AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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kisses full of pain [Privado][+18]
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kisses full of pain [Privado][+18]
En momentos así no sabía exactamente qué sucedía en mi vida. Mi mente era arrastrada por oscuros callejones que no dejaban más que un rastro lastimero de lamentos y confusión en corazones que solamente buscaban el calor de un cuerpo que durara entre sus piernas menos de una noche, yo no era la excepción de aquellos gustos, era cortesano, el placer era lo me movía y sigue moviendo cada molécula de mi ser. La agonía que sentía mi cuerpo no era comparada con la que sentía mi corazón, por algunos momentos fue trasportado donde estaba Lucy, desee con todo mi corazón que fuera real, es mas convencí a mi razón de que Lucy estaba viva, de que aquella joven que mis dígitos tocaban era el hermoso rostro de Lucy, aquella pequeña hermana que perdió la vida cuando fuimos atacados por aquellos aldeanos. Las cuestiones eran simples, amargas y verdaderas. Había sido violado por ellos mientras Lucy escapaba, pero algún vampiro fue listo y se la ceno mientras estaba yo sufriendo…
No entendía cosas, sentía que nunca entendería tantas cosas que me habían sucedido en el pasado, pero en esos momentos me preguntaba si acaso la ruleta rusa me había tocado otra vez a mí y como siempre mi vida estaba cambiando… mis recuerdos comenzaron a surgir, no eran recuerdos lejanos, no, aquellos se disipaban como humo que era llevado por el viento a lugares más lejanos, que nunca volverían. Estaba en alguna fiesta lejos del burdel, había bebidas y apio por todos lados… con razón, nunca pruebes el apio en grandes cantidades, te droga, te lleva a lugares felices, pero luego de unas horas te das cuentas que estas en un lugar peor y deseas volver a aquella sensación de tranquilidad. Pero bueno, eso es otra historia entrelazada con esta. Poco a poco comienzo a recordar los pasos que di en aquel lugar, tenía un hermoso vestido de antaño, lejos de ser barato, tenía muchos detalles, vuelos y se veía del todo elegante, mi rubia peluca se ve exquisitamente arreglada, como si buscara algún estúpido hombre que me follara por unos buenos francos. ¡Cuánto me excitaba verme así de hermoso! ¡Era más hermoso que aquellas muñecas de porcelana que en algunas tiendas había visto! ¡Si deseaba podría ser más hermosa que todas las mujeres en ese lugar! Pero por dios, lo suplico de todo corazón, no confundan ego con verdad. Hasta mis lunares, que daban un aire de imperfección daba la sensación que eran las cosas perfectas para llegar a la belleza máxima.
Como era de esperarse algunas miradas se posaron en mí, pero mientras pasaba la noche, cuando descubrían mi pequeño secreto, no importaba lo ebrio que estarán se iban tambaleando hasta encontrar una cortesana que si tuviera un coño húmedo y hediondo, pero aquello estaba lejos de afectarme, claro que me deseaban, en sus ojos se veían cuando disimuladamente me volvían a mirar, pero su vergüenza era mayor que su deseo… pero aquello era bueno, porque la lujuria siempre era el pecado capital más fuerte y pronto tendría nuevos clientes. Pronto lo que estaba esperando llego como si se tratara de un Arcángel blanco viviendo al llamado de un hombre pecador, que solamente deseaba… ¡ja…! ¿Arrepentimiento? Lo que yo deseaba era volverlo negro, que cada una de aquellas alas se tiñeran de un color tan oscuro que la misma noche quedaría envidiosa por su color oscuro. Este hombre de rostro que no puedo recordar fue el que me atrajo con sus palabras eróticas y mente experimental hasta una parte desolada en donde comenzamos el arte de tener sexo sin ser descubierto, rápidamente, sin esperar, ni suplicar comenzó a tocar aquel sexo escondido entre telas y telas que esperaba ser tocado. Sus manos eran verdaderamente veteranas en ello, varios gemidos me hizo sacar mientras yo apoyado a la pared estaba, gracias a la música estos fueron camuflajeados, dejándome la libertad de gemir, de suplicar mas placer como el que había estado deseando desde que entre a este lugar.
Fuimos al cielo con un poco de apio que me obligo a consumir; obligar suena un poco feo, pero de alguna forma fue así, aunque yo de forma sincera no opuse resistencia. Sabía lo que aquello provocaba, pero también había que aceptar que el sexo era aun más exquisito con un poco aquellos efectos que daba el apio. Y así fue como comencé a perder la orientación, el lugar en donde estaba y lo que realmente estaba haciendo. Mi cuerpo fue movido, tocado haciendo que el mismo se regocijara, se corriera en mi hermoso vestido mientras yo perdido estaba.
Poco a poco comenzaba a tener conciencia, entre abrí mis ojos adoloridos, mi cabeza estaba prácticamente haciendo erupción, ya todo efecto había pasado y como era de pensarlo, en el infierno estaba, pero quién diría que el infierno se quedaría pequeño para lo que vendría. Por unos minutos pensé que estaba en la casa de aquel hermoso hombre que comenzó a llevarme por la ruta del placer sin retorno, recordaba un poco de cómo habíamos salido por la puerta traseras entre risas y besos torpes y apasionados, pronto alguna figura se aproximo a nosotros, no recordaba bien su rosto, ya que parecía mas una máscara que estaba ocultando el alma del mismísimo demonio. ¿yo no había estado deseando manchar las alas de negro de aquel arcángel? Pues aquel demonio tenía otros planes, al parecer el carmesí le había parecido mejor. Estaba tan drogado que no sabía qué hacer, tal vez en aquel momento cuando la cabeza el hombre cayo a mis pies en realidad no sabía lo que estaba pasando, simplemente mire hasta que aquel hombre se fijo en mí, pero en vez de tener la misma suerte que el otro me había sujetado, llevándome a un lugar al que yo nunca había visto.
Bueno, si salgo bien en todo esto, juro que no volveré a probar el apio. Tal vez tuvimos sexo, aquella parte no me acuerdo muy bien, pero lo único que estaba seguro es que como un pequeño juguete, animal o esclavo fui llevado hasta una cama en donde dos grilletes se me fueron puestos en cada una de las piernas, mi vestido quedo desgarrado completamente; este tenía una combinación de seme, orina (tal vez en algún momento me había orinado o se me orinaron encima al momento del acto sexual) sangre y sudor. Todo un coctel que comenzaba a secarse y a dejar un leve mal olor. Me había quedado dormido, la luz de la mañana fue el que me despertó por completo, cuando me levante me di cuenta que estaba sujetado en la cama sin poder llegar a bajar de esta –Muy buena broma…- susurre mirando hacia los lados, parecía que no había nadie, es mas aquel lugar se sentía desolado, como si nadie viviera en aquel lugar, por unos segundos me entro un leve miedo de que estuviera en peligro y aquel miedo creció cuando vi el color carmesí en mis vestimentas, deje salir un leve suspiro mientras mis manos temblorosas buscaban quitar aquella tela llena de suciedad, prefería quedarme desnudo, de todos modos ya estaba acostumbrado a estar desnudo. Como pude me quite la parte de abajo apenas quedando con el corto corsé blanco que me apretaba mi torso, como había ya tirado mis implantes quedaban unas cositas rosaditas levantase y oponiéndose a la opresión del corsé, a si que aquellos pezones masculinos quedaron encima de el.
Las horas comenzaron a pasar… tal vez si estaba solo ¿acaso si gritaba alguien me escucharía? Ya lo había intentado tantas veces que sentía que había quedado un poco ronco por eso, pero nadie aparecía por ningún lado, mientras estaba en aquel lugar, el calor del mediodía comenzó a atacar, mi cuerpo comenzó a sudar sintiéndose pegajoso y nada agradable, estaba deseando un baño rápido, además de que las ganas de orinar toda aquel licor comenzaban a hacer su aparición, por suerte el dolor de cabeza que había tenido se había disipado, pero el hambre comenzaba a hacer su aparición, junto con la desesperación –Ah…! Malditas cadenas- grito frustrado buscando darle un golpe seco en la pared cercana, pero lo único que hice fue lastimar mi tobillo… gire hacia la cabecera de la cama notando que habían dos más para mis manos. Trague saliva, solamente esperaba que en realidad nadie viniera… y si lo hacía ¿Qué estaba planeando?.
La noche comenzaba a acercarse, el hambre y las ganas de orinar eran tan grandes que poco a poco me consumían, comenzaba a hacer frio y el sudor era cambiado por el frio de la noche, las sabanas no estaban limpias, pero deseaba ensuciar un lugar el cual no sabía cuánto duraría con mis desechos fisiológicos… si podría esperar un poco mas tal vez sobrevivirá… pero comenzaba a preguntarme ¿Cuánto tiempo debía esperar? La luz del dia comenzaba a pagarse, no había ninguna vela encendida. El telón de la oscuridad ya estaba en su puesto… y el dentro de el había quedado sin saber por cuando tiempo exactamente debía estar en ese lugar
No entendía cosas, sentía que nunca entendería tantas cosas que me habían sucedido en el pasado, pero en esos momentos me preguntaba si acaso la ruleta rusa me había tocado otra vez a mí y como siempre mi vida estaba cambiando… mis recuerdos comenzaron a surgir, no eran recuerdos lejanos, no, aquellos se disipaban como humo que era llevado por el viento a lugares más lejanos, que nunca volverían. Estaba en alguna fiesta lejos del burdel, había bebidas y apio por todos lados… con razón, nunca pruebes el apio en grandes cantidades, te droga, te lleva a lugares felices, pero luego de unas horas te das cuentas que estas en un lugar peor y deseas volver a aquella sensación de tranquilidad. Pero bueno, eso es otra historia entrelazada con esta. Poco a poco comienzo a recordar los pasos que di en aquel lugar, tenía un hermoso vestido de antaño, lejos de ser barato, tenía muchos detalles, vuelos y se veía del todo elegante, mi rubia peluca se ve exquisitamente arreglada, como si buscara algún estúpido hombre que me follara por unos buenos francos. ¡Cuánto me excitaba verme así de hermoso! ¡Era más hermoso que aquellas muñecas de porcelana que en algunas tiendas había visto! ¡Si deseaba podría ser más hermosa que todas las mujeres en ese lugar! Pero por dios, lo suplico de todo corazón, no confundan ego con verdad. Hasta mis lunares, que daban un aire de imperfección daba la sensación que eran las cosas perfectas para llegar a la belleza máxima.
Como era de esperarse algunas miradas se posaron en mí, pero mientras pasaba la noche, cuando descubrían mi pequeño secreto, no importaba lo ebrio que estarán se iban tambaleando hasta encontrar una cortesana que si tuviera un coño húmedo y hediondo, pero aquello estaba lejos de afectarme, claro que me deseaban, en sus ojos se veían cuando disimuladamente me volvían a mirar, pero su vergüenza era mayor que su deseo… pero aquello era bueno, porque la lujuria siempre era el pecado capital más fuerte y pronto tendría nuevos clientes. Pronto lo que estaba esperando llego como si se tratara de un Arcángel blanco viviendo al llamado de un hombre pecador, que solamente deseaba… ¡ja…! ¿Arrepentimiento? Lo que yo deseaba era volverlo negro, que cada una de aquellas alas se tiñeran de un color tan oscuro que la misma noche quedaría envidiosa por su color oscuro. Este hombre de rostro que no puedo recordar fue el que me atrajo con sus palabras eróticas y mente experimental hasta una parte desolada en donde comenzamos el arte de tener sexo sin ser descubierto, rápidamente, sin esperar, ni suplicar comenzó a tocar aquel sexo escondido entre telas y telas que esperaba ser tocado. Sus manos eran verdaderamente veteranas en ello, varios gemidos me hizo sacar mientras yo apoyado a la pared estaba, gracias a la música estos fueron camuflajeados, dejándome la libertad de gemir, de suplicar mas placer como el que había estado deseando desde que entre a este lugar.
