[Libre]En las sombras acecha el peligro..[Libre]

Dejé una de las últimas cajas dentro de la tienda mientras cogia aire y me recuperaba. Era un trabajo pesado, como ellos dirían un trabajo de hombres, pero para mi eso era lo de menos. Yo necesitaba sobrevivir, lograr algo de dinero. Y por suerte este hombre me había dejado. Bueno eso si teniamos en cuenta que ahora parecía un muchacho delgaducho, pero un muchacho e intentaba hacerlo lo mejor posible, pero mi ligera alimentación hacía que no estuviese expecialmente al cien por cien de mi fortaleza aunque tampoco era un fideo...pero al caso...Suspire y me limpie el sudor. Me dolian las manos. Las tenía marcadas de cargar las cajas y algunos arañazos, pero al menos ya habia acabado. Esperé a que em entregasen las monedas prometidas, no eran muchas, pero al menos era algo. Otras veces si quiera podía conseguir algún trabajo que hacer por algunas monedas. Menos si iba como una chica.

Salí de la tienda y caminé por las calles de parís en silencio, con pasos ligeros y delicados, auqnue por supuesto bajo la actuación de un andar masculino entré en el pequeño bloque donde tenía alquilada mi habitación. Subí los escalones de dos en dos y entré. Cerrando la puerta de un talonazo me dejé caer en la...bueno...llamemosla "cama" por que en realidad no era más que algo de paja metida en un trozo de tela...siquiera sabia si era eso con seguridad...pero era algo. Una habitacion para mi que pagaba a duras penas con lo que ahorraba. Con toda la calma del mundo me quité la gorra dejando caer mi lisa y larga melena. Abrí el baul desgastados que contenía mis pocas y escasas pertenencias...y cogí un trozo de vidrio roto. Me miré en el unos segundos antes de volver a guardarlos. Suspiré y volví a colocarme la gorra ocultando mi larga melena. No me apetecia cambiarme..

Guardé gran parte del poco dinero ganado y salí de aquella habitacion, mi casa. Bajé las escaleras y salí de allí. Aún tenía las manos algo dañadas por el trabajo de hoy. Arañazos, cortes, y marca de soportar el peso...pero tenía algo de dinero. Sonreí con esta idea y continué andando hasta una plazeta. Era de noche ya. No había casi nadie por la calle. Pero me apetecía dar una vuelta. Algo me instaba a tomar el aire...a calmar nervios. Sonreí cogiendo aire y continué andando leyendo todos los letreritos, no era mucho pero era lectura. Cuando llegué a la plazoleta estaba desierta, no se veía a nadie...bueno...corrigo a casi nadie...Me pareció ver una figura a lo lejos pero no le di importancia. Lo más lógico es qu eno fuese un peligro además seguro que eran imaginaciones mias...Tragué saliva y aumente el ritmo de mis pasos creo que sería bueno ir a otro lado...aunque con apariencia de chico sigue habiendo peligros en estas calles..

Esta noche, como cualquier otra, había decidido pasear por las calles de París. Siempre que salía comprendía que me estaba poniendo en sumo peligro pues a estas horas de la noche nada bueno podría encontrarme, al menos eso me decían mis nodrizas, pero no podía resistir la tentación de abandonar las cuatro paredes de mi casa que me mantenían recluida a lo largo del día.
No podía acostumbrarme al hecho de saber que afuera el cálido sol iluminaba las calles de París, que las flores florecían, que el tiempo era agradable y que las personas se permitían el lujo de pasear bajo esas condiciones admirando la belleza de un buen día, los niños jugando, algunos trabajando... Yo en cambio tenía que resignarme a estar recluida a mi casa, pues era eso o bien morir convertida en puras cenizas.
Suspiré mientras seguía caminando. Me fije que me había sumido tanto en mis pensamientos que ni siquiera sabía donde los pies me habían llevado. Por suerte, al parece mi instinto de supervivencia me había llevado a un lugar que yo creía bastante seguro.
La plaza teatre la consideraba segura debido que estaba justo al lado del teatro y como que normalmente suele estar llena de gente de clase alta o adinerada, siempre lo vi con buenos ojos... aunque pensándolo un poco era el lugar perfecto para robar a algún transeúnte adinerado. Yo podría ser una de esas transeúntes.
Tenía que ir a un sitio más poblado de gente. Me había fijado, quizás demasiado tarde, de que la plaza estaba ausente de personas, y si había alguien, este se escondía bien y eso le encasillaba como persona sospechosa. Me di cuenta que había acelerado el paso a tal punto que para el ojo humano daba la impresión de que iba corriendo.
Lo cierto es que no miraba donde pisaban mis pies. Mala idea, y me di cuenta tarde de ello. Me había chocado contra algo. Más bien contra alguien y ese alguien había sufrido las consecuencias de mis actos.
El sujeto había caído y había emitido un grito de susto. A juzgar por la voz parecía una joven chica, una adolescente diría, pero al ver su aspecto vi que era más bien un joven chico. Di por hecho que aún era muy joven y no le había cambiado la voz a una más masculina.

-Lo lamento – Dije olvidando mis antiguos temores – No era mi intención chocarme con usted.

Continuaba andando, la verdad había acelerado más el paso para poder de algún modo bueno que empezaba a inquietarme el estar en un sitio tan vacio de gente a estas horas. Sin embargo a pesar de no ir distraida o bueno de no ir demasiado distraida no vi a alguien que por decirlo de algún modo apareció de repente. No lo había visto, pero quizás era la silueta que antes me habia parecido ver. Nose...bueno el caso es que no pude reaccionar ni detenerme y cuando quise darme cuenta sentí que chocaba contra algo o alguien.

