AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
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Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
Recuerdo del primer mensaje :
Salir a pasear por los bosques hacía que todo lo demas se le olvidara; la ponía tranquila e incluso le daban ganas de transformarse y correr hasta ya no poder más; la libertad la llamaba
no había duda de eso, pero siguio caminando en su forma humana, no había razón para transformarse a menos que hubiese peligro en los alrededores y para nada que lo sentía, por lo tanto todo estaba bien.
Las ropas le estorbaban un poco por lo que se despojo de los zapatos y deshizo su peinado para llevar los cabellos sueltos y mientras caminaba sentir el suelo bajo sus pies, tranquilidad, paz y calma eso era lo que sentía y encontraba ahi en los bosques después de todo su instinto de cambiaformas la llevaba a sentirse comoda en lugares donde los animales generalmente se sentían comodos.
Caminaba sin rumbo fijo, pensando en todo lo que estaba viviendo en esos momentos de nuevo en París y a la vez pensaba en nada, su mente era un cierto tipo de caos por aquellos momentos, no se percataba de nada a su alrededor estaba en la luna.
Salir a pasear por los bosques hacía que todo lo demas se le olvidara; la ponía tranquila e incluso le daban ganas de transformarse y correr hasta ya no poder más; la libertad la llamaba
no había duda de eso, pero siguio caminando en su forma humana, no había razón para transformarse a menos que hubiese peligro en los alrededores y para nada que lo sentía, por lo tanto todo estaba bien.
Las ropas le estorbaban un poco por lo que se despojo de los zapatos y deshizo su peinado para llevar los cabellos sueltos y mientras caminaba sentir el suelo bajo sus pies, tranquilidad, paz y calma eso era lo que sentía y encontraba ahi en los bosques después de todo su instinto de cambiaformas la llevaba a sentirse comoda en lugares donde los animales generalmente se sentían comodos.
Caminaba sin rumbo fijo, pensando en todo lo que estaba viviendo en esos momentos de nuevo en París y a la vez pensaba en nada, su mente era un cierto tipo de caos por aquellos momentos, no se percataba de nada a su alrededor estaba en la luna.
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
Humanos salvajes, más que eso creía yo que eran bastante temerosos y eso les llevaba a actuar de maneras extremas, pero no conocía la historia de Ele así que debía tener sus motivos para decir aquello.
Nunca había sido lastimada por humanos, solo perseguida por perros pero por humanos no; juzgada y tachada de extraña si, justa esa había sido la razón para dejar París; pero no podía culparles a los humanos por tener miedo y actuar en base a este.
Escuchar que vivía en una casa, donde todos eran buenos me hacía feliz; por le menos allá no estaba sola, contrario a mi que no tenía compañía alguna en casa. Tampoco es como que la necesitara pasaba demasiado tiempo fuera de ella y en donde pasaba mi mayor parte del tiempo era donde más personas conocía.
- Así que Gianella les tiene bien controlados a todos - me imagine como sería vivir en una casa tan peculiar - bueno el orden y el respeto entre los que viven ahí es importante si no, terminarían mal entre todos - no debía ser fácil para Gianella mantener todo en orden y paz, menos si existían otros inquilinos como Ele, seres sobrenaturales entre los cuales simples riñas parecen encuentros mortales en algunas ocasiones; era de respetarse la labor de ella.
Me quede pegada a la ventana, observando que hacía Ele.
- Lo siento, algunas veces espero que me sigan el paso como si todos fuesen felinos - estaba por decirle que abriría la puerta principal para que entrara cuando comenzó a traer cajas, y solo por eso espere; quería ver como se las ingeniaba Ele cuando la situación se tornaba ligeramente complicada. Aquello no sería la gran cosa pero aún así ver como superaba los pequeños obstáculos, me daría una vaga idea de como superaba los grandes. Y en parte también aquello se veía sería divertido.
Todo el asunto resulto bastante entretenido y cuando Ele al fin ingreso a la casa, volví a reír; estaba tan llena de vida y era tan original con respecto a las cosas que hacía, el tiempo se iba rápido y sin sentirse con ella.
- Sí te las ingenias bastante bien - no mencione sobre lo de la puerta aunque eso me hizo sonreír - pues vivo que es lo importante - comencé a caminar, el lugar en el que nos encontrábamos era una pequeña sala, había un gran sillón y una que otra decoración además de una pequeña mesita, fuera de eso no existía nada remotamente interesante - bueno, acompañame quieres? vayamos por ropa así te muestro la casa con más calma y no se, podemos comer algo si gustas - me detuve justo enfrente de un pasillo de aquella casa, llevaba a un cuarto donde tenía ropa, pero aún necesitaba ver si Ele me seguiría.
Nunca había sido lastimada por humanos, solo perseguida por perros pero por humanos no; juzgada y tachada de extraña si, justa esa había sido la razón para dejar París; pero no podía culparles a los humanos por tener miedo y actuar en base a este.
Escuchar que vivía en una casa, donde todos eran buenos me hacía feliz; por le menos allá no estaba sola, contrario a mi que no tenía compañía alguna en casa. Tampoco es como que la necesitara pasaba demasiado tiempo fuera de ella y en donde pasaba mi mayor parte del tiempo era donde más personas conocía.
- Así que Gianella les tiene bien controlados a todos - me imagine como sería vivir en una casa tan peculiar - bueno el orden y el respeto entre los que viven ahí es importante si no, terminarían mal entre todos - no debía ser fácil para Gianella mantener todo en orden y paz, menos si existían otros inquilinos como Ele, seres sobrenaturales entre los cuales simples riñas parecen encuentros mortales en algunas ocasiones; era de respetarse la labor de ella.
Me quede pegada a la ventana, observando que hacía Ele.
- Lo siento, algunas veces espero que me sigan el paso como si todos fuesen felinos - estaba por decirle que abriría la puerta principal para que entrara cuando comenzó a traer cajas, y solo por eso espere; quería ver como se las ingeniaba Ele cuando la situación se tornaba ligeramente complicada. Aquello no sería la gran cosa pero aún así ver como superaba los pequeños obstáculos, me daría una vaga idea de como superaba los grandes. Y en parte también aquello se veía sería divertido.
Todo el asunto resulto bastante entretenido y cuando Ele al fin ingreso a la casa, volví a reír; estaba tan llena de vida y era tan original con respecto a las cosas que hacía, el tiempo se iba rápido y sin sentirse con ella.
- Sí te las ingenias bastante bien - no mencione sobre lo de la puerta aunque eso me hizo sonreír - pues vivo que es lo importante - comencé a caminar, el lugar en el que nos encontrábamos era una pequeña sala, había un gran sillón y una que otra decoración además de una pequeña mesita, fuera de eso no existía nada remotamente interesante - bueno, acompañame quieres? vayamos por ropa así te muestro la casa con más calma y no se, podemos comer algo si gustas - me detuve justo enfrente de un pasillo de aquella casa, llevaba a un cuarto donde tenía ropa, pero aún necesitaba ver si Ele me seguiría.
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
La casita era muy acogedora, de hecho se veía cálida…si, si, no había mucho y por lo que veía no recibía a mucha gente pero al menos ella tenía un rincón al que llamar suyo…y por otro lado era su pequeña casita, su escondite donde podría olvidarse del mundo sin temer que alguien la molestara y quisiera dañarla, en mi caso…bueno no tenía un lugar al cual llamar mio, vivía en una casa para gente desafortunada y pues no se vive mal…de hecho creo que es un palacio en comparación a los lugares en los que he vivido…pero lo malo de ello es que se que no es mi rincón…algo que pueda llamar mío, si, si lo defendería porque me ha dado mucho aquella casa pero aun así…bah no se, creo que el salto me afecto la cabeza en la parte de los recuerdos.
Le sonrió y me quedo sentadita en el marco de la ventana con las patitas guindando hacia afuera y moviéndolas mientras le escuchaba sus palabras ¡controlados…oh si…muy bien amaestrados es que nos tiene Gianella! Me río en mis adentros porque me recordé un momento en la casa en que discutían y estaban por pelear y claro ahí estaba el hurón de la casa creando más caos…haciendo apuestas y sobre todo hinchando la pelea y cuando Gia escuchó el barullo…solo con su presencia….y brrr todos temblamos corriendo cada quien para su lado…si que infunde miedo no más…aunque no se porque…creo que es por las historias urbanas que cuentan de ella…lo que la hacía interesante…cada vez que la veía era como una gran matriarca…en serio que todo el mundo la respetaba y al menos de mi parte tenía más respeto…era una gran admiración.