Fuimos al cielo con un poco de apio que me obligo a consumir; obligar suena un poco feo, pero de alguna forma fue así, aunque yo de forma sincera no opuse resistencia. Sabía lo que aquello provocaba, pero también había que aceptar que el sexo era aun más exquisito con un poco aquellos efectos que daba el apio. Y así fue como comencé a perder la orientación, el lugar en donde estaba y lo que realmente estaba haciendo. Mi cuerpo fue movido, tocado haciendo que el mismo se regocijara, se corriera en mi hermoso vestido mientras yo perdido estaba.
¿Qué es lo que siento?
Sangre
De sangre manchada estoy
¿Quién me ha manchado?
Sangre
De sangre manchada estoy
¿Quién me ha manchado?
Poco a poco comenzaba a tener conciencia, entre abrí mis ojos adoloridos, mi cabeza estaba prácticamente haciendo erupción, ya todo efecto había pasado y como era de pensarlo, en el infierno estaba, pero quién diría que el infierno se quedaría pequeño para lo que vendría. Por unos minutos pensé que estaba en la casa de aquel hermoso hombre que comenzó a llevarme por la ruta del placer sin retorno, recordaba un poco de cómo habíamos salido por la puerta traseras entre risas y besos torpes y apasionados, pronto alguna figura se aproximo a nosotros, no recordaba bien su rosto, ya que parecía mas una máscara que estaba ocultando el alma del mismísimo demonio. ¿yo no había estado deseando manchar las alas de negro de aquel arcángel? Pues aquel demonio tenía otros planes, al parecer el carmesí le había parecido mejor. Estaba tan drogado que no sabía qué hacer, tal vez en aquel momento cuando la cabeza el hombre cayo a mis pies en realidad no sabía lo que estaba pasando, simplemente mire hasta que aquel hombre se fijo en mí, pero en vez de tener la misma suerte que el otro me había sujetado, llevándome a un lugar al que yo nunca había visto.
Bueno, si salgo bien en todo esto, juro que no volveré a probar el apio. Tal vez tuvimos sexo, aquella parte no me acuerdo muy bien, pero lo único que estaba seguro es que como un pequeño juguete, animal o esclavo fui llevado hasta una cama en donde dos grilletes se me fueron puestos en cada una de las piernas, mi vestido quedo desgarrado completamente; este tenía una combinación de seme, orina (tal vez en algún momento me había orinado o se me orinaron encima al momento del acto sexual) sangre y sudor. Todo un coctel que comenzaba a secarse y a dejar un leve mal olor. Me había quedado dormido, la luz de la mañana fue el que me despertó por completo, cuando me levante me di cuenta que estaba sujetado en la cama sin poder llegar a bajar de esta –Muy buena broma…- susurre mirando hacia los lados, parecía que no había nadie, es mas aquel lugar se sentía desolado, como si nadie viviera en aquel lugar, por unos segundos me entro un leve miedo de que estuviera en peligro y aquel miedo creció cuando vi el color carmesí en mis vestimentas, deje salir un leve suspiro mientras mis manos temblorosas buscaban quitar aquella tela llena de suciedad, prefería quedarme desnudo, de todos modos ya estaba acostumbrado a estar desnudo. Como pude me quite la parte de abajo apenas quedando con el corto corsé blanco que me apretaba mi torso, como había ya tirado mis implantes quedaban unas cositas rosaditas levantase y oponiéndose a la opresión del corsé, a si que aquellos pezones masculinos quedaron encima de el.
Las horas comenzaron a pasar… tal vez si estaba solo ¿acaso si gritaba alguien me escucharía? Ya lo había intentado tantas veces que sentía que había quedado un poco ronco por eso, pero nadie aparecía por ningún lado, mientras estaba en aquel lugar, el calor del mediodía comenzó a atacar, mi cuerpo comenzó a sudar sintiéndose pegajoso y nada agradable, estaba deseando un baño rápido, además de que las ganas de orinar toda aquel licor comenzaban a hacer su aparición, por suerte el dolor de cabeza que había tenido se había disipado, pero el hambre comenzaba a hacer su aparición, junto con la desesperación –Ah…! Malditas cadenas- grito frustrado buscando darle un golpe seco en la pared cercana, pero lo único que hice fue lastimar mi tobillo… gire hacia la cabecera de la cama notando que habían dos más para mis manos. Trague saliva, solamente esperaba que en realidad nadie viniera… y si lo hacía ¿Qué estaba planeando?.
La noche comenzaba a acercarse, el hambre y las ganas de orinar eran tan grandes que poco a poco me consumían, comenzaba a hacer frio y el sudor era cambiado por el frio de la noche, las sabanas no estaban limpias, pero deseaba ensuciar un lugar el cual no sabía cuánto duraría con mis desechos fisiológicos… si podría esperar un poco mas tal vez sobrevivirá… pero comenzaba a preguntarme ¿Cuánto tiempo debía esperar? La luz del dia comenzaba a pagarse, no había ninguna vela encendida. El telón de la oscuridad ya estaba en su puesto… y el dentro de el había quedado sin saber por cuando tiempo exactamente debía estar en ese lugar
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Localización : Debajo de alguna falda
Re: kisses full of pain [Privado][+18]
¡Tortura! Es lo único que lleva bajo esa mente, bañado solo de ella, envuelto, brillando solo de esa maravilla de ¡TORTURA! Dejándose guiar por lo que le dicte el vuelo, el aire y el cielo teñido de oscuridad, yendo como sombra tras el mundo, recorriendo las calles lejanas, espacios solitarios tras guardando su esencia al mundo, siente presencias y las deja ir, no desea coger lo que la noche le muestra si no aquello que le niega, eso que permanece oculto y es difícil de encontrar. Dejando que la ceguedad de lo demás le guie, conectándose a ella y solo levitando como un guardián que le escolta hasta llegar al destino que aun no se sella. “¡OH, cantico para mi vuelo, que sollozos mas bondadosos, llantos que destrozan un alma por los suelos ¿Por qué ha de llorar ese angelito que con sus manos agitadas pide que le abracen, está siendo cubierto por lagrimas y su madre se digna a cogerle entre esa tibieza, descubrirle el pecho para complacer a esa hermosura, que dicha, que placer transcurrir en el cielo con vuestras muestras de bienvenida por dejar que el cuervo sigua su rumbo indefinido” Y así continua esa pequeña ave, alejándose más hasta perderse, necesitando estar perdido para hallar lo que anhelaba.
La capa que le cubre todo templo se mueve danzando al viento, su único rostro es el que disfruta de esas caricias abandonadas mientras que las pupilas están siendo poseídas por esa tortura que se tornan brillosas de lujuria. “mmm” el olor de libertad se desvaneció y está siendo suplantado por un apeste de putrefacción, las luces ya no son retornos de esa aurora, ni bosques ni la magia de la naturaleza estaba, ahora solo, esplendidos edificios abandonados, estructuras ambiguas que andaban cubiertas de polvo, mugre y una especia de telaraña que cubría todo indefinidamente. “¿Por qué todo se muestra tan maravilloso ante mis ojos?” Embozando en esa finalidad de piel una sonrisa seca, extendiendo los brazos comenzando a descender, sintiendo al fin el suelo con esas patas como ave resguardando su vuelo.
Iniciando a deambular, sintiendo esa intensidad muy profunda de corazones latientes, sangre que despertaban a la bestia ¡NO! Sus ojos dejaron de ser brillosos y se han teñido de un carmesí peligroso, la tortura y la sed se mezclaron con éxtasis, aumentando el ritmo en que avanzaba. Música, risas voces con palabras delirantes perdidas que no tenían algún motivo del porque decirlas comenzaron a viajar en la percepción del ave.
“He aquí a mi dulce tortura, figura de una mujer y templo de vigoroso, me muestras un naciente sol fugaz en ese bisoñé, tu piel que interpreta a la nieve con seducción, exquisito, atráeme con tus labios para devorar, ah y esas fragancias que permanecen en ese ser, eres como mi perfecta marioneta, cae en mi templo que es la única forma que estarás. ¡No! Puede que tu apio es tu cielo pero en esta noche tu eres mi infierno, déjame llevarte lejos aléjate de él y ven a mis pies, póstrate que el placer esta por consumirte, oh, mi dulce tortura eres tú a quien he esperado encontrar y a la que mirare como es poseída, muéstrame tus gemidos, sedúceme con el dolor que te brinda, ah! Siento que me estas masajeando esta virilidad que está siendo endurecida por verte hacerlo con ese miserable que no merece esos movimientos, libéralo y posee a este demonio que está ardiendo, que divinidad es seguir mirando y la putrefacción que te hace lucir después ¿Te gusta eso mi dulce tortura? Eso no es nada con lo que deseo hacerte” La mente del ave enloquecía tras verlos, siguiendo oculto, reflejándose como la noche y el silencio que lo es todo, pero su templo puede que destroce ese silencio. Dejando que sus ojos se sedujeran por cómo había sido transformada en apeste.
Momento de lujuria y había terminado todo ahí, siguiéndoles como sombra pues era hora de que el ave tomara lo que deseaba, así dejo de permanecer oculto para dar a relucir su presencia al fin, liberando los colmillos conforme relucía, cogiendo al hombre con brusquedad que presiono su cuello dejando que sus blanquillos se tiñeran carmesís. ¡Magnifico! Su mano penetro el pecho cogiendo ese corazón que estrujo y dejo caer, como templo sin vida, sin deseo lo soltó viendo como caía a sus pies. “Ven, es hora de que viajemos a tu jaula” Dejando su mirada en el, esa firmeza de deseo, atrayéndolo a él de esa cintura que contorneo con su mano figurada de una ala muerta que recobraba vida al tocar. Impregnando vuelo a la habitación secreta, la que lucía en las lejanías de una vista sola sin ser conocida por nadie más que del ave que lleva a su victimas para consumir. Invitándole hacia el lugar donde se mantendrá preso, como un prisionero que no será soltado hasta que se pierda el deseo por él, hasta que deje de lucir bello y quede en la putrefacción de des anhelo. Y como una oleada llegan, posándolo a ese tálamo donde sujetándole con los grilletes desde las piernas hasta las manos lo dejo, admirándole un poco como la suciedad le asentaba bien. -El amanecer nos separa, espera aquí y sufre para mi mientras me oculto deseando salir de la jaula de la luz para comenzar con ese solaz venenoso- Susurraba acariciándole ese rostro como despedida, desapareciendo sin dejar rastro de que estuvo, comenzando a levitar en la escaramuza del amanecer y el tiempo se agotaba, llegar a los brazos de la oscuridad era lo que quedaba antes que quedara atado a las cenizas.
Llegando a la residencia con demencia, postrándose en el manto de su lejanía, de la jaula que fue cerrada, ese féretro donde cerró los ojos ilusionando lo que habían aclamado sus ojos, dejándose perder en ese excitante juego nocturno mientras las luces de la muerte viajaban fuera de su sueño.
Se ha escuchado el cantar de los cuervos, avisándole que ha caído el nocturno manto y el féretro se ha alzado, dejándolo volar lejos al ave para ir por su carnada.”Oh mi marioneta encadenada ya voy a vuestro paraje de sangre” Finalizando el planeo, descendiendo como ave posada en los pies de su marioneta con los brazos cruzados, reflejándose solo la túnica negra, escapándose unos rayos de luz sobre su piel por la magia de la Luna.-Tu destino se reflejara en la resistencia que posees, es hora de hacer sentir a mi marioneta-su voz deseosa prosigue seduciéndole, mirarle como se hallaba ante él era lo que aumentaba su excitación, yendo hacia la consola de instrumentos de sacrificio.
Tomando entre esa mano ese saliente bisturí, haciendo que el filo de este sienta la suavidad de una deliciosa piel, indagando entre sus piernas dejando con esa presión, marcas en ellas de finas líneas como hilos tejidos de linfas y su mirar fijada en el rostro de la verdad, el que le dirá cada gesto que produciría.-Dime que te gusta más mi acariciar que el de una mano.-sin piedad, solo excitación que aumentaba cuando el filo se hallaba en la extremidad de esa virilidad, presionándole para ver el endurecimiento con malicia-Deja que se endurezca para mi, que me seduzca pidiéndome mas..-murmuro, abandonándole para ir tras el borde de esta, acariciándole con ese sufrimiento, deslizándose, contorneando uno de sus testículos que con la mano elevo la virilidad para dejar el estiramiento en la piel y seguir con el otro para no dejarle celoso de ese placer, dejando que el filo del bisturí hiciera lo que quisiera con el pequeño demonio endurecido y sus bellos jinetes que le distraían para que no fuera solo la tortura en su miembro.