Mis reacciones involuntarias fueron soltar un grito y llevar una de mis manos a la gorra para evitar que cayese de mi cabeza. Con todo esto caí de culo dandome un sonoro golpe con el suelo en este y el brazo. Puse una mueca y me aseguré primero de que la gorra estaba en su sitio. Luego poco a poco fui tomando consciencia de donde estaba para después sentir un escozor en el brazo. Debia de haberme arañado este. Después de esto ya vino lo siguiente...con quien...me habría...chocado...

La sorpresa inundó mis ojos al ver a una mujer joven y rubia que me miraba entre preocupada y con disculpa y tambien pude ver la sorpresa en sus ojos...no sabía a que era debido hasta que caí...aquel grito...era era verdaderamente una suerte que la gorra no hubiese caido...hubiese sido peligroso...Y esta mujer parece de clase bastante importante yo yo...quizás me haya metido en un peligro...tranquila Ivy...tu intenta disimular y salir lo más rápido que puedas...

Escuché como la mujer comenzaba a hablar y por inercia me encogí sobre mi misma pero sin embargo no escuché voces ni golpes ni nada....escuché una disculpa. Levanté un poco la mirada, pero no lo suficiente para ver mi rostro al completo, por suerte estaba algo tiznadod el trabajo y eso ocultaba mis llamemoslas "marcas" que me catalogaban como chica.

Me puse en pie despacio sintiendo el escozor en el brazo sin embargo me sacudí este y los pantalones, no eran más que unos nuevos arañazos que contrarestaban con las delicadas manos dañadas por el trabajo al que las sometia. Carraspee un poco sin llegar a mirar a la mujer a los ojos en ningun momento y dije con voz tenue intentando que sonase varonil ocmo solia hacer.

-No se disculpe madame. Yo tampoco iba demasiado atento.- hice una especie de reverencia más bien torpe y mal hecha pero era todo lo que sabia e haber visto a la gente hacerla. Y además podria acusarme en cualquier momento y tal asiq ue...-Perdoneme vos a mi, debí mirar con más cuidado por donde iba.

A pesar de poner voz varonil siempre me quedaba con un toque timido y dulce que sin embargo ahabia logrado mitigar con el paso del tiempo que me hacia pasar por chico. Pero nada era perfecto y esta mujer podria llegar a descubrirme a esta corta distnacia por suerte era de noche y la visibilidad era bastante neutra y pobre para alguien normal.

El joven en cuestión me miraba con ojos ciertamente desconcertados. No me extrañaba en absoluto pues lo más seguro es que mi aparición había sido tan inesperada que había dejado estupefacto al joven por completo. Por otra parte, a nadie le debe de gustar que alguien se choque con su persona y lo derribe al suelo. Al menos había reaccionado y le había pedido perdón.
Después de escuchar mis palabras el joven se encogió ¿a que se debía tal reacción? ¿Pensaba que era una asesina que ahora le iba a robar o asesinar? El horror se apoderó de mi, ¿como podía demostrarle lo contrario?
Sin embargo, al escuchar el mensaje de mis palabras, irguió un poco su cabeza, sin que yo pudiera ver bien su cara y se limitó a levantar. ¿Debía pedirle perdón otra vez para que no pensara que tenía malas intenciones respecto a su persona?
El joven, pues parecía ser más joven que yo, er bastante raquítico de estatura lo que me dejo claro que era de clase baja, más después de fijarme en sus ropas estas me confirmaron mis sospechas. Probablemente no se alimentaba cada día, o su ración se limitaba a un trozo de pan diario. Me dio mucha pena su condición.
El joven se aclaró la garganta y procedió a hablar, con voz ciertamente aguda lo que me indicaba que en efecto era mucho más joven que yo, sin mirarme la cara. Me dijo, haciendo una reverencia algo torpe, que no debía disculparme por lo ocurrido pues el tampoco iba demasiado atento. Añadió también que le perdonara yo a él pues debía de haber sido él quien tenía que haberse fijado por donde iba.

-Es muy galán monsieur – Le dije haciendo una reverencia por mi parte – Pocos señoritos de su edad acogen las culpas de una dama a sus espaldas.

Me gustaría poder ver la cara del joven, pues en todo el tiempo que llevábamos hablando, que lo cierto es que era poco, no me había mirado a la cara. No sabía bien si era debido a que la gente de su clase social lo tenían prohibido hacer o porque era una persona extremadamente tímida.
De pronto la idea de que debido a mi fuerza sobrehumana había derribado al pobre joven con demasiada fuerza y que quizás se habría hecho daño y quizás mucho, y eso no era favorable para su persona pues él necesitaba una buena condición física para trabajar, pues no dudaba de que el pobre trabajaba de sol a sol para recibir un poco de dinero. A veces me sentía demasiado afortunada. No necesitaba trabajar para obtener el dinero que necesitaba y al ser vampiro aún y que saliera herida tenía la capacidad de sanación acelerada de lo que los humanos normales carecían.

-¿Se ha lastimado? - Le pregunté - ¿Necesita alguna ayuda? Quizás le puedo ofrecer alguna ayuda.

No quería ofrecerle dinero porque sí. Quizás era demasiado osado por mi parte, como si le dijera que no tuviera dinero suficiente para subsistir, pero quería ayudarle de alguna forma. Las pintas del pobre joven me daban mucha pena, y su alta timidez me recordaba a mi en cierto modo y sentía la necesidad de ayudarle, no sabría bien por qué.

