Promises, promises [Libre]

por Invitado Lun Oct 22, 2012 11:39 pm

«Do you remember the promises, promises? I do.»
-Generation X, "Promises, Promises"

El cielo era color púrpura, no recordaba un cielo tan sanguinolento, como si toda la sangre derramada en la tierra se reflejara allá arriba y pintara las nubes, el sol se precipitaba y se escondía entre los edificios de la urbe y más allá entre las montañas, László estaba en una azotea observando el atardecer, sosegado como pocas veces, no tenía idea en qué momento su vida había dado tantos giros, había derrocado, junto al Conde Trudeau y compañía a la monarquía y creyó, ingenuamente, que es le traería algo de paz, pero no fue así, hacer caer a la corona no le regresó a sus padres, ni a su hermana, no remendó todas las promesas rotas ni los huesos dislocados de sus peleas callejeras, no borró los tatuajes de su cuerpo, no limpió el alcohol de su sangre. Sus ojos claros miraban el horizonte pero no veían nada, sonrió pensando en la buenaventura que resultó encontrarse al doctor Stravinsky y cómo de a poco, en aquella casa que no era muy grande (raro, pensaba el cambiaformas, aunque no se lo había dicho directamente, el doctor era Emperador de Rusia y no entendía por qué no adquiría una casa nueva y más grande, quizá por eso le caía tan bien) se había construido una familia con remedos y retazos de sobrantes de otros lugares, pero era lo más cercano que tenía a una familia y le gustaba que fuese tan diferente.

Se puso de pie en aquel alto tejado, mirando París a sus pies, con la noche poco a poco apoderándose de la ciudad y suspiró, utilizó sus habilidades para brincar a otro tejado cercano y lo hizo otra y otra vez, avanzando rápido con el viento dándole en la cara, porque aunque ahora tenía un techo y hasta un trabajo, extrañaba la libertad de las calles, partirse la cara con desconocidos con los que al final terminaba en una taberna emborrachándose, extrañaba despertar en un lugar desconocido, con resaca y un nuevo moretón (o tatuaje) en el cuerpo. Por eso corría en la altura, porque el viento le daba la sensación de tener alas, mismas que gracias a esos giros que no se explicaba, le habían vuelto a crecer, pues con la muerte de su hermana sintió que se las habían mutilado. Recordó la promesa de no olvidar, la promesa que le había hecho a su hermana, de jamás borrar de su memoria ni a sus padres ni a ella. Y se detuvo, casi cae de bruces al detenerse tan abruptamente, sintió que era perseguido y movió los ojos a su alrededor mientras el último rayo de sol dejaba de acariciar las calles parisinas.

por **Rachel Lovebug** Mar Oct 23, 2012 9:42 pm

"El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer." Mariano.

Era asombroso, pasar los dias mirando una ciudad en la cual haz estado durante mas de 13 años y no conocer absolutamente nada; tantas cosas que ignoraba, no podia creerlo, ni queria sentirlo simplemente era sorprendente la cantidad de personas que habia conocido en un solo dia pero aun así estaba cansada y al mismo tiempo agotada, ya estaba oscureciendo y necesitaba llegar antes de que anochezca por que "dicen" que las noches son muy salvajes. escuchó un ruido y comenzó a desesperarse, habia visto pasar algo por los tejados pero no queria saber que era, no conocia nada paranormal que la llevase a volverse una loca, no creia en cuentos ni mucho menos en personas "Monstruosas" que pudieran hacerte daño, pero le afectaba leer mucho y una de las consecuencias era que era muy insegura de si misma, así que intentó no desesperarse.
-Hola?-Pronunció con voz rota y asustada, algo que odiaba de ella misma era asustarse rapidamente pero era por todo lo que habia vivido en sus 18 años de vida, tenia miedo de volver a sufrir o que intentaran abusar de ella una vez mas, camino un poco mas pero sus piernas se lo impedian...

por Invitado Sáb Nov 10, 2012 1:21 am

Al parecer había resultado una falsa alarma, o eso quiso creer el joven cambiaformas, pues el sonido había desaparecido, aguzó más el oído, hizo uso de sus habilidades de cánido, pero por ahora sólo escuchó calma, voces más allá, pasos apresurados, el ajetreo de la ciudad amortiguado por el viento y la distancia pero nada más. Se acuclilló sobre el techo de lo que parecía una tienda de perfumes y se mantuvo alerta hasta que en la calle apareció una figura caminando, observó el cielo, la noche reinaba magnánima, la luna palatina se había apoderado de la bóveda celeste y por ende, comenzaba ese sórdido momento de día que los griegos atribuían a Selene, ese en donde los vampiros cometían sus fechorías al amparo de la obscuridad, era una suerte, pensó, que la luna menguara y no estuviera llena, lo hombres lobo quedaban descartados como preocupación. Su vista regresó a esa figura en la calle que seguía avanzando, la siguió por un rato, sólo para asegurarse que estuviera bien, recordó su encuentro meses atrás con Évani, cuando tuvo que defenderla de o que había resultado un simple asaltante.

Iba a dejar de cuidar los pasos de la desconocida cuando el sonido ajeno y extraño se volvió a hacer presente, se detuvo de nuevo pero supo que no era él quien corría peligro, sino la pobre humana allá abajo en la calle. De un salto se interpuso en su camino.

-Hola –respondió a la pregunta que ella había lanzado hacía unos momentos-, no deberías caminar sola por calles tan poco transitadas y por las noches –aunque podía sonar a la torpe amenaza de un aún más torpe asaltante, la entonación de cómo lo había dicho más bien transmitía seguridad, reflejaba lo que en verdad era, se podía confiar en él. Sin decir más, sin anunciarle que había algo que la estaba siguiendo (no quería asustarla) se quedó atento a sus reacciones-. Perdón por ser tan abrupto –se llevó una mano a la nuca –pero París es más peligrosa de lo que aparenta –tampoco se iba a poner a explicarle de vampiros, hombres lobo y la gente como él que cambia a forma animal, no por ahora al menos.

por **Rachel Lovebug** Mar Dic 04, 2012 5:36 pm

Habia quedado como una completa tonta, pero él lo habia asustado, comenzó a sudar de las manos y esperó a que el no se diera cuenta.
-Hola.-Logró articular después de unos segundos.-y definitivamente se que...-su voz temblaba.-Se que... es peligroso, solo se me hizo tarde.-Suspiró.-Joven me has asustado demasiado.-Tragó saliva no sabia que decir y no queria que el se enterará de el miedo que corria por sus venas pero al parecer ya lo sabia.
Miró por todos lados para saber si podia correr en caso de que él la atacara, pero el no se movio, su mirada inspiraba confianza y su cuerpo... su cuerpo terror.
-Soy Rachel, y no deseo tener problemas con nadie, espero no te haya molestado ¿vives por aqui?-Dio un paso hacia atrás mientras intentaba calmarse por que sabia que no le serviria de nada ser tan miedosa, pero el miedo no era por que tenia miedo sino por que tiempo atrás intentaron atacarla.-Perdona mi nerviosismo pero casi anochece y la verdad es que soy muy miedosa espero no incomodarte y... Cielo santo! estoy repitiendo mucho "y"-Suspiró nuevamente.- ¿como te llamas?-

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