-Oh si Gianella nos tienes a raya…oh si ella mismo te hecha de ahí, hay muchas historias que cuentan de ella, de que ha peleado mucho, es muy temperamental y sobre todo solitaria…aunque la verdad creo que es ira contenida…por algo o alguien lo que le lleva a desahogarse de esa manera, aunque creo que con nosotros al menos tiene algo de alegría…ya que se ha de reír con cada ocurrencia que pasa en la casa…como cuando me pillan para quererme bañar hecha hurón…huy si ahí si se forma el caos- me reí recordando lo que cada fin de semana tocaba… -fácil no es pero ella nos maneja bien…creo que nos ha amaestrado o domesticado mejor que nadie- eso me causó tanta risa que termine por echarme sobre el marco de la ventana… -nos domestica bien ella sabe como tratar con cada uno de nosotros- me levante y la miré a Camila –Nah tranquila…a mi me gusta saber que al menos no soy solo yo y que al menos no solo hay hurones por aquí…es bueno tener otra amiga cambiante como yo…y tu casa esta de lujo…oye al menos tienes un lugar al que dices “es mio” yo vivo en una casa con otras personas que me cazan para bañar….tu tienes algo tuyo…tuyo que nadie te lo quitará-una mirada de tristeza pasó por mi rostro y luego para evitar ello me rasque las patitas traseras y le miré a los ojos con mis ojos bien abiertos.
Ok…jamás me hacía humana pasaba más como hurona que como humana…¿por qué? Porque tenía miedo de los seres humanos, de hombres y mujeres…ya que siempre han tratado de lastimarme o de hacer cosas indecorosas conmigo…bueno menos uno, pero de mi padre adoptivo no se nada…y por ello no me gusta el baño siendo hurona. La mire y carraspee un poco para pasar algo de salivita…pero luego la vi ¡vamos Ele que te puede hacer esta niña…nada, es otra como tu y pues no es esa vieja bruja Rossie la que te quiere cazar y vender…esta bien! Me levanté y bajé de la ventana dando un salto hasta el piso… -Ah este…si vamos vamos…y luego a ver que pasa…eh…quizás comamos unos panes o te lleve a conocer donde vivo yo….después…si, si claro…mucho después…- estaba nerviosa muy nerviosa que no sabía lo que decía y más que eso me rascaba mucho la nuca lo que hacía más evidente mi nerviosismo…asentí y me dispuse a seguirla…
Aun con miedo preferí ver que pasaría si seguí a mi nueva amiga…
Le sonrió y me quedo sentadita en el marco de la ventana con las patitas guindando hacia afuera y moviéndolas mientras le escuchaba sus palabras ¡controlados…oh si…muy bien amaestrados es que nos tiene Gianella! Me río en mis adentros porque me recordé un momento en la casa en que discutían y estaban por pelear y claro ahí estaba el hurón de la casa creando más caos…haciendo apuestas y sobre todo hinchando la pelea y cuando Gia escuchó el barullo…solo con su presencia….y brrr todos temblamos corriendo cada quien para su lado…si que infunde miedo no más…aunque no se porque…creo que es por las historias urbanas que cuentan de ella…lo que la hacía interesante…cada vez que la veía era como una gran matriarca…en serio que todo el mundo la respetaba y al menos de mi parte tenía más respeto…era una gran admiración.
-Oh si Gianella nos tienes a raya…oh si ella mismo te hecha de ahí, hay muchas historias que cuentan de ella, de que ha peleado mucho, es muy temperamental y sobre todo solitaria…aunque la verdad creo que es ira contenida…por algo o alguien lo que le lleva a desahogarse de esa manera, aunque creo que con nosotros al menos tiene algo de alegría…ya que se ha de reír con cada ocurrencia que pasa en la casa…como cuando me pillan para quererme bañar hecha hurón…huy si ahí si se forma el caos- me reí recordando lo que cada fin de semana tocaba… -fácil no es pero ella nos maneja bien…creo que nos ha amaestrado o domesticado mejor que nadie- eso me causó tanta risa que termine por echarme sobre el marco de la ventana… -nos domestica bien ella sabe como tratar con cada uno de nosotros- me levante y la miré a Camila –Nah tranquila…a mi me gusta saber que al menos no soy solo yo y que al menos no solo hay hurones por aquí…es bueno tener otra amiga cambiante como yo…y tu casa esta de lujo…oye al menos tienes un lugar al que dices “es mio” yo vivo en una casa con otras personas que me cazan para bañar….tu tienes algo tuyo…tuyo que nadie te lo quitará-una mirada de tristeza pasó por mi rostro y luego para evitar ello me rasque las patitas traseras y le miré a los ojos con mis ojos bien abiertos.
SER HUMANA
Ok…jamás me hacía humana pasaba más como hurona que como humana…¿por qué? Porque tenía miedo de los seres humanos, de hombres y mujeres…ya que siempre han tratado de lastimarme o de hacer cosas indecorosas conmigo…bueno menos uno, pero de mi padre adoptivo no se nada…y por ello no me gusta el baño siendo hurona. La mire y carraspee un poco para pasar algo de salivita…pero luego la vi ¡vamos Ele que te puede hacer esta niña…nada, es otra como tu y pues no es esa vieja bruja Rossie la que te quiere cazar y vender…esta bien! Me levanté y bajé de la ventana dando un salto hasta el piso… -Ah este…si vamos vamos…y luego a ver que pasa…eh…quizás comamos unos panes o te lleve a conocer donde vivo yo….después…si, si claro…mucho después…- estaba nerviosa muy nerviosa que no sabía lo que decía y más que eso me rascaba mucho la nuca lo que hacía más evidente mi nerviosismo…asentí y me dispuse a seguirla…
Aun con miedo preferí ver que pasaría si seguí a mi nueva amiga…
Eleonor Divella- Cambiante Clase Baja
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
Escucharla hablar de Gianella provocaba en mi un respeto enorme y eso que no la conocía, pero si Ele era capaz de decir todo eso de ella sin duda que debía ser alguien sumamente especial y todo un ejemplo para los que vivían en aquella casa; no solo pare ellos claro, si no para todos los que supieran de ella. Lentamente conforme más cosas mencionaba Ele, más curiosidad sentía por todo aquel asunto y sobre la dueña de la casa de la esperanza.
- Toda una personalidad entonces que es Gianella. Pues supongo que todos tenemos nuestros asuntos y nuestra historia que nos hacen ser como somos… aunque me provoca mucha curiosidad saber que clase de historia tiene ella - no es que quisiera ser chismosa ni mucho menos, pero no podía evitar pensar en eso.
Era cierto que yo tenía un lugar a cual llamar mío, pero la verdad era que no se sentía mucho como un hogar solo conmigo en ella. Yo extrañaba como eran las cosas antes en esa casa, con mis padres ahí y toda la vida y felicidad que irradiaba la casa; ahora solo era una sombra que intentaba asemejarse o acercarse a su antigua gloria. Ni si quiera se podía sentir la calidez que antes había reinado.
Pero todo aquello me lo guarde porque no hubiera sido justo decir eso ante ella, que no tenía la oportunidad de decir que algo era suyo.
- Pues tampoco es como si fuera mío, completamente mío. En realidad es de mi madre solo que ella no puede vivir aquí - mi madre de poder regresar a esa casa y habitar en ella, no sabría si lo haría porque en cada rincón existían recuerdos de aquel a quien tanto había amado; ella decía que el mismo motivo que nos había llevado a alejarnos de París seguía reteniendole lejos… pero algo dentro de mi decía que esa no era la verdad completa del asunto si no su dolor por regresar y no encontrarse con mi padre. Todo aquello eran solo obviamente suposiciones mías que no pregunte y que nunca preguntaría - Pero puedes venir aquí cuando quieras, así no se sentirá tan sola la casa - extendí aquella invitación de manera sincera, porque no tenía muchos visitantes y ellos nunca estaban de más.
Quizás fuera mi imaginación pero podía jurara que Ele no se encontraba muy feliz con la idea de seguirme aunque lo que decía era otra cosa. Pero igual y era meramente mi imaginación de nuevo que me hacía delirar con cosas que no eran como yo las veía.
- Bien, vayamos entonces y después decidimos que hacer - camine por el pasillo aquel hasta llegar al cuarto en el que estaba la ropa. No era que tuviera mucha ropa pues entre salidas y transformaciones inesperadas había perdido mucho, justo como el vestido que usaba antes de transformarme en gata.
El cuarto, no era muy grande tenía un ropero abierto porque siempre lo dejaba así y justo al lado un biombo.
- Puedes tomar lo que quieras, o lo que creas que te quedara porque no se como eres - reí ante aquel comentario y me fui detrás del biombo para cambiarme a mi figura humana. Estire un brazo y tome el primer vestido que alcance - sabes, puedo cocinar algo para ti pero no soy muy buena en ello - ahora que era humana no entendería las respuestas de mi amiga pero ya después podía decirme que opinaba.
- Toda una personalidad entonces que es Gianella. Pues supongo que todos tenemos nuestros asuntos y nuestra historia que nos hacen ser como somos… aunque me provoca mucha curiosidad saber que clase de historia tiene ella - no es que quisiera ser chismosa ni mucho menos, pero no podía evitar pensar en eso.
Era cierto que yo tenía un lugar a cual llamar mío, pero la verdad era que no se sentía mucho como un hogar solo conmigo en ella. Yo extrañaba como eran las cosas antes en esa casa, con mis padres ahí y toda la vida y felicidad que irradiaba la casa; ahora solo era una sombra que intentaba asemejarse o acercarse a su antigua gloria. Ni si quiera se podía sentir la calidez que antes había reinado.
