Re: Rico teatro [libre]

por **Rilian Korsákova** Sáb Sep 22, 2012 2:22 pm

Había ido al famoso teatro, ese que todos conocían por hacer funciones de vampiros de forma tan verás que hacía que se te erizara la piel. Le encantaban, le fascinaban, le atraían como cualquier otro ser fantasioso y desconocido de aquellos que habitaban precisamente en el planeta oscuro de sus sueños personales y prohibidos.

Intentó vestir esta vez, como una señorita, aunque sin el corset, prefería aquellos vestidos que sólo se ajustaban al busto y luego caían perezosos y gráciles hasta el mismo suelo. El cabello recogido, el maquillaje escaso y el vestido largo para ocultar las sandalias sin tacón. Observó así la obra completa y aplaudió con ímpetu y frenesí hasta el final de la misma. Las cortinas se cerraron y con el corazón agitado, se giró para observar a alguna gente que se quedaba, por lo que ella haría ahora lo mismo, así que se levantó de su silla y les siguió hasta el bar, con la esperanza de que alguno de los actores se les uniera a la velada y así poder saciar un poco de su afanada curiosidad.

–Oh... Monsieur vampiro –saludó a uno de ellos cuando por fin le vio pasar su costado, y le regaló una sonrisa para hacer complemento de aquel saludo y dar un poco de cabida a su nada oculto interés –¿Me permite hacerle algunas preguntas? –inquirió procurando sonar amable mientras hurgueteaba en su bolsa por una pluma y su siempre fiel libreta de notas –Realmente me sorprende como es que logran realizar esta tan sublime interpretación, es todo tan real que me ha logrado incluso erizarme la piel ¿Cómo... cómo lo hacen?

por Invitado Sáb Sep 22, 2012 2:53 pm

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Tras crujir un momento mi cuello sentí una femenina voz endulzando mis oídos, me volteé y una rubia de natural olor y rostro comenzó a hablar. Asentí despacito al escuchar toda la palabrería y casi sigo de largo por que ya no quería escucharla hablar. Pero reflexioné unos momentos y con delicadeza baje la mirada, observando el panorama, era una figura delicada, algo flaca; una buena cintura y unos labios mas bien delgados, pero no estaban tan mal.

Rodé los ojos un momento con los labios entre abiertos, suspirando con mi copa en la mano y comencé a caminar un poco mas apartados de allí, haciéndole ademán a la mas baja que lo siguiera, mientras se acariciaba un poco el cuello, sentándose con suavidad en uno de los sillones. Aun no había emitido palabra alguna, pero pronto dejaría salir un poco de esa suave, tersa y dulce voz con la que cargaba.

-Bien ... No hables tan rápido... Dime que preguntas? Me alegro que te haya gustado la actuación... Lo mejor para ustedes

Susurré con un deje de diversión, mientras pasaba a cambiar de posición, poniendo codo y codo sobre mis rodillas, aun con una copa en mi mano, entrecerré los ojos dando un largo sorbo y quedé pensativo mientras levantaba una mano y apuntaba a la chica, para que trajeran algo para que bebiera, la sangre siempre era mas rica cuando los humanos la tenían algo caliente por el alcohol. Me relamí los labios un poco y observé delicadamente la pluma que ella mantenía en la mano. Sería una periodista? O una simple curiosidad? Quizá tenía algún tipo de interés pero al no animarse a hablar estaba imitando a un periodista... Se me ocurrían muchas cosas, pero con una sonrisa juguetona solo atiné a preguntarle.

-Anotarás las cosas que diga...? Eres una clase de reportera o una fanática?

Su piel lucia bella, me preguntaba cuantos años tendría... Aparte una mujer sin maquillaje y con un vestido como el que aquella llevaba puesto era difícil de ver... La mayoría usaba cosas demasiadas apretadas o marcadas. La verdad prefiero como la chica esta... Se puede usar mas la imaginación.
Apoyé un dedo sobre mis labios y me quede mirando a la chica, como pensativo. Sintiendo que alguien se acercaba para preguntarle a la chica que era lo que deseaba beber; los mozos de ese lugar realmente eran rápidos cuando se trataba de uno de los "actores" pidiendo algo.

por **Rilian Korsákova** Sáb Sep 22, 2012 3:20 pm

Inconscientemente, Rilian le siguió hacia donde el hombre caminaba, la verdad era que no quería perderle la pista, aquel muchacho era una verdadera fuente de oro para sus objetivos, y aún debajo de los tablones del teatro, seguía conservando la elegancia y todo el magnetismo de un verdadero vampiro ¿Acaso conocería a uno de verdad? ¿Existirían? ¿Sería cierto? Deseaba tanto saber todas esas cosas, la verdad, la verdadera verdad que le esperanzaba encontrar y por la cual sería capaz de seguirle hasta un mismo precipicio con tal de obtenerla.

