oct 06, 2012 1:30 pm

Había terminado, Arleken cambió de postura y se veian de frente. Absorbió tanta sangre que Alexês a penas y podía mantenerse consciente, luego y a sorpresa de Arleken la cortesana le recriminó haberla abandonado.

-Me dijiste amada, ¿pero por qué vos me abandonó en este lugar?... Si yo te amé, y lo sigo haciendo, por qué no me mantuvistéis junto a vos nunca te pedí que me hicierais uno de vosotros, convertirme en esposa; ser la amante era suficiente para mí- dijo y aunque Arleken era consciente de lo que Alexês sentía nunca se imaginó escucharlo decir de ella y eso le dolió, con esta confesión el conde se daba cuenta del gran sentimiento de Alexês, un sentimiento mayor al que se imaginaba y entonces dudó.

No tenía respuesta, no quería pensar, no, Arleken sabía la respuesta no podía engañarse pero le avergonzaba, era como si se tratase de un pecado y quizás lo era. Usando su manipulación de la memoria el vampiro entró a la mente y luego de usar su persuación la sedujo a dormir, y Alexês obedeció.

Por horas el vampiro la contempló, por ese tan largo tiempo recordó el pasado y se preguntó —¿Podría convetir a Alexês y estar con ella por siempre?— pero entonces le pareció una idea ridícula, ¿acaso la vampiro que lo convirtió no pensaba lo mismo, no había creído que podría estar conmigo por la eternidad, que siempre la amaría?, a Alerken le parecía todo un hecho y el miedo de que Alexês lo odiará le hizo tomar una desición, una disición que ya había tomado tiempo atrás... La abandonaría y regresaría a Escocia.

Estando ya dormida la besé en la frente y volví a entrar a su mente con la manipulación de la memoria y entonces pude ver a un hombre hablando con ella y momentos antes ese mismo hombre hablando con él mago... -¡Un inquisidor!- siguió excarvando de una forma poco ordenada y vio a Alexês aceptando la oferta del inquisidor... Un tal Ruggero Rosso, la está usando, y entonces el vampiro recordó la ilusión del mago... [i]-Si es un brujo, y tiene la premonición... Mañana tiene una función e iré ese inquisidor seguro pretendrá darle muerte y yo estaré presente-[i]

Una vez que el conde Arleken Lundberg lo aceptó se marchó del lugar.

por **Camile Avery** Dom Oct 07, 2012 4:52 pm

Killer Bee se dio cuenta de que el mago reflexionaba y esa acción le indicaba que había hecho contacto con alguien, ¿sería Ruggero Rosso?

En el tiempo en el que Doreckmair reflexionaba Killer Bee dio unos cuantos sorbos a la bebida, el líquido calentó su garganta, sacó un pañuelo y secó sus lfalsas ágrimas, después miró al mago y éste le confirmó haber visto a un hombre, un hombre con armas... –¿Quién sino Ruggero sería capaz de entrar incluso a la Iglesia con armas?– Killer Bee quizo preguntar más pero no era adecuado, imprudente y sospechoso diría su maestro.

El mago se disculpó anunciando su retirada y ofreció a Killer Bee un boleto para el Teatro, ella lo tomó y luego lo vio irse.

Cuando el mago de Amsterdam salió por la puerta Killer Bee finiquitó la bebida de un golpe, con el pañuelo limpió las orillas de su boca y pensó –Que grosería la del mago dejándome la cuenta– aunque ya no tenía importancia el mago ya se había marchado.

Killer Bee sacó su monedero y pagó, después contempló el boleto, sí él resultaba ser realmente un brujo, Ruggero Rosso lo atacaría y sino, de todas formas él estaría ahí, pendiente por si veía en aquella noche un ser sobrenatural.

Cuando Killer Bee abandonó su asiento para ir hacía la salida pudo ver bajando de las escaleras a un vampiro, lucía casi como un humano corriente, de hecho todos lo harían pasar por un hombre incluso muchos inquisidores, pero la especialización de Killer Bee que tenía sobre esos demonios bebedores de sangre le hacían saber que no era así.

Killer Bee se escondió entre el tumulto esperándo a que el vampiro abandonara el lugar, se marchara, el vampiro se fue y Killer Bee espero un par de minutos, si de algo estaba segura era de la capacidad de un vampiro para detectar la amenaza y podría estar afuera listo para atacarla, así pues Killer Bee se acercó a un hombre apuesto y le dijo. —Buen hombre, ¿me haría el favor de acompañarme a mi hogar, la noche no me es grata y la cálidez de un hombre en mi solitaria casa sería muy agradable—

El hombre sonrió de inmediato ante tan atrevida insinuación y juntos se marcharon, Killer Bee estaba al pendiente, sin embargo no había nada, el vampiro estaba perdido en sus pensamientos según supuso ella. Ahora sólo tenía que hacer algo... Deshacerse del hombre.

Caminaron tanto y dieron dos vueltas por la misma calle que el hombre fastidiado dijo. –¿cuánto falta mujer, que tengo que dar un respiro por qué no nos acercamos a ese callejón de ahí?– La voz perversa del hombre le indicó a Killer Bee una amenaza y eso era lo que ella había pretendido, obedeciendo al hombre fueron hasta el callejón de poca iluminación, el hombre se le abalanzó en un intentó de violación, la a rinconó a la pared y besó su cuello, Killer Bee no puso resistencia.

El hombre pretendió buscar la ropa interior de Killer Bee alzando su falda y fue cuando ella actuó, con su tacón pisoteó un pie del hombre,éste retrocedió emitiéndo un gemido y se volvió a lanzar a ella, girando a un lado evitó al hombre y con dos vueltas hacia atrás se puso a una distancia considerable, el hombre otra vez la atacó con los brazos por delante, Cammy se inclinó un poco hacía adelante dio un paso al frente y se arrojó al brazo derecho. En el aire hizo una llave y colocó sus entrelazadas piernas en el cuello del hombre y lo hizo caer. Con rapidez lo soltó, rodó y antes de que el hombre se pusiera en pie ella lo hizo con un salto hacía enfrente, luego giró colocándose frente al rostro del hombre y le dio una patada dejándolo inconsciente.

–¡Ingenuo!— Y abandonó la escena.

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