Pero todo aquello me lo guarde porque no hubiera sido justo decir eso ante ella, que no tenía la oportunidad de decir que algo era suyo.
- Pues tampoco es como si fuera mío, completamente mío. En realidad es de mi madre solo que ella no puede vivir aquí - mi madre de poder regresar a esa casa y habitar en ella, no sabría si lo haría porque en cada rincón existían recuerdos de aquel a quien tanto había amado; ella decía que el mismo motivo que nos había llevado a alejarnos de París seguía reteniendole lejos… pero algo dentro de mi decía que esa no era la verdad completa del asunto si no su dolor por regresar y no encontrarse con mi padre. Todo aquello eran solo obviamente suposiciones mías que no pregunte y que nunca preguntaría - Pero puedes venir aquí cuando quieras, así no se sentirá tan sola la casa - extendí aquella invitación de manera sincera, porque no tenía muchos visitantes y ellos nunca estaban de más.
Quizás fuera mi imaginación pero podía jurara que Ele no se encontraba muy feliz con la idea de seguirme aunque lo que decía era otra cosa. Pero igual y era meramente mi imaginación de nuevo que me hacía delirar con cosas que no eran como yo las veía.
- Bien, vayamos entonces y después decidimos que hacer - camine por el pasillo aquel hasta llegar al cuarto en el que estaba la ropa. No era que tuviera mucha ropa pues entre salidas y transformaciones inesperadas había perdido mucho, justo como el vestido que usaba antes de transformarme en gata.
El cuarto, no era muy grande tenía un ropero abierto porque siempre lo dejaba así y justo al lado un biombo.
- Puedes tomar lo que quieras, o lo que creas que te quedara porque no se como eres - reí ante aquel comentario y me fui detrás del biombo para cambiarme a mi figura humana. Estire un brazo y tome el primer vestido que alcance - sabes, puedo cocinar algo para ti pero no soy muy buena en ello - ahora que era humana no entendería las respuestas de mi amiga pero ya después podía decirme que opinaba.
Última edición por Camila De Rose el Dom Mayo 12, 2013 9:56 pm, editado 1 vez
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
Todos tenemos nuestros asuntos y nuestra historia que nos hacen ser como somos…
Historia, historia, que es eso, acaso era lo que habíamos vivido cada uno…historia, esa palabra hizo eco en mi pequeña cabecita, y sobre todo esa parte en la que dicen que aquello nos hace ser como somos…si es así entonces todo lo que viví es lo que me hizo ahora…todo lo que ví y lo que tuve que soportar es lo que me hizo ser tal cual, ¿será?...jamás lo había pensado así, siempre pensé que lo que viví me ayudó para no dejar que me vuelvan a pisar, pero jamás lo ví como lo exponía Camila, eso me hizo callar unos minutos…
Los nervios de tener que mostrarte como nunca de muestras se apodera de ti a cada segundo…hace que tu corazoncito se acelere y un momento a otro sientas que te va a salir por la boca y morirás en ese momento y mientras caminábamos pensaba y trataba de sonreír…incluso la visión se me puso borrosa…creo que hasta sudaba y al llegar a la habitación mis patitas temblaron, mi garganta la sentía seca sobre todo no podía ni hablar ni moverme no sabía que hacer…si huir o afrentar mis temores…
Todos tenemos nuestros asuntos y nuestra historia que nos hacen ser como somos…
Hey esas palabras volvieron a mi mente y me hizo pensar más en mi ¡vamos Ele tu eres cobarde o peleadora, PELEADORA, tu luchas por lo que quieres y no dejas que nadie te haga daño, si ella quisiera lastimarte lo habría hecho y si lo trata de hacer pues, buen tienes una daga y te transformas para salir corriendo, sí, eso Ele, vamos vamos si se puede…hurón unido jamás será vencido…! Tome una fuerte bocanada de airé y avancé en mis pasos hasta que vi un vestido sencillo y me metí en él cuando de pronto
Mis huesos comienzan a tronarse y mi cuerpo de mujer aparece lentamente el vestido se va llenando con mis brazos escuálidos y mis piernas flacuchas el vestido me quedaba algo holgado pero no importaba igual me lo ajusté…aunque claro era más que obvio que no era mío ese vestido…mi cabello largo negro lo tome entre mis manos y le hice una coleta para recogerla con la daga que parecía ahora un pequeño cuchillito la miré y después de varios años alguien conocería mi voz humana –Pues el color verde pastelito queda bonito en mí y mi piel paliducha y flacuchenta- me reí y le tome la mano –venga no es necesario cocinar, podemos ir a la calle y ver que esa nos provea de algo- le guiñe el ojo en plan de compinches tome una tira para acomodar el vestido de forma más ajustada –vaya he perdido mucho peso como humana creo que mejor me veo de hurona más gordita y peludita- me río y me miro en un espejo que había en la habitación mirándome rara –me veo muy rara eh- muevo los pies de forma rara y me miro…jamás me acostumbraré a verme como humana lo que me pone más nerviosa.
Historia, historia, que es eso, acaso era lo que habíamos vivido cada uno…historia, esa palabra hizo eco en mi pequeña cabecita, y sobre todo esa parte en la que dicen que aquello nos hace ser como somos…si es así entonces todo lo que viví es lo que me hizo ahora…todo lo que ví y lo que tuve que soportar es lo que me hizo ser tal cual, ¿será?...jamás lo había pensado así, siempre pensé que lo que viví me ayudó para no dejar que me vuelvan a pisar, pero jamás lo ví como lo exponía Camila, eso me hizo callar unos minutos…
Luego del silencio viene la tormenta…
Los nervios de tener que mostrarte como nunca de muestras se apodera de ti a cada segundo…hace que tu corazoncito se acelere y un momento a otro sientas que te va a salir por la boca y morirás en ese momento y mientras caminábamos pensaba y trataba de sonreír…incluso la visión se me puso borrosa…creo que hasta sudaba y al llegar a la habitación mis patitas temblaron, mi garganta la sentía seca sobre todo no podía ni hablar ni moverme no sabía que hacer…si huir o afrentar mis temores…
Todos tenemos nuestros asuntos y nuestra historia que nos hacen ser como somos…
Hey esas palabras volvieron a mi mente y me hizo pensar más en mi ¡vamos Ele tu eres cobarde o peleadora, PELEADORA, tu luchas por lo que quieres y no dejas que nadie te haga daño, si ella quisiera lastimarte lo habría hecho y si lo trata de hacer pues, buen tienes una daga y te transformas para salir corriendo, sí, eso Ele, vamos vamos si se puede…hurón unido jamás será vencido…! Tome una fuerte bocanada de airé y avancé en mis pasos hasta que vi un vestido sencillo y me metí en él cuando de pronto
CRAK CRUK CRACK
Mis huesos comienzan a tronarse y mi cuerpo de mujer aparece lentamente el vestido se va llenando con mis brazos escuálidos y mis piernas flacuchas el vestido me quedaba algo holgado pero no importaba igual me lo ajusté…aunque claro era más que obvio que no era mío ese vestido…mi cabello largo negro lo tome entre mis manos y le hice una coleta para recogerla con la daga que parecía ahora un pequeño cuchillito la miré y después de varios años alguien conocería mi voz humana –Pues el color verde pastelito queda bonito en mí y mi piel paliducha y flacuchenta- me reí y le tome la mano –venga no es necesario cocinar, podemos ir a la calle y ver que esa nos provea de algo- le guiñe el ojo en plan de compinches tome una tira para acomodar el vestido de forma más ajustada –vaya he perdido mucho peso como humana creo que mejor me veo de hurona más gordita y peludita- me río y me miro en un espejo que había en la habitación mirándome rara –me veo muy rara eh- muevo los pies de forma rara y me miro…jamás me acostumbraré a verme como humana lo que me pone más nerviosa.
Eleonor Divella- Cambiante Clase Baja
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
Salí de detrás del biombo intentando arreglarme los cabellos cuando vi pasar al pequeño hurón con un vestido verde. La visión del pequeño animalito con aquellas ropas me dio gracia y entonces por primera vez pensé en como era que me veía la gente cuando pasaba como gato con alguna prenda que no deseaba dejar tirada en la calle, debía de ser todo un espectáculo digno de admirarse. Observe mi vestido que era azul oscuro y sin poderlo evitar hasta mi llego la imagen del gato con ese mismo vestido.
Tome un listón que estaba en el ropero y acomode mis cabellos para que no me cayeran sobre el rostro o me estorbaran si es que iba a cocinar, estaba de espaldas al biombo cuando la voz humana de Ele hizo que me girara.
Sonreí, pues Ele era hermosa, su cabello era negro y largo, más largo que el mío, su piel era blanca nada paliducha como ella se decía y de flacucha… bueno ella debía conocerse más pero para mi estaba bien, lo único que le hacía lucir quizás más delgada era el hecho de que mi vestido le quedaba algo grande; pero de todo lo que más llamó mi atención fueron sus hermosos ojos que lucían sinceros pero a la vez algo temerosos.