–Lo siento –se disculpó llevándose una mano a la boca y sonrojándose en las mejillas al mismo tiempo que se sentaba junto a él. Retiró la mano y acomodó la libreta sobre su regazo, reteniendo las ganas de volver a estallar en una nueva ola de preguntas.

–Es la idea –respondió con una sonrisa algo tímida cuando el hombre preguntó si acaso tomaría apuntes, de aquellas que te salen cuando no sabes si lo estás haciendo bien o estás metiendo la pata –Sólo las cosas realmente importantes –intentó restarle un poco de peso al asunto y que así no se sintiera intimidado.

–Ni lo uno, ni lo otro. Más bien soy una investigadora o al menos eso pretendo, pero investigo por propio gusto así que tal vez pudiera eso encasillarme en el fanatismo –volvió a sonreír y se acomodó detrás de la oreja, uno de esos pequeños mechoncitos de pelo que se escapan cuando las mujeres se toman el cabello –¿Y bien? ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo lo logran? ¿Libros, entrevistas, vivencias, qué? –preguntó casi ignorando al camarero que se había acercado a tomar su pedido. La verdad era que no había caído en su presencia hasta que se hubo callado la boca pues su compañero parecía en verdad capaz de acaparar toda su atención.

–Oh... perdone –se excusó con el garzón –Sólo un jugo de ananá, muchas gracias –le sonrió, y como si no quisiera perderse un segundo más de la vista que le proporcionaba su compañero, inmediatamente se giró hacia él, con la esperanza de esta vez obtener alguna de sus respuestas.

por Invitado Sáb Sep 22, 2012 5:04 pm

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Suspiré una vez mas, la chica al parecer realmente me iba a hacer las preguntas, y no parecía tener muchas ganas de hacer otra cosa, al menos no por el momento y mucho menos cuando la escuché pedirse un jugo de ananá... Ya luego movería cables y me la llevaría para alimentarme un poco, por lo pronto el licor estaba bueno y ella parecía tener una conversación interesante que otorgarme. Me quede inspeccionándola un poco más y gire mis ojos, entornándolos hacia la entrada del teatro, me quedé pensativo unos momentos. Realmente estaba pensando que es lo que le diría; no era muy complicado mentirle a un humano, pero quería llevar las cosas lo suficientemente profundas para llegar a cumplir mi cometido luego.

-Nosotros somos vampiros, no me vez? Mi piel es suave, sin una arruga y tus ojos no quieren despegarse de mi... No es cierto?

Susurré divertido, mirándola a los ojos para luego bajar el rostro con una sonrisa dulce y seductora. Termine el fondo de mi vaso y lo dejé a un costado, esperando que lo vuelvan a cargar con un poco mas de lo mismo. Apoyé codo y codo sobre la mesa y me apoyé sobre las manos, mirándola fijamente a los ojos, como si quisiera endulzarla de mi mismo. Pronto estire mi cuerpo delicadamente hacia un costado y me quede pensativo.

-Esto de aquí lo hacemos para pasar desapercibidos de ustedes... Se piensan que es todo un teatro, y nosotros solo decimos la verdad... O no?

Decir la verdad mintiendo era muy divertido, sinceramente estaba esperando por ver las reacciones ajenas con urgencia. No me cabía la menor duda, que no importaba si se lo creía o no; su cara iba a ser realmente graciosa y valedera. Por lo que esperé a ello, con los ojo entrecerrados y una sonrisa en el rostro.

por **Rilian Korsákova** Sáb Sep 22, 2012 5:36 pm

Esperaba ansiosa a que aquel hombre comenzara con sus explicaciones, por lo que no puso evitar el adelantarse un poco más hacia él, como si de ese modo, con su propio lenguaje corporal, le presionase a una pronta respuesta, pero cuando ésta llegó, no supo si creerle o echarse a reír. Se quedó absolutamente pasmada, podría esperar cualquier cosa menos algo parecido ¿De verdad se lo dirían tan así, tan... sueltos de cuerpo, si acaso fuesen vampiros de verdad? No lo sabía exactamente, y fue tanto su desconcierto que las pupilas temblaron dubitativas en el rostro del muchacho como si esperase encontrar en su piel algún tipo de respuesta, por lo que finalmente, y llevada por su propia curiosidad, estiró una de sus manos para tocar su rostro con la yema de sus dedos, en un acto demasiado breve para ser llamado caricia.

