¿A que no me pillas? (LIBRE)

por **Némesis1** Lun Nov 05, 2012 10:09 am

Némesis estaba hambrienta. No es que aquello fuera una novedad, y más teniendo en cuenta su situación, pero de todos modos aquel día estaba deseosa de llevarse algo a la boca cuanto antes. Aquel día sólo había podido comerse una manzana, y más no le había dado tiempo de comer porque la habían perseguido unos cazadores creídos que se creían que estaba robando. ¿Pero qué se habían creído? El bosque es de todos, no hay nada malo por coger algo del bosque. ¿No estaban acaso las manzanas hay para todos? O más bien para ella. Porque nadie más que ella o alguno de los gitanos que había por el bosque se sustentaba de los frutos del bosque.
Por eso aquella tarde había acabado en el mercado. La noche estaba ya de camino, Némesis lo sentía, lo veía en el cielo, por cómo se iba oscureciendo poco a poco, aunque el cielo estaba de un color naranjita muy agradable. Éste era el mejor momento del día para Némesis...aunque fuera la hora de encontrar refugio. La noche le hacía sentirse bien.
Caminaba por el mercado observando a la gente. Algunos se tropezaban con ella y le daban empujones. La niña lanzaba algún improperio, pero la gente se alejaba. Y seguía sin encontrar nada para comer. El fantasma que estaba a su lado, que no veía nadie más aparte de ella, la miraba y trataba de indicarle lugares dónde podría encontrar comida. Pero la mayoría estaban tan llenas de gente que no valía la pena robar en ellos.
Finalmente encontró el lugar adecuado. Una tienda de frutas. Allí vendían fresas, y manzanas, y demás cosas. A Némesis se le hizo la boca agua. Hacía tiempo que no probaba un manjar como las fresas. Las manzanas le gustaban más, pero las fresas tenían algo que echaba de menos. Así que se decidió; aquel día cenaría fresas. Y si podía rapiñar algo más mejor que mejor.
Como un gatito al acecho se metió entre la gente, acercándose poco a poco, como una pantera que está a punto de saltar. Se relamió y no esperó ni medio segundo antes de correr a meterse en el regazo varias fresas, algunas manzanas e incluso una piña. Salió corriendo ipso facto. Pero...¡ay, tuvo un fallo de cálculo! Porque oyó una voz a su espalda que gritaba.
-¡A LA LADRONA! ¡VUELVE AQUÍ, MOCOSA LADRONA!
¡Aish! La habían pillado. Némesis corrió como alma que lleva al diablo sin mirar atrás, pero sentía a su espalda los pasos de quiénes la seguían, fuera quiénes fueran. Ojalá que no la pillaran.

por **Isis Osweder** Lun Nov 05, 2012 12:28 pm

La noche va entrando según o va pintando el cielo de color rojo con un ligero toque naranja casi va perdiendo esa tonalidad por una más oscura y tétrica casi con aquel semblante de terror y de misterio…dentro de una mansión una mujer que poco a poco va recobrando el sentido sus ojos muertos a color gris se van abriendo con un pozo lunar que absorbe la poca luz que va entrando ya casi siendo las ultimas gotas de esperanza humana que se esfuma.

Con un atuendo poco aceptado va saliendo, un pantalón ceñido algo a sus piernas mostrando así sus torneados muslos, una camisa fajada y algo holgada en su cintura, unas zapatillas a tipo bailarina que le daban más precisión en su caminar y en sus movimientos de ataque, una chaqueta de su hermano negra y un sombrero tipo boina…que le recogía el cabello, así a simple vista sería un jovencito más y no sería la jovencita a la cual mirar…esa noche buscaba pasar desapercibida de la vista de los hombres de la aristocracia…quería algo más quizás buscar problemas, pero si ya era un problema el buscar su alimento diario, pero aquella noche sería buscar más que un alimento algo distinto que le haga salir de su aburrida frigidez y aburrido sentido que le daban sus muñecos de sangre.

Por sus pasos por le mercado un hombre le invitó a probar una fruta, una manzana roja, como la sangre, aquel matiz le hizo tragar un poco pues se sintió con algo de sed relamiéndose los labios usando sus habilidades para prever algo o mejor dicho para jugar con los muñecos que eran todos para ella.