Me mantuve con la mirada gacha. Yo...nunca miraba a la gente a los ojos...menos menos cuanod iba como chico, pues...las facciones de la cara a veces son delatadoras, aunque sabia que mientras tuviese la gorra y la ropa puesta lelvaba algo a mi favor...Escuché con paciencia las palabras de la mujer y no pude evitar tragar saliva al ver que esta hacía una reverencia como respuesta. Al parecer me había chocado con una de las pocas personas de alta clase que no desprecian a los seres sin dinero que no somos más que ratas humanas...duro pero el sistema de parís así se regía...ahora y siempre...

De todas formas me preguntaba si por descuido o mala suerte se descubriese mi verdadera condición si esta dame seguiría tan amable o se indignaria por engaño. Realmente me lo preguntaba. Pero no me importaria quedarme con la duda, pues así de momento mi vida iba bien. Ahora solo debia lograr irme de allí...

Pero se habia hecho el silencio por unos momentos. Podía.,...podía sentir la mirada de la mujer encima mia y por extraño....que parezca...mi piel se erizaba ante esta mirada...no entendía bien que pasaba yo...por que salí? con lo bien que estaba allí después del duro día de trabajo, pero había decidido venir y esto era lo que había encontrado...por otro lado...yo...seguia pensanod que la suerte...en cierto modo no me había abandonado por completo..

Escuché de nuevo salir voz y palabras de la boca de la mujer y elevé la mirada con cuidado escuchando las palabras de esta....¿se estaba preocupando por mi? No acababa de comprender a que se debia esto...Sin embargo hice de nuevo otra torpe reverencia y elevé muy ligeramente la cara lo justo para mirar más a la cara a la mujer pero sin ofrecer aún una mirada directa, sin dejar de intentar ocultar mi rostro en las sombras.

Incoscientente llevé mi mano al brazo que me había golpeado pero negué con ligereza.

-No os preocupeis madame...no fue más que un golpe. Unos arañazos que con suerte curarán en varios días.- Eso si no se complicaba la cosa, en estos lugares un misero arañazo podría significar la muerte...-No querría molestarla más...sin duda tendreís cosas que hacer y solo os estoy retrasando...

Tragué saliva, intentaba hablar lo más varonil que podía y a su vez intentaba sonar lo más bueno educada y respetuosa que podía, pero no sabía más que lo que había visto o leído en libros...en la practica era una novata en la trata de gente de clase elevada. Como sin duda era el caso de esta mujer...sus ropas la delataban sin duda.

Cuando le mencioné al muchacho si necesitaba ayuda alguna o si se encontraba realmente herido debido al accidente que habíamos tenido este, después de realizar otra reverencia, elevó un poco la cara. Me alegré pues pensé que podría lograr ver por fin las facciones de la cara del joven, pero cuan grande fue mi desilusión cuando el joven dejo ver únicamente la parte baja de su rostro, hasta la nariz aproximadamente.
Al parecer debería de resignarme en ver solo aquello. Por otra parte, podría afirmar que el joven tenía unas facciones bastante delicadas. Sin embargo, aquello no me extrañaba. Había visto jóvenes mozos con las fracciones de la cara muy delicadas, dignas de una refinada dama.
El muchacho me informó de que no había sufrido daños severos, solo algunos golpes y arañazos que se curarían en un par de días. Sin embargo, el hecho de que el joven se llevase la mano hacia su brazo me indicó que realmente esta le dolía de forma considerable. Jamás me perdonaría si debido a mi poca atención despedían al pobre joven de su trabajo por la incapacidad de hacer su deber. Añadió a sus palabras de que no quería molestarme pues tenía supuestamente algún quehacer y que él lo estaba retrasando.

-Ahora lo que debo hacer es asegurarme de su bienestar, monsieur – Le dije – Jamás me perdonaría que perdiera su empleo por mi culpa. Si realmente se ha hecho daño en su brazo dígamelo, le ayudare en lo que pueda.

Me había dado cuenta que para ser de clase baja, según mis propias deducciones, el joven hablaba de forma muy educada. No me había topado con demasiadas personas de clase baja, pero con los que me había topado desde luego no hablaba con tanto cuidado y educación. Me había fascinado aquello.

-¿Cual es su nombre, monsieur? - Le pregunté – Tiene unos modales dignos de un noble caballero, más sus vestimentas lo contradicen, ¿donde ha aprendido tales modales, monsieur?

De pronto me di cuenta que quizás estaba siendo una pesada. Quizás el joven se estaba dirigiendo a algún lugar, quizás a su trabajo, y yo lo único que estaba haciendo era entrometerme en su camino. Siempre me pasaba lo mismo, intentaba hacer o mejor a los demás, pero acababa siendo un estorbo y si a parte de haber causado el accidente que había tenido hace un momento con el joven, le estaba entreteniendo para nada, eso si que sería imperdonable. Además, quizás había hecho su último comentario para indicarme de forma educada que debía marcharse ya.

-Lamento mi curiosidad – Le mencioné – Si debe marcharse, avíseme y le dejaré marchar pues no me gustaría interferir en sus quehaceres que desde luego son más importantes que estar hablando aquí con una desconocida – Dije con una sonrisa avergonzada.

No me dio tiempo a añadir nada más o bueno a hacer cualquier gesto cuando recibí respuesta por parte de aquella dama. Yo con suma delicadeza continué con la mano en el codo, la verdad no dudaba que al menos un buen moratón iba a salirme..si no lo tenía ya…eso esperando que bueno…lo demás no fuese más que un simple arañazo…

Bajé de nuevo un poco la mirada ante las palabras de la dama…yo bueno seguía sin comprender el por qué de su comportamiento...Por que demostraba ese respeto…porque bueno porque no simplemente habia mirado con repugnancia o se habia puesto a pegar voces…Este comportamiento realmente me descolocaba…yo no sabia si simplemente se trataba de que la mujer se encontraba aburrida y vio en el joven chico una forma de pasar tiempo o no alcanzaba a entenderlo...