- Ele, ese color de vestido te hace lucir hermosa; aunque bueno que cosas digo, tu de por si eres hermosa - sonreí y comencé a caminar mientras tomaba mi mano, salir como humanas debía ser completamente diferente a como era mientras éramos animales - no, de hecho luces muy bien; de ambas maneras luces bien - no lo decía solo por decir, si no porque era la verdad. Nadie podría adivinar jamás que las mujeres que saldrían a la calle ahora eran antes nada más que un simple gato y un hurón.
- Pues entonces vayamos a ver que es lo que la calle tiene para nosotras, yo conozco algunos lugares pero creo que aquí la experta eres tu Ele así que yo te seguiré hasta donde vayamos - continúe con mis pasos hasta llegar a la puerta, era bastante divertido todo el asunto. Habíamos entrado primero como animales por una ventana y ahora como humanas salíamos por la puerta principal de mi casa - quiero conocer algunos de los lugares que tu visitas… claro si es que gustas mostrarme - sonreí mientras abría la puerta a lo que fuera que nos pasara en aquel trayecto de búsqueda.
Tome un listón que estaba en el ropero y acomode mis cabellos para que no me cayeran sobre el rostro o me estorbaran si es que iba a cocinar, estaba de espaldas al biombo cuando la voz humana de Ele hizo que me girara.
Sonreí, pues Ele era hermosa, su cabello era negro y largo, más largo que el mío, su piel era blanca nada paliducha como ella se decía y de flacucha… bueno ella debía conocerse más pero para mi estaba bien, lo único que le hacía lucir quizás más delgada era el hecho de que mi vestido le quedaba algo grande; pero de todo lo que más llamó mi atención fueron sus hermosos ojos que lucían sinceros pero a la vez algo temerosos.
- Ele, ese color de vestido te hace lucir hermosa; aunque bueno que cosas digo, tu de por si eres hermosa - sonreí y comencé a caminar mientras tomaba mi mano, salir como humanas debía ser completamente diferente a como era mientras éramos animales - no, de hecho luces muy bien; de ambas maneras luces bien - no lo decía solo por decir, si no porque era la verdad. Nadie podría adivinar jamás que las mujeres que saldrían a la calle ahora eran antes nada más que un simple gato y un hurón.
- Pues entonces vayamos a ver que es lo que la calle tiene para nosotras, yo conozco algunos lugares pero creo que aquí la experta eres tu Ele así que yo te seguiré hasta donde vayamos - continúe con mis pasos hasta llegar a la puerta, era bastante divertido todo el asunto. Habíamos entrado primero como animales por una ventana y ahora como humanas salíamos por la puerta principal de mi casa - quiero conocer algunos de los lugares que tu visitas… claro si es que gustas mostrarme - sonreí mientras abría la puerta a lo que fuera que nos pasara en aquel trayecto de búsqueda.
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
- quiero conocer algunos de los lugares que tú visitas… claro si es que gustas mostrarme –
Será?...pero si se los mostraba quizás le aterrorizaba o quizás le daba luego cosas tratarme, no es muy común que gente de prestigio anduviesen con ladronzuelos como yo, así que bueno habría que intentarlo, al final no se perdía nada, aún. La miré y sonreí atentamente a sus palabras de cariño y aliento, se me es muy muy MUY extraño ser humana, porque eso de andar por ahí con cara de niña e inocente atrae malas gentes que quieren aprovecharse de ti y hacerte cosas feas y asquerosas, negué con la cabeza y mejor hice lo que se hacer, sonreír.
-Bueno no creo que ser tan bonita como el común denominador de las mujeres, mírame soy flaca y escuálida, además de que más se ven mis huesos, aunque eso me hace sepsie- me reí y caminé tras de ella, algo nerviosa, era la primera en años, AÑOS que saldría siendo humana, mi corazón latía a mil, sentía que se me saldría del pecho o que tal vez termine…OH NO, SANTO CACHUCHOS…sentí mi estómago lleno, mis manos frías, mis pies rígidos y en mi garganta un nudo que quería salir de mi…OH NO… -permiso- a duras penas pude decir esa palabra que a volandas salí de la casa hacia la calle por la vereda y….
JUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN
Rayos…los nervios te hacen hasta vomitar en la calle y más con la mirada de una que otra persona que a lo mejor creyó que era una alcohólica más de esas a las que el ron o absenta hace daño, claro y como no pensar eso si las náuseas se da por eso la mayoría de veces, aunque ahora era nervios de salir de casa y…y…MALDICIÓN
“Ven acá Ele, esto te va a gustar, solo vas a gritar un poco, muéstrame tu cuerpito, vamos, ven, quítate ese vestido tonto”
Los gritos el rasgueo de la ropa y mi cuerpo doblándose para ser un hurón y salir huyendo después de morder a aquel sujeto, y la mujer que siempre gritaba y me mandaba a cazar y luego me amenazaba con venderme al mercado negro, paré aquel espectáculo y me quede congelada con mis ojos desorbitados recordando la voz y lo que hacía esa mujer y aquellos hombres por tratar de tomarme, y luego y luego…EL MERCADO NEGRO Ahí terminé, como una vil mascota para algún hombre o mujer o como plato de algún chef extraño.
Esos recuerdos me atormentaban y lo seguirían haciendo…no sabía hasta cuándo y porque siempre regresaban a mi… -No…no puedo…no puedo salir así, otra vez, volverá otra vez…no puedo- corrí a una esquina de la casa de Camila y me senté ahí en el suelo tomándome de mis piernas con los labios temblorosos y mis ojos llorosos…
Tenía mucho miedo a revivir aquellos momentos de mi vida pasada y que deseaba olvidar.
Eleonor Divella- Cambiante Clase Baja
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
Ele era hermosa aunque no lo notara y su forma de ser dejaba por debajo al común denominador de las mujeres, o al menos desde mi punto de vista era encantadora y cualquiera se fijaría en ella.
Pero como dejábamos eso de lado me enfoque en seguir caminando hasta la salida y una vez que estábamos a punto de abandonar la seguridad de la casa y de todo lo que estaba ahí para ir en busca de aventuras únicas… no supe que sucedió.
Estaba tan contenta de poder salir a su lado y conocer lugares nuevos que no pude darme cuenta de las cosas que estaban sucediendo con ella; me sentía torpe.
Tuve la sensación de que lo mismo que le atormentaba en el bosque volvía de nuevo y no pude evitar sentirme culpable por verla de esa manera. Yo había sido la causante de eso invitandole a mostrarme su forma humana y deseando llevarla fuera; rápidamente cerré la puerta de nuevo y me acerque con cuidado hasta la esquina en la cual se mantenía y me incline a su lado.
¿Qué cosa tan horrible podía tenerla de esa manera? Las ganas de abrazarla y protegerla llegaron hasta mi, pero no sabía si eso era lo correcto así que solo pude poner mi mano sobre la de ella e intentar tranquilizarle.
- Vamos Ele, todo esta bien… aquí solo estoy yo y no dejare que nadie te lastime - de verdad que no permitiría que mientras yo estuviera ahí, alguien le hiciera daño a ella.
No me sentía con la confianza como para preguntarle ¿Qué era lo que pasaba? o ¿Quién volvería?… pero fuera quien fuera no pude evitar sentir en lo profundo de mi que le despreciaba. Dejar de una manera tan marcada un alma tan hermosa como la de Ele no tenía perdón de ningún tipo.
La mano que no se apoyaba en la de ella viajo hasta sus ojos para retirar las lagrimas; buscaba que su mirada estuviera enfocada en mi y en que no haríamos nada que la pusiera en peligro de algún tipo.
- Sea como sea, no debe ser tan entretenido salir después de que hemos estado fuera mucho tiempo - le sonreí - además es mucho más entretenido cuando se sale en forma animal ¿verdad?…
En ese momento sin saber y sin importar realmente si era correcto o no le abrace con cuidado.
- Todo esta bien, no haremos nada que no te agrade hacer, así que solo dilo y haremos lo que te agrade a ti - estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por verle feliz. Aunque fuera algo que yo nunca haría.
Pero como dejábamos eso de lado me enfoque en seguir caminando hasta la salida y una vez que estábamos a punto de abandonar la seguridad de la casa y de todo lo que estaba ahí para ir en busca de aventuras únicas… no supe que sucedió.
Estaba tan contenta de poder salir a su lado y conocer lugares nuevos que no pude darme cuenta de las cosas que estaban sucediendo con ella; me sentía torpe.
Tuve la sensación de que lo mismo que le atormentaba en el bosque volvía de nuevo y no pude evitar sentirme culpable por verla de esa manera. Yo había sido la causante de eso invitandole a mostrarme su forma humana y deseando llevarla fuera; rápidamente cerré la puerta de nuevo y me acerque con cuidado hasta la esquina en la cual se mantenía y me incline a su lado.
