Rosas de Mancebía (PRIVADO)

por **Nicolás D' Lenfent** Mar Oct 16, 2012 7:15 pm

Rosas de Mancebía
Espinas clavadas a tu piel, trastocando un alma que será el final de una rosa roja asilada en tu recuerdo.

Ha aterrizado en la ciudad un cosmo poético, un rosal repleto de anhelos, una nueva jornada apoderándose de reinar con esas delicias de los amantes de sueños seductores, donde el hermoso poeta muerto comienza a jugar con el papel de un amante ensoñado, un prostituto amoroso que sabiendo como agrada con su esplendorosa belleza, un rubí valioso que por inercia es solo seducción, ese mirar que consume las almas perdidas y las mantiene guardadas en sus pupilas haciendo que le den luces estellosas de una alegría exquisita y divina. Siendo la celebridad más apreciada que cualquier diamante, un tesoro que se abre con la ternura de un enigma, una flor que es embellecida por caricias, por besos que le brinden una sensual juventud que nunca le marchiten, permaneciendo eterno, pareciese que fue bajado del cielo como un ángel que aterriza en la tierra prohibida, en donde todo es pecado, donde solo se desea obtener pétalos carnosos que viajen atravez de perfectas fantasías, viéndose como ese ángel que vislumbra alientos perdidos, pero, no tiene una manera determinada, a veces es lluvia, a veces sol, otras tormenta o a veces es un sentimiento de ¡ROJA DIVINIDAD!

Pero, es hora de que los pétalos caigan y le muestren el camino, la estrella ambulante caminando como la eternidad se encuentra, enamorando con su lucidez, seduciendo con la plenitud, su mente se exhibe seductora, muestra la extraña naturaleza de la luz y el sol que es lo mismo si le miran, mostrando con sus ojos el paraíso que empieza a sembrar ilusiones, esos senderos marcados de corazones vivientes que son arrebatados con dulzura, vestido como una muñeca de porcelana, su vestido es largo como un manto que cubre las figuras más deseadas, sus ojos de cristal brillan más que la luna cuando está enamorada, sus manos finas se mueven con la fragancia que desprende. Haciendo ademanes suaves como si quisiese describir una flor desnuda. Y ahí comienza a salir el amor, las estrellas se derraman y pintan su rostro hermoso, resplandeciendo con un brillar exquisito, abriendo los ojos y dejando la oscuridad por un momento, pareciese ser una marioneta de las rosas pintadas, un alma soñadora que viaja atravez de magia, mostrando que el mundo del perdón ha llegado cuando piensan en el.

Aun su andar continua, la melodia de el escuchan, mientras se deja ver, sus cabellos caen como una cascada sobre su cuello, mirando sin ningún lugar fijo ya que la hora de los cerezos se presento, su piel es la única fragancia que se ansia de amar en el lugar, los visitantes también juegan a ser sus clientes, porque la única forma en que ofrece intimidad es a base de poesía entre cuerpos desnudos, acelerando los placeres como el de una muñeca que solo puede ser soñado y después suplicar perdón.

Las rosas del suelo le marcan su camino, sigue el andando como un viento lento, las rosas finalizan en un caballero encantador, podía ver en él la atracción, la luz que mezclara para eclipsar y solo así “El es el elegido” porque la noche se lo regalo, sus ojos ya le pertenecen, su mirada ya es la llama de la atracción y su mano ha sido estirada para que caiga en la aurora del jardín escondido. “Vuela entre mi mirar, danza por mis labios para que navegues sobre las oraciones de mi templo, sonríeme y regálame la rosa cuyo símbolo es el amor”….Pensaba para que la melodía no se detuviera, quería danzar para saber si en verdad podían volar con las rosas mientras todo fuese perdonado con un sueño.

por **Imre Andrássy** Lun Nov 05, 2012 9:45 pm

Recuerdo cuando era niño y papá junto con la demás personas que me rodeaban me contaban muchas historias. Algunas creía que eran verdad y otras simplemente las tomaba como chiste, pero hubo una que llamo mi atención. Sobre un ser que podía cumplir cualquier deseo que se le fuera pedido, claro, no sin antes pagar un precio, pero de eso habían muchos rumores y no se podía saber cual era real, y eso solo acrecentaba mi curiosidad, la cual fue mayor con el pasar de los años.

¿Acaso era tonto por creer en algo semejante? En la ciudad se rumoreaba que venía cada cierto tiempo del año, en busca de cumplir los deseos de algún joven que le fuera llamativo ¿Sería verdad? Si fuera así no tendría para nada suerte. Siempre he tenido una apariencia un tanto extraña para los demás, no sabía si era ser feo pero no creía llegar ser escogido aunque ¿Si supiera mi deseo me aceptaría? Bien podía ser para él una niñeria pero para mi era importante.

