Charlemagne "Charles" Noir

Charlemagne Noir

► Nombre completo: Charlemagne "Charles" Noir Joulie.
► Sobrenombres: “Zorro” – Maestre – Alpha.
► Edad real: 115 años.
► Edad aparente: 70 años.
► Fecha de nacimiento: 26/marzo/1685.
► Especie: Cambiaformas Canino – Coyote.
► Poderes: Fuerza. Poca resistencia a los golpes directos. Gran agilidad y velocidad al correr.
► Tipo y clase social: Aristócrata de Primera Clase – Conde de Los Países Bajos.
► Lugar de origen: Calais, Ciudad–Puerto; Región del Paso Norte. Francia.
► Orientación Sexual: Heterosexual, actualmente Célibe.
► Ocupación actual: Administrador de los Viñedos Del Balzo – Mayordomo.

Descripción Física

Mide 1.73 mts, Delata un cuerpo fibroso y bastante atlético que preserva el buen desarrollo físico de sus años de juventud. Para la edad que representa, tiene una fuerza bruta más propia de un hombre de 40 años; a causa de lo mismo, tiene una musculatura ancha y un andar erguido que demuestran a quien lo vea que está lleno de vida. Tan solo las arrugas de su rostro y de sus manos evidencian el paso del tiempo.  Suele llevar el cabello bastante corto y está profundamente orgulloso de sus canas, las que considera un privilegio propio de aquellos que han sabido vivir bien durante mucho tiempo. Sus ojos, de un intenso azul ultramar, brillan con astuta vivacidad y dejan entrever la potencia de su carácter que, para el común de la gente, es más bien templado y servil.

Descripción Psicológica

Tiene mal carácter, pero los muchos años vividos le han enseñado a tolerar aquellas cosas que no son de su agrado. Sabe lo que es pasar hambre, ver morir a quien ama, ser culpable del sufrimiento de otros y resurgir desde el fondo de sí mismo para convertirse en alguien completamente diferente. El sufrimiento ha moldeado su carácter y le ha dejado a cambio la sabiduría como la raíz de todo cuanto es. Siempre sabe qué decir y qué hacer. Tiene una paciencia a prueba de todo y cuando ama a alguien, aún conserva la capacidad de hacerlo con todo el corazón, sin la menor reserva. Es profundamente leal; cuando asume un deber, se dedica a él en cuerpo y alma y no descansa hasta verlo cumplido. Aunque le cueste admitirlo, es inspiración y modelo de todos los jóvenes que le han conocido. Es tosco y no se guarda sus comentarios, aunque, si la ocasión así lo amerita, disfrazará sus palabras con la sutileza del protocolo y la etiqueta. Desprecia todo lo que tenga que ver con la realeza y la corte, pero se mueve entre ellos como si fuera un aristócrata más.

Antecedentes Históricos

Su vida comienza en el momento en que accede a servir como Mayordomo de la Familia Del Balzo & Tolosa. Cualquier registro antes de eso ha sido borrado completamente, como si jamás hubiera existido.

Deambulaba como viejo errante por la populosa capital, a través de la cual esperaba llegar a Chartres cuando un desesperado mozo le impidió seguir con sus planes. De nada le sirvieron las amenazas, el ceño fruncido o el gruñido bajo que solía espantar a los demás transeúntes. Comprendió que la situación era grave cuando el chico apenas si se tenía en pie, pero no claudicó en la misión encomendada.

Había decidido, para aquel entonces, que viviría lejos de todo contacto urbano, dedicando su vida a la meditación y la búsqueda de aquella esquiva paz mental que perdiera tantos años atrás. Pero todas esas buenas intenciones desaparecen cuando su vida termina por cruzarse con la del mozo que lo conduce a las propiedades de uno de los más respetados aristócratas de París: Jean R. Del Balzo–Armagnac, dueño de viñedos por toda Europa y favorito cortesano de su Majestad el Rey.

