El Engaño de la Caperucita TRAMA (Privado)

Eran aproximadamente las 4:00 de la tarde cuando su madre estaba terminando sus encargos como bruja, la verdad tenía muchas cosas que hacer muchas cosas que le habían pedido realizar, desde pociones de amor hasta maldiciones y estaba realizándolas mientras Lanny la ayudaba con lo que podía ya fuera pasandole los ingredientes o revisando que las pociones no se cocieran de mas y apuntando las instrucciones de como usarlas para los clientes, procurando no usar una letra parecida a la propia por las dudas. Realmente era un gran trabajo pero no era algo que realizaran todos los días si no de ves en cuando pues algunas veces dejaban que las cosas se juntaran antes de hacerlas como en ese caso.

A las 4:10 ya tenían todo listo sin embargo su madre no se sentía bien como para salir o al menos eso le dijo a Lanore antes mandarla a hacer sus encargos algo que a la pequeña no le gustaba mucho pues ya era algo tarde y tendría que salir sola a ver a algunas personas de dudosa reputación aun así no le quedaba mas que hacerle el favor a su madre por lo que subió a su recamara donde se arreglo un poco cubriendo cualquier olor a hiervas con su perfume usual y se coloco una capa larga con capucha que le cubriera su vestido carmesí además del rostro pues no quería terminar en problemas por lo que era.

Salio de la casa con paso rápido y presuroso pues entre mas rápido hiciera las cosas mas rápido estaría en casa y realmente eso era lo que quería, miro las direcciones de los lugares a los que tenía que ir y se dirigió a los mismos donde entrego los encargos con las instrucciones de como usarlos y cobro la deuda que tenían con su madre algo que dichosamente no le tomo mucho tiempo ya que eran pocos, por lo que pasadas las 5 ya estaba entregando la ultima "Por fin" se dijo a si misma cobrando la deuda para irse de ese lugar pues la verdad no era un lugar para que una dama como ella estuviera deambulando como si nada y sola sin embargo cuando se dirigía a su casa algo llamo su atención un lindo gato negro al cual empezó a perseguir logrando con esto perderse en una zona de no muy buena reputación a su parecer y al final de cuentas el felino se perdió "¿Y ahora donde estoy?" se pregunto con un leve puchero, no estaba segura de donde había terminado solo sabía que no era un lugar apropiado para que ella estuviera lo cual se notaba en las personas entretenidas que estaban y los que la llamaban o veían de forma no muy agradable. Era la primera vez que iba a un lugar así a esas horas lo cual la tenía algo nerviosa en especial porque no sabía como salir de hay y regresar por lo que hizo un leve puchero sin dejar de caminar presurosamente antes de cruzarse con otra persona.

Casi pierde el equilibrio mas milagrosamente logro mantenerlo y no caer mientras esta persona se disculpaba de mala gana a su parecer lo que la hizo fruncir el ceño aunque seguro él no lo notaría pues seguía manteniendo la capucha puesta de modo que él siendo mas alto que ella no lo pudiera notar tan bien - Para una disculpa así, hubiera sido mejor no darla y seguir su camino, señor - mencionó quitándose la capucha y acomodándose el cabello antes de verle bien el rostro pero sin prestarle mucha atención solo para recordar a esa persona si se lo topaba en otro lado para finalmente simplemente rodearlo y seguir su camino como si nada hubiera pasado y la actitud de esa persona no la hubiera molestado pues no merecía la pena que le prestara algo de atención, en especial ahora que seguía algo perdida y se hacía cada vez mas tarde.

Ya se estaba alejando de ese hombre cuando este le dirigió unas nuevas palabras algo corteses por lo que se detuvo para escucharlo aunque no pensaba aceptar sus palabras, sin embargo este guardo silencio como si algo lo hubiera hecho callarse lo cual la intrigo un poco haciéndola enarcar una ceja sin entender el juego de ese hombre que nuevamente tenía frente a ella para finalmente nuevamente terminar molesta pues al parecer esa persona no hacía mas que jugar con ella siendo grosero luego fingiendo ser amable para finalmente volver a ser grosero o puede que estuviera loco y tuviera varias personalidades, sin embargo eso no era lo importante en ese momento pues estaba siendo insultada por ese hombre lo que la obligo a apretar los puños a ambos lados del cuerpo para no darle la bofetada que se merecía mientras lo miraba con sumo despreció por ser un... un... un impertinente.

Respiro hondo intentando mantener la poca calma que le quedaba mordiendo su labio inferior por dentro antes de volver a verlo nuevamente a los ojos - Es un impertinente - fue lo primero que no pudo evitar decir antes de acotar - Si no tiene nada inteligente que decir lo mejor es que se quede callado, monsieur... Y no se preocupe por compensarme nada pues de... - se contuvo de llamarlo cerdo pues era una dama y aunque fuera la palabra que mejor le quedaría y no fuere nada malo en si no se pensaba rebajar a darle el justo de hacerla insultarlo en voz alta pues ya era mas que suficiente demostrarle que la había molestado por lo que cambio la palabra por otra - personas como usted no recibo nada. Y ahora si me disculpa tengo cosas mejores que hacer que perder el tiempo con una persona como usted que no sabe respetar ni tratar a una dama - menciono con el tono mas "cortés" que encontró antes de darse media vuelta y ahora si empezar a alejarse de él pues no pensaba quedarse ahí para que la siguieran insultando, como lo había hecho hasta ahora.