Nunca conocí a mamá, en casa no me contaron que sucedió con ella y aunque intentara averiguar que paso, era como si nadie supiera de su existencia y yo no podía hacerme a la idea de no saber nada sobre su persona. Que me dijeran infantil, a mi me daba igual porque ellos eran igual o peores. Ahora que ya no era mandado por nadie, deseaba resolver mis dudas sobre aquel ser, tenía que aguardar al día en que según los rumores vendría, y memorizar también donde era el lugar, no era fácil de saberlo pero yo he podido conseguirlo.

Cuando llegó el día sentía como el nerviosismo me invadía por completo. Como con cada paso que daba mi cuerpo temblaba y la idea de querer volver a casa se apoderaba de mí mente torturandome pero ya había llegado ahí ¡No podía ser un cobarde! Y aunque me alentara con esas palabras, al estar en ese salón que estaba lleno de personas no pude evitar esconderme detrás de un enorme pilar. Observando con curiosidad como aparecía un hombre bastante joven y el más atractivo que había visto en mi vida, parecía sacado de un sueño. Un ser irreal producto de la imaginación, pero al verlo caminar con su mirada fija en cada persona presente, me mostraba que era real.

Baje la mirada ocultándome más en el pilar, yo no tenía oportunidad para ser escogido por aquel ángel de aura enigmática así que esperaba que escogiera de manera rápida para salir. Por lo menos sabía que no solo se quedaba en una historia para niños cuando hablaban sobre "Madame rosa".

por **Nicolás D' Lenfent** Miér Dic 05, 2012 6:33 pm

“Alza vuestro rostro, mira como el sueño de tu vida se hará realidad, mírame o temes a ser hechizado por Madame Rose” Pensaba con los sueños que volaban en el paraje ¡Alguien virgen como un reinado se esconde! Era él, solo el, el único elegido que la música caía a vuestros pies pero la danza translucía en pasos sensuales y a su vez su vestido brilla como una musa a pleno desnudo de rosas, siguiendo a ese ángel custodiado con los encantos de susurros ajenos “No, tú no eres, es aquel ser hermoso que se niega a mirarme” Su mano seguía alzada, esperando aquella petición de ser besada, mirándole, dejando que las estrellas se reflejen en esos ojos para que caiga en el mundo soñado, su pequeño ángel que parece estar cegado o no desea tomar su mano que se comienza a elevar mas y toma su rostro, dejando deslizar una caricia dulzante, deseando que cayera en un espiral de goce.

-Madame Rose te ha elegido-le suelta esa preciada mejilla, llevando su mano a su propio cabello donde de ahí tomo la rosa roja, representando el sendero de la luz llameante, liberando su fragancia de un cielo fresco que cae sumergiéndose al paso de su soñador, viendo como la timidez se acercaba, era el poseedor de la ternura que ahora la rosa ha sido marchitada por su belleza. Mientras la rosa se ofrece en la palma de su mano. Dejando el mito más preciado de aquel lugar:

"Aquellos soñadores que van en busca de un sueño entre la mirada de “Madame Rose” caminaran en un bosque transparente, bajo la frigidez de la noche buscando encontrar la rosa del placer entre el soñado jardín de rosas, sobre un lugar fresco y dulce, enfrentado a una visión hermosa, deslumbrando la danza mientras la rosa es ofrecida por un beso y la rosa es cogida”

Y de ese modo tras tenerlo cerca, sedujo con un movimiento sus caderas para poseerlo, tomándole el lugar de su corazón en aquel pecho, y ahí el beso en sus labios le concedió.

“Así es como cuida los sueños, en su jardín de hermosas rosas rojas, cautivando a todo aquel que logre tomar su rosa más delicada, la de sus labios, aquellos rojizos capullos donde su alma caminante duerme en la gloriosa espera de la danza”

-Decirme el nombre del quien me llevara en una canción de sueños, oh! Mi hermoso querubín.- su voz susurros desprendidos, sonora melodía para un profundo deseo, dejando que le duerma encantadamente con el profundo beso que continuaba.

“Y su soñador que va en busca de placeres, mira como un velo el sueño, escucha el cantico del cielo sobre unos labios carmesí y es cuando toman su mano, llevándolo a la cubica del heaven de “Madame Rose” escribiendo versos y caricias sembradas en su piel, unen sus almas y son la rosa del pecado perdonado”

por **Imre Andrássy** Miér Ene 02, 2013 10:14 am

Escondido de todos veía cada movimiento que hacía Madame rosa. Caminaba de manera grácil por entre las personas que estaban reunidas en aquel lugar, buscando quien sería el escogido. Aunque en un principio se acerco a un sujeto que estaba ahí cambio de parecer, baje la mirada esperando a que terminara de escoger a la persona para poder salir de ahí pero lo que sucedió me dejo sorprendido ¡Estaba ahí! ¡Justo enfrente mío! ¿Aquello era verdad o solo era un juego de mi mente? Su mano estaba extendida y yo no sabía realmente que hacer. Estaba nervioso, mis labios los sentía resecos y podía sentir las miradas de los demás encima mío, pero aquello se intensifico en el momento en que aquel ser poso su mano en mi rostro, dejando una caricia que transmitía dulzura. Me sonroje levemente y lo mire con ojos grandes cuando termino diciendo que yo era el elegido.