Iba a responderle a sus preguntas cuando nuevamente fui adelantada por más palabras de la mujer a la cual a causa de la penumbra del lugar apenas podía distinguir más que aquellos rubios cabellos que mostraban un radiante color que reflejaba incluso las luces más lejanas…Sus últimas palabras sin embargo hicieron que en mi rostro se dibujase una pequeña sonrisa de satisfacción normalmente la gente no…bueno no se fijaba en esos detalles. Cosa que era normal cuando solo hablabas con rudos y apestosos hombres buscando cuatro monedas mal contadas...Los cuales ven una perdida de tiempo total dedicarle unos minutos a un libro o siquiera abrirlos…para ellos solo servían para conseguir calor…solo pensarlo…

Suspiré de nuevo pero esta vez ni siquiera hice esfuerzo en comenzar a hablar pues no se por que me dio que iba a volver a hablar…y efectivamente así fue..Esas palabras…me invitaban a cogerlas con fuerza y agarrarme a ellas para deshacerme de la mujer…sin embargo algo en mi me impedía hacerlo…Quizás el hecho de que en el fondo se hubiese preocupado. Tal vez el miedo a descubrirme. O tal vez el simple hecho de que había valorado una afición que pocos amaban…o el halo misterioso que rodeaba a la mujer…Sin embargo mi voz tímida pero intentando que pareciese varonil ya había saltado a hablar ante de que pudiese intentar escabullirme de aquel problema ante el que me encontraba…

-Gracias por su ayuda pero de verdad no querría molestarla por un problema mio…-puse una mueca al estirar el brazo mientras el otro lo llevaba a la gorra en un intento de asegurarme que estuviese bien. En ese momento recordé las palabras de la mujer y usé el nombre que acostumbraba a usar en estos momentos.- Mi nombre es Jean madame. Y creo que exagera…apenas tengo modales..solo se algunas cosas que leí…

Mi voz fue apagándose con forme terminaba esa frase…No era normal ver a alguien de mi clase leyendo…y había posibilidades de no creerme, después de todo no había conocido a mucha más gente que supiese leer ni un poco…con lo maravillosos que era…Elevé un pelín más la mirada sin embargo manteniendo cuidado.

El pobre joven solo tuvo la oportunidad de responderme después de que le ofreciera la posibilidad de marcharse del lugar. Lo cierto es que cuando la curiosidad me poseía empezaba a cuestionar muchas cosas sin tener en cuenta que quizás era una molestia o un estorbo, o hasta algo demasiado personal para que la persona en cuestión me desvelara la verdad.
El joven me respondió que me agradecía mi ayuda, pero que realmente no debía preocuparme por un problema suyo. Comprendí gracias a esas palabras que el muchacho que tenía delante padecía de gran modestia lo que me hacia sospechar que quizás me decía esas palabras debido a que temía ser un estorbo, y más para una persona de clase alta como yo, pues mis ropajes hablaban por si solos.
El joven se presentó como Jean. También me explicó que tenía pocos modales, según él, y que todo lo que conocía lo había leído en libros.

-¿¡Sabe leer!? - Exclamé quizás demasiado emocionada.

Era consciente de que la gente de una clase social poco propensa a los lujos no había tenido la posibilidad de tener un libro y menos de leer, por lo que cuando alguien de clase realmente baja me mencionaba que la lectura formaba parte de su vida, me fascinaba. Quizás mi reacción era demasiado exagerada, pero mis nodrizas siempre me lo repetían día tras día, esperaba que mi reacción no molestara al joven.

-Lamento mi reacción, nunca había escuchado que una persona de clase... trabajadora mostrara interés por la lectura – Dije intentando escoger las palabras adecuadas para no herir los sentimientos del joven.

El muchacho elevó ligeramente la mirada, no conseguía ver sus ojos pues la sombra que su gorra creaba era tan prolongada que no conseguía ver bien debido a ello. Me agaché un poco para ver si así lograba que nuestras miradas se encontraran, realmente me sentía más cómoda cuando una persona me mirada directamente a la cara. Eso no significaba que quería mantener un contacto visual eterno con quien interectuaba, pero realmente deseaba ver como eran los ojos del contrario, tenía demasiada curiosidad.
¡¡Creo haberlo conseguido!! Por un segundo, pero había conseguido ver la fugaz mirada del joven. Muy bella por cierto, tímida desde luego, pero eso no le sacaba la belleza a la par que podría decir que tenían cierta inocencia... aunque no podía afirmarlo... había sido tan fugaz nuestro contacto visual.

-No debería esconder sus bellos ojos, monsieur – Le dije – Pocas personas pueden gozar de tener unos ojos tan bellos como los suyos.

Me di cuenta de pronto, tarde, de que el joven se me había presentado y yo lo había dejado por alto cuando fui yo quien se lo sonsaque. Al final será el joven muchacho quien tendría mejores modales que yo misma.

-Lamento mi mala conducta – Dije haciendo una reverencia – Usted me ha facilitado su nombre y yo no le he dado el mio. Me llamo Melanya, encantada de conocerle, monsieur.

Como un autoreflejo di un paso hacia atrás cuando escuché la pregunta/grito de l amujer...La verdad no se por que me sorprendí si...quieror decir era normal..esa reacción...bueno más o menos..Tragué saliva y asentí. Había aprendido sola...me sentía orgullosa de ello...