-Tenga cuidado le pueden robar en pocos segundos…- en eso el grito de LADRONA…y una sonrisa burlona tomando la manzana en sus manos mirando a quien había sido la causante de aquellos gritos…la miro por segundos, aunque cuando cruzaban sus miradas pareció minutos pero solo fueron fracciones de segundos…aquella niña desapareció entre gritos…corriendo, mientras que la mujer mira al vendedor y el impide el paso para correr contra la niña…

-Se lo advertí, ahora ¿que hará? Correr tras una niña, es una niña…y si quizás la condenen a la horca por se de clase baja pero, ¿y qué? Acaso no es mejor dejar que se alimente o darle un trabajo…- expuse con un tono en la voz tan melódico que quizás calmaba a esa bestia, pero el hombre no aceptó ser detenido por el “jovencito” y le empujo pero en eso sus ojos se mostraron de un color miel susurrando unas palabras…el hombre quedó embelesado en esos ojos que mostraban solo su poder de clarividencia…dejó unas monedas en el puesto y desapareció tras unos puestos de flores tomando una que otra rosa recordando el aroma de los Sesen (flor del loto egipcio).

Una pisca de benevolencia, o quizás era solo una trampa para una presa…quizás, engorroso es dudar, y pecado es confiar…en un asesino letal.

por **Erwin Helstorm** Lun Nov 05, 2012 2:00 pm

Había salido a la calle para atender unos asuntos de escaso interés, hubiera preferido ahorrarse el camino desde su residencia cogiendo un coche de caballos pero a decir verdad estaba disfrutando del paseo. Llevaba ya un buen trecho de calles recorrido y comenzaba a hacerse monótomo, pero un grito procedente de una de las esquinas del callejón que estaba tomando le sacó de su ensimismamiento.

No es asunto mío. Se dijo al comprender el motivo de los gritos, se dispuso a cruzar la esquina pero una pequeña figura se estampó contra sus piernas. Sobresaltado apenas consiguió refrenar el impulso que casi le hace ponerse en guardia para combatir a tan repentina amenaza. Por suerte el choque hizo poco más que arrugar parte de su traje de tonos verdes y oscuros, pero enseguida relacionó los gritos del tendero con el surtido de frutas desparramado por el suelo. Aprovechando que un falso muchacho bloqueaba el paso del enfurecido vendedor, Erwin agarró a la chiquilla de las ropas y la escondió tras la esquina.

Si alguien podía echar una bronca allí era él, además de que con todas seguridad le ahorraría los azotes del tendero a la niña.
Se agachó levemente con una sonrisa neutral dibujada en su rostro, sujetando con la mano izquierda su bastón entre las piernas.

-¿No sabes que atropellar a la gente es casi tan malo como robar?