¿Qué cosa tan horrible podía tenerla de esa manera? Las ganas de abrazarla y protegerla llegaron hasta mi, pero no sabía si eso era lo correcto así que solo pude poner mi mano sobre la de ella e intentar tranquilizarle.
- Vamos Ele, todo esta bien… aquí solo estoy yo y no dejare que nadie te lastime - de verdad que no permitiría que mientras yo estuviera ahí, alguien le hiciera daño a ella.
No me sentía con la confianza como para preguntarle ¿Qué era lo que pasaba? o ¿Quién volvería?… pero fuera quien fuera no pude evitar sentir en lo profundo de mi que le despreciaba. Dejar de una manera tan marcada un alma tan hermosa como la de Ele no tenía perdón de ningún tipo.
La mano que no se apoyaba en la de ella viajo hasta sus ojos para retirar las lagrimas; buscaba que su mirada estuviera enfocada en mi y en que no haríamos nada que la pusiera en peligro de algún tipo.
- Sea como sea, no debe ser tan entretenido salir después de que hemos estado fuera mucho tiempo - le sonreí - además es mucho más entretenido cuando se sale en forma animal ¿verdad?…
En ese momento sin saber y sin importar realmente si era correcto o no le abrace con cuidado.
- Todo esta bien, no haremos nada que no te agrade hacer, así que solo dilo y haremos lo que te agrade a ti - estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por verle feliz. Aunque fuera algo que yo nunca haría.
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
Cuando uno está en su forma natural, por así decirlo, se supone que no tiene miedo, pero la verdad es que a veces ni estando en tu forma natural ni humana logras enfrentar todos tus demonios del pasado y más si esos demonios son con los seres humanos, las demás personas que solo te han visto como una mercancía, algo que pueden comprar y vender a su antojo y satisfacción.
Ese era el mayor dolor, saber que no me tomaban como una persona que sentía y pensaba sino como algo, algo a lo que les pertenecía y que no tenía alma, eso me dolía, y mucho, incluso el hecho que es vieja haya querido vender mi virtud a un montón de borrachos, y luego el dolor de encontrar un hombre que me quería como padre y luego perderlo en el mar, ese dolor que te rompe el corazón en mil pedazos y te deja decir en tu mente “nunca más, nunca más volveré a sufrir” bien ese recuerdo es lo que hace que una y mil veces vivas aquellos eventos pasados, pueden muchos decir con su psicología que “es el pasado, no volverá, déjalo ir” claro eso lo dicen porque no han estado en esos momentos, no les han marcado, no les dejaron la secuela de la desconfianza, no rompieron su ilusión e inocencia en las personas.
Creer que queda atrás el pasado es mentira, este siempre vuelve en algún momento, en alguna palabra regresa a ti y te nubla otra vez, quizás es porque no tienes la seguridad de una familia, la seguridad de que alguien velará por ti y te querrá por siempre, de que alguien te ame como parte de su vida…eso quizás es lo que te hace más rápido presa al pasado.
Mis ojos los levanté y trate de quitar las lágrimas de estos mirando no a la bruja esa que me quitó lo poco de mi vida, sino a la joven que estaba ahí a mi lado…Camila, jamás sentí un abrazo en tanto tiempo, solo de los niños con los que hui de esa vieja pero eso ya fue hace mucho, y ahora otra vez, se sentía raro, extraño y hasta cierto punto sentí una calidez, como nunca antes la había sentido, tenía muchas ganas de tirar a sus faldas y llorar, llorar por esos recuerdos…jamás me sentí tan débil, quizás era porque no había salido en mucho tiempo como humana y solo lo hacía en la casa de mi padre, cuando nadie nos veía.
-Lo siento- murmuro aun entre sollozos, la miro y niego lentamente, limpiándome con el dorso de mi mano las lágrimas –no, no quiero que nos quedemos, estoy bien, solo es que….no estoy acostumbrada, Camila, es algo nuevo y solo debo dejar de pensar en el pasado, evitar recordar eso y nada más, lo siento, no quiero que te quedes aquí encerrada por mi culpa…solo vamos despacio si- le mire a los ojos y mis lágrimas seguían saliendo y no aguante más me arroje a sus piernas a llorar con fuerza.
Les diré un secreto, jamás había llorado así, ni aun cuando estaba con mi padre, ni cuando aquella bruja me cazaba o me golpeaba por no traer mucho dinero, pero con Camila fue diferente, pues la muralla de la “Ele fuerte, que nada le afecta” se vino abajo… ¿por qué? Porque jamás se había encontrado a alguien como Camila de Rose, una alma pura e inocente, dulce, amable y cariñosa, con ella no tenía que fingir, no tenía que ser la que siempre tenía que ser para proteger a los indefensos y eso me derrumbo. Para ponerlo más sencillo aquella mujer había traspasado mi coraza y llegado a mi centro verdadero y mi yo real.
-Lo siento en verdad…lo siento mucho- lloriqueaba sobre su falda mientras trataba de olvidar todo lo que recordé –Nunca tuve a alguien que se preocupara por mí, jamás me mostré como humana en mucho tiempo Camila y casi nadie lo aceptaba, no tenía con quien compartirlo, y menos hablarlo, o disfrutarlo, el único fue mi padre y desapareció en el mar, el mar, el recuerdo más dulce y doloroso, de ahí nadie, siempre he estado sola ayudando a los niños de la calle y es difícil olvidar lo que algunas personas quieren hacerte por un poco de dinero, eso es lo que no olvido, el dolor físico y emocional, el terror que era cuando nos buscaba, cuando nos golpeaba y cuando nos mataba uno a uno- sobé mi mano contra mi nariz y mis lágrimas viendo al vació mientras sentía la calidez de la cercanía de otra persona a mí, jamás había estado tan cerca como humana contra otro ser humano.
Ese era el mayor dolor, saber que no me tomaban como una persona que sentía y pensaba sino como algo, algo a lo que les pertenecía y que no tenía alma, eso me dolía, y mucho, incluso el hecho que es vieja haya querido vender mi virtud a un montón de borrachos, y luego el dolor de encontrar un hombre que me quería como padre y luego perderlo en el mar, ese dolor que te rompe el corazón en mil pedazos y te deja decir en tu mente “nunca más, nunca más volveré a sufrir” bien ese recuerdo es lo que hace que una y mil veces vivas aquellos eventos pasados, pueden muchos decir con su psicología que “es el pasado, no volverá, déjalo ir” claro eso lo dicen porque no han estado en esos momentos, no les han marcado, no les dejaron la secuela de la desconfianza, no rompieron su ilusión e inocencia en las personas.
Creer que queda atrás el pasado es mentira, este siempre vuelve en algún momento, en alguna palabra regresa a ti y te nubla otra vez, quizás es porque no tienes la seguridad de una familia, la seguridad de que alguien velará por ti y te querrá por siempre, de que alguien te ame como parte de su vida…eso quizás es lo que te hace más rápido presa al pasado.
Mis ojos los levanté y trate de quitar las lágrimas de estos mirando no a la bruja esa que me quitó lo poco de mi vida, sino a la joven que estaba ahí a mi lado…Camila, jamás sentí un abrazo en tanto tiempo, solo de los niños con los que hui de esa vieja pero eso ya fue hace mucho, y ahora otra vez, se sentía raro, extraño y hasta cierto punto sentí una calidez, como nunca antes la había sentido, tenía muchas ganas de tirar a sus faldas y llorar, llorar por esos recuerdos…jamás me sentí tan débil, quizás era porque no había salido en mucho tiempo como humana y solo lo hacía en la casa de mi padre, cuando nadie nos veía.
-Lo siento- murmuro aun entre sollozos, la miro y niego lentamente, limpiándome con el dorso de mi mano las lágrimas –no, no quiero que nos quedemos, estoy bien, solo es que….no estoy acostumbrada, Camila, es algo nuevo y solo debo dejar de pensar en el pasado, evitar recordar eso y nada más, lo siento, no quiero que te quedes aquí encerrada por mi culpa…solo vamos despacio si- le mire a los ojos y mis lágrimas seguían saliendo y no aguante más me arroje a sus piernas a llorar con fuerza.
Les diré un secreto, jamás había llorado así, ni aun cuando estaba con mi padre, ni cuando aquella bruja me cazaba o me golpeaba por no traer mucho dinero, pero con Camila fue diferente, pues la muralla de la “Ele fuerte, que nada le afecta” se vino abajo… ¿por qué? Porque jamás se había encontrado a alguien como Camila de Rose, una alma pura e inocente, dulce, amable y cariñosa, con ella no tenía que fingir, no tenía que ser la que siempre tenía que ser para proteger a los indefensos y eso me derrumbo. Para ponerlo más sencillo aquella mujer había traspasado mi coraza y llegado a mi centro verdadero y mi yo real.