Carraspee ligeramente la voz mientras llevaba de nuevo la mano al codo sin ser consciente de ello y elevé ligeramennte la mirada ante sus palabras. Bueno...no todos los ..pobres somos iguales..si tuviesemos oportunidades...seguro que...que muchos más leerían...Si estoy segura..

Vi como la mujer se agachaba y por un momento nuestras miradas se encontraban. Llevada por el nerviosismo evité sus mirada en cuanto pude cortando este contacto que ella había buscado..La gente normalmente no me reconocia...pero y si lo hacían? ...Me metería en un lio en tal caso...No estaba bien visto que las mujeres si vistiesen como hombres y menos que se hiciesen pasar por ellos... De todas formas tampoco me gustaba el contacto visual...me...me ponía muy nerviosa..

Tragué saliva a sus palabras y sonreí timida como respuesta. De verdad creo que ella no sospechaba nada...tal vez podría bajar un poco la guardía...y no pasadase nada malo...tal vez..

Volví a elevar ligeramente la mirada ante sus plabrras y sonreí, respondiendo con otra de mis torpe reverencia. Aunque al enderezarme puse una pequeña mueca al sentir el codo. Me habia dado un buen golpe sin duda...


-El placer es ...mio madame.-.dije con voz suave y tímida.- Yo...no está bien visto que os miremos como iguales madame...además no creo que sea para...para tanto mi mirada...

Dije en referencia a la diferencia de clases. Aunque si es verdad que omití mi tímidez para mirar a la gente a la cara y el hecho de que si se miraba atento podría descubrir...bueno cosas...por algo como decia en un libro los ojos son el espejo del alma..

Iba a callar pero recogí fuerzas para hbalar una última vez.

-La lectura me parece algo fascinante...es algo que me enseña muchas cosas...de todo...

Mi voz fue apagandose pero sonreí sin quitar la mano de mi codo. Recordé fuzgazmente mis tardes en la biblioteca de la iglesia buscando algún libro o aprendiendo a leer..Levanté una ceja al parecerme escuchar un ruido alejado pero no le di importancia.

Al escuchar mi reacción respecto a las capacidades de lectura del joven que tenía delante, el muchacho se alejó hacia atrás un poco, pero no por miedo si no por sorpresa. Creo que había alzado demasiado la voz. En respuesta a mis palabras este se limitó a asentir.
Mientras hablaba al joven este no paraba de tocarse el codo de su mano lastimada. Estaba prácticamente segura que en verdad el golpe había sido de medidas considerables y albergaba las esperanzas de que al menos no se había roto el codo. Romperse el codo sería algo letal para él.
Después de agacharme para lograr ver la mirada del joven y comentarle que no tenía de que avergonzarse, pues poseía unos ojos muy bellos, el joven me contestó con una sonrisa, algo tímida, pero me había sonreído. Quizás había conseguido que le joven consiguiera sincerarse conmigo un poco. Solo quería ayudarle, nada más.
Después de presentarme, el joven me dedico una reverencia más a la par que intentaba esconder el dolor que le causaba el codo. No sabría decir si lo percibía porque mi vista era algo más desarrollada que la de un humano normal y corriente, o porque el dolor que le causaba el codo al joven no se podía ni esconder siquiera.
El joven comentó que el placer era suyo y que no estaba bien visto que nos tratáramos como iguales, supuse que lo decía debido a las diferentes clases sociales a las que pertenecíamos. Dichosas clases sociales. Acabó su monologo diciendo que no creía que su mirada era realmente para tanto.

-No se preocupe por ello – Dije refiriéndome a lo de las clases sociales – Puede tratarme como una amiga más. Creo que uno puede conocer a personas interesantes sin tener en cuenta las clases sociales – Dije con una sonrisa – Y su mirada... debo decir que es una de las más bellas que he visto a día de hoy.

Iba a responderle al joven, pero este, sorprendiéndome así, volvió a hablar por voluntad propia, no me respondía una pregunta que le había hecho, era un comentario del propio Jean. El joven me comentó que la lectura era algo que le fascinaba pues era la principal fuente de sus conocimientos.

-Yo creo que gracias a las lecturas el ser humano consigue vivir más de una vida – Dije metafóricamente, no sabría decir si me explicaba bien – En cada historia de sitúas en un lugar diferente, con personajes diferentes, con trama diferente. Es muy emocionante – Dije con una sonrisa – Creo que en eso coincidimos, monsieur.

No sabia que pensar la verdad...yo...no..no entendía por esta mujer era tan amable o por que se comportaba así...yo no no lo entiendo..de verdad. Me gustaria entenderlo pero no puedo...Aunque quizás fuese verdad y no todas las peronsas digamos...ricas se comportaban igual. Quizás si que habia oportunidad para la sociedad...si tal vez si...

Escuché las palabras de la mujer referidas a los libros...y no pude por menos que sonreir. La verdad...eso era cierto, los libros eran...eran algo maravilloso...tan..tan fascinantes...PEro claro no solo esos libros por supuesto...para mi leer era bueno era lo único que me mantenia viva,...con ganas de seguir y encontrarlos...

-No quiera contradecirla madame, pero no me referia unicamente a libros de lectura en cuanto a novelas..Si no también a estudios...libros de información..algunos son dificiles de entender, pero los dibujos ayudan y poco a poco una...se va enterando..-me mordí el labio disimuladamente al darme cuenta de mi error y haber dicho algo en femenino en vez de en masculino. Auqnue bueno..tu tranquila quizás no se haya dado cuenta...-Es la únicaforma que tengo de aprender madame...