- ¿Q-qué? ¿D-de verdad? Digo... -mordí mi labio inferior avergonzado- perdón -susurre viendo como alejaba su mano para aproximar la a su cabello sacando de ahí una hermosa rosa roja. La observe con mucho interés hasta que me fue extendida, no dude en tomarla con gran cuidado.

Esto estaba resultando demasiado sorpresivo porque de verdad había jurado que sería otra persona la elegida y ni decir que me había intentado ocultar, pero parece que para Madame Rosa nada es imposible ¿Verdad? Perdido por unos segundos en mis pensamientos no me di cuenta que de nuevo estábamos tan cercas, hasta que sentí sus manos en mi cuerpo y la unión de nuestros labios. Que eso sí fue lo que más me ha sorprendido de todo esto. No sabía que aquel ser haría aquello, pero ya pasó y me sentía algo tonto por la torpeza que poseía para esas cosas. Cuando nos alejamos por unos segundos, lo miré con las mejillas sonrojadas, sentía mi corazón acelerado y los nervios volvían a tomar mi cuerpo, mi voz apenas quería salir.

- ¿Mi nombre? Imre... soy Imre, bella criatura -lleve dos dedos a mis labios tocándolos, podía aún sentir la sensación de ese beso que me dio, como si lo estuviera reviviendo otra vez pero ahora tocaba saber que debía de hacer exactamente. O sea claramente sabía la parte que le tocaba a ese hombre pero faltaba el precio que yo debía de pagar, nunca antes se ha sabido aunque ahora lo averiguaría.

por **Nicolás D' Lenfent** Dom Feb 03, 2013 4:37 pm

“Nunca creí haber soñado a un ángel y aquí es donde digo que el pecado será de ambos”

Un cosmo que lucía eterno, magnifico y solo era pequeño dentro de uno, donde los mágicos sueños eran hechos realidad, una puerta a otro universo era “Madame Rose” que en los brazos de ese querubín parecía soñar a su lado, una vida veía en verso, sus ojos hermosas estrellas resplandecientes, parecía tener a un buen compañero de deseos, una maravillosa y sublime rosa era, esa rosa que le había dado era la misma esencia de este ser que desprendía la fragancia más exquisita y pura…¿Quién diría que el cometa del cielo había elevado el anhelo?....Haciendo que erupten ensueños, un sinfín de anocheceres para romántico ser que descendió de solo secretos.

“Mi mundo es tu fantasía, junto a la rosa mía que representas, iluminando las estrellas, olvidando todo y solo pensando en que soy solo tuyo ahora, hagamos una plaga de sueños, deja que te dedique un sentimiento de adoración, mi rosa de ensueños, el ser de una ilusión donde nunca acabara” Su voz al escuchar era como si fuesen pájaros libres haciendo un cantico suave y armonioso…”No hagas ese gesto que deseo ser yo quien muerda ese labio” Pensaba embozando una sonrisa que podía perderse en una mirada…-Imre, mi querido Imre, ahora seré vuestro sueño…-tomo su mano y la beso, dejando que sus ojos se posaran en los suyos con profundidad, deseando permanecer dentro de el…-Vamos a nuestro nicho donde yaceremos dormidos hasta cumplir su quimera espera…-posándole un beso en su mejilla, ese carmesí color en sus mejillas le encantaba, parecía ser un verdadero muñeco pintado como a “Madame Rose” Le encantaban….

Tomando su mano y llevándole al paraje donde se encontrarían, abiendole la puerta con delicadeza y una leve inclinación…-Adentre de una vez a nuestra caja de cristal.- De esa manera era llamada, significaba una estancia segura donde todo será translucido para ambos…Notándose el aposento con una decoración de velas al alrededor, pétalos de rosas eran posadas en el piso desde la entrada hasta formar un sendero hacia el lecho y en varias partes, detonando la luz suave y sensual en el aura…Dejando las fragancias y perfumes de rosas, mientras que el roció la hacía cristalina, adentrándose con el donde la puerta fue cerrada, observando a su acompañante…-La rosa representa el deseo prohibido, pero aquí la luz y la vida saben que habrá un rosal oculto…-acercándose a él donde tomo su mano…-¿Estareis nervioso?.-sonrió con encanto acariciándole su mejilla…-Tome a la rosa como desee, para eso ha venido y fue escogido….-murmuro acercándose a sus labios y besándolos con suavidad, dejando que sus manos le atrajeran a el para rozar la ternura ajena con delicadeza….

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