-Lo siento en verdad…lo siento mucho- lloriqueaba sobre su falda mientras trataba de olvidar todo lo que recordé –Nunca tuve a alguien que se preocupara por mí, jamás me mostré como humana en mucho tiempo Camila y casi nadie lo aceptaba, no tenía con quien compartirlo, y menos hablarlo, o disfrutarlo, el único fue mi padre y desapareció en el mar, el mar, el recuerdo más dulce y doloroso, de ahí nadie, siempre he estado sola ayudando a los niños de la calle y es difícil olvidar lo que algunas personas quieren hacerte por un poco de dinero, eso es lo que no olvido, el dolor físico y emocional, el terror que era cuando nos buscaba, cuando nos golpeaba y cuando nos mataba uno a uno- sobé mi mano contra mi nariz y mis lágrimas viendo al vació mientras sentía la calidez de la cercanía de otra persona a mí, jamás había estado tan cerca como humana contra otro ser humano.
Eleonor Divella- Cambiante Clase Baja
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
Yo era privilegiada, si eso era. Siempre tuve una familia que me amaba, una madre que me enseño todo lo que podía sobre mi naturaleza y un padre que renuncio a todo por las dos mujeres a quienes más amaba y que eran su tesoro, habíamos pasado momentos difíciles y dolorosos pero nada de eso importaba de verdad cuando los días gloriosos venían hasta mi en mi mente, pero si esos días brillaban con intensidad era en parte porque los malos momentos hacían que lo bueno se volviera más brillante.
Las experiencias de todos eran claramente diferentes, pero yo deseaba desde lo profundo de mi ser regalarle a Ele parte de mis buenos momentos, algo que hiciera que todo brillara y adquiriera otro sentido o al menos poder estar así como estaba en esos momentos a su lado y poder compartir con ella sus pesares y su llanto.
Le abrazaba para transmitirle seguridad, esperando que entendiera que conmigo estaba segura y que jamás le juzgaría por las cosas que hacia o no hacía, por quien había sido o por quien quería ser.
- No digas eso, no debes sentirlo porque no has hecho nada malo - sonreí al verle, llorosa parecía una niña perdida, perdida pero fuerte - No importa, de verdad que no pasa nada si nos quedamos aquí, mientras te sientas bien y podamos pasar un tiempo juntas no hay nada de malo en donde eso sea - suspire pasando los dedos por su mejilla, alejando un mechón de cabello - Si el pasado no se ha ido es porque aún existe algo que debes aprender de el, solo es cuestión de que encuentres que es lo que tu pasado quiere decirte - limpie una de sus lagrimas justo antes de que se arrojara a mis piernas a llorar.
Le acaricie los cabellos, dejando que su tristeza y dolor saliera entre sus lagrimas, no deseaba verla triste pero aún así prefería verla de esa manera que fingiendo estar bien y ser fuerte, eso de guardarse las cosas hacía mal y no quería ver a Ele terminar mal.
- Todo esta bien Ele, yo estoy aquí y no permitiré que nadie te haga nada, no mientras yo este aquí o cerca de ti - le escuchaba volver a pedir perdón entre lágrimas y negué aunque no me viera. Yo saque todo ese de su interior, sin darme cuenta había ocasionado eso en ella - La que lo siente soy yo, te he hecho recordar cosas que no deseabas - mis manos seguían acariciando la cabeza de la hurona convertida en humana, resistia para no llorar pues no quería entristecerla más.
Escuche todo lo que ella debía decir y mi corazón se oprimió en mi pecho al darme cuenta de que la realidad a la que ella se enfrentaba día con día y año y tras año, era peor de lo que pude haber imaginado alguna vez. Había sufrido tanto en su vida que no era de extrañarse que se sintiera de esa manera al estar como humana, en su forma animal se encontraba a salvo de esos peligros que sufrió alguna vez.
- Yo me preocupo por ti y te acepto, se que aunque no compartiéramos naturaleza sería imposible que te odiare o tratara mal, eres una persona muy fuerte Ele, sincera y valiente. Eres mejor que muchas personas que existen en este mundo - suspire - estoy segura de que tu padre, aunque haya desaparecido sigue cuidando de ti y se encuentra muy orgulloso de ver la clase de mujer que eres Ele. Y podrás contar conmigo, siempre que alguien quiera hacerte daño, a ti o a los niños que proteges dime e iré en tu ayuda, porque no estas sola, yo estoy aquí y voy a estarlo el tiempo que desees - mire la pared de mi casa, pensando en como los humanos normales podían ser tan crueles y osar llamarnos monstruos, después de que los únicos monstruos capaces de destruir todo cuanto tocaban solamente por conseguir un poco de dinero eran ellos - Los humanos… muchos de ellos son unos idiotas, no piensan en nada más que en ellos mismos y no les interesa a quien hieran en el camino, pero a pesar de eso, siempre existirá alguien por quien valga la pena soportar sus tonterías - en mi caso, soportaría lo que fuera con tal de mantenerla a salvo.
Volviendo mi mirada a la cabeza de Ele, le acaricie la mejilla.
- Eres tan fuerte… que te admiro, pero ya no estarás sola nunca más y de eso me asegurare yo siempre que pueda, te lo prometo - En Ele no solo estaba encontrando una amiga más, si no además a alguien con quien valía la pena luchar a su lado.
Las experiencias de todos eran claramente diferentes, pero yo deseaba desde lo profundo de mi ser regalarle a Ele parte de mis buenos momentos, algo que hiciera que todo brillara y adquiriera otro sentido o al menos poder estar así como estaba en esos momentos a su lado y poder compartir con ella sus pesares y su llanto.
Le abrazaba para transmitirle seguridad, esperando que entendiera que conmigo estaba segura y que jamás le juzgaría por las cosas que hacia o no hacía, por quien había sido o por quien quería ser.
- No digas eso, no debes sentirlo porque no has hecho nada malo - sonreí al verle, llorosa parecía una niña perdida, perdida pero fuerte - No importa, de verdad que no pasa nada si nos quedamos aquí, mientras te sientas bien y podamos pasar un tiempo juntas no hay nada de malo en donde eso sea - suspire pasando los dedos por su mejilla, alejando un mechón de cabello - Si el pasado no se ha ido es porque aún existe algo que debes aprender de el, solo es cuestión de que encuentres que es lo que tu pasado quiere decirte - limpie una de sus lagrimas justo antes de que se arrojara a mis piernas a llorar.
Le acaricie los cabellos, dejando que su tristeza y dolor saliera entre sus lagrimas, no deseaba verla triste pero aún así prefería verla de esa manera que fingiendo estar bien y ser fuerte, eso de guardarse las cosas hacía mal y no quería ver a Ele terminar mal.
- Todo esta bien Ele, yo estoy aquí y no permitiré que nadie te haga nada, no mientras yo este aquí o cerca de ti - le escuchaba volver a pedir perdón entre lágrimas y negué aunque no me viera. Yo saque todo ese de su interior, sin darme cuenta había ocasionado eso en ella - La que lo siente soy yo, te he hecho recordar cosas que no deseabas - mis manos seguían acariciando la cabeza de la hurona convertida en humana, resistia para no llorar pues no quería entristecerla más.
Escuche todo lo que ella debía decir y mi corazón se oprimió en mi pecho al darme cuenta de que la realidad a la que ella se enfrentaba día con día y año y tras año, era peor de lo que pude haber imaginado alguna vez. Había sufrido tanto en su vida que no era de extrañarse que se sintiera de esa manera al estar como humana, en su forma animal se encontraba a salvo de esos peligros que sufrió alguna vez.
- Yo me preocupo por ti y te acepto, se que aunque no compartiéramos naturaleza sería imposible que te odiare o tratara mal, eres una persona muy fuerte Ele, sincera y valiente. Eres mejor que muchas personas que existen en este mundo - suspire - estoy segura de que tu padre, aunque haya desaparecido sigue cuidando de ti y se encuentra muy orgulloso de ver la clase de mujer que eres Ele. Y podrás contar conmigo, siempre que alguien quiera hacerte daño, a ti o a los niños que proteges dime e iré en tu ayuda, porque no estas sola, yo estoy aquí y voy a estarlo el tiempo que desees - mire la pared de mi casa, pensando en como los humanos normales podían ser tan crueles y osar llamarnos monstruos, después de que los únicos monstruos capaces de destruir todo cuanto tocaban solamente por conseguir un poco de dinero eran ellos - Los humanos… muchos de ellos son unos idiotas, no piensan en nada más que en ellos mismos y no les interesa a quien hieran en el camino, pero a pesar de eso, siempre existirá alguien por quien valga la pena soportar sus tonterías - en mi caso, soportaría lo que fuera con tal de mantenerla a salvo.
Volviendo mi mirada a la cabeza de Ele, le acaricie la mejilla.
- Eres tan fuerte… que te admiro, pero ya no estarás sola nunca más y de eso me asegurare yo siempre que pueda, te lo prometo - En Ele no solo estaba encontrando una amiga más, si no además a alguien con quien valía la pena luchar a su lado.
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
The pain is everything we have
The love is the only thing we can´t get
Just the death is the way to get what we want.