La capa que le cubre todo templo se mueve danzando al viento, su único rostro es el que disfruta de esas caricias abandonadas mientras que las pupilas están siendo poseídas por esa tortura que se tornan brillosas de lujuria. “mmm” el olor de libertad se desvaneció y está siendo suplantado por un apeste de putrefacción, las luces ya no son retornos de esa aurora, ni bosques ni la magia de la naturaleza estaba, ahora solo, esplendidos edificios abandonados, estructuras ambiguas que andaban cubiertas de polvo, mugre y una especia de telaraña que cubría todo indefinidamente. “¿Por qué todo se muestra tan maravilloso ante mis ojos?” Embozando en esa finalidad de piel una sonrisa seca, extendiendo los brazos comenzando a descender, sintiendo al fin el suelo con esas patas como ave resguardando su vuelo.
Iniciando a deambular, sintiendo esa intensidad muy profunda de corazones latientes, sangre que despertaban a la bestia ¡NO! Sus ojos dejaron de ser brillosos y se han teñido de un carmesí peligroso, la tortura y la sed se mezclaron con éxtasis, aumentando el ritmo en que avanzaba. Música, risas voces con palabras delirantes perdidas que no tenían algún motivo del porque decirlas comenzaron a viajar en la percepción del ave.
“He aquí a mi dulce tortura, figura de una mujer y templo de vigoroso, me muestras un naciente sol fugaz en ese bisoñé, tu piel que interpreta a la nieve con seducción, exquisito, atráeme con tus labios para devorar, ah y esas fragancias que permanecen en ese ser, eres como mi perfecta marioneta, cae en mi templo que es la única forma que estarás. ¡No! Puede que tu apio es tu cielo pero en esta noche tu eres mi infierno, déjame llevarte lejos aléjate de él y ven a mis pies, póstrate que el placer esta por consumirte, oh, mi dulce tortura eres tú a quien he esperado encontrar y a la que mirare como es poseída, muéstrame tus gemidos, sedúceme con el dolor que te brinda, ah! Siento que me estas masajeando esta virilidad que está siendo endurecida por verte hacerlo con ese miserable que no merece esos movimientos, libéralo y posee a este demonio que está ardiendo, que divinidad es seguir mirando y la putrefacción que te hace lucir después ¿Te gusta eso mi dulce tortura? Eso no es nada con lo que deseo hacerte” La mente del ave enloquecía tras verlos, siguiendo oculto, reflejándose como la noche y el silencio que lo es todo, pero su templo puede que destroce ese silencio. Dejando que sus ojos se sedujeran por cómo había sido transformada en apeste.
Momento de lujuria y había terminado todo ahí, siguiéndoles como sombra pues era hora de que el ave tomara lo que deseaba, así dejo de permanecer oculto para dar a relucir su presencia al fin, liberando los colmillos conforme relucía, cogiendo al hombre con brusquedad que presiono su cuello dejando que sus blanquillos se tiñeran carmesís. ¡Magnifico! Su mano penetro el pecho cogiendo ese corazón que estrujo y dejo caer, como templo sin vida, sin deseo lo soltó viendo como caía a sus pies. “Ven, es hora de que viajemos a tu jaula” Dejando su mirada en el, esa firmeza de deseo, atrayéndolo a él de esa cintura que contorneo con su mano figurada de una ala muerta que recobraba vida al tocar. Impregnando vuelo a la habitación secreta, la que lucía en las lejanías de una vista sola sin ser conocida por nadie más que del ave que lleva a su victimas para consumir. Invitándole hacia el lugar donde se mantendrá preso, como un prisionero que no será soltado hasta que se pierda el deseo por él, hasta que deje de lucir bello y quede en la putrefacción de des anhelo. Y como una oleada llegan, posándolo a ese tálamo donde sujetándole con los grilletes desde las piernas hasta las manos lo dejo, admirándole un poco como la suciedad le asentaba bien. -El amanecer nos separa, espera aquí y sufre para mi mientras me oculto deseando salir de la jaula de la luz para comenzar con ese solaz venenoso- Susurraba acariciándole ese rostro como despedida, desapareciendo sin dejar rastro de que estuvo, comenzando a levitar en la escaramuza del amanecer y el tiempo se agotaba, llegar a los brazos de la oscuridad era lo que quedaba antes que quedara atado a las cenizas.
Llegando a la residencia con demencia, postrándose en el manto de su lejanía, de la jaula que fue cerrada, ese féretro donde cerró los ojos ilusionando lo que habían aclamado sus ojos, dejándose perder en ese excitante juego nocturno mientras las luces de la muerte viajaban fuera de su sueño.
Se ha escuchado el cantar de los cuervos, avisándole que ha caído el nocturno manto y el féretro se ha alzado, dejándolo volar lejos al ave para ir por su carnada.”Oh mi marioneta encadenada ya voy a vuestro paraje de sangre” Finalizando el planeo, descendiendo como ave posada en los pies de su marioneta con los brazos cruzados, reflejándose solo la túnica negra, escapándose unos rayos de luz sobre su piel por la magia de la Luna.-Tu destino se reflejara en la resistencia que posees, es hora de hacer sentir a mi marioneta-su voz deseosa prosigue seduciéndole, mirarle como se hallaba ante él era lo que aumentaba su excitación, yendo hacia la consola de instrumentos de sacrificio.
Tomando entre esa mano ese saliente bisturí, haciendo que el filo de este sienta la suavidad de una deliciosa piel, indagando entre sus piernas dejando con esa presión, marcas en ellas de finas líneas como hilos tejidos de linfas y su mirar fijada en el rostro de la verdad, el que le dirá cada gesto que produciría.-Dime que te gusta más mi acariciar que el de una mano.-sin piedad, solo excitación que aumentaba cuando el filo se hallaba en la extremidad de esa virilidad, presionándole para ver el endurecimiento con malicia-Deja que se endurezca para mi, que me seduzca pidiéndome mas..-murmuro, abandonándole para ir tras el borde de esta, acariciándole con ese sufrimiento, deslizándose, contorneando uno de sus testículos que con la mano elevo la virilidad para dejar el estiramiento en la piel y seguir con el otro para no dejarle celoso de ese placer, dejando que el filo del bisturí hiciera lo que quisiera con el pequeño demonio endurecido y sus bellos jinetes que le distraían para que no fuera solo la tortura en su miembro.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
Había confirmado mi estado, mis manos y pies habían sido atados, sentía el ardor en las extremidades gracias al rose del metal con mi piel, mi hermosa piel comenzaba a verse rojiza por aquellas partes y un dolor punzante en esas partes me invadía cuando trataba de moverlas, por eso deje de hacerlo después de unos cuantos minutos. La sensación del opio había acabado, solamente me quedaba el malestar en el cuerpo y la debilidad de sentirme como un perro enjaulado entre la suciedad putrefacta de aquel lugar que me habían llevado.
Entre el manto de la oscuridad aparecía una alta figura, ya había terminado de anochecer y eso solamente significaba una cosa, aquella persona había esperado todo el día para poder verme por la noche. ¿Acaso eso era yo para él? ¿Una simple marioneta sin vida que podía dejar en condiciones como esa? Yo era más que eso, era un cortesano con pensamientos y deseos, astuto como un felino que tiene su instinto. Fruncí el ceño mientras se acercaba cada vez más, por el noto de su voz encontraba que solamente era otro pervertido más que deseaba utilizar mi cuerpo como se le viniera en gana. ¿Ese no era mi trabajo? Era cierto, pero no había razones de primero hablar. Pude ver bien su rostro cuando este se aproximo aun mas, no era el mismo hombre que había estado jugando, aunque estaba en medio de la sensación alucinógena del opio había visto bien la cara de mi cliente y este no lo era.
Un extraño miedo recorrió mi cuerpo cuando su cuerpo fue a otra dirección, mi garganta estaba seca y mis ganas de orinar se habían ido, tal vez por el mismo miedo que me procedía. Trague con dificultad un poco de mi seca saliva para poder tener la suficiente claridad y cerciorarme que mi voz no se fuera al entonar las primeras palabras -¿Dónde está el hombre con quien estaba?- pregunte con voz algo sumisa y baja. Pero al parecer aquel tipo no me había parado o no deseaba responderme. Tenía muchas hipótesis que se acumulaban en mi mente; tal vez se había ido y me le ofrecí a algún hombre por algunos cuantos francos estando en aquel estado de drogado en que andaba o tal vez aquel idiota me ofreció y me dio a un loco maniático y ahora yo andaba en ese lugar sin poder salir.
No lo podía creer, lo estaba viendo ante mis ojos y aun sentía que mi vista me estaba engañando, aquel hombre tria un bisturí que peligrosamente acercaba a mi sexo, busque retirarme hasta la cabecera de la cama para retirarme de aquel afilado objeto, pero rápidamente las cadenas sonaros, titilaron como campanas indicando una ejecución. Desesperadamente, sin importarme el ardor que en mis tobillos comenzaban a sentir comencé a retorcerme en busca de alejarme de aquel objeto que parecía sacado de mis más aterradoras pesadillas. ¿Era una pesadilla? ¡Debía serlo! Pensé cuando note que no tenía salvación. Mis dedos se entrelazaron entre aquellas sabanas mugrientas y mis lagrimas de dolor comenzaban a salir cuando el filo del bisturí toco la delicada piel de mi pene, quien parecía palpitar por aquel tacto que hacía que corrientes inesperado y terrible dolor me entumecieran el cuerpo por completo, paralizándome completamente –NOOOO….- grite con fuerzas mientras mis lagrimas caían y desaparecían sin dejar rastro alguno de su existencia –por favor…- gimoteo sintiendo como algunas gotas de sangre salían de su sexo, bañándolo de un color carmesí vivo –no mas te lo suplico, hare lo que quieras pero deja mi pene quieto- las palabras de desesperación salían desde lo más profundo de mi alma, quien gritaba de dolor, desgarrando cada ventana de esperanza que tenia mientras este hombre seguía con sus juegos sin yo poder hacer algo concreto.
Que insignificante me sentía, era yo como una cucaracha que podrían pisotear cuando quisieran, era la escoria de la escoria, no tenía razones como para poder decir algo o simplemente pedir compasión. La compasión y buena suerte no habían sido hechas para mí, todo aquello bueno que le pasaban a las personas no eran para mí. Pero esto, esto que me estaba pasando, esto si era para mí. Ya estaba tan acostumbrado a sentir dolor que me sorprendía que pudiera llorar nuevamente por sentir un dolor mas desgarrador de los que había tenido que soportar años atrás. De mis labios salió un leve gemido, no sabía si era de placer al sentir mis testículos siendo tocados o de dolor por aquel bisturí que seguía en su juego macabro en mi piel sensible.
-Te lo suplico…- susurre de nuevo sintiendo como mi vientre hinchado por los fluidos de orine se habían contenido –Seré un buen niño y hare todo lo que quieras, pero deja de jugar con el bisturí- patético, eso era cierto, pero hasta una cucaracha como yo le gusta suplicar por su vida. Había retenido mucho líquido en mi vientre y de forma involuntaria había comenzado a salir por aquel orificio de mi sexo endurecido como una extraña fuente amarillenta que salía desde mi interior sin intensiones de pararse. Pronto las últimas gotas salieron escurriéndose por mi piel haciendo arder las pequeñas y finas heridas provocadas por aquel bisturí, sentí un extraño alivio al sentirme menos presionado, pero la humedad del colchón y el olor de aquel fluido que comúnmente era visto como un desecho del cuerpo comenzaba a molestarme, se había llevado un poco la sangre, limpiando al mismo tiempo las heridas como si fuera agua, pero provocándome un pequeño ardor, que no se comparaba con el dolor que aun llegaban por las heridas abiertas. Pero había decidido que disfrutaría la satisfacción de haber orinado antes de que me matara si eso era lo que tenía planeado, al menos había orinado antes de que mi pene hubiera sido cortado por completo, pensé y sentí aun mas alivio de lo normal.