Nuevamente había dado un par de paso para alejarse de tan desagradable persona cuando esta regreso con una nueva frase que la molesto es que todo lo que salía de la boca de ese hombre era un insulto o algo para molestarla y fastidiarla es que no podía hacer otra cosa mas que buscar ofenderla cuando no se conocían ni nada para, no se para buscar sacarla de quicio con sus mordaces palabras y discursos que la estaban haciendo enrojecer de la misma cólera que sentía cada vez que él abría su boca para soltar una nueva grosería.

No lo resistió, realmente se estaba pasando de la raya con sus palabras la que la hicieron voltear para encararlo cuando se atrevía a hablar de ella con tanta confianza y pocos modales a referirse de su cuerpo y de cosa de las que no tenía que hablar, ella era una dama y no una de esas mujerzuelas que se encontraban en la calle y él solo buscaba sacarla de sus casillas y realmente lo consiguió. Tan bien hecho fue su trabajo que la joven a duras penas lo dejo terminar su siguiente discurso antes de acercarse mas él, lo suficiente para poder darle la bofetada que desde hace rato se merecía ese hombre por no hacer mas que insultarla con sus mal intencionadas palabras - No le permito referirse con tantas libertades a mi persona, no se que clase de persona es o con quienes se relaciona pero a mi me respeta - espetó la joven rubia antes de darse por tercera y última vez la vuelta para ahora si irse por su camino con paso firme y seguro aun cuando no tenía la mas remota idea de para donde se dirigía mas no le importaba con tal de alejarse de ese desagradable caballero al cual ya no prestó atención he ignoro mientras este hablaba pues ya no pensaba detenerse ni darse la vuelta si no hasta que ya estuviera muy lejos de él y su desagradable presencia que no hizo mas que molestarla hasta el punto de provocar que cristalinas lagrimas brotaran por sus hermosos ojos azules y se deslizaran por sus mejillas.

FdR: Y creo que aquí termina el tema, pues dudo que tu chico la siga y ya no puedo seguir diciendo que mi Lanny se quedara ahí para ver como la siguen ofendiendo, mas bien ya resistió demasiado ahí sin irse. Por otro lado tu decides si en efecto lo abofeteo o si no lo logro.

Dado que no lo estaba viendo no se percato de la sonrisa siniestra y malévola del hombre que hace unos momentos estaba frente a ella pero en estos se ubicaba a su espalda ni prestó atención a sus nuevas palabras pues realmente ya no quería escucharlo solo alejarse de él lo más pronto posible tanto por evitar la nueva ofensa como por evitar que este notara las cristalinas lagrimas que corrían por sus mejillas producto de la molestia y lo humillada que se sentía por sus palabras, lo cual a su vez la hacía enfadarse consigo mismo por permitir que un tipo como él la hiciera llorar, por lo que rápidamente paso una mano por su mejilla secando la lagrima que corría por la misma al tiempo que pestañaba rápido para evitar que nuevas lagrimas brotaran de sus hermosos ojos, justo antes de que él hiciera su nuevo movimiento.

Antes de que pudiera hacer algo el brujo la tomo por el brazo apegándola a su cuerpo provocando que instintivamente apoyara una de sus manos en el pecho de él sin estar segura de que hacer además de exigirle que la soltara sin embargo no logro pronunciar palabra alguna pues antes de que poder hacerlo sintió como una mano se posaba en su mejilla justamente antes de que los labios del indeseable hombre ese reclamaran los suyos en un violento beso, ella intento mantener sus labios unidos para no darle acceso a su boca sin embargo a la fuerza él logro su objetivo robándole el que fuera su primer beso. Un beso que ella reservaba para quien fuese el hombre de su vida, el hombre con quien ella se fuese a casar y no para un hombre cualquiera como ese, que la había estado molestando y humillando. Quien no le basto con robarle ese beso pues hasta tocándola indebidamente con sus sucias manos estaba, mientras ella intentaba zafarse de él más no lo lograba. Razón por la cual la joven bruja hizo a morderle con fuerza la lengua con la intención de acabar con ese beso y apartarse de él.

Al apartarse de él dio un par de pasos hacia atrás mientras llevaba sus manos a la boca todavía conmocionada y horrorizada por lo que acababa de pasar, intentando contener las nuevas lagrimas que se acumulaban en sus hermosos orbes azules, ya no era tan pura como minutos antes, había sido besada y sus curvas recorridas por las manos de ese hombre. Realmente estaba tan perturbada por lo que acababa de pasar que no presto atención a sus palabras, las oía más realmente no las escuchaba, no dejaba de rememorar lo que había pasado, el cómo de pronto había sido “ultrajada” puede que para muchos lo que acabara de acontecer no fuese nada, más para ella era mucho. Nunca se había dejado tocar y mucho menos besar por un hombre y ahora llegaba este haciéndole ambas cosas sin su consentimiento, aprovechándose de su falta de fuerza y gran fragilidad.