Hice otra torpe reverencia mientras no dejaba de pensar en mi error. Miré a mi alrededor...el lugar seguía igual de solo...y temía que pudiese ocurrir algo...o encontrarnos con alguien..que haríamos entonces? No eramos más que dos jovenes...

Observé de nuevo a la mujer intentanod mantener aun la sombra en mis ojos, al menos parcialmente.

-Quizás no debería estar aqui sola madame. Es de noche y esto se encuentra muy solo podría pasarle algo...

Mi voz se fue apagando de nuevo...Temía por que a la mujer le pudiese ocurrir algo, pero de igual modo temía por mi....


PD:Perdona por el retraso pero tuve una entrega para la universidad y no pude contestar antes. Lo siento >.<

Al escuchar mis palabras, el joven sonrió satisfecho. Al parecer compartíamos la fascinación ante los libros. Sin embargo, el joven optó por confesarme que realmente no hablaba solo de novelas, sino de libros con intenciones educativas. Me sorprendieron las ganas de aprender del joven, era algo fascinante teniendo en cuenta que, al menos eso tenía entendido, la gente de su clase social se limitaba a trabajar para subsistir, por mucho que eso me doliera en lo más profundo de mi alma.
El joven me informó que muchos de los libros que leía solían ser difíciles, pero por suerte eran ilustrados y al final solía entenderlos... un momento ¿había dicho una o me lo había parecido? No... para nada... había dicho una... que extraño.
El joven continuó su discurso como si no hubiese cometido aquel error ¿me lo había imaginado de verdad? No solía equivocarme en estas cosas, siempre intentaba prestar atención a cada palabra de la persona con la que hablaba... era extraño que se me pasase algo tan esencial... entonces... si la persona que tenía delante era realmente una chica... ¿por qué se vestía así? ¿no tenía ropa femenina y se veía obligada a ponerse ropa de hombre a la par que se obligaba a comportarse como un joven para que las personas de su alrededor no se rieran de ella? Era horrible. Por otra parte, quizás me estaba montando mi propia historia.
Mientras estaba sumida en mis pensamientos, el joven me comentó que quizás no debía estar absolutamente sola aquí pues era de noche y las calles eran peligrosas a esas horas y tendría que andarme con más cuidado.

-No estoy muy preocupada por ello – Le comenté al joven – Seguro que vos me protegería como un buen caballero, ¿me equivoco? - Dije intentando divisar sus ojos de nuevo, pero no pude.

No quería decir que le obligaba a ayudarme en el caso de que nos podía pasar algo, simplemente quería asegurarme de que el joven que tenía delante era realmente un chico. Aunque... ¿seguro que no me iba a mentir? Si se hacia pasar por chico delante de todos, ¿por qué debería confesarme a mi la verdad? Por otra parte, ¿por qué me había empeñado tanto en pensar que el joven que tenía delante era realmente una chica? ¿qué me estaba pasando?

PD: Tranquila mujer, te entiendo perfectamente yo también en breve tendré que empezar tareas universitarias x_x

Se hizo el silencio por unos momentos, veía la cara de duda de la mujer y…y miraba como si no dejaba de pensar…y yo eso..me..me estaba asustando bastante. Tragué saliva mientras notaba y escuchaba mi corazón latir cada vez más deprisa. Intenté mantenerme ausente, como si no estuviese pensando nada, ni bueno ni pasase nada, como si todo fuese una conversación normal bueno lo normal que puede ser esto.

Por fin la mujer se decidió a hablar y aunque en un principio me quedé un poco parado esquivé como pude la mirada de la mujer que vi como me acechaba de nuevo. Tragué saliva mientras pensaba rápido…No podía dar muestras de debilidad…no quiero decir que….tengo que ser…avispada..

Hice una nueva reverencia poniendo las manos de forma que a su vez hacían la reverencia más amplía si bien seguía siendo igual de torpe que las anteriores. Pero bueno para salir del mal trago podría funcionar…

-Por supuesto madame, la defendería todo lo que me fuese posible, e incluso más si se diese el caso…-mi voz se quebró un poco pero intenté mantener el tono. – Aunque tampoco espere mucho…no soy demasiado grande…

Me puse recta de nuevo subiendo sin querer la mirada un poco más de la normal ante algo que me hizo hacerlo, sin embargo intente escapar de ella como pude..

-De todas formas tenga cu…cuidado…

Sentía que la mujer seguía pensando algo…y mucho me temía que yo estuviese en el centro de sus dudas…Puse una pequeña mueca al notar el codo dañado de nuevo..

Lo primero que hizo el joven después de escuchar mis palabras fue efectuar una reverencia algo más amplia que las anteriores. Seguidamente, optó por responderme que me defendería ante todo dentro de lo posible o incluso más si la oportunidad se lo otorgaba. Sin embargo, remarcó que lo más seguro es que no podría lograr su cometido debido a que no era un joven demasiado grande y robusto. Esbocé una sonrisa a veces un corazón valiente podía hacer más que un cuerpo robusto, o al menos yo era de ese parecer, de ese curioso parecer.
El joven remarcó que de todas formas sería mejor que fuera con más cuidado. Creo que mis sospechas eran vanas. Quizás estaba demasiado obsesionada por conseguir amigas. Había conocido a Arabella y entre nosotras había aflorado una curiosa amistad. Sin embargo, las personas tenían más amigas, ¿no? O eso tenía entendido.

-Ojala las personas que me rodeasen tuvieran su coraje – Dije con cierta tristeza – Sin embargo, supongo que este será nuestro único encuentro.

