las paredes vuelven a gritar de alegria(privado)

Llevaba unos dias algo complicados que ni mi misma alma conseguia descansar por mas que miraba por el amplio ventanal del estudio y me recorria la casa en las noches. Ya la sangre de la casa comenzaba a escasear por ello tenia que abastecerme y pedia que mis empleados cuando pudieran me la otorgaban en cuidado, algo mas ocultos de mis hijos que aun descansaban en sus camas. Tome asiento dejandome caer como si mi cuerpo se desplomara para ver las pequeñas gotas de lluvia chocar contra el mismo cristal que cubria un hueco de la casa. Todo estaba semi en penumbra , mi mano acariciaba mi menton pero mi mente estaba tan perdida en ese momento recordando cada paso que habia dado para llegar hasta alli. Incluso hasta su joven hermana que permanecia entre los muros de la casa y le habia pedido su bendicion la cual le otorgo. La sangre corria dentro de sus venas de ambos, la de los guerreros pero por ello habian sido educados asi aunque tuviera que enseñar a su hermana a escondidas.

Me incline un poco retirando mi chaqueta y abriendo a penas un par de botones del cuello tomando mas libertad a la hora de la respiracion, aunque supiera bien que no me hacia falta la respiracion pero pensaba en ponerme comodo. Tambien en como la pequeña habia llegado a mis brazos en aquellas circunstancias. La casa volvia esta rebosante de alegria ante mis hijos que no paraban de picarse y luego lo bien que se llevaban. Eso hizo que diera una pequeña risa que se quedo en sus labios pero tambien le preocupaba que su hijo mayor volviera a las calles. No sabia si estaban aceptando las cartas con dinero que le enviaba pero por ahora tambien el negocio iba bien. Sabia que no queria saber nada de él por eso lo mejor que pudo hacer fue escoger por dinero anonimo.

Gire el sillon hasta el punto de encontrarme frente al escritorio dejando las piernas estiradas bajo la mesa y mis dedos entre papeles donde eran los ultimos movimientos de las cargas que habiamos tomado. Escuche unos pasos por la casa pero eran varios con lo cual rei pensando en mis hijos que ya estarian despierto. Se desvelaban demasiado solo para pasar tiempo conmigo y eso lo agradecia porque asi podia saber de ellos y como les habia ido el dia. Aunque en parte me gustaba verlos dormir y bien sabia que me pasaba en medio del pasillo horas y horas viendolos dormir por eso tenia una habitacion frente a la otra asi con solo girar de mi cuello los veia. Tenia que centrarme lo sabia pero estaba algo perdido en la noche al menos esta me permitia desconcentrarme un poco para ver mas alla del cambio de mi vida. Desde que mi padre habia hecho aquello... Masajee mi tabique nasal al recordarlo, arrugue el entrecejo con una mueca de rudeza y dejando ver mis dientes apretados.

Extrañado mire hacia la puerta como si pudiera ver atraves de ella, escuche un ruido extraño pero no me levante lo mas probable que fuera el servicio e incluso la madera resonando como a veces hacia. Sumido en los papeles, pero nuevamente se posaron sobre el escritorio, suspire pesadamente recargandome en el asiento hasta que escuche la puerta y vi los cabellos rubios asomando por ella, me puse en pie sonriendo.- Buenas noches pequeña.- cuando se aproximo bese su frente y mi mano fue hacia sus cabellos acariciandolos lentamente.- No he tenido muchas ganas de descansar, me entretuve con algunas cosas.- me quede fijandome en sus ojos.

Me separe por un instante apoyandome en el escritorio, intentaba ocultar la evidencia de que tenia la vestimenta de ayer por no irme a acostar, hice como si no pasara naeda e incluso si algo fuera normal, no queria preocuparla.- Luciana, donde has estado? Me refiero esta mañana- Solia fijarme bastante en ellos y sus rutinas para que no enfermaran o peligrara en algun momento sus vidas. Desde que estaban conmigo era como si una oleada de acontecimientos se prepararan para venir junto con ellos, no podia negar que me llenaban de alegria y siempre para mi era orgullo como si incluso mi pecho se jactara de ello. Cruce mis brazos a la altura del pecho esperando una respuesta, pero me acorde de algo que habia pensado.