Entre el manto de la oscuridad aparecía una alta figura, ya había terminado de anochecer y eso solamente significaba una cosa, aquella persona había esperado todo el día para poder verme por la noche. ¿Acaso eso era yo para él? ¿Una simple marioneta sin vida que podía dejar en condiciones como esa? Yo era más que eso, era un cortesano con pensamientos y deseos, astuto como un felino que tiene su instinto. Fruncí el ceño mientras se acercaba cada vez más, por el noto de su voz encontraba que solamente era otro pervertido más que deseaba utilizar mi cuerpo como se le viniera en gana. ¿Ese no era mi trabajo? Era cierto, pero no había razones de primero hablar. Pude ver bien su rostro cuando este se aproximo aun mas, no era el mismo hombre que había estado jugando, aunque estaba en medio de la sensación alucinógena del opio había visto bien la cara de mi cliente y este no lo era.
Un extraño miedo recorrió mi cuerpo cuando su cuerpo fue a otra dirección, mi garganta estaba seca y mis ganas de orinar se habían ido, tal vez por el mismo miedo que me procedía. Trague con dificultad un poco de mi seca saliva para poder tener la suficiente claridad y cerciorarme que mi voz no se fuera al entonar las primeras palabras -¿Dónde está el hombre con quien estaba?- pregunte con voz algo sumisa y baja. Pero al parecer aquel tipo no me había parado o no deseaba responderme. Tenía muchas hipótesis que se acumulaban en mi mente; tal vez se había ido y me le ofrecí a algún hombre por algunos cuantos francos estando en aquel estado de drogado en que andaba o tal vez aquel idiota me ofreció y me dio a un loco maniático y ahora yo andaba en ese lugar sin poder salir.
No lo podía creer, lo estaba viendo ante mis ojos y aun sentía que mi vista me estaba engañando, aquel hombre tria un bisturí que peligrosamente acercaba a mi sexo, busque retirarme hasta la cabecera de la cama para retirarme de aquel afilado objeto, pero rápidamente las cadenas sonaros, titilaron como campanas indicando una ejecución. Desesperadamente, sin importarme el ardor que en mis tobillos comenzaban a sentir comencé a retorcerme en busca de alejarme de aquel objeto que parecía sacado de mis más aterradoras pesadillas. ¿Era una pesadilla? ¡Debía serlo! Pensé cuando note que no tenía salvación. Mis dedos se entrelazaron entre aquellas sabanas mugrientas y mis lagrimas de dolor comenzaban a salir cuando el filo del bisturí toco la delicada piel de mi pene, quien parecía palpitar por aquel tacto que hacía que corrientes inesperado y terrible dolor me entumecieran el cuerpo por completo, paralizándome completamente –NOOOO….- grite con fuerzas mientras mis lagrimas caían y desaparecían sin dejar rastro alguno de su existencia –por favor…- gimoteo sintiendo como algunas gotas de sangre salían de su sexo, bañándolo de un color carmesí vivo –no mas te lo suplico, hare lo que quieras pero deja mi pene quieto- las palabras de desesperación salían desde lo más profundo de mi alma, quien gritaba de dolor, desgarrando cada ventana de esperanza que tenia mientras este hombre seguía con sus juegos sin yo poder hacer algo concreto.
Que insignificante me sentía, era yo como una cucaracha que podrían pisotear cuando quisieran, era la escoria de la escoria, no tenía razones como para poder decir algo o simplemente pedir compasión. La compasión y buena suerte no habían sido hechas para mí, todo aquello bueno que le pasaban a las personas no eran para mí. Pero esto, esto que me estaba pasando, esto si era para mí. Ya estaba tan acostumbrado a sentir dolor que me sorprendía que pudiera llorar nuevamente por sentir un dolor mas desgarrador de los que había tenido que soportar años atrás. De mis labios salió un leve gemido, no sabía si era de placer al sentir mis testículos siendo tocados o de dolor por aquel bisturí que seguía en su juego macabro en mi piel sensible.
-Te lo suplico…- susurre de nuevo sintiendo como mi vientre hinchado por los fluidos de orine se habían contenido –Seré un buen niño y hare todo lo que quieras, pero deja de jugar con el bisturí- patético, eso era cierto, pero hasta una cucaracha como yo le gusta suplicar por su vida. Había retenido mucho líquido en mi vientre y de forma involuntaria había comenzado a salir por aquel orificio de mi sexo endurecido como una extraña fuente amarillenta que salía desde mi interior sin intensiones de pararse. Pronto las últimas gotas salieron escurriéndose por mi piel haciendo arder las pequeñas y finas heridas provocadas por aquel bisturí, sentí un extraño alivio al sentirme menos presionado, pero la humedad del colchón y el olor de aquel fluido que comúnmente era visto como un desecho del cuerpo comenzaba a molestarme, se había llevado un poco la sangre, limpiando al mismo tiempo las heridas como si fuera agua, pero provocándome un pequeño ardor, que no se comparaba con el dolor que aun llegaban por las heridas abiertas. Pero había decidido que disfrutaría la satisfacción de haber orinado antes de que me matara si eso era lo que tenía planeado, al menos había orinado antes de que mi pene hubiera sido cortado por completo, pensé y sentí aun mas alivio de lo normal.
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
“La marca de una memoria se plasmara en tu templo, sufre como la muerte algún día lo hizo”
Que satisfacción le brindaba esa viviente marioneta, su piel rojiza, esa piel latiente de linfa ardiente, jugoso templo que necesita ser provocado para que libere cada esencia y se pudra con su misma pestilencia exquisita. Tras apoderarse del bisturí, esa divinidad de arma para un ser de corazón era perfecta… Un coro repleto de cadenas desesperadas, el bisturí seguía receloso en esa piel por añorar la sangre seca en ella, le escuchaba pero estaba mas seducido por el arte que comenzaba a notarse en ese templo, agradeciendo siempre el filo que hiere con elegancia…Llenándose de burla por ver el instinto de ese ser por alejarse, escapar del daño que sufriría, como un animal que de su instinto aclama ser obedecido...-Ohhh!!! Si, harás lo que desee, pero este falo me encanta verlo teñido, erecto por el hermoso dolor…-Mirando hacia la marioneta que sus hilos comenzaron a tirarse, sus gritillos, esa voz resonando la tortura que le era regalada, excitándose por ese templo que se movía con desespero, esa fuerza ejercida que le provocaba dañarle más, dejando que el bisturí siguiera en un laberinto, dibujando marcas divinas que a su vez eran horrorosas….- ¿Es toda la dureza que emana..O me sorprenderás al dejarlo como una gran pirámide?….-Su boca se moría por la ansiedad de lamer ese falo, probar de esa transpiración teñida del carmesí brillante, embozando una media sonrisa, la sonrisa de la perversión, la maldad, esa que causaba miedo....-Déjame ver todo tu erección…-La mano que sostenía ese falo por la extremidad con una uña le presiono con suma fuerza mientras que rasgaba con el filo del artefacto la pared, deleitándose de cómo su cuero era abierto…-MMM, así bríndame mas sollozos, grita para mi…-presionando sus dídimos, moviéndolos para sentir la piel movible…-Entonces sé un buen niño, aprende a jugar con el dolor porque no dejare mi bisturí…-de su boca salió un tono de negación, siendo su lengua la que produzca tal sonido mientras negaba con el rostro.-Ahora pagaras por haber manchado mi arte…-al percibir la micción, el aroma humeante su manos como la punta el bisturí fueron ensuciados por ello. Imbécil, solo provocaste que te ardiera…-liberando una burla, esa risa siniestra al deslizar el filo del bisturí a la piel donde estirada de la parte inferior de su falo y le hizo un trazo, tajando con repulsión por la suciedad…
-Me has preguntado por ese acompañante, mira a un lado, le he matado que ahí está su corazón…-El órgano se hallaba en una mesa repleta de suciedad, adornada de ese órgano en descomposición, al ver por un momento disfruto con la lengua al ser pasada sobre los labios con ansiedad por la provocación de excitación al ver algo desfigurado por sus propias mentalidades…-Como has aceptado hacer lo que te ordene, dime que órgano es el que te fascina mas tenerlo…-Abandono el falo y se subió a la mesa, arrastrándose hasta la altura de su pecho, comenzó a acariciarle la piel con el mismo filo…-Como la arena, el sol, vida que me provoca por estos latidos.-el filo se poso un poco, notando un poco el dolor en su pecho, ese espacio donde su corazón se hallaba pero sin traspasarle..-Este fue mi principiante y ultimo martirio…-bajando a su abdomen, alabando el apeste, esa suciedad, la putrefacción todo, como un cadáver era para él…-Deseo desgarrar con furia toda tu piel para poder admirar tus entrañas, anhelo devorarlas, dejar que mi interior se llene de esa suciedad viviente…-sin piedad, su voz en susurros detonando la atracción, esa sensualidad y la adoración que presentía por verle ya desnudo de su piel…-Pero antes, vamos a seguir jugando…-Se levanto de ahí, quitándole los grilletes de las manos y de sus pies, lamiéndole la piel dañada, marcada de fealdad…-Vamos, obedéceme y siéntate en la silla .-Señalándole la silla que se hallaba en medio, dirigiéndose a la mesa donde cogió el corazón muerto y se dirigió hacia el títere…-Tomadlo, deseo que lo sientas, bésalo, saboréalo un poco , deja que tu lengua le acaricie…-hincándose frente a él, tomando las cuerdas gruesas que se sujetaban de cada pata de la silla, así amarrando con ella cada tobillo con fuerza…
“La mejor tortura te la puede brindar la muerte pero que vida es sentir vivir y morir al mismo instante”
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
¿Qué había hecho yo para merecer eso? Era la pregunta que mi mente se hacía en esos momentos, dentro de mí un pequeño demonio se rio a carcajadas ¿me había quedado dormido? ¿Desmayado? Solamente escuchaba como un pequeño niño reía, reía y al mismo tiempo chillaba como un cerdo a punto de ser matado para dar de comer a cientos de hombres que sufrían de gula. Sí, era correcto, me había desmayado al ver la sangre brotando de mi intimidad, por el dolor que mi cerebro no pudo controlar. ¿Acaso ese hijo de puta no tenía un pene? El debía saber el dolor que provocaba simplemente una patada en las bolas. ¡Me estaba matando! Destrozando por dentro. Mis células gritaban, cada parte de mi cuerpo gritaba esperanzado que de alguien viniera al rescate.
Ah niño tonto. ¿Quién vendrá a tu rescate? Me regañe, sentía mis ojos llorosos, nadie lo había hecho cuando a mi hermana y a mí me había medio matado a patadas, ella tuvo que sacrificarse para poder salvarme, nadie me había rescatado cuando casi me buscan y me queman junto con la gran mansión en el reino unido, alguien debió haberse sacrificado para salvarme. ¿Y ahora quien se sacrificaría por salvarme? El hombre con quien antes jugaba el dulce arte de la seducción, se había muerto y solamente quedaba un corazón en camino a la descomposición que era besado por las grandes y negras moscas que se le paraban para absorber un poco de su suciedad.
Estaba aterrado, grandes lagrimones salían de mis ojos, no podía evitarlo, era algo normal estar llorando, pero no era porque tenía miedo, por el dolor que sentía en cada parte de mi cuerpo. Era por la desdicha de saber que me merecía cada uno de aquellos trazos pincelados por el bisturí, yo había nacido para eso, no había que equivocarse, era la persona destinada a sufrir maltratos, violaciones, golpizas, yo era la persona marginada que a muchos le encantaba tener bajo sus piernas, arriba de sus piernas, en donde fuera, pero sometido como un perro. –No… No por favor- deseaba gritar que no me matara, no deseaba morir. Otra vez aquella risilla en mi interior, me sentí mareado cuando percibí la filosa lengua del hombre en mis labios, su humedad en mi boca seca, luego aquel filoso bisturí recorriendo mi cuerpo, buscando algún órgano para tener en su colección. “No te desmayes, no te atrevas a desmayarte” me dije a mi mismo mientras mi cuerpo hacia un perfecto arco, un puente para luego de mis entrañas salir un grito desgarrador.