No fue sino hasta que él toco los mechones de su cabello que ella salió de su ensimismamiento dándole un manotazo a la mano con la que él la tocaba y dando un último paso hacia atrás, chocando con un muro el cual realmente no vio pues su mirada estaba fija en el hombre que tenía frente a ella a quien hasta escupir quería mas era una dama para hacer algo así por lo que solo se limito a decir - No te atrevas a volverme a tocar - denotando el desagrado que sentía por él e intentando no demostrar el leve temor que sentía de volver a estar a merced de él, algo que perfectamente oculto tras su porte orgulloso al encararlo, pero sin hacer ningún nuevo ademan de golpearlo.

Esta apoyada en la pared más por obligación por no tener a donde más seguir que por voluntad propia mientras miraba a ese hombre con ganas de golpearlo, tirarle algo o cualquier cosa así que en ese momento no podía hacer y aunque lo pudiera sabía que no lo haría después de todo ella era una dama y tenía que comportarse como tal aun cuando ese hombre no se mereciera ni el más mínimo respeto. Sin embargo algo sorprendente para ella pasó, ese brujo saco su pañuelo batiéndolo como si de una bandera de paz se tratara cosa que la hizo mirarlo incrédula y con algo de molestia.

“¿Qué se pensaba que podía jugar así con las personas y luego resolverlo todo ondeando un pañuelo blanco?” se pregunto internamente mientras miraba el pañuelo bien cuidado con las letras bordadas “D.D” sin tomarlo mientras escuchaba su intento de disculpa que no hacía más que molestarla más y querer golpear. Para él no significaba nada era un hombre podía hacer lo que quisiera y a nadie le importaba ella en cambio era una mujer que fácilmente podría llegar a perder su reputación por una tontería más él en vez de perderla la ganaría. Realmente empezaba a detestar cada vez a ese hombre y maldecía el momento en que se perdió en tan bajo lugar topándose con tan horrible persona.

Lo vio darse media vuelta y seguir sosteniendo el pañuelo en su dirección el cual aun ella no tomo, en vez de eso limpio sus lágrimas con sus propias manos pues no pensaba usar el pañuelo de tan desubicada persona que soltó una última frase la más inteligente que hasta el momento hubiera podido decir - Estoy de acuerdo en que aquí no paso nada, más no pienso aceptar el pañuelo de una persona que cree que puede jugar con las personas a su justo y luego arreglarlas con un inútil discurso y un pañuelo. Así que puede dejar las cosas así como están e irse al... - exclamó dejando la frase a medias la cual ciertamente diría “e irse al mismísimo infierno”, además de apartar la mano que sostenía el pañuelo de un manotazo realmente molesta por la actitud de esa persona que pensaba que podía hacer lo que deseara con los demás y que esto no tendría ninguna consecuencia. Cierto que ella no podría hacer mucho al respecto pues aun no conocía su nombre solo sabia las iniciales del mismo más no por eso se dejaría de él.

- ¿Será que ya me deja en paz y me puedo marchar? - pregunto unos segundos después ya que para poder irse ocupaba que él se apartara y la dejara pasar, ya que de otro modo no le quedaría más que empujarlo o tal vez “afectar su descendencia” aunque no estaba pensando realmente en estas opciones solo esperaba que al menos por una vez en su vida fuera lo suficiente hombre y caballero para dejarla ir en paz, como desde hace rato quería hacer aun cuando no supiera para donde coger cuando ese desagradable rato pasara.

Rodó los ojos al escuchar sus palabras, si iba ha hacer lo que él decía iba a ser una mal educada, iba a echar por tierra todo lo que le habían inculcado por muchos años, no, la verdad no, no lo pensaba hacer, ella era una dama y no dejaría de serlo para darle gusto a una persona como él - Claro siga soñando señor - le respondió algo mal humorada, pero al menos ya conocía su nombre o al menos un nombre pues no estaba segura que realmente fuera su nombre o no pues por que tener una pañuelo con las iniciales D.D cuando el nombre era Theodor, aunque la verdad no tenía ganas de averiguarlo y de echo esperaba no volver a encontrárselo nunca mas en la vida, aunque quien sabe a veces el destino podía llegar a ser cruel o tal vez no.

Lo vio marcharse rumbo al burdel por lo que ella mas tranquila empezó a caminar lejos de ese lugar aunque ocupo la ayuda de un hechizo para poder salir de tan vulgar lugar, sin contar que esa seguro se la cobraría de alguna forma a su madre pues de no ser por que ella la dejo sola esto no hubiera pasado, de eso estaba segura.