Sonrei ligeramente como si estuviera guardando un gran secreto dentro de mi. Di la vuelta al escritorio y abri el cajon, introduje la mano tomando la caja entre sus manos, una Caja de musica. No podia llegar a saber si le iba a gustar pero cuando la vi no habia podido evitar imaginarme su rostro y ahora lo podia ver frente a mis ojos.- Espero que te guste, lo vi en el pequeño viaje que tuve que hacer la otra noche, pense que te gustaria.- alce la mirada de vuelta a su rostro.- No se si sea de tu agrado pero bueno, al menos intente...- sonrie ligeramente. Nunca habia tratado con una chica que fuera como su hija, estaba mas acostumbrado a mi hermana que era como yo, toda una luchadora y no tan delicada como una flor, en si yo la veia asi o queria verla asi para que no resultara dañada.

Sonrei observando su reaccion ante el regalo. Bien era una joven y no sabia si hacia bien o quizas tenia otras faltas. Queria que ellos tuvieran todo lo que les hiciera falta, quizas noe ra muy acertado pero asi seria. Hice un ligero gesto con la cabeza.- De nada, pense que seria un buen presente para ti, aunque no estaba muy seguro si te iba a gustar por eso mismo estaba tan pensativo.- Desvie la mirada hacia la caja la cual habia dejado en el escritorio. Abri mis brazos para recibirla entre ellos y abrazarla. Su dulce aroma inundo mis fosas nasales, incluso podia notar los bombeos de su corazon como si estuviera sobre la piel. Tenia que buscar la forma de despistarme y distraerme para no pensar en ello. Cerre con fuerza los ojos negando con la cabeza una sacudida. Bese su frente suavemente apartandome muy lentamente. Note su calido beso en mi fria mejilla logrando que se dibujase una sonrisa mas amplia en mis labios. La observe a medida que se separaba de mi.

La vi dirigirse de nuevo a su caja de musica en la cual dio vueltas a la rueca para que poco despues abrirla y ver la hermosa bailarina de su interior, la cual vestida con el tutu bailaba sobre si misma mientras la melodia sonaba. Observe el rostro de mi hija que estaba iluminado y estaba sumida en la admiracion de la bailarina y su melodia, solo ella sabia donde estaba ahora mismo pero me daba algo de curiosidad. Cunado volvio a mirarme me quede fijo escuchandola.

Escuche muy atento su historia. Nunca habia escuchado algo asi era hermosa sus palabras pero no me extrañaba con lo tierna que era y siempre ayudando a los demas. En parte no podia negar el miedo que tenia a que alguien abusara de su sensibilidad o la inocencia, algo que no queria que perdiera. En un mundo como el que conocia se estaba perdiendo. Mi familia era todo lo que queria y haria lo que fuera por ellos.

Sonrei mirandola.- Cual es la historia del mar y el templo de las campanas?.- pregunte curioso ante el momento que la habia nombrado. Sabia que le gustaban los libros y seguramente por eso sabia esas historias. Se preocupo de su mirada habia algo... Trague saliva costosamente, no sabia bien que responder, por un momento se hizo el silencio en la habitacion. Incomodo por ello me pase la mano por la nuca acariciandola.- Pues .. veras...- alce la mirada al escuchar ruidos en el piso suerior. Seguramente era mi hijo Luka con alguna de las suyas. Lo que si tenia seguro era que me habia salvado de tener que responderle a mi hija sobre mi estado. Estaba aguantando con todas mis fuerzas la cercania de ella, pero en algun momento podia llegar que tuviera que retirarme.

Un suspiro se escapo de mis labios. Que noche me esperaba, debaid de beber.- Me he alimentado antes de llegar a casa,.- menti aunque no se me notaria o eso esperaba. No lo pase bien ya que solo queria llegar a casa para asegurarme de que estaban bien. Se sabian cuidar pero nunca se sabe. Seguia escuchando sus pasos por el pasillo.- Si lo se... a mi tambien me da pena despertarlos a ambos, pero supongo que es raro que no estes encima de él para despertarlo.- rei bajando la mirada para encontrarme con su rostro. Sus cabellos dorados a ambos lados de su rostro, parecia un angel y la verdad que para mi lo era. Me trasmitia mucha tranquilidad sus gestos, su sonrisa. Me aproxime a ella acariciando su mejilla suavemente.- No te preocupes, mejor vamos a buscar chocolate y sentarnos junto a la chimenea.- Sonrei llevando mi mano a su cintura guiandola hasta la puerta.- Ha sido tu dia tranquilo hoy?.- Gire ligeramente la cabeza. Seguia sonriendo en su cercania. Tome el pomo de la puerta girandolo para abrirla. Deje que ella pasara delante de mi llevando mi mano a su espalda.- Deberiamos quizas en pensar en cabalgar en un rato, que seguro que te gusta.- Recorde la vez que habia galopado con mi madre, solo que era muy pequeño para recordar con muchos detalles. No queria que mis hijos pasaran por lo que o pase.