Admítelo Glenn, no le pides que no te mate, esas palabras no salen de sus labios porque quieres morir. ¿No sería mejor? Encontraría a Lucy, la volverías a ver otra vez. ¡Oh por dios! No… si muero me iré directo al infierno, pero Lucy, mi amada pequeña, ella no está en ese lugar. ¿!Si muero…. Si muero la volveré a ver!? ¡Eso es mentira! Me revolqué, me desespere y comencé a llorar otra vez, escuchaba distante, lejos las palabras de mi captor. ¿Qué decía? No, no me interesaba, pues había descubierto algo que ya sabía, pero que yo mismo me lo había restregado en mi cara. Aunque muriera no podría volver a ver a Lucy y decirle tanto que la amaba, tanto que la quería y regañarla por lo que había hecho, pues cuando mi alma saliera de ese cuerpo, las puertas del infierno se abrirían de par en par y dos ángeles alados, negros, tan negros como cuervos, me arrastrarían al infierno.
El sonido del metal me despertó, abrí los ojos como plato, mientras miraba la silla que me mandaba a sentarme, no entendí muy bien hasta que me arrastro para sentarme en ella, me incline un poco, el dolor comenzaba a ser insoportable, todo mi cuerpo estaba cubierto por una fina capa de sudor, mi cabello estaba pegado a mi rostro, mire hacia abajo y encontré mi pobre intimidad, tímida en su lugar, goteando, el reloj, tic-tac, parecía ser el sonido de cada gota que caía al suelo. Levante la mirada y sostuve el corazón aun húmedo, del otro hombre, estuve a punto de tirarlo al suelo, sentí que se había movido, pero solamente había sido mi dura imaginación… estúpida imaginación, te apuñalare si vuelves a hacerme una jugada así. Si quieres hacerme un favor, mejor llévame a un lugar mejor, hazme imaginar que lo que tengo en mi poder no es un corazón, pues tengo que lamerlo, saborear su sangre, la suciedad que en este hay.
Obedecí, como fiel perro que era, como zorra que muchas veces me habían llamado, lo lamí con todo el deseo que pude fingir, aguantando las ganas de vomitar, creo que vomitare, pero me trague mi vomito, me lo trague y se sintió aun más horrible que tener la lengua llena de sangre espesa y añeja. Trate de mover mis pies, pero estaban encadenados. ¿Cuándo había sucedido eso? Hacia succionado toda la sangre, mi lengua paso por cada cavidad que estaba abierta, adentrándose a ella como su se tratara de la intimidad de una mujer en sus días, recorriendo sus espacios hasta dejarlo limpio de toda suciedad. Gracias imaginación, pensar que es la vagina de una mujer, me hace mucho bien…
Ah niño tonto. ¿Quién vendrá a tu rescate? Me regañe, sentía mis ojos llorosos, nadie lo había hecho cuando a mi hermana y a mí me había medio matado a patadas, ella tuvo que sacrificarse para poder salvarme, nadie me había rescatado cuando casi me buscan y me queman junto con la gran mansión en el reino unido, alguien debió haberse sacrificado para salvarme. ¿Y ahora quien se sacrificaría por salvarme? El hombre con quien antes jugaba el dulce arte de la seducción, se había muerto y solamente quedaba un corazón en camino a la descomposición que era besado por las grandes y negras moscas que se le paraban para absorber un poco de su suciedad.
Estaba aterrado, grandes lagrimones salían de mis ojos, no podía evitarlo, era algo normal estar llorando, pero no era porque tenía miedo, por el dolor que sentía en cada parte de mi cuerpo. Era por la desdicha de saber que me merecía cada uno de aquellos trazos pincelados por el bisturí, yo había nacido para eso, no había que equivocarse, era la persona destinada a sufrir maltratos, violaciones, golpizas, yo era la persona marginada que a muchos le encantaba tener bajo sus piernas, arriba de sus piernas, en donde fuera, pero sometido como un perro. –No… No por favor- deseaba gritar que no me matara, no deseaba morir. Otra vez aquella risilla en mi interior, me sentí mareado cuando percibí la filosa lengua del hombre en mis labios, su humedad en mi boca seca, luego aquel filoso bisturí recorriendo mi cuerpo, buscando algún órgano para tener en su colección. “No te desmayes, no te atrevas a desmayarte” me dije a mi mismo mientras mi cuerpo hacia un perfecto arco, un puente para luego de mis entrañas salir un grito desgarrador.
Admítelo Glenn, no le pides que no te mate, esas palabras no salen de sus labios porque quieres morir. ¿No sería mejor? Encontraría a Lucy, la volverías a ver otra vez. ¡Oh por dios! No… si muero me iré directo al infierno, pero Lucy, mi amada pequeña, ella no está en ese lugar. ¿!Si muero…. Si muero la volveré a ver!? ¡Eso es mentira! Me revolqué, me desespere y comencé a llorar otra vez, escuchaba distante, lejos las palabras de mi captor. ¿Qué decía? No, no me interesaba, pues había descubierto algo que ya sabía, pero que yo mismo me lo había restregado en mi cara. Aunque muriera no podría volver a ver a Lucy y decirle tanto que la amaba, tanto que la quería y regañarla por lo que había hecho, pues cuando mi alma saliera de ese cuerpo, las puertas del infierno se abrirían de par en par y dos ángeles alados, negros, tan negros como cuervos, me arrastrarían al infierno.
El sonido del metal me despertó, abrí los ojos como plato, mientras miraba la silla que me mandaba a sentarme, no entendí muy bien hasta que me arrastro para sentarme en ella, me incline un poco, el dolor comenzaba a ser insoportable, todo mi cuerpo estaba cubierto por una fina capa de sudor, mi cabello estaba pegado a mi rostro, mire hacia abajo y encontré mi pobre intimidad, tímida en su lugar, goteando, el reloj, tic-tac, parecía ser el sonido de cada gota que caía al suelo. Levante la mirada y sostuve el corazón aun húmedo, del otro hombre, estuve a punto de tirarlo al suelo, sentí que se había movido, pero solamente había sido mi dura imaginación… estúpida imaginación, te apuñalare si vuelves a hacerme una jugada así. Si quieres hacerme un favor, mejor llévame a un lugar mejor, hazme imaginar que lo que tengo en mi poder no es un corazón, pues tengo que lamerlo, saborear su sangre, la suciedad que en este hay.
Obedecí, como fiel perro que era, como zorra que muchas veces me habían llamado, lo lamí con todo el deseo que pude fingir, aguantando las ganas de vomitar, creo que vomitare, pero me trague mi vomito, me lo trague y se sintió aun más horrible que tener la lengua llena de sangre espesa y añeja. Trate de mover mis pies, pero estaban encadenados. ¿Cuándo había sucedido eso? Hacia succionado toda la sangre, mi lengua paso por cada cavidad que estaba abierta, adentrándose a ella como su se tratara de la intimidad de una mujer en sus días, recorriendo sus espacios hasta dejarlo limpio de toda suciedad. Gracias imaginación, pensar que es la vagina de una mujer, me hace mucho bien…
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
“Oh, la apeste excita a tal grado de seguirte decorado por tu propia mierda”
Seseando el placer de ver un templo agónico, excitarse por la vida de cómo se desvanece lentamente, una pasión por lo desfallecido, obsesionándose con aquella Venus, verla sangrar para llegar al éxtasis de una erección, siguiendo sus instintos de bestia, le ata cada pie con cuerdas, cada pata de la silla se encuentra sujetada con fuerzas, sonríe siniestramente, notando la perversión por la forma de cómo lame el putrefacto corazón…-¿Serias capaz de devorarlo?...-Preguntaba con descares, ya que su morbosidad llego al grado en ver a ese bello joven lamerle el falo, tan candente su presencia, estaba liberando fuego ardiente, percibir el sabor de las lagrimas, la salada humedad sin perderse el apeste que su entrepierna liberaba, esos orines que picaban, clavándole la punta filosa del bisturí en uno de sus pezones…-Vamos, quiero que se te ponga más duro, quiero verlo hasta estallar…-no perdía la mirada de ese falo, parecía una jodida joya, tan reluciente por su altura…relamiéndose los labios una y otra vez con lentitud tras ver esa lengua juguetona….- Devóralo, muérdelo con fuerzas hasta sacar el verdadero jugo…-le recalco, pero la mano se dirigió al falo ajeno que comenzó a masturbarlo…-mmm, no te detengas, comételo…-de forma hincada a él, su mano se movía a ritmos consecutivos, imaginando que devoraba el falo del cuervo que comenzaba a notarse por el endurecimiento….
Quién diría que ese ser seria el alimento del muerto, produciéndole el fétido olor de la orina, las ganas de lamerlo una y otra vez, como la sombra hambrienta de la suciedad, se dirigen sus largas uñas a la piel de las piernas, le araña como si buscara ansioso sus huesos, embelleciendo mas su piel con hilos de linfa….-mmmm, vamos sé que te duele…..-clavo con más profundidad…-No contengas tus gritos, quiero escucharte….-enloqueciendo, estaba realmente jugando con el títere, pero tenía hambre, la gula se presentaba y por ello su rostro se inclinó, comenzó a darle mordiscos en ambas piernas, disfrutando el dulzón de la linfa como lo agrio que su piel era, sigue mordiendo pero su lengua deja una lamida consecutiva, saboreando la linfa como putrefacta rosa que marmita en cementerios, con sabores presos….- Me pones cada vez más duro, solo añoro azotarte, dejarte todo una mierda que brillara con intensidad por ser solo mi arte….-entre un quejido liberado susurraba, ardía su garganta, le estaba quemando esa pócima exiliada,, recorriéndole hasta toparse con la pirámide más lujuriosa, ese segmento bañado de desperdicios, no se contuvo que lo llevo a su boca, mordiéndole, una tras otra mordida, de un lado a otro que así lo mantuvo, el cuervo jugaba con su alimento, le gustaba como iba de un lado a otro, deslizándose por toda su lengua que solo pudo decir…-Destroza ese corazón, hazlo añicos y báñame de sus pedazos mientras te devoro….-con una morbosidad ante sus faroles, se incorporó a ese falo, mordiendo nuevamente la extremidad hasta el tronco, parte por pate lo iba mordisqueando hasta iniciar ese baile candente con la boca, lo presiono y fue moviéndole arriba, abajo sucesivamente, estirando el cuero para brindarle más placer ya que se notaba adolorido por las marcas del bisturí.
Pero no era aún el momento, dejo de masturbarle y su lengua como persiguiendo al laberinto se fue deslizando hacia abajo….-Ábrete….-murmuro que la punta de la lengua delineaba esa rasgado espacio…-Álzate, arquea ese cuerpo y sigue quejándote…-sus manos se han ido a la madera de la silla, les sujeta mientras sigue su lengua adentrándose al vacío, usurpando hacia abajo sin piedad, siendo su cabeza la que se mueva mientras sigue con las caricias que el órgano maldito liberaba.
