Adrianne Trevillette

por **Adrianne Trevillette** Sáb Jul 17, 2010 11:51 am

-Nombre del Personaje: Adrianne Clemence Trevillette

-Edad: 20 (licántropo desde hace 2)

-Especie: Licántropo

-Tipo y Nivel Social: Clase media

-Lugar de Origen: Metz (Francia)

-Habilidad: Sanación acelerada, memoria fotográfica y longevidad.

-Descripcion Fisica:
Adrianne Trevillette Adriannefichafoto

En una altura de aproximadamente 1'70 se comprende el cuerpo fino y firme de Adrianne. Puesto que es bastante activa y pasa horas nadando y buceando en la laguna, Adrianne posee un cuerpo trabajado. Fuera de su cara angelical e inocentona, su cuerpo es fibroso y bien formado. Tiene una buena delantera que siempre oculta bajo camisas y chaquetas de lino. Su piel es nívea y a menudo la confunden con una nórdica. Sus ojos son verde oliva, y sus labios pequeños y carnosos. Su cabello rubio y largo lo suele llevar semirecogido, aunque descuida si está sujeto o no. Es largo, más o menos por encima de la cintura, y es liso con las puntas enroscadas.
Posee una expresión alegre y despreocupada, acorde con su carácter.

En las noches de plenilunio, es un lobo de mediana estatura, de pelo suave y muy liso y de color oscuro. Posee una mancha blanca en la pata trasera izquierda que la hace fácilmente reconocible. Además, siempre lleva el colgante (customizado para su forma lobuna) sobre su cuello, lo que también la hace fácil de conocer..

-Descripcion Psicologica:
Adrianne es la verdadera mezcla entre mujer y lobo. Es familiar, altiva y líder; defiende muy bien lo que es suyo y es consciente de lo que es. Adora la caza, y más cuando es en manada. Pese a odiar a los niños, es acogedora y dulce, y posee un humor sereno y constante. Es muy realista y adora las relaciones largas, tanto de amistad como de amor, por lo que es muy exquisita a la hora de seleccionar a las personas que merecen la pena para ella. Le encanta divertirse y visitar las zonas caras de París, donde gasta lo poco que tiene en juegos y fiestas, aunque siempre sabe estar seria en el lugar que le pertenece. Aunque es amiga de los humanos -lo fue una vez-, siente un odio irracional hacia cualquier vampiro, y es capaz de detectarlos a varios metros a la redonda, al igual que la mayoría de los de su raza.
Por otra parte, es muy enamoradiza; se deja querer y normalmente hace que los demás tengan un sentimiento de protección y cariño hacia ella al poco de conocerla, probablmente por su descuido y temeridad. Es, quizás, demasiado confiada, no sólo con las personas de su alrededor, sino consigo misma. Es consciente del poder que posee, tanto la fuerza y agilidad sobrenatural de los licántropos como de la magia que emana su condición de mujer lobo, y eso hace que carezca de sentido del peligro y de alerta.
Es capaz de odiar a una persona y amarla a la vez, hasta el punto de convertirlo en una obsesión. Es, quizás, demasiado paranoica y poco condescenciente, muy impulsiva y por tanto, carente de responsabilidad en la mayoría de sus actos.
Odia el sufrimiento ajeno, y suele empatizar con aquellos que le piden ayuda o que ella cree que la necesitan. Se inmiscuye con facilidad en los asuntos de los demás, pese a que ellos piensan que para ella carecen de importancia. Odia a los seres sedientos de venganza, corroídos por el odio o por cualquier otro sentimiento, puesto que ella es más bien existencialista, y prefiere dejar que las cosas sigan su cauce.
En otra línea, ama la belleza en todas sus manifestaciones y se deja seducir por ella con facilidad. Es incapaz de negarse ante un impulso, una tentación o una llamada instintiva, lo que trasciende en que la situación muchas veces se escape de sus manos. Odia sentirse culpable, y en especial, el sentimiento de frustración, que por desgracia para ella, la acompaña adonde quiera que vaya.

-Historia:
En el seno de una familia de clase media y reconocida en Metz, Adrianne se crió en la más conservadora religión católica. Desde pequeña, acudía cada día a la iglesia junto a sus padres y sus hermanos. Fue allí donde nació una pasional afición al órgano. El párroco de la catedral le daba clases cada tarde, y cuando cumplió los 15 años, comenzó a ganarse algún dinero tocando los domingos. Su religiosidad sorprendía hasta a sus padres, quienes se sentían orgullosos de ella cada día más. Un año más tarde, comenzó a ayudar en el negocio de la familia, que eran comerciantes de telas. Era un ejemplo a seguir en su ciudad, y su inteligencia y sus cualidades en los números y la economía, pronto hicieron prosperar la venta de telas y tapices. Todos la conocían como la "joven prodigio", hasta que su madre murió por un incendio que ella causó accidentalmente.
Tuvo una relación clandestina con un herrero, al cual amaba loca y pasionalmente. Sin embargo, él comenzó a mostrar comportamientos raros, a desaparecer durante noches enteras y a demostrar su culpabilidad por algo que Adrianne no entendía. Él, pretendiendo ser sincero con ella, le contó lo que le sucedía; era un licántropo. Adrianne comprendió que era un asesino y decidió abandonarlo a su suerte, olvidando todo lo sucedido entre ambos y queriendo alejarse de todo cuanto a él se refería.
Más tarde, llegó el momento de casarla, y su padre optó por el hijo menor de un médico. Ella se negó, pero le dolía decepcionar a su padre. Pese a no quererlo, aceptó. Dos días antes de su boda, sufrió un ataque de nervios, y huyó por los barrios bajos, en busca de una escapatoria. Encontró a un grupo de jóvenes que se reían y que iban tras ella. Parecían borrachos. Ella intentó escapar, así que marchó a un bosque de las afueras. Allí, luciendo la luna llena, consiguió escapar de aquellos hombres, pero no del enorme lobo que se aferró sobre ella sediento. Intentó zafarse de él, pero no lo consiguió. Sin embargo, pudo golpearle la cabeza con una piedra, y esto hizo que el lobo huyera, aunque ya había clavado sus caninos en la piel de la joven.
Desde aquel día, nada volvió a ser igual. Regresó a su casa, asustada, pero su familia estaba demasiado enfadada con ella y decidieron mandarla fuera de la ciudad, para no tener que soportar doblemente la pérdida de honor que la huída de la joven había supuesto. La enviaron a trabajar a París, junto a su tío Bernard Trevillette, en un negocio de perfumes. Allí, la joven Adrianne, busca una manada a la que unirse cada noche de luna llena.

-Datos Extras:
Posee un colgante que compró a una bruja que mitiga el dolor de la transformación. Es una esfera de acero, con una pequeña circonita en el centro en forma de rombo.
Adora el agua, y suele pasar horas en un lago de las afueras de la ciudad cuando está cansada o agotada. Aunque generalmente sólo es una afición, aprovecha para trabajar su cuerpo, puesto que odia estar indefensa en su forma humana.

por **Nigel Quartermane** Sáb Jul 17, 2010 2:47 pm

Ficha aceptada.
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Re: Adrianne Trevillette