Me desplacé unos centímetros pues estaba algo cansada de mantenerme en la misma postura todo este rato. Observé el cielo despejado que estaba repleto de estrellas. No había luna lo que hacia que los alrededores se vieran más macabros pues estos estaban menos iluminados. Lo cierto es que en parte entendía la preocupación del joven. A simple vista era una joven indefensa y frágil, pues ningún humano sabía mi secreto: el vampiriso. Lo cierto es que la que tendría que preocuparse por el bienestar de los dos era yo pues si nos atacaba alguien quizás yo salía ilesa pero dadas las condiciones físicas del joven, pues realmente no era muy robusto tal y como él mismo había remarcado, quizás saldría mal herido.

-La noche parece tan tranquila y estrellada – Comenté observando aún el cielo – Sin embargo me temo que debe ríamos irnos a nuestras respectivas casas.

La mujer parecía seguir observándome bastante. Pero yo por mi lado ahora mismo…no…no podía permitirme flaquear en mi papel…en parecer un chico. Habia abandonado hace un rato la idea de salir corriendo, de buscar la forma más veloz de salir de aquí. Para acabar buscando la forma de poder evadir este problema de la forma más limpia posible. Es decir sin que descubrise que se encontraba ante un….bueno…una…chica…

Bajé la mirada nuevamente ante sus palabras y su desplazamiento me cogió por sorpresa haciendo que me moviese unos centímetros hacia atrás … Apreté los ojos…odiaba..odiaba ser…tan cobarde…Pero…yo solo…bueno solo quería sobrevivir…y..si aclararlo todo…y así…así podría hacerlo…mejor…

La mujer parecía ya cansada de hablar conmigo…y bueno yo…no la culpaba es decir…quien va a querer hablar con alguien…como..como yo…alguien que además nisiquiera era yo…Si..seguramente prefiriese hablar con gente más galan y guapa y más de su tipo….

-La noche parece tan tranquila y estrellada – Asentí elevando la mirada a las estrellas sin darme cuenta en mi gesto. – Sin embargo me temo que deberíamos irnos a nuestras respectivas casas

Bajé la mirada a la mujer y no pude por más que hacer otra de mis torpes y feas reverencia, pues…yo…como habia dicho…iba a seguir con mi papel y claro pues…eso implicaba el esto…ofrecerle llevarla…y yo…no pude hacerlo…por que en ese momento escuché el sonido de cascos…y era un caballo y no nos habia visto…Yo llevada por el instinto y metida en mi papel, de joven caballero…y que…tonterías…fue puro autoreflejo…empujé ala mujer quizás no de demasiadas maneras alejándola de la trajectoria del caballo…y aunque yo prácticamente también estaba fuera…no tuve velocidad suficiente y fui arrollada ligeramente por el animal causando como resultado que tropezase hacia adelante junto a la mujer y en mi intento de no caerme, la gorra que con tanto mimo y cuidado habia mantenido a salvo mi pelo, salió volando al frente debido al golpe, dejando mi largo pelo salir, mostrándose ante la mujer… Ahogué un grito mientras todo esto sucedia temiendo al darme cuenta de la reacción que la mujer tendría conmigo…


Pd: Perdona de verdad por la tardanza TT la universidad no me deja hueco.

El joven no comentó nada respecto a mis palabras lo que era una pena. Me había caído bien y me gustaría mucho seguir hablar con él, pero al parecer tenía cosas más importantes que entretener a una mujer que no se tiene que pasar la vida sin hacer nada pues estaba mantenida y podía cubrir todas sus necesidades sin mucho esfuerzo... la vida era tan injusta, ¿por qué muchos tenían tanto y otros tan poco?
Decidí que aunque esto pudiera herir el orgullo del jove, le iba a ayudar económicamente, aunque sea un poquito. A la larga quizás no me lo agradecería por haber sido tan insolente, pero al menos podría comprarse alguna tontería que no se podía permitir en su día a día. Empecé a pensar que podría entregarle al joven mientras este me dedicaba una reverencia.
De pronto, mientras estaba sumida en mis pensamientos, escuché los cascos de un caballo. Me extrañé por aquello pues era realmente raro que alguien fuera a caballo cerca de la ciudad a estas horas de la noche... o quizás no era tan extraño. Me di cuenta, demasiado tarde, de que el caballo iba solo sin nadie que le montara por lo que no había nadie que lo hiciera parar. Me dispuse a apartarme, pero el joven se me adelantó empujandome. El resultado de aquellos dos movimientos es que ambas nos movieramos a un lado. Sin embargo, al parecer no fue suficiente ya que el caballo logró empujar ligeramente al joven, cosa que me preocupo en demasía ya que podría haberle causado fuertes lesiones, pero más que preguntarle si estaba bien mi sorpresa ahogo todas las palabras que puediesen salir de mi boca.
La gorra del joven se cayó al suelo dejando que unos largos cabellos afloraran de su cabeza. Le miré perpleja. No me esperaba aquello para nada. Lo cierto es que no me extrañé en demasía pues sabía que algunos hombres llevaban el cabello largo, pero el joven que tenía delante resultaba ser tan afeminado que prácticamente podían surgir duda respecto a su sexualidad... pero creí descortes decir aquello pues podría herir su honor. Quizás simplemente esa era su naturaleza. Fui rápidamente hacia la gorra y a la recogí rápidamente.

-¿Está bien? - Le pregunté mientras quitaba el polvo de la gorra – El golpe no pareció ser muy fuerte, pero... ¿le duele algo? Podría acompañarle al hospital para que te revisen... quizás se le ha roto un hueso y no se da cuenta de ello porque está conmocionado.