Siente como la piel tiembla, el latido se su corazón aumenta, se descontrola y todo se percibe de la piel, de esas venas que resaltan para ser descuartizadas, imaginándose el nido de emociones de ese humano, con expresiones indefinidas, sus quejidos como cimientos decapitados, antojándose, dejando la húmeda lengua en ese pozo como de un pantano espeso, perdiéndose en solo la miseria, las ruinas que un templo desecha…
Quién diría que ese ser seria el alimento del muerto, produciéndole el fétido olor de la orina, las ganas de lamerlo una y otra vez, como la sombra hambrienta de la suciedad, se dirigen sus largas uñas a la piel de las piernas, le araña como si buscara ansioso sus huesos, embelleciendo mas su piel con hilos de linfa….-mmmm, vamos sé que te duele…..-clavo con más profundidad…-No contengas tus gritos, quiero escucharte….-enloqueciendo, estaba realmente jugando con el títere, pero tenía hambre, la gula se presentaba y por ello su rostro se inclinó, comenzó a darle mordiscos en ambas piernas, disfrutando el dulzón de la linfa como lo agrio que su piel era, sigue mordiendo pero su lengua deja una lamida consecutiva, saboreando la linfa como putrefacta rosa que marmita en cementerios, con sabores presos….- Me pones cada vez más duro, solo añoro azotarte, dejarte todo una mierda que brillara con intensidad por ser solo mi arte….-entre un quejido liberado susurraba, ardía su garganta, le estaba quemando esa pócima exiliada,, recorriéndole hasta toparse con la pirámide más lujuriosa, ese segmento bañado de desperdicios, no se contuvo que lo llevo a su boca, mordiéndole, una tras otra mordida, de un lado a otro que así lo mantuvo, el cuervo jugaba con su alimento, le gustaba como iba de un lado a otro, deslizándose por toda su lengua que solo pudo decir…-Destroza ese corazón, hazlo añicos y báñame de sus pedazos mientras te devoro….-con una morbosidad ante sus faroles, se incorporó a ese falo, mordiendo nuevamente la extremidad hasta el tronco, parte por pate lo iba mordisqueando hasta iniciar ese baile candente con la boca, lo presiono y fue moviéndole arriba, abajo sucesivamente, estirando el cuero para brindarle más placer ya que se notaba adolorido por las marcas del bisturí.
Pero no era aún el momento, dejo de masturbarle y su lengua como persiguiendo al laberinto se fue deslizando hacia abajo….-Ábrete….-murmuro que la punta de la lengua delineaba esa rasgado espacio…-Álzate, arquea ese cuerpo y sigue quejándote…-sus manos se han ido a la madera de la silla, les sujeta mientras sigue su lengua adentrándose al vacío, usurpando hacia abajo sin piedad, siendo su cabeza la que se mueva mientras sigue con las caricias que el órgano maldito liberaba.
Siente como la piel tiembla, el latido se su corazón aumenta, se descontrola y todo se percibe de la piel, de esas venas que resaltan para ser descuartizadas, imaginándose el nido de emociones de ese humano, con expresiones indefinidas, sus quejidos como cimientos decapitados, antojándose, dejando la húmeda lengua en ese pozo como de un pantano espeso, perdiéndose en solo la miseria, las ruinas que un templo desecha…
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
Dulce agonía sufría a cada segundo que pasaba en ese lugar, ya no entendía muy bien sobre tiempos, no podía respirar, ni pensar bien. ¿Dónde habían quedado los días de felicidad falsa? Ya lejos, como si fueran recuerdos de hace tantos años, que se me hacen difíciles recordar, todas gracias a que habíamos vuelto a jugar la ruleta rusa y aquello era lo que me había tocado. Como hubiera querida susurrar un “ya no mas…” pero de mis labios no salían aquellas palabras que significarían la muerte de mi ser y naturalidad.
El cuerpo se mueve, el es que instintivamente buscar el calor de la vida, alejándose de la fría muerte que nos toca la espalda. Las lágrimas empañan mi visión, comienzo a sentir que no habrá nada bueno en este mundo para alguien como yo, pero por miedo a cualquier cosa peor, asiento como niño obediente al amo que la vida en este momento me puso. No puedo evitar llorar. ¿Quiere que lo deje de hacer? no puedo, no me importa si le excita hasta el punto de desear darme otros minutos de vida o lo aborrece hasta el punto de querer sacarme mi corazón y dármelo también para comérmelo con la desesperación con la que me devoro este, solamente puedo llorar, por la crueldad del mundo y mi maldita suerte.
El dolor me llegaba hasta el espinazo, sentía que podría gemir de dolor, llorar a gritos, pero aquel pedazo de corazón, aun caliente por su recién extracción, me atragantaba mis necesidades de negarme, mi lengua seguía el recorrido, mis manos se aferraban a él, encontrando con los dedos, nuevos lugares viscosos a los cuales jadeante buscaba en busca de el néctar espeso que era aquella sangre coagulada. Su masturbación comenzaba a dar efectos atroces, que entre el dolor y las corrientes que mi cuerpo buscaba crear para apaciguar mi dolor, comenzaba a sentirse como una extraña droga que contaminaba todo mi corriente sanguíneo. –Nhg…- ahogaba mis gritos en aquel cuerpo putrefacto, hundiendo mi rostro, aferrándome con mis dientes a sus paredes, manteniendo ocupada mi lengua que entraba a cualquier cavidad que llegara a tener cerca.
Pero no soporte mucho más. ¿Quién lo haría? Ya había sido mucha lucha por tanto tiempo. Sus lamidas parecían limpiar las heridas provocadas en mis piernas, -Ya no mas…. Se lo suplico- susurre al alejarme de aquel corazón. Mi rostro todo ensangrentado y con sus restos, si parecía un lienzo manchado por la pintura de un artista. Gemí de dolor, mezclado con un extraño placer que me obligaba a ladear la cabeza y jadear suavemente. Sentía como su lamidas y mordidas, de alguna forma aliviaban mi intimidad, pues la limpiaba de toda aquella suciedad que hacía que me ardiera cada herida producida por su bisturí. Negué pero mis piernas se abrieron, mi cuerpo se manejo, como arcilla moldeable, para la comodidad de mi mártir, tenía cierto poder en mi cuerpo, en mi, que no podía evitar.
Podía sentir aquellas sensaciones conocidas, mezcladas con las nuevas, mi cuerpo comenzaba a estremecerse, mis extremidades entumecidas me daban una corriente de dolor, que llegaba a mi cerebro, quien buscaba moverlas un poco, pero solamente lograba aun más tensión en todos los músculos. ¿Por qué me abra elegido? No me creo tan especial, tal vez solamente había agarrado al primer idiota que se le atravesara y ese fui yo. Ahora era amante de un demonio, quien buscaba como serpiente, un lugar oscuro en donde descansar. Gritar, estremecerse, suplicar por piedad… tal vez eso era lo único que necesitaba hacer y con suerte terminaría medio consiente luego de que todo terminara.
El cuerpo se mueve, el es que instintivamente buscar el calor de la vida, alejándose de la fría muerte que nos toca la espalda. Las lágrimas empañan mi visión, comienzo a sentir que no habrá nada bueno en este mundo para alguien como yo, pero por miedo a cualquier cosa peor, asiento como niño obediente al amo que la vida en este momento me puso. No puedo evitar llorar. ¿Quiere que lo deje de hacer? no puedo, no me importa si le excita hasta el punto de desear darme otros minutos de vida o lo aborrece hasta el punto de querer sacarme mi corazón y dármelo también para comérmelo con la desesperación con la que me devoro este, solamente puedo llorar, por la crueldad del mundo y mi maldita suerte.
El dolor me llegaba hasta el espinazo, sentía que podría gemir de dolor, llorar a gritos, pero aquel pedazo de corazón, aun caliente por su recién extracción, me atragantaba mis necesidades de negarme, mi lengua seguía el recorrido, mis manos se aferraban a él, encontrando con los dedos, nuevos lugares viscosos a los cuales jadeante buscaba en busca de el néctar espeso que era aquella sangre coagulada. Su masturbación comenzaba a dar efectos atroces, que entre el dolor y las corrientes que mi cuerpo buscaba crear para apaciguar mi dolor, comenzaba a sentirse como una extraña droga que contaminaba todo mi corriente sanguíneo. –Nhg…- ahogaba mis gritos en aquel cuerpo putrefacto, hundiendo mi rostro, aferrándome con mis dientes a sus paredes, manteniendo ocupada mi lengua que entraba a cualquier cavidad que llegara a tener cerca.
Pero no soporte mucho más. ¿Quién lo haría? Ya había sido mucha lucha por tanto tiempo. Sus lamidas parecían limpiar las heridas provocadas en mis piernas, -Ya no mas…. Se lo suplico- susurre al alejarme de aquel corazón. Mi rostro todo ensangrentado y con sus restos, si parecía un lienzo manchado por la pintura de un artista. Gemí de dolor, mezclado con un extraño placer que me obligaba a ladear la cabeza y jadear suavemente. Sentía como su lamidas y mordidas, de alguna forma aliviaban mi intimidad, pues la limpiaba de toda aquella suciedad que hacía que me ardiera cada herida producida por su bisturí. Negué pero mis piernas se abrieron, mi cuerpo se manejo, como arcilla moldeable, para la comodidad de mi mártir, tenía cierto poder en mi cuerpo, en mi, que no podía evitar.
Podía sentir aquellas sensaciones conocidas, mezcladas con las nuevas, mi cuerpo comenzaba a estremecerse, mis extremidades entumecidas me daban una corriente de dolor, que llegaba a mi cerebro, quien buscaba moverlas un poco, pero solamente lograba aun más tensión en todos los músculos. ¿Por qué me abra elegido? No me creo tan especial, tal vez solamente había agarrado al primer idiota que se le atravesara y ese fui yo. Ahora era amante de un demonio, quien buscaba como serpiente, un lugar oscuro en donde descansar. Gritar, estremecerse, suplicar por piedad… tal vez eso era lo único que necesitaba hacer y con suerte terminaría medio consiente luego de que todo terminara.
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
El diablo escondido en la tortura de los malditos deseos, nos impide ver la paz en los olores putrefactos de llagas enfermas, tiesas de sangre y pus seca, mientras las moscas buscan posarse en tan esplendoroso manjar.
Haciendo lo hermoso de las lágrimas una basura, cada lágrima desprendida era una insignificante piedad, siendo una catástrofe el delirio por verle devorar ese corazón, la excitación de apreciar esa lengua inexperta que recorre los laberintos sanguíneos, deleitarse por la manera en la que un humano come de lo que le hace vivir, ser ese ser que cuya alma late como una melodía con pasión.Sintiendo esa ansiedad por seguir surcando su piel, lamer, morder, lametear cada segmento prohibido, mordisqueando a la vez que el falo se erectaba, percibiendo la necesidad por masturbarse mientras con descaro su boca le regala un masajeo consecutivo y candente a su falo…Escuchándole, era una mujer lloriqueando por ser liberada, pero entre más su voz le tocaba más aumentaba el deseo por escucharle gritar, escuchar su voz afeminada, detonando la lengua de una serpiente envenenada y peligrosa, moviéndola entre su ralladura de esas posaderas, entornenado la figura de su cavidad que con la extemidad de la lengua, toca su entrada y comienza a adentrarla, mordiendo para que se alzara y pudiera deslizarse con facilidad y con la ayuda de la linfa que liberaba como un lubricador inicio el bailoteo, arriba y abajo movía la lengua, podía experimentar la concentración de sus orines, el apeste de la defecación y el sabor amargo que le enjugaba la boca, siendo una de las manos las que se adentre al pantalón y busque el falo propio para masturbarse como la boca lo hacía, sin aguantar el calor, hervía el vacío por excitarse con desenfreno, cediendo el privilegio de regalarle el placer, como otros que han traído fiebres acumuladas, demonios escondidos, había algunos que querían la mordida del beso como castigo, soltando gemidos que va descendiendo, vuelve a buscar el falo ajeno, quiere devorarlo, arrancarlo de masturbaciones como los que se sigue haciendo, queriendo arañarlo que sus piernas volvían a ser presas de esta fantasía, sangrándolo, haciendo que sus poros ensangrentaran, bebiendo la rojez de sus venas abiertas, mordisqueaba el tronco del falo y sentía la cicatrización, atándolo a que gritara, lo subyugaba a los instintos salvajes, cogiendo la lujuria psicótica de los placeres, imaginando todo por la mente, masturbarlo hasta que se corra de sangre, disecar ese pene hasta hacerlo trizas…
-ahhhh, mm, exquisito, gime, gime más fuerte, cántame con tu dulce voz, loca mujer disfrazada de hombre, gime para mi…-le arranca con los colmillos un pedazo de cuero, aterrorizando esa pirámide, succionándolo hasta que anhele correrse por ser violado de su hermoso cuerpo.