por **Némesis1** Mar Nov 06, 2012 12:51 pm

Aquello sería divertido si no fuera porque podrían dejarla sin comida, o algo peor. Bueno, algo peor no...ya había estado al borde de verse en penas peores en varias ocasiones. Pero eso no quitaba que en el fondo pareciera un poco como si estuviera jugando al pilla pilla con unos cuantos hombres malos...bueno, quiénes fueran que la estuvieran persiguiendo. Némesis sentía los pasos, pero no se molestaba en girarse para mirarlos. No había tiempo.
Pero recordó por un instante que antes había cruzado, por unos segundos que parecieron alargarse, a un muchacho joven que también había estado allí mientras ella cometía su pequeño hurto, con una manzana roja que el vendedor le había ofrecido. Lo recordó por un instante y eso hizo que se detuviera, casi de forma involuntaria. Por un instante, por un mero instante. Aunque claro, también se había detenido porque había atropellado a alguien en su carrera, a un hombre alto, muy alto... Y eso fue un error del que se percató al segundo siguiente porque entonces el hombre en cuestión la agarró y la escondió tras una esquina.
Némesis chilló por la sorpresa, pero no salió huyendo, al menos no todavía, ya que parecía que el hombre no tenía intención de pegarle, al menos no por ahora. Se lo quedó mirando con curiosidad pero con los ojos verdes abiertos y algo asustados. Por si era uno de los que...
-¿Robar? ¡Yo no he robado! ¡Sólo he cogido algo que ése no necesitaba!.-habló en un tono atropellado. Sí, Némesis sabía de sobras que robar era malo, o al menos eso era lo que le decía la gente. Le daba lo mismo. Los que compraban la fruta ya la comprarían el otro lado y si el tendero tenía hambre pues bien que podía comerse sus propias frutas. Ésa era la lógica de la niña. Si es que la gente no tenía coco en la cabeza.
-Tengo hambre-dijo simplemente mientras cogía una de las fresas y le pegaba un bocado. Aaaahhh...¡cuánta falta le había hecho aquello! Le supo a gloria. Las fresas eran un exquisito manjar que no había probado en mucho tiempo.
Luego volvió a mirar al hombre, que se había agachado junto a ella. Entrecerró los ojos, como si fuera un gatito pequeño.
-¿Le he atropellado? No me di cuenta es usted muy alto, monsieur-así te podía salir la niña de repente, o con chillidos, con improperios o con educación. Y no es que fuera bipolar no, es por la empatía que arrastraba Némesis encima. Eso le hacía darse cuenta de muchas cosas.
Antes de que le contestara se arriesgó a echar un vistazo hacia la tienda, dónde seguía el falso muchacho, y el tendero también. No se habían movido de ahí...qué raro. Creía que el tendero también saldría tras ella. Luego el muchacho marchó hacia unos puestos de flores. Se le quedó mirando fijamente, con descaro, durante un buen rato. También le producía mucha curiosidad, por lo que hizo una pequeña ilusión. Una de las flores caería al suelo y otra rodaría hasta dónde estaban Némesis y aquel hombre, como si hubiera sido traída allí por el viento. Cogió la flor y volvió a mirar al hombre mientras seguía comiéndose la fresa.

por **Isis Osweder** Miér Nov 07, 2012 4:29 pm

Dentro de los conflictos un hombre algo alto para la joven cruzó y esta le observó durante todo el camino hasta la florería…mirando como tomaba a la niña y la ocultaba tras esa esquina y eso le provoco un ligero susto tanto que se movía para ver que ocurría…no comprendía quien era quizás era el dueño de la niña, de esos hombres que ponen pequeñas criaturas a trabajar robando para luego quitarles lo que consiguen o para golpearlos si no lo hacen…

Cuando tomaba aquella flor entres sus delicadas manos esta no se quedó ahí sino que fue rodando hasta calle abajo…quizás por el viento nocturnos, o quizás porque…con una sonrisa la Vampira comprendió más que el viento, era las coincidencias de las arenas que la llevaban a topar su camino con aquella niña, se acercó y miró a un hombre…no, no era un hombre era un cazador…dio unos pasos atrás no quería darse a delatar por su aroma de muerte y gélida presencia…miró como este le habló y trato de esquivar la conversación pero en vez de eso haría algo más…la manzana que tenía en mano se la entrego a la niña flexionando las piernas hasta estar a su altura limpiando el rostro de ella y los cabellos de la pequeña…

-Pequeña cuantas veces te he dicho que no hagas eso, si quieres algo pídemelo…- con una sonrisa en sus ojos y sus labios dejó de limpiar a la pequeña con un mensaje en su mente “si queremos las dos salir libradas de esto sígueme la corriente o te darán azotes o te acusaran de ladrona en la plaza pública…y no queremos eso verdad”

Sonrió y dio la mano a la niña para que ella se tomara, miró al joven y con una reverencia que evitaba el contacto visual…pues si lo veía quizás él se daría cuenta de quien era y quizás se de un enfrentamiento y lo que menos le gustaba a Isis era pelear hasta la muerte delante de niños… -Excuseme Sidi, mi pequeña…- será que una mentira ayudaría a otras…tocaba arriesgarse –Mi pequeña amiga no ha podido comprar las frutas pero para eso estoy yo…y he pagado al tendero lo que era por las frutas así que no es robo….y espero que no lo tome de tal forma Sidi…- no era amenaza solo una petición educada y formal...ante todo no había nervios, no había ninguna emoción solo una sonrisa que se reflejaba a la niña y unas manos listas para atacar si fuera preciso pero no sin antes llevarse a los ojos mirones de la pequeña del lugar…

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