Pero no es el hacendado terrateniente quien quiebra su voluntad, sino su joven y única hija. Todo lo que había aprendido en los años más obscuros de su vida pareció extinguirse cuando su mirada se cruzó con la de la niña. Ella apenas había cumplido los 12 años y él ya había cruzado el siglo de vida, pero supo que la amaría por el resto de su vida de la misma forma en que mucho antes amara a otra niña tan parecida a ésa que le miraba con el mismo aire rebelde y la misma expresión orgullosa. Comprendió que no sería fácil domesticar a la Cambiaformas y descubrió, con el tiempo, que su puesto de Mayordomo no era sino la fachada del verdadero motivo para contratarlo. Lo cierto era que la descendiente de Monsieur Del Balzo era todo, menos una dama y más pronto que tarde acabaría delatando a su especie si no aprendía a controlar su impulsivo carácter. Y precisamente por ser Charles el encargado de amaestrarla fue que le resultó tan difícil lograr que ella se diera a la razón.

Al principio, ella le declaró su franco desprecio y se negó a obedecerlo, pero, con paciencia y rigurosidad, al cabo de un año y medio, consiguió lo imposible: por primera vez, era Maestre profesional y su discípula había logrado la empatía necesaria para comunicarse con él sin necesidad de hablarse, pues era cosa de cruzar sus miradas para que el otro supiera cómo actuar o qué decir. De una u otra forma, los tres se convirtieron en una peculiar familia en la que Charles tenía que ingeniárselas para lograr la armonía tan escasa cuando Jîldael y Jean estaban en el mismo lugar. Respetaba a su amo y lo consideraba un hombre culto, valiente y, la mayoría de las veces, bastante justo y honesto, pero era su discípula por quien el Cambiaformas realmente sentía verdadero cariño. Le enseñó trucos que nadie más conocía, incluso cuando fue un renombrado líder espiritual, tan solo unos pocos años antes. Ella se volvió su sombra, la heredera de sus secretos, la esperanza de su marchito corazón y la razón más poderosa que encontró el Noir para no abandonarse a la tristeza lacerante que aprendió a esconder en la fría gentileza de una sonrisa forzada.

Pero su pequeña burbuja tampoco resistiría mucho y todo lo que había construido (más para sí mismo que para la familia a su cargo) se desmoronó el día que Jean Del Balzo–Armagnac fue asesinado a traición en una cruenta emboscada en la que también casi perecieron la joven Jîldael y él mismo. Tuvo la oportunidad de salvar a Jean, pero ambos, en un acuerdo tácito, no hicieron nada y, más bien, Jean se dejó matar y Charles dejó que muriera como precio por salvar a su discípula. Luego de eso..., el silencio...

Y, del silencio, el renacer. Poco antes del sangriento evento, habiendo descubierto a sus enemigos y sabiendo que la muerte era cosa de tiempo, Monsieur Del Balzo, en una jugada tan brillante como arrojada, cambió su testamento en el último minuto y dejó todas sus posesiones a nombre de Charlemagne Noir Joulie. Sin embargo, dos o tres escrituras se perdieron y ello supuso que parte del patrimonio de Jîldael efectivamente cayó en manos de los enemigos traidores. Asimismo, sabiendo el terrible peligro que la joven corría, el viejo se obligó a vivir con ella en alcantarillas, conventillos y sanatorios hasta el momento en que pudieron recuperar el dominio del 70% de los viñedos Del Balzo, lo que permitió un auge todavía mayor de las riquezas familiares. Sin embargo, todavía mantiene en pie la farsa de la muerte de la joven Jîldael. Sólo cuando su venganza esté consumada y su amada discípula esté a salvo, él le devolverá todo y la dejará para seguir el destino que, por causa de ella y de su amor por ella, dejó de lado y, tantos años después, sigue sin cumplirse.

► Familiares:
Esposa:
▶ Elisabeth Briand. (+)

Hijos:
▶ Gaïa. (+)
▶ Elliot.
▶ Océanne. (+)

Otros familiares:
▶ Desconoce que tiene un nieto/a.

Otros Datos

► A veces, también se transforma en Lobo.
► Nunca le ha gustado su nombre completo (casi nadie lo conoce en realidad), por eso utiliza el apócope "Charles".
► Desprecia todo lo que tenga que ver con las intrigas palaciegas, pero nadie las maneja mejor que él.
► Su sueño imposible es vivir en las montañas como Monje Ermitaño, pero sus deberes con la Corona Holandesa no se lo permitirán jamás.
► Muy pronto, y muy a su pesar, será ratificado como el Conde de Utrecht, Provincia de Utrecht, Países Bajos

Creado por Frozen •