Sometiéndolo a la gula, el falo propio quiere llegar a un orgasmo, pero este se espera, quiere estallar, coger uno placentero que vuelve a sentir lo del principio, comienza con el deseo y aclama beber la esencia ajena…-córrete, aliméntame, estoy hambriento de ti, quiero que te corras.-subiendo y bajando la cabeza, la boca en forma de o era conducida por el falo, muerde y no se detiene, esperando su dulce líquido que una sonrisa se marca en su rostro…-Tu tiempo corre, córrete o lentamente iré desprendiendo la piel de tus dídimos…-como alimaña, un cabrón hambriento se dirige a al dídimo derecho y lo muerde con fuerzas, hacerlo sangrar que lo sujeta con la presión en la boca y lo va jaloneando, haciendo que su piel se estirara y se abriera lentamente por la herida de la mordida…-¡Hazlo!- en gruñido lo libero, sin desprenderse de su piel y se clava la uña filosa en el glande, se daba el placer como así lo brindaba, desquiciado y peligroso por hacer que el dolor propio y ajeno le regalen ese orgasmo psicótico que añora.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
La realidad es el soporte para el fantasma del neurótico."
Jacques Lacan
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Comenzaba a comprender la importancia de morir, el deseo de dejar este mundo y encontrar las respuestas de todas las incógnitas de la vida, porque estaba seguro que cuando tu alma llegaba a done tenía que llegar, te revelaban todo los misterios, te explicaban las verdades que ocultaban en la tierra. Esa era mi esperanza, para no sentir que si moría, iría a un abismo sin fin, sin sentir, no oler, ni palmar, un completo vacio que terminaría haciendo desaparecer mi existencia.
¿Acaso no oía mis suplicas? Me volvía peor que nada, suplicando para que no siguiera con la tortura que comenzaba a quitarme a cada minuto un poco mas de mi humanidad. ¿Acaso no se detendría hasta verme completamente destruido? Entonces pronto obtendría lo que quería, porque yo no era un súper-humano, pronto sucumbirá a la pérdida de sangre y al dolor, que ardía en cada poro de mi piel, si llegaba a sobrevivir, ¡hay de mi, hay de mi! Que terminaría muriendo igual con una alta fiebre, gracias a alguna infección, por las heridas mal curadas. Moriría y me encontraría nuevamente con Lucy, aunque lo veía casi imposible, ella se había convertido en un ángel, en una santa, a la cual, si llegase a tocar, mis manos se quemarían, por ser tan vil pecador, que no merecía perdón de dios.
Solo era otro enfermo sexual, que buscaba satisfacerse en una noche solitaria, encontrar el calor de un cuerpo desecho, para sentirme poderoso. Mis lágrimas salían a brote, tenía derecho a llorar amargamente, ya que recordaba la primera vez que fui violado por un falo entre mis estrechas paredes anales. Yo apenas un niño, un infante huérfano que buscaba ser feliz en una vida cruel e injusta. No podía cerrar mis ojos, veía el rostros de aquellos hombres, rasgándome la ropa, yo nuevamente era el niño que antes fui, gritaba, suplicaba; como ahora lo hago y lo hare hasta que mi garganta se seque. Y como en este momento, de nada sirvió, siguieron haciendo su fiesta, con un cuerpo pequeño, disfrutando a cada momento el acto vulgar y escandaloso.
— ¿Cantar? — susurro entrecortado, sintiendo una corriente de placer en mi cuerpo, que hace que me retuerce y curvé un poco la espalda, de forma instintiva mis caderas buscan más profundidad. ¡Maldito cuerpo lascivo! Que se movía a su voluntad, buscando entre el dolor, lo que para él era conocido y amado, pues era lo único que conocía. Mi cuerpo se estremece, gemí sin necesidad de crear uno falso — No, no puedo ahg…— gemi, pero dentro de mi encontré el valor que me faltaba para que la música saliera desde lo más adentro, así que comienzo a cantar una canción, intentando que no sea interrumpido mi acto por los jadeos y espasmos de mi cuerpo, cercanos a un orgasmo.
Y mi tortura sigue, mientras intento recordar la letra de la vieja canción italiana, que en ocasiones presentaba en algunos cabarets de mala muerte, pero mi orgasmo llega y el mi actuación, casi perfecta se arruina, cuando siento que no puedo mas y mi voz se entrecorta, volviendo las notas gemidos desesperados y hambrientos, tonando como mi espesa semilla llega a alimentar al cuervo carroñero.
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
[…]Os he dado la plegaria de la castración, le pedí a mis colmillos que no lo hicieran pero tristemente me desobedecieron, arrancar la piel hilada por oír el coro del ángel que se convirtió al fin en mujer. ~
Con el placer bizarro, las fugaces demencias, gemidos de esa espantosa mujer, porque de esa manera lucia, una bella “Venus” que está seduciendo los oídos del cuervo, viéndose hermosa, sumisa del dolor con las piernas abiertas, parecía estar ansiosa de que le penetraran pero solo el cuervo picotea con la extremidad de la lengua ese falo endurecido, suplicaba pero eso elevaba la atrocidad que la boca cometía ante aquella pirámide que está a punto de derrumbarse de placer, percibiendo las lágrimas que presencian esta maravilla, sin permitirse mancharse de esa linfa enfermiza, le masturbaba y a su vez le provocaba con las mordeduras el estiramiento de su piel en esos dídimos, detonando esos labios inferiores que se decoran de suaves bellos pero estaba tan encantado de torturarle, mostrando la atracción por él en la manera de cómo propiamente se masturba y se causa dolor al golpear el falo por arder la erección causa…-mmm, si, si puedes, cántame, cántame, gime como melodías mientras danzo con ellas en esta masturbación…-había soltado el cuero del dídimo izquierdo para liberar el aliento de la obsesión por su voz afeminada, lamiendo la herida para deleitar la abertura de esta, deslizando el miembro dentro de la boca que lo chupa y lo deja con otra mordida en su extremidad mientras escuchaba su cántico palabras entonadas que se acompañaban con pizques de excitación, morboseando la manera en la que se mueve, el placer le estaba dominando que eso no era aceptable para la memoria del dolor, quería verlo revolcarse del jodido sufrimiento, que se corra sin desearlo… Así que pidiendo a esa canción que destara la tristeza, llanto, porque la sinfonía era melancólica, pervirtiendo la mente con sus notas musicales y lentamente muerde aquel dídimo, lo va estirando con los mismos dientes mientras que con una de las manos viaja a esa cavidad sobresaliente, deslizando un dedo por su entrada, manoseándole, grabando en la piel su figura y de un despliegue le penetra al mismo instante que con fuerzas mordía el falo y de un jalón se lo arranco, regocijándose del pacer, mirando con fijeza el rostro ajeno, quería seducirse con su agonía, dejando que la sangre en la boca almacenada se dispersara por los labios cayendo como un manantial, siendo acariciado en la garganta y por el pecho, enjaulando el trozo de carne en la boca, dedicándose a saborearlo, jugar con la lengua a golpearle de un lado a otro, girándolo, ronroneando por la exquisitez y la sensación de locura que brotaba, pero no era todo, su dedo se meneaba en su interior, aclamaba humedecerle cada vez más ese negro agujero, consumir la pestilencia a un perfume sexual, purificarle con el mismo sudor liberado…-grrrr..-cayendo cada vez más, jugando terroríficamente, sin abandonar la masturbación propia que lentamente abandona el falo…-mmmmmm.-psicóticamente piensa en perturbarse antes de correrse, espera a chorrearle el manantial de leche ya que con la mano con la que se masturbaba la elevo a la boca y con sus dos hermoso dedos, atrayentes por ser un arte orgásmico lo que representaban los desliza en la boca y coge la carne putrefacta, relamiéndose los labios y con malicia alza la mano, llevándolo a la boca de esa que poco a poco se hace mujer…-Juega con él, despídete tristemente porque ahora ya jamás lo veras…-mordiéndose el labio, se lo mete a la fuerza en su boca y en ese mismo instante despliega otro dedo más en esa cavidad, moviendo con tortura los dedos, arriba abajo, enterrándole las filosas uñas, alabando la sangre que se derramaba, decorándole su piel del carmesí, del color prohibido para una bestia porque al verlo, corre a sus pies y lo toma, siendo así, inclina la cabeza y lame la herida creada, sin dejar de ronronear, gruñir cual hambriento devora lo que ve….
-La falta de moral hacia tu pene hace que me sea más placentera esta morbosidad que cada vez se incrementa, dime ¿Estoy enfermo? Porque me estas enloqueciendo, quiero aferrarme más a esta pasión, escuchar esa canción una y otra vez y sentir tu sudor, que me expulses esas secreciones de placer, deja que explote tu pene con el dolor, dime… ¿Quieres correrte? ¿Deseas expulsar el semen?-preguntaba con una exquisita expresión de delirio, la sangre le ponía caliente, lamia y relamía una y otra vez, deteniendo la hemorragia, danzando con esos dedos mágicos en su interior que ahora eran tres los que se agitaban en un baile libidinoso, esperando que cayera en la trampa…”Cántame, deja que escuche esa hermosa voz, mujer de palo escatimado, dime lo que en verdad sientes, pero cuidado querida que entre más te guste más crueldad habrá.”
Con el placer bizarro, las fugaces demencias, gemidos de esa espantosa mujer, porque de esa manera lucia, una bella “Venus” que está seduciendo los oídos del cuervo, viéndose hermosa, sumisa del dolor con las piernas abiertas, parecía estar ansiosa de que le penetraran pero solo el cuervo picotea con la extremidad de la lengua ese falo endurecido, suplicaba pero eso elevaba la atrocidad que la boca cometía ante aquella pirámide que está a punto de derrumbarse de placer, percibiendo las lágrimas que presencian esta maravilla, sin permitirse mancharse de esa linfa enfermiza, le masturbaba y a su vez le provocaba con las mordeduras el estiramiento de su piel en esos dídimos, detonando esos labios inferiores que se decoran de suaves bellos pero estaba tan encantado de torturarle, mostrando la atracción por él en la manera de cómo propiamente se masturba y se causa dolor al golpear el falo por arder la erección causa…-mmm, si, si puedes, cántame, cántame, gime como melodías mientras danzo con ellas en esta masturbación…-había soltado el cuero del dídimo izquierdo para liberar el aliento de la obsesión por su voz afeminada, lamiendo la herida para deleitar la abertura de esta, deslizando el miembro dentro de la boca que lo chupa y lo deja con otra mordida en su extremidad mientras escuchaba su cántico palabras entonadas que se acompañaban con pizques de excitación, morboseando la manera en la que se mueve, el placer le estaba dominando que eso no era aceptable para la memoria del dolor, quería verlo revolcarse del jodido sufrimiento, que se corra sin desearlo… Así que pidiendo a esa canción que destara la tristeza, llanto, porque la sinfonía era melancólica, pervirtiendo la mente con sus notas musicales y lentamente muerde aquel dídimo, lo va estirando con los mismos dientes mientras que con una de las manos viaja a esa cavidad sobresaliente, deslizando un dedo por su entrada, manoseándole, grabando en la piel su figura y de un despliegue le penetra al mismo instante que con fuerzas mordía el falo y de un jalón se lo arranco, regocijándose del pacer, mirando con fijeza el rostro ajeno, quería seducirse con su agonía, dejando que la sangre en la boca almacenada se dispersara por los labios cayendo como un manantial, siendo acariciado en la garganta y por el pecho, enjaulando el trozo de carne en la boca, dedicándose a saborearlo, jugar con la lengua a golpearle de un lado a otro, girándolo, ronroneando por la exquisitez y la sensación de locura que brotaba, pero no era todo, su dedo se meneaba en su interior, aclamaba humedecerle cada vez más ese negro agujero, consumir la pestilencia a un perfume sexual, purificarle con el mismo sudor liberado…-grrrr..-cayendo cada vez más, jugando terroríficamente, sin abandonar la masturbación propia que lentamente abandona el falo…-mmmmmm.-psicóticamente piensa en perturbarse antes de correrse, espera a chorrearle el manantial de leche ya que con la mano con la que se masturbaba la elevo a la boca y con sus dos hermoso dedos, atrayentes por ser un arte orgásmico lo que representaban los desliza en la boca y coge la carne putrefacta, relamiéndose los labios y con malicia alza la mano, llevándolo a la boca de esa que poco a poco se hace mujer…-Juega con él, despídete tristemente porque ahora ya jamás lo veras…-mordiéndose el labio, se lo mete a la fuerza en su boca y en ese mismo instante despliega otro dedo más en esa cavidad, moviendo con tortura los dedos, arriba abajo, enterrándole las filosas uñas, alabando la sangre que se derramaba, decorándole su piel del carmesí, del color prohibido para una bestia porque al verlo, corre a sus pies y lo toma, siendo así, inclina la cabeza y lame la herida creada, sin dejar de ronronear, gruñir cual hambriento devora lo que ve….
