Caminando sin rumbo {Gabrielle Dumontier}

por **Toshio** Jue Oct 25, 2012 1:13 pm

Salí de mi casa, estaba demasiado aburrido, últimamente se acercaban pocas personas por mi casa y no tenía a nadie con quien jugar.

Caminé y caminé, observaba a las personas que andaban a mi alrededor, algunos me miraban con terror, otros ni siquiera me dirigían la mirada, es más, algunos podrían haberme pisoteado. No entendía a los mayores, eran demasiado...como decirlo...ignorantes, estúpidos algunos.

Había músicos en las calles, a menudo me quedaba observándolos durante unos momentos, la mayoría de ellos eran violinistas, me gustaría aprender a tocar algún instrumento, era algo que llenaba realmente.

Miraba con ternura a los vagabundos, posiblemente pronto algún pez gordo les cogerían para hacerlos sus sirvientes sin nisiquiera pagarle algo como recompensa. Me daban pena.

Sin darme cuenta llegué hasta las afueras de París, perdí la noción del tiempo, había pasado el día sin apenas darme cuenta. Alcé la vista al cielo, pronto anochecería y tenía que volver a casa, si no mi madre se enfadaría con migo, durante esos días no había estado en casa, pero yo tenía la esperanza de que algún día llegase a casa y estuviese esperándome con la cena puesta en la mesa, que mi padre llegase del trabajo, saltaría a sus brazos, y nos sentáramos todos a cenar.

Susurré el nombre de mi madre entre las sombras. <<Yumiko...>> repetía una y otra vez.

por Invitado Sáb Oct 27, 2012 1:47 am

Aun cuando su enfermedad la tiraba largas jornadas en cama sin ganas de levantarse y la fiebre se apoderara de ella hasta hacerla delirar, jamás se postraría en cama, esa tarde se había puesto su pantalón y su abrigo, desgastados y con hoyos en ambas bolsas, unos guantes que realmente solo cubrían su palma, los dedos no, y su vieja boina, por que ella no se sentía completa sin esa boina, era su escudo ante el mundo dejaba de ser Gabrielle la indefensa y se convertía en Gabriel el joven trabajador, esa tarde había hecho algunos remedios con plantas para el boticario y se los llevaba, no había recibido más que un par de monedas, aun así agradecía que después de tantos años sus remedios fueran comprados, volvía camino al orfanato donde aun seguía viviendo, después de ser mayor, las monjas no tuvieron el corazón para lanzarla a la calle enferma de ese modo.

Seguía caminando, con dificultad, la fiebre comenzaba a subir y se podía ver en sus mejillas coloradas, pero no importaba, eso jamás la había detenido antes, una pequeña voz, más bien un lamento hizo que Gabrielle se desviara de su camino, era un lamento infantil, después de tantos años viviendo en un orfanato, Gabrielle adoraba a los niños, no podía dejar que él llorara aun cuando fuera un fantasma, lo sabia bien, sus poderes e instintos como bruja se lo indicaban, se había acercado hasta donde provenía el lamento.

- ¿Hola? – Dijo mientras buscaba al pequeño, de cuclillas para ver entre las sombras - ¿Por qué lloras?, deberías salir para que pueda verte – una sonrisa cálida se dibujaba en la bruja, siempre atenta.

– Me llamo Gabrielle buscaba que le tuviera confianza, después de todo, esas almas en pena a veces tenían miedo de la gente en general – quiero ayudarte, no tengas miedo

por **Toshio** Jue Nov 01, 2012 5:05 pm

Una persona se acercaba a mí, me hablaba, tenía miedo, pero aquella mujer me daba algo de seguridad, no parecía ser una persona malvada.
Aún así no me moví de mi sitio, podría tratarse de todo lo contrario a lo que me imaginaba.
No entendía nada de lo que me decía, yo no sabía mucho francés, ya que nadie me enseñó, mi madre cuando estaba con migo se empeñó en hacer que lo aprendiese, pero no lo logré nunca, y ya que ella no estaba con migo a mi lado, no podía aprender.
Simplemente dije: -Watashi wa haha o sagashiteimasu.-*

Con mucha suerte aquella mujer sabría japonés, estaba asustado y algo perdido, no me salían las palabras, no tenía fuerzas ni valor para levantarme y acudir a la mujer.

De nuevo la miré, me levanté, corrí hacia ella y la abracé con todas mis fuerzas entre sollozos.

*Estoy buscando a mi madre.

por Invitado Jue Nov 15, 2012 1:27 pm

El pequeño fantasma hablaba un idioma que no conocía la pequeña bruja, se mordió el labio inferior intentando pensar que hacer, recordaba que cuando las monjas recibían un niño que no hablara con fluidez el francés o no supiera nada lo hacían aprender, pero mientras hacían que se comunicara con ellas a base de dibujos, giro en cuclillas un poco la cabeza para mirar en ese callejón que podría usar para que la entendiera.

En ese momento estuvo a punto de caer al suelo por no haber estado bien hincada y el abrazo que recibió, como reflejo protector la bruja rodeo el pequeño cuerpo fantasmal acariciando su cabello, aunque intento no caer del todo término medio sentada en el suelo.

–Shh… susurraba en el pequeño oído, volviendo a mirar a su alrededor, no muy lejos de ahí, el suelo era terroso, eso serviría por ahora para dibujar con ayuda de algún palito, separó un poco al pequeño sonriéndole para arrastrarse un poco hasta la tierra, donde dibujo un signo de interrogación, vaya que era mala para maestra, nunca había pensando un futuro más allá de la magia, pero era necesario saber todo para ese tipo de casos.

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