Desde hacia mucho tiempo habia dejado de ver el sol, pero ella habia vuelto a hacer que lo viera con sus largos cabellos dorados. Su piel parecia a la de un bebe, Su dulce voz y la dulzura que usaba para hablar era la que culminaba mi vida. Llegamos a la cocina y saque el chocolate del mueble superior, dentro de una cama de madera. Los trocitos estaban cubiertos con una tela apropiada para ello. Se lo mostre sonriendo.- Asi Luka no se lo comera,.- rei llevandolo hasta la sala tomando asiento en el amplio sofa donde espere a que ella tomara asiento a mi lado.

No me gustaba mentirle pero tampoco que se preocupara porque no hubiera tomado sangre, hacia noches en las que no iba a cazar incluso en las que me pegaba desvelado en el dia escondido en la zona mas oscura de la casa asi ellos pensaban que dormia, mis preocupaciones podian llegar a aumentar pero no queria que ellos fueran participes de algo que solo me llenaba a mi. El corazon podia llegar a matarme si les pasara algo o solo si interrumpiera la vida que yo mismo intentaba conseguir para ellos, algo tranquilo y sin peligros de los cuales no tuvieran que preocuparse de nada, sino solo por vivir y seguir adelante. Procuraba pasar el maximo de tiempo posible a su lado y asi disfrutar cada segundo que tuvieramos en familia.

Mi preocupacion era la creciente cantidad de cazadores que habia por los alrededores, cada vez mas se adentraban en el bosque, que se acercaran a mi hija no era algo que fuera a permitir, su rostro angelical me llamaba a la tranquilidad. Pero sabia que si supieran los cazadores donde me encontraba podian ponerlos a ello en peligro incluso condenarlos como traidores y hacerle algo a alguno de los dos. Suspire profundamente intentando quitarme esas imagenes de la hoguera a mis hijos gritando, algo que me habia despertado mas de una de las mañanas en las que descansaba. Lucharia hasta el fin pero bien se sabe que la tranquilidad no era para siempre.

Volvi a mi mismo fijandome en su rostro mientras me contaba la historia de las campanas y una sonrisa se dibujo en mis labios con suavidad y fue el momento en que mi mente descanso imaginando cada una de las palabras que salia por sus labios era como una danza figurada frente a mis ojos y pudiera vivirlo en mi propia piel. Quien me iba a decir a mi que iba a tener lo mas parecido a una familia, nunca se sabe lo que nos depara en el futuro.- Es hermosa la historia... espero algun dia encontrar ese cantico en mis oidos.- da un toque en su nariz suavemente. La calidad de su piel en mi mejilla conseguia erizarme la piel por mas que costara creerlo, sus ojos en los mios trasmitian tanto como si fuera una niña pequeña que estuviera viviendo un sueño o al menos eso era lo que pensaba que me estaban diciendo.

Me quede mirando la estanteria que habia frente a nosotros y me incorpore poniendome en pie hasta la alli, alargue mi brazo tomando un libro azul oscuro con las letras doradas en su frente, sacudi un poco el libro y se lo aproxime dejandoselo en su falda.- Este libro lo lei cuando era pequeño, trataba de unas historias de aventuras... un dia prometo contartelo.- acaricie su mejilla.- quiero que lo leas y veas lo que hay un mundo que son dos caras por una parte te enseña a ver las cosas que son claras como el agua y hermosas aventuras pero por otro.- hice una ligera pausa.- te muestra lo dura que es la vida incluso podia decirte lo malvado que llega a ser un mundo donde no se ve mas alla de lo que tienes en frente. La codicia muchas veces la reina de los desastres.- la sonrisa seguia en mis labios, tampoco queria asustarla sino que las historias narradas por un tripulante pirata siempre era mejor verlo de la mano de uno a las historias que adornaban por los alrededores.- Siempre es mejor la historia contada de puño y letra, mas que de algunos que dejan lo que quieres oir.- susurre suavemente cerca de ella besando con delicadeza su mejilla.