-La falta de moral hacia tu pene hace que me sea más placentera esta morbosidad que cada vez se incrementa, dime ¿Estoy enfermo? Porque me estas enloqueciendo, quiero aferrarme más a esta pasión, escuchar esa canción una y otra vez y sentir tu sudor, que me expulses esas secreciones de placer, deja que explote tu pene con el dolor, dime… ¿Quieres correrte? ¿Deseas expulsar el semen?-preguntaba con una exquisita expresión de delirio, la sangre le ponía caliente, lamia y relamía una y otra vez, deteniendo la hemorragia, danzando con esos dedos mágicos en su interior que ahora eran tres los que se agitaban en un baile libidinoso, esperando que cayera en la trampa…”Cántame, deja que escuche esa hermosa voz, mujer de palo escatimado, dime lo que en verdad sientes, pero cuidado querida que entre más te guste más crueldad habrá.”
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
“Basta que alguien me piense para ser un recuerdo”
— Oliverio Girondo
— Oliverio Girondo
Y cantaba como si mi vida dependiera de ella, con una gran pasión, que era opacada por la desgraciada tristeza y miedo que había dentro de mí, pero no era por algo trivial, tenía razones de temblar, de estar sintiendo aquel horrible temor que se colaba por mis huesos, frente a mí, jugando a su voluntad, con mi cuerpo, como si se tratara de un objeto de su propiedad, pero no ha pagado mis servicios, es un ladrón que hurta, aquel cuerpo, destrozándome, pedazo a pedazo, como si se tratara de una muñeca de porcelana, viviente, con un corazón de cristal, que amenaza también por partirse en pedazos, junto con mi cuerpo.
Basta ya, quiero gritar, tener la fuerza para destruirlo sería mi ideal, pero debo aceptar, que no la tengo, mi cuerpo flanquea, pero mi canto no, como ruiseñor, canto ante su presencia, la de la agonía y muerte, implorando un poco de misericordia, pero él no conoce esa palabra, se le hace extraña, extranjera a su naturaleza, pero aun ase, le rogaba, con mi canto, para ver, si lograba algún milagro en el. Con mis ojos entrecerrados, entonaba cada tonada, apretando fuertemente, la firmeza de la silla, para no caerme ni desfallecer.
Que estúpido fui. ¡Aquel ser no tenia compasión por nadie! — AHG…. — el dolor aumentaba y aumentaba, haciéndome gritar, la letra de la canción se había ido, perdido entre el llanto y los gritos de dolor, sintiendo como mi piel se volvía mas parida, por la pérdida de sangre. Entre las piernas faltaba, algo que demostraba la masculinidad de mi cuerpo, ahora ¿Qué seria yo? Lloraba amargamente, mientras buscaba resguardarme entres mi gritos. Mis testículos habían sido removidos y eran ahora el juguete de un ser despreciable. Me había bañado en lágrimas y mocos, que recorrían parte de mi nariz hacia mi boca, en donde se encontraría con las lágrimas, el mar, que se formaba con cada gota.
¿Quién más sádico y morboso que aquel hombre? Sentí mis bolas en mi boca, trate de rechazarlas, pero me las introdujo a la fuerza, temblé de dolor, de tristeza, deseando la muerte, mostrándose tan cerca… junto a mí, frente a mí, masturbándome, hasta hacerme correr, porque lo había logrado, trasformado aquel cuerpo deteriorado por la experiencia, en un momento libidoso, en segundos de poder llegar a un orgasmo, que acapara todo dolor que sentía en minutos anteriores, pero nada sale, todo el esperma que pudo haber salido, estaba dentro de mi boca, apenas una pequeña baba, seguida por un inmenso orgasmo, que hizo que mi cuerpo se estremeciera, haciendo que gimiera, como la zorra, que tal vez era.
Todo para mi, se había acabado… comenzaba a ver borroso ¿la muerte estaba cerca? Tal vez, entrecerré mis ojos, me sentía mareado, frio, mientras aun sentía los dedos del hombre moverse en mí y mi interior, deseándolos, porque mis paredes los apretaban, se ponía húmeda al sentir su toque y aun así, yo flanqueaba, moría, me desmayaba, la muñeca se había roto ¿por completo?.
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
¡Tú! Ángel divino, Hombre por naturaleza y mujer por deseo, desde ahora serás el cáliz de un terrorífico pecador.
Sudor salado, ensuciado de pestilencias cautivas, que exquisito era ese cadáver con la piel más suave, temblores resurgentes que parecían ser vibradores para este caliente templo, retorciéndose de la gula, enloquecido por la Venus que le robo el vicio, llevado a la metamorfosis este buitre, grita, añora con sus lamidas devorar ese manjar.¡Grita mas, grita hasta sentir el dolor ajeno! Descontrolado la linfa hace que demuestre los tristes demonios guardados en su interior, hace daño por alimentarlos, jugando como vil psicópata, embozando una sonrisa de goce por sus dídimos, redondos y jugosos, con el ansia de verle morderlos, saber si aun aguardan los espermas murientes.
-Juega con ellos, muérdelos un poco…-Su voz seducida por la lujuria, moviendo con rapidez ese falo, duro y desenfrenado, presión tras presión en su glande, arañazos porque sus uñas están traviesas por despedazar sus tejidos, ronroneando cual león morbosea a su presa y riendo en sequedad, con la gruesa atracción de sentir lo caliente que comenzaba a ser…-Así que ya te gusta…-golpea el falo para regañarle, lo fascinante era que ya no habría más semen, que a pesar de su dureza ya estaba muerto, desnudando la perversidad con los dedos, cual violín hubiese interpretado en su agujero negro, pellizcando, sacándolos de un jalón y le observa, llevando las manos a sus cuerdas para liberarle, una tras una desenreda…-Escúpelo, quiero tener esa boca libre solo para mi…-ya no necesitaba ver esa carne podrida en la cavidad de su boca, le alza cual muñeca destrozada y se sienta en la silla…-¿Tienes ganas de dormir? –abriéndolo de las piernas, posándolas en el respaldo de los brazos y deja descubierto su interior…-Te dormiré, muñequita hermosa, pero primero bebe de este dulce…-Y con la crueldad le bajo de los hombros, empujando las caderas hacia arriba, penetrándole que gruño por lo estrecho que estaba y no lograr entrar…-MMM, toma mi falo…-volviendo a repetir el movimiento pero lo empotraba con la mano, clavándole con fuerza y un delicioso sonido libero, humedad, latidos débiles, sangre chorrada le ofrecían fantasías, meneando el templo de sube y baja, como olas exóticas por profundizar los despliegues…
Erosionando al apoderarse de sus curvas, le mueve ultrajando su interior y bautizarla con la esencia liberada, lento, muy lento recorría el laberinto, ardiendo hasta consumir el vacio con los gritos que figuraban mil putas en trance.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
“Me envenenas con tu ser, lentamente he de morir junto a ti”
Tal vez éramos nosotros que le quitábamos colores la vida, borramos nosotros mismo los colores vivos que iluminaban nuestra historia. Destruíamos nuestra vida con un solo pensamiento negativo. Aquel vampiro me destruida por fuera, pero su maldad hacia que por dentro llegara también a marchitarme. Soy ahora un muñeco de trapo, con el cual él puede hacer lo que quiera, me ordena y yo solo por el gran miedo que me inunda le obedezco, con la estúpida idea de sentir que si lo obedezco pueda salir vivo de esta mala experiencia. Ya no estaba seguro de querer seguir viviendo.
¿Por qué no mejor pedirle que me termine de matar? Ya estaba perdiendo mis colores por dentro, nada quedaría luego de esto. Es un proceso más doloroso de lo que estaba acostumbrado, todo mi cuerpo estaba llorando de dolor, mi conciencia comenzaba a perderse, mis ojos se perdían entre imágenes y recuerdos que se alejaban de mí. Cuanto me había alejado de la realidad, al parecer mi mente lo hacía para poder ayudarme a sobrellevar todo lo que estaba pasando, pero el dolor desgarrador de la penetración me hizo volver a donde estaba, en ese mugriento lugar, siendo violado y torturado por un señor de la noche.
— AHHHG — mi cabeza se fue hacia atrás, mientras sentía como un hilito de saliva se escapaba de mis labios y recorría mi cuello. No era sutil, sus embestidas comenzaban antes de terminar, no me había dejado respirar, solamente mis jadeos y llantos me permitía expresar. Ya no tenía más lágrimas que derramar, me sentía mareado, mientras mi cuerpo era ultrajado como mejor le convenía al vampiro, mis hombros se habían caído, y mi cuerpo, mi débil y frágil cuerpo seguía moviéndose a su bestial ritmo.
La noche era eterna, su compañía también, olvide completamente la luz del sol y su llegada, todo parecía tan lejano, una fantasía que siempre tuve, pero ahora me enfrentaba con mi verdadera realidad. Era una muñeca rota, falta de piezas, que moriría en brazos de un ser monstruoso y brutal. La luz de mis ojos se apagaron, solamente deseaba que llegara mi final. ¿Me daría aquello yo que yo anhelaba o también me lo arrebataría?
Ya no tenía orgullo, nada al parecer, una completa muñeca rota era yo para el…
Glenn Thomsson- Prostituto Clase Baja
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Re: kisses full of pain [Privado][+18]
Y la negrura le grita a la Venus; — ¡No tiene dídimos!... Murieron por ser despreciados, lo violaron por andar de puta, lo cogieron con gusto por muñeca llorona [...] ¡Murió el pequeño hombre que guardaba, grito su feminidad al ser cogido como una!
Que hermoso lucia su piel pálida, débil, con su corazón debilitado y su templo destrozado, penetrando su interior, le bautizaba como la mujer que era, masturbando ese falo solo por el placer de gozar que la esencia se había terminado, que yacía muerto ante este goce, disfrutando de su esqueleto templo, acercándose a esos labios que lame, capturando su saliva hasta su cuello con la lengua, manteniendo esas piernas bien abiertas para que el falo dañara su profundidad al ser embestido, deleitando a esa muñeca que lo único que hacía era derramar sus tristes lágrimas, implorando libertad. —MM, has logrado que libere mi esencia tan rápido —murmuro, sintiendo como el flujo se liberaba, deteniendo las embestidas que se libera de él y le avienta al suelo, esparciendo el semen sobre su templo y se masturbaba para derramar todo con un satisfactorio gemido.
—Me has fascinado…—Desliza las manos, una desde la espalda hacia su nuca y la otra la deja en su costado, tomando sus labios que le besa, profundizarlo a pesar de que solo le mueve cual muñeca perfecta lucia. —Al fin la noche ha terminado, admira la luna y duerme, tu titiritero ha de partir y tu sola estarás, si vives recuerda quien te hizo mujer y si mueres, tu deseo se hizo realidad. — La descares hablaba, lamiendo esos labios que se levanta y le deja, tomando las vestimentas para arreglarse, deleitando el paraje que se demostraba a su alrededor y le desato, le dejo en libertad…—Hasta siempre, que descansen en paz, dídimos endemoniados al fin descansaran después de tanta crueldad— Con la mirada fija en él, sabe que vivirá y con la ayuda del viento sale volando, en un oleaje desaparece y el cielo le maldice por lo que ha hecho pero es más el éxtasis que le invade, la locura de seguir con ese orgasmo fluyendo en ese viento, saboreando la cogida mientras permanece libidinoso por ir tras otra muñeca a la cual mantiene presa en su jaula.
Drogado, extasiado, vil demonio que se complació con llanto, linfa y dolor.
Nicolás D' Lenfent- Vampiro/Realeza [Admin]
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