The love is the only thing we can´t get
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- No digas eso, no debes sentirlo porque no has hecho nada malo-
-no has hecho nada malo-
-nada malo-
-no has hecho nada malo-
-nada malo-
Algo malo, había hecho algo malo, en mi mente rápidamente como si estuviera ahí recordaba los últimos años de mi vida, cuando tuve los 9 y viví con esa mujer hasta los 13 cuando aquella mujer me “adopto” cuando esa vieja bruja que solo quería niños para que robasen por ella y las más jóvenes y señoritas eran para sus “amiguitos de la noches”, y eso era cada dia, cada noche, cada hora, lo mas hermoso era salir a los bosques, pues nos mudamos mucho de pueblo en pueblo, ciudad en ciudad, para no dejar rastro de nuestras fechorías. Y ahí, fue en uno de esos traslados que algunos decidimos escapar pero claro aquella bruja nos pillo y arruino los planes, matando a dos niños, eso era mi culpa, que nadie lastimaría a NINGUN otro ser por mi causa, y que siempre ayudaría a los desvalidos.
Elemental mi querida, un hurón (hurona) no es sospechosa ante los ojos de los malhechores y menos si va en compañía de una señorita, podría pasar como mascota y si es con niños pues entonces sería tu experimento asi que bajarían su guarda y eso se puede aprovechar.
Aprovechar, esa era la palabra que siempre me caracterizaba, aprovechar, incluso ahora quería usar a la joven de escudo para que no me pillen y me despellejen por haber robado, pero ahí estaba con la cabeza en las piernas de aquella joven llorando como nunca antes lo había hecho, recordando aquellas cosas que me habían dejado encerrado en la piel de la hurona, siendo…siendo una humana más con emociones y sentimientos, levante mi rostro y entres miradas borrosas y acuosas, de tanto llorar la mire, mire a la joven y medio sonreí con sus palabras, tenía razón en muchas y en otras no.
-Mi pasado viene solo en fragmentos, es solo porque me enfrento a mis fantasmas, en este caso al fantasma de salir así- me señale y luego acomode mi cabeza en las piernas de ella –Mi verdadero padre quiso abusar de mí, pero mi segundo padre, él siempre supo la verdad cuando íbamos en el mar, y jamás dejo que nadie me tocara, es más ni como hurona, y luego la tormenta, las olas, los truenos, el rayo, el barco volcándose y todos cayendo, desapareciendo en el horizonte, en el mar en mis recuerdos…- el silencio vino a mí solo hubo silencio, un silencio que marco más recuerdos alegres y tristes, dolorosos y dulces, me levanté limpiando mis lágrimas, quedé de pie dando la espalda a Camila, jamás en varios años había mostrado mi forma humana, jamás había mostrado lo rota que estaba y aquella humana había logrado sacar esa vulnerabilidad de mi ser.
El aire entrando lento a mi cuerpo, alcé las manos y vi, tenía dedos, con uñas y luego giré sobre los talones para verla -No Camila, tú no sabes, protegerme a mi te haría daño, morirías, en la calle se sobrevive de una sola forma y por ello uno esta maldito, y no podría hacerte eso a ti, que pierdas todo lo que construyas por qué ¿por una chica a la que le aterra ser humana por que la violen o la vendan al mercado negro? Es mejor hacer que nada ha pasado, igual no es fingir que se está bien, sino mostrar lo que la vida hace con uno, contigo ha hecho otra cosa y conmigo otra, cada una es diferente y esa diferencia nos hace semejantes- sorbí mi nariz con el dorso de mi mano y sonreí caminando a la puerta tragando algo de mi miedo para por primera vez desde que tenía 8 años salir como humana ahora a mis 16, miré sobre mi hombro y la vi sorprendida por mi cambio –Camila, los humanos dañan todo lo que tocan, pero así mismo algunos tienen la habilidad para repararlo, aunque muchos preferimos no ser reparados porque quizás las cosas así se ven mejores, tu sabes, cuando tú ves el mundo gris y eres una persona oscura siempre la felicidad te rodeará porque a las personas que les ocurra algo malo tu sabrás como ayudarles a salir de ese mar que se ahogan- sonreí poniendo un pie fuera, caminando lento como si se tratara de una cuerda floja
-Camila Paris, es grande y ni que decir Francia, quien cuidará de ti que no te metas en líos tan graves seré yo, pues mi especialidad es desaparecer sin ser vista, además tus colores son tan bellos, quizás puedas mostrarme algo de esos colores en un lienzo gris- reí esperándola fuera, esperando para que me llevara por el camino del miedo y el terror que muchos años me había prohibido.
Lo malo que uno hace es tener miedo, y eso fue lo malo de la naturaleza.
Eleonor Divella- Cambiante Clase Baja
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
Estaba segura de que no había hecho nada malo, porque lo que ella viera como malo eran seguramente malas decisiones o formas de actuar inadecuadas pero al final no era mala y por tanto la veía incapaz de buscar la manera de dañar a otros de manera deliberada; incluso si lo hacía de esa manera para mi seguiría siendo inocente, quizás fuera algo ingenua pero no me importaba porque le defendería.
Le dejaba desahogares, si no lo hacía creía que podría ahogarse en su propia tristeza o en sus miedos, justo de la misma manera en la que le perdí en el bosque, sumida en un mundo que no era real y contemplando monstruos del pasado que no dejaría le alcanzaran.
Todos poseíamos monstruos en nuestros pasados, pero en eso estaba una clave de la supervivencia de cualquiera, humanos o sobrenaturales… se debía aprender a dejar esos miedos detrás, mostrar que no se rendiría uno porque le alcanzaran, quien permanecía estático, aguardando y no luchando terminaba por morir más joven de lo que su destino le dictaba. ¿Quería yo que ella muriera antes de lo que su destino le dictara? Claro que no, esa pequeña hurona resistiría aunque debiera sacarla de la oscuridad de las aguas yo sola.
Cuando levanto su cabeza para mirarme, pase mi dedo quitando algunas lagrimas de su rostro, pero permanecí escuchando sus palabras.
– Tranquila, las cosas se enfrentan poco a poco, llegaran a ti para ser enfrentadas cuando sea el momento, no antes… no después si no en el momento adecuado, todo llega cuando estamos listos.
La vida era difícil, para algunos como ella más que para otros, pero eso era solo porque ella era fuerte, mucho más que yo y aún así quería protegerla como si realmente pudiera yo hacer algo por ella. Observe como se levanto, y de alguna manera la note diferente; sus palabras no hicieron más que comprobarme que se había fortalecido más y le sonreí.
– No lo haré por una chica así – hable firme – no me enfrentaría a cosas que desconozco por alguien así, pero lo haré por una amiga, alguien que con solo mirarle se ha ganado parte de mi corazón – me levante – eres especial Ele y si, tienes razón, hemos vivido de manera diferente pero también se defenderme y con respecto a estar malditos… ¿acaso no lo estamos todos? incluso aquellos que son simples humanos están malditos pero las maldiciones de todos son diferentes a las de los demás.
Permanecí inmóvil, viendo esa luz única que poseía la hurona y como con decisión se aventuraba en dirección a la puerta, giro su rostro a mi y sonreí animandole a dar aquellos pasos fuera de mi hogar, fuera de la seguridad a un mundo impredecible y lleno de peligros y personas malas, pero no estaba la luz en el lugar en el que menos esperábamos… y es luz es fuerte, tanto que un solo rayo de ella es capaz de eliminar toda la oscuridad existente.
Camine hasta el portal de la puerta, observando finalmente en el exterior con pasos que parecían ser idénticos a los de los bebés que comienzan a caminar.
– Tú me protegerás de lo que puedas y yo haré lo mismo contigo, porque cuando tengas miedo – termine por salir de casa, cerrando la puerta tras de mi – yo tomare tu mano insegura y te acompañare por el lugar que sea porque las cosas difíciles es mejor compartirlas y vivirlas que intentar solo sobrevivirlas. Te mostrare los colores que pueda y espero que esos queden grabados en tu memoria y poco a poco se coman algo de tus miedos.
Tome la mano de ella con decisión y comencé a caminar lentamente a su lado.
– Vayamos a comer algo, que de seguro debes tener hambre… o bueno yo si lo tengo – y todo estaría bien, porque ahí estábamos las dos.
Le dejaba desahogares, si no lo hacía creía que podría ahogarse en su propia tristeza o en sus miedos, justo de la misma manera en la que le perdí en el bosque, sumida en un mundo que no era real y contemplando monstruos del pasado que no dejaría le alcanzaran.
Todos poseíamos monstruos en nuestros pasados, pero en eso estaba una clave de la supervivencia de cualquiera, humanos o sobrenaturales… se debía aprender a dejar esos miedos detrás, mostrar que no se rendiría uno porque le alcanzaran, quien permanecía estático, aguardando y no luchando terminaba por morir más joven de lo que su destino le dictaba. ¿Quería yo que ella muriera antes de lo que su destino le dictara? Claro que no, esa pequeña hurona resistiría aunque debiera sacarla de la oscuridad de las aguas yo sola.
Cuando levanto su cabeza para mirarme, pase mi dedo quitando algunas lagrimas de su rostro, pero permanecí escuchando sus palabras.