Sintió su piel suave y fría, y retrajo su brazo frotándose las yemas de sus dedos con las que antes le había tocado. Parecía real, pero su lado racional le hacía dudar inevitablemente, aunque mucho de lo racional había salido a volar ya con los encantos inexplicables de ese hombre del cual ni siquiera sabía su nombre y tampoco le importaba más que su propia presencia. Si la razón estuviese con ella, probablemente hubiese salido corriendo en respuesta a la alerta de peligro, pero ahí estaba, tontamente dócil e irracional como un cordero.

–¿Hablas en serio? –le preguntó de todos modos, dándose cuenta en ese mismo instante que su pluma había resbalado de sus manos sin saber cuando, por lo que volvió a recogerla, pero en vez de escribir con ella, le dejó sobre la mesa y llenó sus pulmones con aire, intentando digerir la noticia.

–¿Y... –quiso preguntar, pero en ese momento llegó el mozo con su jugo de ananá –Muchas gracias –le dijo al muchacho, viendo como se alejaba de regreso a la barra, observando también al resto de las personas a su paso, lo que hizo pensar en una nueva interrogante para saber si lo que decía aquel hombre era mentira o verdad.

–Suponiendo que lo que me dices es verdad... ¿Cómo puedes vivir entre tanta comida? –preguntó regresándole la sonrisa –¿Cómo... cómo no los persiguen? Porque si lo fueran, la gente del escenario... a quienes beben, ellos... No, no se lo permitirían, este teatro no sería legal... –rió de si misma, por como se sentía, así de dudosa, ridícula y consternada –No te burles de mi, dime la verdad.

por Invitado Sáb Sep 22, 2012 8:25 pm

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Derrepente ella se acercó... Ohh, realmente tenía buen olor, por lo que no dije nada y solo sonreí tiernamente, moviendo la cabeza a los lados mientras le comentaba aquello dicho; siendo claro con mis palabras, articulando como si fuese la primera y la última vez que lo fuese a hacer. Miré como caía la pluma y atinando a levantarla la dejé caer, distrayéndome con el mozo que servía mi copa servicialmente y se retiraba del mismo modos silencioso con el que había aparecido. Miré nuevamente a la mujer frente a mi, dejando le ver una hermosa y blanca sonrisa. Entrecerré los ojos un poco escuchandola y abrí despacito mis labios como si hubiese ofendido el lugar y a nosotros.

-Te piensas que somos enfermos? Tu cuando estas frente a un banquete te comes todo lo que esta en la mesa? O eliges que comer?

Pregunta algo brusco y rápidamente vuelve a sonreír, apoyando la mano sobre la ajena cuando ella deja la pluma sobre la mesa, la acaricia suavemente y vuelve a quitarla, mirándole fija a los ojos, ya sentía su cuerpo debajo del suyo en una rica cena y noche; estaba seguro que la disfrutaría...
Me estiré suavemente y cerré los ojos como contemplando la respuesta que daría riendo despacito por debajo.

-Bien; quieres que te lo demuestre? Ven conmigo esta noche y ofrécete como mi alimento... No digas falsos rumores... No morirás y no te transformaras... Solo disfrutaras

Susurraba muy despacio, aceptando la cercanía que ella había acaparado al principio. Le miraba fijo a esos orbes de buena gama que estaban frente a mi, lamiéndome suavemente los labios. La chica tenía curiosidad, eso se notaba a leguas; una linda personalidad; quizá demasiado grácil, o algo impaciente, pero no había duda que tenía algo especial.

por **Rilian Korsákova** Sáb Sep 22, 2012 8:55 pm

Abrió la boca con una sonrisa de circunstancias que le delataba en su no saber que decir, pues la verdad es que no había tenido intención de ofenderle, pero si le ponía ese tipo de ejemplos para ella era un gran aprieto, entonces ¿qué hacía? ¿Respondía con sinceridad o aquello que él quería escuchar?

–Honestamente... Si el banquete es de mi agrado, juro que me lo devoro por completo y no me importaría enfermar –sonrió mordiéndose los labios con un ligero toque rosa por encima de sus mejillas. Bien, había sido sincera y es que a veces poco tenía de las señoritas tradicionales, Rilian era más bien una dama a su propio estilo.