PD: Traaanquiiiila. Sé por lo que estás pasando y sospecho que pronto a mi me pasará lo mismo ._. así que no te preocupes por favor.

Tardé algunos minutos en recuperar completamente el sentido y demás después de semejante golpe y auqnue sentía aún más dolorido el brazo y parte de la espalda no di parte de esto. Solo podía observar con miedo y maldecirme interiormente mientras obserbaba, como la mujer se agachaba a coger mi gorra, aquella que tapaba mis largos cabellos, que ensombrecia el rostro y me hacía pasar con mayor facilidad por el puesto de un hombre, un chico mejor dicho. Ahora que me había descubierto temia que esta mujer desde su posición y poder se sintiese insultada ante tal mentira o dolida y sobre mi recayese algo peor...Miré al suelo mientras movía las manos nerviosa una con otras.


Asentí con timidez a sus palabras mientras seguía mirando el miedo a sus palabras. Realmente no me encontraba del todo bien, me palpitaba el brazo donde anteriormente había chocado contra el suelo en la caida y ahora había chocado con el caballo. Pero no quería preocupar más a esta mujer, además de que seguia temiendo que en cualquier momento comenzase a insultarme o...bueno a pedir explicaciones.

-No...no se preocupe madame. No me gustaría molestaros más ni haceros perder mas tiempo. Seguramente tengais cosas mejores que hacer...

Continué con la mirada baja mientras observaba de reojo mi gorra y me preguntaba en que momento diría algo al respecto.

-Yo...lo siento...lo siento mucho madame...-dije a medias respecto al hecho de que le había mentido...- Y de verdad no merezco que se preocupe más por mi...


Bajé nuevamente la mirada mientras por puro reflejo sin darme cuenta llevaba la mano contraria al brazo dolorido.

El joven se miró las manos avergonzado, como si sintiera miedo por mi o por lo que le fuera a decir. No supe bien a que se debía aquel comentario, pero pensé que quizás había dicho algo que pareciese pretencioso o fuera de lugar. Recapitulé lo que había dicho, pero no había visto nada ofensivo. Quizás lo que pasaba es que el chico simplemente se avergonzaba por el hecho de haber chocado conmigo y haber caído al suelo.
Con respecto a acompañarle al hospital también se mostró reacio y me comentó que no debía preocuparme puesto que no quería molestarme. Le miré curiosa en un intento para descubrir si realmente me decía la verdad o simplemente intentaba ser cortés. Decidí para mi misma que, como mínimo, debía acompañarle a casa por haberme ayudado y protegido mientras el joven seguía pidiendome perdón una y otra vez sin yo saber muy bien por qué lo hacia.

-No se preocupe - Le dije con una sonrisa mientras le tendía la gorra - Solo ha chocado conmigo para protegerme. La que debería de pedir perdón era yo. ¿Podría al menos acompañarle a casa para comprobar que realmente está bien y así poder dejarlo en un lugar seguro?

Mientras le tendía la gorre tuve la posibilidad de observarle un poco. No sabría decir por qué se escondía el cabello... quizás creía que se parecía más a una mujer y le daba vergüenza mostrarse así, pero lo cierto es que tenía un cabello precioso, muy largo y cuidado. Sin embargo, no sabría decir si debía lucirlo realmente puesto que quizás en su trabajo le dificultaria las maniobras.

-Tiene un cabello muy bonito - Le dije con una sonrisa de todos modos - Y le quedan bien los gorros, es una suerte a mi no me sientan nada bien - Reí.

OFF: Perodona lo corto x_x

Cogí la gorra que me tendía mientras escuchaba sus palabras. Moví la gorra en mis manos mientras escuchaba su pregunta..Quería queria acompañarme...No acabab de entender. Acaso..a caso aun seguía creyendo que era un chico? Si así fuese Sería...bueno no sabía cuanto más podría seguir con el cuento. Yo hubiese supuesto que al verme sin gorra hubiese visto lo que era de verdad. Pero al parecer no...¿acaso era ma´s tonta de lo que parecía? ¿ o más inocente tal vez? No entendía nada...

Quería acompañarme a donde vivía...pero esa mujer en los barrios bajos. En los barrios pobres de parís...Sería presa de los ladrones, los violadores y la gente desesperada por conseguir un trozo de pan. No...ese no era el lugar de esta mujer. Igual que mi lugar no era donde ella viviría...Además cuando viese donde vivía..en aquel cuartucho...querría ayudarme más y yo no tenía con que pagarle...ni con que compensarla..

Me encogí de hombros como unica respuesta algo más indecisa que anteriormente y sintiendo la mirada de la mujer encima mía. ¿Verdaderamente seguía pensando que era un chico?

-Gra...gracias madadame.- Sus últimas palabras hicieron que me sonrojada ligeramente. Nunca nadíe me decía alagos o cosas bonitas de mi o mi cabello...Sonreí ligeramente con la risa de la mujer. -Gracias de nuevo...es la primera persona que..que me dice eso desde hace mucho tiempo.

A continuación elevé ambos brazos con la gorra para colocarmela. Sin embargo un dolor como una punzada atravesó el codó que me había golpead y bajé ambas manos de nuevo, dejando escapar una mueca antes de que con el brazo que no me dolía dejar la gorra simplemente puesta sobre mi pelo sin esconder mi cabello en este. Solté el aire de nuevo de mis pulmones intentando elminar la mueca de mi cara y notando la mirada de la mujer encima mía.

off: perdón el mio también quedó algo cortó >.<