– Tranquila, las cosas se enfrentan poco a poco, llegaran a ti para ser enfrentadas cuando sea el momento, no antes… no después si no en el momento adecuado, todo llega cuando estamos listos.
La vida era difícil, para algunos como ella más que para otros, pero eso era solo porque ella era fuerte, mucho más que yo y aún así quería protegerla como si realmente pudiera yo hacer algo por ella. Observe como se levanto, y de alguna manera la note diferente; sus palabras no hicieron más que comprobarme que se había fortalecido más y le sonreí.
– No lo haré por una chica así – hable firme – no me enfrentaría a cosas que desconozco por alguien así, pero lo haré por una amiga, alguien que con solo mirarle se ha ganado parte de mi corazón – me levante – eres especial Ele y si, tienes razón, hemos vivido de manera diferente pero también se defenderme y con respecto a estar malditos… ¿acaso no lo estamos todos? incluso aquellos que son simples humanos están malditos pero las maldiciones de todos son diferentes a las de los demás.
Permanecí inmóvil, viendo esa luz única que poseía la hurona y como con decisión se aventuraba en dirección a la puerta, giro su rostro a mi y sonreí animandole a dar aquellos pasos fuera de mi hogar, fuera de la seguridad a un mundo impredecible y lleno de peligros y personas malas, pero no estaba la luz en el lugar en el que menos esperábamos… y es luz es fuerte, tanto que un solo rayo de ella es capaz de eliminar toda la oscuridad existente.
Camine hasta el portal de la puerta, observando finalmente en el exterior con pasos que parecían ser idénticos a los de los bebés que comienzan a caminar.
– Tú me protegerás de lo que puedas y yo haré lo mismo contigo, porque cuando tengas miedo – termine por salir de casa, cerrando la puerta tras de mi – yo tomare tu mano insegura y te acompañare por el lugar que sea porque las cosas difíciles es mejor compartirlas y vivirlas que intentar solo sobrevivirlas. Te mostrare los colores que pueda y espero que esos queden grabados en tu memoria y poco a poco se coman algo de tus miedos.
Tome la mano de ella con decisión y comencé a caminar lentamente a su lado.
– Vayamos a comer algo, que de seguro debes tener hambre… o bueno yo si lo tengo – y todo estaría bien, porque ahí estábamos las dos.
Thalie De Rose- Cambiante Clase Media
- Mensajes : 391
Fecha de inscripción : 10/09/2012
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Re: Por los bosques [Priv. Eleonor Divella]
¿Las posibilidades se pueden hacer realidad?, será que aquellas fantasías que se escuchan en cuentos de hadas y en historias de ideales fantasiosos se pueden volver parte de la realidad de una persona, quizás solo en sueños o quizás solo puedan quedar como la parte ideológica de un mundo donde todos pueden ser amigos los unos a los otros sin lastimarse, sin esperar algo a cambio incluso sin destruir el alma de alguien con marcas que jamás podrán borrarse ni quitarse.
En la oscura soledad jamás se espera que alguien pueda estar tan cerca de uno, porque cuando lo están siempre hay problemas y dificultades terminando todos ellos en un final muy triste, un final del que no se puede regresar para comenzar de nuevo. La muerte, el único comienzo que no te permite despertar.
Cuando la felicidad abunda siempre llega ella para impedirte que sigas con aquella alegría de vida ¿por qué? Quizás sea porque no está en tu vida tener aquellos rayos de felicidad, solo puedes soñar pero no tener.
Ilusiones, con el tiempo todo se vuelve eso, un poco de ilusión que te alegra tal como la sincera amistad de una persona que te ve con aquellos ojos grandes tendiéndote su mano… ¿esperando qué? Entrar a tu mundo de dolor y pesares para aliviarlos con su sonrisa dulce, esperando protegerte de lo que sea que te aqueje. ¿Sería posible?
Mis ojos miraron a aquella chica, las lágrimas se detuvieron haciendo que solo quedara un rastro rojo en mis ojos, un rastro que mostraba mi alma atormentada, limpie cada rastro de aquellas debilidad que había mostrado, tenía que ser fuerte, debía serlo, tenía que volver a ser la chica que mi “padre” había criado en las sombras de los marinos.
Un rayo de esperanza broto en mis ojos, mi sonrisa comenzó a aparecer, le tome de la mano para salir con ella muy sonriente pero su mano la sostenía fuertemente no quería alejarme de ella porque para que mentir, me aterraba salir como humana era un miedo que no se puede explicar con palabras.
-Bueno y que comes como humana, porque generalmente como solo frutos y semillas, y bueno nunca probé algo como humana, que se come estando uno así- quede justo detrás de ella mirando a todos lados viendo como niños salían corriendo jugando, unas mujeres caminando riendo contándose ¿vivencias?, unos hombres, eso me hizo tomar la mano de Camila más fuerte cuando pasaron junto a nosotras. –Entonces somos amigas verdad, amigas de verdad no de mentira, no por unos minutos ni días sino para siempre verdad- murmuré cerca de ella mirando el cielo y lo diferente que se veía todo cuando se es humano y hurón.
Su mano cálida y suave reconfortó mi alma y por momentos sonreí, sonreí caminando a su lado junto a ella, sintiendo que no pasaría nada, porque ahora estaba con una “amiga” –Te protegeré cada día, porque eres mi amiga y porque eres alguien especial, nadie te lastimará y si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme iré corriendo a ayudarte porque tú me has salvado ahora, me has hecho ver que no debo sentir las emociones del pasado, el miedo, el rencor y menos la ira, ya que puedo lastimar a los que me importan, tú, Gia y los demás que vivimos en la casa- con una sonrisa sellé mi promesa de cuidarla siempre en las sombras como una pequeña mascota caminando con su AMIGA a disfrutar de las delicias de ser unas jovencitas dulces, alegres y pecados de pasados, sin importar condiciones ni estados.
Off: yo creo que con esto se termina el post XD no se que dices tu, o quieres contestar el final o le seguimos.
En la oscura soledad jamás se espera que alguien pueda estar tan cerca de uno, porque cuando lo están siempre hay problemas y dificultades terminando todos ellos en un final muy triste, un final del que no se puede regresar para comenzar de nuevo. La muerte, el único comienzo que no te permite despertar.
Cuando la felicidad abunda siempre llega ella para impedirte que sigas con aquella alegría de vida ¿por qué? Quizás sea porque no está en tu vida tener aquellos rayos de felicidad, solo puedes soñar pero no tener.
Ilusiones, con el tiempo todo se vuelve eso, un poco de ilusión que te alegra tal como la sincera amistad de una persona que te ve con aquellos ojos grandes tendiéndote su mano… ¿esperando qué? Entrar a tu mundo de dolor y pesares para aliviarlos con su sonrisa dulce, esperando protegerte de lo que sea que te aqueje. ¿Sería posible?
Mis ojos miraron a aquella chica, las lágrimas se detuvieron haciendo que solo quedara un rastro rojo en mis ojos, un rastro que mostraba mi alma atormentada, limpie cada rastro de aquellas debilidad que había mostrado, tenía que ser fuerte, debía serlo, tenía que volver a ser la chica que mi “padre” había criado en las sombras de los marinos.
Un rayo de esperanza broto en mis ojos, mi sonrisa comenzó a aparecer, le tome de la mano para salir con ella muy sonriente pero su mano la sostenía fuertemente no quería alejarme de ella porque para que mentir, me aterraba salir como humana era un miedo que no se puede explicar con palabras.
-Bueno y que comes como humana, porque generalmente como solo frutos y semillas, y bueno nunca probé algo como humana, que se come estando uno así- quede justo detrás de ella mirando a todos lados viendo como niños salían corriendo jugando, unas mujeres caminando riendo contándose ¿vivencias?, unos hombres, eso me hizo tomar la mano de Camila más fuerte cuando pasaron junto a nosotras. –Entonces somos amigas verdad, amigas de verdad no de mentira, no por unos minutos ni días sino para siempre verdad- murmuré cerca de ella mirando el cielo y lo diferente que se veía todo cuando se es humano y hurón.
Su mano cálida y suave reconfortó mi alma y por momentos sonreí, sonreí caminando a su lado junto a ella, sintiendo que no pasaría nada, porque ahora estaba con una “amiga” –Te protegeré cada día, porque eres mi amiga y porque eres alguien especial, nadie te lastimará y si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme iré corriendo a ayudarte porque tú me has salvado ahora, me has hecho ver que no debo sentir las emociones del pasado, el miedo, el rencor y menos la ira, ya que puedo lastimar a los que me importan, tú, Gia y los demás que vivimos en la casa- con una sonrisa sellé mi promesa de cuidarla siempre en las sombras como una pequeña mascota caminando con su AMIGA a disfrutar de las delicias de ser unas jovencitas dulces, alegres y pecados de pasados, sin importar condiciones ni estados.
Off: yo creo que con esto se termina el post XD no se que dices tu, o quieres contestar el final o le seguimos.
Eleonor Divella- Cambiante Clase Baja
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Fecha de inscripción : 28/04/2012
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