El cautivante desconocido posó de pronto una de sus manos sobre la suya, haciendo que sus mejillas sonrojaras una vez más. Vampiros, malditos vampiros atrayentes, si pudiera estar en su sano juicio de seguro le descalabraba los dientes, pero este no era el caso, estaba lidiando con un vampiro genuino, uno de verdad, uno de aquellos que era capaz de engatusar las mentes poco preparadas como la suya y convencerlas hasta de bailar sobre la misma mesa si así lo quisieran.

–¿Demostrármelo? –preguntó un tanto azorada, teniendo que recurrir a inspirar el aire por la boca pues sus pulmones ya no daban abasto para tanta información –Espera un momento... ¿Me está diciendo que seré su alimento y que aún así no moriré? ¿Cómo podría disfrutar yo si usted extrajera de mi propia sangre? –inquirió comenzando a echarse aire con su propia libreta de notas mientras le miraba a él de pies a cabeza, con el inicio de lo que sería una disputa interna en medio de su conciencia, entre los encantos del vampiro y las advertencias vagas de peligro.

–Muéstreme –dijo sin pensar, estirando su brazo para ponerlo al alcance del vampiro, de cara arriba, enseñando sus turgentes arterias bajo una fina piel pálidamente rosada. Quizás en un resquicio de locura, quizás en un acto de absurda impulsividad, no lo sabía, no razonaba, simplemente actuaba ya por sus propios instintos.

por Invitado Sáb Sep 22, 2012 11:38 pm

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Asentí despacito a las palabras ajenas, justamente... Si es de tu agrado, realmente esa chica pensaba que todos ahí eran de su agrado? Los olores, el cuidado de la piel... Demasiado maquillaje, la ropa muy ajustada. Por eso prefería los hombres, ellos no se ponían nada de eso, fáciles de comer y no hacen tanto escándalo como las mujeres. Mas que nada por que es vergonzoso para un hombre, que otro este en su cuello, obligándolo, o no... A una succión deliciosa... Realmente placentera.

-Te parece que esto es un banquete delicioso?

Pregunté sin guardarlo, mirando alrededor y luego volví a los ojos ajenos, entrecerrándolos, mientras le miraba fijo, sin despegarme de sus ojos, la quería tener bien cautivada, al menos por ahora. Una sonrisa divertida se formó en mis labios y negué con diversión al verla echarse aire, eso se estaba poniendo cada vez mas interesante. La chica parecía creer que los vampiros eran animales o algo así. Ya que al principio había pensado que venía algo preparada, pero parecía un gatito en medio de una pelea callejera...

-Mm?! Que...? Que hace?

Observé aquella mano frente a mi y solo atiné a pestañear, moviendo mi cabeza de lado a lado, con los labios suavemente entre abiertos, dejando pasar mis dedos entre medio de los ajenos, bajándole aquella mano con una suave risita. Le mire las venas y las acaricié suavemente, relamiéndome los labios, no podía decir que no lo ha hecho bien, la hubiese devorado ahí mismo, pero me matarían y ella no valía realmente arruinarme. No se podía comer a nadie en ese lugar, a menos que lo hagan a escondidas, o en la parte trasera.

-No hagas eso... Aquí hay mucha gente, no podría... Ven conmigo

Me levanté tomándole con una mano la ajena y con la otra el vaso de licor, asintiendo al mesero, como para que sepa que iba por mi cuenta, y comencé a caminar entre la multitud, llevándola detrás del escenario, en un parte mas bien alejada de la gente con copas. Apoyé delicadamente una mano entre aquellos mechones dorados y entrecerré los ojos, observándola.

-Aun aceptas? Pero no puedes decir esto a nadie... Una vez que quede demostrado... Lo sabrán todos...Y -acercándose cada vez mas rozando un poco ambos alientos- te matarán y se enteran que lo divulgas... Aun quieres saber? Estas... dispuesta a pagar el precio?

por **Rilian Korsákova** Dom Sep 23, 2012 8:50 am

Lo miró de manera dudosa ¿Acaso los vampiros les veían a ellos como una marca diferente cada quien de su alimento favorito? Al parecer sí, y la verdad es que no los culpaba pues ella misma tenía sus propias marcas y restaurantes favoritos.

–Muéstreme –insistió, cuando el vampiro preguntó por lo que hacía con su brazo estirado por delante de su boca, pero él, como una escapada calculada, entrelazó sus dedos con los suyos para bajar su mano y acariciar aquellos canales de sangre fresca, fácilmente visibles por debajo de su propia piel. Rilian, que no le había sacado los ojos de encima, pudo ver como aquel depredador sobre humano se relamía con su propia visión y aquello le erizó la piel.

–El público es mi garantía de supervivencia –respondió sagaz luego de que él se excusara de no poder hacerlo delante de la demás gente, pero no hubo tiempo de más discusiones pues el hombre se levantó jalándole de la mano para llevársela, abriéndose paso entre la multitud. Dos alternativas pasaron por la cabeza de Rilian, la primera de ella era negarse y gritar si acaso no le dejaba en libertad, y la segunda era seguirle el juego y ver hasta donde podía llegar, ambas opciones arriesgadas si en verdad se trataba de un vampiro pues aunque eligiera el negarse, le dejaría en evidencia y aquello significaría posteriores represalias, por tanto entre morir ignorante y morir sabiendo, mejor morir sabiendo.

Le siguió hasta detrás del escenario y desvió la mirada hacia donde se escuchaba el bullicio distante del resto de la gente, evidentemente se preguntaba por su cabeza si acaso le escucharían desde ese lugar, pero el contacto de la fría mano con su cabello, le hizo nuevamente concentrarse en su místico y desconocido acompañante. Le miró con las pupilas temblorosas y la respiración entrecortada. Entreabrió sus labios y observó los suyos mientras le hablaban robándole el aliento.

–Aún quiero saber... pero quiero saberlo todo –le miró a los ojos y en un arrebato de impulsividad, le tomó de los hombros y lo apartó hasta la pared más cercana en donde insistió pasando sus propias uñas por sobre su propio cuello, haciendo que la misma presión sanguínea aumentase en esa zona, mostrándose rojiza y aun más tentadora para los colmillos ajenos –Dime más... –le ordenó en voz baja –Mito o realidad... sol, estacas, agua bendita, ataúdes... ¿es verdad?

por Invitado Mar Sep 25, 2012 10:06 pm

Me importó muy poco que el publico fuese su garantía, principalmente por que no lo era... Podría haberle succionado un poco mas escondidos en ese mismo lugar, que al no escucharse ningún ruido ella podría pasar como una simple alcohólica, realmente muchos vampiros hacían eso de vez en cuando, pero no era lo habitual, aparte que no estaba permitido, ya que la gente comenzaría a sospechar en algún momento y no era la idea para nada. Este lugar es de vital importancia para los vampiros; una gran fuente de alimento y tranquilidad en las vidas nuestras.

-Todo...?

Pregunté suavemente apoyándome sobre ella, mirándola con deseo, riendo despacito sobre sus comentarios, quizá si se portaba bien dejaría que se lleve algo de información, de todos modos nadie le creería si iba diciendo eso por la calle a los santos gritos. Aunque intentaría hacer un trato, pero llegado al caso que no lo acepte tampoco era algo muy problemático.

Y de repente mis ojos se abrieron con ganas, sintiendo aquellas débiles manos tomándome de los hombros moviéndome con ganas; por lo que la deje avanzar con los ojos suavemente cerrados, suspirando mientras le miraba a los ojos con una sonrisa plasmada de lado a lado en mi rostro. Enarqué una ceja ante aquello y asentí suavemente entrecerrando los ojos. Pasaba mi dedo anular y el indice por su cuello, acariciando aquello que se hacía; era lindo ver como la sangre se acumulaba allí pero tampoco era mi intención que se dañara, al menos mis colmillos la harían disfrutar el momento y no dolerían pero si se lastimaba ella sola si dolería bastante.
Le aparté la mano y la miré como regañándola. Yo haría lo que quisiera y ninguna pequeña mujer humana iba a rasguñarse ella sola, de todos modos ya tenía ganas de beber de ella.

-Deja de lastimarte, te diré que los ataúdes no es verdad... Algunos lo utilizan, pero prefiero dormir en una habitación bien cerrada, con una linda y cómoda cama... Permiso... Tengo que hacer algo...

Cambié de posición dejándola sobre la pared y me recargué sobre su cuerpo, tanteando a los lados y por sus piernas mientras hablaba, comprobando como bien me habían enseñado que no haya ninguna estaca ni nada por el estilo. Algunos cazadores realmente actuaban muy bien como humanos normales, y no era mi intención morir en una trampa.
Pasé mis dedos largos y finos desde su pie hasta sus caderas, pasando la mano entremedio de las piernas a los costados, comprobando cada lugar sin una pizca de vergüenza, pasando mis manos despacio por los costados de sus senos y entre medio de ellos. Realmente no venía preparada para atacar a un vampiro.

-Estacas... Si de madera... Beberé y luego seguiremos...

Susurré apoyando mis labios sobre su cuello, levantándola un poco de esa posición, para así tener un mejor angulo de aquel cuello que ya rogaba por ser mordido.

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